Un tráto con Dios.

Un Trato con Diós

El Poder de Uno

Michael Haden

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Dedicatoria

Este libro esta didecado a todas las niñas que han superado grandes obstaculos para convertirse en grandes mujeres.

Reconocimientos

Una agradecimiento muy especial a Dios, mi esposa Doreen, Adam Camuti, Dean Hutchinson, Tony Miller, Dr. Clark Hersey, Kelly Hersey, Dr. Gilbert, Donna Brazzelton, y Jackie Longeman.

Y muchas gracias a mamá y papá, Haden, Jenna y Alexandrea; Mike  y Mary Morris. James Stauber, Emily Evans, Amy DeWitt, Edna Dusntosn, Suzanne Beauchaine, Marianne Screnock, Mr. Reagan Upshaw, a toda mi familia política y no política, Los Rumores, Los arroyos, todos en el Club de Soccer de Tampa, M.A.D.D, y todos amigos y conocidos que ofrecieron ayuda, guía e inspiración durante el camíno.

Prefacio

En 1976 el lírico de Elton John, Bernie Taupin escribió el estribillo para una canción en el álbum de Blue Moves, haciendo la pregunta Si hay un Dios en el Cielo ¿qué está esperando? Si Él no puede oír a los niños, entonces Él debe ver la guerra, pero me parece que Él lleva sus corderos al matadero, no a la Tierra Prometida.

Siempre he igualado lo que oyes acerca de Dios fuera de la iglesia y fuera de la Biblia, a lo que escuchas en las noticias de la tarde. Básicamente, escuchas acerca de las cosas malas y rara vez sobre el bien, al igual que escuchas muchas de las cosas malas que se culpa a Dios. Tal vez, la razón por la que no oyes hablar de las cosas buenas que hace, es porque es parte del trato.

Capítulo 1

Rebeccah Samuel

Rebeccah Johnson se reunió con Leon Samuel en su tercer año, cuando ambos estaban en la universidad. Estaban en una gran fiesta y se atrajeron inmediatamente, lo que pronto llevó a una relación estable. Una noche de verano fatídica, cuando la joven pareja celebraba el cumpleaños número 21 de Rebeccah, demasiado vino temporalmente nubló su juicio. Tres semanas después, una prueba de embarazo casera confirmó lo que sospechaba, estaba embarazada.

Leon y Rebeca eran cristianos. Por lo tanto, no tener al bebé nunca fue considerado. Sin embargo, en lo que respectaba a Rebeccah, el momento no podría haber sido peor.

Leon le pidió a Rebeccah que se casara con él, la planeación apresurada boda se desarrolló sin problemas. Pero en los 7 meses restantes de su embarazo sólo pudo completar 30 de las 48 horas de crédito que necesitaba para graduarse. Con 18 horas de crédito todavía requeridas, Matthew nació. Prometió terminar la universidad dentro de los siguientes dos años. Pero sólo 5 meses después del nacimiento de Matthew, estaba embarazada de nuevo del bebé Mark.

Rebeccah era de Macon, Georgia. Leon era de Atenas, Georgia. Cuando se casaron, decidieron mudarse al centro a Morrison. Leon podía trasladarse a la distribuidora de bebidas en la que conducía un camión en menos de media hora. Rebeccah podría llegar a la casa de sus padres en 55 minutos.

Debido a su juventud y a que Leon era relativamente nuevo en su trabajo, no podía calificar para la casa que a Rebeccah le gustó en Morrison. Leon encontró una gran oferta en una casa para la que podían calificar en la vecina Dothan, pero Dothan nunca le gustó realmente a Rebeccah.

Pronto Matthew empezó el 1er grado y Mark empezó el pregrado. Rebeccah se reinscribió en la universidad. Decidió comenzar con 9 horas de crédito - 3 clases por 3 horas de crédito cada una. Si conseguía buenas calificaciones, podría volver para el semestre de primavera y terminar las últimas 9 horas y graduarse.

Era un plan sólido. Desafortunadamente, la universidad es más fácil cuando estás soltero y sin hijos. Solo pudo aprobar 2 materias, que le ganaron 6 horas más de crédito. Tuvo que abandonar la tercera clase, porque era de especialidad, muy difícil y consumía demasiado tiempo. Estaba frustrada porque las cosas no iban como ella quería.

Rebeccah terminó el semestre en diciembre, requiriendo 12 horas más de crédito para graduarse. Ese Enéro, se inscribió para dos clases, ambas especialidades. Esperaba que reducir su carga de cursos le facilitaría las cosas. Entonces, un rayo golpeó por tercera vez. Mientras se preparaba para el nuevo semestre, perdió su período, se enteró de que estaba embarazada de nuevo y luchó con las peores nauseas de sus tres embarazos.

Para cuando empezó a sentirse mejor y fue capaz de concentrarse en su trabajo de clase y estudios, ya estaba muy atrasada. Si dejaba esas dos clases, sería casi imposible agregarlas en una fecha posterior. Se estaba quedando sin bajas de clase y su promedio de calificaciones estaba cayendo.

Rebeccah estaba deprimida y empezaba a resignarse a no graduarse. Estaba desconsolada. Injustamente, culpó a Leon por su situación. Odiaba ser un ama de casa.

El 23 de agosto nació Luke. Al principio, trató de sacar lo mejor de la situación. Rebeca se ocupaba de dirigir la casa. Pagó las facturas, hizo las compras domésticas y se encargó de todas las decisiones sobre los muchachos.

También comenzó a desquitarse con Leon más y más. El no entendía por qué, pero no se quejaba. Rebeccah le mostraba cada vez menos afecto y atención que nunca. Les gritaba a los chicos con frecuencia y habitualmente le recordaba a Leon que su casa era demasiado pequeña, especialmente para cinco personas.

Desafortunadamente, tener más personas que dependen de ti, no aumenta el puntaje de crédito.

Rebeccah había aprendido a apreciar la paz y la tranquilidad que disfrutaba durante el día en que Matthew y Mark estaban en la escuela. Ahora estaba de vuelta al principio con un bebé exigiendo todo su tiempo. Se deprimió más y sus relaciones con Leon, Matthew y Mark sufrían.

Cuando se acercó el segundo cumpleaños de Luke, Rebeccah se volvió aún más retraída. Los fines de semana, se llevaba el camión de Leon a la casa de sus padres, dejando a los chicos con su pádre. A veces salía el sábado por la mañana y no regresaba hasta el domingo por la noche. Los domingos por la mañana, él cargaba a Luke y caminaba la media milla a la iglesia con Mathew y Mark caminando a su lado.

Leon, nunca se quejó.

Después de un mes de esto, los padres de Rebeccah le insistieron en que se enfocara y empezara a ser una mejor esposa y madre. Se dio cuenta de que su mentalidad no estaba donde debía estar y empezó a poner las cosas en perspectiva. Comenzó a cocinar y limpiar para los chicos como solía hacerlo. A medida que su estado de ánimo mejoraba, era más fácil llevarse bien con ella.

A pesar de que ella sentía que no tenía el temperamento o la paciencia, Rebeccah estaba tratando de convertirse en una madre más amorosa y cariñosa. Las cosas estaban mejorando lento pero seguro en la casa de los Samuel.

Luke tenía casi tres años. Era más fácil de cuidar en comparación de cuando era un bebé. Podía entretenerse jugando con juguetes o viendo la televisión. Podía tomar sus propias meriendas y tomar las siestas normales.

Rebeccah tenía ahora treinta y dos años. De niña fué muy saludable, y de adulto, relativamente saludable. Pero en una calurosa noche del 21 de agosto, se fue a la cama temprano y nunca se despertó. Sufrió un aneurisma cerebral mientras dormía.

Fue una sensación extraña. Rebecca sintió que su cuerpo flotaba a través de un inmenso túnel y podía ver una luz amarilla brillante en la distancia. Al principio, se sintió atraída por la luz. Entonces tuvo una premonición. Era una visión escalofriante sobre su hijo Mark.

Mark era el hijo mediano de Rebeccah, ahora de nueve años. Pero en su visión, vió a Mark como un adolescente que vagaba por los terrenos de la escuela secundaria con otro chico disparándo y matándo a sus compañeros de clase al azar. Mark todavía tenía una pistola en la mano cuando el policía le disparó.

Rebeccah se horrorizó al darse cuenta del trágico futuro de su hijo. Superada por la emoción, se derrumbó en el suelo del túnel. Inmóvil, comenzó a rezar. No importaba cuán grande era la fuerza de Rebecca, ella no se movía.

Dios vio lo que había sucedido y vio el error. Nadie que abandone este reino debería tener que ver el destino de su familia, especialmente un destino tan terrible. Dios se apiadó de Rebeccah. Ella no merecía ser un alma torturada. Dios le extendió la mano.

- Rebeccah tu vida ha terminado y esto no cambiará. Pero si procedes a la luz, enviaré a alguien para vigilar a tu familia. Y lo que viste en esa premonición, no sucederá. Necesito una respuesta inmediata si deseas mi ayuda.

Rebeca, llena de lágrimas de agradecimiento, inmediatamente accedió sin decir nada y entró en la luz.

Capitulo 2

Deana Murphy

Deana Murphy es una mujer joven extraordinaria. Los primeros trece años de su vida fueron absolutamente horribles, tristes y brutales. Lloré la primera vez que escribí el comienzo de este capítulo porque era difícil escribir las palabras para describir lo que Deana tenía que soportar. Su resistencia ante lo adverso es increíble.

Nació el 22 de agosto de 1987. Su padre biológico nunca estuvo en su vida. Dejó a la madre de Deana mientras aún seguía embarazada. Jamie Murphy, la madre de Deana, salió adelante lo mejor que pudo con todos los desafíos de ser madre soltera.

En 1990, debido a las complicaciones de una enfermedad y no tener dinero suficiente para atención médica adecuada, Jamie falleció. Sus padres habían muerto años atrás y no había familiares adecuados para cuidar a Deana.

Deana se convirtió en una huérfana más del estado de Florída. Una familia en Tampa con una hija biológica de 4 años le prestó cuidados de crianza temporal. Pronto celebraría su tercer cumpleaños. El hogar era de clase media. Desde el principio la madre y el padre fueron atentos y cariñosos.

Aunque perdió a sus padres biológicos, llevó una vida bastante normal. Sacába muy buenas notas en la escuela y parecía adaptarse bien en su hogar adoptivo. Nada en su vida salió de lo ordinario hasta pasado el 5to grado.

Trágicamente, el verano anterior al sexto grado, tuvo lugar una de las peores cosas que le pudo pasar a un niño. Hasta el día de hoy nadie realmente entiende lo que llevó al padre adoptivo de Deana a abusar de ella sexualmente. En un esfuerzo por cubrir su crimen, después de que Deana quedó embarazada, la obligó a tener un aborto.

El procedimiento salió horriblemente mal. La combinación de un médico inepto y un trabajo apresurado dejó a Deana con complicaciones. Imagina tener doce años y recibir la noticia de que serás estéril para toda la vida.

El padrastro fue atrapado, su propia esposa lo entregó. Fue detenido y procesado por el Estado. Condenado a ocho años en una dura penitenciaría federal. Tres años dentro de su condena, se metió en un altercado con otro prisionero. Lo golpearon y lo dejaron morir en el frío suelo de cemento de la cárcel. Los pedófilos no terminan bien en la cárcel.

Deana era el testigo principal y debía declarar con frecuencia. Las apariciones en la corte, le causaban malestar en el estómago y causaban que se deprimiera. Pasó sus años de escuela secundaria en los tribunales con sus libros desesperadamente tratando de no quedarse atrás. Su enfoque en el trabajo escolar siempre constante la ayudó a mantener temporalmente su mente fuera del juicio.

Incluso en medio de la tragedia, Dios estaba trabajando. Un abogado de Tampa, que deseó permanecer en el anonimato, oyó hablar de Deana. Era bueno y un hombre de fé. Pagó a un orfanato de muy buena reputación para que se llevasen a Deana.

Alfred y Myra Wilson tenían seis niños con edades de 4 a 11 en su hogar de crianza temporal. Había una niña de diez años autista llamada Tammy que a los Wilsons se les dijo que sería casi imposible de colocar. Ellos estaban dispuestos a criar a la niña, pero juntarla con seis hijos, creaba un problema más. El abogado la trajo a los Wilson y al parecer fue un buen ajuste. Podrían darle a Deana y Tammy su propia habitación y dejar a los chicos en otra habitación.

El orfanato fue rediseñado para dos adultos y ocho niños. Deana tenía casi trece años y era la mayor. Le gustaba ser la mayor, porque los Wilson la trataban como a un adulto joven y no como a un niño.

Los Wilson casi se sintieron culpables de tenerla constantemente ayudando a cocinar, limpiar y cuidar a los niños más pequeños. Pero ambos estaban saliendo de los 60 y tener a Deana era una bendición.

Mientras en el orfanato, llegó a ir a la iglesia los miércoles por la noche y los domingos. Fué cuando aprendió por primera vez acerca de Jesús, lo aceptó como su Salvador y fue bautizada. Era importante para Deana mover su vida en el camino correcto, especialmente con el comienzo de la escuela secundaria acercándose.

Le encantaba jugar al fútbol. No tenía un verdadero cuerpo de atleta. Era de estatura promedio, en el lado corporal pesado y no muy rápida. Sin embargo era inteligente, tenaz y trabajaba extremadamente duro.

Sus entrenadores enfatizaban mucho el trabajo en equipo, la disciplina y la voluntad de dar un esfuerzo extra. Incluso si crees que no puedes, puedes hacerlo si tienes fe.

Al principio el equipo no era muy bueno. Perdieron muchos juegos, a veces por mucho. Los entrenadores nunca se enojaron o gritaron al equipo. Al contrario éllos y las chicas llegaban a la práctica antes y se quedaban más tarde. Su entrenamiento fue muy intenso.

Los entrenadores enfatizaban en tomar la iniciativa y ser un catalizador para los demás, pues no creían en los jugadores estrella. Cuando una jugadora tomára la delantera forzando una modificación de posición haciendo una gran jugada para establecer un gol, al dar un esfuerzo adicional, se esperaba que las otras chicas hicieran lo mismo.

En lugar de perder 5-1, las pérdidas fueron cada vez más como 4-3. A medida que aprendieron a jugar mejor la defensa del equipo las puntuaciones se convirtió en 2-2 y 1-1. Los equipos que solían vencerles fácilmente ahora estaban batallando para hacérlo.

La siguiente temporáda, todo el trabajo duro comenzó a pagar su esfuerzo.

Lo que solían ser pérdidas cercanas eran ahora roces y victorias cercanas. Ocho victorias, dos derrotas y cuatro empates les ganaron un campeonato de división. Ganar un campeonato de división les dio la oportunidad de jugar para el Campeonato Estatal.

Apropiadamente nombrado, el torneo de campeonato estatal se llama Copa del Estado. Los mejores equipos juegan uno contra el otro. Cuando se trata de los últimos dieciséis equipos se convierte en un único torneo de eliminación.

El equipo de Tampa de Deana ganó sus primeros cuatro partidos y ahora estaban en los cuatro finales. Un beneficio adicional para las chicas fue que la final de este torneo se jugó en Cocoa Beach. Las chicas disfrutaron de un pequeño viaje por carretera. Ellas sabían que aún era largo el camino para ganar el campeonato, pero el sólo estar ahí era emocionante por derecho propio.

El primer juego fue contra Southside, una de las jugadoras era la hija de un jugador profesional del popular deporte. Había realmente un miembro de los medios nacionales en el juego.

Eran el equipo más rápido del torneo y que fácilmente podría vencerlas 7 a 0 si no hacían su mejor esfuerzo. Southside anotó en los primeros cuatro minutos. Anotaron de nuevo antes de la mitad. Tampa caía 2-0 y hubo una conversación intensa en el medio tiempo.

El entrenador les dijo que necesitaban jugar con más corazón y pasión que en la primera mitad. Hizo una oración para darles fuerza y que empeñaran sus corazones. Cada chica tenía que jugar al cien por ciento de su potencial.

En la segunda mitad, la defensa de Southside le robó la pelota a Tampa y se la dió a su mejor centrocampista. Deana jugó medio campo defensivo y había hecho un trabajo realmente bueno defendiéndolo de esta chica hasta ahora. En la primera mitad la había tratado de dominar. En ese momento, Deana era casi 1 metro 60, 70 kilgramos de músculo y sólida como una roca. La muchacha de Southside fue superada, Deana era demasiado fuerte.

Deana pensó que esta vez la chica intentaría algo diferente, tenía miedo de que se le adelantara y la golpeara con su velocidad. Así que extendió los tacos para quitarla, hizo una finta y retó a la niña a tratar de pasar por sus piernas con la pelota.

El goteo del balón de fútbol entre las piernas de un oponente se llama meg. Ayuda a un jugador ofensivo a llegar desde el punto A al punto B lo más rápido posible. Pero tiene que ser ejecutado correctamente.

Efectivamente la jugadora de Southside fue por el meg y justo cuando lo hizo, Deana abrochó su pierna derecha haciendo un bar literal fuera de él. Esta técnica atrapa la pelota al defensor como el driblador pasa después de haber perdido la posesión.

Dieciocho muchachas en el campo fueron a la dirección de la chica que ellas pensaban que tenía la pelota. El extremo izquierdo de Tampa, Meghan fue al otro lado, igual que Deana con el balón, tenía un camino claro hacia el gol en el lado derecho mientras pateaba la pelota alrededor de una defensora solitaria de Southside, la portera ahora tenía que desafiar a Deana porque estaba levantando su pierna para disparar. Miró el poste derecho y la portera se zambulló hacia ese lugar.

En lugar de disparar, Deana pasó el balón a la izquierda. Meghan había permanecido en ese lado de modo que ella estaba en una posición final. El pase fue un poco fuera en frente de Meghan, pero Deana había vendido el falso tan brillantemente, que dejo a Meghan en posición para el gol, disparó y el liderato de Southside fue reducido a 2-1.

Tampa ahora tenía el impulso y sentía que podría vencer a Southside si pudieran de algún modo meter el siguiente gol. Se podía ver la motivación por el ritmo acelerado del juego. No había más sonrisas en los rostros de las jugadoras, sólo expresiones serias y enfocadas. Hubo buenas jugadas por ambos equipos y buenas salidas también.

Uno de los tiros de Tampa fue realmente duro y rápido y el portero de Southside no pensó que podría atrapar el balón limpiamente. Decidiéron lanzar el balón hacia el campo tan fuerte posíble para despejar el balón fuera de la zona defensiva. La pelota pasó por la ofensiva de Tampa y la defensa de Southside, aterrizó entre la parte superior de la caja de dieciocho yardas y la línea del centro del campo.

La mediocampista más pequeña de Tampa, Alexa, también fue una de las jugadoras más rápidas. Ella era el ancla en su equipo de pista de la secundaria. Se dirigió a la pelota, que seguía rebotando. Puso su pie debajo, la pateó tan fuerte como pudo y pasó rápidamente por la oreja de una jugadora de Southside. En el momento en que el portero intentó hacer una jugada para atrapar la pelota, ésta ya se dirigía a la parte posterior de la red. Tampa 2, Southside 2.

El partido terminó empatado 2-2.

En ese momento jugaron Gol de oro. Básicamente, las chicas tienen 30 minutos más para jugar hasta que alguien anote. Si nadie anota, se van a penales.

El tiempo extra parecía durar para siempre. Entonces una jugadora de Southside hizo una infracción de balón en mano dentro de su propia área chica, Tampa fue galardonado con un tiro penal y anotó. Tampa 3, Southside 2.

Más tarde ese día tuvieron que jugar en la final. Iban contra un equipo de Jacksonville que ocupába el séptimo lugár del país. Tampa perdió 4-1, pero el segundo lugar de los treinta y ocho equipos de la División Uno fue excelente. Cada chica recibió un gran trofeo. Deana dijo que era la primera vez que había recibido algún tipo de reconocimiento distinto al del Cuadro de Honor en la escuela.

Ahora tenía dieciséis años y era lo suficientemente buena como para estar dentro del equipo oficial de la escuela. A pesar de que era sólo una estudiante de segundo año, comenzó todos los partidos y jugó cada minuto. El equipo de la escuela secundaria perdió la mayor parte de sus juegos, pero Deana ganó el respeto de cada equipo contra quién jugaba. Tenía la reputación de ser una competidora feróz. Sus entrenadores hasta el día de hoy recuerdan el enorme esfuerzo que siempre hizo.

Cuando Deana se acercó a los diecisiéte años, los Wilson se acercaban a los setenta. El orfanato era de cuatro niños, más Tammy y Deana, temía que tuvieran que cerrar el orfanato si llegaba a ser demasiado trabajo para ellos. Así que asumió aún más responsabilidades para facilitarles más cosas.

Con la ayuda de la Sra. Wilson, Deana se estaba convirtiendo en una cocinera por encima de la media. También tenía una inclinación para ayudar y servir de mentor a sus hermanos adoptivos. El señor Wilson tenía una increíble habilidad para conciliar las diferencias que surgían entre los chicos, poseía una forma natural con los niños, incluso con personalidades difíciles, era el maestro de usar recompensas positivas e incentivos para motivar a los niños.

Deana también parecía tener habilidades naturales de padre, muchas de las cuales aprendió de los Wilson.