Discover millions of ebooks, audiobooks, and so much more with a free trial

Only $11.99/month after trial. Cancel anytime.

Búscame en el otoño y sabrás lo que te amé…
Búscame en el otoño y sabrás lo que te amé…
Búscame en el otoño y sabrás lo que te amé…
Ebook196 pages56 minutes

Búscame en el otoño y sabrás lo que te amé…

Rating: 0 out of 5 stars

()

Read preview

About this ebook

Esta antología de poemas son muy especiales para mí, son la sangre de mis venas, los compuse en unas jornadas en las cuales mi corazón exudaba por todos sus poros dolor… el único sustento que me sostuvo durante años, en  una vida marcada por la algarabía de una luxación en las vertebras del alma. Quebradiza esencia incólume y donde hilamos los poetas nuestras más felices o dolorosas experiencias.

Ojala y estas modestas letras, escritas con mi puño, eso sí, con el cariño exacto en el que, un ser humano, podría expresar lo que siente su corazón, os llegue al alma o tal vez aun más profundo... os gane el corazón.

LanguageEspañol
PublisherFrank Spoiler
Release dateSep 9, 2015
ISBN9781513067131
Búscame en el otoño y sabrás lo que te amé…

Read more from Frank Spoiler

Related to Búscame en el otoño y sabrás lo que te amé…

Related ebooks

Poetry For You

View More

Related articles

Related categories

Reviews for Búscame en el otoño y sabrás lo que te amé…

Rating: 0 out of 5 stars
0 ratings

0 ratings0 reviews

What did you think?

Tap to rate

Review must be at least 10 words

    Book preview

    Búscame en el otoño y sabrás lo que te amé… - Frank Spoiler

    Dedicatoria

    Como no puede ser de otra manera, dedico este nuevo libro de poemas a mis hijos, Élida y Óliver, porque son mi vida entera, sin su amor, su cariño o su sola contempación (los pocos momentos en que puedo estar con ellos) me hacen la vida más fácil y mucho más placentera. Os amo hijos míos... y nunca sabréis cuanto.

    Mi agradecimiento eterno también para su madre y para su abuela, que son en realidad las que están bregando con ellos y convirtiéndolos en lo que son, unos jovencitos muy inteligentes y maravillosos.

    Otro aparte para esa mujer tan maravillosa que está en estos últimos tiempos compartiendo su vida conmigo, aguantándome y dándome todo su cariño. Para ti también, Marta, con todos mis respetos y cariño.

    Clavándose  en el alma mía

    Triste es la soledad de quien muere...

    Idílica la de quien cree que,

    la vida se consume sin más.

    No somos personajes de cómic

    Ni de novela, ni formamos parte

    de ningún guión televisivo...

    Somos simples seres humanos,

    hambrientos de amor y de compañía.

    Nuestra sangre es caliente y ruge en las venas

    quieren sentir, que somos algo más, que el sueño de un durmiente... negándose así mismo el despertar.

    Somos seres humanos,

    dolientes de las miserias e injusticias,

    ¿que no suena nuestro corazón

    ni llora nuestra alma?

    ¿Y no se nos retuercen las entrañas,

    cuando se desangran nuestras venas?

    Las tinieblas alumbran A mi pesar;

    las pocas y amargas alegrías que tengo,

    clavándose en el alma mía cómo un puñal.

    Te tuve, y aún no sé si fue solo un sueño

    Te tuve, aunque siga creyendo que solo fuiste un sueño

    o acaso solo... ¿una realidad distorsionada?

    solo supe que, por mi desenfrenado deseo de poseerte,

    hasta creí escuchar como jadeabas mientras... te amaba.

    Me incendiaste el cuerpo de pasión en apenas unos segundos

    sintiendo de manera sonora tus gemidos.

    Me abrasaste todo la piel con tus besos

    y me regalaste, jadeante y emocionada tus gemidos y tus orgasmos encadenados...

    Me los gritabas furiosa y salvaje  al oído,

    mientras yo te susurraba en los labios,

    con voz enronquecida de deseo, ardiente  y apasionado...

    Te amo... te amo... te amo...

    Siendo así nuestros corazones atravesados por diminutas flechas

    de dolor, éxtasis y de placer inmenso por habernos amado.

    Quedando inertes la una al lado del otro, sudorosos, agitados

    y  poseídos sin remedio por la gracia del amor.

    ¿Cómo eres capaz de decirme que... no fui nada?

    Si me quisiste

    y fui el ladrón de tus besos

    acaricié tu rostro con mi aliento

    y dejé en tus sabanas,

    el aroma a placer de mis deseos.

    No sientas ahora que, no soy nada...

    Se que me marché sin despedirme,

    que mi boca no besó

    por última vez tus labios;

    en muda despedida...

    Que huí como un prófugo

    ante la ley (no del hombre)

    si no la de dios...

    Que tus lágrimas,

    ni siquiera llegué a vislumbrar

    ni llegaste a mi piel humedecer...

    Sin embargo...

    si eres capaz de viajar en el tiempo

    con la mirada,

    veras sin dudar a aquel que fui...

    El amante fiel y enamorado,

    el que, sin días especiales;

    mandaba día si, día también...

    rosas blancas y rojas a tu encuentro.

    Sin preguntar, solo deseando que,

    este amor: ¡traspasara el tiempo!

    y se incrustara para siempre,

    fuerte y salvaje... en tus adentros!

    Si de verdad me quisiste...

    ¡no digas que no te dejé nada,

    que  no me importas

    y que solo fuiste un divertimento...!

    Mi dolor es aún mayor que el tuyo

    solo que yo... huyo hacia el  abismo:

    ¡y no... no deseo... llevarte conmigo!

    La sangre  fluía caliente,

    por entre los dedos que temblaban...

    Como el barco que naufraga,

    contra las rocas; así de brusco y directo...

    naufragué yo, quebrando mi fe,

    ante lo absurdo de la situación.

    Necios fueron mis sentidos...

    traicionando mi fe,

    desoyendo a mi espíritu ante la sed...

    ¡mortal que se asió a una roca,

    buscando refugio... y la roca lo aplastó!

    Trémulo... e indeciso o tal vez,

    ¿sólo un inocente...  sin fe?

    Divagué sobre la necesidad de mis sentidos;

    recostando a mi cuerpo sobre una afilada  daga 

    que apreté contra mi pecho... y me la hundí hasta el fondo,

    después...

    La miré mientras sangraba,

    mis ojos permanecían fríos... ni parpadeaban.

    La sangre  fluía caliente,

    por entre los dedos que temblaban...

    escapando sin pausa de la herida;

    ¡Huyendo hacia la nada!

    Saborear las mieles de tus labios afrutados

    Buenos días amada mía,

    Hoy vengo de recoger tus palabras,

    Saborear las mieles de tus labios a frutados,

    Aspirar e inhalar el perfume de tu esencia,

    Y deleitarme, acariciándolos, en este, mi sueño bien

    Enjoying the preview?
    Page 1 of 1