AQUAMAN

Recientemente, James Wan anunciaba que después de dos años de trabajo intensivo había terminado lo que en sus redes sociales llamó sarcásticamente “esta pequeña película indie”. En su mensaje aclaraba: “Era una empresa monstruosa” y también “única y hermosa” que, según la nota de agradecimiento a sus colaboradores por los servicios prestados, cifraba textualmente en “24 horas de trabajo al día, días locos, siete días a la semana, durante muchas semanas sin un día libre”.

La nota promocional de la productora define el largometraje como una película de origen del personaje de Arthur Curry, alias Aquaman, en la que la corona de Atlantis, el reino submarino al que pertenece la mitad del personaje, será tema central y condiciona el viaje del héroe de este icónico superhéroe de la galería de metahumanos de los cómics de la editorial DC. Eso conduce a una aventura que no solo es un itinerario de descubrimiento de sí mismo para el propio Aquaman, sino también la presentación de todo un nuevo universo de ficción, submarino, que solo hemos entrevisto brevemente como localización puntual en la película de La Liga de la Justicia.

El Aquaman que vamos a ver en este largometraje es según defienden los creadores de la película no exactamente el mismo que hemos conocido hasta el momento en sus anteriores apariciones en y , ya que en el argumento de este largometraje se incluye toda la trama de su pasado vinculado