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Santuarios Seguros: Prevencíon del abuso infantil y juvenil en la iglesia
Santuarios Seguros: Prevencíon del abuso infantil y juvenil en la iglesia
Santuarios Seguros: Prevencíon del abuso infantil y juvenil en la iglesia
Ebook293 pages3 hours

Santuarios Seguros: Prevencíon del abuso infantil y juvenil en la iglesia

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About this ebook

Esta traducción es una combinación de los libros Safe Sanctuaries® y Safe Sanctuaries® for Youth. El recurso está diseñado para líderes en congregaciones y comunidades de fe de habla hispana: pastores(as), misioneros(as) laicos(as), personas laicas, maestros(as) de educación cristiana, maestros(as) de la escuela dominical, y directores de ministerios ofrecidos durante la semana.

LanguageEnglish
Release dateApr 1, 2017
ISBN9780881777277
Santuarios Seguros: Prevencíon del abuso infantil y juvenil en la iglesia
Author

Joy Thornburg Melton

Rev. Joy Thornburg Melton, J.D., is the chief resource officer of The United Methodist Property and Casualty Trust. She is the author of the “Safe Sanctuaries” series of books and resources published by Discipleship Resources. Rev. Melton is a recognized national leader in the area of development of ministry protection and abuse prevention policies. A graduate of Pfeiffer University, Scarritt College, and Emory University School of Law, she is uniquely qualified to understand both the legal and ecclesial issues involved with cases of abuse within the church.

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    Santuarios Seguros - Joy Thornburg Melton

    Dedicación

    Esta edición de Santuarios Seguros se dedica con gratitud al Obispo Marshall L. Jack Meadors, Jr., quien ha modelado a lo largo de su ministerio una inquebrantable devoción hacia los niños en nuestra comunidad de fe, garantizándoles lugar en un santuario seguro, donde cada uno de ellos pueda crecer en los caminos que conducen a la vida eterna. Aún en su retiro, él continúa abogando en nombre de los niños, dirigiendo a la iglesia a un mejor servicio y discipulado. Estoy muy agradecida por poder trabajar con él y aprender de él.

    Esta edición de Santuarios Seguros también se dedica a mi colega y amiga Claire Irene Howard, Directora ejecutiva de la United Methodist Church Property and Casualty Trust, por su liderazgo visionario dirigido a preservar la integridad del ministerio de la iglesia y transformar nuestras comunidades de fe en Santuarios Seguros. Su trabajo ha ayudado a la iglesia a testificar por medio del Evangelio de Jesucristo en muchas crisis, y en todos los casos ha demostrado compasión, honestidad y gracia. Aunque habrá muchos en nuestras congregaciones que no la conocen por nombre, hay muy pocos que no han sido bendecidos por su trabajo.

    Finalmente, esta edición también está dedicada a David y Kathryn Melton, con la esperanza de que siempre andaremos juntos en el camino de la fe.

    ISBN 13: 978-0-88177-725-3

    Biblioteca del Congreso catálogo Nº de tarjeta 2008933047

    Las citas de las escrituras, a menos que se indique lo contrario, son de la versión Reina Valera de la Santa Biblia, 1960, Sociedades Bíblicas de América Latina, Publicaciones Españolas, Milwaukee,WI 52213. Usada con permiso.Todos los derechos reservados.

    Las citas del United Methodist Hymnal en las páginas 11 y 63 son traducidas de Congregational Pledge II en el Baptismal Covenant II, The United Methodist Hymnal, página 44. Copyright © 1964,The United Methodist Publishing House.

    Traducción de SAFE SANCTUARIES: Reducing the Risk of Abuse in the Church for Children and Youth. Copyright © 2017 Discipleship Resources. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida en cualquier forma, impresa o electrónica, sin permiso por escrito, excepto en el caso de citas breves encarnadas, artículos críticos o revisiones. Para obtener información con respecto a los derechos y permisos, contacte Discipleship Resources, PO Box 340003, Nashville, TN 37203-0003.

    Este recurso es publicado por Discipleship Resources con la esperanza de que ayudará en la planificación de las congregaciones. Discipleship Resources y la Junta General de Discipulado no contratan a profesionales legales, contables u otros servicios de asesoramiento. Si se requiere asesoramiento o asistencia de otros expertos, se deben buscar los servicios de un asesor profesional. Este libro no establece un estándar de cuidado de las iglesias locales. Cada iglesia local debe hacer sus propias decisiones y determinar lo que es mejor para ella, ya que este libro intenta únicamente a proporcionar información que pueda ser útil para algunas iglesias.

    DR725

    Contenido

    Primera Parte: Nuestro mandato

    CAPÍTULO UNO

    Nuestro mandato

    CAPÍTULO DOS

    Reclutamiento, investigación y empleo de trabajadores

    Segunda Parte: Los niños

    CAPÍTULO TRES

    El alcance del problema

    CAPÍTULO CUATRO

    Procedimientos básicos de seguridad para el ministerio con niños

    Tercera Parte: Los jóvenes

    CAPÍTULO CINCO

    El alcance del problema

    CAPÍTULO SEIS

    Procedimientos básicos de seguridad para el ministerio con la juventud

    Cuarta Parte: Adultos vulnerables

    CAPÍTULO SIETE

    Santuarios seguros para ancianos y adultos vulnerables

    Quinta Parte: Muestras de formas y recursos

    CAPÍTULO OCHO

    Desarrollo de un plan congregacional para responder a las acusaciones de abuso

    CAPÍTULO NUEVE

    Estrategias de implementación para la congregación

    CAPÍTULO DIEZ

    Un modelo para el entrenamiento de trabajadores

    CAPÍTULO ONCE

    Después del abuso, entonces ¿qué?

    CAPÍTULO DOCE

    Muestras de formularios

    CAPÍTULO TRECE

    Otras fuentes y recursos

    Lista de comprobación para el desarrollo de los procedimientos y políticas de Santuarios Seguros

    Esta lista es una guía para ayudar a las congregaciones a completar las tareas apropiadas relacionadas con mantener la seguridad de los niños, jóvenes y los adultos que trabajan con ellos.

    Primeros pasos

    •  Leer este libro.

    •  Hablar con líderes apropiados en la congregación, comenzando con el pastor.

    •  Reclutar personas apropiadas para el grupo de tarea, como fue aprobado por el concilio de la iglesia. (Vea las páginas 127 y 152).

    Grupo de tarea

    •  Leer este libro y conversar en grupo, identificando temas específicos para su congregación. (Vea la página 127).

    •  Educar a la congregación. (Vea las páginas 29-57 y 61-77).

    •  Fijar un cronograma y hacer listas de tareas. Establecer tiempo para discusión y educación congregacional, diálogo, planificación y pruebas. (Vea las páginas 127-128).

    •  Desarrollar una declaración política que incluye el qué (mantener seguros a los niños) y el por qué (las declaraciones teológicas). (Consulte la página 153).

    •  Probar la declaración de política con la gente adecuada.

    •  Desarrollar procedimientos de implementación que incluyan sugerencias de los padres, maestros, personal y otros según corresponda. (Vea las páginas 47-57 y 79-105 y la lista a continuación).

    •  Probar los procedimientos de aplicación con las personas apropiadas.

    •  Proporcionar los alcances de progreso regular a los grupos adecuados.

    Aprobación

    •  Cuando estén completos, presentar al concilio de la iglesia la declaración de política, para su aprobación y los procedimientos de implementación, para información solamente. (Vea la página 133).

    •  Planear una celebración congregacional. (Vea las páginas 135 y 169-170).

    Tenga en cuenta incluir estas áreas en los procedimientos de implementación:

    •  Guardería infantil.

    •  Escuela dominical.

    •  Grupos de niños, guarderías infantiles y otros arreglos regulares y especiales donde los niños están presentes durante el día de trabajo.

    •  Juventud, incluyendo transporte, noches de alojamiento, tutoría y asesoría.

    •  Contratación de personal y reclutamiento de voluntarios (Vea las páginas 15-25 y 154-160).

    •  Respuesta a las alegaciones de abuso (páginas 117-126 y 132-133).

    •  Plan para el cuidado después del abuso (Vea las páginas 143-150).

    •  Almacenamiento, acceso y gestión de registros y archivos.

    •  Entrenamiento continuo del personal, de voluntarios, padres, dirigentes de la iglesia y nuevos miembros o participantes (Vea las páginas 39-46, 47-57, 71-77, 79-105, 137-141 y sus políticas y procedimientos).

    •  Una revisión periódica de las políticas, incluyendo la asignación de responsabilidad a una Oficina o Comisión particular de la Iglesia.

    •  Proceso para hacer cambios de procedimiento (y posibles cambios en la declaración de política).

    Primera Parte:

    Nuestro mandato

    capítulo uno

    Nuestro mandato

    COMO CRISTIANOS, somos llamados a vivir según el Evangelio de Jesucristo. Nuestra herencia cristiana proviene de los hebreos. Aceptamos la tradición y experiencia establecidas en las escrituras del Antiguo Testamento como el nuestro. En la historia de los antiguos hebreos, encontramos una arraigada herencia de justicia y misericordia. (Véase Miqueas 6:8; Isaías 1:17; Amós 5:24; Isaías 56:1; Deuteronomio 24:17 y Levítico 19:15.) También encontramos una fuerte tradición de hospitalidad y generosidad. (Ver Isaías 58:10-12 y Levítico 19:10.)

    La justicia y la hospitalidad eran elementos esenciales de un pacto entre el pueblo y Dios. La adoración fue el alma del Pacto. A lo largo de la historia del pueblo hebreo, se nota su práctica de adorar a Dios en lugares santos. A veces el lugar santo no era más que una pequeña tienda de campaña o un montón de piedras en las llanuras. En otras ocasiones el lugar santo era un templo bellamente adornado con muchos compartimientos grandes. Sin importar el lugar de la adoración, la gente lo atesoraba como un lugar sagrado, un santuario, donde podía adorar en seguridad y armonía. (Ver Salmos 20:1-2 y Salmos 27:4-5.) En el día de hoy, debemos recordar que nuestras iglesias son lugares sagrados de santuario para los hijos de Dios. Nuestras iglesias deben continuar siendo lugares donde personas de todas las edades puedan unirse en adoración, estudio y servicio, con la certeza de que se encuentran seguros en la comunidad de fe.

    El Nuevo Testamento aclara que como cristianos seguimos en una relación de pacto con Dios y con toda la comunidad de fe. El Evangelio de Lucas nos ofrece dos historias. Una de la infancia y otra, de la adolescencia de Jesús. Lucas 2:1-39 nos relata el nacimiento de Jesús y su dedicación en el templo ocho días después. Al leer este relato hoy, vemos una imagen vibrante del compromiso de fe de María y José de criar a su hijo en la comunidad de fe. Simeón y Ana también están incluidos en esta historia y se nos da a conocer que la comunidad de fe de Jesús se extendió más allá de sus actuales relaciones familiares y que adoraba con ellos en la congregación. Dos mil años más tarde, en muchas congregaciones, lo mismo puede decirse. El nuevo bebé se trae ante toda la congregación por sus padres para el bautismo. La congregación, junto con los padres, promete criar al bebé en el camino que conduce a la vida eterna.

    Lucas 2:41-52 nos ofrece una breve historia de Jesús en su adolescencia, como a la edad de doce años. De hecho, Lucas es el único Evangelio que nos da alguna idea de este período de la vida de Jesús. Teniendo en cuenta que desde que era niño María y José llevaban a Jesús a adorar con regularidad, tal vez no nos sorprende que a los doce años él fue al templo con ellos. ¿No es esto lo que todas las familias de nuestras congregaciones desean para sus propios niños?

    La Iglesia es un lugar de formación para los niños y por lo tanto debe ser un sitio de confianza y de compasión. Si así lo es, cuando ellos lleguen a ser jóvenes y adultos, esperamos que seguirán asistiendo a la iglesia. De la misma manera, es importante que los adultos creen un ambiente compasivo para los niños y es de igual importancia que los niños les tengan confianza a los adultos con quien ellos adoran. Cuando traemos a los niños a la iglesia a oír la Palabra de Dios y a crecer en relación con Dios y los demás, les enseñamos a participar en la vida de la congregación. Así, ellos aprenden que los miembros son confiables y compasivos. Esto es exactamente nuestro objetivo de proporcionarles a través de todos nuestros ministerios con niños y jóvenes.

    Debemos vivir de manera justa y generosa y solamente a través de los grandes mandamientos establecidos por Jesucristo quien enseñó claramente que los niños deberían ser incluidos y nutridos dentro de la comunidad de fe. (Véase Lucas 18:15-17 y Mateo 18:5-6). A lo largo de la historia de la iglesia cristiana, los niños han sido incluidos en el ministerio de la comunidad de fe y adoración. Hoy en día, la iglesia puede ser el único lugar donde los niños encuentren amor incondicional y cuidado que tan desesperadamente necesitan para crecer, para desarrollarse y aprender a ser fieles. Como cristianos, debemos tomar muy en serio nuestras responsabilidades hacia nuestros hijos, siempre atendiendo a su crecimiento y alimentación espiritual. Por lo tanto, fallamos en nuestras responsabilidades si descuidamos tomar precauciones adecuadas contra el maltrato físico en nuestras iglesias. Es probable que no podamos prevenir el abuso infantil en todas las circunstancias. Sin embargo, es posible reducir considerablemente el riesgo siguiendo una política cuidadosa, una práctica de prevención y un ministerio de protección.

    MAS JESÚS LLAMÁNDOLOS

    dijo: Dejad a lox niños venid a mí, y no se los impidan, porque de los tales es el reino de Dios.

    Lucas 18:16

    El abuso sexual infantil es una trágica realidad en nuestras comunidades. Aunque preferimos negar la realidad, el abuso sexual infantil en las iglesias es un hecho ineludible. Muy a menudo hemos oído informes en los medios de comunicación del abuso cometido en una iglesia o programa patrocinado por la iglesia. Cuando comencé a trabajar en el ministerio hace dos décadas, había poca conciencia pública de la existencia del abuso sexual en la iglesia. Ahora, como abogado y ministro Metodista Unido, sé que es el tema más traumático con el que trato en mi trabajo.

    Las Iglesias Metodistas Unidas históricamente han trabajado para asegurar que los niños en las comunidades fueranatendidos con alimentos, ropa, educación y una afirmación de valor y autoestima. En muchas comunidades, la Iglesia Metodista Unida (a través de sus denominaciones predecesoras) fue la primera en proporcionar guardería para los niños de la comunidad, para los hijos de padres que trabajaban y escuelas dominicales donde los niños oyeran del amor de Dios y experimentaran su presencia en la vida diaria. Hoy en día, estas tradiciones continúan y proporcionan una base sólida por la cual podemos hacer frente a la necesidad de la prevención de todas formas de maltrato infantil.

    Cuando ocurren denuncias de pederastia en la iglesia, si se comprueban, todos en la Iglesia sufren. El niño víctima y su familia sufren dolor incalculable. La congregación sufre el trauma de saber que se ha roto su pacto de vida. La familia del acusado sufre intensa humillación y probable quebrantamiento de la unidad familiar. A menudo, cuando se hacen estas acusaciones, se termina en un litigio. Podrán presentarse cargos penales contra el presunto agresor, o se pueden presentar demandas civiles para recuperar daños monetarios de los acusados y de la iglesia local. Los costos del litigio, sin importar el resultado, son astronómicos: financiera, emocional y espiritualmente. Estas pérdidas las sufren todos los involucrados. En muchas situaciones, pasan años hasta que se restaura la integridad de la comunidad de fe.

    Aun cuando las acusaciones de abuso sexual infantil resultan ser falsas, el dolor y el trauma experimentado dentro de la iglesia causa enorme daño. La persona a quien se le acusa falsamente y su familia resultan terriblemente ofendidos y humillados. La congregación siente remordimiento de cómo podrían ocurrir tales abusos en su medio. La congregación también sufre con el acusado cuando las demandas se demuestran ser falsas. Por último, debemos reconocer que la víctima que hizo falsas acusaciones merece el amor y el cuidado de la comunidad de fe.

    ¿POR QUÉ? IMPLEMENTAR UN PLAN DE PREVENCIÓN DE ABUSO DE NIÑOS?

    Porque nuestra iglesia es una comunidad de fe—un refugio y santuario—donde los niños y jóvenes pueden ser confirmados y fortalecidos en el camino que conduce a la vida eterna.

    La Conferencia General de la Iglesia Metodista Unida en 1996 aprobó una resolución para reducir el riesgo de abuso sexual en la iglesia. El texto completo de la presente resolución se imprime en las próximas dos páginas. Al leerlo nos daremos cuenta de las medidas concretas que se deben tomar por las iglesias locales, las conferencias anuales, la Junta General de Discipulado y la Junta General de Ministerios Globales. Este libro intenta asistir a la conferencia o a la iglesia local a trabajar a través de estos pasos. La resolución de 1996 ha sido reafirmada y continuada por cada Conferencia General sucesiva. Los procedimientos y las políticas de protección, prevención y ministerio en el abuso infantil son esenciales para cada congregación, no sólo para la protección y seguridad de nuestros niños (todos los menores de 18 años) sino también para nuestros trabajadores voluntarios y trabajadores con niños. Estamos conscientes que las congregaciones locales difieren en las formas que se dedican al ministerio con niños y jóvenes. Por lo tanto, la necesidad en cada congregación de directrices y políticas de prevención será un poco diferente de las demás congregaciones.

    El Evangelio nos llama a comprometernos en el ministerio con niños y jóvenes. No debemos permitir que los riesgos detengan nuestro ministerio. Por el contrario, debemos

    •  Reconocer los riesgos y desarrollar un plan práctico para reducirlos,

    •  Tomar medidas para prevenir daños a nuestros hijos y nuestros trabajadores y

    •  Continuar respondiendo a las ordenanzas del Evangelio de involucrarnos en el ministerio de niños, haciendo patente una diferencia en sus vidas.

    Este recurso se ofrece como una fuente de orientación y de las políticas del modelo apropiado para su congregación al crear un plan sustantivo de prevención del abuso infantil. Santuarios Seguros

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