Discover millions of ebooks, audiobooks, and so much more with a free trial

Only $11.99/month after trial. Cancel anytime.

Justicia y paz en la novela de crímenes
Justicia y paz en la novela de crímenes
Justicia y paz en la novela de crímenes
Ebook562 pages5 hours

Justicia y paz en la novela de crímenes

Rating: 0 out of 5 stars

()

Read preview

About this ebook

Este libro recoge algunos trabajos que hicieron parte del Congreso Internacional de Literatura Medellín Negro, y de colaboradores invitados a esta edición para resolver preguntas como estas: ¿En la novela que da cuenta de un sistema agobiado por la criminalidad se pueden encontrar pautas de justicia y paz? ¿Cuáles son las ideas de justicia y paz expuestas por los escritores contemporáneos? ¿En el campo literario de la novela de crímenes, cuáles son los caminos posibles para la paz? Coedición con la Universidad de Antioquia, el Grupo de Estudios Literarios GEL, y Medellín Negro.
LanguageEspañol
Release dateAug 28, 2018
ISBN9789586655347
Justicia y paz en la novela de crímenes

Related to Justicia y paz en la novela de crímenes

Titles in the series (50)

View More

Related ebooks

Crime & Violence For You

View More

Related articles

Reviews for Justicia y paz en la novela de crímenes

Rating: 0 out of 5 stars
0 ratings

0 ratings0 reviews

What did you think?

Tap to rate

Review must be at least 10 words

    Book preview

    Justicia y paz en la novela de crímenes - Gustavo Forero Quintero

    Justicia y paz en la novela de crímenes

    BIBLIOTECA UNIVERSITARIA

    Ciencias Sociales y Humanidades

    COLECCIÓN ESPACIOS

    Estudios Literarios

    Justicia y paz en la novela de crímenes

    Gustavo Forero Quintero

    Editor académico

    Autores

    Karla Patricia Aguilar Velásquez

    Jean Jacques Beaussou

    Mónica Cárdenas Moreno

    Virginia de la Cruz

    Osvaldo Di Paolo Harrison

    Gustavo Forero Quintero

    Cathy Fourez

    Shelley Godsland

    Stewart King

    Fabio Nahuel Lezcano

    Bernard Minier

    Pablo Montoya Campuzano

    Esmeralda G. Morales

    Edison Neira Palacio

    Leonardo Oyola

    Sofía Sánchez Gil

    Sabine Schlickers

    Leonora Simonovis

    Erwin Snauwaert

    Doris Wieser

    Forero Quintero, Gustavo

    Justicia y paz en la novela de crímenes / Gustavo Forero Quintero, Pablo Montoya, Mónica Cárdenas Moreno, Doris Wieser et al.; compilador Gustavo Forero Quintero. – Bogotá: Siglo del Hombre Editores: Universidad de Antioquia: Fundación Universidad de Antioquia: Medellín Negro: Grupo Estudios Literarios GEL, 2018.

    440 páginas; 24 x 17 cm. – (Medellín Negro)

    1. Novela colombiana 2. Novela estadounidense 3. Novela negra 4. Crimen - Novela I. Cárdenas Moreno, Mónica, autora II. Wieser, Doris, autora III. Forero Quintero, Gustavo, compilador IV. Tít. V. Serie.

    Co863.6 cd 21 ed.

    A1604325

    CEP-Banco de la República-Biblioteca Luis Ángel Arango

    © Gustavo Forero Quintero

    Primera edición, 2018

    © Siglo del Hombre Editores

    http://libreriasiglo.com

    © Universidad de Antioquia

    www.udea.edu.co

    © Fundación Universidad de Antioquia

    www.fundacionudea.com

    © Grupo de Estudios Literarios

    www.udea.edu.co/portal/udea/web/inicio/investigacion/grupos-investigacion/humanidades/estudios-literarios

    © Medellín Negro

    congresoliterioudea.blogspot.com.co

    Carátula

    Amarilys Quintero

    Ilustración de carátula

    Esteban Arango Montoya

    Armada electrónica

    Ángel David Reyes Durán

    ISBN: 978-958-665-533-0

    ISBN EPUB: 978-958-665-534-7

    ISBN PDF: 978-958-665-535-4

    Desarrollo ePub

    Lápiz Blanco S.A.S.

    www.lapizblanco.com

    Hecho en Colombia-Made in Colombia

    Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida ni en su todo ni en sus partes, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de la editorial.

    ÍNDICE

    INTRODUCCIÓN

    Gustavo Forero Quintero

    PRIMERA PARTE

    CONDICIONES DE JUSTICIA E IMPUNIDAD

    EN LA NOVELA DE CRÍMENES

    REPENSANDO LA JUSTICIA Y LA IMPUNIDAD: COLONIALIDAD, PENSAMIENTO ABISMAL Y COLONIALISMO INTERNO EN LA NOVELA NEGRA HISPANOAMERICANA

    Doris Wieser

    Colonialidad, pensamiento abismal y colonialismo interno

    Colonialidad

    El pensamiento abismal

    Colonialismo interno: el Sur en el Norte y el Norte en el Sur

    Jorge Franco: Rosario Tijeras (1999)

    Élmer Mendoza: El amante de Janis Joplin (2001)

    Rodrigo Rey Rosa: Los sordos (2012)

    Conclusiones

    Obras citadas

    LA NOVELA CRIMINAL DE DICTADURAS Y LA JUSTICIA UNIVERSAL

    Stewart King

    Obras citadas

    POR LA CARRETERA DE LA NARCOTREDAD: HISTORIAS DE PUEBLOS SECUESTRADOS EN LA NOVELA CONTRABANDO DE VÍCTOR HUGO RASCÓN BANDA

    Cathy Fourez

    Una estructura narrativa edificada desde la narcocultura

    La tragedia del aeropuerto: apertura especular de la novela

    Chihuahua: territorio de represión

    La violencia: entre negligencia y gritos

    Conclusión

    Obras citadas

    CRÍMENES POR ENCARGO. IMPUNIDAD Y GÉNERO EN DOS NOVELAS NEGRAS VENEZOLANAS: LA SEGUNDA Y SAGRADA FAMILIA DE

    INÉS MUÑOZ AGUIRRE Y LA DAMA OSCURA DE SONIA CHOCRÓN

    Leonora Simonovis

    La novela negra venezolana en el siglo XXI: un Estado en decadencia

    El Estado paralelo

    Un crimen, dos familias

    La dama oscura: la mirada criminal

    Conclusiones

    Obras citadas

    LA REPRESENTACIÓN DE LA ANOMIA Y EL CRIMEN COMO RASGOS DE LA INJUSTICIA EN EL CRIMINAL, DE JOSÉ ANTONIO

    OSORIO LIZARAZO

    Edison Neira Palacio

    El panorama

    El crimen como venganza ante la injusticia

    Conclusión

    Obras citadas

    NOVIEMBRE, DE JORGE GALÁN, Y LOS LÍMITES DE LA JUSTICIA

    Gustavo Forero Quintero

    La ofensiva final y el crimen de los jesuitas

    La Iglesia y la responsabilidad del ejército y de Estados Unidos

    La investigación con una sola testigo

    La Comisión Investigadora de El Salvador

    La responsabilidad del Estado Mayor

    La justicia internacional

    Después de Noviembre

    La responsabilidad del presidente Cristiani

    Conclusión

    Obras citadas

    EL MITO DE ANTÍGONA EN LA VOLUNTAD DEL MOLLE DE KARINA PACHECO. POSIBILIDADES DE JUSTICIA TRANSICIONAL EN LA NOVELA PERUANA ACTUAL

    Mónica Cárdenas Moreno

    La voluntad del molle en el canon peruano

    La historia y la propuesta de una Antígona andina

    El conflicto armado en el Perú

    Elena, Antígona andina

    La voluntad del molle o la persistencia de la ficción

    Conclusiones

    Obras citadas

    SEGUNDA PARTE

    HACIA UNA PAZ EN LA NOVELA DE CRÍMENES

    REFLEXIONES SOBRE LA PAZ DESDE LA LITERATURA

    Pablo Montoya Campuzano

    Obras citadas

    AUTOPSIA TEÓRICA DE LA PAZ EN LA NOVELA NEGRA HISPANA: HUMANISMO RACIONAL Y DEMOCRATIZACIÓN POLÍTICO-ECONÓMICA

    Osvaldo Di Paolo Harrison

    Obras citadas

    GUERRA Y NO-PAZ EN UNA NOVELA DE ESPÍAS ESPAÑOLA: EL TIEMPO ENTRE COSTURAS DE MARÍA DUEÑAS

    Shelley Godsland

    Obras citadas

    LA PAZ SIN PAZ: LA ESPAÑA FRANQUISTA EN AGUACERO DE LUIS ROSO

    Jean Jacques Beaussou

    1. La investigación oficial está desvinculada de la búsqueda de verdad y de justicia

    2. Dieciséis años después del fin de la Guerra Civil, los protagonistas no están en paz

    3. La modernización del franquismo profundiza y diversifica la anomia

    4. El orden moral oficial es otra mentira que ambienta los comportamientos criminales

    Doña Teresa Vegas y su marido don Pascasio Periane

    Don Emiliano y Justina, su ahijada

    La Merceditas, su hermano y su hijo José Manuel Campillo

    La señorita Carmela

    5. Sin embargo, unos referentes positivos existen, pero están fuera del cuadro

    Tres conclusiones al fin de esta lectura

    En Aguacero, las conductas criminales tienen una pluralidad de causas

    ¿Es el personaje del inspector Trevejo, en su papel, un restaurador del equilibrio fundamental de la sociedad?,  según el concepto de Gustavo Forero (2017)

    Reflexiones sobre el encuentro de la novela de crímenes, la literatura y la novela histórica

    Obras citadas

    LA VIOLENCIA COMO ÚNICA RESPUESTA: EL CASO DE LAS NIÑAS PERDIDAS DE CRISTINA FALLARÁS

    Esmeralda G. Morales

    Barcelona: una realidad camuflada

    Una violencia democratizada

    El iceberg violentado

    Instrucciones para matar

    Conclusión

    Obras citadas

    LA RECONCILIACIÓN DESPUÉS DE LA GUERRA INTERNA PERUANA EN LA HORA AZUL DE ALONSO CUETO: ¿SENDERO DE PAZ O DE VIOLENCIA?

    Erwin Snauwaert

    1. Un espíritu detectivesco

    2. La reconciliación como autodefensa

    2.1 Una narración reconfortante

    2.2 Una memoria salvadora

    3. La reconciliación como amenaza

    3.1 Un paternalismo literario

    3.2 Una paz precaria

    Conclusión

    Obras citadas

    EL RECONOCIMIENTO DE LOS OTROS: LA PAZ COMO REVISIÓN DE LA HISTORIA EN LA COLA DE LA SERPIENTE DE LEONARDO PADURA

    Karla Patricia Aguilar Velásquez

    El género policial en tiempos de paz: la crisis del orden

    Los entendimientos del Período Especial

    Las nuevas representaciones de La cola de la serpiente: un Período Especial para todos

    La comunidad de la necesidad: nuevas formas de pertenecer a la nación

    Una socialización desde la violencia y no desde el cruce racial

    La salida intercultural de Padura: la paz como revisión

    Conclusión

    Obras citadas

    MÁS ALLÁ DE LA PAZ: NOVELAS CRIMINALES PERTURBADORAS DEL SIGLO XXI

    Sabine Schlickers

    Obras citadas

    Textos

    Estudios

    TERCERA PARTE

    OTRAS PERSPECTIVAS DE LA JUSTICIA Y LA PAZ

    SERVAZ O LA PAZ IMPOSIBLE

    Bernard Minier

    Obras citadas

    DE CUANDO FALTA UN VASO EN LA MESA Y SOBRA UN ALMA EN EL CIELO

    Leonardo Oyola

    Obras citadas

    TRAGEDIA REPETIDA: LOS CHICOS, LA LEY Y LA JUSTICIA

    Fabio Nahuel Lezcano

    Obras citadas

    CADA VEZ QUE LADRAN LOS PERROS DE FABIO RUBIANO: UNA FÁBULA DEL HORROR

    Sofía Sánchez Gil

    Teatro Petra: un universo particular y contundente

    Fábula del horror

    Justicia por mano propia

    Obras citadas

    REPARACIÓN: CONTAR LA (OTRA) HISTORIA. NARRATIVAS VISUALES DE DORIS SALCEDO Y ERIKA DIETTES

    Virginia de la Cruz Lichet

    La evidencia del crimen

    La herida abierta

    Reparación: ¿cómo hacer justicia?

    Conclusiones

    Obras citadas

    LOS AUTORES

    INTRODUCCIÓN

    La justicia y la paz son conceptos abstractos que gravitan en torno a los individuos, la sociedad y, por supuesto, la literatura. Su verificación se da en actitudes, hechos e historias que le permiten a un ser humano, un ciudadano o un lector forjar una imagen de su contenido. En este ejercicio, a menudo, el pensamiento actúa por comparación y nada mejor que tener acceso a la postura de los otros, percibir los cambios sociales en un momento dado y leer narraciones sobre distintos mundos para colegirlo.

    En este camino de lo abstracto a lo concreto, la novela de crímenes ofrece un campo de análisis privilegiado para entender la evolución de las nociones de justicia y paz, puesto que allí pueden ilustrarse, más que en otras manifestaciones culturales, los conflictos, los enfrentamientos armados, el perfil de los responsables o las víctimas y, en última instancia, lo que podría ser la armonía entre las personas. En esta clase de novela la justicia implica métodos directos de solución de conflictos, pero también una previsión de aparatos judiciales efectivos y sanciones adecuadas para los delitos. Por su parte, en ella la paz podría sugerirse con una imagen de Estados justos, sin guerra u otras formas de violencia. En todo caso, la literatura puede representar distintas perspectivas de la realidad y anticipar mundos posibles. Las palabras tienen este privilegio. Ni olvido ni perdón, juicio y castigo a los culpables, se arengó en Argentina luego de la dictadura y la pauta sirvió para construir una sociedad más justa y pacífica que la de antes.

    Buscando incentivar este ejercicio de concreción de ideas como la justicia y la paz, en 2016 y 2017 la Universidad de Antioquia y la Alcaldía de ­Medellín, con el apoyo de la Fundación Universidad de Antioquia, organizaron el Congreso Internacional de Literatura Medellín Negro en sus versiones séptima y octava. El primero dedicado a la Justicia y el segundo a la Paz, temas inspirados, como en oportunidades anteriores, en asuntos fundamentales de discusión en el contexto político nacional. En efecto, como fruto del Acuerdo de paz del Gobierno con la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, en septiembre de 2015 se acordó crear una Jurisdicción Especial para la Paz que ejerciera funciones judiciales e hiciera parte del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición conforme a modelos internacionales. En tal sentido, según el Acto Legislativo del 24 de noviembre de 2016, aprobado por el Senado el 14 de marzo de 2017, tal Jurisdicción cumple con el deber del Estado de investigar, esclarecer, perseguir, juzgar y sancionar las violaciones a los derechos humanos y las graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario que tuvieron lugar en el contexto y en razón del conflicto armado. Esta jurisdicción implica, además, sanciones que tienen como fin restaurar los derechos de las víctimas y consolidar la paz.

    Con tales premisas, en este volumen se recogen algunos trabajos presentados en los mencionados congresos y los de colaboradores invitados a propósito para resolver preguntas como estas: ¿En la novela que da cuenta de un sistema agobiado por la criminalidad se pueden encontrar pautas de justicia y paz? ¿Puede hablarse de justicia y paz en la novela de crímenes de los últimos tiempos? ¿Cuál es la idea de justicia o de paz expuesta por los escritores en un momento dado? ¿En el campo literario de la novela de crímenes, cuáles son los caminos posibles para la paz?

    Desde esta perspectiva, Justicia y paz en la novela de crímenes se divide en tres partes. La primera, Condiciones de justicia e impunidad en la ­novela de crímenes, ofrece distintas visiones del tema, sobre todo en función de la impunidad, que a su vez se denuncia. Así, en Repensando la justicia y la impunidad: colonialidad, pensamiento abismal y colonialismo interno en la novela negra hispanoamericana, Doris Wieser afirma que La novela negrocriminal latinoamericana tiene la capacidad de mostrar el mundo desde la perspectiva de aquellos/as que siguen estando ausentes en los discursos dominantes, de relatar las injusticias con una sensibilidad del Sur y de contribuir a crear una mayor consciencia sobre el carácter sistémico del crimen y de la impunidad. Por su parte, en La novela criminal de dictaduras y la justicia universal, Stewart King ofrece una perspectiva de los estudios de la literatura mundial para examinar si es posible identificar la presencia de una justicia alternativa y compartida que no se limite a las fronteras jurídicas de los ­respectivos ­países. Desde su punto de vista, el vínculo entre lugar y justicia se complica, puesto que el sistema judicial operante en las novelas existe no para dar justicia a las víctimas, sino para proteger al Estado de sus enemigos internos. A continuación, en "Por la carretera de la ‘narcotredad’: historias de pueblos secuestrados en la novela Contrabando de Víctor Hugo Rascón Banda, Cathy Fourez denuncia los excesos de un país donde la justicia es maltratada por las propias autoridades encargadas de aplicar la ley y que no vacilan en cometer abusos durante su participación en actividades de seguridad pública, y en Crímenes por encargo: impunidad y género en dos novelas negras venezolanas: La segunda y sagrada familia de Inés Muñoz Aguirre y La dama oscura de Sonia Chocrón, Leonora Simonovis explora los temas de la impunidad, el género y el crimen organizado. Al respecto, la crítica afirma: No se trata de restablecer un orden, sino más bien de ofrecer alternativas que posibiliten una exploración —aunque sea de orden ficcional— de los mecanismos sociales que promueven conductas anómalas escudadas por la impunidad".

    Tales apreciaciones en torno a la justicia y la impunidad tienen una respuesta en los siguientes trabajos que aluden al concepto de la anomia social: "La representación de la anomia y el crimen como rasgos de la injusticia en El criminal, de José Antonio Osorio Lizarazo, de Edison Neira Palacio, para quien cuando la injusticia se estructura como parte connatural de una sociedad, sus víctimas pasan a ser los olvidados; Noviembre, de Jorge Galán, y los límites de la justicia, de mi autoría, donde se analiza el problema de la relatividad de la justicia en función del perfil de los responsables de los crímenes, todo dentro de la pauta general de la impunidad nacional e internacional que le sirve de marco a la novela salvadoreña; y El mito de Antígona en La voluntad del molle de Karina Pacheco. Posibilidades de justicia transicional en la novela peruana actual, donde Mónica Cárdenas Moreno afirma: La investigación que lleva a cabo la narradora contribuye no solo a reconstruir la verdad —como parte de un proceso de justicia posbélico—, sino también a valorizar la función de las mujeres en contextos de reconstrucción familiar y nacional".

    A continuación, en la segunda parte de este libro, Hacia una paz en la novela de crímenes, se incluyen reflexiones en torno a la paz, ya sea precaria, estable, duradera o perpetua, negativa o positiva en novelas de crímenes contemporáneas, donde esta noción parece resultar materialmente imposible. En tal sentido, Pablo Montoya analiza en Reflexiones sobre la paz desde la literatura el concepto de la paz desde Erasmo hasta nuestros días y realiza un serio cuestionamiento a los acuerdos de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC. ¿Cómo situarse en esta paz, entonces, que transcurre en medio de situaciones ambiguas y de una crisis permanente? […] ¿[D]e qué cultura de la paz se habla cuando el Estado posee una fuerza tal que continúa preservando la miseria de los más necesitados y sigue protegiendo la riqueza de los más poderosos?, se pregunta el escritor para abrir el debate. Y, como para dar respuesta a estos interrogantes, enseguida, en Autopsia teórica de la paz en la novela negra hispana: humanismo racional y democratización política-económica, Osvaldo Di Paolo Harrison ofrece una exposición sobre las características de una sociedad pacífica para concluir que la paz positiva en la novela negra es una falacia. Por sus características intrínsecas, el género negro se esfuerza en mostrar las distopías sociopolíticas y económicas y el irracionalismo humano que producen tales malestares. Solamente es posible hablar de una paz negativa, nutrida en la violencia directa proveniente de crímenes, guerras y hostilidades.

    En una línea diferente, de matices en torno a la paz en la novela, este segundo apartado incluye un pequeño monográfico de tres trabajos relativos a la novela española de los últimos tiempos. En primer lugar, en "Guerra y no-paz en una novela de espías española: El tiempo entre costuras de María Dueñas, Shelley Godsland analiza esta obra de 2009 que se enmarca en el contexto de la posguerra en España con base en una profunda semblanza de la clásica perspectiva de Immanuel Kant sobre la paz. Para la crítica: Lo que Franco llamaría ‘la paz’ se erigía sobre el ‘gran cementerio de la especie humana’ kantiano —y ese cementerio sería la España de 1939 en adelante, una especie de tumba generalizada, no solo de víctimas mortales, sino también de ideas y libertades, de derechos y acceso a una vida digna. Por su parte, en La paz sin paz: la España franquista en Aguacero de Luis Roso, Jean Jacques Beaussou realiza una evaluación respecto de la visión contemporánea del pasado nacional de la España de la dictadura y exalta el valor de las nuevas manifestaciones literarias en torno al tema. Así, en la época franquista no había novelas de crímenes españolas con capacidad de describir la situación social y el entorno moral de este régimen a la vez cerrado, autoritario y corrupto; desde este punto de vista, concluye: De hecho, el autor representa de manera bastante justa la política de modernización económica voluntariosa y poco sofisticada de Franco al inicio de los años cincuenta del siglo XX. La cuestión de la historia de España admite numerosos comentarios y en La violencia como única respuesta: el caso de Las niñas perdidas de Cristina Fallarás, Esmeralda G. Morales ofrece una visión pesimista de la ciudad de Barcelona, pues A lo largo de la narración de Las niñas perdidas, el lector tiene acceso a un universo de corrupción, drogadicción, mercado ilegal, asesinatos y pederastia muy diferente al de la Barcelona pacífica y ordenada que se vende al turista. En tal contexto, desde el punto de vista de la crítica, poco espacio hay para la paz, pues en ciertas situaciones, una rebelión violenta se torna necesaria, una transformación de la fragilidad impuesta en ferocidad, demostrando que la sociedad civil tiene fuerza, que no todas las decisiones se hallan en manos de los que detentan el poder y que es necesario un cambio real en la estructura".

    Enseguida, en este mismo apartado, en "La reconciliación después de la guerra interna peruana en La hora azul (2005) de Alonso Cueto: ¿sendero de paz o de violencia?, Erwin Snauwaert ofrece una perspectiva polémica sobre cierta novelística peruana de los últimos años, sobre todo en función de acuerdos de paz como los que tuvieron lugar en el Perú a finales del siglo XX. Ofreciendo una visión distinta del contexto estudiado antes por Cárdenas Moreno, para él la novela analizada ilustra una actitud paternalista que pone en evidencia una desigualdad cultural y una violencia estructural que hace suponer que la paz que se ha establecido con base en las conclusiones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) resulta ser sumamente inestable. Por su parte, en El reconocimiento de los otros: la paz como revisión de la historia en La cola de la serpiente de Leonardo Padura, Karla Patricia Aguilar Velásquez analiza la obra del escritor cubano para concluir, entre otras cosas, que: En la obra de Padura la paz como orden aparece no como una paz directa producto de una violencia directa, sino como una alternativa hacia una paz estructural y cultural que haga frente a las violencias estructurales y culturales legitimadas históricamente. El concepto de la paz gravita de estos modos en la literatura del género para terminar este apartado con el trabajo más crítico respecto de la propuesta del proyecto Medellín Negro. Así, sobre la base de su propia clasificación de las novelas de crímenes de los últimos años, en Más allá de la paz: novelas criminales perturbadoras del siglo XXI, Sabine Schlickers concluye: Supongo que la paz como sujeto literario no existe en la novela criminal porque carece, al igual que el amor feliz, de un contenido interesante. De ahí que dominen violencias fatales que no tienen resolución".

    En el tercer apartado de este libro, Otras perspectivas de la justicia y la paz, se incluyen aproximaciones que exceden la novela de crímenes como género y permiten percibir sus fronteras: la de dos escritores y dos académicas con otras visiones de la criminalidad. La justicia y la paz admiten estas referencias a otras narrativas como el teatro y las artes plásticas. Así, en Servaz o la paz imposible Bernard Minier nos ofrece su visión respecto del personaje escéptico de sus novelas y afirma: nunca las teorías, las mentiras y los alegatos más absurdos y grotescos han convencido a tantas personas en todo el planeta. La aguda perspectiva es continuada luego, en De cuando falta un vaso en la mesa y sobra un alma en el cielo, por Leonardo Oyola, y en Tragedia repetida: los chicos, la ley y la justicia, por Fabio Nahuel Lezcano, ambos escritores argentinos, que ofrecen su visión de problemas acuciantes en su país. Para el primero: Las leyes son una cosa y los códigos que maneja la calle son otra, aunque representen en algún punto lo mismo, mientras que para el segundo: El mundo adulto corta siempre por lo más delgado, que en nuestra sociedad pareciera estar representado por esa capa etaria denominada los chicos. Tales perspectivas del orden social dan paso a "Cada vez que ladran los perros de Fabio Rubiano: una fábula del horror, donde Sofía Sánchez Gil realiza una sentida reflexión en torno a la obra teatral del dramaturgo colombiano para afirmar, entre otras cosas, que el reto más difícil para los sistemas de justicia que rigen nuestras sociedades en conflicto y por medio de los cuales se busca la reconciliación y la paz es con las víctimas. Desde su punto de vista: Para encarar los retos que implica la figura del victimario y su relación con la justicia para nuestras sociedades, se requiere que los conceptos que hemos asumido de manera estática sean pensados desde un punto de vista diferente. Una recomendación que se sigue en Reparación: contar la historia (otra). Narrativas visuales de Doris Salcedo y Erika Diettes, de Virginia de la Cruz, trabajo que ofrece una perspectiva respecto de la criminalidad y de las ideas de justicia o paz que se han venido delineando en el libro: desde el punto de vista de la crítica, las obras de las artistas reseñadas ofrecen una respuesta significativa para los interrogantes más acuciantes. En ellas se presentan fragmentos de una historia que las artistas seleccionan por nosotros para hacer memoria. Estas obras no solo denuncian la violencia, también curan las heridas".

    Justicia y paz en la novela de crímenes que aquí se presenta hace parte de Medellín Negro, proyecto académico de la Universidad de Antioquia derivado del proyecto de investigación La anomia en la novela de crímenes, financiado por esta universidad, del cual soy director. Tomando como eje articulador la noción de anomia, este texto y el proyecto que lo cobija tienen como propósito fortalecer un espacio de discusión interdisciplinaria en torno al significado del crimen en las sociedades contemporáneas.

    Este libro se suma a las publicaciones anteriores de la colección: Crimen y control social. Enfoques desde la literatura (Medellín: Universidad de Antioquia, 2012); Trece formas de entender la novela negra. La voz de los creadores y la crítica literaria (Bogotá: Planeta, 2012); Novela negra y otros crímenes. La visión de escritores y críticos (Bogotá: Planeta, 2013); Víctimas, novela y realidad del crimen (Bogotá: Planeta, 2014); Fronteras del crimen. Globalización y literatura (Bogotá: Planeta, 2015); y Memoria de crímenes. Literatura, medios audiovisuales y testimonios (Bogotá: ­Siglo del Hombre Editores, 2017), todos ellos derivados de los congresos internacionales de literatura Medellín Negro que se han realizado ininterrumpidamente desde 2010 y de los cuales he sido editor académico, así como La anomia en la novela de crímenes en Colombia (Bogotá: Siglo del Hombre Editores, 2012) y La novela de crímenes en América Latina: un espacio de anomia social (Bogotá: Siglo del Hombre Editores, 2017), investigaciones de mi exclusiva autoría.

    La consolidación de esta colección de reflexión teórica sobre el género marcha al mismo ritmo que la publicación de la serie de narrativa de crímenes Medellín Negro, que cuenta con los relatos Los cautivos del Fuerte Apache y Año Nuevo (Bogotá: Ediciones B, 2012), de Julio Alberto Balcázar Centeno e Inés Lucía Blackie, respectivamente; y Después de Isabel, el infierno y ¿Alguien ha visto el entierro de un chino? (Bogotá: Ediciones B, 2012), de Emilio Restrepo; y las novelas Desaparición (Bogotá: Ediciones B, 2012), de mi autoría; Aves hambrientas (Bogotá: Ediciones B, 2013), de Luis Alejandro Vinatea Arana, Premio del Concurso de Novela de Crímenes Medellín Negro 2013; Finales para Aluna (Bogotá: Ediciones B, 2013), de Selnich Vivas; Toda la ceguera del mundo (Bogotá: Ediciones B, 2014), de Néstor Ponce; La ropa del muerto (Bogotá: Planeta, 2014), de Fabio J. Lannutti, y Resnik (Bogotá: Planeta, 2015), de Pablo Yoiris, ganadoras de las cuarta y quinta versiones del Concurso de Novela de Crímenes Medellín Negro; y El tren de la ausencia, de Joaquín Guerrero-Casasola y Gómez (Bogotá: Random House Mondadori, 2016), Premio del Concurso de Novela de Crímenes Medellín Negro 2016; La doble espiral, de Pacho Restrepo (Bogotá: Random House Mondadori, 2017), Premio del Concurso de Novela de Crímenes Medellín Negro 2017, y El tiempo del ruido, de Juan David Aguilar Ariza (Bogotá: Random House Mondadori, 2018), Premio del Concurso de Novela de Crímenes Medellín Negro 2018.

    Con este trabajo, se fortalece, además, la Red Internacional de Eventos Negros, RIEN, vinculando el Congreso Internacional de Literatura Medellín Negro con certámenes semejantes de todo el mundo, para que se establezcan lazos entre académicos, escritores, investigadores, grupos de investigación y, en general, personas o entidades dedicadas o interesadas en el estudio del crimen y la narración de crímenes.

    Agradezco al señor alcalde, Federico Gutiérrez, y en general a la Alcaldía de Medellín, su apoyo al proyecto. Su interés en este espacio implica el reconocimiento a toda una labor de investigación y creación en el campo de la novela de crímenes con gran impacto social. A Diego Aristizábal, director de la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, espacio en el que se incluye el Congreso, y a las personas que desde el comité académico de la Fiesta permitieron consolidar este trabajo. En especial a Yésica Prado Quintero, jefa de programación de la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, y a sus auxiliares. Su diligencia en la coordinación del evento para la asistencia de los escritores y académicos a los VII y VIII congresos internacionales de Literatura Medellín Negro permitió la conformación de este volumen.

    Asimismo, agradezco el apoyo de los rectores de la Universidad de Antioquia, Mauricio Alviar Ramírez (2015-2018) y John Jairo Arboleda Céspedes (2018-), a esta tarea. Gracias a su impulso, la Universidad de Antioquia y Medellín se convierten en un referente obligado para las reflexiones sobre el significado del crimen en las democracias contemporáneas. A las vicerrectorías de la Universidad de Antioquia: a la de Docencia, por asegurar cada año la asistencia de un público de estudiantes y docentes al Congreso; a la de Investigación, por su apoyo al evento a través del fondo correspondiente; y a la de Extensión, que impulsa las acciones necesarias para lograr el impacto del proyecto en la sociedad.

    Agradezco, también, a Luis Fernando Múnera, director de la Fundación Universidad de Antioquia, por su apoyo a este trabajo. Sin su contribución no hubiera sido posible el desarrollo de las dos versiones del Congreso Internacional de Literatura Medellín Negro 2016 y 2017.

    Asimismo, doy mi reconocimiento a la Facultad de Comunicaciones. A sus decanos, David Hernández García, Ximena Forero (E) y Edwin Alberto Carvajal Córdoba; al Comité de Posgrados; al Grupo Estudios Literarios, bajo la coordinación del profesor Edison Neira Palacio, y al programa de la Estrategia de Solidaridad 2018-2019 del mismo grupo por el apoyo administrativo y económico a este proyecto.

    Ofrezco, también, mi reconocimiento a cada uno de los autores de los textos que creyeron en esta difícil labor de publicar un libro conjunto. A través suyo se establece el vínculo entre la Universidad de Antioquia, la comunidad medellinense y colombiana con los escritores, representantes a su vez de países como Francia, Argentina y Colombia, y los académicos invitados, procedentes de Alemania, Argentina, Venezuela, Francia, Estados Unidos, España, Bélgica, Perú, Australia, Reino Unido, y las siguientes instituciones o entidades: Universidad de Lisboa, Universidad Central de Venezuela, Universidad de San Diego, Universidad de Illinois, Austin Peay State University, Universitat de Barcelona, Katholieke Universiteit Leuven, Universidad de Bremen, Universidad de Lille, Universidad de La Reunión, Universidad de Monash, Universidad de Ámsterdam y Universidad Tecnológica de Bolívar.

    Agradezco igualmente a Camilo Andrés Cerpa de la Puente, magíster en Literatura Colombiana por la Universidad de Antioquia, quien ayudó a coordinar el VII Congreso Internacional de Literatura Medellín Negro y cuya asistencia editorial hizo posible esta compilación; a Mallory N. Craig-Kuhn, quien se desempeñó como directora (E) del Congreso en su séptima versión de 2016; a Yeimy Lorena Espinal, comunicadora social del Congreso de ese año, quien aseguró los resultados del certamen coordinando la presencia de invitados y ponentes; a Esteban Arango, quien coordinó las labores del Congreso Internacional en 2017; y a Sullivan Castaño, estudiante del pregrado en Comunicación Audiovisual y Multimedial, por su acompañamiento tecnológico al Congreso.

    A mi esposa, Ángela María Ramírez Zapata, magíster en Literatura y candidata a doctora por la Universidad de Salamanca, le ofrezco todo mi reconocimiento por la revisión de los textos incluidos en este libro y su generosidad de siempre en el trabajo que implica la culminación de esta labor. Sin su ayuda, este, como otros frutos de mi trabajo, no hubiera sido posible.

    A todas las personas que participaron de este proyecto, que son muchas más, les ofrezco mi sentida gratitud. Quisiera mencionarlas a todas, pero a falta de espacio escrito lo haré personalmente con todo el cariño. Gracias.

    Gustavo Forero Quintero

    Universidad de Antioquia

    Primera parte

    CONDICIONES DE JUSTICIA E IMPUNIDAD EN LA NOVELA DE CRÍMENES

    REPENSANDO LA JUSTICIA Y LA IMPUNIDAD: COLONIALIDAD, PENSAMIENTO ABISMAL

    Y COLONIALISMO INTERNO EN LA NOVELA

    NEGRA HISPANOAMERICANA

    Doris Wieser

    En mi tesis de doctorado sobre las tendencias actuales de la novela negra latinoamericana traté a la novela negra como el género que mejor permite acercarse a temas relacionados con la violencia y el crimen. Mi objetivo principal fue mostrar cómo se distinguían estas novelas de los patrones acuñados y repetidos actualmente por la televisión y el sector de entretenimiento, patrones para los que usé la designación de pseudo-norma (Wieser 2012). En mi trabajo enfaticé sobre todo las maneras en cómo las personas encaran a la policía y al poder judicial en Europa y Estados Unidos, donde no se suele cuestionar de manera radical la legitimidad del Estado de derecho y de la democracia. En América Latina, por otro lado, los Estados son cómplices del crimen y en algunos casos títeres de gobiernos que se benefician económicamente de estos países, por lo cual la necesaria relación entre la ley y la sanción se ha quebrado, fenómeno que Gustavo Forero Quintero (2012, 2017) ha llamado anomia social.

    El objetivo de este artículo es actualizar conceptos teóricos que propuse en 2012 que podrán enriquecer los estudios de la novela negra, novela negrocriminal (como dice el librero barcelonés Paco Camarasa; Sánchez 2009), o novela de crímenes (como prefiere llamarla Gustavo Forero Quintero 2012, 2017). Se trata de tres líneas de pensamiento entrelazadas que se complementan: primero, los conceptos teóricos elaborados por el grupo Modernidad/Colonialidad en torno a Aníbal Quijano, Walter Mignolo, Ramón Grosfoguel, María Lugones y Nelson Maldonado-Torres, entre otros; segundo, el abordaje sobre el pensamiento abismal del sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos; y tercero, el concepto del colonialismo interno del sociólogo mexicano Pablo González Casanova. Estas líneas de investigación permiten contextualizar los crímenes de las novelas negrocriminales latinoamericanas en la dinámica de poderes y desigualdades entre el Sur global y el Norte global, y de esta manera echar luz sobre los desafíos de la justicia y el problema de la impunidad extendida.

    Empezaré por resumir los conceptos centrales para después discutir su alcance práctico dentro de los estudios literarios con base en tres novelas negrocriminales latinoamericanas: Rosario Tijeras (1999) del escritor ­colombiano Jorge Franco, El amante de Janis Joplin (2001) del escritor mexicano Élmer Mendoza, y Los sordos (2012) del escritor guatemalteco Rodrigo Rey Rosa.

    COLONIALIDAD, PENSAMIENTO ABISMAL Y COLONIALISMO INTERNO

    COLONIALIDAD

    A partir de mediados de los años 1990 el grupo de investigación Modernidad/Colonialidad ha establecido el término de colonialidad como contraparte de colonialismo. Mientras el último alude a la ejecución del poder físico y económico, el término colonialidad abarca también las consecuencias epistemológicas de las estructuras de poder, ideadas para aumentar el bienestar del mundo occidental sobre las espaldas de aquellos que Frantz Fanon ha llamado los condenados de la tierra (1961).

    El grupo de investigadores latinoamericanos Modernidad/Colonialidad desvela el discurso hegemónico de un mundo postcolonial como un poderoso mito (Grosfoguel 219), puesto que la misma lógica opresiva del Norte contra el Sur continúa en vigor. La estructura de dominación postcolonial es heredera directa de la estructura de poder colonial en la que muchos elementos estaban unidos de manera inextricable, como constata Grosfoguel: A European/capitalist/military/christian/patriarchal/white/heterosexual/male arrived in the Americas and established simultaneously in time and space several entangled global hierarchies (216). Este conglomerado se traduce hoy en día en las siguientes formas de dominación: (1) una formación de clases sociales que corresponden a distintos tipos de trabajo y que son regulados por el capital y la ganancia en el mercado mundial (por ejemplo, la distinción entre el trabajo esclavo o forzado, trabajo nuclear y periférico); (2) una jerarquía racial/étnica global que privilegia a los europeos y norteamericanos blancos; (3) una jerarquía de género global que privilegia a los hombres y al patriarcado occidental; (4) una jerarquía sexual que privilegia a heterosexuales; (5) una jerarquía espiritual que privilegia a cristianos; (6) una jerarquía epistémica que privilegia el conocimiento y la ciencia ­occidentales; y (7) una jerarquía lingüística que privilegia los idiomas europeos tanto en la comunicación como en la producción de conocimiento científico (216-217). Todas estas formas de dominación juntas producen el efecto de colonialidad global, impuesta por los países del Norte a través del Fondo Monetario Internacional (IMF), del Banco Mundial (WB), del Pentágono y de la OTAN (220).

    Una de las tesis centrales del grupo consiste, además, en la constatación de que la modernidad occidental está indisolublemente unida a la colonialidad. El contenido último de la modernidad sería la alteridad no-occidental, puesto que la modernidad solo pudo surgir a través de la aseveración de Europa de que ella formaba el centro de la Historia universal. Por consecuencia, la periferia es inevitablemente parte integrante de la construcción del centro. Mignolo (464) resalta por eso que la retórica visible de la modernidad y la lógica invisible de la colonialidad son dos caras de la misma moneda.

    Lo que el grupo llegó a llamar colonialidad del saber abarca los efectos epistemológicos, culturales, psíquicos y emocionales del sistema mundial capitalista en el sentido en que la producción de saber de los excolonizados sigue siendo calificada por los discursos hegemónicos como retrógrada, primitiva, exótica, irracional y por tanto irrelevante y prescindible. Parte integrante de la colonialidad del saber es el tiempo concebido como lineal que progresa inevitablemente de lo primitivo a lo civilizado; de lo tradicional a lo moderno; de lo salvaje a lo racional; del precapitalismo al capitalismo, etc., como constata Quijano (18). Como consecuencia de esto, Europa se concibe como espejo del futuro de todas las demás sociedades y culturas; como el modo avanzado de la historia de toda la especie (18). Esta concepción del tiempo, articulada con la lógica del progreso, perpetúa la reedición permanente del concepto del Tercer Mundo y de los países en vías de desarrollo.

    Otro aspecto es la colonialidad del ser que se basa en lo que Maldonado-Torres (2007) llama escepticismo misántropo, es decir, el cuestionamiento constante de la humanidad de los subalternos. Este escepticismo llevó al papa Paulo II en 1537 a declarar que los indígenas de las Américas son efectivamente seres humanos, pero sus almas recipientes vacíos ansiosos de ser llenados con la religión cristiana. El escepticismo misántropo permitió la naturalización de la esclavitud y el derecho a la violación y al asesinato (rapeability, killability), puesto que estos sujetos son concebidos como prescindibles y desechables. En su lectura crítica del cogito ergo sum de René Descartes, Maldonado-Torres resume esta lógica: I think (others do not think, or do not think properly), therefore I am (others are-not, lack being, should not exist or are dispensable) (252).

    Por último, la colonialidad del género, según la crítica de María Lugones (2008), conceptualiza la imposición hetero-cis-normativa colonial que cancela otras posibilidades que existían en otras culturas. Tanto en las Américas como en África había culturas que conocían y reconocían la homosexualidad, diferentes tipos de tercer género y sociedades matrilineales o matriarcales, por lo cual, en estas culturas, tanto los homosexuales y transexuales como las mujeres perdieron derechos durante el colonialismo.

    Partiendo de estas aseveraciones, el proyecto por el que el grupo de investigación Modernidad/Colonialidad intercede es el de la descolonialidad, entendida como una descolonización epistemológica y una nueva comunicación intercultural. Para lograr este objetivo, inspirándose en Gloria Anzaldúa, Walter Mignolo (2007) propone el concepto del pensamiento fronterizo (border thinking) que valoriza modelos no-occidentales, no para substituir el modelo occidental sino para complementarlo.

    EL PENSAMIENTO ABISMAL

    El sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos comparte las líneas principales del grupo Modernidad/Colonialidad, aunque desarrolla conceptos diferentes. Una de sus metáforas-concepto más conocidas y útiles es la de la línea abismal que divide el Norte global del Sur global, también entendidos como metáforas y no como términos estrictamente geográficos. El Sur global designa la desigualdad y el sufrimiento humano con carácter sistémico; el Norte global es el guardián de este sistema. Para Santos (2007), el pensamiento abismal occidental establece distinciones terminológicas visibles del lado Norte de la línea e invisibiliza las distinciones del lado Sur. A nivel epistémico, la línea abismal monopoliza las ciencias exactas occidentales distinguiéndolas de la filosofía occidental, subordinada pero visible y valorizada. Del otro lado de la línea todo conocimiento parece indistintamente insignificante y las diferencias entre las epistemologías del Sur no interesan. La línea abismal también tiene un carácter jurídico, aplicando la lógica del paradigma regulación/liberación del lado Norte y el paradigma apropiación/violencia del lado Sur. Es decir que las leyes de los Estados del Norte y las leyes internacionales no son aplicadas por el Norte cuando este opera en el Sur y que los derechos humanos supuestamente universales dejan de serlo cuando, en el Sur, hay intereses económicos (neoliberales) en juego, puestos por encima de los derechos humanos de la población local, tratada como subhumana.

    Santos habla de una lógica sacrificial: se sacrifica a una parte de la humanidad para que la otra se pueda asumir como universal (2007: 10). Se violan derechos humanos para protegerlos; se destruyen democracias para salvarlas; se aniquilan vidas para proteger la vida (2007: 15). De esta forma se ratifica la impunidad en el pensamiento abismal que no permite la co-presencia no-jerárquica de diferentes epistemologías y formas jurídicas.

    Como modo de hacer frente al sistema global injusto, Santos propone esmerarse por un pensamiento postabismal que desarrolla epistemologías del Sur partiendo de las premisas de que (1) la comprensión del mundo es mucho más amplia que la comprensión occidental del mundo; (2) que la diversidad del mundo es inagotable; y (3) que esta diversidad no puede ser monopolizada por una teoría general (2011-12: 17).

    COLONIALISMO INTERNO: EL SUR EN EL NORTE Y EL NORTE EN EL SUR

    En relación con la violencia y el crimen, interesa subrayar el problema de la impunidad en Latinoamérica destacando las intersecciones entre el Norte global (promotor de la colonialidad y del pensamiento abismal) y el Sur global (afectado sistemáticamente por ambos). Al respecto, el sociólogo y politólogo mexicano Pablo González Casanova habla de un colonialismo interno para referirse al hecho de que muchas veces el Estado-nación, gobernado por élites que en su momento lucharon por la liberación nacional y el socialismo, mantiene y renueva muchas de las estructuras coloniales internas que prevalecían durante el dominio colonial burgués (410). Estos Estados-nación recolonizan parte de su población y territorio. Sus minorías

    […] habitan en un territorio sin gobierno propio; se encuentran en situación de desigualdad frente a las élites de las etnias dominantes y de las clases que las integran; […] sus habitantes no participan en los más altos cargos políticos y militares del gobierno central, salvo en condición de asimilados; los derechos de sus habitantes y su situación económica, política, social y cultural son regulados e impuestos por el gobierno central […] (410).

    Además de eso, en el Norte global (Europa occidental, Canadá, Australia, Estados Unidos) existen islas del Sur en las que ocurre la opresión/explotación cultural, política, sexual, espiritual, epistémica de grupos étnicos/racializados subordinados por grupos étnicos/racializados dominantes (Grosfoguel 2007: 220). Lo colonial entra en las metrópolis en forma de refugiados, inmigrantes ilegales y terroristas. El Norte se siente amenazado porque su espacio parece reducirse, las líneas abismales se acercan y se vuelven curvadas. Las metrópolis responden según la lógica del paradigma apropiación/violencia, antes aplicado en las colonias (Santos 2007: 13). Cierran fronteras, erigen muros, imponen embargos, envían armas, deniegan auxilio, etcétera.

    Partiendo de estos conceptos abordaré ahora las novelas mencionadas y ejemplificaré en ellas los efectos de la colonialidad, del pensamiento abismal y del colonialismo interno. Asimismo, abordaré sus efectos en el campo de la justicia y la impunidad.

    JORGE FRANCO: ROSARIO TIJERAS (1999)

    El primer ejemplo en este análisis es la novela Rosario Tijeras (1999)¹ del escritor colombiano Jorge Franco (Medellín, 1962).² La novela se sitúa temporalmente durante el auge del cartel de Medellín de Pablo Escobar y narra la historia de dos hombres jóvenes de la clase media alta de Medellín y su amor por Rosario, una chica de la clase baja de los llamados barrios altos, asesina a sueldo o sicaria de los duros, narcotraficantes de alto rango. Uno de los dos, Antonio, es el narrador homodiegético, amigo íntimo de Rosario; el otro, Emilio, su novio. Antonio narra la historia en forma de recuerdos fragmentados mientras espera en el hospital por noticias sobre Rosario que fue internada, gravemente herida por una bala.

    Los efectos de la colonialidad y del colonialismo interno se pueden observar en relación con la distinta socialización de los personajes, los espacios que habitan, sus perspectivas de vida, deseos y sus métodos para alcanzarlos. Colombia, como parte del Sur global, se encuentra fatalmente envuelta en la lógica internacional de demanda y oferta de drogas: mientras haya consumidores de drogas en el Norte global y ­leyes que prohíban su producción, comercialización y consumo, siempre habrá productores y traficantes ilegales en el Sur que respondan a esta demanda. Estas mafias se conforman en gran medida por aquellas personas que carecen de otras perspectivas de vida por no tener acceso a la ciudadanía plena: el Estado como colonizador interno no asegura su educación, salud, vivienda, agua limpia, seguridad, etcétera, lo que incluye el caso de Rosario Tijeras, cuyos padres migraron del campo a la ciudad buscando mejores condiciones de vida, pero acabaron en las periferias de Medellín sin acceso a los beneficios del sistema global capitalista.

    La precariedad de sus vidas también lleva a un elevado nivel de violencia y de inestabilidad familiar. Rosario nunca conoció a su padre, y tuvo que convivir con varios amantes de su madre. Uno de ellos la viola a la edad de ocho años. A sus trece es violada por dos hombres jóvenes de su barrio. Sin embargo, no recibe ayuda en ningún momento, ni por su madre ni por los transeúntes dominados por el miedo. Su condición de desamparo total y la falta de amor, protección y orientación por parte de sus padres, la llevan

    Enjoying the preview?
    Page 1 of 1