Discover millions of ebooks, audiobooks, and so much more with a free trial

Only $11.99/month after trial. Cancel anytime.

Una Aventura de Amor
Una Aventura de Amor
Una Aventura de Amor
Ebook137 pages3 hours

Una Aventura de Amor

Rating: 5 out of 5 stars

5/5

()

Read preview

About this ebook

Municipio de Knox, agosto 1863.

Los sentimientos están a flor de piel después de la batalla de Gettysburg, y aunque el Proyecto de ley aún no llega a Knox, “Sangriento Knox” vendrá a reclamar vidas el próximo año cuando los ciudadanos intenten evitar la Unión. Salomón, el hermano de Clara está perdido, y Clara se ha quedado a cargo de la granja de la familia, del cuidado de su madre y de su hermana menor, Cecelia.

Mientras tanto, lastimado en la batalla de Monterey Pass pero aún capaz de escapar de las fuerzas de la Unión, Jasper y su amigo Horacio están perdidos y hambrientos. Jasper quiere encontrar su camino de regreso a la Confederación, pero siente la responsabilidad de llevar a Horacio de regreso con su familia, aunque parezca resistirse

LanguageEspañol
PublisherBadPress
Release dateAug 29, 2016
ISBN9781507153185
Una Aventura de Amor

Related to Una Aventura de Amor

Related ebooks

Historical Romance For You

View More

Related articles

Related categories

Reviews for Una Aventura de Amor

Rating: 5 out of 5 stars
5/5

1 rating0 reviews

What did you think?

Tap to rate

Review must be at least 10 words

    Book preview

    Una Aventura de Amor - Lexy Timms

    C:\Users\hjnru_000\Documents\1Summer Covers2015\BookCoverBD\Little Love Affair 3D Image of Book Cover Black.jpg

    Descripción

    Municipio de Knox, agosto 1863.

    Los sentimientos están a flor de piel después de la batalla de Gettysburg, y aunque el Proyecto de ley aún no llega a Knox, Sangriento Knox vendrá a reclamar vidas el próximo año cuando los ciudadanos intenten evitar la Unión. Salomón, el hermano de Clara está perdido, y Clara se ha quedado a cargo de la granja de la familia, del cuidado de su madre y de su hermana menor, Cecelia.

    Mientras tanto, lastimado en la batalla de Monterey Pass pero aún capaz de escapar de las fuerzas de la Unión, Jasper y su amigo Horacio están perdidos y hambrientos. Jasper quiere encontrar su camino de regreso a la Confederación, pero siente la responsabilidad de llevar a Horacio de regreso con su familia, aunque parezca resistirse

    Contenido

    Descripción.....................................................2

    Prólogo.............................................................5

    Capítulo 1........................................................7

    Capítulo 2.......................................................13

    Capítulo 3.....................................................20

    Capítulo 4.....................................................27

    Capítulo 5

    Capítulo 6

    Capítulo 7.....................................................50

    Capítulo 8

    Capítulo 9

    Capítulo 10

    Capítulo 11

    Capítulo 12

    Capítulo 13

    Capítulo 14

    Capítulo 15.....................................................97

    Capítulo 16..................................................103

    Capítulo 17

    Capítulo 18..................................................114

    Epílogo...........................................................121

    Prólogo

    Sus piernas estaban por rendirse. Jasper suspiró con esfurezo. El brazo de su amigo colgaba inútilemnte alrededor del cuello de Jasper y sus pies tropezaban sobre las malezas. Su cabeza colgaba sobre el hombro de Jasper, sentía que su respiración se arrastraba en sus pulmones con jadeos, y su piel ardía.

    El sudor goteaba en la frente de Jasper con el calor de agosto. Ya se había desabotonado su chaqueta sin importarle los modales, pero apenas y hacía la diferencia. Estaba llevando a un soldado herido por terreno riguroso, y su camisa se pegaba a su pecho por el sudor. Estaba tan cansado que ni se preocupó por espantar las moscas que dejaban ronchas en su piel.

    ¿Do Dónde... La voz de su amigo se quebrantaba.

    Falta poco para llegar, Jasper le dijo. Era todo lo que había dicho durante días ahora que la condición de Horacio empeoraba y empezaba a delirar. No le dijo a Horacio que su propia fuerza se desvanecía y que no había comido en mucho tiempo. No compartió el terror que lo mantenía despierto por las noches.

    Aún aquí en el bosque, lejos de los campos de guerra, la guerra los seguía hasta el hedor de la herida de Horacio, en las palabras sin sentido que hablaba en la oscuridad, Déjame, déjame morir.

    Falta poco para llegar, Jasper rezaba con él.

    Les fallé, Horacio murmuró.

    Jasper se arrodilló entre los árboles y rezó mientras su amigo dormía: porque sane la herida, por un trago de agua al siguiente día, por la comida que pudieran encontrar, por seguridad en este bosque del norte. Era laberíntico el camino que tomaron, bordeado de bosque y campo, y el retraso estaba matando a Horacio.

    Las náuseas le llamaron la atención. Jasper cayó al suelo y sus rodillas en bulto cuando Horace vomitó. Toda el agua que había logrado que se tomara hace una hora, la había vomitado y la cara de Horace había tomado un color cera.

    Horacio. Quédate conmigo.

    Pero la cabeza del hombre colgó hacia un lado. Su respiración parecía sofocarse en sus pulmones. La pus se había filtrado del vendaje de su brazo.

    Jasper miró a su alrededor desesperadamente. Si tan solo pudiera llevar a Horacio a casa...

    Si Jasper esperaba eso, Horacio moriría. La mirada de Jasper captó una pequeña cabaña por los árboles, paredes por derrumbarse y la mitad del techo manchado con las sombras del bosque. Viendo por debajo de la colina, pudo ver un destello de unos campos de trigo. No había nada que pudiera hacer ahora. Él mismo estaba casi muerto, tomaría el valor en sus manos, esconder su chaqueta y enterrar su orgullo, y pediría medicina y comida que necesitaban.

    Deslizó su brazo por debajo del hombro de Horacio y se trató de ponerse derecho. El cuerpo del hombre se sostenía en los brazos agitados. Sólo unos pasos más.

    Resiste, Jasper murmuró a su amigo. Sólo unos minutos. Resiste un poco más.

    Capítulo 1

    Su propio llanto resonaba en su oído mientras Clara corrió, su vestido se enganchaba en las zarzas y su cabello rubio se salía de su chongo para caer por su espalda. Casi no podía respirar por una puntada de un lado y sus pies le dolían, pero no podía dejar de correr. El precipicio estaba adelante. Un lugar donde podía estar sola, donde podía dejar salir la tristeza sin espantar a Cecelia, sin desatar el dolor de su madre.

    Se tropezó con la cornisa, sus ojos cerrados del cansancio, y sintió la picadura del granito en las palmas de sus manos y en sus rodillas. Sentía cómo su aliento se arrastraba por sus pulmones, el corpiño de su vestido le apretaba dolorosamente, y sus piernas temblaban. ¿Podría volver a pararse? Casi no le importó. Tratando de estabilizarse, miró hacia arriba, y sintió algo de alivio en su pecho.

    La vista que se presentaba ante ella era como ninguna otra cosa en el mundo: Los grandes árboles se veían pequeños por el enorme terreno tan hermoso, el olor de las flores silvestres en la brisa y las sombras de las nubes corriendo a través de la tierra. La creación de Dios en todo su esplendor, recordándole a Clara de lo que quedaba del mundo en el que alguna vez creyó.

    Y así, viendo un mar verde, con el ruido de la corriente del río en sus oídos, podía sentir sus lágrimas cayendo sobre sus mejillas. Salomón la había traído aquí cuando estaba demasiado chica para escalar por ella misma, la cargaba en su espalda, y ella lo consideraba el hermano más valiente, más sabio, y más fuerte que una niña podía tener. Un hermano que nunca la dejaría.

    Empezó a llorar, con un llanto que ni mordiendo su labio ni apretando sus puños, pudo controlar. Era infantil que esto le afectara tanto cuando el Municipio de Knox estaba lleno de mujeres que seguían adelante con la frente en alto y niños pequeños en sus brazos. Todos habían perdido a un ser amado. Cada familia había enterrado a un hijo, o un padre, o un primo – y el resto siguió adelante con dignidad, aunque sus ojos estuvieran llenos de dolor.

    Aún en casa, Cecelia lloraba silenciosamente por las noches, y su madre optó por mirar la fogata sin decir nada, como si su alma dejara su cuerpo. Pero al amanecer, se tragaban su dolor y seguían como si...como si todo siguiera con o sin Salomón. Como si aceptaran que tal vez nunca sabrían qué le pasó, si estaba vivo o muerto, si era prisionero, si alguna vez regresaría a casa, como si no saber no las destruía por dentro.

    En los días que se sentía agobiada, Clara subía al bosque para esconderse y llorar, lavándose la cara con el agua del río antes de llegar a casa, lo que más envidiaba era la facilidad de su familia para lidiar con su tristeza, Para su madre, era la pérdida de un hijo. Para Cecelia, era traición a la Confederación y la pérdida de un hermano que había sido bueno con ella, quien había sido dependiente. ¿Cuándo las ha decepcionado Salomón?, Nunca.

    Sin embargo, había decepcionado a Clara. La había traído a este mirador antes de que partiera, valiente y callado a la vez, la tomó de las manos y le hizo prometer que cuidaría de ellas.

    La granja es lo más importante, dijo valientemente. Mantendría a nuestra familia siempre si logramos levantarla de nuevo, tú y yo.

    ¿No tienes miedo de dejar todo a tu hermana menor? Preguntó pícaramente tratando de animarlo, pero sus dedos sólo apretaron más sus manos.

    Eres más fuerte de lo que piensas. Cepilló un cacho de su cabello atrás de su oreja. Valiente e inteligente Respiró hondo. A veces pienso, que demasiado independiente para tu propio bien. ¿Sabes?, no tienes que cuidar la granja tú sola mientras no estoy. 

    Salomón... ya sabía lo que quería decir con esto.

    Cyrus sería un buen esposo,  dijo Salomón arduamente. Su cara siempre se suavizaba cuando hablaba de su amigo, y conocía la mirada de esperanza en sus ojos. Cyrus era un buen hombre, exitoso, y para Salomón era la solución perfecta: Su hermana menor casada con un buen hombre, un amigo confiable. Nunca la obligaría, pero tenía esperanzas. He hablado con él.

    ¡No lo hiciste! Quería derretirse por las piedras. Ay, Salomón...

    Sólo le pedí que te cuidara mientras no estoy. No quiero dejarte sin verte establecida.

    Estoy establecida, dijo con simplicidad. "Sólo tengo diecinueve años Salo, Tengo a Cecelia y a mamá. Vendrás de regreso a casa, ¿no es así?

    No puedo prometerte eso Tenía una cara de preocupación, Sabes que no puedo, Cyrus será amable contigo, y cuando hay amabilidad, el amor puede nacer Clara. Salomón dijo y suspiró. Piénsalo.

    Lo haré, dijo porque era lo único que podía quitarle el miedo y porque su sonrisa de alivio era como el amanecer para ella. Abrazó a su hermano con

    Enjoying the preview?
    Page 1 of 1