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oy Barcelona ME ‘Cuaderno central La ciudad y los mayores Con articulos de Eduardo Alvarez Pedrosian, ‘Armand Chauvel, Enrique Diaz Alvarez, Chris Ealham, Xabier Etxebarria Zarrabeitia, Ramon Fernandez Duran, Catalina Gaya, Jordi Llavina, Gregorio Luri, Jorge Luis Marzo, Manuel Milian Mestre, Chris Phillipson. Entrevistas con Chantal Mouffe y Carlos Pereda Cultura: el culto del mito Transformar la fragmentacién urbana El capitalismo global, principal agente geomorfolégico Historias de vida: “Encerrado en el puerto de Barcelona” Editorial Manuel Cruz Plaza pablica Eldedoenel ojo Cultural alto del mito Jorge Luis Marz0 La mirada del otro Decompras en Barcelona Armand Chauvel Desde a otra orila Sobrela Barcelona que queremos ‘Anna M.Bialés Metropolitca Transformarlafogmentacén urbana Eduardo Alvaez Pedrosian ‘Masa critica (Chantal Mouff:“Eplralisma valigao ala sceptacin dl conflict Entrevista de Enrique Diaz Alvarez De dénde venimos /A dénde vamos Venta ambulante: delitoo necesidad Laluchaporlas calles Chis Falham Persecucién penal delos‘manteros™ XNabier EtcebariaZarrabeitia Fronteras Empresa derechos humanos José Guimon de Ros Vorinvitada leapitalismo global, principal agente _geomorolgico Ramén Femindez Dusin 6 a e 6 ‘cuaderno central La ciudad y los mayores. Entre la hhostildad yla amabilidad ciudad también ha de ser paras mayors Iciar Anciau Lourdes Pérez nceocindecadadesadecuadas para losmayores Chris Phillipson vir distr el entomo urbano Maria Teresa Bazo Donostia-San Sebstn, ejemplo de ciudad aigable Mayte Sancho /lena dl Batio Porunaplanifcacin urbana participation Quico Manés de Balanzé Larespuestac cambio enlaestractra de dade SebastisJomet Envejcer enzonasdifclesprspectiva desde Inglaterra ‘Thomas Scharf Lamovilidad ls innovaiones teroligicas Fiorella Marcellini/ Heidrun Mollenkopf -Entomay elacionesintergoneraionales Aiea Lowenstein Propuestas /respuestas Lametrpols con os desees dels mayors, por Henrie Borelius.Ciudadaniay servicios: los ues rts, por Jorge Guamer.Actoresen a consruccién dea cidad, por Merce Pérez salanova Ciudad y poesia Del Montjaic En lanueva tumba de Vrdaguer Joan Maragal Observatorio ‘92 Palabra previa laciudad ylashoras Manuel Milisn Mestre 195 Zona de obras, “Modernism despise la posmaderidad, por Nora Rabotnikof. Dar cuentade sms, por Evia Burgos Diaz, Arguitecturamilagrosa, por Daniel Giralt Miracle. A favor de Espaay elctalanisme, por jan-Jos Lipes Burnil. 100 Historias de vida Encenada en el puerto de Barcelona Catalina Gaya 106 Rincones vivos eters” Gregorio Lut 108 Entrinsito Entrevista con Caos Pereda Alicia Garcia Ruiz ‘na Nueva mem Visitabaen Pou Claris ceo Jordi tlavina Portada y contraportada Fotos: Laura Guch so hegeménico-, donde se mezclan las tres formas en un contexto de marginacién Transformar la fragmentacion urbana ‘Texto Eduardo Alvarez Pedrosian Antropologia y Epistemologia de la Comunicacién. Universidad de la Repiblica - Uruguay Fotos Inés Guimaraens “La forma arguitectnica no est destnadla a funcionar como Gestalt cerrada sobre sims sino como opeador ctalitco genera ee cones en cadena en el senode odos de semiotizcin que nas hacen sali de nesotrasmismosy nos abrencampes néditos[.] puede generar prolifraioneslineas de ag en todos ls registosdel deseo devivir el echazo de abandonarse ala inercia dominant” Lacespacializacidn de las desigualdades sociales ha venido pautando el desarrollo urbano y territorial en general, tanto cn loreferente alas politicas emprendidas porlas institu ciones como por los movimientos migratorios de los habi tantes desplazados, una espacializacién que: ‘movilidad. Al respecto, el caso de Montevideo es hasta el ‘momento paradigmético. Con un cortimiento ‘urbano -expansién del tejido urbano por desplazamiento cespacial- del 32% en Ios tltimos cuarenta anos, su pobla cin més que aumentar ha disminuido” El poblamiento de los bordes perféricos ha desdibujado los limites de la cu también dad, mientras que numerosas viviendas en las manzanas de las zonas consolidadas (con servicios y comunicaciones) pesmanecen vacas,tapiadas para evitar su ocupacién, La polarizacin socal se ha hecho visible en Ia espaciaizacion, ‘asicomo esta se ha consolidado como determinante crucial ‘en las configuraciones subjetivas de los desplazados, lo que sya sabemos que sucede sobre la corrosién dela identidada partir de la estigmatizacin del resto a quienes habitan cer tos lugares etiquetados de rojos, peligrosos, violentos? Es asique la ciudad contemporsnea muestra vacios en las antiguas zonas consolidadas y se extiende alo largo de cin- turones y concentraciones de pobreza, Las zonas segregadas, mas que a la homogeneizacién, tienden a una diferenciacin radical, lo que si es acompatia do por una homogeneizacién en el interior de cada frag mento urbano, unidad de espacio que serepliega sobre si misma, Una pluralidad de entidades espaciales prolifera, cada una con sus cualidades especificas, en un contexto de Japamiento mutwo permanente y de nuevas aque reconfiguran la cartografiaen su totalidad. Desde el punto de vista urbanistic, se a diferencia tues tipos de ciudad: tradicional, la alternativa yla infor ‘mal, Laprimera se refiere alos entomos clisicos, queen Latinoamérica alude alos cascos coloniales y alos diferentes ensanches previos al siglo XX. En Montevide teen su morfologia:la peninsula hoy llamada Ciudad Vieja, y 1s barios incluidos en el bulevar Artigas proyectado en el sgundo ensanche dela ciudad. Tambicn existen antiguos pueblos absorbidos posteriormente, as ‘mientos donde se es eviden: como fracciona eron espacios de las mismas carate cee aT eee Te eee ieee ese Marder (CIAND tip os de os Co nes en altura en viviendas de bloques yen tras,en jos habitacionales de alta densi viejo entramado yt de los cuales tna vez fueron peri olo aii, La ciudad informal, por iltimo, es aquella determi- nada por la autoconstruccdny la falta de plan todo! algunos yottos siguen sin enla ciudad medieval oen los actuales cantegiles, villas mise- Flas, asentamientos, favelas, Casavalle, mezcla de cludades Existen expe desde hace dos décadas se ha consolidado como la zona roja, de mayor desorden y mnde se mezclan estas tes formas en un cont jinacién;zonas tratadas como depésitos espacia- les donde experimentar con prog: encias como la de Casavalle -locaidad que dad, donde otzos que son los desplazados encuentran espa cio para levantar st rancho, su chabola. Casavalle nace de la ciudad para las ch propios y las dehesas, Del trazado inicial de 26) queda determinada la actual orientacién de las las macromanzanas previas ala subdivision de las chacras ya forma de “V" de laperiferia, donde Casavalle yha sido cembudo, una cua, Hasta alli penetra ain el medio rural de tieras calle viene a marcarel vértice inf mnvertidoen un “La puesta en practica de procesos de disefio colectivo llevaria a transformar el espacio a partir de una experiencia que fuera a la vez un proceso de transformacion de subjetividades, esta vez con bastantes armas como para destrozar el estigma”. forma ostentosa, los campos verdes y el vacio mis cercano a las zonas eéntricas y consolidadas della ciudad. Cuando en las primeras décadas del siglo XX se comenzé a urbanizar el antiguo paraje Casavale, se lotearon terrenos de grandes ‘extensiones (como el batrio Placido Ellauri de 3908, lotea miento de macromanzanas pata casas de tipo quinta real z2ado por Francisco Pisa, el mayor emprendedor inmobilia- rio de entonces y conocido intemacionalmente por su bal- neatio Piripois, en el que ain permanece su castillo alqui- mista) y se fundaron barrios segin los modelos de a ciu- dad jardin de Howard, por entonces valorados como solu- cidn ala transicin entre el campo ya ciudad, Desde mediados del siglo XX empez6 la sucesiva construc. cin de diversos complejos habitacionales en toda la zona. El primero dellos fue el lamado Unidad Casavalle, que se rea- lizé en 1958 como parte de un proyecto mis ambicioso. H barrio Jardines del Boro, creado en 1926 y ubicado inmedia tamente al norte, sintié las primeras conmociones; pero el contexto seagudizé cuando en 1972 -unao antes del golpe de Estado civico-militar que durariaformalmente hasta 1984- se levanta la Iiamada Unidad Misiones, "Los Palomares” para todos los vecinos de dentro y de fuera, por su forma y densi dad, En términos generales del mercado inmobiliri y la, propiedad dela tierra, en 1974 se liberan los precios de los. lquilere y con ello la dictaduta comienza pautando desde el principio un movimiento migratorio de amplios sectores desde las zonas consolidadas de la ciudad hacia ls peiferias| desprovistas de urbanidad, expulsados porno poder ni siquieraalquilar. Esta tendencia migratoria ya habia comen- zado una década atris por el nivel de ls precios, pero desde ‘entonces se consolidéestructuralmente, “Los Palomares", nacidos ental contexto, se convertirian en uno de los espa- ios de mayor hacinamiento y concentracién della pobreza; y para elimaginario social contemporineo, de ciculacién de sustancias ilegales comollapastabase (paca en Argentina, re ‘duo de cocaina procesada generalmentecon queroseno y ‘cido sulftico),y escondite dela ley para los queasilo nece sitasen, ambas cuestiones en realidad mucho mis extendi- das por todo el terrtoro, incluia la franjacostera tan valora ‘dapor ls sectores medios y altos montevideanos. Los habitantes de la primera unidad habitacional, la que lleva el nombre del barrio, se habian establecido permanen: temente una vez que se hizo evidente que los proyectos cestatales de entonces no se ban a cumplir,y aquellas viviendas transitorias, dispuestas en forma de peine alo largo de sendas peatonales, trmminaron siendo lo nico que se construyé, mientras que la fase final de un complejo de ‘mayores calidades materiales y expresivas jams se concre- 16."Los Palomares” fueron transitorios, fueron construidos para durar aproximadamente diez ahos,y ain existen, ssuperpoblados, implosionando. ‘Acestas dos tramas hay que superponer la tercera lade la ciudad informal, En nuestro caso es la mis extendida,atra- viesa transversalmente todo el terrtorio, se comporta més ‘como tna mancha que como un emplazamiento, yno.cesa| de estar transformandose. Son los més de cincuenta asenta: ‘mientos de poblacién en la zona, algunos ya con mis de veinte afios de existencia, algunos con menos de cien habi- tantes, otros con mis de mil ltimamente, algunos de ellos, ‘muy pocos, han entrado en el proceso de ‘emprendido por los agentes piblicos, que implica algo asi como una refundacion en la mayoria de los casos sobre la antigua ocupacién, con construcciones de estindares dignos yycon la partcipacion de los vcinos en el proceso Se trata de ‘emplazar aquello que se ha configurado con grupos seminé- ‘madas. Pero toda lazona sigue siendo un depésito, ain se siguen enviando contingentes poblacionales yerigiendo nutevos entomos espaciales discontinuos entre los existe tes. Y siguen en pie y mas vivos que nunca aquellos que una ver fueron planteados como transitorio, de gran precare dad limitados para soportar una poblacién cada ver mayor, yyse consolidan los asentamientos como hemos descrito, jlarizacién Fragmentacién y segregacién A pesardela fragmentacién espacial y subjetiva en general, sehan tendido y se siguen tendiendo puentes entre los frag- ‘mentos, entre individualidadesaisladas y cerradas sobre si ‘misma, Side las condicionantes se trata, todas tienden ala fragmentacin, desde la morfologia de las unidades habita- cionales emprendidas por los diferentes gobiernos en medio siglo, al abandono del equipamiento urbano y la prestacién de servicios que tendria que, por_lo menos, entramar los dis- tintos fragmentos. De este modo se generan grandes dife: rencias jerdrquicas en el interior dela zona, entre los frag: ‘mentos, asi como en el interior de los mismos, hasta la uni- dad familia individual. Yes que mas alla de los discursos, dels simbolos y las signifcaciones, la necesidad lleva que cexista una movilidad entre los fragmentos en el interior de la zona, asi como con el exterior prncipalmente desde los asentamientos. El depésito no deja de estar conectadoen todas diecciones, obviamente, a través de los conductos de regacién social y la marginalidad, es por esta razén por la que, a pesar de no perderjamas ectivo. La a las relaciones con el exterior, el asilamiento es, “La logica de segregacion va acompafada de una de fragmentacién. Los elementos se relacionan mas con los del exterior que con los contiguos y semejantes”. lgica de segregacidn va acompatiada de una de fragmenta- cién, con Jo cual los elementos se relacionan més con los del exterior que con los contiguos y semejantes. La produc. cin de subjetividad queda fuertemente determinada por estas premisas que actitan sobre todo tipo de estatifica cibn:el trabajo, el consumo, la salud, etcétera. la mayoria de las mujeres se dedican al trabajo doméstico en casas delas| zonas de la ciudad ocupadas por las clases medias y medias- altas, la presencia de militares de bajo y medio rango es cre ciente, asi como la principal fuente de recursos es la basura snerada porlos que mas pueden consumir ylevada hasta los asentamientos para ser clasificada y vendida alos cen- tos dereciclado cercanos. Como plantea Deleuze, estamos hechos de tes tipos de lineas* Las lineas duras y segmentarias aqui aparecen carac- terizadas por una fuerte ruptura con el entorno, referidas a modelos que reagrupan a los sujetos en otros conjuntos aque repelen al vecindario, profundamenteestigmatizado, hasta tal punto que en algunos casos se hace necesario ccultary mentir sobr pos de experiencia, principalmente los laborales, El segundo tipo de lineas, las de los microdevenites,es enel que es posi Enesta situacin d ellugar deresidencia en otros cam- snriquecimiento de los encuentros, .guetizacin, ello es posible desde el reconocimiento de las semejancas en las contighidades, algo que ha estado blogueado, y hasta fuera de lo posible en cierta manera. El proceso de creacién de identidad, acecha- do permanentemente por la estigmatizacién sostenida desde el bombardeo massmedistico, se ve dificultado ante la negacién de la posibilidad en si misma, desprovisto de ‘material en una vida cotidiana sufrida como una etema transitoriedad, en un alto grado de evanesce tun mismo pasaje, una misma senda, de algiin camino den- tro deun asentamiento, rehuyen la existencia del otro. La pols, considerada como configuracin de ciudadanos,inter- subjetividad productora de vinculos, emerge de manera dis: continta y fragmentada, lo que implica un esfuerzo gigan- tesco por parte de los vecinos que se movilizan en diferen- tes redes locales Los vecinos, ademés de tener que “trabajar para trabajar’, sobrellevar una economia excluyente y preca fia, tienen que tomar en sus manos el destino del espacio ppablico desbordado de basura, surcado por sabuesos infec: tados, atas ycucarachas, Algunos movimientos sociales han surgido de los encuentros posibilitados por diferentes fuerzas sociales, algunos vinculados al socialism cristiano yla teologia dea liberaci6n, que han generado cooperativas de trabajo de viviends, otros ligados a organizaciones cen- tradas en la condicién de género; otros, las necesidades _gfemiales como las manifestaciones de carros de caballo de hhurgadores de basura ocurridas estos iltimos afios como protesta ante las autoridades municipales, asi como de colectivos generados en estos iltimos afios a parti de intervenciones sociales promovidas por el Estado. [Nosotros hemos tratado de trabajar para plantear un ter. cer tipo de lineas, las lineas de fuga, las de transformacién, de loexistente, a sabiendas de que es practicamente impos ble encontrar una salida a corto plazo.’ Pero laslineas de faga claramente nos plantean la necesidad de reconsiderar entre todos los paricipantes, vecinos einstituciones, desde todos los saberes disciplinares y no disciplinaes, una real- ia, Vecinos de dro ana mujer drobjtor dad otra frente a estos depésitos espaciales. Algunos espe cialistas en urbanismo han planteado la necesidad de dert- bar algunos de estos complejos habitacionales,a veces dejando en pie alin sector de los mismos-* Los vecinos de los diferentes fragmentos tienen versiones parciales de estas apreciaciones, pero en el fondo saben quelo que empe- 26 siendo como algo transitorio alguna vez terminara, Pero frente al temorde volvera quedar sin techo, como antes cellos mismos o sus antepasados recientes, y adaptados cestratégicamente alas condiciones existentes si seembar- canen algo més que en el reconocimiento mutuo,en el pro- ‘eso de creacin de nuevas formas de vida, no podrin ser rnuevamente desilusionados y abandonados a su suerte. Esto implica poner en consideracién el deseo de vivir segin ‘entomos més urbanos o mas rurales, segin formas mas art- ficales o mis naturales; dat la opcién a epoblat los espacios abandonados de la ciudad consolidada a quienes asilo des- ‘een, mientras se cualifica postivamente el antiguo depésito recuperando todo el potencal paisajstico que tenia, No podemos seguir negando Ia existencia de estos proce: sos y su rol como generadordel vance dela ciudad sobre el temitorio, Como afirman algunos urbanistas,aquly asies ddénde y cémo se esta haciendo la ciudad nueva, es un hecho? Frente aello parece posible, creemos, que la puesta cenprictica de procesos de disefo colectivo entre especials- tas vecinos,en un contexto de recursos decididamente dife- rminimos castos que devienen casuchas, complejos que se cierran sobre sy dejan de mantenerse minimamente, espa- ios libres proyectados para futuros parques convertidos en asentamientos-levaria a transformarel espacio a partir de ‘una experiencia colectiva que fuera al mismo tiempo un pro- ceso de transformacion de las subjetividades involucradas, ‘un hacer que genera nuevas formas de ser, esta vezcon bas: deo contrario seria mas delo mismo, unidades de tantes armas como para destrozar eles cesta all para abortar toda gestacin, Se va, hacer dela individualidad del fragmento una singularidad cent flujo, de las diferencias en comunidades de centenares ‘omiles de sujetos la materia prima para disenar una hetero- .geneidad de espacios y espacialidades. Con elloes posible transforma el actual conjunto de piezas de diferentes purz- lesen un collage abierto y miltiple conectado atodo el teri totioy singular al mismo tiempo en calidad de lgar,cualifi- ticas y estétias airmadas en afectos yp ceptos emergentes, y no erosionado y desfigurado por a negacién yelabandono fruto de estigma. + Guta La nunca ute’ en atogfoeqlonna ‘co anti Suenos ker 2000 989) 2 2 Marne Guarino Rand ey cmp Uo Blancs del es atropine (sone on i ns bens 4 ecg a Ls onde de cd. Carte pir rade. Sgl Sar Buence en sooy ool 4 Date, cies Pant Cite, Dilger. Pretest, alos, 19571996), 200, junto 2 aguip iterdapinro mis extns, sacle aeteelafecn parcpatns soe ata ‘es denne en ener pep te Exrtemsicry heres eer eet n proendand, paras Sone de ila Neca oes nana ot {pls epnos pbs, appacne de ens ynades dee 6 Lombard, ells Mac resignccn de Cseel Monto, Uriguy, Incanto ae trees CML ONG, Serge de Clos 1 Celio, Marta ~ Cour, nck Spans Maio Le gestin wana (Prete dt efi nce de prio Meera ees PblenonesFouitd de Atte ea Menten 2c

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