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Transfiguración
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Angélica, una joven inquisitiva y curiosa, experimentó un cambio significativo en su vida cuando se sumergió en los fascinantes mundos virtuales de Internet. Estos entornos digitales, vastos y repletos de rincones insospechados, le ofrecieron una nueva perspectiva que transformó su forma de ver el mundo. A medida que exploraba este universo digital, Angélica descubría comunidades vibrantes, juegos envolventes y oportunidades únicas de conexión con personas de todo el mundo.
La transición de la realidad física a la ciberrealidad le abrió las puertas a experiencias innovadoras y desafíos emocionantes. En este proceso de adaptación, Angélica se encontró con desafíos éticos, sociales y emocionales que la obligaron a cuestionar su propia identidad y a replantearse las relaciones interpersonales en este nuevo y complejo entorno.
A medida que se sumergía más profundamente en estos mundos virtuales, Angélica se enfrentaba a decisiones cruciales, tejiendo una historia donde la frontera entre lo real y lo digital se volvía cada vez más difusa. Esta sinopsis invita al lector a explorar junto con Angélica los misterios y las posibilidades que ofrece la realidad virtual, así como a reflexionar sobre cómo este cambio impacta su percepción del mundo y su propia evolución personal.

LanguageEspañol
Release dateApr 11, 2014
ISBN9781310804496
Transfiguración
Author

Moisés Morán Vega

BiografíaMoisés Morán Vega nació en Las Palmas de Gran Canaria el 20 de junio de 1965, en el barrio de Escaleritas.Cursa parte de la EGB en el Hogar Mario César, más conocido por la Casa del Niño, donde adquirió la destreza de contar historias porque todos los lunes, durante la merienda, sentaba a sus compañeros y les narraba relatos inventados basados en los tráilers de las películas que veía en el desaparecido cine Scala. Culmina sus estudios en el colegio público 24 de Junio.Estudia el bachillerato en el Instituto Alonso Quesada, lugar en el que se interesa por la poesía y los relatos, ganando en 1981 el primer premio de poesía del instituto con un poema dedicado al muelle de Agaete.Ingresa en la Facultad de Educación Física y Deportes, donde se doctora en Educación Física con la tesis Análisis praxiológico de la situación motriz en competición de los botes de vela latina en Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC 2005) y, posteriormente, cursa el Máster en Gestión Deportiva por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.En el año 2007 se vuelve a interesar por la escritura de forma intensiva, escribiendo en su blog poesías, microrrelatos y relatos de diversa temática. Dos años más tarde, en el año 2009 gana el Primer Premio de Narrativa Breve Episodios Insulares convocado por la editorial Cam-PDS con el cuento juvenil, La Sima.En la actualidad es funcionario de la Comunidad Autónoma de Canarias y miembro activo de la Asociación Canaria para la Edición (NACE).BibliografíaNovelaHistorias de un esquizofrénico que no quería serlo, pero que lo era, 2010.Chat, 2013.Conexión Jinámar, 2014.Medio minuto para morir, 2015Alí el Canario, 2015Saduj. Caso I 2016Narrativa infantil y juvenilLa Sima, 2011 (Relato ganador del primer Premio de Narrativa Breve Episodios Insulares convocados por la editorial Cam-Pds en año 2009).Ali Romero. La historia de un corsario berberisco, 2011.Víctor, el caracol con un solo cuerno al Sol, 2012.Rocky y las tres cucarachas, 2012.El alambre mágico, 2013.Salvar al lagarto Tamarán: 2014.K-70: Las aventuras de una tortuga majorera, 2014.Alí el Canario. Un corsario berberisco. 2015Teatro“Gracias por su visita”, 2015“Ganar, ganar”, 2015“El testamento”, 2015"Pepín" 2015Libros de relatosEl primer escalón. Una selección de mis primeros relatos, 2009.Cóctel de microhistorias terrenales, 2013.Obras colectivasAnuario de Filosofía, Psicología y Sociología, “Origen competitivo de los botes de vela latina en Gran Canaria”.Voluntad y palabra, “El coleccionista de puzzles”, 2009.Antología 2011, “Hay que cerrar las puertas”, 2011.Antología 2012, “Mi Facebook después de muerto”, 2012.Antología 2013, “Aleguetiando con Cho Juaá”, 2013.Antologia 2014, “El hombre que amaba la lluvia” 2014.Antología poética 2014 “Viejo Muelle de Agaete” 2014.Escritos a Padrón, “Niño con barco”, 2012.Revistas literariasLiteratura libre, “Un tiro y después otro”, 2009.Literatura libre, “En B”, 2009.Libros de investigaciónEl origen competitivo de los botes de Vela Latina, 2013.Análisis praxiológico de la situación motriz de los Botes de Vela Latina en Las Palmas de Gran Canaria, 2013.Por otra parte, escribe asiduamente en su blog: www. elpatiodeloscangrejos.com en el que tiene escritos más de una cincuentena de relatos y algunas poesías.Tiene la mayoría de su obra publicada en: Amazon, Smashwords, Google Play, Barnes & Noblehttp://www.elpatiodeloscangrejos.com/

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    Transfiguración - Moisés Morán Vega

    Transfiguración

    Moisés Morán Vega

    Published by Moisés Morán Vega at Smashwords

    Copyright 2010 Moisés Morán Vega

    Angélica repasaba la última clase, leyendo un tema de microbiótica. Detuvo la lectura para mirar la fotografía que estaba en la cómoda. En ella estaban todos sus primos y el abuelo Juan, alrededor del centenario drago.

    Muchas veces recordaba, con nostalgia, los años de su niñez vividos en el pueblo, los mejores años de su vida, pensaba.

    Por aquella época, toda la familia subía a Teror, un entrañable pueblo de Gran Canaria, a pasar los tres meses de verano a la casa de los abuelos, que era una magnífica casa solariega, acogedora y familiar, con un gran patio central, con la destiladera en un rincón, con su talla llena de agua fresca y su culantrillo.

    El patio estaba repleto de helechos, flores de mundo, hiedras, potos, singonios, rosas, tomillo, yerbahuerto, perejil, manzanilla, orégano, varios canarios cantores, el loro Bartolo, la tortuga Juana y su hermana y el gran drago, que majestuoso, ocupaba todo el centro del patio.

    Allí, junto al drago, el abuelo Juan se sentaba, a media tarde, con todos sus nietos, con el cafecito recién hecho por la abuela Carmela y les relataba las historias más increíbles jamás contadas de sus viajes por los cinco continentes. El abuelo Juan siempre fue un gran contador de cuentos.

    Sin duda fueron unos años inolvidables. Pero todo cambió al morir el abuelo. Cuando el padre de Angélica encontró un trabajo en Las Palmas de Gran Canaria, las visitas a Teror se fueron distanciando porque se trasladaron de forma definitiva a la capital.

    A partir de entonces, solo subían en las fiestas del Pino, donde se reunía toda la familia, pero siempre con un sabor amargo, porque la ausencia del abuelo Juan llenaba toda la casa; lo echaban de menos, él era el alma de la fiesta y de la casa.

    Angélica, a sus diecinueve años, era una chica muy atractiva, de casi metro ochenta de estatura, morena, media melena, ojos negros y de complexión atlética, por lo que no pasaba desapercibida a la mayoría de los chicos de su barrio y de su facultad.

    Era una chica solitaria. Le gustaba y disfrutaba de su soledad. Tenía algunos amigos y amigas, sobre todo de los últimos años de bachillerato y alguno del primer curso de Ciencias del Mar.

    En la soledad, era donde ella encontraba ese tiempo especial y diferente que la hacía crecer por dentro. Leía casi todo lo que caía en su mano, poesía, novelas y cuentos. La lectura era una ventana hacia el universo del conocimiento, que se expandía, dentro de ella, como una nova.

    Sin embargo, esa soledad buscada pero no impuesta, no le impedía tener una buena conversación con algún buen amigo, salir a pasear por la playa de Las Canteras y disfrutar del ronroneo de las olas y del olor del mar.

    No frecuentaba las salidas nocturnas, como los jóvenes de su edad, que se perdían en las noches de botellón en botellón, donde el alcohol corría a raudales. Ella prefería quedarse en casa estudiando, leyendo un buen libro o sentada delante del ordenador, viajando por un ciberespacio que le brindaba unas expectativas de ocio más acordes con su forma de ser y de sentir.

    Una de esas alternativas era chatear, donde encontraba un sin fin de personajes de todo tipo con los que hablar y divertirse. Reconocía que, en la jungla de Internet, era muy complicado encontrar personas interesantes, sin embargo, los encontraba, gente inteligente, con buena conversación y con muchas cosas que aportar.

    Ella conocía a la perfección los peligros de chatear y en más de una ocasión había esquivado a algún desaprensivo que le había intentado chantajear, pero lo había resuelto comunicándoselo a las autoridades que habían tomado cartas en el asunto.

    Pensaba que la mayoría de los hombres estaban cortados por el mismo patrón. Un modelo del que pocos habían podido escapar desde el alumbramiento maternal. Tenían una idea fija en la cabeza, estar, no con una mujer, que eso era muy tedioso, sino con un número exponencial e indistinto de mujeres de todas las edades y características.

    Después de algunas experiencias, había llegado a la conclusión de que esa era una cuestión de carácter biológico, de alguna manera, los hombres lo llevaban en los genes y se había transmitido de generación en generación y eso, a estas alturas, era muy complicado de modificar.

    En cada sesión de chat utilizaba alias diferentes porque no le gustaba que la reconocieran. Andrómeda, Arcadia, Casandra, Arpía, Pandora, etc… eran algunos de los diferentes nombres que utilizaba cuando entraba a chatear.

    Le parecía una pérdida absoluta de tiempo entrar, un día tras otro, al mismo lugar y, sobre todo, con el mismo alias. Nunca entendió a todos aquellos personajes que llevaban años viviendo en un mismo chat y ni tampoco las quedadas, que le parecían

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