Entrevista a Olga Castanyer
He visto en tu biografía que trabajaste diez años en el teléfono de la esperanza, ¿cómo ha sido esta experiencia?
Me llevé sobre todo el respeto hacia las personas y hacia la decisión que puedan tomar. El servicio en cualquier teléfono de atención a crisis es de absoluto respeto hacia lo que la persona decida. Es decir, aunque la persona te diga “Me quiero suicidar”, tu misión es de acompañamiento, no puedes decidir por ella. Si a través de acompañar y empatizar con la persona, logramos que desista de esta idea suicida, eso es lo que todos lo intentamos. Pero nuestra misión es acompañarla en su malestar.
Cuando alguien tiene un malestar psicológico muy grande, la sensación que tienes es que nadie te comprende, ¿cómo se acompaña a alguien que se encuentra en un momento crítico?
La clave es empatizar. Intentar comprender a la persona desde dónde te está hablando, desde sus emociones. Todos los seres humanos tenemos las mismas emociones. No existe ninguna emoción que yo no pueda vivir, y viceversa. De manera que, a pesar de que pueda parecer que la otra persona te está hablando desde una emoción muy fuerte de desesperanza o de negación de que haya nada bueno, etc., esas emociones las has tenido tú también en algún momento, así que siempre se puede conectar con la persona.
La persona que está en crisis, independientemente de qué le ha producido la crisis, siempre se siente muy sola. Se siente sola en su crisis y como la única que tiene está experiencia o sensación que le hace pensar, por ejemplo, en quitarse la vida. Acompañar para
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