EL GRAN ENIGMA DE LOS SUEÑOS
Los padres del psicoanálisis, Sigmund Freud –autor del influyente ensayo La interpretación de los sueños (1900)– y su discípulo Carl G. Jung –artífice de la teoría del inconsciente colectivo–, discreparon sobre ciertas cuestiones referidas a la psique humana, motivo por el que sus respectivos caminos finalmente se bifurcaron. Pero, si en algo estaban plenamente de acuerdo, fue en la importancia de los sueños como principal vía de acceso al arcano reino del inconsciente. Según Jung, debemos tomar en consideración el hecho de que en los sueños ocurren cosas que no son en absoluto individuales y que, en consecuencia, no derivan de la experiencia personal del que sueña. Todo eso es lo que Freud llamó “permanencias arcaicas”, las cuales son formas mentales que parecen tener raíces aborígenes y que son formas de la mente humana de tipo innato y hereditario. Esas “permanencias arcaicas” fueron designadas por Jung como “arquetipos”, definiendo de ese modo los símbolos que han surgido en leyendas y mitos a lo largo de la Historia de la Humanidad.
LENGUAJE SIMBÓLICO
De este modo, para el psicoanálisis, los sueños son representaciones simbólicas que plasman deseos irrealizados o reprimidos por el sujeto en su vida cotidiana (como los relacionados con los instintos sexuales), así como símbolos arcaicos expresados en el lenguaje irracional del inconsciente, por eso, han de ser descifrados. Según Freud, las imágenes oníricas serían el contenido manifiesto y su significado simbólico el contenido latente. Aunque Jung percibió más bien en los sueños una función compensadora, ya que su contenido –según declaró, “la imagen manifiesta del sueño es el sueño mismo y encubre todo su sentido”– equilibra la unilateralidad de la función consciente (discrepaba de su mentor en considerar lo sexual como la única fuerza subyacente en los sueños). “Lo inconsciente da en los sueños todos aquellos contenidos que están constelados por la situación consciente, pero que se hallan inhibidos por la elección consciente y cuyo conocimiento sería indispensable a la conciencia para una, explicó Jung. Asimismo, este aseguraba que los sueños no esconden ni disfrazan nada, y que si no los entendemos es debido a nuestra dificultad para comprender su lenguaje simbólico.
