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Olas de Sunset
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Olas de Sunset

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About this ebook

Mateo Medina tiene el trabajo perfecto en la ciudad de Nueva York, el condominio perfecto y el auto perfecto, entonces ¿por qué sus ataques de ansiedad empeoran cada día? Todo lo que necesita son unas vacaciones cortas y unos días de descanso en la pequeña y tranquila localidad turística de Sunset Beach. Entonces todo volverá a la normalidad. Su vida perfecta.

Kyra no puede creer que las cosas puedan empeorar. El primer huésped ha  llegado al Complejo Sunset Beach y ni siquiera está abierto. Alguien ha pirateado el sitio web del Complejo. Ella tiene que hacer que las cosas funcionen para su huésped, no es su culpa. Ella también tiene que asegurarse de reprimir los sentimientos que tiene por él. Él se irá en unos días y ella tiene mucho trabajo que hacer para prepararse para la apertura del Complejo.

Mateo y Kyra necesitan trabajar juntos para resolver los problemas del complejo. ¿Encontrarán ambos que hay más en la vida que en el trabajo ... puede haber amor?

LanguageEspañol
Release dateDec 19, 2018
ISBN9781547563081
Olas de Sunset
Author

Jennifer Conner

Jennifer Conner is a best-selling Northwest author who has seventy short stories, books, and audiobooks. She writes in Christmas Romance, Contemporary Romance, Paranormal Romance, Historical Romance, and      Erotica. She has hit Amazon’s top fifty authors ranking and her books have been #1 in sales. Her novel Shot in the Dark was a finalist in the Emerald City Opener, Cleveland, and Toronto RWA contests. Jennifer is an Associate Publisher for the indie traditional publisher, Books to Go Now who resides in the Seattle area. They pride themselves in helping new authors get their foot in the door with well-edited manuscripts, professional covers, and platforms uploads. She lives in a hundred-year-old house that she grew up in. Her semi-small town holds an interesting mix of resident hillbillies, yuppies and Navy Seals. And of course, Seattle, only a few miles away, is the birthplace of Starbucks so coffee is always on the check list. She blows glass beads with a blowtorch, (which relieves a lot of stress and people don’t bother you) and is a huge fan of musicals. She loves to hear from her readers. Please email her at jenniferconnerwriter@gmail.com For Updates about new releases as well as exclusive promotions, visit Jennifer’s website and sign up for the VIP mailing list. https://jenniferconnerwriter.wordpress.com/

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    Olas de Sunset - Jennifer Conner

    Capítulo Uno

    ––––––––

    Mateo Medina luchó por mantener los ojos abiertos. No había dormido bien durante mucho tiempo. Demonios, ¿a quién intentaba engañar? No había dormido bien durante los últimos años. Tenía casi treinta años, pero en la mayoría de los días la falta de sueño lo hacía sentir como un anciano.

    Su trabajo le estaba pasando la factura a su cuerpo y alma.

    Hace unos años, su carrera lo era todo y ahora tenía todo lo que quería ... ¿o no? Siendo de una familia latina de primera generación, sus padres le enseñaron que el trabajo duro traía la felicidad. Trabajaron, pero parecían tener tiempo para reír y estar con la familia. ¿Qué estaba haciendo mal?

    Le aceleró a su BMW M-3 convertible con la esperanza de que un golpe del aire frío del mar en su cara lo despertara. Sus ojos comenzaron a cerrarse y supo que, por su propia seguridad, era mejor detenerse. Al ver un lugar amplio en la carretera, se detuvo y apagó el motor.

    Mateo abrió la puerta del conductor y sacó su musculoso cuerpo del auto. Caminó hacia el acotamiento, agarró la barandilla y miró hacia el agua. Trató de respirar profundamente e intentó ignorar los temblores en sus manos. Había estado experimentando estos incontrolables ataques de ansiedad durante los últimos meses. Todo estaría bien. Necesitaba fortalecerse. Todo lo que su cuerpo necesitaba era un pequeño descanso. Le había dicho a su jefe que necesitaba una semana libre y que luego volvería a estar al tanto de las cosas como siempre había estado.

    Si se relajaba y descansaba un poco, todo estaría normal.

    Normal y de vuelta a su vida perfecta.

    Una vez que su cabeza se aclaró, saltó al auto y reinició el motor. El sol se ponía sobre Sunset Beach. Nunca pareció notar las puestas de sol en la ciudad. Tal vez, fue porque siempre tenía su cabeza enterrada en el trabajo. La mayoría de los días llegaba a su trabajo en la oscuridad y se iba cuando estaba oscuro.

    Siguiendo el GPS en el tablero, tomó las últimas curvas hasta detenerse frente a una gran casa azul. La grava crujía bajo las llantas mientras se dirigía hacia un espacio.

    "Usted ha llegado a su destino", declaró la voz de navegación.

    Oh ..., dijo Mateo mientras miraba alrededor. Pensó que el lugar estaría lleno en esta época del año y se sorprendió al ver que el suyo era el único automóvil en el estacionamiento.

    Mateo abrió el maletero y sacó su bolsa de lona. Había empacado ligero. No tenía la intención de hacer otra cosa que no fuera poner los pies en un camastro de playa y beber unas cuantas―bueno, muchas―cervezas y luego dormir como los muertos.

    Bostezó. Últimamente, él siempre se sentía cansado. Se enorgullecía de ser el tipo de persona que no paraba, pero para eso necesitas dormir y también controlar tu salud mental.

    Mateo subió las escaleras del pórtico delantero de dos en dos y entró por la puerta principal del Spa y Complejo Vacacional Sunset Beach. No había nadie en la recepción y no escuchó a nadie en la habitación de atrás. No había timbre en el escritorio para tocar.

    ¿Hola?

    Silencio.

    Esto no es bueno, murmuró para sí mismo. Dejó caer su bolsa y atravesó las puertas francesas que conducían a la piscina y la terraza con vistas al agua. El sol estaba bajo en el cielo e hizo que los tonos del agua fueran de color morado oscuro y rosa.

    Mateo entró y cerró la puerta detrás de sí mismo. "Bueno, tiene que haber alguien aquí. Las tablas del piso encima de él crujieron. Subió las escaleras y siguió en la misma dirección donde había escuchado a alguien cantando. Llamó a una de las puertas del pasillo y, cuando no obtuvo respuesta, abrió la puerta con el pie. ¿Hola?", gritó, mientras entraba en la habitación.

    Una mujer estaba de espaldas a él y

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