Una mujer para el vaquero
By VD Cain
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A veces el amor aparece donde menos te lo esperas y no donde crees que debería estar. Ben Roberson, un vaquero muy diligente en la doma de caballos para lacear ganado y tirar de los carruajes, ha decidido que quiere sentar cabeza y tener una familia. Las mujeres parecen ser diferentes cuando te paras a conocerlas mejor. Ben no sigue el consejo de su amigo. ¡No es de extrañar que se vea en apuros cuando se trata de mujeres! Las que parecen dulces y perfectas terminan siendo todo lo contrario y las que parecen un imposible serán la elección perfecta. Ben aprende que el amor es interesante cuando sigue sus sentimientos y encuentra al amor de su vida.
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Una mujer para el vaquero - VD Cain
Capítulo 1
Ben Roberson tenía los ojos de color marrón oscuro, el pelo castaño cenizo y una sonrisa que podía enamorar a cualquier mujer. Su cuerpo bien tonificado y musculoso era fruto de su rutina diaria. Trabajaba de sol a sol domando caballos salvajes que, una vez entrenados, se usaban principalmente para lacear ganado. Algunos de los más tranquilos también servían para tirar de los carruajes y llevar a los lugareños adónde lo necesitasen.
Ben se sentía orgulloso de su trabajo porque ayudaba a su pueblo. Con la doma de caballos de buena calidad, contribuía a la seguridad de otros vaqueros y esto era de suma importancia. Algunos años atrás, antes de que Ben se encargara del adiestramiento, no se domaba de forma correcta a muchos de los caballos. Como consecuencia, los animales lanzaban a los jinetes de sus lomos y los intentaban pisar. A menudo los vaqueros resultaban heridos y no había muchos médicos para ayudarles, ni tampoco muchos rancheros para ocuparse del ganado mientras se recuperaban. En cambio, desde que Ben quedó al cargo, los caballos habían comenzado a responder bien a la doma y se habían adaptado bastante bien. Ya no temían tanto a los humanos, lo que hacía que Ben se preguntase qué técnicas usarían antes para hacer que los pobres animales obedeciesen. Casi no había ocurrido ningún accidente desde el cambio de adiestramiento; una prueba más de lo bien que hacía su trabajo.
A Ben le encantaba su vida y pasaba muchas horas en el trabajo. Sin embargo, le perturbaba la falta de una mujer especial: alguien que le esperase en casa, con quien vivir aventuras sorpresa y para quién cocinar. A pesar de que esto le fastidiaba, no dejaba que llegara a afectarle.
–¿Por qué no invitas a salir a Mary algún día? Parece muy interesada en ti. Además, ¡es guapa! −sugería a menudo Tuck, otro de los vaqueros.
–No −negaba Ben−. Ella solo hace su trabajo. La aprecio muchísimo y aprecio su duro trabajo. No quiero complicar las cosas. Me gustan como están y necesito a alguien como ella en mi vida.
−Alguien como ella podría llegar a ser tu esposa.
–Cierto, pero como he dicho, ella solo hace su trabajo. Hace lo mismo por todos nosotros y yo no soy más especial para ella que tú.
−Está bien. Bueno, ¿y qué me dices de Beth Ann, la