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Bajo Fuego: Crónicas de Kerrigan
Bajo Fuego: Crónicas de Kerrigan
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Bajo Fuego: Crónicas de Kerrigan

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El muy esperado quinto libro de las Crónicas de Kerrigan

Ahora que el secreto se ha revelado, Luz Kerrigan está determinada a encontrar a su mamá. Por más que Devon, o el Consejo Privado traten de convencerla de lo contrario, nada va a hacerle creer que su madre no está viva. Trabajando con Devon y Luke en contra de los deseos del CP, Luz no se detendrá hasta encontrarla.

Desgarrada entre amistad y lealtad, Luz debe también elegir entre Luke y Devon. No puede, desde ya, seguir negándolo, ni siquiera a sí misma. El corazón quiere lo que el corazón quiere.

Cuando el Consejo Privado comienza a cuestionar sus motivos y escudriñar cada movida que hace, de pronto se encuentra bajo fuego.

Las personas en quien confía se vuelven desconfiables. Aquellos a quienes les hace una confidencia, no pueden guardar un secreto. Los que ama quizás la dejen con el corazón roto. ¿Llegará el día en que ella finalmente se sienta libre de ser sí misma – sin importar las consecuencias?

BAJO FUEGO es el quinto libro de la serie de ventas exitosas, las Crónicas de Kerrigan.

En la mayoría de los cuentos de hadas, la princesa debe encontrar su amor verdadero-elegir a su príncipe.

Pero de vez en cuando, hay una princesa que elige algo diferente...

LanguageEspañol
PublisherBadPress
Release dateAug 23, 2018
ISBN9781547545254
Bajo Fuego: Crónicas de Kerrigan

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    Book preview

    Bajo Fuego - W.J. May

    Tabla de Contenidos

    Encontrar a W.J. May

    Descripción de Bajo Fuego

    Capítulo 1

    Capítulo 2

    Capítulo 3

    Capítulo 4

    Capítulo 5

    Capítulo 6

    Capítulo 7

    Capítulo 8

    Capítulo 9

    Capítulo 10

    Capítulo 11

    Capítulo 12

    Capítulo 13

    Capítulo 14

    Capítulo 15

    Nota del Autor

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    COMPARACIÓN TUDOR

    Descripción de Bajo Fuego:

    El muy esperado quinto libro de las Crónicas de Kerrigan

    Ahora que el secreto se ha desvelado, Luz Kerrigan está determinada a encontrar a su madre. Por más que Devon, o el Consejo Privado traten de convencerla de lo contrario, nada va a hacerle creer que su madre no está viva. Trabajando con Devon y Luke en contra de los deseos del CP, Luz no se detendrá hasta encontrarla.

    Desgarrada entre amistad y lealtad, Luz debe también elegir entre Luke y Devon. No puede, desde ya, seguir negándolo, ni siquiera a sí misma. El corazón quiere lo que el corazón quiere.

    Cuando el Consejo Privado comienza a cuestionar sus motivos y escudriñar cada movida que hace, de pronto se encuentra bajo fuego.

    Las personas en quien confía se vuelven desconfiables. Aquellos a quienes les hace una confidencia, no pueden guardar un secreto. Los que ama quizás la dejen con el corazón roto. ¿Llegará el día en que ella finalmente se sienta libre de ser sí misma – sin importar las consecuencias?

    BAJO FUEGO es el quinto libro de la serie de ventas exitosas, las Crónicas de Kerrigan.

    En la mayoría de los cuentos de hadas, la princesa debe encontrar su amor verdadero - elegir a su príncipe.

    Pero de vez en cuando, hay una princesa que elige algo diferente...

    Capítulo 1

    Al diablo con los chicos. Esto lo estoy haciendo para mí.

    ¡Luz! Digo - ¡Karen!

    Luz oyó las pisadas que se acercaban detrás de ella mientras pasó entre las ambulancias hacia la vereda para encontrar un taxi. Había un bar que estaba abierto toda la noche a solo quince minutos en auto del baile de disfraces.  Lo había encontrado cuando hacía su reconocimiento con Julián. Con suerte, podría encontrarse ahí con Luke, abrir la caja, y tener la primera prueba verdadera de que su madre estaba viva. Todo dentro de una hora.

    Eso es... si nadie trataba de detenerla.

    ¡Karen! Devon apareció en frente de ella bloqueando su camino. No puedo dejar que hagas esto. Tenemos un trabajo que terminar. Y estás herida. Sus ojos hermosos se movieron por el frente de ella como si todavía pudiera ver la marca que el tatú de Charles había sanado.

    ¿Quién es Karen? susurró Charles. Él y Molly se habían unido a ellos también y estaban parados uno al lado del otro, mirando entre Devon y Luz con ojos desorbitados.

    Karen es el nombre encubierto de Luz. Molly susurró fuerte e impacientemente. ¡Ahora cállate!

    Luz acomodó una mecha de cabello por detrás de su hombro y miró fijamente a Devon. Una parte de ella casi sintió pena por él – él claramente estaba aturdido. Por un segundo pensaba que irían adentro por unos tragos de celebración, y al otro, estaba corriendo detrás de ella por el césped mientras hacía su gran escape.

    Tengo que hacer esto. Su voz era suave pero firme. El trabajo nunca se acabará para ti, Devon. Pero para mí, hay cosas más importantes. Tengo que encontrar a mi madre.

    Él presionó los labios y ella sabía que lo había lastimado. Sin embargo, él no se movió, y ella no quiso relajar su posición. Había una raya perceptible entre ellos. Uno que parecía agrandarse cada día.

    ¿Tu madre? Molly interrumpió. ¿Encontraste algo acerca de tu mamá?

    Charles se agachó para hablar en su oído. Pensé que la madre de Luz estaba muerta...

    Molly meneó frustrada su cola de caballo de color caoba. Obviamente en este caso, ‘muerta’ implica un poco de fluctuación, Charlie, ponte al tanto.

    Luz cerró los ojos dolorosamente antes de echarle un vistazo a Charles. ¿Cuándo, cuándo aprendería Molly a pensar antes de abrir la boca?

    Charles le dio una mirada amable y le sonrió a Luz. Parece que a veces estoy un poco retrasado. Los dejaré a ustedes tres. Se dirigió por el césped hacia dónde venía la música de la fiesta. "Pero estoy contento de que estés bien...Karen. Luz podía jurar que lo vio guiñarle el ojo. Indicó su tatú. Esperemos que ahora puedas quedarte así."

    Luz sintió un cosquilleo cálido de alivio subiendo por sus brazos, y lo miró mientras desaparecía, agradecida por su discreción. Molly, por otra parte, era una historia completamente distinta. Sabes, Molls, creo que deberías volver al Pabellón Heath. Trato de no ser brusca con sus palabras, después de todo, ella había sido la primera en mencionar a su madre. Ha sido una noche larga. Se le ocurrió un plan en ese momento. ¿Quizás Devon te pude llevar?

    ¡Ah no! Los ojos de Devon destellaron al cruzar sus brazos por su pecho. No te vas a escapar así de simple. Sé lo que te dijo Luke, pero –

    ¿Por qué no puedes ver lo que significa esto para mí? Alzó los brazos en desesperación. ¿Cómo no podía entenderlo? Ella era una huérfana con la posibilidad de tener madre. No podía haber mayor motivación que eso. Esto es mucho más importante que cualquier misión. Y no te estoy pidiendo permiso, Devon. Te estoy diciendo que voy a ir.

    El rostro de él se endureció de nuevo y parecía que iba a tratar de agarrarla, pero se detuvo. Y yo te estoy diciendo que no puedo dejarte hacerlo. ¿Quién sabe qué cosa tiene planeado Luke? Él trabaja para los Caballeros de Xavier, Luz, y tú recién sufriste una contusión cerebral. No puedo simplemente dejar que andes por las calles de Londres sin –

    ¿Quién quiere andar por las calles de Londres?

    Los tres saltaron con sorpresa cuando Carter apareció de repente al lado de ellos. Luz había estado tan metida en su discusión con Devon, que ni siquiera oyó que se aproximaba. Automáticamente, su tatú cambió al del zorro fénec. No quería ser sorprendida nuevamente.

    Nadie va a estar andando a ningún lado, dijo entre dientes apretados, mirando a Devon con enojo. Había estado usando el tatú de Charles, así fue como Carter se pudo acercar desapercibido. ¿Cuál era la excusa de Devon? Yo solo..." Dejó sin terminar la frase mientras pensaba en una excusa legítima. No podía simplemente decirle a Carter que se iba a encontrar con un Caballero de Xavier para buscar a su mamá.

    Carter colocó sus manos sobre sus caderas mientras miraba con expectativa a Luz. Devon, parado al lado de Carter se apoyaba primero en un pie y después en el otro mientras Molly, al lado de él, se movía ansiosamente.

    ¿Tú sólo...? Carter agitó la cabeza, sin entender la inquietud de Luz. Tu trabajo aquí no ha terminado Luz. Nuestra futura reina fue atacada esta noche; todavía podría estar en peligro. Tú, Devon y Molly deben volver al Pabellón Heath y esperar instrucciones.

    Luz tomó aire para calmar sus nervios. Tengo la llave, ¡Maldita sea! ¡Tengo que ir!

    Sarah va directo al hospital donde estará rodeada por guardias armados y encubiertos del CP hasta la mañana, dijo con voz calmada. Me gustaría ir a Londres esta noche, estaré de vuelta para el desayuno y lista para el deber.

    Carter frunció el ceño. ¿Por qué? ¿Qué es lo que sucede?

    El siguiente momento de silencio pareció una eternidad. Luz trató de pensar en algo – para decir algo, pero una frase se repetía en su mente.

    ¡Tengo la llave! ¡Tengo la llave!

    Está un poco conmovida, Señor. Luz se sorprendió de que fuera Molly y no Devon quien se adelantó y puso su brazo alrededor del hombro de Luz. Quería respirar un poco de aire fresco y aclarar la mente antes de volver a trabajar mañana. A ella también la atacaron esta noche, concluyó.

    Dios bendiga a esta pequeña amiga charlatana. Hay momentos en que no me gustaría tener a nadie más a mi lado.

    Hay suficiente aire fresco en el Pabellón Heath, respondió Carter. Se quedará adentro esta noche, Señorita Kerrigan. No vas a ningún lado. Giró para mirar con autoridad a Devon. Wardell, lleva a las chicas de regreso a la base, y asegúrate de que estén bien descansadas para mañana.

    Lo haré, Señor. Devon contestó automáticamente. Sus mejillas se colorearon y evitó mirarla a Luz. Mientras Carter se retiraba, Devon pateó nervioso su pie contra el piso, un hábito que había tomado de Luz. Bueno, supongo que deberíamos...

    La sangre de Luz hervía y le envió una mirada monstruosa. Si no hubiera sido por la interferencia de él, ella ya estaría por llegar al bar. Estaría por encontrarse con Luke y por recibir las respuestas que tanto necesitaba.

    Era probable que Luke había perdido su trabajo tratando de ayudarla. Devon literalmente, se había puesto en su camino.

    Vayan ustedes dos, su voz era peligrosamente suave, voy a tomar un taxi.

    Todo el color desapareció del rostro de Devon mientras miró hacia la calle. No estoy seguro... Quedó callado, dejando que las palabras no dichas quedaran en el aire entre ellos.

    De repente Luz se dio cuenta y se enderezó. Por el amor de Dios, ¡Devon! ¿Tienes miedo de que me vaya a Londres? Relájate, no lo haré. Por culpa de una persona, Carter me arruinó todos los planes. Destruyó la posibilidad de averiguar lo que le pasó a mi mamá. No que entendieras o que te importe. Su propia cara se volvió pálida con ira y se mordió el labio para calmarse. Estoy tomando un taxi porque no logro poder mirarte un segundo más.

    Con eso, salió caminando por el césped, su hermoso vestido apenas rosando el pasto mientras usaba el tatú de Devon para escaparse con elegancia, aunque estaba furiosa. Estaba intensamente consciente de que los estaba dejando a los dos – dos de sus mejores amigos – parados en el césped detrás de ella, pero en ese momento, no podía dejar que le importara.

    Había cosas más grandes en su vida que el Consejo Privado. ¿Por qué Devon no podía entender eso? Molly lo entendía, Julián lo haría si estuviese aquí, hasta Charles parecía darle un pase libre basado solo con la poca información que tenía. ¿Pero Devon...?

    Ella era su corazón. Su corazón entero.

    Esas palabras repitieron en su mente mientras abrió la puerta de un taxi.

    Si él no podía apoyarla en esto – esta cosa tan básica y fundamental - ¿Qué significado tenían esas palabras...?

    *  *  *

    Luz llegó al Pabellón Heath antes que Devon y Molly, su taxi recorriendo las calles angostas mientras el aparcacoches sacaba al auto de Devon del estacionamiento. En el momento en que el taxi desaceleró, sus pies estaban en el pavimento y ella corrió hacia las escaleras, cambiando automáticamente al tatú de Jennifer en vez usar el de Devon. De pronto, en era posible, no quería tener nada que ver con Devon.

    Jamás había sentido tanta ira.

    Ni siquiera cuando se había enterado lo que Guilder era realmente – lo que ella era de verdad. No cuando se enteró que Lanford la había traicionado. Ni siquiera cuando el Consejo Privado había dejado en libertad a su hermanastro homicida para aterrorizarla a ella y al resto del mundo.

    Desde el momento en que había pisado suelo inglés, todos en su vida le habían mentido- o por lo menos- le negaron información crucial. Su pasado, su presente, y ahora aún su futuro parecía estar colgando de un hilo desde arriba, censurando las cosas que sabía, dándole pedacitos vitales cuando querían.

    ¡Esto era su vida! ¡Merecía saber lo que estaba sucediendo! Quería respuestas. ¡Maldición, los merecía!

    Y ahora que por fin había salido y los había encontrado por su cuenta, estaba atrapada a solo quince minutos de distancia, sin poder alcanzarlos. Una llave sin una cerradura. ¿Y quién la había detenido...?

    El cuarto se volvió de color rojo mientras esperaba, casi con ansiosa anticipación, la pelea que vendría pronto. Se había cambiado del vestido del baile, aunque encontró complicado el encaje de la enagua. Al final, decidió por un arreglo, poniéndose calzas debajo del vestido negro de seda. No importaba que el tajo le llegara al muslo si tenía algo debajo. Su cabello también estaba desordenado. Tenía la mitad de los rulos sujetos arriba de su cabeza, mientras pudo desprender de las horquillas la otra mitad y esos rulos colgaban por sus hombros, dándole una apariencia hermosa, aunque un poco desenfrenada.

    Después de lo que pareció una eternidad, oyó un clic en la puerta y escuchó que Devon entraba. Estaba solo, por suerte. Con su poder superior de oído, pudo oír a Molly subiendo en puntapié a su cuarto de arriba, probablemente tratando de escuchar a escondidas la explosión inminente.

    Luz esperó con manos en las caderas, inclinándose contra uno de los postes de su cama con dosel, moviéndose inquietamente en su enagua sedosa. Oyó que Devon se paseaba por el salón, y luego se detenía, como esperando a ver qué haría ella. O quizás él ni siquiera sabía que ella ya había vuelto.

    Finalmente, su estado de humor quebró. ¿Qué te parece Devon? ¿Vas a entrar aquí para enfrentarte conmigo o qué?

    Sin hacer ningún ruido, él apareció en la puerta. Su corbata de moño estaba desajustada y al costado de su cuello y él había desprendido algunos botones de su camisa de vestir. Su cabello también estaba desordenado, como si hubiera pasado sus manos por él varias veces.

    Los ojos de él se agrandaron cuando vio a Luz esperándolo. Se movieron de arriba abajo por el cuerpo de ella, sin poder detenerse, desde su cabello hasta las puntas de sus pies, antes de volver a sus ojos. Sus ojos muy muy enojados.

    Entonces abrió la boca y dijo la última cosa que Luz hubiera esperado oír.

    Te amo.

    Todo su enojo se desvaneció de golpe, haciéndola sentir bastante desinflada. Su corazón tartamudeó con el shock y sus labios se partieron al verlo a través del resplandor dorado de las lámparas. Él... ¿Qué? Tú, ¿qué? Había planeado repetir la frase, pero encontró que no podía decir las palabras.

    Devon se volvió pálido. Sus pupilas se habían agrandado, pero a pesar de su pánico obvio, parecía no poder quitar su mirada de ella. Te amo, dijo nuevamente, las palabras saliendo de forma rápida y suave. No quería que fueras a Londres porque tuviste una contusión cerebral esta noche y estaba preocupado... porque te amo. No quería que te encontraras con Luke porque no le tengo confianza y... porque te amo. Como partiendo el aire se acercó hasta estar parado frente a ella, compartiendo su alma. Y no podía dejar de mirarte esta noche... porque te amo. Enderezó sus hombros y tragó aire. Siempre lo he hecho. Siempre lo haré.

    Capítulo 2

    ¿Luz? ¡Vuelve a mí, Luz! ¡Despierta!

    ¿Despierta? Luz podía sentir la alfombra lujosa debajo de ella, pero estaba recostada sobre piernas tibias. Dedos cuidadosos acariciándole el cabello y removiéndolo de su cara mientras ella trataba de cumplir con el simple pedido. Con lo que le pareció un esfuerzo extraordinario, abrió los ojos y miró al rostro delirante de Devon. Era como si estuviese mirando por un túnel largo. Parpadeó varias veces, y después de un momento, los bordes alrededor de la cara de él empezaron a enfocarse y su visión se aclaró. Eso es raro, ella crujió.

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