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El verdadero liderazgo

Uno de los problemas más frecuentes en todo tipo de organización humana incluyendo a la
iglesia lo representa el ejercicio del liderazgo, cuyo desempeño irresponsable provoca serios
problemas entre las personas que son lideradas. Debemos entender en primera instancia que
liderazgo es el arte de influir sobre la gente con entusiasmo en pro de un objetivo.

En el mundo existen cientos de líderes, cada país tiene un líder máximo representado por su
Presidente. A lo largo de la historia reconocemos diferentes lideres, algunos de ellos muy
controversiales, por ejemplo Adolfo Hitler que pretendía exterminar todas las razas para dejar
solo la aria, y quien había convencido a la mayor parte del pueblo alemán al grado de llevarlos a
masacrar a millones de judíos, convencidos de la “bondad” del objetivo de su líder.

Básicamente existen dos tipos de liderazgos; el liderazgo que se obtiene por posición, y el
liderazgo natural. El primero se refiere a la autoridad que confiere algún puesto, por ejemplo el
jefe de alguna empresa, el Gobernador de un estado, el Pastor de una iglesia, el director de una
orquesta, etc.. El segundo es que se tiene de forma natural, no existe de parte de quien lo posee
ejercicio alguno para su desempeño, quienes poseen liderazgo natural son personas a quienes
otras les buscan para obtener de ellos algún tipo de direccionamiento. Lo ideal es que la persona
que ejerce liderazgo posea los dos tipos.

Tradicionalmente el líder ocupa la máxima posición representando al jefe, a quien toma


decisiones, al ser pensante, al que resuelve, ordena, instruye y a quien están subordinados
aquellos que son liderados. Hoy es posible ver este ejemplo en nuestras sociedades.

El liderazgo responsable es aquel que se ejerce para beneficio de los demás, y donde el líder
motiva y anima a las personas basado en su propio ejemplo. El mejor modelo de liderato lo
ejerció Jesucristo, quien dijo “Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de
ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. 26Mas entre vosotros no será así, sino
que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 27y el que quiera ser el
primero entre vosotros será vuestro siervo; 28como el Hijo del Hombre no vino para ser servido,
sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” (Mateo 20:25-28).

El liderazgo que ejerció Jesús lo demostró con el ejemplo “5Luego puso agua en un lebrillo, y
comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido…
…12Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo:
¿Sabéis lo que os he hecho? 13Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo
soy. 14Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis
lavaros los pies los unos a los otros. 15Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he
hecho, vosotros también hagáis. 16De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su
señor, ni el enviado es mayor que el que le envió.” (Juan 13:5,12-14).

La autoridad que viene implícita al liderazgo debe ganarse a través del ejemplo, tal y como
sucedió con Jesús, quien adicionalmente jamás buscó el bien propio sino el de los demás.

El liderazgo responsable se caracteriza por el servicio, la dirección, el apoyo, la comprensión, la


amistad y el amor, hacia los demás, bajo principios éticos, morales y espirituales en los que se
persiga el bien común sin afectar a terceros, es decir que el fin no justifica los medios. Robin
Hood robaba a los ricos para dar a los pobres, este tipo de liderazgo es incorrecto, aunque
aparente un noble fin, aliviar la pobreza.

Un buen líder debe conocer la diferencia entre lo correcto y lo que no lo es, debe ser muy
sensible a las necesidades de los demás, aceptar la crítica y buscar la mejoría constante en su
ejercicio del liderazgo, Además debe ser capaz de reconocer las habilidades y limitaciones de
otros animándoles a combinarlas con sus talentos a efecto sean útiles para una tarea
determinada.
Los Retos y Los Obstáculos

La rivalidad y la competitividad estarán siempre presentes en todo tipo de organización de tal


forma que el líder encontrará siempre cuatro tipos de personas para liderar:

Los Ganadores, que son aquellos que pretenden siempre imponer su voluntad a toda costa y
llegan incluso a ser ofensivos. Generalmente solo aceptan seguir al líder si éste guía a los
demás hacia un objetivo que le plazca al “ganador”. Algunos de estos ganadores buscan estar en
todo para sentirse parte de cualquier cosa buena que suceda en la iglesia.

Los Resignados, son aquellos que pese a estar en desacuerdo, aceptan el liderazgo y actúan en
consecuencia. Este tipo de personas asume actitudes negativas, generalmente permanece
callado, y en cuanto le es posible arremete en contra del líder, lo desacredita y con otros
comparte sus diferencias hacia el líder y su trabajo.

Los Negativos, son aquellos que tienden a negarlo todo, sistemáticamente están en contra de
cualquier innovación, manifiestan abiertamente su desacuerdo con el líder y sus objetivos, es
fatalista, centraliza su atención en el lado negativo de las cosas y prefiere seguir tal y como esta.

Los Conciliadores, este tipo de persona, es positiva y generalmente se suma al trabajo del líder,
busca siempre conciliar los intereses propios con los de la organización con miras a la solución
de conflictos y aportación de ideas.

Todo aquel que ejerza liderazgo, debe saber que al igual que Moisés es muy probable que
dentro de sus colaboradores más cercanos encuentre envidias y rivalidad por lo que debe estar
preparado y asumir siempre una postura de madurez, comprensión y mantenerse firme en sus
convicciones. “1María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había
tomado; porque él había tomado mujer cusita. 2Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado
Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová. 3Y aquel varón Moisés era
muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.” (Números 12:1-3).

Los errores más comunes del líder.

Muchos líderes cometen errores tan graves o muy continuos que llegan incluso a perder su
liderazgo estos son:

a) No escuchar a la gente asumiendo actitud impositiva: Es un error no aceptar sugerencias


de los demás, imponiendo las ideas propias por encima de la del resto del grupo. Esto lejos de
hacer ver su liderazgo resalta su inseguridad. Cuando la gente hace algo guiados por el espiritu
de Dios, el lider que no escucha se siente amenazado.

b) Darle más importancia a los papeles y trámites y no a las personas: Aunque la tramitología
es importante, lo es mucho más cada persona que forma parte del grupo, muchas veces el líder
no se da tiempo para escuchar y hablar con la gente debido a que esta inmerso en un mundo de
papeles y trámites, inclusive esta mas enfocado en la sobrevivencia suya y de su familia que en
lo que en verdad esta sucediendo en la iglesia.

c) No ponerse en el lugar de los demás: Difícilmente se puede entender y comprender a los


liderados si el líder no se coloca en su mismo sitio, a efecto de mirar las cosas bajo la misma
perspectiva y así dar una dirección más adecuada.

d) Bloquear a líderes potenciales: La idea de la permanencia eterna en el liderazgo es un


craso error, algunos líderes ven en los nuevos prospectos enemigos que los van a desplazar y
optan por bloquearlos, cuando lo que deben hacer es apoyarles y prepararles, lo que le permitirá
un liderazgo asistido y por lo tanto más fácil de llevar. Comprender que la obra sigue con o sin
uno, es un paso de madruez. Creer que solo uno puede recibir direccion de Dios y por ende solo
uno puede producir la obra, es un error.

e) Asumir actitudes dictatoriales creyendo que solo él tiene la razón: esto sucede cuando el
líder se convierte en el jefe supremo, entonces no escucha razones y obliga al resto a aceptar y
hacer su voluntad. Para lograrlo se rodea de un equipo de incondicionales que coaccionan al
resto a la obediencia. Actitudes como esta debilitan sensiblemente el liderazgo que se pierde en
la primera oportunidad. Un buen lider no impone sus ideas, las propone buscando siempre la
retroalimentacion de su equipo de trabajo.

f) Buscar su propia gloria: Cuando el líder es falto de reconocimiento y aprobación para los
demás, es decir cuando no es capaz de reconocer el buen desempeño en otros y asume que los
resultados obtenidos de deben exclusivamente a él, con la intención de ser reconocido en su
persona y sin dar crédito a los demás. Un lider asi es inmaduro y no esta buscando el bien
comun ni la voluntad de Dios, sino el reconocimiento personal. Todo lo que Dios hace lo hace en
equipo usando siempre a dos o mas personas que lo obedecen.

g) No aprender de sus propios errores: Cuando no se aprende del error, este se convierte en
fracaso, pero cuando si se aprende de él, se convierte en experiencia. El líder que asume no
tener errores, jamás aprenderá de ellos y poco a poco se hundirá más y más hasta perder el
liderazgo.

h) No delegar: Es un error pretender ser el “hombre orquesta”, cuando un líder no delega, se


ahoga literalmente en muchas funciones quedando mal en algunas de ellas -o en todas- y
perdiendo respeto y liderazgo. Un buen líder prepara líderes y delega funciones. Es consistente
entre lo que dice y lo que hace y pone el ejemplo en todo.

i) No mantener informado a su grupo: Una de las razones por las que se pierde liderazgo es
debido a la falta de información hacia el grupo, cuando los liderados desconocen de las
actividades, gestiones y resultados del líder, tienden a desconfiar de él retirándole el liderazgo.

j) No prever para el futuro: Un buen líder trabaja basado en la experiencia del pasado, con
actividades concretas durante el presente para lograr objetivos en el futuro, esto exige tener
visión y ser sensible a los tiempos, movimientos y cambios de su entorno. Cuando un líder
carece de este atributo, muy pronto cae en la obsolescencia y pierde el liderazgo.

Dios es quien otorga la gracia y los dones que dan el liderazgo, si tu has sido llamado a
ejercerlo, hazlo con responsabilidad tomando en cuenta la instrucción divina “44y el que de
vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos.” (Marcos 10:44).

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