Discover millions of ebooks, audiobooks, and so much more with a free trial

Only $11.99/month after trial. Cancel anytime.

Un príncipe en la nevera. Novela infantil ilustrada (6 - 10 años)
Un príncipe en la nevera. Novela infantil ilustrada (6 - 10 años)
Un príncipe en la nevera. Novela infantil ilustrada (6 - 10 años)
Ebook91 pages1 hour

Un príncipe en la nevera. Novela infantil ilustrada (6 - 10 años)

Rating: 5 out of 5 stars

5/5

()

Read preview

About this ebook

SINOPSIS:

Sara se despierta una noche y descubre una curiosa luz roja saliendo de la cocina. Al acercarse de puntillas, se encuentra con un ser diminuto dentro de la nevera comiéndose sus helados de chocolate.

Sara intenta atraparle, pero el pequeño gnomo consigue escapar y, sin saber cómo, la niña es absorbida al interior del frigorífico.

Así comienza una historia infantil de fantasía y aventuras en la que Sara descubrirá el mundo mágico de Mundo-Vera, ayudando al príncipe Rubiales a salvar el reino de las garras del malvado y maloliente Duque Roquefort.

INICIO DE LA NOVELA:

Hacía mucho rato que me habían mandado a la cama, pero era imposible dormir. ¡Qué calor hacía!
Todo estaba muy oscuro y solo se escuchaba el tic tac del reloj del pasillo. Quería aguantarme pero ya no podía más ¡Tenía que ir al baño! Así que me levanté muy despacio y, sin hacer ruido, salí de puntillas de la habitación.
Estaba ya al final del pasillo cuando, de repente, una luz roja comenzó a brillar al otro lado. Parecía venir de la cocina, pero no podían ser mis padres porque les oía dormir en su habitación. Entonces, ¿Quién había allí?
Me acerqué muy despacio sin hacer ningún ruido. Tenía un poco de miedo, pero también sentía mucha curiosidad por descubrir lo que pasaba. La luz roja salía de la cocina a través de la puerta entreabierta, dibujando sombras extrañas en la pared. Me asomé con mucho cuidado y me quedé pasmada. El congelador estaba abierto y el envoltorio de uno de mis helados de chocolate estaba tirado en el suelo.
Pero lo más increíble era que dos botas rojas y diminutas asomaban del congelador. Las botas brillaban en la oscuridad, mientras su pequeño dueño pataleaba y gruñía. Parecía muy concentrado, mordisqueando algo de la nevera. ¡Otro helado de chocolate! ...

LanguageEspañol
Release dateJul 26, 2012
ISBN9781476248233
Un príncipe en la nevera. Novela infantil ilustrada (6 - 10 años)

Read more from César García Muñoz

Related to Un príncipe en la nevera. Novela infantil ilustrada (6 - 10 años)

Related ebooks

Children's For You

View More

Related articles

Reviews for Un príncipe en la nevera. Novela infantil ilustrada (6 - 10 años)

Rating: 4.75 out of 5 stars
5/5

4 ratings0 reviews

What did you think?

Tap to rate

Review must be at least 10 words

    Book preview

    Un príncipe en la nevera. Novela infantil ilustrada (6 - 10 años) - César García Muñoz

    principe

    UN PRÍNCIPE 

    EN LA NEVERA

    César García Muñoz

    SMASHWORDS EDITION

    Copyright © 2010 César García Muñoz

    http://www.facebook.com/cesarius32

    cesarius32@hotmail.com

    All rights reserved. Without limiting the rights under copyright reserved above, no part of this publication may be reproduced, stored in or introduced into a retrieval system, or transmitted, in any form, or by any means (electronic, mechanical, photocopying, recording, or otherwise) without the prior written permission of both the copyright owner and the above publisher of this book.

    This is a work of fiction. Names, characters, places, brands, media, and incidents are either the product of the author's imagination or are used fictitiously. The author acknowledges the trademarked status and trademark owners of various products referenced in this work of fiction, which have been used without permission. The publication/use of these trademarks is not authorized, associated with, or sponsored by the trademark owners.

    La presente novela es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares y sucesos en él descritos son producto de la imaginación del autor. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.

    No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del autor.

    Smashwords Edition License Notes

    This ebook is licensed for your personal enjoyment only. This ebook may not be re-sold or given away to other people. If you would like to share this book with another person, please purchase an additional copy for each person you share it with. If you're reading this book and did not purchase it, or it was not purchased for your use only, then you should return to Smashwords.com and purchase your own copy. Thank you for respecting the author's work.

    Edición, corrección y maquetación

    Nieves García Bautista

    Portada e ilustraciones

    Julián García Muñoz

    CAPÍTULO 1

    capitulo

    Hacía mucho rato que me había ido a la cama, pero era imposible dormir. ¡Qué calor hacía! 

    Todo estaba muy oscuro y solo se escuchaba el tic tac del reloj del pasillo. Quería aguantarme pero ya no podía más, tenía que ir al baño. Me levanté muy despacio y, sin hacer ruido, salí de puntillas de la habitación. Estaba ya al final del pasillo cuando, de repente, una luz roja comenzó a brillar al otro lado. Parecía venir de la cocina. No podían ser mis padres porque les oía dormir y roncar en su habitación. Entonces, ¿quién había allí?

    Me acerqué muy despacio y sin hacer ruido. Un sonido muy raro, algo así como un ‘Crunch… crunch… crunch’, se escuchaba junto a la luz. Seguí avanzando hacia la cocina, sentía mucha curiosidad por descubrir lo que pasaba. También tenía un poco de miedo, pero no quería despertar a mi madre porque me había regañado injustamente esa mañana y estaba enfadada con ella. 

    —Esta noche te has levantado a escondidas de la cama y te has comido un helado —me había dicho mi madre durante el desayuno, muy enojada.

    —¡Yo no he sido mamá! Habrá sido el primo Roberto.

    —No me cuentes películas, Sara ¡Estás castigada!

    No era justo. Alguien se había comido un helado de chocolate, mis preferidos, y mi madre me había echado a mí la culpa. Pero os aseguro que yo no había sido. Y lo que era peor, ya sólo quedaban dos helados más.

    ¡Qué cosa más rara! La luz roja salía de la cocina a través de la puerta entreabierta, dibujando sombras amenazadoras en la pared. Pero soy una niña valiente, y no me asusté. Me asomé con mucho cuidado a la cocina y vi que congelador estaba abierto. Había un helado de chocolate tirado en el suelo, mordisqueado. Al mirar dentro de la nevera, me quede alucinada. ¡Era increíble! Dos botas rojas diminutas asomaban del congelador, pataleando con fuerza. Las botas brillaban en la oscuridad, mientras su pequeño dueño gruñía, con la cabeza metida dentro del congelador. Parecía que estaba comiendo algo, muy concentrado ¡Nooooo! ¡Era mi último helado de chocolate!

    ilustracion

    —¡Eh, tú! ¡Que eso es mío! —dije enfadada.

    —¡Ni hablar! ¡El helado es del que primero le da un bocado! —contestó una voz ronca desde la nevera.

    Una cabeza pequeñísima salió del congelador y me miró con ojos brillantes, como los de un ratón. Tenía el pelo moreno y muy rizado, del que sobresalían dos orejas puntiagudas. La nariz era un pegote con forma de fresa espachurrada, bajo la que crecían unos largos bigotes manchados de chocolate. Tenía una barba espesa y negra como un bosque de regalices. Se parecía mucho a los gnomos de los cuentos que me contaba mi padre por las noches.

    —¡Te vas a enterar! Voy a llamar ahora mismo a mi madre —le amenacé.

    —¿A esa bruja gigante con rulos? Ni se te ocurra —dijo el hombrecito mirándome asustado. Antes de que me diese cuenta, se dio la vuelta y se escondió entre las hamburguesas congeladas y los cubitos de hielo.

    —¡Ven aquí, gnomo caradura!—dije, lanzándome a por él.

    Era muy rápido y casi se me escapa, pero al final conseguí agarrarle por una de sus botas resplandecientes y le sujeté con fuerza.

    —¡Ay! Suelta, bicho, suelta —chilló, mientras se revolvía y pataleaba tratando de huir.

    —No te escaparás tan fácilmente.

    ¡Parecía mentira! Aquel ser tan pequeño tenía una fuerza de elefante y poco

    Enjoying the preview?
    Page 1 of 1