Hoy te amo más que ayer: Cómo los problemas diarios pueden fortalecer tu matrimonio

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VIDA

© 2005 Editorial Vida

Miami, Florida

Publicado en inglés bajo el título:

I Love You More

por The Zondervan Corporation

© 2001, 2005 por Les y Leslie Parrot

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ePub Edition August 2009 ISBN: 978-0-829-78162-5

Título anterior: Cuando pasan cosas malas en matrimonios buenos

Traducción: Marcela Robaina

Edición: Carolina Galán

Diseño de cubierta: Good Idea Productions, Inc.

Reservados todos los derechos

ISBN: 0-8297-4616-1

Categoría: Vida cristiana / Matrimonio

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Para Greg y Connie Smith, una pareja que ha soportado mucho más que su cuota justa de cosas malas, y cuyo matrimonio ha salido doblemente fortalecido por ello.

CONTENIDO

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Soluciones a problemas de la vida real

Ejercicios prácticos

Agradecimientos

Prólogo

CAPÍTULO 1. NO BASTA CON EL AMOR

El matrimonio prevalece y se enriquece cuando la

pareja aprende a sacar provecho de los problemas.

CAPÍTULO 2. ¿POR QUÉ LOS MATRIMONIOS TIENEN PROBLEMAS COTIDIANOS?

Hay cinco orígenes posibles para todas las dificultades, y conocer esos orígenes será decisivo.

CAPÍTULO 3. LOS PROBLEMAS, DE UNO EN UNO Y LOS DEMÁS SE SOLUCIONARÁN MÁS FÁCILMENTE

Esa línea tan delgada que separa un obstáculo de una oportunidad se descubre en el instante en que una pareja la mira con otros ojos.

CAPÍTULO 4. ¿QUIÉN DIJO QUE EL SEXO ERA PROBLEMA?

La magia del matrimonio se desvanecerá inevitablemente si no se reconocen y se aceptan las dos facetas de la intimidad y las relaciones sexuales (por no hablar de lo que supone tener un bebé).

CAPÍTULO 5. SEIS SUTILES SABOTEADORES DE MATRIMONIOS

Aprendan a defender su matrimonio de estos ataques furtivos, y habrán levantado un impenetrable bastión de amor.

CAPÍTULO 6. CÓMO SOLUCIONAR CUALQUIER PROBLEMA EN CINCO (NO MUY FÉCILES) PASOS

Descubran los «poderes dormidos» de su matrimonio y usen este plan probado que revolucionará su vida amorosa.

CAPÍTULO 7. UNAN SUS ESPÍRITUS COMO NUNCA ANTES

En la profundidad del alma de su matrimonio hay una sed de intimidad que solo puede saciarse cuando beban de la máxima fuente de amor.

CAPÍTULO 8. LAS BONDADES DE UN BUEN MATRIMONIO QUE SABE SOLUCIONAR PROBLEMAS

Día a día su amor rebosarí cuando aprecien claramente cómo se han enriquecido juntos, como nunca podrían haberlo hecho solos.

APÉNDICE. SUGERENCIAS PRÁCTICAS PARA

LOS MATRIMONIOS EN CRISIS

NOTAS

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SOLUCIONES A PROBLEMAS DE

LA VIDA REAL

Acontinuación presentamos una lista de algunas historias verdaderas que encontrarán en este libro. Cada historia enfoca un conflicto conyugal específico, y fue escrita por una pareja valiente que ha fortalecido su matrimonio a pesar de sus dificultades. Ofrecemos estas contribuciones como fuente de inspiración y ejemplo de cómo solucionar los problemas en la práctica.

1. Cómo superamos las expectativas no satisfechas,

por Scott y Debbie Daniels

2. Cómo superamos una mala actitud,

por Kevin y Kathy Lunn

3. Cómo encontramos tiempo y lugar como pareja con hijos,

por Chris Fabry y Andrea

4. Cómo reavivamos la pasión sexual,

por Rick y Jennifer Newberg

5. Cómo domamos el monstruo del exceso de ocupaciones,

por Steve y Thanne Moore

6. Cómo recuperamos la alegría en nuestro matrimonio,

por Neil y Marylyn Warren

7. Cómo sobrevivimos a las deudas financieras,

por Doug y Jana McKinley

8. Cómo encontramos perdón después de una aventura extramatrimonial,

por Richard y Linda Simons

9. Cómo hemos mantenido nuestro compromiso,

por Jeff y Stacy Kemp

10. Cómo aprendimos a hablar el mismo lenguaje espiritual,

por Chuck y Barb Snyder

11. Cómo encontramos juntos la voluntad de Dios,

por Norm y Bobbe Evans

12. Cómo encontramos esperanza ante la infertilidad,

por Mark y Victoria Eaton

13. Cómo superamos la depresión,

por Dennis y Emily Lowe

14. Cómo encontramos gozo con un hijo discapacitado,

por Norm y Joyce Wright

15. Cómo tratamos con un hijo rebelde,

por Dave y Jan Stoop

EJERCICIOS PRÁCTICOS

Acontinuación presentamos una lista de los ejercicios y pruebas personales que se incluyen en las dos secciones de ejercicios prácticos que hemos diseñado para acompañar este libro (uno para esposos y otro para esposas). En cada capítulo les indicaremos un ejercicio específico que deben realizar cuando acaben de leer una sección particular. La lista puede servir como referencia rápida para localizar los ejercicios de este libro.

1. Hagan un inventario de su matrimonio

2. Determinen el «armamento» de su matrimonio

3. ¿Por qué todos los matrimonios tienen problemas cotidianos?

4. ¿Qué esperaban ustedes?

5. La gran pregunta

6. Muchas opciones

7. Su coeficiente de actitud

8. ¿Qué han estado buscando ustedes?

9. Enfrenten la invasión a la intimidad

10. Cuando de esposos pasan a ser papá y mamá

11. Recuperen la pasión sexual

12. Controlen su matrimonio para no quedarse cortos de tiempo

13. Aprendan a conocer a su pareja... otra vez

14. Cómo sanar un pasado doloroso

15. Asuman la responsabilidad

16. Mantengan en alto la esperanza, aunque estén sufriendo

17. Pónganse cada uno en el lugar del otro

18. Evalúen su lenguaje espiritual

19. Encuentren inspiración a su alrededor

20. Cómo cubrirse de las bombas y de las secuelas

21. Cómo sobrevivir su propio Getsemaní

AGRADECIMIENTOS

« Cuando algunos escritores hablan de sus obras, dicen mi libro, mi comentario o mi historia», dijo Pascal. «Les recomiendo que digan nuestro libro, porque por lo general, mucho del contenido pertenece más a otras personas que a ellos mismos». Y cuánta razón tiene. El libro que usted sostiene en sus manos es testimonio de ese hecho.

Como siempre, nunca podríamos haber cumplido con este proyecto sin la ayuda y el apoyo de muchas personas, comenzando por nuestros amigos de Zondervan. Desde Bruce Ryskamp y Scott Bolinder, a Sandy Vander Zicht, Lori VandenBosch, y Angela Scheff, a John Topliff, Greg Sielstra y Jessica Westra, a Joyce Ondersma y Jackie Aldridge, a Stan Gundry y todos los demás del equipo Z, que han dado mucho de sí en nuestra visión compartida: Nunca podremos expresar nuestra profunda gratitud hacia todos ustedes. Tenemos el privilegio de conocerlos no solo en su carácter de consumados profesionales sino como amigos cuya compañía disfrutamos plenamente.

Enviamos un primer borrador de este libro a varios lectores, y les invitamos a hacer comentarios y sugerencias al manuscrito. Sus ideas nos resultaron invalorables. Por eso estamos sumamente agradecidos con Jim y Nancy Smith, Jeff y Stacy Kemp, Tim y Kerry Dearborn, Greg y Connie Smith, y Scott y Debbie Daniels. La información que ustedes aportaron reafirmó el contenido del libro, para convertirlo en un proyecto mejor gracias a su franqueza.

También estamos profundamente agradecidos a las quince parejas que nos permitieron entrar a sus buenos matrimonios, para ver y aprender cómo enfrentaron la adversidad. Estas parejas tuvieron el valor de mostrarnos cómo enfrentaron dificultades sobre las que no teníamos ningún derecho de averiguar pero, sin embargo, no tuvieron reparo en permitirnos entrar en sus vidas y hogares para que pudiéramos aprender las soluciones reales que encontraron a sus graves problemas matrimoniales En una página anterior se enumeran estas parejas y sus diversas dificultades.

Jon Anderson aportó a este proyecto su capacidad de investigación. Sus destrezas bibliográficas y su habilidad resultaron invalorables mientras hurgábamos el cúmulo de investigaciones matrimoniales para el libro.

Janice Lundquist siempre cumple más allá de sus obligaciones. Su dedicación y respaldo a nuestros esfuerzos solo son equiparables a la amistad que nos une. Le estamos eternamente agradecidos no solo por cómo nos ayuda a administrar nuestras vidas profesionales, sino también por la manera en que enriquece nuestra vida personal.

Nuestros estudiantes, colegas y personal de la facultad, así como la administración de la Universidad del Pacífico en Seattle, nos han brindado un puerto seguro para desarrollar nuestro trabajo. Durante estos años han permitido que nuestro Centro para el Desarrollo de Relaciones se enraizara en la universidad, y creciera de maneras no siempre previstas o tradicionales. Eso no es nada fácil para una institución académica, por lo que lo valoramos mucho.

Durante las últimas etapas de nuestra labor en el proyecto, el gobernador y la primera dama de Oklahoma, Frank y Kathy Keating, nos invitaron a ser sus «embajadores matrimoniales», y a participar en su iniciativa estatal a favor del matrimonio. Ha sido un verdadero honor trabajar codo a codo con Jerry Regier, Howard Hendricks, Mary Myrick, JoAnn Eason y su personal tan calificado, Kendy, Jessica y Josh, así como con los colegas de la Universidad del Estado de Oklahoma, y muchos otros de dicho estado, que ayudan a buenos matrimonios a lidiar con las dificultades.

Por último, quisiéramos expresar nuestro agradecimiento a las miles de parejas que han participado en nuestros seminarios para matrimonios (Soul Mates Seminars) , a lo largo y ancho del país, durante los últimos años. Las historias, las inquietudes y el anhelo de ustedes por ir tras un amor de por vida han sido el catalizador de este libro. Ustedes son fuente de inspiración. Esperamos que ustedes y otras parejas encuentren en este libro nuevas herramientas para hacer de su matrimonio lo que debería ser.

Les y Leslie

Parrott Seattle, Washington

Se puede reconocer un buen matrimonio, que ha sobrevivido dificultades, por la mirada expresiva de la pareja: es como la mirada de esos marinos que han luchado juntos contra las inclemencias del tiempo.

Pam Brown

PRÓLOGO

Hoy más que ayer

Porque, verás, cada día te amo más.

Hoy más que ayer y menos que mañana.

Rosemonde Gerard

Ningún matrimonio —no importa cuán bueno sea— es inmune a los problemas cotidianos. Algunos problemas de la vida se cuelan sigilosamente sin chistar; otros, de sutiles tienen tanto como una banda militar.

Nos lleguen como nos lleguen, los problemas son inseparables de la vida de casados. Todas las parejas sufren problemas en su vida privada y, en ocasiones, aprietos en público: la insatisfacción sexual, que lentamente endurece nuestros corazones; las deudas económicas, que nos cubren de vergüenza; la esperanza que se desvanece por la angustia de la infertilidad; los quiebres en la comunicación, que nos tientan a no intentarlo más; las adicciones, que nos arrastran a una vida secreta; los problemas con la ira, que hacen que nuestros seres queridos nos traten con guante de seda; el dolor personal provocado por un pasado de violencia, que nos impide amar en el presente. La lista podría ser interminable. Los problemas diarios que afectan un buen matrimonio, tanto grandes como pequeños, son innumerables.

Sabemos que hasta el mejor de los matrimonios tiene problemas. Lo que quizá no sepan es que sus problemas pueden convertirse en el punto de inflexión que despierte un amor más profundo entre ustedes. En verdad, son los problemas cotidianos los que estimulan a la pareja a decirse: «Hoy te amo más que ayer».

Por ello, dedicamos este libro a todas aquellas parejas que comenzaron transitando tranquilamente por la senda del amor, hasta que tropezaron con algo inesperado. O sea, todos nosotros. Este es un libro para todas las parejas. Porque ¿quién de nosotros puede decir que ha tenido tanta suerte en el amor, que nunca nada ha sacudido la relación? ¿Quién de nosotros ha sido tan habilidoso, tan diestro en el amor, que ha podido evitar la interferencia de cosas malas?

Como ya hemos dicho, todos sabemos que surgirán problemas en los buenos matrimonios. Ese no es el argumento de este libro. Tampoco estamos aquí para decir que el matrimonio es una tarea difícil. Ustedes ya lo saben. No pretendemos decir que con algo de esfuerzo de su parte podrán proteger su matrimonio de los problemas venideros. Eso es una mentira. Antes bien, deseamos mostrarles cómo los problemas inevitables de la vida, que pueden interponerse entre dos personas que se aman, no tienen por qué dañar el matrimonio. Pretendemos mostrar que lo contrario es cierto, que los problemas son al matrimonio lo que el agua fría al metal candente; lo refuerzan, templan y endurecen, pero sin destruirlo.

Me he enamorado muchas veces… siempre de ti.

AUTOR DESCONOCIDO

En la práctica le proporcionaremos cinco de las herramientas más importantes que su matrimonio necesita para hacer frente a los problemas cotidianos y vencerlos. Entre otras cosas, mostraremos una cosa que ustedes pueden rectificar ahora mismo para mejorar su matrimonio. Hemos diseñado dos eficaces secciones de trabajo: una para el esposo y otra para la esposa, con ejercicios diseñados para ayudarles a esforzarse juntos cuando la vida intente separarlos. Mientras ustedes leen cada capítulo de este libro, nos referiremos a series específicas de ejercicios de estas secciones. Este método permite la asimilación y puesta en práctica del mensaje del libro según el ritmo personal de cada uno.

El resultado que queremos obtener en este libro es simple: demostrar que su matrimonio todavía tiene mucho que ofrecer. Porque cuando aprendan los secretos de cómo los problemas cotidianos pueden llevarles a una relación más íntima, se amarán más. Más de lo que se amaban ayer… y menos que mañana.

Hay que andar con cuidado cuando comenzamos a amar; correr por las praderas hacia los brazos del ser amado será una etapa posterior, cuando podamos estar seguros de que no se reirá si tropezamos y nos caemos.

Jonathan Carroll

CAPÍTULO 1

NO BASTA CON EL AMOR

Un matrimonio prevalece y se enriquece cuando la pareja aprende a sacar provecho de los problemas.

Todo comienzo es hermoso.

PROVERBIO FRANCÉS

Dos días después de nuestra boda en Chicago, Les y yo estábamos acurrucados en una cabaña, rodeados de árboles altos, en la pintoresca costa de Oregón. Una millas más al sur quedaban los famosos médanos de la costa, donde pensábamos montar a caballo en el transcurso de esa semana. Hacia al norte había un pueblo pesquero encantador, donde pensábamos pasar otro día tranquilo, entrar en las tiendas y terminar con una velada en una posada rústica que unos amigos nos habían recomendado. Aparte de eso, no teníamos otros planes para los próximos cinco días, salvo disfrutar de la playa y de cada uno de nosotros, pasara lo que pasara.

Ninguno de los dos pudo haber soñado una escena mejor para nuestra luna de miel. Y eso que no todo salió perfecto. Para empezar, el mismo día de llegada nos quedamos fuera del auto alquilado sin poder entrar. Yo comentaba cómo el sol quería aparecer entre las nubes, cuando Les se percató de que las llaves estaban dentro del auto, y todas las puertas estaban trancadas.

—Quédate en la cabaña —dijo Les, en su primer intento por probar que era el marido que tenía todo bajo control—. Caminaré hasta esa gasolinera de la carretera principal y pediré ayuda.

—Voy contigo —le respondí.

—¿Estás segura? Podría llover.

—Será divertido, ¡vamos!

Caminamos y conversamos los tres o cuatro kilómetros que había hasta un teléfono público, donde acordamos con un cerrajero que vendría a buscarnos y nos llevaría a nuestro auto. Esperamos sentados al costado del camino sin decir nada. Les jugueteaba con una rama que recogió mientras caminábamos, cuando me di cuenta de que habían pasado varios minutos sin que ninguno de los dos dijera una palabra. Sin embargo, era una calma reconfortante, una clase de silencio elocuente donde estábamos contentos y cómodos sin hablar.

Creo que fue en ese momento, sentados en silencio al borde del camino, al lado de una cabina telefónica, bajo un cielo encapotado, cuando me sentí como encandilada por este pensamiento: había alcanzado el amor verdadero. Lo que yo había estado buscando desde que era lo suficientemente adulta para entender que se podía buscar, estaba ahora en mi posesión. Me había casado con un hombre que me amaba profundamente, de la misma manera que yo lo amaba a él. Nos habíamos comprometido a amarnos para siempre. Los misterios etéreos del amor ahora se revelaban ante mis propios ojos; sus cualidades elusivas se desvanecían. El amor verdadero no estaba fuera de mi alcance. Más bien, todo lo contrario. Mientras me encontraba ahí, sin hacer nada, el amor envolvía mi ser. No estaba aturdida. No era como los efectos embriagadores de las primeras etapas del enamoramiento, cuando una nueva relación nos emociona tanto que se nos nublan los ojos. Les y yo habíamos salido juntos durante siete años, antes de casarnos e irnos de luna de miel a la costa de Oregón.

Quienquiera que ame, cree en lo imposible.

ELIZABETH BARRETT BROWNING

El amor que cuento que experimenté ese día era diáfano y bien cimentado. No había atardecer en el horizonte ni música de fondo. Se trataba de la realidad, y yo me limitaba a absorberla, disfrutando el silencio y la calma de no tener otro propósito que estar juntos. Marido y mujer. Habíamos creado un matrimonio; y era bueno. Era tan bueno al inicio, que