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Narcoterrorismo, la guerra del nuevo siglo
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Narcoterrorismo, la guerra del nuevo siglo

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About this ebook

Obra de palpitante actualidad utilizada en prestigiosas universidades tales como Harvard, Georgetown, Pittsburgh, Pensilvania State, y Tecana de Estados Unidos; Complutense y País Vasco de España, Utretch y Leiden en Holanda, o en importantes academias militares de altos estudios estratégicos del mundo, como referente bibliográfico para elaborar tesis doctorales, en maestrías y cursos de postgrado, acerca de problemas de seguridad mundial y nacional.
Narcoterrorismo la Guerra del Nuevo Siglo, demuestra con impactantes cifras y hechos irrefutables, que a la par con la globalización económica, se ha fortalecido el triángulo letal constituido por el tráfico de armas, el lavado de activos y el narcotráfico; definidos por diversos especialistas en asuntos geoestratégicos, como los componentes básicos del narcoterrorismo ya sea islámico o comunista.
Pese a la caída del Muro de Berlín, las ideologías extremistas perviven en el planeta Tierra, donde circulan 80 millones de armas ilegales, y, las mafias involucradas en tan complejo entramado criminal, perciben exorbitantes sumas de dinero en dólares y euros, que luego inyectan y blanquean en economías legales, por medio de habilidosas estratagemas con organizaciones de fachada, al mismo tiempo que financian actos de barbarie contra la especie humana.
Con sólidos argumentos, el autor del texto concluye con sugerencias muy válidas que dicha agresión, exige integración internacional contra el crimen organizado y estructurado por redes y células escurridizas, camufladas en sitios estratégicos del globo terráqueo.

LanguageEnglish
Release dateMar 10, 2017
ISBN9781370457595
Narcoterrorismo, la guerra del nuevo siglo
Author

Luis Alberto Villamarin Pulido

Luis Alberto Villamarín Pulido, natural de Fusagasugá - Cundinamarca, coronel retirado del Ejército colombiano, con 25 años de experiencia militar (1977-2002), más de la mitad de ellos dedicado a las operaciones de combate contra grupos narcoterroristas en Colombia, y después de su retiro del servicio activo, profuso investigador de temas relacionados con la geopolítica del Medio Oriente, el Asia Meridional y el continente americano; el terrorismo internacional islámico y comunista, historia y proyección estratégica de grupos islamistas como Al Qaeda, Isis, Hizbolá, el conflicto árabe israelí y la Primavera Árabe, así como la amenaza nuclear del régimen chiita de Teherán.Sus obras Narcoterrorismo la guerra del nuevo siglo, Conexión Al Qaeda, Primavera Árabe: Radiografía geopolítica del Medio Oriente, ISIS: la máquina del terror yihadista, el Proyecto Nuclear de Irán y Martes de Horror (atentados terroristas del 9-11), son referentes para el estudio, conocimiento de la complejidad política, geopolítica y geoestratégica del convulso Medio Oriente.Algunas de sus obras han sido traducidas a inglés, francés, alemán, portugués y polaco. Su libro En el Infierno traducido a inglés como In Hell, es base para una película en Hollywood-California, y los demás textos son utilizados como material de estudio en diversas universidades del mundo.

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    Narcoterrorismo, la guerra del nuevo siglo - Luis Alberto Villamarin Pulido

    Narcoterrorismo

    La Guerra del Nuevo Siglo

    Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

    Ediciones Luis Villamarín P

    www.luisvillamarin.com

    © Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

    © Ediciones Luis Alberto Villamarín Pulido

    www.luisvillamarin.com

    Phone 9082624010

    New York USA

    www.conflictocolombiano.com

    info@luisvillamarin.com

    Actualización, noviembre de 2013

    ISBN: 9781370457595

    Publisher: Smashwords Inc

    Este libro no podrá ser reproducido ni total ni parcialmente, por medios impresos, reprográficos, gráficos, físicos, de audio, de video, químico o electrónico sin autorización escrita de su autor. Todos los derechos reservados. Hecho el depósito de ley en Colombia.

    TABLA DE CONTENIDO

    BREVE BIOGRAFÍA DEL AUTOR

    NOTA DEL AUTOR

    CAPÍTULO I

    CAPÍTULO II

    CAPÍTULO III

    CAPÍTULO IV

    CAPÍTULO V

    CAPÍTULO VI

    CAPÍTULO VII

    CONCLUSIONES

    BIBLIOGRAFÍA

    OBRAS DEL AUTOR

    BIOGRAFÍA

    Luis Alberto Villamarín Pulido, natural de Fusagasugá-Cundinamarca, coronel de la reserva activa del Ejército colombiano, con 25 años de experiencia militar, más de la mitad de ellos dedicado a las operaciones de combate contra grupos narcoterroristas en el país.

    Distinguido entre sus compañeros de armas en los quehaceres operacionales y académicos castrenses, pues, además de ser un brillante comandante de tropas en el campo de batalla, ha plasmado su visión investigativa en 33 libros y más de 1000 artículos de su autoría, relacionados con el complejo conflicto colombiano, el terrorismo internacional, la geopolítica, la defensa nacional y la historia patria.

    Miembro de la Sociedad Bolivariana de Colombia, la Academia de Historia del Huila y la Academia Colombiana de Historia Militar; este oficial lancero, paracaidista y contraguerrillero rural ha recibido los galardones Latino Literary Awards 2003 por el libro La Silla Vacía en Los Ángeles-California; Verdadero Orgullo Hispano 2006 por la obra Delirio del Libertador, en Elizabeth New Jersey; y Premio Internacional de Literatura, Jairo Hoyos Salcedo 2009 en Washington D.C, por el texto Complot contra Colombia.

    Algunas de sus obras han sido traducidas al inglés, portugués, alemán, francés y polaco. Su libro titulado En el Infierno es base para una película en Hollywood-California, y los demás textos son utilizados como material de estudio en prestigiosas universidades del mundo, tales como Harvard en Estados Unidos, Complutense en España, Autónoma de México y Los Andes de Colombia, para la elaboración de tesis de pregrado, postgrado, maestrías o doctorados en temas afines a sus escritos.

    Ha sido entrevistado como analista especializado para programas de opinión en estaciones de radio y televisión de diversos países, de manera individual o como participante en paneles de expertos internacionales en asuntos estratégicos atinentes al terrorismo, los conflictos armados, la guerra de guerrillas, la geopolítica, la defensa nacional y la seguridad hemisférica.

    El Instituto Colombiano de Ciencia y Tecnología de Colombia (Colciencias) avaló su registro en el CVLAC en las especialidades de Ciencias Militares, Ciencias Políticas y Ciencias Sociales, en la base de datos que agrupa a los investigadores científicos de Latinoamérica y el Caribe.

    Nota del Autor

    El auge del terrorismo y luego del narcoterrorismo, radica en que los manejadores de la alta política internacional trasladaron sus objetivos particulares a espacios geoestratégicos distantes de sus fronteras, sin intuir que con el paso del tiempo esa línea de conducta produciría el efecto bumerán.

    Mientras las dos superpotencias intentaban consolidar la arbitraria repartición del planeta y el denominado nuevo orden mundial impuesto desde 1945, ocurrieron muchos altibajos geopolíticos en puntos neurálgicos de los cinco continentes.

    En menos de cinco décadas, el mundo se redujo a una aldea global, producto de la injerencia de las telecomunicaciones, el Internet, los viajes transcontinentales, la celeridad de los trámites consulares o comerciales, la diseminación del idioma inglés por todo el planeta, y el auge de nuevas corrientes migratorias hacia el primer mundo, por razones económicas o políticas.

    A la par con el agitado desarrollo tecnológico y la tensión por la amenaza nuclear entre Moscú y Washington, maduraron resentimientos de musulmanes extremistas contra los invasores occidentales; revitalizaron deseos separatistas por medio de la violencia en Reino Unido, España, Kurdistán y Chechenia; se fortalecieron las guerrillas comunistas en Latinoamérica y el Tercer Mundo; aumentaron las tensiones israelí-palestinas; y, florecieron en todo el mundo acentuadas prevenciones verbales y físicas contra el denominado imperio norteamericano.

    Aunque la caída del Muro de Berlín en 1989 marcó el final de la guerra fría, una década después, en el momento en que Estados Unidos sobresalía como única superpotencia política-militar y económica del planeta, hicieron metástasis latentes brotes terroristas cultivados en su contra.

    A esto se sumó la compleja acción militar conjunta de Estados Unidos, Inglaterra y Francia contra el régimen dictatorial libio de Muammar Khadaffy en marzo de 2011 y las consecuencias de la muerte de Osama Bin Laden en Pakistán donde era protegido por los servicios de inteligencia militar de ese país; la persistente actitud belicosa del régimen iraní en el Medio Oriente y las revoluciones de la llamada Primavera Árabe en algunos países islámicos del Norte de África, desatadas a comienzos de 2011, con el más sangriento e impredecible resultado de la guerra civil siria, donde convergen intereses contrapuestos de Estados Unidos, Europa, Israel, Rusia, China, Egipto, Turquía, Líbano, Irán, Arabia Saudita e Irak.

    Los sincronizados ataques de Al Qaeda del 11-S perpetrados en territorio estadounidense, el 11-M en Madrid, y el 7-J en Londres confirmaron la existencia de un triángulo fatal integrado por el narcotráfico, el terrorismo y el mercado negro de armas, concatenado por intereses mutuos aunque con propósitos excluyentes, de los grupos terroristas islámicos y comunistas.

    Por ende, el lavado de activos en paraísos fiscales adquirió preponderancia en el complejo entorno delictivo del narcoterrorismo. Amparados en regulaciones legales, delincuentes de diferentes pelambres blanquean cuantiosas fortunas, destinadas a financiar ingentes transacciones de drogas, armas, explosivos y movimientos de redes terroristas por el mundo.

    Narcoterrorismo la guerra del nuevo siglo, examina por separado, algunos factores atinentes a un fenómeno bélico-social, que trasciende las fronteras de la estrategia o la táctica militar convencional, para adentrarse en los vericuetos de la guerra irregular también denominada asimétrica. En la guerra irregular actual solo existen los objetivos político-militares fijados por el enemigo.

    No hay territorio definido, ni flujo logístico normal, ni métodos tácticos o estratégicos escolásticos, por ende muchas veces la respuesta de los Estados contra el narcoterrorismo, es imprecisa y genera desazón dentro de la opinión pública.

    La transnacionalización del narcoterrorismo es la circunstancia agravante del modus operandi de los grupos extremistas. Así lo corroboran las similitudes entre las operaciones que dieron de baja a Osama Bin Laden en Pakistán y a Raúl Reyes en Ecuador, debido que ambos terroristas eran protegidos por los gobiernos de los dos países.

    Este texto proporciona a los lectores, herramientas basadas en estadísticas oficiales o investigativas, para interpretar el proceso evolutivo y la cercanía cada vez más evidente entre los grupos terroristas internacionales, de los narcotraficantes con estos, de los remanentes de la guerra fría que venden la información o enseñan metodologías subversivas al mejor postor, pero sobre todo la incidencia del tráfico de narcóticos, en la financiación de la guerra revolucionaria particular librada por cada grupo terrorista.

    Las Farc fue el primer grupo terrorista que inició a financiar la guerra con dineros obtenidos del narcotráfico. El ejemplo fue seguido por Eta de España, Ira de Inglaterra y Al Qaeda, como corolario de la máxima maquiavélica según la cual, el fin justifica los medios.

    Aunque es una imperiosa necesidad geoestratégica internacional, la guerra contra el narcoterrorismo se halla en la primera etapa, puesto que es enfrentada de manera local y particularizada por algunos Estados occidentales y algunos Estados musulmanes laicos.

    Dicha situación corre paralela con la cambiante dinámica del comercio internacional, el variopinto posicionamiento ideológico de las organizaciones no gubernamentales defensoras de los derechos humanos, el ineficaz liderazgo de la Organización de las Naciones Unidas, la preponderancia del petróleo como motor de las economías, la eventualidad del choque de civilizaciones planteado por Huntington, y otros temas sustanciales para la estabilidad del mundo.

    Por otra parte, incide en la dificultad para identificar la raíz del problema, el crecimiento de los bloques económicos con intereses diferentes, la eventualidad del terrorismo nuclear, y la dificultad que encaran los gobernantes venideros de Estados Unidos, sean demócratas o republicanos, para mejorar la cada vez más cuestionada imagen internacional.

    En referencia al tema, flota un ambiente preñado de críticas y prevenciones contra lo que haga o deje de hacer la política exterior estadounidense. Cada día que pasa son más tensas relaciones del coloso norteamericano con otros Estados. Por acción o por omisión.

    Hay escenarios de prevenciones y acciones soterradas, en los que producto de la compleja prevención religiosa de extremistas musulmanes, España e Inglaterra fueron víctimas directas por apoyar la guerra en Irak y combatir con persistencia las redes de Al Qaeda asentadas en sus territorios. Francia está en la mira. Y con la muerte de Osama Bin Laden la amenaza terrorista se cierne en Asia Meridional sobre India y Pakistán.

    Así, el texto evalúa con base en cifras y juicios críticos, la importancia geopolítica y geoestratégica de Colombia, Israel, Estados Unidos, Inglaterra, Afganistán, Pakistán, Rusia, Irak, Libia, Arabia Saudita y España en la lucha contra el terrorismo internacional.

    Aunque son países con ancestros culturales diferentes, todos están afectados por la presencia de narcotraficantes y terroristas, que con ambiciones excluyentes, confluyen en objetivos particulares, por la mutua conveniencia de atacar al mismo enemigo ideológico por medio de la letal sociedad de terroristas islámicos, comunistas y separatistas.

    Podría afirmarse que conectados con las redes de Al Qaeda, los traficantes internacionales de armas y habilidosas estructuras financieras subrepticias, en contubernio de impredecibles consecuencias con los grupos terroristas; las Farc y Eta, constituyen mafias modernas y peligrosas, que a mediano y largo plazo, agreden la estabilidad occidental.

    El terrorismo es la columna vertebral de la guerra contemporánea. Los extremistas no tienen fronteras geográficas, como se decanta en el análisis de la desangrante guerra que sucede en Colombia, la tendencia a mediano plazo de la resurrección de las guerrillas comunistas en Latinoamérica y la intromisión de la dictadura cubana, de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Nicaragua y Argentina, para albergar terroristas de Al Qaeda, Eta, Eln o Farc .

    El propósito del Foro de Sao Paulo es vender la idea que el comunismo tiene vigencia, situación coyuntural que por su dimensión política y geoestratégica, permite consolidar los nexos de las Farc con Eta y Al Qaeda; de las mafias rusas con los traficantes de armas; y de los lavadores de activos con todos los grupos terroristas.

    Cifras que inducen a la reflexión académica y política, indican la incidencia negativa del narcotráfico en las economías legales, los daños al ecosistema, la destrucción de remanentes de las etnias indígenas; así como los daños ocasionados por las Farc, Eta o fundamentalistas musulmanes, contra blancos civiles inermes.

    Sin pretender alarmismos, el panorama descrito intenta sensibilizar al lector, en torno a la realidad y alcances del narcotráfico, como empresa clandestina multiforme interconectada por etéreos lazos organizacionales, pero con nocivos contactos de redes integradas por audaces delincuentes financieros, terroristas y traficantes de armas.

    Así, el terrorismo es la fuerza motriz de la actual guerra irregular; el lavado de activos es la herramienta financiera del terrorismo y la doble moral de los traficantes de armas ligeras; cuyos negocios estimulan o facilitan el comercio ilegal de fusiles, pistolas, granadas, municiones y explosivos, hacia los grupos terroristas, frente a la incomprensión local, regional y mundial.

    Capítulo I

    Muerte de Osama Bin Laden en Pakistán ratifica teoría de combatir la fuente de la agresión

    Asimismo, resaltó la trascendencia de efectuar operaciones tácticas de connotaciones político-estratégicas contra santuarios terroristas protegidos por gobiernos que dicen ser amigos, pero que con actos solapados y diplomacia hipócrita, constituyen o estimulan la fuente de la agresión.

    No obstante el alborozo que la noticia generó entre los habitantes de Estados Unidos, algunos asuntos ambivalentes relacionados con la información pública en torno a la contundente operación, generaron especulaciones, y suspicacias mediáticas.

    A estos hechos consustanciales con sucesos históricos de trascendencia universal, se sumaron críticas posiciones de mandatarios antiyanquis, como Chávez, Correa y Evo Morales, quienes cobijan terroristas dentro de sus países y por razones obvias, se oponen a la praxis de la Defensa Activa, cuando el Estado agredido no cuenta con la solidaridad y apoyo del país donde se refugian los terroristas, y por ende, no queda otra opción que atacar el santuario terrorista con base en la sorpresa y el secreto.

    Igual que en el caso de la muerte de Raúl Reyes en Ecuador, donde vivía con la plena y consciente complicidad del presidente ecuatoriano Rafael Correa; Osama Bin Laden se escondía en Pakistán con la venia de funcionarios de los servicios de inteligencia, y desde su cómodo escondite dirigía la estrategia integral de más de 150.000 células durmientes de Al Qaeda, diseminadas en 65 países en todos los cinco continentes.

    En consecuencia, si los computadores de Raúl Reyes desataron tormentas diplomáticas en el hemisferio latinoamericano, es previsible que a menos que Washington manipule a Islamabad con la gravedad de la información encontrada; los computadores, memorias electrónicas, videos, documentos y fotografías de Osama Bin Laden generen fuertes roces frente a los intereses de Israel y Estados Unidos en el Medio Oriente, el Norte del África, el Asia Meridional y el Asia Central, debido a que desenmascararon a los cómplices de Al Qaeda y su modus operandi.

    Trasiego de la Defensa Activa

    La Defensa Activa es una línea político-estratégica de acción ofensiva, concebida dentro del esquema de Defensa y Seguridad Nacional propio o en apoyo de un aliado, para anticiparse a un ataque de un potencial agresor, o para golpear centros de comando y control enemigos, destruir sus elementos de maniobra, inutilizar la Fuerza Aérea en tierra; o dentro de la lucha contra el narcoterrorismo, golpear santuarios terroristas y dar de baja a sus cabecillas protegidos por gobiernos con ideologías afines a los extremistas.

    En operaciones de guerra regular, la Defensa Activa pretende privar al enemigo de los recursos necesarios para el combate, tales como la capacidad aérea, el fuego de artillería o los depósitos de abastecimientos.

    Y en operaciones de guerra irregular o de contraguerrillas, busca eliminar a los cabecillas de los grupos terroristas, para desarticularles las estructuras de comando y control, y propiciar la desmovilización o la desintegración de las cuadrillas.

    O en este caso, para mantener la integridad territorial y la seguridad de sus ciudadanos Estados Unidos, que, sacó tropas del continente americano para llevarlas a combatir y ganar dos guerras mundiales en el teatro de operaciones europeo.

    A diferencia de las desgastantes experiencias de tropas estadounidenses en Vietnam, Corea, Centroamérica, Irak y Afganistán, o de intervenciones sostenidas de la CIA en lugares de importancia geopolítica para los intereses norteamericanos; Israel ha perfeccionado las técnicas de comandos aeroterrestres, entrenados para conducir sorpresivas operaciones contra inminentes agresores; catalogadas por sus gobernantes, como acciones válidas de autodefensa para prevenir males mayores contra la nación judía.

    Como resultado de esta concepción estratégica, Israel es referente en operaciones de inteligencia contraterrorista y operaciones de Defensa Activa. Su historia militar acumula cientos de operaciones especiales en la Franja de Gaza, en Cisjordania, o en países vecinos, contra células terroristas o planes bélicos de sectores hostiles dentro de la comunidad musulmana, que no aceptan la existencia del Estado de Israel en el Medio Oriente. Ni siquiera en el planeta.

    Por ejemplo, el bombardeo preventivo contra Egipto y Siria en 1967, para inutilizarles en tierra su poderío aéreo, antes que lanzaran la guerra de los Seis Días y la Operación Entebe realizada en Uganda en 1976, son dos acciones emblemáticas de Defensa Activa.

    Mediante una cinematográfica incursión aeroterrestre realizada a miles de kilómetros de su país, comandos israelíes apoyados por agentes del servicio de inteligencia conocido como El Mossad, rescataron sanas y salvas a más de un centenar de personas que habían sido secuestradas por terroristas palestinos en un vuelo aéreo y luego llevadas a Uganda, donde los secuestradores contaban con la complicidad del gobierno dictatorial de Idi Amín Dadá.

    Estimulado por esa operación, en 1979 el gobierno de Jimmy Carter ordenó el fallido rescate de varias decenas de ciudadanos estadounidenses secuestrados por fundamentalistas chiitas en la sede de la embajada norteamericana en Teherán.

    Tal fiasco obligó a estrategas y científicos militares a pensar en otros métodos operacionales para actuar sobre objetivos de alto valor y los refinados medios tecnológicos y logísticos, para realizar cinematográficas misiones de comandos con alto riesgo para sus vidas y para la estabilidad de la paz en el mundo frente a la amenaza narcoterrorista.

    Como primer ensayo de la nueva estrategia, cuatro años más tarde, en 1983 Ronald Reagan ordenó una operación especial en la isla de Grenada en el Caribe, con el propósito de deponer a un gobierno títere de la dictadura cubana.

    Por su parte, en 1982 las Fuerzas de Defensa Israelí atacaron objetivos de retaliación y objetivos de oportunidad en territorio libanés, donde terroristas de Hizbolá financiados por el gobierno iraní, asentaron las bases de apoyo a la Organización para la Liberación Palestina dirigida por Yasser Arafat para atacar a Israel.

    Empero, los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y los subsiguientes en Madrid y Londres, pusieron una vez más de manifiesto que la agresión de Al Qaeda contra Occidente no es parcial ni circunstancial, sino que es total y la desarrollan miles de células fanatizadas dispersas en 65 países.

    Con base en esos criterios y debido a la nula cooperación del gobierno ecuatoriano de Rafael Correa para combatir el terrorismo comunista en Colombia, en marzo de 2008 tropas colombianas efectuaron una milimétrica incursión con bombardeo de ablandamiento, sobre una guarida de las Farc en territorio ecuatoriano y dieron de baja al terrorista Raúl Reyes.

    Ofendido porque el presidente Álvaro Uribe no le avisó que realizaría la operación contra los cómplices y socios ideológicos del gobernante ecuatoriano, para desde luego advertir a los terroristas que se fueran de allí; Rafael Correa rompió relaciones diplomáticas y tergiversó el asunto, con el argumento que no fue un ataque contra las Farc, sino una agresión contra la soberanía de Ecuador, discurso que aún sostiene para evitar que la evolución de los hechos lo conduzca ante la Corte Penal Internacional o una Corte Federal de Estados Unidos, por apoyar grupos terroristas.

    En síntesis, en toda operación de Defensa Activa, juegan papel importante la inteligencia estratégica y la voluntad política de los gobiernos agredidos por el terrorismo o sus enemigos naturales.

    Todas las acciones de Defensa Activa son producto de pacientes labores de búsqueda y proceso de la información, acopio de datos, manejo de informantes, conocimiento de las fortalezas y debilidades del adversario; refinado nivel de entrenamiento de las tropas ejecutantes y dispo-sición de la más alta tecnología bélica del momento.

    Por esas y otras razones más, el tema de la Defensa Activa es discutido y analizado con lupa en los centros de estudios estratégicos y las altas consejerías gubernamentales.

    Sus decisiones y acciones bélicas van más allá de los efectos normales de operaciones regulares contra enemigos actuales o potenciales, debido a que contienen con-notaciones político-estratégicas internacionales y pueden poner en vilo la estabilidad de la paz en la región afectada, el hemisferio o el mundo, de acuerdo con los intereses que afecten.

    Es el caso particular de la influencia de la muerte de Osama Bin Laden, en la frágil paz del Asia Central y el Asia Meridional, con extensión del narcoterrorismo contra la civilización occidental.

    Liderazgo político y efectividad militar

    Toda operación ofensiva de Fuerzas Especiales contra la fuente de la agresión dentro del marco de la Defensa Activa, alcanza nivel político-estratégico, y, configura el más alto reto para la concepción de defensa y seguridad nacional de cualquier gobernante y sus Fuerzas Militares. En todas las situaciones, el liderazgo de unos y otros es puesto a prueba.

    Si aciertan pasan a la historia como líderes con visión superior. Pero si fallan, son y serán referente histórico negativo por muchos años. A la soledad del mando en este tipo de decisiones en la era de las comunicaciones, se adhiere el aluvión mediático, que no solo publica los hechos al instante de haber sucedido, sino que especula, critica y cuestiona todos los detalles de la operación.

    Con argucias, estos gobernantes trasladan la responsabilidad de los hechos a quien en uso del legítimo derecho de la defensa, actúo para evitar que los enemigos de su país siguieran el curso de un complot.

    Tal es la semejanza de lo sucedido con la muerte de Raúl Reyes en Ecuador y la de Osama Bin Laden en Pakistán: En ambos casos los respectivos gobiernos ocultan a los terroristas, pero de dientes para afuera, aparentan cooperar en la lucha contra el narcoterrorismo.

    Por estas razones, en cada uno de estos episodios, Álvaro Uribe y Barack Obama repuntaron en popularidad. Con serenidad y firmeza, ratificaron ante el mundo que los objetivos e intereses nacionales están por encima de buenas relaciones diplomáticas, derivadas de la hipocresía y la felonía, de quienes se alían en forma subrepticia con los e-nemigos del país.

    Tanto en el bombardeo a la guarida de Raúl Reyes como en el desembarco helicoportado sobre la mansión de Bin Laden, pesaban fracasos político-estratégicos anteriores, que por aparte, ponían en vilo la gobernabilidad de Uribe y Obama.

    En Colombia había fallado el intento de rescatar a unos secuestrados en poder de las Farc en Antioquia y en Estados Unidos pesaba el dramático recuerdo de la caída del helicóptero Black Hawk en Somalia.

    Ambas decisiones eran de vida o muerte. Por ende, demandaban liderazgo político y efectividad militar, acumulación de voluntad y decisión con base en criterios que deberían ser permanentes, diseñados por una escuela de pensamiento geopolítico, una línea de conducta estratégica operacional, claridad en los conceptos de defensa nacional, visión estratégica global y habilidad táctica en el lugar del combate.

    No es gratuito alcanzar objetivos tan importantes y tan trascendentales para la supervivencia de los Estados agredidos por el narcoterrorismo. Es el resultado de un estructurado trabajo en equipo.

    Las dos operaciones comparadas son el reflejo del intenso, estricto y exigente entrenamiento de

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