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Juan Sebastian Bach: Un Ejemplo De Virtud
Juan Sebastian Bach: Un Ejemplo De Virtud
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Juan Sebastian Bach: Un Ejemplo De Virtud

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About this ebook

Bach representa el genio cumbre de la armona musical, el hombre de bien que sufre las ingratitudes de su tiempo, el creyente de un Ser Supremo y el forjador de un himno de paz para toda la humanidad y la historia.

Vivir es triunfar. Y triunfar es resolver dos fuerzas antagnicas. En todo instante estamos viviendo y muriendo. En todo momento somos y no somos. Ser y no ser frase mas profunda que la de la tragedia shakesperiana.

Todo es y deja de ser. Todo cambia y es. Inmanente a la vida est el perpetuo fl uir de lo existente. Bach es el nico artista que ha llegado a esas insondables profundidades del ocano, en donde se funden y se identifi can la luz y la obscuridad.

~Adalberto Garca de Mendoza
LanguageEspañol
PublisherPalibrio
Release dateJul 19, 2012
ISBN9781463332921
Juan Sebastian Bach: Un Ejemplo De Virtud
Author

Dr. Adalberto García de Mendoza

EL DR. ADALBERTO GARCIA DE MENDOZA (1900-1963). Después de haber estudiado 7 años en universidades alemanas, música y filosofía, regresa a México en 1927, iniciando cursos en la Preparatoria y la Universidad Nacional Autónoma de México donde introdujo por primera vez en México la filosofía alemana siendo el primero en enseñar el neokantismo de Baden y Marburgo, la fenomenología de Husserl y el existencialismo de Heidegger de ahí que se le reconoce como el “Padre del Neokantismo Mexicano.” En 1954 recibió el primer premio internacional de filosofía Oriental convocado por las Universidades Japonesas cuyo galardón lo recibió en Japón por su alteza Imperial el Principe Takamatsu, hermano del Emperador de Japón. De 1938 a 1943 fue director del Conservatorio Nacional de Música de México. En 1962 recibió un diploma otorgado por la UNAM al cumplir 35 años como catedrático. Escribió aproximadamente setenta y cinco obras de filosofia, música, matemáticas, arte, y socialismo.

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    Book preview

    Juan Sebastian Bach - Dr. Adalberto García de Mendoza

    JUAN SEBASTIAN BACH 

     Un ejeejeejemplo de virtutud

    ÍNDICE

    PRELUDIO

    IN INTERIORI HOMINIS  

     HÁBITAT – VERITAS

    MIRADA OYENTE

    EN EL ALMA: DIOS

    LO FÁCIL Y LA PERFECCIÓN

    CREACIÓN DOLOROSA

    SINCERIDAD EN LA EXPRESIÓN

    POBREZA Y RIQUEZA

    ANTE LA MUERTE

    LA ENSEÑANZA

    GOCE DEL ESPÍRITU

    LA FILOSOFÍA Y LA OBRA MUSICAL

    LEY Y ORDEN

    EL ARTE ES SÓLO PENSAMIENTO

    LA RELIGIOSIDAD DE BACH

    LA FILOSOFÍA, LA CIENCIA Y EL ARTE DE BACH

    LA HUMILDAD DE BACH

    CÓMO DEBE OÍRSE LA OBRA  

     DE BACH

    PROBLEMÁTICA DE LA OBRA  

     DE BACH

    PRIMER PELDAÑO, EL EXISTENCIAL

    LA EXISTENCIA EN LO INFINITO DE LA CONTRADICCIÓN

    ARTISTAS DE LA EXISTENCIA

    EL SENTIDO ÚLTIMO DE LA OBRA DE BACH

    ¿FUENTES ITALIANAS Y FRANCESAS?

    ORIGINALIDAD DE BACH

    MELODÍAS CLÁSICAS Y BARROCAS

    DOS LIBERTADES

    BACH SUPERACIÓN DEL BARROCO Y GÓTICO

    BACH Y EL BARROCO

    EL BARROCO EN LA MÚSICA

    EL GÓTICO Y EL BARROCO SE SUPERAN EN BACH

    PRINCIPIOS SUPREMOS DE LA MÚSICA DE BACH

    MÚSICA COMO GOCE ESPIRITUAL

    GLORIFICACIÓN DEL BIEN SUPREMO

    BACH Y LA MELODÍA

    LA MÚSICA ITALIANA

    LA MELODÍA GÓTICA

    LA MELODÍA DE BACH

    CONCEPCIÓN CÓSMICA DEL GÓTICO

    LA LIBERTAD CLÁSICA Y LA BARROCA

    ESPÍRITUS AFINES EN LO ABSOLUTO

    ASPECTOS ARMÓNICOS

    EL BARROCO COMO SENTIR DE CULTURA

    PROFUNDIDAD EN LA OBRA  

     DE BACH

    FORMA MÚLTIPLE Y UNITARIA

    FORMA ABIERTA EN LA OBRA  

     DE BACH

    BACH EN SUS PERFILES

    LO GÓTICO Y EL ESPÍRITU NÓRDICO

    ILUSTRACIÓN E IDEALISMO

    BACH Y EL PROTESTANTISMO

    CONTEMPORÁNEOS

    EL TIEMPO Y EL GENIO

    ¿Y LA VIDA?

    CADENCIA FINAL

    HORIZONTE

    El Sentido Huma nista 

     en la Obra de 

     Juan Sebas tian Ba ch

    ÍNDICE

    LA EXISTENCIA, FUENTE DE LA BELLEZA Y DE LA VERDAD

    LA CONTRADICCIÓN, ESENCIA DE LA EXISTENCIA

    LA VIDA: SÍNTESIS DE CONTRADICTORIOS

    INTERPRETACIÓN DE LA OBRA  

     DE BACH

    LAO-TSEU, BACH, HEGEL Y MARX: CUATRO INTÉRPRETES DE LA CONTRADICCIÓN

    LA DIALÉCTICA DE LO BELLO

    MÁXIMAS CREACIONES DIALÉCTICAS DEL ARTE

    SENTIDO ÍNTIMO DE LA OBRA DE BACH

    LA VIDA

    HORIZONTE

    CONFERENCIAS DEL DR. ADALBERTO GARCÍA DE MENDOZA SOBRE JUAN SEBASTIAN BACH

    CONCIERTO ITALIANO

    EL CONCIERTO

    ARIOSO Y PEQUEÑA FUGA  

     JUAN SEBASTIAN BACH-HODGE

    ELEMENTOS DE ESTÉTICA  

     LA MÚSICA DE JUAN SEBASTIAN BACH

    BIOGRAFÍA DEL DR. ADALBERTO GARCÍA DE MENDOZA

    Su música es completamente distinta de las demás; con su música se penetra en otro mundo más alegre y sobrenatural, en él ya no se sienten las preocupaciones y pensamientos de este mundo. En su corazón estaba el núcleo de la paz y de la belleza.

    ANA MAGDALENA BACH

    depositphotos_3668388-Set-of-music-background.jpg

    Preludio

    music_notes[1].png

    Hemos llegado a uno de los momentos más bellos de la historia, el segundo Centenario de la muerte de Juan Sebastian Bach, el máximo compositor musical de los tiempos modernos. En todos los lugares de la tierra se levanta una voz, se oyen melodías y se descubren monumentos de gratitud para tal benefactor de la humanidad. Bach representa el genio cumbre de la armonía musical, el hombre de bien que sufre las ingratitudes de su tiempo, el creyente de un Ser Supremo y el forjador de un himno de paz para toda la humanidad y la historia.

    Reflexionar sobre el saber y la bondad de Juan Sebastián Bach es un intento que pocos escritores han podido lograr, porque en él hay lo que verdaderamente es la sabiduría; es decir, un mundo de realidad, una manera de ser, un saber que da personalidad, una conciencia de valor y un destino.

    Bach nunca supo de la soberbia. Ya que es negación de bondad y de cultura. No fue condescendiente con la vana ostentación, ni con el ropaje inicuo de la mentira. Supo amar con amor humano, orar como lo hiciera San Agustín en instantes de profunda veneración; llevó sobre sus hombros la pena de la incomprensión y el dolor de quien da a luz un nuevo ser en la creación.

    ¡Con qué dulzura Ana Magdalena Bach, su segunda esposa, describe estos instantes que tanto significan en la actitud moral de Juan Sebastián! Leer con atención La pequeña crónica de esta excelsa mujer, es estar en un ambiente de paz, tomar la hostia de la purificación, elevar la conciencia a la vida espiritual y sentir a Dios en nuestra existencia banal.

    Queremos únicamente realizar un preludio a la significación que tiene Juan Sebastián Bach hoy, 28 de julio de 1950, que cumple de muerto dos siglos exactamente: no con el análisis de sus incomparables cuarenta y ocho preludios y fugas que integran su Bien Templado Clavecín, ni tampoco de su maravillosa obra organística, coral, de cámara y orquestal; sino simple y sencillamente con una revaloración de su vida moral y religiosa.

    Actitud que lo ennoblece y lo eleva por sobre muchos artistas. Porque Juan Sebastián fue sencillo, profundamente humilde, siempre veraz, amante de su familia y de su patria, bondadoso hasta llegar a la religiosidad, pero no como postura de conveniencia y de superficialidad, sino como dato de profunda y noble espiritualidad.

    Es la Crónica de Ana Magdalena, la que nos va a entregar, en primer término, en notas de espontaneidad magnífica, esa aureola de belleza en el alma y de la más sencilla pureza en la existencia.

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    Juan Sebastian Bach

    In interiori hominis  

     hábitat – veritas

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    Su intensa mirada parecía dirigida hacia el interior, lo cual impresionaba mucho. Eran, si me puedo expresar así, unos ojos oyentes, que tenían a veces un resplandor místico, nos dice Ana Magdalena.

    He aquí el misterio. Ese que Gabriel Marcel llama de la sabiduría y que es ahondamiento en el espíritu en su primer peldaño, sin poder llegar a la plena satisfacción; pero que más tarde llega a ser satisfacción absoluta ya en el campo de la santidad, en donde la bondad y la belleza sacian la sed en una verdadera alegría espiritual.

    Dirigirse a su interior es una virtud suprema de los grandes hombres. Ya San Agustín descubre este pensamiento en su filosofía, que es para todos los tiempos: Si quieres encontrar a Dios intérnate en tu espíritu.1 Sé siempre tú.2 En tu interior espiritual puedes encontrar toda la verdad.3 Actitud profunda, la única que es realidad en el genio, en el santo.

    Descubrir lo más profundo que hay en el hombre, como es su conciencia, es encontrar el sendero de la virtud suprema, de la sabiduría, de eso eterno que existe en el ser humano. Y cuando se llega a ese rincón que está pletórico de joyas y luces de maravilla, como acontece en los hombres superiores, entonces nada falta, la creación se revela y el mundo queda impregnado de una obra maestra que es fulgor de la historia.

    MIRADA OYENTE

    music_notes[1].png

    Su mirada era la de unos ojos oyentes con un resplandor místico, esta frase es de tal profundidad que nos hace meditar no sólo sobre la psicología1 de’ este enorme músico, sino sobre el contenido de las culturas, la naturaleza del hombre y la esencia de Dios.

    Ciertamente, la mirada puede oír, y he aquí el fulgor creador del músico. No es únicamente el sonido que llega a su mente; es la naturaleza que en sus colores canta, en sus formas entona una plegaria; es música de esferas, ritmo de movimientos que domina el orden del Universo en paisajes visuales que a la vez cantan.

    El griego no supo ver oyendo, y por eso su música no iguala a su arquitectura ni a su escultura. El templo del Partenón es una armonía de formas y de visualidades. La estatua de Scopas es un contrapunto también de formas y de plástica

    En cambio el hombre del medioevo, sí supo oír sus vitrales que, alentados por la luz del sol, dan savia a los interiores majestuosos de las catedrales; supo oír también sus hermosos rosetones que en las fachadas de sus santuarios son flores de piedra, y en formas polifónicas entonan cantos místicos a la Divinidad; y al mismo tiempo supo siempre ver en el canto místico de sus alabanzas, cantos llanos, los coloridos de los modos litúrgicos que sólo artistas como el Greco supieron conquistar a través de los tiempos. Épocas ésas en donde las estatuas lánguidas no son otra cosa que melodías atormentadas y bruñidas en piedra, y sus torres están poseídas del infinito, como las oraciones que brotaron de su visión mística y religiosa.

    Pero viendo, y con ello oyendo también, fue la dicha y la amargura de Beethoven, la pasión y el desbordamiento de la voluntad en Wagner. Por eso mismo hay ojos que no ven la vana apariencia, porque están oyendo la voz de la conciencia en una actitud de reverencia. Ver oyendo, es estar en el tiempo absoluto, realizando todos los instantes y, con ello, la existencia en su camino hacia la esencia. Es convertir la realidad en tiempo, tal como lo propone la intuición filosófica de Bergson y la hermenéutica de Heidegger.

    EN EL ALMA: DIOS

    music_notes[1].png

    Pero Juan Sebastián Bach añadía un resplandor místico a su mirada, y esto sólo es dable a quienes sienten profundamente a Dios. Bach fue un místico y un religioso por excelencia. Su antecedente se descubre allá en el Renacimiento, cuando el racionalismo y el individualismo clamaban para sí mismos la conquista del reino celeste. Vano intento. La fe protestante no logra captar la trascendencia, y esta actitud mística se aleja enormemente de la de San Francisco de Asís que, en su

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