101 Ideas para hacer discípulos

CONTENIDO

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INTRODUCCIÓN: CÁMARAS POLAROID Y HACER DISCÍPULOS

SECCIÓN 1: CLIC – COMIENZA PENSANDO EN EL FINAL

IMAGINA

EL ARTE DEL VISIONARIO: ESTILO POLAROID

SECCIÓN 2: 101 IDEAS PARA HACER DISCÍPULOS EN TU GRUPO DE JÓVENES

PARTE 1

PRÓLOGO DE LA PRIMERA PARTE

1. ESPACIOS SAGRADOS COMUNES

2. ESPACIOS SAGRADOS POCO COMUNES

3. PERNOCTADA DE ORACIÓN

4. ORACIONES DE UN SOLO PENSAMIENTO (TAMBIÉN CONOCIDAS COMO «ORACIONES BREVES»)

5. OBJETIVOS DE ADORACIÓN

6. PROMOVIENDO LA EXPECTATIVA

7. TOUR DE ORACIÓN

8. TOUR DE ORACIÓN – EXTREMO

9. ORACIÓN SIN PALABRAS

10. GRUPOS DE HOGAR

11. ORACIÓN EN EL JACUZZI

12. RECORRIDO DE ORACIÓN INDIVIDUAL

13. SENDEROS DE ORACIÓN CORPORATIVA

14. DIARIOS DE DISTRACCIÓN

15. EL SAN VALENTÍN DE JESÚS

16. LA ORACIÓN DE LAS ESCRITURAS

17. EL SILENCIO VALE ORO

18. EL MURO DE ACCIÓN DE GRACIAS

19. ORACIÓN DE GRUPO A TIEMPO REAL

20. RETIRO DE REPOSO

21. LABERINTO DE ORACIÓN

22. ADORACIÓN TAIZÉ

23. ACÓGETE AL CALENDARIO DE ORACIÓN

24. LA HORA QUE CAMBIÓ EL MUNDO

25. DE ADORACIÓN 101 A ADORACIÓN 401

PARTE 2

PRÓLOGO DE LA SEGUNDA PARTE 61

26. SÉ UN METEORÓLOGO COMUNITARIO

27. DEFINE COMUNIDAD

28. IDENTIDAD

29. MUROS DE LA CONMEMORACIÓN

30. EL AMOR SE DELETREA T-I-E-M-P-O

31. EL AMOR TAMBIÉN SE DELETREA T-E-R-R-I-T-O-R-I-O

32. LAS 10 MEJORES FORMAS DE CONTACTAR CON ESTUDIANTES

33. TOQUES APRPOPIADOS

34. EN TU CASA… ¿EL TRABAJO ES DIVERTIDO?

35. NO TAN SOLO GRUPOS PEQUEÑOS… GRUPOS DE HOGAR

36. SEIS SUGERENCIAS DE RESPONSABILIDAD PARA GRUPOS PEQUEÑOS

37. GRUPOS EXCLUSIVOS ABIERTOS

38. RUEDAS

39. LA RED CULINARIA

40. CORTOS CINEMATOGRÁFICOS

41. ANUARIOS AUDIOVISUALES

42. RETOS APROPIADOS

43. NO SOLO OIGAS… ESCUCHA

44. UNA DOCENA DE TÉCNICAS DE AMISTAD PARA MODELAR

45. NOCHES DE COMUNICACIÓN DE GRUPOS PEQUEÑOS

46. TRABAJO EN LA RED

47. CASA ABIERTA

48. RETIRO DE COMUNIDAD

49. CÍRCULOS DE INQUIETUD

50. DE COMUNIDAD 101 A COMUNIDAD 401

PARTE 3

PRÓLOGO DE LA TERCERA PARTE 61

51. EQUILIBRA TU ENFOQUE

52. CREA UN BALANCE EN TU ACERCAMIENTO

53. EVITEMOS LAS PESADILLAS SABATINAS

54. MÉZCLALO

55. DI

56. LAS ESCRITURAS… EN SUS PROPIAS PALABRAS

57. UTILIZA LA CULTURA JUVENIL PARA CONECTAR LA VERDAD CON EL MUNDO DE TUS ESTUDIANTES

58. SÉ ARTÍSTICO Y CREATIVO

59. ¿QUÉ HARÍA JESÚS?

60. USA TODOS TUS CINCO SENTIDOS

61. INTERVÉN EN LAS OTRAS 166 HORAS DE SUS VIDAS

62. VIAJES DE VERDAD Y GRACIA

63. PROVEE APOYO DE ADULTO

64. ENTRELAZA DISCUSIONES Y LECCIONES

65. PREGUNTA DE LA SEMANA

66. ¿QUÉ PREGUNTARÍA DIOS?

67. RECREA LAS PARÁBOLAS DE JESÚS

68. ESCRIBE TUS PROPIAS PARáBOLAS

69. LECTIO DIVINA Y EL MÉTODO IGNACIANO

70. EL MÉTODO SCORRE

71. ESTUDIOS BíBLICOS PARA «APLICARLOS A LA REALIDAD»

72. LA NECESIDAD DE REGULARIDAD

73. LA NECESIDAD DE UN ESTILO METÓDICO

74. LA IMPORTANCIA DE LOS PADRES

75. DE VERDAD Y GRACIA 101 A VERDAD Y GRACIA 401

PARTE 4

PRÓLOGO DE LA CUARTA PARTE 61

76. MODELA SERVIR Y COMPARTIR

77. LA NOCHE DE LOS PADRES

78. VILLANCICOS DE NAVIDAD

79. ADOPTA A UN ABUELO

80. ACTOS SECRETOS DE BONDAD

81. DONDE TENGAS TU TESORO, ALLÍ TAMBIÉN ESTARÁ TU CORAZÓN

82. ALQUILA UN ADOLESCENTE

83. TUTORÍAS

84. UNA BOTELLA DE AGUA FRÍA EN MI NOMBRE

85. MINIS MENSUALES

86. PROYECTO SIRVE

87. SERVICIO DE PROYECTO EXTREMO

88. CONTINÚA (EN CASA) LO QUE PABLO COMENZÓ

89. CONTINÚA (A NIVEL INTERNACIONAL) LO QUE PABLO COMENZÓ

90. AMISTADES DE PRIMER AÑO DE ESCUELA SUPERIOR

91. FÍJATE CÓMO LO HAGO…

92. VIAJES MINISTERIALES

93. ¡ENSÉÑAME EL DINERO!

94. VIAJES MISIONEROS DE PATIO

95. EQUIPOS DE TAREAS MINISTERIALES

96. EQUIPO DE LIDERAZGO MINISTERIAL

97. ADIESTRAMIENTO PARA LA EVANGELIZACIÓN

98. LA HISTORIA DE CRISTO EN MÍ

99. ESCRIBIR CARTAS

100. DE SERVIR Y COMPARTIR A SERVIR Y COMPARTIR EN SERIO

CONCLUSIÓN

AL MINISTERIO SONLIFE

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NOTAS

INTRODUCCIÓN

CÁMARAS POLAROID Y HACER DISCÍPULOS

La formación espiritual en una tradición cristiana responde a una pregunta humana específica: «¿Qué clase de persona voy a ser?» Se trata del PROCESO de establecer el carácter de Cristo en una persona. Eso es todo.

– Dallas Willard –

Christianity Today, julio 2005

Me fascina hojear la clásica pila de fotos del ministerio de jóvenes. Algunas me refrescan la memoria sobre todas las cosas de Dios que han ocurrido a través de los años:

• Después del segundo año de preparatoria, tan inmensamente difícil, de Alex, verlo seguir a Jesús era algo que superaba la realidad. De ninguna manera, ni en mis sueños más disparatados… pero así sucedió.

• ¿Y qué hay de Nancy? Antes le temía a su propia sombra y ahora se proyecta con tanta gracia y seguridad.

• Y esas son solo dos fotos del paquete. Otras instantáneas son de estudiantes que introdujeron a Jesús a sus amigos, de padres que reestablecieron relaciones con sus hijos y de individuos que se transformaron de la negación a Cristo a amarlo profundamente. Yo no podía inventarme todas estas cosas o forzarlas a que ocurrieran; solo tuve la suerte de estar en el lugar apropiado y a la hora apropiada para presionar el botón de la cámara.

Hay otra de las pilas que me gustaría hojear: esas fotos fabulosas que hacen que aparezca una gran sonrisa en esta cara tan fea que tengo. Imagino que tú tienes una pila similar: los chicos de cuarto año de preparatoria con sus torsos al descubierto, en sus trajes de baño, corriendo por el campamento de nieve. Los chicos de escuela intermedia que no pesaban más de 39 kilos y que volaban por el tobogán de agua que llamábamos «El Tobogán Chino". Carreras de comida (o de atragantamiento). Lanzadores de globos llenos de agua que disparaban pasteles de frutas durante las fiestas de navidad. ¡Qué recuerdos!

Sin embargo, de todas las pilas que están acumuladas en mi oficina, la ganadora por acumular la mayor cantidad de momentos inolvidables es la pila de fotos de la búsqueda del tesoro en mi vieja escuela. ¿Recuerdan esas fotos que tomábamos con aquellas cámaras tradicionales de la década de los 70? A diferencia de las fotos digitales de hoy día, estas fotos instantáneas requerían un poco más de tiempo para procesar y, usualmente, quería decir que al menos un miembro del equipo debía tener el pulso de un candidato presidencial o la capacidad pulmonar de un nadador olímpico. Todavía puedo imaginar a Andy agitando bruscamente su foto más creativa, o a Josh poniéndose de todos los colores mientras intentaba, sin lograrlo, soplar su instantánea para que se enfocara más rápido. Estos dos chicos tenían que estar seguros de hacer la foto perfecta antes de pasar a hacer los desafíos más estúpidos (e ilegales en algunos estados) que uno podía imaginarse: ponerse al cargo de una caja registradora de McDonald"s – 200 puntos; pararse de manos en un ascensor – 500 puntos; pararse en una fuente de agua – 750 puntos; encerrarse en la celda de una prisión – 1.000 puntos; Decorar con papel higiénico la casa del pastor principal – 1.500 puntos; bifurcar el césped del diácono gruñón que usa el mismo traje color verde lima y que se sienta en la tercera fila todos los domingos por la mañana – 50.000 puntos.

DE BORROSO… A MÁS BORROSO

Las fotos clásicas de la búsqueda del tesoro me traen recuerdos, buenos recuerdos. Sin embargo, también capturan la esencia de una búsqueda de visión con la que muchos líderes de jóvenes ya están bastante familiarizados.

En su compromiso para hacer discípulos de Jesucristo entre los estudiantes, muchos líderes de jóvenes corren de seminario en seminario y de conferencia en conferencia, buscando frenéticamente el modelo adecuado para el ministerio. En el caso de que se tropiecen con uno con el se que se identifican, comienzan a hacer una plétora de fotos; luego, confiados, regresan a las trincheras de su mundo real, pensando que sus nuevas fotos guardan el secreto del éxito. Pero, en el intento de procesar esas fotos instantáneas, algo ocurre: las fotos están desenfocadas. No importa lo que intenten, no importa cuán enérgicamente sacudan o soplen las fotografías, lo borroso no se disipa. Las fotos solo pasan de borrosas. a más borrosas. Descubren que pocos elementos de esta estrategia pueden adaptarse a sus contextos y, al cabo de unos meses, vuelven a empezar de cero.

Descorazonados, estos líderes de jóvenes atribuyen su decepción a que «Es que ese no era el taller adecuado para mí», y se prometen que nunca más se dejarán tomar el pelo. Sin embargo, más tarde o más temprano, nuevos folletos satinados de cuatro colores vuelven a aterrizar sobre sus escritorios. Una nueva conferencia promete un método innovador que garantiza proveer lo mejor de lo mejor. ¡El corazón les late más deprisa y hasta les da vuelcos! Calculan el presupuesto del año próximo y se las ingenian para meterlo a la fuerza. Sí, Dios contesta las oraciones. Proclaman: «Esta vez, ¡sí encontraré el éxito verdadero!».

SE ACABÓ LA BÚSQUEDA DEL TESORO

¿Has conocido a algún líder de jóvenes parecido? Seamos un poco más directos: ¿Alguna vez has sido tú ese líder de jóvenes? (Yo ya he levantado la mano).

La capacitación para el ministerio juvenil es tremenda. Asisto, por lo menos, a una conferencia por año y soy adicto a los libros, como la mayoría de los líderes de jóvenes. Así que de ninguna manera estoy invalidando conferencias, adiestramientos, libros y recursos: todo lo contrario, estoy sumamente agradecido por estas herramientas.

Pero admito que hubo un tiempo, un extenso período de tiempo, cuando saltaba de conferencia en conferencia y de recurso en recurso en búsqueda del plan mágico. Es como si hubiera estado en una búsqueda del tesoro, persiguiendo el método perfecto para hacer discípulos entre los estudiantes; un método que puede adaptarse a cualquier situación o contexto. A mi juicio, si lo encontraba, podría presentárselo a mi iglesia, implementarlo paso a paso y finalmente lograr el verdadero éxito en el ministerio. Pero descubrí que el «método correcto» para hacer discípulos no consiste en cortar y pegar. El que una cosa funcione para otros no quiere decir que necesariamente funcionará también para mí. No existe un plan de «una talla universal».

Así que, ¿qué debe hacer el líder de jóvenes?

… PERO NO TE DESHAGAS DE TU CÁMARA POLAROID

Pese a que es complicado desarrollar un ambiente para hacer discípulos en el ministerio juvenil, no es imposible lograrlo. Aunque sí tenemos que desistir de la búsqueda del tesoro para hallar ese método perfecto y adecuado para todos, no tenemos que deshacernos de nuestras cámaras Polaroid. De hecho, cultivar un ministerio auténtico para hacer discípulos, uno en el que los estudiantes se transformen en seguidores genuinos de Cristo, es similar al procedimiento del desarrollo de una foto Polaroid.

En primer lugar, los líderes de jóvenes deben saber dónde encontrar una imagen fiel de un ambiente de creación de discípulos (los ambientes existen, lo creas o no. Y date cuenta que la imagen fiel es la de un «ambiente, no la de un «método» o la de un «plan; hablaremos sobre esto más adelante). Entonces, una vez que un líder de jóvenes se identifica con esa imagen, todo – desde lecciones a actividades, viajes y relaciones – debe cuajar... a lo largo del tiempo... para llevar la foto instantánea al foco contextual. O sea, similar a la manera en que se procesa una foto Polaroid.

LO QUE ESTE LIBRO NO ES

Antes de zambullirnos en lo que es este libro, es importante dejar claro sobre lo que este libro no es:

Este libro NO es una ratificación de un plan específico. Espero que este libro no se interprete como el último grito, o el fin de todo mantra sobre la filosofía de un nuevo ministerio juvenil y el propósito, misión y visión (o cualquier otro término que se pueda usar) para comunicar métodos ministeriales que conlleven éxito. El objetivo de este libro es cultivar un ambiente para hacer discípulos dentro de un contexto de ministerio juvenil, pero en estas páginas no encontrarás un plan específico, innovador y universal. En principio, mi deseo es escribir sobre los asuntos ambientales relacionados con la transformación del estudiante al discipulado de Jesús, y no los específicos sobre un plan particular. Es cierto que se hace difícil intentar articular directamente este deseo, pero decirlo desde ahora te preparará para lo que viene más adelante y, tal vez, te motive a que sigas leyendo. A medida que continúes la lectura, creo que el libro desarrollará una intención ambiental como lo desarrolla una instantánea cuando ya está enfocada.

Este libro NO es una ratificación de una estructura específica. Yo no intento convencerte de que ciertos programas son vitales o de que otros programas deberían disolverse. No encontrarás palabras coactivas sobre grupos pequeños, sobre grupos dirigidos por estudiantes o sobre grupos de niveles de grado, de un género específico, de actividades de alcance masivo, de Escuela Dominical, de Competencias de Quinta Temporada, o de corales juveniles, exámenes bíblicos, campamentos, viajes misioneros, proyectos de servicios, o programación de entre semana. Aunque las estructuras sí se mencionan, todas las discusiones son a modo de ilustración, no ratificación. En otras palabras, las ideas que se discutirán en las próximas páginas te deberán ser de ayuda independientemente de cual sea tu estructura ministerial.

LO QUE ESTE LIBRO ES

Así que, ¿de qué trata este libro?

Este es un libro misional. Para mí, creo que no hay ninguna palabra que me inspire a vivir una vida más noble como la palabra misional. La idea de una vida misional gira en torno a «la Misión de Dios (con frecuencia llamada missio Dei) en este mundo; es holística, lo cual incluye tanto la evangelización como la acción social y no divide la evangelización de la acción social. Su cometido principal es encarnar el evangelio en una comunidad y se ocupa de alcanzar (¿Cómo podemos ayudar?) a la vez que atrae a la gente a la iglesia»¹ Para mí, la vida misional está íntimamente vinculada al cultivo de un ambiente dentro de mi vida y ministerio para hacer discípulos. No puedo asirme de uno sin agarrar el otro, así que no puedo escribir un libro sobre hacer discípulos sin hablar de la vida misional.

Este es un libro contextual. Como ya hemos mencionado, este libro adopta en su totalidad la creencia de que no existe un método absoluto, principal, supracontextual o universal para hacer discípulos. Mientras que sí creo que ciertos elementos ambientales deben estar presentes en cualquier ministerio de creación de discipulado, pero las estrategias para nutrir estos elementos variarán según el contexto. Por lo tanto, el objetivo fundamental de este libro es ayudarte a contextualizar tu método con el fin de adaptarlo a tu escenario y entorno específicos. Esto no quiere decir que el libro entre en detalles sobre cómo contextualizar el ministerio; no lo hace. Solo quiere decir que la intención de este libro es ayudarte a pensar de forma más profunda sobre la transformación de los estudiantes, a fin de que puedas determinar si tu método ayuda o dificulta su desarrollo como seguidores de Cristo dentro de tu propio contexto.

Este es un libro ambiental. Soy ecologista de corazón. Mi vocabulario está empapado de imágenes ambientales, y si estás conmigo el tiempo suficiente, te empaparás de ambientalismo. Pero, antes de que los miembros de Greenpeace o del Club Sierra se inclinen ante mí y empiecen a adorarme, el ambientalismo que promuevo no es exactamente aquél que ellos enfatizan. No me malinterpreten: respeto al ecosistema, pero tengo mucha más pasión por otra causa. Digamos que me entusiasma cultivar espacios verdes que conlleven a ver a Dios transformar las vidas de los estudiantes. Llámalo crear una capa de ozono en torno a Dios, que los demás puedan literalmente sentir cuando estén dentro de ella.

Pero aquí está la trampa. Como líder de jóvenes, yo creo que mi papel no es el proceso de creación de discipulado como el de un «productor", sino más bien como el de un «oficial ecologista». En otras palabras, mi papel es cultivar ambientes en donde los discípulos puedan ser desarrollados, y a la vez limitar mi cometido con el fin de producir transformación. Jesús puede escoger utilizarme en el proceso de cambio según sus propósitos, pero él es quien lleva a cabo el cambio. Aunque esto puede sonar…

… radical, la labor del creyente no es, y nunca ha sido, crear un cambio de vida. Ese es el trabajo de Dios y de Dios solamente. Esto quiere decir que cuanto más intentemos asumir la responsabilidad de cambiar a otros, menos eficaces seremos.

No malinterpretes lo que se está diciendo: todo lo que hacemos como líderes de jóvenes debe ser cuestión de cambio de vida. hasta el punto de que tenemos que intentar lograr que ocurra. ¿Por qué? Porque, por más que lo intentemos, nosotros no podemos fabricarlo. Puro y simple: Dios transforma, y lo hace de acuerdo con su tiempo y propósito. Como seguidores de Dios, nuestro único trabajo, entonces, es cultivar ambientes que permitan a Dios hacer lo suyo dónde y cuándo quiera. Por lo tanto, este libro se centra en el papel ambiental que los líderes de jóvenes juegan en hacer discípulos, mientras que confían en que Dios se centra en el papel de transformación y cambio de vida.

«Por lo tanto, él tendrá que usar el conocimiento que pueda alcanzar, no para moldear los resultados como el artesano moldea su artesanía, sino para cultivar un crecimiento proporcionando el ambiente apropiado, de la manera que el jardinero lo hace con sus plantas».

—Friedrich August von Hayek

Este es un libro de proceso. No un «proceso» como el que «Sigue los pasos A, B y C para que puedas llegar al destino D». Ese es un método tipo «cadena de producción» y estas no funcionan muy bien en cuanto a lo que la transformación personal se refiere. Sin embargo, como ya hemos mencionado anteriormente, este libro se centra en un proceso similar al del proceso de revelado de una foto Polaroid. Si los líderes de jóvenes tienen la visión correcta, y ellos capturan esa imagen, con el tiempo, los elementos de esa imagen se fusionarán hasta lograr una fotografía sólida, sobre la creación de discípulos.

Por cierto... a lo largo del libro mezclaré la Polaroid y las metáforas ambientales,