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GENERALIDADES.
Se comprende bajo el nombre genérico de taludes cualesquiera superficies
inclinadas respecto a la horizontal que hayan de adoptar permanentemente las
estructuras de tierra, bien sea en forma natural o como consecuencia de la
intervención humana en una obra de ingeniería. Desde este primer punto de vista
los taludes se dividen en naturales (laderas) o artificiales (cortes y terraplenes).
Aun cuando las laderas naturales pueden plantear y de hecho plantean problemas
que pueden llegar a ser de vital importancia, en este capítulo se tratarán en
forma predominante los taludes artificiales, pero se mencionarán las
características más importantes que pueden ser fuente de preocupación
ingenieril en las laderas naturales.
Los tipos de fallas más comunes en taludes son los que se enuncian en lo que
sigue:
Estos movimientos, a veces son tan lentos que pasan inadvertidos hasta que el
ingeniero ha de actuar en la zona, en alguna obra. Si los movimientos se aceleran
se puede llegar a producir un deslizamiento de tierras. Parece ser que la mayor
parte de este tipo de movimientos serán asociados a ciertas estratigráficas
favorables a ellos, al mismo tiempo que a flujos estaciónales de agua en el
interior de la ladera. Un caso frecuente y tal vez el más sencillo es el que
aparece en laderas formadas por depósitos de talud sobre otros materiales firmes
estratificados, que siguen más o menos la inclinación de la ladera. En estos casos
se observan con frecuencia superficies de falla prácticamente planas, que siguen
los contactos entre los depósitos de talud y los materiales más resistentes de
apoyo.
Este tipo de fallas se presenta en materiales cohesivos, donde las fuerzas
gravitacionales, actuando por largo tiempo, producen deformaciones grandes,
que llegan a generar la superficie de falla. Una vez generada la superficie, la
resistencia disponible a lo largo de ella será la resistencia residual.
· Falla por Movimiento del Cuerpo del Talud.
En contraste con los movimientos superficiales lentos descritos en el inciso
anterior, pueden ocurrir en los taludes movimientos bruscos que afectan a masas
considerables de suelo, con superficies de falla que penetran profundamente en
su cuerpo. Estos fenómenos reciben el nombre de deslizamiento de tierras.
Dentro de estos existen dos tipos claramente diferenciados. En primer lugar, un
caso en el cual se definen una superficie forma una traza con el plano del papel
que puede asimilarse por facilidad y sin error mayor, a una circunferencia. Estas
son las fallas llamadas por rotación.
Las fallas por rotación pueden presentarse pasando la superficie de falla por el
pie del talud, sin interesar el terreno de cimentación o pasando adelante del pie,
afectando el terreno en que el talud se apoya (falla de base). Además pueden
presentarse las llamadas fallas locales, que ocurren en el cuerpo del talud, pero
interesando zonas relativamente superficiales.
· Flujos.
Este tipo de fallas consiste en movimientos más o menos rápidos de zonas
localizadas de una ladera natural, de manera que el movimiento en si y la
distribución aparente de las velocidades y los desplazamientos asemejan el fluir
de un líquido viscoso. No existe en si, una superficie de falla, o ésta se desarrolla
en un lapso muy breve al inicio del fenómeno.
Estas fallas pueden ocurrir en cualquier formación no cementada desde
fragmentos de roca, hasta arcillas francas; suceden tanto en materiales secos
como húmedos. Muchos flujos rápidos en materiales secos ocurren asociados a
fenómenos de presión de aire, en los que este juega un papel análogo al del agua
en los fenómenos de licuación de suelos. Otros flujos en suelos muy húmedos, son
verdaderos procesos de licuación.
a) Tender Taludes.
A primera vista quizá pudiera pensarse que esta solución sea la más obvia y
sencilla en la práctica. Sin embargo, ha de tomarse con el debido cuidado desde
el punto de vista teórico y muchas veces es irrealizable prácticamente hablando.
Si el terreno constituyente del talud es puramente friccionante la solución es
indicada, pues, según se vio, la estabilidad de estos suelos es fundamentalmente,
se adquiere la estabilidad del talud está condicionada sobre todo por la altura del
mismo y la ganancia tender el talud es siempre escasa y, en ocasiones, nula. En
los suelos con “cohesión” y “fricción”, el tender talud producirá un aumento en
la estabilidad general.
Por otra parte, muchos requisitos prácticos, tales como invasión de zonas
urbanas, condiciones económicas emanadas del movimiento de grandes
volúmenes de tierra, etc., hacen imposible al proyectista el pensar en tender los
taludes de los terraplenes, bordes, cortes y demás obras similares, en gran
cantidad de casos prácticos.
Deslizamientos:
l Superficiales
l Rotacionales
l Trasnacionales
Falla de Pie
Falla de Local
Estabilidad al Deslizamiento Superficial.-
Arena seca.-
l Superficie de falla plana y paralela al talud
l Masa que desliza de pequeño espesor
l Tensiones en caras verticales iguales y opuestas
T
i
W
a
d
N
Equilibrio de fuerzas
Arena sumergida
T
i
W
a
d
N´
a.d.gw
Talud sumergido
- Suelo Uniforme:
- Si se tiene estratificación:
O
Fuerzas Resistentes
W
G
R
Fuerzas Motoras
b
H
Su
d
Factor de Seguridad.-
El factor de seguridad mínimo contra la falla por capacidad de carga de un
terraplén, talud o muro sobre un suelo blando, a corto plazo, debe ser mayor que
uno (FS ³ 1). Para estratos potentes, el colocarle una capa de refuerzo no
aumentará el factor de seguridad más allá del calculado para un talud sin
refuerzo.
Para el caso en donde se encuentren factores de seguridad menores que uno, será
necesario llevar un procedimiento de construcción muy cuidadoso, ejecutarlo por
pasos, con bermas laterales, particularmente en el caso de turbas o rellenos
suaves.