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La Sabiduría del Evangelio Primitivo
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La Sabiduría del Evangelio Primitivo

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El Evangelio primitivo mencionado en este libro es el Evangelio original llamado el Evangelio del agua y el Espíritu. Sin embargo, hasta ahora, la mayoría de cristianos no han conocido el Evangelio del agua y el Espíritu que es el Evangelio original, y como resultado han creído en un medio evangelio. Por eso su fe no ha progresado y ha hecho imposible que tengan crecimiento espiritual. Su fe siempre ha sido imperfecta, caracterizada por creencias legalistas o místicas. Como resultado de esto no pueden evitar vivir con sus corazones llenos de pecados. ¿Qué poder espiritual pueden tener estos cristianos cuando sus corazones tienen pecados? Como se han convertido en cristianos sin poder, sus vidas en este mundo son inútiles. Podemos decir que el cristianismo de hoy en día tiene un medio evangelio desde que la Iglesia Primitiva desapareciera. Por tanto, todos debemos volver a descubrir el Evangelio primitivo ahora antes de que sea demasiado tarde, para conocer el amor de Dios y creer en este amor de la verdad.

LanguageEspañol
PublisherPaul C. Jong
Release dateFeb 12, 2015
ISBN9788928215065
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    La Sabiduría del Evangelio Primitivo - Paul C. Jong

    Este es el libro titulado La Sabiduría de la Iglesia Primitiva. La palabra ‘primitiva’ implica que el Evangelio es el Evangelio original con una larga historia, y sabiduría del Evangelio se refiere al Evangelio que perdona los pecados. La Biblia dice: «La casa se construye con sabiduría» (Proverbios 24, 3). Nuestro Señor es el dueño de la sabiduría de todo el universo. Su sabiduría fue la que bajó a este mundo a salvar a los pecadores, recibió el bautismo de Juan el Bautista, murió en la Cruz para compensar por los pecados del mundo, se levantó de entre los muertos y salvó a los pecadores. El Señor salva a los que creen en la sabiduría del Evangelio, es decir, en la sabiduría del Señor, de todos los pecados del mundo. Su sabiduría es inimaginable. Con la sabiduría del Evangelio primitivo, en otras palabras, a través de Su bautismo, Su sangre y Su resurrección, nos ha salvado de todos los pecados. Los que creemos en Jesús, bajamos la cabeza y agradecemos a Dios por el Evangelio de la compensación de los pecados. Espero que aprendan la sabiduría del Señor del Evangelio primitivo y estén agradecidos al Señor. Oro por toda la gente del mundo para que pueda ser salvada de sus pecados poniendo su fe en el Evangelio de la sabiduría que Dios les ha concedido.

    Este libro es el fruto de nuestro esfuerzo para proporcionarle un testimonio fácil y claro de la verdad de la salvación basado en la Biblia para que reciban la salvación. Pueden ser salvados sin falta creyendo que son pecadores destinados a ir al infierno fundamentalmente y que Jesús ha compensado por todos los pecados del mundo al cargarlos a través de Su bautismo recibido de Juan el Bautista y al morir en la Cruz y ser resucitado. Estoy seguro de que este libro les dará el mayor don que es el nacer de nuevo. Deben ser salvados de sus pecados al recibir sabiduría del Evangelio primitivo, que es el Evangelio de la compensación por los pecados. Deben nacer de nuevo. Deben convertirse en santos que han recibido la salvación sin pecados en sus corazones en realidad en vez de en teoría. Para ello deben poner su fe en la Palabra de salvación, que es la sabiduría del Evangelio primitivo de la compensación de los pecados.

    Al leer este libro, recibirán un conocimiento claro y preciso de la salvación que Jesús nos da a través del Evangelio del agua y el Espíritu. Pueden tener preguntas como: Entonces, ¿cuál es el Evangelio en el que he creído hasta ahora? ¿Tengo que abandonar el antiguo Evangelio y creer en el Evangelio primitivo de la sabiduría? Quiero que contemplen ante Dios si el evangelio antiguo o el primitivo son el verdadero. Espero que encuentren la Verdad al comparar el Evangelio primitivo con la Biblia. La Palabra de Dios les ayudará a encontrar el verdadero Evangelio.

    Encontrarán diferencias entre el Evangelio antiguo que han conocido hasta ahora y el Evangelio primitivo de sabiduría. Pero si comparan el Evangelio antiguo con el Evangelio del agua y el Espíritu basándose en el Evangelio de Juan capítulo 3, tendrán más conocimiento y confianza en la Verdad. Así que espero que lean este libro y lo comparen con la Biblia. Todo su juicio y fe debe basarse en la Palabra de Dios.

    Ahora están escuchando el Evangelio del agua y el Espíritu que compensa por los pecados y nos hace nacer de nuevo. Espero que se conviertan en personas nacidas de nuevo. Por favor, no duden en creer. Reciban la salvación de los pecados del mundo al aprender la sabiduría del Evangelio.

    Ahora no es el momento de preocuparse de otras almas. No hay tiempo de pensar en lo que otras denominaciones creen. Sobretodo, sus almas deben recibir la salvación de todos los pecados, y deben comprobar si sus almas han sido liberadas de sus pecados a través de este libro. Espero que nazcan de nuevo por la Palabra del agua y el Espíritu en la presencia de Dios.

    ¿Se han convertido en personas sin pecados al creer en Jesús, o todavía tienen pecados?

    Espero y oro en el nombre de Jesucristo que sus almas se llenen con fe. Hace unos dos mil años, nuestro Señor dejó Su trono celestial, bajó a este mundo, recibió el bautismo de Juan el Bautista para pagar la pena por los pecados del mundo; cargó con los pecados del mundo hasta la Cruz, derramó Su sangre y murió, se levantó de entre los muertos al tercer día, y nos dio el Evangelio de la eterna salvación de los pecados.

    Pongamos nuestra fe en la sabiduría del Evangelio primitivo. Recibamos la remisión de los pecados por fe. Quiero dedicar este libro a los que no han nacido de nuevo aunque hayan creído en Jesús durante mucho tiempo.

    SERMÓN 1

    ¿Cuál es el pecado original

    de los seres humanos?

    < Mark 7:20-23 >

    «Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre».

    Cuando entendemos a los seres humanos, nos damos cuenta de que somos una masa de pecados. Los seres humanos somos semillas del pecado que no pueden evitar cometer pecados durante toda su vida. Por tanto, los seres humanos cometen pecados llenos de lascivia, orgullo, pensamientos malvados, odio, asesinato, hurtos y todo tipo de males. ¿Me creen si les digo que los seres humanos son seres que hacen estas cosas? ¿Creen que los seres humanos engañan y roban tanto? ¿Me creerían si les dijese que los seres humanos cometen adulterio? ¿Me creerían si les dijese que ustedes son este tipo de personas?

    Toda esta gente es humana. ¿Creen en la Palabra del pecado innato original según las Escrituras que dice que los seres humanos nacen con pecados malvados y cometen una cantidad enorme de pecados malvados? La carne humana solo comete pecados durante toda su vida. No es una exageración decir que el cuerpo de un ser humano es una fábrica de producir pecados. El cuerpo humano se nutre del pecado que Dios odia como su comida diaria. La carne de un ser humano disfruta de cometer pecados, disfruta el adulterio, la lascivia e ir contra Dios.

    Un cuerpo humano comete pecados desde el nacimiento hasta el momento de su muerte. No solo disfruta del pecado el cuerpo humano, sino que además disfruta de seguir sus deseos carnales. Isaías 1, 4 dice que los seres humanos son una raza de obradores de iniquidad e Isaías 59 dice que hay todo tipo de cosas sucias y embarazosas dentro del corazón humano. Así, un ser humano es una masa de pecados. Entonces, si deducimos de la Palabra de Dios que un ser humano es una masa de pecados, podemos recibirla en nuestro corazón. Y debemos reconocer ante la presencia de Dios que somos este tipo de pecadores y esperar las enseñanzas de Jesús.

    Los seres humanos son lascivos. Cuando una persona se examina claramente puede concluir que es lasciva y que la lascivia es la persona misma. Una persona que sea honesta consigo misma aceptará que los seres humanos poseen doce tipos de pecados de los que habla Dios. Aún así, no parece que haya muchas personas que reconozcan ser lascivas, ser masas de pecados. Muchas personas viven una vida como bestias en este mundo porque no creer ser lascivas.

    Los humanos han creado la cultura de la lascivia porque son una raza de obradores de iniquidad. Una persona puede avergonzarse si es la única persona lasciva del mundo haciendo cosas lascivas, pero hemos creado una cultura tan lasciva que nadie se avergüenza de ello. Sin embargo, todo el mundo se siente avergonzado en la conciencia por sus comportamientos de pecados. Esto se debe a que Dios nos ha dado conciencia a los seres humanos. La conciencia del ser humano es un siervo de Dios que ha enviado como Su ayudante.

    Adán y Eva se escondieron entre muchos árboles después de cometer pecados. Muchos árboles implican una sociedad humana cubierta con una cultura lasciva. Sin embargo, no pudieron esconder el mal en sus corazones. Incluso ahora, muchas personas que son masas de pecados se esconden entre la gente detrás de la cultura del pecado y siguen viviendo como prisioneros que esperan su ejecución.

    Todo el mundo vive sin entenderse a sí mismo

    Los seres humanos siguen viviendo sin entenderse a sí mismos. Cuando ocurre algo sorprendente y depravado hay personas que se cuestionan cómo una persona puede hacer esas cosas y cómo un hijo o hija puede hacer cosas tan horribles a sus propios padres. E insisten en que no son así originalmente aunque todo el mundo sea así. Pero no podemos entender a los seres humanos. Y para entenderse a uno mismo bien, debemos presentarnos ante el Evangelio original y nacer de nuevo por la Palabra original del Evangelio de sabiduría.

    Hay muchas personas en este planeta que mueren sin conocerse a sí mismas incluso después de haber vivido una vida entera. Cuando miramos este mundo detenidamente, hay muchas cosas extrañas. Cuando miramos a la gente detenidamente, vemos que hay algunas personas que fingen ser muy justas. Incluso cuando alguien habla vulgarmente, dicen: ¿Qué demonios es esto? ¿Cómo puede una persona educada decir estas cosas? Dicen que una persona no debe decir esas cosas cuando señala algo que está mal. Dicen que a un ladrón se le debe llamar Señor Ladrón. Esto es hipocresía y arrogancia.

    Dios dice: Conócete a ti mismo.

    Cuando miramos a una persona, vemos que no se conoce a sí misma. Aunque Sócrates dijo: Conócete a ti mismo, la gente no se conoce a sí misma; no sabe qué pecados tienen dentro. Marcos 7, 21-23 dice que hay 12 tipos de pecados dentro del corazón de una persona originalmente. Dentro del corazón hay asesinato, lascivia, envidias, hurtos, pensamientos malvados, insensatez y muchos otros pecados, pero veo a la gente vivir sin saber que es hipócrita y hablando con buenas palabras aunque tengan el veneno de serpiente en sus corazones. Esto se debe a que no se conocen a sí mismos.

    Hay muchas personas en este mundo que no se conocen a sí mismas. Por tanto, hay muchas personas que caen en el infierno después de engañarse a sí mismos y vivir la vida entera siendo engañadas sin creer en la salvación del Evangelio original. Hay muchas personas que van al infierno engañadas por sí mismas. Cuando algunas personas van al infierno después de vivir en este mundo, el Príncipe del Hades les pregunta: ¿Por qué habéis venid al infierno? Y las personas responden: Pensé que iría al Cielo aunque pensaba que fulanito que vivía al lado debería haber venido aquí. No es justo que esté yo aquí. Probablemente pensarán: Pensé que por lo menos era un poco mejor que los demás. No sé por qué he venido aquí. Todas las personas que no se conocen a sí mismas y no creen en el Evangelio original de la salvación han ido al infierno.

    ¿Qué es un ser humano? Como ya he dicho en la introducción, los seres humanos son lascivos. Los seres humanos son una raza de obradores de iniquidad.

    Parece que está bien decir que todo el mundo es lascivo, pero si escogiese a una sola persona y dijese que es lasciva, recogería sus cosas y se iría inmediatamente. Pero, si hubiese señalado a cualquier persona y hubiese dicho: Eres una masa de pecados y eres una persona lasciva sería verdad. Todos somos así Ante la presencia de Dios. Cuando una persona escucha que el hombre es originalmente una raza de obradores de iniquidad, simplemente piensa: ¿Es verdad? y piensa que solamente se aplica a otras personas. Sin embargo, si contestan: Sí, yo soy así cuando se les dice que son ese tipo de personas entonces están siendo sinceros. Sin embargo, hay muchas personas que ponen muchas excusas y culpan a otras personas. Estas personas son ignorantes y no se conocen a sí mismas. Esa persona, ustedes y yo somos una masa de pecados. Somos una raza de obradores de iniquidad que no pueden evitar ser lascivos desde el principio. Necesitamos la sabiduría del Evangelio original de Jesús porque somos una raza lasciva de pecados, y de lo contrario, si solo tuviésemos algunos fallos y no fuésemos lascivos, ¿para qué necesitaríamos la sabiduría del Evangelio original de Jesús? Jesús no habría venido a este mundo si no fuésemos malvados originalmente.

    Los seres humanos derraman pecados en todo momento porque son pecadores originales

    Los pecados han llenado el corazón de un ser humano, llenan el alma. Digamos que el agua dentro de un vaso es el pecado dentro del alma de una persona, y entonces se sale cuando la persona va de un lado a otro mientras vive en este mundo, ¿no es así? Sí, se derramará. Se derrama si una va de lado a lado. La gente va por todo el mundo derramando pecados de esta manera por todo el mundo. Los seres humanos cometen pecados mientras viven en este mundo porque son una masa de pecados.

    La gente no sabe bien qué tipo de pecadores son. Aunque tengamos pecados en el corazón y pequemos durante toda nuestra vida, pensamos: No soy lascivo originalmente. Soy así porque alguien me obligó a ser lascivo. No soy lascivo originalmente. Simplemente tengo que eliminar los pecados lascivos que he cometido. Estas personas dicen que no son lascivas originalmente e intentan limpiarse constantemente con buenas obras y oraciones de penitencia cuando sus pecados salen a la luz. ¿Acaso no vuelve a salir el pecado después de limpiarlo? Sí. Como el corazón de una persona está lleno de pecados, comete pecados con su comportamiento también. No importa cuánto se limpie el exterior de una persona. Por mucho que se limpie ética o moralmente, no vale para nada porque sigue teniendo pecados dentro de su corazón. Se cometen pecados durante toda la vida con un corazón que tiene asesinato, adulterio, hurto y todos los demás pecados. Por eso los seres humanos cometen muchos pecados durante sus vidas.

    Los humanos intentan cubrirse cuando no se conocen a sí mismos

    La gente intenta cubrirse cuando no sabe que es una masa de pecados originalmente. Digamos por ejemplo que el pecado dentro del corazón de una persona se sale un poco. Después de limpiarlo se sale un poco más, y tiene que limpiar los pecados constantemente con un pañuelo y una toalla. Entonces, cuando eso no es suficiente, tiene que limpiarlos una y otra vez con una alfombra, y sería ideal si una persona no tuviese que derramar pecados después de decidirse a no hacerlo, pero no estamos limpios por muchas veces que limpiemos esos pecados. Derramamos pecados hasta el momento en que morimos. Los seres humanos tenemos comportamientos lascivos hasta que morimos. Por tanto, una persona que comete pecados debe recibir a Jesús como el Salvador que nos ha salvado de los pecados para recibir la salvación. Y para recibir la remisión de los pecados, primero debemos conocer nuestra naturaleza original tal y como es.

    Digamos que hay dos personas que tienen los mismos pecados dentro de ellas como dos vasos iguales llenos de agua. Una persona se mira a sí misma y piensa: Soy una persona lasciva originalmente y por tanto se dedica a mejorar y a buscar al Salvador. La otra persona no puede mirar la masa de pecados que hay dentro de sí misma y piensa: Soy bastante decente. Una persona que cree que es decente, limpia sus pecados durante toda su vida. Y tiene cuidado de que sus pecados no rebosen y se derramen, y durante toda su vida intenta esconder que es una masa de pecados originalmente cubriendo este pecado y el otro.

    De esta manera hay personas que viven con miedo de que sus pecados rebosen mientras viven sus vidas enteras con pecados lascivos en sus corazones. Vivir con tanto cuidado no ayuda a nadie a ir al Cielo ya que por dentro son masas de pecados y no se dan cuanta de que vivir así los va a mandar al infierno. Van al infierno después de vivir con tanto cuidado. Una persona que vive con cuidado es pecadora y comete todo tipo de pecados a escondidas aunque la masa de pecados no salga a la luz demasiado.

    ¿Admiten las personas tienen corazones lascivos, pensamientos malvados, de hurto y orgullo dentro de sus corazones? Podemos saber que un ser humano es lascivo al ver que la gente comete todo tipo de pecados lascivos aunque nadie se los haya enseñado. Una persona no lo sabe bien cuando es joven porque no tiene mucho que enseñar, pero no hay manera de esconder la masa de pecados cuando crece. Una persona no puede evitar derramar pecados constantemente. Deja salir algunos aquí y allí y se arrepiente. Se arrepiente diciendo: No debería haberlo hecho, pero sigue derramando pecados durante toda su vida aunque todos los días se arrepienta. Es así porque nació como una masa de pecados.

    Estoy diciendo que una persona recibe la perfecta remisión de los pecados que el Señor nos da solo si sabe que originalmente es una raza de obradores de iniquidad. Una persona que sabe que es una masa de pecados ante la presencia de Dios creería sin dudarlo si alguien le dijese que Jesús borró todos sus pecados al hacer obras justas. Sin embargo, una persona que dice: He cometido estos pecados hasta ahora y no son muchos rechazará fundamentalmente el hecho de que Jesús tomó con todos sus pecados sobre Si mismo al recibir el bautismo y cargar con los pecados hasta la Cruz. Sin embargo, una persona que merece ser salvada recibe la remisión de los pecados al creer que es una masa total de pecados y al creer en la Palabra de la Verdad de que el Señor ha resuelto todos los pecados en la Cruz perfectamente después de recibir el bautismo en el río Jordán.

    Estoy diciendo que estamos viviendo sin entendernos correctamente aunque hayamos recibido la remisión de los pecados. No tenemos pecados si nuestro Señor ha borrado todos los pecados del mundo mediante Su bautismo y la sangre y recibimos la remisión de los pecados si creemos en esto.

    Por tanto, Dios hizo una nueva alianza diciendo: «He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá» (Jeremías 31, 31). Esto significa que Dios establecerá una nueva alianza en vez de la antigua alianza. La nueva alianza era la voluntad de Dios de que el Señor vendría a este mundo y salvaría a los pecadores traicioneros al tomar todos los pecados originales y personales y borrarlos perfectamente, los pecados de las personas lascivas que cometen pecados lascivos durante toda su vida. Con la nueva alianza Dios salva a esta gente y se convierte en su Dios. Dijo: Borraré los pecados de toda la gente lasciva y me convertiré en su Dios y ellos serán Mi pueblo. La nueva alianza sigue diciendo: «Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado» (Jeremías 31, 34).

    La nueva alianza de Dios dice que no podemos convertirnos en personas justas al cumplir la Ley porque no podemos convertirnos en personas justas cumpliendo la Ley. Los legalistas cometen muchos pecados y le piden al Señor: Señor, borra mis pecados. He cometido muchos pecados hoy. Límpiame, Señor, límpiame, por favor. Esta es la fe legalista. En el sistema de sacrificios del Antiguo Testamento había que pasar los pecados diarios mediante la imposición de manos sobre la cabeza de un macho cabrío o un cordero y había que pasar los pecados anuales a manos del Sumo Sacerdote, y por tanto se tenía que seguir ofreciendo sacrificios, aunque si uno cometía un pecado, seguía siendo pecador. Por tanto, el perdón del pecado no es posible por la Ley. Así, la nueva alianza de Dios era necesaria para todos los pecadores, como dijo el Señor: Porque no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, al arrepentimiento.

    Dios había decidido tener a estas personas lascivas como la mujer de Hosea como Su esposa. Como en el ejemplo que le he comentado antes, ambos individuos estaban llenos de pecados. Nacieron con la misma carne con los mismos pecados. Pero uno vivió con cuidado de no derramar sus pecados e incluso creyó en Jesús con cuidado. Esto significa que algunas personas tienen mucho cuidado de no derramar sus pecados. Y cuando derraman una sola gota de pecados de alguna manera, ofrecen oraciones de penitencia para borrar sus pecados, diciendo: Señor, he cometido un pecado hoy. Por favor, perdona este pecado solo. Solo limpian los pecados que creen tener y que han confesado. Son siempre pecadores por dentro y siempre están deprimidos aunque intenten ser buenos cristianos con hipocresía por fuera.

    Queridos hermanos, somos esa gente lasciva. Debemos saber que estábamos destinados a ir al infierno. Solo entonces podemos estar agradecidos al Señor por eliminar nuestros pecados y por haber recibido la remisión de nuestros pecados cuando se derraman y cuando recuerdan que el Señor ha salvado a personas tan lascivas como nosotros. Así podemos estar agradecidos siempre.

    Hay muchos prisioneros traidores entre la gente que está en la cárcel. Entre ellos, algunos están condenados a muerte mientras que otros están condenados a cadena perpetua. Y hay muchos tipos de pecadores que están encarcelados por hurto, por atraco y otros por ofensas extrañas. Y cuando voy a la cárcel a predicar la palabra dicen: Pastor, ¿acaso nunca ha pecado usted? Estamos en la cárcel porque tuvimos mala suerte y nos atraparon, pero usted, pastor, está viviendo libre porque sus pecados están escondidos muy bien y no le han atrapado. ¿Cree que es mejor que nosotros? ¿Por qué nos encierran así? ¿Qué pecado hemos cometido comparados con otras personas?. Así los prisioneros nunca piensan que cometen pecados.

    En realidad tienen razón. Aunque no hayamos matado a nadie, tenemos odio por otras personas en nuestros corazones. Entonces, es lo mismo que cometer un asesinato desde el punto de vista de Dios. Esto significa que matar o tener odio es el mismo pecado a los ojos de Dios. Dios mira el centro de los corazones de la gente, no el aspecto exterior. Entonces, no debemos estar encarcelados.

    Cuando solíamos ir a una granja hace mucho tiempo, había abono cubierto con esterillas de paja. Si no se levantaban las esteras de paja no se veía el abono. Los seres humanos también son así de sucios; cuando nos quitamos la cubierta de la bondad humana y los actos pretenciosos de la justicia, no hay criatura más sucia que los seres humanos. Hay muchos tipos de pecados dentro de una persona cuando se quita la cubierta completamente y se puede ver el interior ante la presencia de Dios. Pero el Señor ha hecho justa a la persona que admite que es así mediante la salvación del Evangelio original según esta nueva alianza.

    Debemos saber que hemos recibido la remisión de los pecados gracias a la justicia de Dios. Hemos recibido la remisión de los pecados gracias a la justicia del bautismo que nos da la salvación original de Jesús. Nadie puede recibir la remisión de los pecados mediante su propia justicia. Una persona que alardea de sus buenas obras y no cree en la justicia de Dios no puede recibir la remisión de los pecados. Una persona que no tiene ninguna justicia propia recibe la remisión de los pecados al presentarse ante el Señor y creer en la justicia que el Señor le ha dado.

    Dios no ha salvado a los que pecan poco

    Dios no salva a los que pecan solo un poco. Esto significa que Dios ni siquiera mira a las personas que dicen: Dios, tengo unos pocos pecados. Entonces, ¿por quién se preocupa Dios? Dios mira a las personas que se han convertido en pecadores completamente y dicen: Dios, voy a ir al infierno. Soy una masa de pecados. Dios, por favor, sálvame. El Señor salva a una persona que se confía a sí misma al Señor completamente orando: Señor, recibiré la salvación cuando Tú me salves, e iré al infierno si no me salvas. No puedo ofrecer oraciones de penitencia más. Pecaré de nuevo después de ofrecer oraciones de penitencia. Por favor, Señor, perdóname.

    Una persona no puede escapar de los pecados al ofrecer las oraciones de penitencia. Una persona que confiesa: Dios, ten misericordia y sálvame de los pecados, Puede recibir la salvación al creer que Jesús ha perdonado todos sus pecados completamente al tomar los pecados sobre sí mismo a través del bautismo que recibió de Juan el Bautista.

    Está escrito en el Libro de Isaías 59, 1:

    «He aquí que no se ha acortado

    la mano de Jehová para salvar,

    ni se ha agravado su oído para oír»

    Dios no puede considerar a los humanos aceptables porque originalmente son una masa de pecados. Dios podría haber considerado a alguien aceptable si tuviese uno o dos pecados, pero no podría mirar a una persona así porque todo el mundo es una masa de pecados. La Palabra en el Libro de Isaías dice que la mano de Dios no se acortado para no poder salvar, y que Sus oídos no se han tapado para escuchar las palabras que gritamos: Por favor, perdóname. Dios dijo: «Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír» (Isaías 59, 2) y esto significa que aunque Dios ha abierto las bendiciones del Cielo, las puertas del Cielo, nadie puede entrar por ellas porque los seres humanos tienen demasiados pecados a los ojos de Dios.

    Si una persona que es una masa de pecados fuese perdonada por cierto error que comete una y otra vez ofreciendo oraciones de penitencia, Dios tendría que matar a Su Hijo cada vez que la persona orase por el perdón de sus pecados. Sin embargo, Dios no quiso matar a Su Hijo una y otra vez. Por tanto, Dios dijo: No vengáis a Mí con los pecados que cometéis todos los días. Y enviaré a Mi Hijo para salvaros a todos de vuestros pecados eliminándolos. Por tanto debéis entender cómo Mi Hijo tomó todos los pecados que cometéis y podéis ver si esto es cierto o no al creer en el Evangelio de la salvación que Mi Hijo ha cumplido por vosotros. Este es el amor más grande. Él dijo: Recibid la salvación al creer en Mi Hijo. Yo, Jehová Dios, enviaré a Mi Hijo y borraré todos vuestros pecados, todos los pecados personales, y todas las iniquidades. Creed en Mi Hijo y recibid la salvación de vuestros pecados, porque sois masas de pecados.

    Las Escrituras dice qué tipos de pecados hay en el corazón de una persona. Leamos la Palabra del Libro de Isaías 59, 3-8:

    «Porque vuestras manos están contaminadas de sangre,

    y vuestros dedos de iniquidad;

    vuestros labios pronuncian mentira,

    habla maldad vuestra lengua.

    No hay quien clame por la justicia,

    ni quien juzgue por la verdad;

    confían en vanidad, y hablan vanidades;

    conciben maldades, y dan a luz iniquidad.

    Incuban huevos de áspides,

    y tejen telas de arañas;

    el que comiere de sus huevos, morirá;

    y si los apretaren, saldrán víboras.

    Sus telas no servirán para vestir,

    ni de sus obras serán cubiertos;

    sus obras son obras de iniquidad,

    y obra de rapiña está en sus manos.

    Sus pies corren al mal,

    se apresuran para derramar la sangre inocente;

    sus pensamientos, pensamientos de iniquidad;

    destrucción y quebrantamiento hay en sus caminos.

    No conocieron camino de paz,

    ni hay justicia en sus caminos;

    sus veredas son torcidas;

    cualquiera que por ellas fuere, no conocerá paz».

    Está escrito: «Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad». Esto significa que una persona comete pecados a lo largo de toda su vida. Todo lo que hace una persona es pecar. A continuación está escrito: vuestros labios pronuncias mentiras. Esto significa que todo lo que dice una persona es una mentira. El Señor dijo: «Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira» (Juan 8, 44). La gente que no ha nacido de nuevo dice cosas así: Estoy diciéndolo honestamente o De verdad te lo digo. Usan palabras como honestamente o verdaderamente con todo lo que dicen, pero todo es mentira aunque lo hayan dicho con sinceridad o no. La palabra escrita nos dice esto: «Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira».

    Todo el mundo es así y no solo las personas especiales. Los pecados rebosan de una persona sin límite. Esto se debe a que todo el mundo es una masa de pecados. Sin embargo, el poder de Dios es maravilloso; por el poder de Dios una persona que es una masa de pecados recibe la salvación de los pecados. El pecado rebosa sin control incluso cuando el corazón de una persona está en paz y la carne está reconfortada. El pecado rebosa de esta manera sea cual sea la situación. Pero lo que es maravilloso es que incluso un pecador cuyos pecados rebosan puede recibir la remisión de los pecados de nuestro Salvador. El Señor vino a salvar a estos pecadores. Quiero que conozcan la salvación y la reciban al creer en Jesús, que ha venido por el agua y el Espíritu.

    La Palabra en el Evangelio de Marcos, capítulo 7 nos dice lo que es el pecado original de una persona. La gente tiene su propia subjetividad acerca del pecado original. Algunas personas piensan que sus errores son el pecado original. Como estos humanos tienen su propia teoría acerca del pecado, la gente ha caído en la confusión sin conocer el pecado original de los humanos, así como los pecados personales. Por tanto, debemos hablar de nuevo acerca de cómo los individuos pueden caer en la confusión.

    Veamos un ejemplo comparando el estándar del pecado del deber filia en Papua Nueva Guinea y en Corea. En Corea, cuando los padres mueren, los hijos tienen el deber de enterrarlos bajo tierra y cortar el césped de la tumba varias veces al año mientras vivan. Pero en Papua Nueva Guinea, cuando los padres mueren, algunas tribus consideran que el deber de los hijos es reunirse alrededor del cuerpo y comérselo. Lo hacen para que el cuerpo no sea devorado por los animales salvajes o insectos. Entonces, podemos ver que el concepto de deber filial y el concepto del pecado pueden variar.

    Sin embargo, Dios dice en las Escrituras que el pecado original de una persona, que está dividido en doce tipos de pecadores que son las tendencias a cometer pecados que una persona ha heredado de sus antecesores, y los pecados que una persona comete mientras vive en este mundo son los pecados de un ser humano.

    El pecado del que el Señor ha hablado a la gente que cree en el Señor

    A la gente que cree en Dios, el Señor le dice que no creen en la Palabra de Dios y desecharla es un pecado. El Señor nos avisa y nos regaña a los que creyentes que son como los fariseos diciendo: Debéis creer en Mi Palabra del agua y el Espíritu, la Palabra de la salvación de los pecados, sin omitir nada. Todos los cristianos pecadores, incluyendo los líderes religiosos y las sectas de varias denominaciones, no creen en la Palabra de Dios porque prefieren creer en las palabras de sus líderes de la fe y los teólogos de sus denominaciones, las palabras de los pastores más experimentados que tienen un carácter respetable e integridad más que en la Palabra de

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