Discover millions of ebooks, audiobooks, and so much more with a free trial

Only $11.99/month after trial. Cancel anytime.

Yo Anónimo
Yo Anónimo
Yo Anónimo
Ebook309 pages4 hours

Yo Anónimo

Rating: 0 out of 5 stars

()

Read preview

About this ebook

YO ANNIMO es una obra que contiene serias reflexiones presentadas con gran pasin y entrega. Sin titubeos hipcritas ni falsa modestia. En cada Captulo encontrar usted la invitacin a aprovechar sus propias capacidades para ser el dueo absoluto de su existencia y el responsable nico de sus METAS alcanzadas.
LanguageEspañol
PublisherPalibrio
Release dateOct 15, 2010
ISBN9781617641855
Yo Anónimo

Related to Yo Anónimo

Related ebooks

Personal Growth For You

View More

Related articles

Reviews for Yo Anónimo

Rating: 0 out of 5 stars
0 ratings

0 ratings0 reviews

What did you think?

Tap to rate

Review must be at least 10 words

    Book preview

    Yo Anónimo - Rafael Cuevas

    Yo Anónimo

    Rafael Cuevas

    Copyright © 2010 por Rafael Cuevas.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso:      2010937653

    ISBN:                Tapa Blanda                                        978-1-6176-4186-2

                              Libro Electrónico                                978-1-6176-4185-5

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Este Libro fue impreso en los Estados Unidos de América.

    Para ordenar copias adicionales de este libro, contactar:

    Palibrio

    1-877-407-5847

    www.Palibrio.com

    ordenes@palibrio.com

    298483

    ÍNDICE

    DEDICATORIA

    ADVERTENCIA

    CAPITULO I. APOCALIPSIS

    CAPITULO II. YO, ANÓNIMO

    CAPITULO III. GENESIS

    CAPITULO IV. DE HABERLO SABIDO

    CAPITULO V. EL DIA QUE ME MATO UN RAYO

    CAPITULO VI. METAFÍSICA (Mas allá de la Física)

    CAPITULO VII. EL HIJO DEL NACO (Parte I)

    CAPITULO VIII. EL HIJO DEL NACO (Parte II)

    CAPITULO IX. SINDROME DE DOWN

    CAPITULO X. LA BASURA y Quienes la producimos

    CAPITULO XI. PALABRAS SÓLO PALABRAS

    CAPITULO XII. ¿QUÉ PODEMOS HACER?

    CAPITULO XIII. Y . . . ANTES DE AHORA, ¿QUÉ?

    CAPITULO XIV. DISCAPACIDADES

    CAPITULO XV. SOBRENATURAL O ¿NATURAL?

    CAPITULO XVI. USOS Y COSTUMBRES

    CAPITULO XVII. ¿QUÉ CULPA TIENEN LOS NIÑOS?

    CAPITULO XVIII. CHINICUILA DEL ORO

    AGRADECIMIENTOS

    DEDICATORIA

    Dedicar el presente trabajo no resulta nada complicado, pues todo lo escrito, ensayo por ensayo, lleva la misma intención: Proponer a mis semejantes, algunas correcciones a patrones de conducta que sin duda, han estado evitando el advenimiento de las condiciones óptimas para el desarrollo integral de cada individuo y la sociedad humana en muchos casos. La intención es invitar a tomar medidas que puedan detener la desenfrenada carrera hacia la degeneración total de los valores esenciales de nuestra especie. Situación que por desgracia es ya bastante grave.

    Si no coincide conmigo, Si no es su caso, si usted no considera necesario corregir nada, entonces créame, le felicito y lo celebro sinceramente, y le invito a divulgar su fórmula. Pues en mi criterio sí es urgente empezar una reorientación en casi todos los sentidos, si no es que en todos. Pues es notoria la velocidad con que se está saliendo todo de control. En la familia se pierde por desgracia el respeto a los padres y los gobernantes han perdido el respeto por los gobernados. Y los gobernados es poco o ningún respeto el que sentimos por los gobernantes. Y esto es grave también.

    Poco a poco, hemos venido deteriorando a la Naturaleza, hasta niveles que resultan alarmantes. Los focos rojos se encienden constantemente. Científicos y Ambientalistas, de todas partes del Mundo, lanzan serias advertencias al respecto. Pero desgraciadamente estas sirven solamente como fuente de noticia. Noticia que por desgracia, nos alarma por espacios de tiempo relativamente cortos y no crean conciencia. Y luego todo queda en el olvido. Pero los problemas siguen sin resolverse y aumentando.

    La explotación de los recursos naturales, tanto renovables como no renovables, ha sido efectuada sin ninguna responsabilidad por quienes la ejercen, teniendo como finalidad sólo el lucro. Siendo la ambición desmedida, afán de riqueza y poder, su única meta. Pues nada hacen para conservarlos o renovarlos, según el caso.

    Las reservas de Petróleo (Recurso Natural No Renovable), según reportes de los especialistas, descienden con preocupante rapidez. Pero la preocupación no tiene nada que ver con el desabasto de Hidrocarburos en el futuro próximo, sino con el daño irreversible que se está ocasionando al Planeta entero, tanto con la explotación desmedida como con la contaminación que causan los gases ocasionados por la combustión de sus derivados. Un ejemplo del daño difícil de ignorar: Los bruscos cambios climáticos, que por desgracia afectan más a las personas que son menos responsables del origen de tal fenómeno. Esto, sin mencionar el manejo irresponsable de dichos recursos, con lo cual se atenta de manera brutal en contra de la flora y la fauna, tanto terrestre como acuática.

    Mención aparte merece la irresponsabilidad con que se hace la extracción del crudo, pues con tal de reducir los costos de las instalaciones reducen la calidad de los materiales, ocasionando con esto brutales derrames dañando de manera irreversible enormes áreas y las especies animales que indefensas sucumben. Sito sólo el accidente más reciente como ejemplo, el del Golfo de México bajo la responsabilidad de la B. Petroleum.

    No obstante, quienes tienen la capacidad de decisión, y por tanto la responsabilidad y posibilidad de poner fin a esta desbocada carrera de destrucción, poco o nada están haciendo. Pues la avaricia les provoca "miopía, y la miopía les impide ver el daño que causan. Y si lo ven, les tiene sin cuidado. Y a los Organismos Gubernamentales que compete poner freno a estas acciones les incapacitan" lo que deben ser "muy jugosos agradecimientos" que reciben de quienes con las prácticas de sobreexplotación aumentan sus caudales. Total, nada se hace para detener la explotación desmedida. Pues la ambición rebasa toda cordura. Todo interés común. Toda conveniencia Universal.

    Mención igual merece la sobreexplotación de los Recursos Naturales Renovables (Bosques y Selvas, etc.), pues, se tala a velocidad asombrosa, pero los taladores no reforestan, de seguro eso no les genera dividendos. Y la reforestación realizada por la Secretaría de Estado que debería ser reguladora de una explotación equilibrada, lo hace más con fines publicitarios que con propósitos reales. Sólo para salir en la foto.

    Al explotar o solapar la explotación, no sólo se dañan los recursos mencionados, también a la Fauna, pues al modificar su hábitat forzamos su extinción. Y por si fuera poco, dañamos nuestro propio entorno de una manera por demás irresponsable. Acciones y omisiones de las que tal vez nadie llegue a sentirse orgulloso después de sufrir sus inevitables efectos.

    Por lo antes dicho, es obvio que mi trabajo está dedicado también a la Conciencia de aquellos en cuyas manos está frenar, para tratar de salvar lo que aún nos queda, o continuar permitiendo que se destruya paso a paso y día a día, en aras de más riqueza, que por su origen resulta inmoral. Resulta criminal.

    Parte de éste trabajo, lo dirijo y dedico, a quienes por ignorancia o apatía, agreden a nuestro entorno, tanto a quienes producen elementos contaminantes como a quienes los arrojan de manera irresponsable a diestra y siniestra, con el mayor descaro.

    Hay en estos ensayos también, temas que señalan la conveniencia de pugnar por la Auto superación, citando ejemplos tanto positivos como negativos en la conducta del protagonista del ensayo, así como el efecto de la misma.

    Ojala que encuentre usted, por lo menos un tema de reflexión.

    ¡Que la Paz sea!

    Rafael Cuevas Sánchez.

    ADVERTENCIA

    La presente obra contiene algunos conceptos Metafísicos, que pueden ser o no aceptados por el lector. Pero he procurado siempre estar dentro de un marco de respeto absoluto hacia la orientación personal de cada quien. Por lo tanto, lo expuesto en cada uno de estos ensayos y relatos, expresa sólo mi criterio sin lugar a dudas, y su finalidad es propositiva solamente.

    También estos relatos son abordados de manera muy personal y aunque algunos son reales, pueden parecer lo contrario, además los poemas y cuentos, llevan siempre el firme anhelo de servir como referencia y propuesta de cómo empezar, para llegar a estar en las situaciones de éxito o de fracaso que se describen, o la de evadir las conductas que nos estén ocasionando problemas. O simplemente en el sentido que se quieran tomar.

    Y otros trabajos que por el contrario describen situaciones para nada envidiables, ni recomendables, por conducir a estados de evidente ausencia de los más elementales valores de nuestra especie. Pero que no obstante y en el peor de los casos podrían servir como una seria advertencia, para evitar situarse en lugar similar al del protagonista del relato. Tratando de no llegar jamás a un dramatismo exagerado.

    Es posible que usted, no esté de acuerdo con algunos de los criterios que sostengo a través de mis ensayos, ya sea por razones religiosas, filiación política o formación familiar. Y de ser así, permítame celebrarlo con solemnidad y sinceridad, pues considero que la diferencia de opinión es la herramienta imprescindible en la búsqueda que origina la maravillosa diversidad de conceptos, que a no dudar, han determinado el avance de la Humanidad en todos los sentidos, y también los retrocesos, a lo largo de su historia.

    Seguramente va usted a encontrarse con la evidencia de que no me rijo por dogmas precisamente, sino por decisiones de lógica, lógica muy personal tal vez, pero lógica al fin, aunque sólo sea mi lógica. Lo que es seguro, es que la actitud de mi lógica, no tiene nada que ver con afán alguno de propaganda o choque con ninguna corriente filosófica, política o religiosa, sea esta cual sea. Pero si el choque, aún sin ser esa mi intención se origina, de antemano pido una sincera disculpa. Pero sostengo mi tesis. Y su punto de vista siempre será objeto de mi más profundo respeto, a pesar de desconocerlo.

    Quiero advertirle, que de continuar leyendo, en cada página encontrará expresada la mejor intención, pero ninguna garantía, para que juntos podamos identificar mejores parámetros de existencia y el valor para aplicarlos en nuestra área de influencia que a mi juicio es nuestra propia vida y la familia, por supuesto, aunque en menor medida.

    Inevitablemente encontrará usted expresado mi desacuerdo con el estatus de injusticia generalizado en que nos encontramos la gran mayoría de los habitantes, tanto en nuestro propio país, como en gran parte del Planeta (Si no es que en todo). Pero como vecino de este Mundo le aseguro que no me ha sido posible dejarlo de lado. Y la verdad tampoco me ha dado la gana de evitarlo.

    Aunque declaro que no me gusta hablar de política. Y es verdad no puedo evitar señalarlo y tampoco quiero, siento que al callar, por ese solo hecho, me estaría convirtiendo en cómplice de los operadores de las sucias maniobras a través de las cuales se mantiene este clima de abuso, opresión, corrupción y miseria. Y de verdad no puedo autorizar con mi silencio que esto siga ocurriendo. No quiero ni puedo dejar de denunciar las causas de esta lamentable situación, aunque me disgusta tener que hacerlo. De antemano entiendo que mis señalamientos de nada servirán si no encuentran eco. Pero al menos, expresarlo, me confiere una ligera sensación de desahogo. Aunque prometo dejar de hablar de política y de cosas análogas, algún día.

    Sé que no es fácil publicar un libro, para alguien totalmente desconocido y sin nadie que apadrine la publicación, pero tengo confianza en mi terquedad y ésta, sé que me llevará a alcanzar la meta, que es tener un día YO ANÓNIMO en mis manos y será ese día, como cuando una madre toma a su hijo por primera vez en sus brazos. Estoy consciente de que creará escozor en algunos sectores, por no ser una obra de adulaciones sino más bien de señalamientos a grandes deficiencias, si no es que ausencia total de voluntad para hacer cambios que mejoren todo lo relacionado con la vida y la convivencia armónica con todos los elementos del Planeta, en el que los seres humanos constituimos una verdadera pandemia para el mismo. Prueba de ello, ¡nos lo estamos acabando!

    Mi mayor y más sincero deseo es que pueda usted encontrar algo rescatable, en los trabajos que siguen. Alguna enseñanza útil, aunque ésta sólo sea, la certeza de no permitir que mis ideas le contaminen. Pues sus ideas y su forma de pensar, aunque es evidente que las desconozco, merecen para mí, el más profundo respeto, como ya antes lo expreso.

    ¡Que la Paz sea siempre!

    CAPITULO I

    APOCALIPSIS

    ¡Hermosa mañana!, realmente era hermosa aquella mañana, o al menos así me parecía. Sol radiante, fresca brisa, que mecía suavemente las copas de los árboles. Cielo azul intenso, tachonado de lindas nubecillas que parecían adornos hechos a propósito, por manos de creativo artista, nubecillas que, estaban lejos de presagiar tormenta.

    Salí de mi casa, con la carabina al hombro, dispuesto a caminar por los bosques (o lo que de ellos quedaba), sin descartar la posibilidad de cobrar alguna pieza de caza, conforme caminaba observaba que aquellos parajes tan conocidos por mí. Ése día, lucían llenos de belleza. El canto de los pájaros, el suave rumor del Arroyo, el susurro del follaje de los árboles, y, de vez en cuando, el canto de algún gallo en la lejanía; las voces que el Pastor daba a su rebaño, la canción que entonaba el Labrador, mientras trabajaba la tierra. Todo aquello, me parecía una maravillosa y gigantesca Sinfonía.

    Entonces surgió en mi mente una pregunta: ¿Estoy realmente en el lugar en que creo estar? Miré alrededor y pude reconocer palmo a palmo aquel paraje, sí, efectivamente, estos lugares los conocía desde niño, pero nunca los había visto, oído y sentido de ésta manera. Sí, era Yo quien sin lugar a dudas los veía de esa manera. Así, seguí caminando, sin prisa, sintiendo la brisa acariciar mi rostro, sentía como si un Amor infinito, surgido de todas partes, me abrazara cariñosamente, como si yo fuera en ese momento, el blanco a donde todos los elementos de la Naturaleza, disparaban su Amor.

    La brisa era una agradable caricia, los sonidos eran los de siempre, el canto de las aves era el de las mismas aves que cotidianamente se escuchaban en la región. Ese día, me parece, era yo quien percibía todo de distinta manera, me sentía transitado por la maravillosa energía emanada del paisaje que me rodeaba. Aquel paisaje que siempre me había parecido monótono, común y hasta vulgar.

    Sin duda, ese día, era yo el distinto, percibía todo de la manera que lo he descrito. Iba totalmente integrado a la Naturaleza, disfrutando cada detalle, cada fracción de segundo, como si se tratara de un eterno presente y de pronto aparece ante mí, una hermosa Zorra, fue mecánico el movimiento de llevarme la carabina al hombro y situar al animal en el punto de mira, después de haber preparado el percutor, cuando iba curvando el dedo sobre el gatillo . . . Volví a sentir la suave brisa que acariciaba mi rostro, escuché el canto de las aves, la canción del Labrador y las voces del Pastor. Y vino a mi mente, la imagen de mi Madre amamantando a mis hermanos, tal vez a mí mismo. Y a velocidad de vértigo, pude ver un sin fin de acontecimientos de brutalidad cotidiana. Vi a la Zorra muerta de mi certero balazo. Y allá en su madriguera a sus cachorros gimiendo de hambre, llamando a su madre que nunca acudiría a su llamado por culpa mía. Finalmente muertos unos de hambre, y devorados por serpientes otros. A la misma velocidad pasaban por mi mente, o ante mi vista, masacres de Tortugas, de Ballenas, Tiburones, Focas, Simios, et. etc., entonces vino a mi mente el hermoso Poema Los Motivos del Lobo, con toda su verdad y dramático realismo.

    Y como una visión extraordinaria, pude ver en esa fracción de segundo, como los animales de todas las especies, incluidos los domésticos, hacían causa común y emprendían furioso ataque en contra de casi la mayoría de los humanos. Las fuerzas de la Naturaleza se unieron a su lucha, el viento soplaba con rachas de velocidad inusitada, arrasando todo lo que a su paso encontraban, que representara obra humana. Se había desatado un torrencial aguacero; los Ríos crecían rápidamente a consecuencia del aguacero, de esa manera Ríos, Arroyos y desniveles se llenaban de agua, arrastrando la basura esparcida por todas partes, contaminación provocada por la inconsciencia, avaricia y mala fe de nosotros los humanos. Los árboles parecían cobrar movimientos autónomos de desplazamiento.

    Acto seguido, la vegetación empezó a reconquistar el terreno que le había sido arrebatado. Surgían las plantas y crecían a velocidades pasmosas, invadiendo carreteras, poblados y ciudades, destruyendo el concreto con sus raíces, derrumbando presas y todo género de construcción que no fuera elementalmente necesaria.

    Brotaban de la tierra, árboles de todas las especies, repoblando los espacios dejados por la EXPLOTACIÓN INMODERADA hecha por los Tala montes que sólo pensaron en el enriquecimiento personal, solapados por la corrupta caricatura de Autoridad, que gobernaba. A cambio de jugosas mordidas. La furia desatada, sólo respetaba granjas y pequeñas Rancherías de Agricultores y Pastores, ¡No invadía sembrados!, era un evento maravilloso e indescriptible aunque dramático y aterrador.

    A la orilla de un pequeño caserío, emergió de las entrañas de la tierra, una pequeña planta, que a increíble velocidad creció extraordinariamente, era un Cedro, que al cesar su crecimiento, se convirtió en un ejemplar de aspecto milenario. El árbol aquel, agitó sus ramas con gran estruendo y toda la fantástica actividad de Flora y Fauna, se detuvo totalmente.

    Entonces se escuchó una fortísima voz, con la sonoridad de un trueno, parecía venir de todas partes, sin poder precisar de donde procedía y mientras el Cedro agitaba su follaje, esa voz de trueno decía:

    -"Escuchadme, y hacedlo con atención, he detenido por un instante las fuerzas vengadoras de la Flora y de la Fauna; Humanos que me escucháis, porque la mayoría de ustedes sois Pastores, Agricultores y Hortelanos, porque a excepción de unos pocos, vosotros no cortáis un árbol sino para utilizar sus maderas en la construcción de vuestros hogares, porque no matáis un animal sino para alimentaros y alimentar a vuestros hijos, ¡No huyáis! ¡Ustedes no sufrirán daño alguno!

    Pero . . . ¡Los culpables pagaréis, por mucho que tratéis de esconderos! ¡Para vosotros no hay escapatoria! Pero quienes habéis vivido utilizando los recursos naturales, sin pretender lucro desmedido, seguiréis viviendo tranquilos, nada debéis temer, pero a cambio solamente os pido, que registréis en los anales de la Historia estos acontecimientos, para que las generaciones de las Eras venideras, jamás olviden y se guarden de violar las Leyes de la Naturaleza.

    La Humanidad, no es tan fuerte y poderosa como habíais creído, ni tan inteligente como presumís. La Naturaleza ha sido tolerante, pero todo tiene un límite ¡ESTE ES EL LIMITE!

    Y ahora, Hombres y Mujeres de buena voluntad, no temáis, lo que debe ser destruido ¡SERÁ DESTRUIDO!, lo que merezca perdurar perdurará. Así ha sido, así es y así será siempre".

    Dicho lo anterior, el gran Cedro, el de aspecto milenario, agitó de nuevo su follaje y la actividad regeneradora de la Flora y de la Fauna, continuó su tarea a la misma velocidad y con la misma furia. Respetando sólo viviendas y huertos de gente humilde y trabajadora. ¡Era asombroso!, respetaba incluso pequeñas industrias madereras, que sólo cosechaban los bosques, de manera racional, talando solamente árboles que habían alcanzado su madurez para la fabricación de enseres necesarios, y en su lugar plantando nuevos ejemplares de la misma especie para preservarla.

    En sólo unos instantes, todo era selva, llanuras de pastizales, bosquecillos, valles, ríos y arroyuelos. Ya la furia de los elementos había cesado su actividad regeneradora. ¡De nuevo todo lleno de Flora y Fauna!, el canto de las aves, el hermoso murmullo de ríos y arroyos y del follaje de los abundantes y vigorosos árboles, entonaban una melodía de belleza incomparable. Todo era paz, pero paz verdadera, ya no había ni huella de los destrozos originados por la raza humana.

    Luego de verme en medio de aquel Paraíso y, al sorprenderme carabina en ristre, apareció de nuevo la zorra en el punto de mira. Yo estaba ahí, donde debía estar, en aquellos parajes deforestados de manera criminal, parajes que conocía desde niño y que cada año se erosionaban más.

    El rumor de hojas, era el de los pocos árboles que quedaban, por ser especies cuyas maderas no eran aptas para la comercialización, por lo tanto no tenían valor para las compañías madereras. El murmullo de agua era el del arroyito que por nacer casi donde me encontraba, no estaba contaminado. El canto de pájaros era el de las pocas especies que se negaban a desaparecer, a pesar de todos los esfuerzos hechos por nosotros los humanos, para quedarnos en un mundo yermo y carente de vida silvestre, y de Amor, de confianza y capacidad de asombro. Y tal vez más pronto que tarde convertido en coto de caza, donde los fuertes impongan la miseria extrema a los débiles. Como precio para seguir existiendo. Y de hecho, ya es posible notar ese fenómeno por algunos. Y otros ya lo están viviendo, desgraciadamente!

    Bajé el arma, la zorra me miró y empezó a alejarse lentamente, se detuvo por un instante volviendo la cabeza. Y entonces pude ver con claridad increíble sus ojos, tiernos, francos, sin maldad y me pareció ver una chispa especial, como agradeciéndome el no haber disparado, el no haber jalado del gatillo, en nombre propio y de sus crías. Esa mirada me dejó impresionado tremendamente, era serena, una mirada de Madre, era una mirada de Amor. ¡SIN DUDA ALGUNA! Sin saber por qué tenía el rostro bañado en lágrimas mientras la Zorra se alejaba sin prisa, segura de que yo no dispararía. Y no disparé.

    Sequé mis lágrimas y alcé la vista al Cielo, era el mismo Cielo tachonado de nubecillas blancas y de azul intenso, miré a mi alrededor y, a la distancia, a decir verdad a poca distancia, estaba el arroyo, caminé hacia ahí, escuchando el concierto de cantos, de murmullos, de voces, de vida, de DIOS, porque todo aquello, a pesar de lo poco que quedaba, era la obra del Creador del Universo, muy diezmada por cierto. Era obra del infinito Amor que sin condiciones, que sin límites nos es otorgado, pero que desgraciadamente ni entendemos, ni valoramos. Pero, ¿Cómo podríamos hacerlo?, si ni siquiera nos damos cuenta de que manera somos Amados por La Energía Omnipresente, llamado por muchos nombres, sin que esto haga diferencia. Pues La Energía es eterna y constante.

    -Habrá quienes, al leer este cuento, no entiendan su verdadero y real significado, y al no entenderlo, lo estarán negando. Sin embargo, esto es verdad, tal vez subjetiva para algunos, pero verdad al fin, y es que también lo he escrito para ellos, porque sé que algún día lo entenderán. Y para quienes si lo entiendan lo escribo también.

    Y no obstante ellos, los que no lo entiendan, son Amados de igual manera, sin distinción, por el Creador, por La Energía Omnipresente, constante y eterna. Y yo espero que no tarde, lo puedan entender y sentir Su abrazo cálido y amoroso. Si Dios ama a todos por igual, ¿Porqué yo tendría derecho a ser selectivo? Así que esto lo he escrito para quien lo entienda y lo acepte y para quien no lo entienda y lo rechace también.

    Me senté a la orilla del Agua, metí los pies en ella, era fresca, pues provenía del cercano pequeño manantial, también el aire era fresco, con las manos tomé agua y mojé mi frente, me sentí vigorizado, pero, el paisaje, aquel paisaje casi ruin que aparecía ante mi vista, me hacía sentir vergüenza, sí, una enorme vergüenza por pertenecer a la misma especie responsable del desastre ecológico en medio del cual vivía, había nacido y crecido viéndolo avanzar cada día, hasta entonces, sin darme cuenta de la complicidad de mi silencio por ignorancia.

    Es por ello que ahora, después de haber tomado un poco de conciencia lo escribo, para aceptar mi culpa, para romper mi silencio y complicidad. ¡Pero sigo sintiendo vergüenza! Y estoy seguro, que ese sentimiento permanecerá conmigo por el resto de mi vida.

    Al parecer ese día, amanecí con la capacidad de ver todo de diferente manera. Una idea me tomó por sorpresa . . . ¿Me estaré volviendo loco?, es posible, pensé, pero me tiene sin cuidado, bah! Qué más da . . . Ya sopesada esa idea, pensé, -tal vez sí estoy enloqueciendo-, pero si el haber amanecido hoy viendo la vida de distinta manera, si haber podido escuchar la exquisita melodía de La Naturaleza, si haber imaginado, ¿imaginado?, tantos acontecimientos en sólo una fracción de segundo.

    Si no haber jalado del gatillo, si percibir que todo lo que me rodeaba era maravilloso, a pesar del evidente deterioro, si poder sentir con infinito

    Enjoying the preview?
    Page 1 of 1