Objetos frágiles
By Inés Mendoza
()
About this ebook
En su apuesta por un Romanticismo actual y necesario, estas narraciones retoman la ironía del Decadentismo, la sugerencia simbolista, el gesto disidente de las vanguardias. Los hombres y mujeres que caminan por sus ciudades heridas son habitantes de los sueños, sonámbulos que, como los de Keats, Shelley o Novalis, nadan en el corazón de lo contradictorio: luz y sombra, erotismo y muerte, individuo y sociedad, materia y alma, jerarquía y caos, fugacidad y permanencia. Todos ellos se mueven en el territorio del duermevela y el vacío de lo real: encarnan la insignificancia de lo humano en la corriente del tiempo.
Objetos frágiles es, en suma, un libro apasionado, exigente y maduro, que confirma a Inés Mendoza como una de las voces más destacadas en el cuento español de hoy.
Related to Objetos frágiles
Titles in the series (100)
Helarte de amar: y otras historias de ciencia-fricción Rating: 4 out of 5 stars4/5Lazos de sangre Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEl lector de Spinoza Rating: 5 out of 5 stars5/5Ajuar funerario Rating: 4 out of 5 stars4/5Casi tan salvaje Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsMirar al agua: Cuentos plásticos Rating: 5 out of 5 stars5/5La glorieta de los fugitivos: Minificción completa Rating: 4 out of 5 stars4/5Temporada de fantasmas Rating: 4 out of 5 stars4/5El síndrome Chéjov Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsPropuesta imposible Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLa mitad del diablo Rating: 3 out of 5 stars3/5Las buenas intenciones: y otros cuentos Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLas elipsis del cronista Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLos pájaros Rating: 4 out of 5 stars4/5Alumbramiento Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLa vida ausente Rating: 3 out of 5 stars3/5Covers. En soledad y compañía Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsHasta luego, mister Salinger Rating: 5 out of 5 stars5/5España, aparta de mí estos premios Rating: 4 out of 5 stars4/5Oficios ejemplares Rating: 4 out of 5 stars4/5Voces de humo Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLas otras vidas Rating: 4 out of 5 stars4/5El jardín japonés Rating: 3 out of 5 stars3/5Inquisiciones peruanas Rating: 3 out of 5 stars3/5Las puertas de lo posible: Cuentos de pasado mañana Rating: 4 out of 5 stars4/5El último minuto Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsCuentos completos Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsDías de ira: Tres narraciones en tierra de nadie Rating: 4 out of 5 stars4/5El androide y las quimeras Rating: 4 out of 5 stars4/5La señora Rojo Rating: 0 out of 5 stars0 ratings
Related ebooks
Mientras nieva sobre el mar Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsAndar sin ruido Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLa noche y yo Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEl libro de los viajes equivocados Rating: 5 out of 5 stars5/5Luz de tormenta Rating: 1 out of 5 stars1/5Alguien bajo los párpados Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsCasi tan salvaje Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsPeach Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLa muerte juega a los dados Rating: 5 out of 5 stars5/5Haz memoria Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsFiebre de carnaval Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsPuro glamour Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLa trama oculta: Cuentos de los dos lados con una silva mínima Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsHabitaciones impropias Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLas Estrellas Rating: 2 out of 5 stars2/5Noche que te vas, dame la mano Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsTú también vencerás Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsAlgo se nos ha escapado Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEl cuerpo secreto Rating: 5 out of 5 stars5/5Las otras vidas Rating: 4 out of 5 stars4/5La vida en obras Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsOdio la playa Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsAlto contraste Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLos días luminosos Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEl mundo de los Cabezas Vacías Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEl otro fuego Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsOcho centímetros Rating: 2 out of 5 stars2/5El pensamiento mudo de los peces Rating: 4 out of 5 stars4/5Fábrica de prodigios Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsBellas ficciones Rating: 5 out of 5 stars5/5
Short Stories For You
Hombres duros y sexo duro - Romance gay: Historias-gay sin censura español Rating: 4 out of 5 stars4/5Colección de Edgar Allan Poe: Clásicos de la literatura Rating: 5 out of 5 stars5/5Me encanta el sexo - mujeres hermosas y eroticas calientes: Kinky historias eróticas Rating: 3 out of 5 stars3/5El reino de los cielos Rating: 4 out of 5 stars4/5La paciencia del agua sobre cada piedra Rating: 5 out of 5 stars5/5Perras de reserva Rating: 5 out of 5 stars5/5Hechizos de pasión, amor y magia Rating: 5 out of 5 stars5/5El gallo de oro y otros relatos Rating: 4 out of 5 stars4/5¿Buscando sexo? - novela erótica: Historias de sexo español sin censura erotismo Rating: 4 out of 5 stars4/5El llano en llamas Rating: 4 out of 5 stars4/5Cómo besa: Serie Contrato con un multimillonario, #1 Rating: 4 out of 5 stars4/5Las cosas que perdimos en el fuego Rating: 4 out of 5 stars4/5Dime que me deseas: Relatos eróticos para leer con una sola mano Rating: 2 out of 5 stars2/5Sacrificios humanos Rating: 4 out of 5 stars4/5Suelten a los perros Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEl profeta Rating: 4 out of 5 stars4/5Selección de relatos de horror de Edgar Allan Poe Rating: 5 out of 5 stars5/5EL GATO NEGRO Rating: 5 out of 5 stars5/5La sombra sobre Innsmouth Rating: 5 out of 5 stars5/5Cuentos de Canterbury: Clásicos de la literatura Rating: 4 out of 5 stars4/5Cuentos Rating: 4 out of 5 stars4/5Magia negra Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEl ruiseñor y la rosa Rating: 5 out of 5 stars5/5Cuentos de León Tolstoi: Clásicos de la literatura Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsPoirot: Historias cortas Vol. 1 Rating: 4 out of 5 stars4/5Relatos de lo inesperado Rating: 4 out of 5 stars4/5Colección de Gustavo Adolfo Bécquer: Clásicos de la literatura Rating: 5 out of 5 stars5/5El Horror de Dunwich Rating: 5 out of 5 stars5/5
Reviews for Objetos frágiles
0 ratings0 reviews
Book preview
Objetos frágiles - Inés Mendoza
Inés Mendoza
Objetos frágiles
Inés Mendoza, Objetos frágiles
Primera edición digital: octubre de 2017
ISBN ebook: 978-84-8393-607-8
IBIC: FYB
Inés Mendoza, 2017
© De la ilustración de cubierta: Giorgio De Chirico, VEGAP, Madrid, 2017.
© De esta portada, maqueta y edición: Editorial Páginas de Espuma, S. L., 2017
Colección Voces / Literatura 249
Nuestro fondo editorial en www.paginasdeespuma.com
No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright.
Editorial Páginas de Espuma
Madera 3, 1.º izquierda
28004 Madrid
Teléfono: 91 522 72 51
Correo electrónico: info@paginasdeespuma.com
Para Ángel Zapata
Nosotros seremos quienes vieron la barbarie,
los contemporáneos de los hunos
Remy de Gourmont
Aconséjame, ¡oh sueño mío!, ¿qué hacer?
Stéphane Mallarmé
Ritual de las manos
¿De qué no es responsable el durmiente?
¿Qué diálogo mantiene y con quién?
Djuna Barnes
Nostalgia del velero
Si de visita con dos amigos en el jardín de un lujoso chalet, nada más romper la primavera, el anfitrión nos invita a apreciar el aroma de un rosal que ha cultivado él mismo, lo primero que me viene a la cabeza es que el mar pronto inundará aquella casa. Una ocurrencia extravagante hasta para un insensato como yo. Pero si por accidente, poco después, vuelvo la cara hacia la tapia que delimita el jardín al fondo de la propiedad, resulta que mis ojos tropiezan con algo más raro aún: el casco de un velero sin velas repleto hasta la borda de camelias rojas.
Además del colorido de semejante imagen, me llega un hedor como a pescado o salitre. Ni mi amiga ni su compañero parecen notar nada. Tampoco nuestro anfitrión. En cambio yo sospecho que el rasguño que me sala el paladar proviene de ese barco, quizá empeñado en revivir sus tiempos remotos de bravo artilugio marino. Naturalmente, me parece justo. Condenado a sufrir otro verano más el sopor de un burdo adorno doméstico, su única estiba es la cama de tierra para macetas donde nuestro anfitrión ha plantado camelias rojas y hasta ridículos capullos de jazmín. Es bien seguro que el velero recuerda su vida anterior, cuando bogaba a muchos nudos entre brumas de mares únicamente poblados por el eco frío de las leyendas, cuando su vela mayor se abultaba de cara al oleaje del temporal o las cuadernas del casco frenaban el aletazo de los monstruos en altamar, y los callos en los dedos del timonel, y los torsos de bronce que cada tarde se gritaban blasfemias encaramados a la arboladura como gaviotas hediondas.
Después de un buen rato bajo el sol, mis amigos siguen al anfitrión olisqueando de mala gana unos claveles. En cambio yo finjo acariciar los pétalos de unos arriates que huyen hacia el fondo de la parcela. Es así como arribo por fin a la zona de la tapia donde está el velero. No me choca lo que descubro. Una capa de moluscos viscosos, inexplicable en el aséptico huerto de un chalet burgués, recubre el casco como para confirmar mi impresión de venganza marina.
Escarbando con las manos la tierra donde se asienta la embarcación, sorprendo un leve hundimiento de la proa en el terreno del jardín. Se diría que el peso de esas malditas camelias ha desfondado al barco, que se va a pique. Un poco más allá reparo en un ancla picada de moho que se recuesta en la tapia como si fuera un rastrillo. Ahora no me quedan demasiadas dudas. De repente mis piernas quieren temblar; empiezo a marearme, y eso que ya hacía casi media hora que había perdido de vista ese rasguño salobre en el paladar, ese olor a pescado.
Con tanto clavel y tanto perfume de rosal, no creo que nuestro anfitrión descubra a tiempo la inclinación a estribor, casi imperceptible, que una de estas noches veraniegas terminará por volcar el velero: un capitán imprudente. Por eso lo más natural es que zozobre, que al fin su proa fije rumbo hacia las profundidades oscuras de la tierra igual que en cualquier naufragio, aunque ya ningún torso bañado en sudor gruña blasfemias mientras achica el agua.
Tal vez ese caluroso amanecer, nuestro anfitrión oiga desde su chalet los gritos de auxilio de los desgraciados que se ahogan. Y les vuelva la espalda arrebujado en sus sábanas limpias, como ocurrirá en más de una travesía a ultramar. Llegado el otoño, incluso puede que las costillas del casco se astillen y algunos tablones manchados de humus descollen sobre el césped. Entonces el velero quedará sepultado para siempre, feliz de alcanzar el prestigio de los barcos hundidos, soñando que custodia tesoros podridos de camelias muertas que solo conseguirán exhumar –tras meses de faena– buzos futuros.
Aún sigo agachado junto al velero cuando oigo que mi amiga grita