LAS TERAPIAS ALTERNATIVAS A EXAMEN ¿TRUCO O TRATAMIENTO?
¿Quién no ha recurrido alguna vez –tal vez muchas–a la medicina alternativa para curarse algún trastorno leve o incluso grave? Si nos asomamos, por ejemplo, al mercado estadounidense veremos que desde 2011 a 2016 el gasto en terapias alternativas ascendió en casi 2.500 millones de dólares (se situaba en 14.345 dólares en 2016). Este aumento también ha sido significativo en los países europeos, donde las consultas a los “parasanitarios” no han dejado de crecer, a pesar de varapalos como el propinado recientemente a la homeopatía. Podríamos analizar el caso de los países asiáticos y africanos, pero dado que la mayoría de ellos carecen de sistemas sanitarios con apoyo gubernamental y no les queda más remedio que aferrarse a la medicina tradicional, solo vamos a hablar de lo que sucede en los occidentales.
¿AUGE INJUSTIFICADO?
Desde la década de 1970, la medicina alternativa no ha dejado de experimentar un importante auge en Occidente, a pesar de la carencia de pruebas científicas de su eficacia. Sin embargo, ahora, en 2018, es más fácil que antes acceder a fuentes que aporten información fiable sobre su posible eficacia.
Una de ellas es un libro de reciente publicación en España (primera edición inglesa en 2010) y escrito por el catedrático de medicina e investigador experto en el estudio de la medicina alternativa y el periodista científico , ambos con reconocido prestigio en sus respectivos campos. Hemos elegido el título de su obra para titular este reportaje –– porque essu sede en Oxford (ver recuadro): , explica Edzard Ernst.
