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40 Días de Yoga
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Ebook279 pages3 hours

40 Días de Yoga

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Libro de yoga, en formato digital, dedicado al estudio y la práctica del Yoga dinámico. Formado por tres partes, una introducción, una parte teórica, y 40 series, con explicaciones detalladas, paso a paso. Un libro 100% práctico.

Yoga dinámico es un método, una forma sensible con la que poder practicar cualquier tipo de yoga.

LanguageEspañol
Release dateJun 2, 2015
ISBN9781311240019
40 Días de Yoga
Author

Cristina Cubedo

Practica yoga desde los 18 años. Se formó en Hatha yoga y después en Yoga dinámico por el método de Godfrey Devereux. Más tarde realizó una formación intensiva de Yin yoga. Da clases desde el año 2009. Complementa su formación con el curso de cocina macrobiótica y medicina oriental. Desde el año 2013 dirige una tienda online de productos ecológicos y cooperativa. Realiza un intensivo de meditación Vipassana en Barcelona en 2009, practicando desde entonces.

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    40 Días de Yoga - Cristina Cubedo

    Parte 1: Introducción

    Propósito

    El objetivo de este proyecto es ofrecer unas pautas sencillas, claras y básicas con las que poder practicar yoga dinámico sensible.

    Si ya estás un poco familiarizad@ con las posturas, te resultará fácil practicar por tu cuenta con estos conceptos y las series que propongo en este libro, sólo necesitarás decisión, constancia y ganas de explorar.

    Si estás buscando un cambio en tu vida, esta es una buena oportunidad, después de cuarenta días practicando yoga, con una sesión al día, notarás los resultados a muchos niveles, desde mi experiencia te lo recomiendo.

    Este proyecto surge y está inspirado en una cuarentena que hice con mis alumn@s de clase, los #40diasyoga en febrero/marzo 2014.

    Cuarenta días son suficientes para ver cambios y transformaciones en ti.

    También si estás empezando a dar clases de yoga, este libro y sus series pueden servirte de inspiración, en mis inicios eché de menos algo así.

    O simplemente si te gusta practicar yoga, o te sientes atraid@ hacia esta maravillosa disciplina y no la has probado todavía, o si quieres profundizar más en tu práctica personal, este libro es para tí.

    Considero que el yoga debe basarse en una práctica individual. Asistimos a clases en grupo guiadas por un profesor en las que vamos siguiendo sus indicaciones. Una de las pautas básicas en yoga es llevar la atención hacia dentro y sentir las sensaciones en tu cuerpo en el momento presente. Estamos rodead@s de gente pero no interaccionamos con l@s demás, cada un@ está conectad@ con su mundo interior, nutriéndonos de nuestra propia esencia.

    Pero no consigues totalmente llevar tu atención plena hacia dentro si tienes que estar pendiente de seguir las instrucciones y posturas que va indicando la persona que guía. Mucho mejor si te guías a ti mism@ y pones plena atención en tu interior.

    Otro de los conceptos básicos, en todas las sesiones de yoga dinámico, es fluir al ritmo de tu respiración, sincronizando el movimiento, adaptándolo a tu respiración dejando que ésta fluya natural, orgánica, tal y como surja en ese momento.

    De nuevo aquí tenemos otra pequeña contradicción... no resulta fácil seguir tu respiración al mismo tiempo que seguimos las instrucciones del/la profesor/a. Con lo que acabamos fluyendo al ritmo de la respiración del/la profesor/a y no de la nuestra propia.

    Otra cuestión a tener en cuenta son los efectos de las posturas. Sabemos que cada postura o asana tiene unos efectos en nuestro cuerpo y en nuestras emociones. Lo ideal es observar cómo nos sentimos en el momento de practicar yoga y adaptar la sesión practicando aquellas posturas que más necesitamos en ese momento. Si recibes las instrucciones del/la profesor/a harás las posturas que dicte en ese momento. Siendo un grupo de gente, por muy buen profesor que sea y por buena visión que tenga, es imposible adaptar la sesión a tod@s l@s participantes de una clase, a no ser que sean clases particulares. Lo único que podrás hacer es evitar aquellas posturas que no están disponibles para ti en ese momento si es que has desarrollado ya la suficiente sensibilidad hacia las sensaciones de tu cuerpo, si no es así, puedes hacerte daño. No estamos acostumbrados a observarnos interiormente, con lo que esto es mucho más frecuente de lo que pueda parecer.

    Recomiendo asistir regularmente a clases de yoga, ya que te familiariza con las posturas, conoces gente con la que tienes cosas en común, te ayuda a ser constante y es un aliciente para practicar porque sólo tienes que dejarte llevar. Además son inspiradoras. Esto es suficiente para sentir muchísimos beneficios que el yoga te ofrece.

    Sin embargo, le sacarás mucho más beneficio al yoga si te centras más en tu práctica personal. Si quieres profundizar más, desarróllala. No tiene por qué ser nada complicado. Con flexibilidad y disciplina al mismo tiempo. Te convencerás por ti mism@.

    Te invito desde aquí a ser tu propi@ guía, a confiar en ti y en tus sensaciones. Todo lo que hay dentro de ti es mucho más valioso y real que cualquier cosa que puedas encontrar fuera. Confiamos en la sabiduría natural innata del cuerpo.

    Necesitas disciplina, te animo a desarrollarla, y constancia. En cuanto empieces a disfrutar los efectos de practicar yoga será mucho más fácil, sólo tienes que empezar, lo demás viene solo, paso a paso.

    Cuando te atrevas a soltarte de la mano de tus maestros empezarás a crecer.

    Con estas bases tienes material para practicar por mucho tiempo y empezar a experimentar lo que puede aportar el yoga a tu vida.

    "No hay nada que pueda enseñarte que no esté ya dentro de ti". Godfrey Devereux.

    Descubre lo que hay en tu interior.

    Entiendo el yoga como una herramienta de auto conocimiento y desarrollo personal (físico, mental y emocional). Me equilibra, me fortalece, me oxigena, me desintoxica, me hace más flexible (a esos tres niveles), me enseña a salir de mi zona de confort, a descubrir mis límites, a respetar esos límites, a no competir con los demás ni conmigo misma, a aceptar lo que es en cada momento sin resistencia, sin dolor, a focalizarme, a ser sensible a lo sutil y no tan evidente. Limpia mi energía, mis pensamientos, mi sangre, mis órganos.

    Muchas veces yoga va unido a filosofías, rituales, cantos, ropa blanca, dioses hindúes y nombres imposibles. Yo no necesito todo esto para experimentar el yoga.

    Mi visión de yoga y que aquí expongo es un conjunto de pautas sencillas y básicas que cualquier persona puede experimentar y practicar. Si además te gusta todo lo demás, está muy bien, pero no es necesario.

    Estamos en la era de la información, dejando atrás la era industrial, estamos inundados de información masiva por doquier, hiper estimulados por información y demandas externas de atención las veinticuatro horas del día, el medio externo lucha ferozmente por captar nuestra atención, con lo que si no eres consciente de esto y manejas bien la dirección de tu atención, amig@ mi@, estás perdid@, pues las evolucionadas técnicas y grandes corporaciones que manejan éstas saben bien lo que se hacen, quieren nuestra Atención y la consiguen.

    Con estas herramientas fortalecerás tu atención y tu dominio sobre ella. Más adelante desarrollo con más detenimiento el tema de la atención y por qué es tan importante, deseada, buscada.

    Vivimos tiempos fascinantes, vertiginosos, con millones de oportunidades para quien las pueda ver, para quien está abiert@ al cambio y deje de añorar tiempos pasados.

    La información es poder y hoy está ahí mismo, al alcance de cualquiera. Son tiempos poderosos, aprovechémoslos.

    Me cargo con toda esta información brutal en cantidad y practicando yoga me descargo, encuentro mi equilibrio.

    Volver al inicio

    *****

    ¿Por qué cuarenta días de yoga?

    Practicar te lleva a la experiencia, cuanto más practicas más grande es la experiencia. Se le llama Sadhana a la práctica regular y Cuarentena a la práctica regular diaria durante cuarenta días. Es un esfuerzo personal y espiritual.

    Al igual que necesitamos limpiar el cuerpo, también necesitamos limpiar la mente regularmente. Observa que pasa con tu cuerpo cuando no te duchas en unos días, lo mismo ocurre con tu mente, la suciedad se acumula.

    La sadhana limpia tus pulmones y tu circulación, cuando éstos están limpios te sientes llen@ de energía. La respiración y su flujo en el cuerpo determinan tu base emocional.

    La meditación proporciona concentración y claridad mental, elimina miedos y da poder de acción al eliminar los bloqueos de inseguridad.

    La sadhana es el lugar donde con disciplina escuchas tu propia alma, el lugar donde limpias tu propia mente. Cuando quieres ser feliz y abundante, necesitas una mente despejada, a través de la cual tu esencia pueda brillar. Silencia el ruido interior y nos transporta a un lugar donde reinan la paz y la entrega absolutas.

    Practicar a diario te cambia, te hace más consciente, más presente y más agradecid@. En la antigüedad, cuarenta era el tiempo que se tardaba en cambiar la condición humana.

    No eres tu cuerpo, no eres tu mente, eres consciencia

    Requiere esfuerzo y dedicación, pero encontrar tu camino, descubrir y abrazar tu destino, es lo que tu alma realmente necesita.

    Las cuarentenas modifican, mueven y transforman. Desde tiempos antiguos se han utilizado para cambiar hábitos y sanar enfermedades. Si practicamos algún hábito o disciplina todos los días durante cuarenta días, nuestros hábitos y patrones se transforman y esto nos lleva a un cambio.

    Estos cuarenta días constituyen todo un viaje. En un primer momento nos sentimos muy motivados y esto nos impulsa a establecer nuestra intención y comprometernos con ella. Iniciamos el camino, pero muy pronto la realidad se impone. Nos aburrimos, encontramos disculpas para no realizar nuestra práctica, nos desilusionamos, parece que esto no está funcionando...

    A tod@s nos pasa, siempre, no importa el grado de práctica que tengamos, la mente en un punto se ve desafiada por la práctica que realizamos y empieza a sacar miles de disculpas, miles de razones por las que no deberíamos continuar... en este punto hay que utilizar el salvavidas, se llama disciplina.

    Si logramos recordar nuestro compromiso, si recordamos esa intención, podemos salir del hoyo de la desilusión con la herramienta de la disciplina. No importa como te sientas este día, si te has comprometido contigo mism@ a llegar hasta el final, da este pequeño paso, no pienses en todo lo que te falta, con que camines lo que te corresponde hoy habrás cruzado el umbral.

    Pero todavía nos falta parte del camino, y como dicen, el momento más oscuro de la noche es justo antes de amanecer. Ya los bloqueos mentales se están moviendo, podemos estar en un huracán emocional por toda la carga subconsciente que se está liberando... Y entonces viene lo bueno, la satisfacción y la confianza en nuestro poder. Aprendemos a desarrollar nuestro compromiso desde el interior de nosotr@s mism@s, y así encontramos nuestro propio poder de salvación.

    *****

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    Beneficios

    Cuanto más practicas más recibes, aunque en una sola sesión ya puedes sentir sus dones más inmediatos que son ya muchos.

    Mi cuerpo cada vez es más ágil y consciente. Aprendo a escuchar el lenguaje del cuerpo cuando le quito atención a la mente, el cuerpo es sabio y tiene mucho que decir. Las sensaciones del cuerpo son una guía para entenderme y conocerme.

    La mente y los pensamientos son poderosos, a veces engañosos y muchas veces dispersantes. Las sensaciones del cuerpo son reales, vitales, básicas y nunca mienten.

    Una sesión de yoga siempre me cambia la energía, hay un antes y un después.

    Según mi experiencia personal, esto es lo que ganamos al hacer yoga, quizá tu encuentres alguna más, u otras diferentes, te invito a experimentarlo por ti mism@:

    Concentración: Desarrollamos nuestra capacidad de fijar la atención, a enfocarnos bien donde queremos, dejando a un lado las distracciones.

    Equilibrio: Por lo general, llevamos una vida muy racional, damos mucho uso e importancia a un sólo hemisferio cerebral, el más racional. Yoga desarrolla y trabaja los dos hemisferios cerebrales. El hemisferio izquierdo rige el lado derecho del cuerpo y el hemisferio derecho rige el lado izquierdo. Muchas posturas trabajan ambos lados del cuerpo por separado, con lo que se estimula un hemisferio cada vez, por ejemplo la postura de Vriksasana. La concentración también nos da equilibrio, de hecho en las posturas de equilibrio fijamos la mirada en un punto concreto y esto nos ayuda.

    Fluidez: Nos hacemos muy conscientes de nuestra respiración y la dejamos fluir espontánea, observando el aire tal y como entra, tal y como sale. Nos movemos al ritmo de nuestra respiración y eso nos da fluidez. Cultivamos la no resistencia. Saber fluir tanto en las posturas como en la vida es una actitud muy importante, ya que lo opuesto, la resistencia, es lo que nos hace sufrir y nos produce dolor.

    Flexibilidad: Trabajamos todos los músculos del cuerpo, desde los grandes y más evidentes, hasta los más pequeños y no tan evidentes, las articulaciones y todos los órganos y meridianos del cuerpo, incluido el hígado que está muy relacionado con la flexibilidad. Con el tiempo adquirimos flexibilidad física y también mental. Esto mejora nuestra vida, realizamos con más facilidad las tareas diarias. Se traduce también en más tolerancia, indispensable para la vida social y la convivencia.

    Fuerza: Física y mental. El trabajo muscular equilibrado y continuo aumenta nuestra fuerza física. El enfoque dirigido hacia lo más conveniente para cada un@, nos da fuerza mental. El yoga es vigorizante.

    Firmeza: Cuando tienes fuerza y concentración, desarrollas firmeza. Quiere decir que somos menos susceptibles a la dispersión. Desarrollamos claridad en nuestros objetivos y no nos dejamos llevar por distracciones ajenas a esos objetivos.

    Suavidad: Buscamos en todas las posturas un equilibrio entre firmeza y suavidad, poniendo la intención en abrir y relajar, en vez de tensar y cerrar. Trabajamos y desarrollamos suavidad y sensibilidad, siguiendo el principio de Ahimsa, la no violencia, con nuestro cuerpo ni con nuestros pensamientos hacia nosotros o hacia los demás. Suave no significa blando, está más relacionado con la amabilidad y el respeto.

    Sensibilidad: Nos enfocamos en nuestra respiración y sensaciones internas. Esto desarrolla nuestra sensibilidad, la capacidad de percibir sensaciones sutiles y no tan evidentes. Esta cualidad es muy importante, ya que el cuerpo nos habla siempre y con un lenguaje sutil, si no somos sensibles no seremos capaces de escuchar nuestras propias necesidades, de localizar nuestros límites y mucho menos los de l@s demás.

    Relajación: Hoy en día más que nunca, necesitamos técnicas y formas de relajación, dado el ritmo de vida rápido que llevamos, la desconexión con la naturaleza, la velocidad con la que avanza la tecnología, la crisis económica, la gran cantidad de información que nos rodea, etc. Al hacer yoga nos focalizamos en el momento presente con la ayuda de nuestra respiración y sensaciones internas, la mente y los pensamientos pasan a un segundo plano, esto ejerce un profundo y poderoso efecto de relajación.

    Con el trabajo postural también vamos suavizando y movilizando tensiones y bloqueos del cuerpo que hace mucho tiempo que están ahí. Vamos soltando poco a poco desde la capa más superficial a la capa más profunda. La tensión y el estrés son causa de muchos problemas y enfermedades, necesitamos relajarnos.

    Lucidez: El enfoque, la sensibilidad y la atención hacia nuestras sensaciones internas, dejando a un lado distracciones y estímulos externos que son ajenos a nosotros, dan lucidez a nuestra vida. Necesitamos mirar hacia dentro más y no tanto hacia fuera como estamos acostumbrados, porque muchas de las respuestas que buscamos fuera están en nosotr@s mism@s. Conectamos con nuestra verdadera esencia y con nuestra sabiduría interior. En los momentos más íntimos con uno mismo, en el silencio, es donde surge la inspiración. Hay algo muy sabio dentro de cada uno que deberíamos escuchar más a menudo. Ganamos en coherencia y bienestar.

    Endorfinas: El movimiento y el trabajo estudiado de las posturas, junto con la relajación, generan endorfinas, las hormonas del bienestar, nos hacen sentir bien. Al final de todas las sesiones de yoga acabamos en la postura de Savasana, la relajación final, aquí es donde se activa el sistema parasimpático generando la producción de estas hormonas y la sensación de bienestar consiguiente.

    Oxigenación: Practicar yoga aumenta nuestra capacidad pulmonar. Durante las sesiones, la respiración se hace naturalmente más profunda, larga y tranquila, llega más oxígeno a las células del cuerpo y así se regeneran. El oxígeno es vida, la falta de oxígeno va creando enfermedad. Con las posturas ayudamos a incrementar el caudal de oxígeno que llega a algunas zonas del cuerpo en las que normalmente este flujo está bastante reducido o colapsado, por tensiones, bloqueos, malos hábitos posturales, etc. Nutre todas las células del cuerpo.

    Limpieza: Limpia la mente de pensamientos y también ayuda a eliminar toxinas del cuerpo. Igual que frecuentemente limpiamos el cuerpo, deberíamos hacer con la mente. Practicar yoga desintoxica cuerpo y mente.

    Conexión: Con nuestro interior, con el centro de nuestro ser, formado de la misma materia que el universo. Somos como antenas móviles, recibiendo frecuencias determinadas, cuanto más limpio está el canal, mejor es la conexión y menores las interferencias.

    Descanso: La mente descansa, en las posturas invertidas el corazón descansa, en la relajación todos los músculos descansan.

    Recarga: Nos recargamos de energía. El descanso, la oxigenación, el masaje a los órganos internos de las posturas, la relajación y la conexión con nuestra fuente, nuestra esencia, nos recargan. Practicar yoga nos energiza y nos da vitalidad.

    Serenidad: Nuestras sensaciones nos guían. Actuar acorde a lo que somos y a nuestras sensaciones nos proporciona serenidad, nuestra conciencia está tranquila. Cuando no actúas con coherencia contig@ mism@,

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