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La destrucción de las rocas y

la denudación. Rocas
sedimentarias
Agentes geológicos externos:
Actúan sobre la litosfera desde el exterior de la Tierra y son la atmósfera, el
agua en todas sus manifestaciones (lluvia, ríos, mares, glaciares, etc.) y los seres
vivos. La energía necesaria para la actuación de los agentes externos tiene dos
orígenes: a) energía solar, causante de los fenómenos atmosféricos que determinan el
clima de una región (cambios de temperatura, precipitaciones, vientos, etc.); b) fuerza
de la gravedad, que hace descender la lluvia, las corrientes de agua y de hielo con los
materiales que transportan, etc.

Acciones realizadas por los agentes geológicos


externos
Agente geológico Acciones que realiza
Atmósfera Destrucción mecánica y química de las rocas. Formación de
suelos
Viento Erosión y transporte de partículas
Seres vivos Destrucción mecánica y química de las rocas. Formación de
suelos.
Aguas continentales Erosión y transporte de partículas sólidas y disueltas.
(superficiales y
subterráneas)
Glaciares Erosión y transporte de partículas sólidas.
Aguas marinas Erosión de las costas. Arrastre de partículas sólidas y
disueltas.
La actuación conjunta de los agentes
externos sobre la litosfera produce tres
efectos: denudación o desgaste, transporte y
sedimentación.
Agentes geológicos
internos:
Actúan sobre la litosfera desde el
interior, teniendo su origen en la energía
interna de la Tierra, y son los movimientos
orogénicos, los movimientos epirogénicos
(movimientos en sentido vertical, de elevación
o hundimiento de las masas continentales),
los volcanes y los movimientos sísmicos o
terremotos.
Los agentes internos más importantes
son los movimientos orogénicos, causantes de la formación de las montañas y que
también están íntimamente relacionados con la sismicidad y el volcanismo. Se deben a
las fuerzas orogénicas, que son las fuerzas laterales que actúan sobre los
geosinclinales, provocando el plegamiento y la fracturación de los materiales allí
existentes. De este modo, en el lugar donde antes había un geosinclinal, aparecerá
una cordillera montañosa.

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En consecuencia, la acción de los agentes geológicos internos crea nuevos
relieves.
CICLO GEOLÓGICO
De manera lenta pero continua, los agentes internos construyen el relieve
terrestre y los externos lo destruyen, constituyendo un proceso cíclico que recibe el
nombre de ciclo geológico. Dentro del mismo se pueden distinguir dos tipos de
procesos, dependiendo de que predomine la acción de unos u otros agentes:
1- Procesos geológicos externos: Los agentes externos actúan sobre las rocas
de la superficie terrestre y las van fracturando y alterando químicamente; como su
acción es más intensa sobre las partes salientes, los relieves se van desgastando y
atenuando lentamente.
Los materiales procedentes de la acción de desgaste son transportados y,
finalmente, depositados en las cuencas de sedimentación donde, por un proceso
denominado litificación o diagénesis, dan lugar a las rocas sedimentarias. Estas, al
aumentar de profundidad, se verán afectadas por grandes presiones y temperaturas,
que se consideran ya procesos internos.
Los procesos geológicos externos comprenden los siguientes fenómenos:
desgaste (meteorización y erosión), transporte, sedimentación y diagénesis.
Los fenómenos de desgaste, transporte y sedimentación constituyen en
conjunto el proceso denominado gliptogénesis, cuyo resultado es la destrucción del
relieve.
2- Procesos geológicos internos: Al continuar el depósito de materiales en la
parte superior de la cuenca de sedimentación, el fondo se va hundiendo y las rocas
sedimentarias sufren grandes aumentos de presión y temperatura, transformándose
en rocas metamórficas por un proceso de metamorfismo. Si continúa el aumento de
presión y temperatura, las rocas metamórficas se funden y dan lugar a la formación de
un magma, el cual asciende y, al enfriarse en el interior o el exterior de la litosfera,
solidifica y origina rocas magmáticas; el proceso de formación de magmas y rocas
magmáticas se denomina magmatismo.
Pero, paralelamente a la formación de rocas metamórficas y magmáticas, los
agentes internos producen otros fenómenos, especialmente los movimientos
orogénicos, cuyo resultado es la formación de nuevo relieve y que, en conjunto,
reciben el nombre de orogénesis.
Los procesos geológicos internos comprenden los siguientes fenómenos:
metamorfismo, magmatismo y orogénesis.

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Fases del ciclo geológico: Tres fases:
1) Gliptogénesis: Destrucción del relieve por acción de los agentes externos.
2) Litogénesis: Formación de los distintos tipos de rocas por acción de los agentes
externos (rocas sedimentarias) y de los agentes internos (rocas metamórficas y
magmáticas).
3) Orogénesis: Constricción de nuevo relieve por acción de los agentes internos.

MODELADO: es el resultado de la acción de un determinado agente geológico


externo sobre los materiales de la corteza, que presentas sus propias
características litológicas y estructurales.
RELIEVE: El relieve de una determinada región es el conjunto de todos los
tipos de modelados que se observan en dicha región.

Denudación: comprende un conjunto de procesos que determinan la


degradación o rebaje de la superficie del terreno. Los procesos de denudación actúan
sobre cualquier tipo de roca, y cada roca tiene, según su origen, una estructura y
composición que puede acelerar o retardar los procesos de desgaste de la misma.
Normalmente comprende los procesos de meteorización y erosión.
- Meteorización: Consiste en el desgaste de las rocas por los componentes del
aire en reposo. Es una acción estática. Produce una disgregación de las rocas in situ sin
provocar el transporte de los materiales disgregados. Se puede definir como el
conjunto de procesos físicos, químicos y biológicos que conducen a la desintegración
de las rocas y son consecuencia de la acción de agentes externos atmosféricos,
hidrosféricos y biosféricos, de carácter fundamentalmente estático (humedad, cambios
de temperatura, etc). Descomposicón física (desintegración) y la alteración química
(descomposición) de las rocas de la superficie terrestre, o cerca de ella.
- Erosión: es el desgaste de la superficie terrestre mediante la acción mecánica
de los materiales transportados. Es una acción dinámica. (Los agentes de transporte
por sí mismos sólo producen una pequeña acción de desgaste, pero cuando contienen
partículas del material meteorizado se convierten en poderosos agentes de
destrucción). Es debida a la acción de agentes dinámicos, como el viento o las aguas
corrientes.

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La meteorización y la erosión actúan de forma combinada en la destrucción de
los relieves. La meteorización favorece la erosión, al transformar los afloramientos en
regolitos y suelos fácilmente erosionables. La erosión, al eliminar éstos, deja expuesta
roca fresca, que puede ser atacada por la meteorización.
Meteorización
Se denomina meteorización al desgaste que sufren las rocas por acción de los
componentes atmosféricos en reposo, sin que haya transporte de los materiales
producidos. Puede ser de dos clases: meteorización mecánica o física o
fragmentación de la roca primitiva sin que se produzcan cambios en su composición
química o mineralógica, y meteorización química o destrucción o alteración de la
roca por cambios en la composición de sus minerales integrantes.
Ambos tipos de meteorización actúan siempre conjuntamente pero, según el
clima, puede predominar uno de los dos tipos.
La meteorización no sólo produce efectos destructivos sino que también da lugar
a la formación de nuevos materiales como arcilla, arena y fragmentos más gruesos.
Por tanto, puede considerarse como un proceso de transformación que convierte los
afloramientos rocosos en materiales sueltos. Estos productos que se acumulan sobre
los propios afloramientos de los que proceden, reciben el nombre de regolito. Con el
paso del tiempo y si las condiciones son adecuadas, el regolito termina por convertirse
en un suelo.
Meteorización mecánica o física
Consiste en la fragmentación de las rocas debido a la acción de agentes
externos estáticos de naturaleza estrictamente física, sin que se produzcan cambios
mineralógicos y químicos. Por ello, el afloramiento y el regolito resultante poseen la
misma composición.
Se debe fundamentalmente a los cambios de temperatura, predominando en las
zonas de alta montaña y en las de clima desértico, pues en estas regiones son
frecuentes las acusadas oscilaciones de temperatura, estacionales o diarias.
La acción mecánica de la atmósfera está favorecida por la existencia de grietas
en las rocas que, al principio, son muy delgadas pero que pronto, por efecto de los
agentes erosivos, se agrandan y permiten que dichos agentes penetren cada vez más
profundamente en el interior de la roca.
La meteorización mecánica se realiza por varios mecanismos diferentes, entre
los que destacan:
• Descompresión o pérdida de carga: Se denomina descompresión al descenso de
presión que experimentan ciertas rocas formadas a gran profundidad (por ejemplo,
los granitos) cuando se acercan a la superficie como consecuencia de la denudación.
La roca se ajusta a estas nuevas condiciones de menor presión a través de la
expansión de la parte superior de los cuerpos rocosos, lo que se traduce en la
aparición de lajas o planos de fractura paralelos a la superficie topográfica. (Las
capas externas se expanden más que la
roca situada debajo y, de esta manera,
se separan del cuerpo rocoso)
• La gelifracción o gelivación: Se debe
a la alternancia entre helada y deshielo.
Destaca el llamado efecto de cuña de
hielo: el agua que se introduce por las
grietas de las rocas, al congelarse,
aumenta de volumen en un 9%,
ejerciendo una presión, de más de 100
kg/cm2, sobre el entorno. La
gelifracción es el proceso resultante
de la congelación del agua en las
fisuras de las rocas, lo que provoca
un efecto de cuña que las agranda.
La repetición de dicha congelación
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termina por escindir las rocas. Para que la gelifracción sea efectiva, es necesario que
exista un aporte de agua líquida, que las rocas estén fisuradas y que las
temperaturas oscilen alrededor de los 0ºC. Además, sus efectos serán más intensos
cuanto mayor sea el número de ciclos de congelación-deshielo (que crea tensiones
que terminan por romper las rocas). Los fragmentos generados en la gelifracción se
denominan crioclastos, y se caracterizan por su forma angulosa. Los depósitos de
crioclastos, que se acumulan sobre todo al pie de cantiles de alta montaña, reciben
el nombre de canchales o depósitos de pie de monte, típicos de las laderas
montañosas.
• Acción de la insolación o termoclastia (expansión y contracción térmicas):
Las rocas son malas conductoras del calor pero, aun así, experimentan dilataciones
y contracciones como consecuencia de las variaciones de temperatura. Este
fenómeno es especialmente eficaz en las regiones desérticas, donde las oscilaciones
diarias de temperatura pueden superar los 40 ºC. Durante el día, debido al calor del
Sol, las rocas se dilatan, mientras que por la noche, al disminuir la temperatura, se
contraen. La repetición de este proceso puede llegar a provocar la fracturación de
las rocas. Los incendios tienen efectos similares, pero mucho más intensos.
• Crecimiento de cristales de sales o haloclastia: En climas cálidos y áridos, y
también en zonas próximas al litoral, las aguas subterráneas pueden llevar disueltas
cantidades apreciables de sales. Por ello, los poros de las rocas permeables, como
las areniscas, suelen estar ocupados por esta agua salinas. La intensa evaporación
hace que, en el interior de la roca pero muy cerca de la superficie, precipiten
cristales de sales, cuyo crecimiento origina una fuerte presión sobre los granos
minerales circundantes, que acaban siendo expulsados al exterior, lo que provoca la
disgregación gradual de la superficie de la roca y su arenización.
• Meteorización biofísica: El crecimiento de las raíces de las plantas, sobre todo de
los árboles y arbustos que colonizan las fisuras de los afloramientos rocosos, genera
esfuerzos que ensanchan las grietas y conducen a la fragmentación de las rocas.
También ciertos animales, como los roedores (topos, conejos, etc.), hormigas y el
propio ser humano, remueven grandes cantidades de materiales. En las costas, la
meteorización biofísica es extraordinariamente importante en la destrucción y
retroceso de los acantilados. Así, la actividad de diversos organismos perforantes
(bivalvos, esponjas o gusanos) y raspadores (gasterópodos y erizos marinos),
produce una intensa meteorización de las rocas del litoral.
Meteorización química
Es la alteración de la composición química o mineralógica de la roca producida
por el agua, aire o los seres vivos.
Los principales agentes que actúan en este caso son el vapor de agua
atmosférico, el oxígeno y el dióxido de carbono, tanto presentes en el aire como
disueltos en el agua de lluvia. Su acción predomina en los climas cálidos y húmedos,
produciendo sobre las rocas diferentes reacciones químicas, que pueden darse
simultáneamente y entre las que destacan las siguientes:
• Disolución: Se debe a que el agua disuelve directamente
algunos minerales, especialmente los minerales salinos (sal
común, yeso, etc.). El carácter dipolar de la molécula de
agua le permite arrancar iones de la estructura cristalina de
ciertos minerales muy solubles, como la halita (NaCl) y en
menor grado el yeso (CaSO4 . 2H2O), por lo que éstos se
disuelven con facilidad. Ésta es la razón de que sólo se
encuentren afloramientos de halita en las regiones más
áridas del planeta.
Pero la capacidad disolvente del agua aumenta con su
acidez, lo que puede promover la disolución de otros
minerales, como los carbonatos. El carbonato cálcico (la
calcita) es el componente fundamental de las calizas, rocas
sedimentarias muy abundantes en la superficie terrestre.
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Los hidrogeniones presentes en las aguas tienen un extraordinario poder para
disolver estas rocas en un proceso que recibe el nombre de carbonatación.
CaCO3 + H+ ↔ Ca2+ + HCO3-
Calcita Disueltos
• Oxidación: El oxígeno es capaz de oxidar algunos de los elementos químicos que
forman parte de los minerales, especialmente el hierro (Fe). El hierro ferroso (Fe 2+)
(pirita, olivino, piroxeno, biotita,...) se oxida fácilmente a hierro férrico (Fe 3+), lo que
provoca un aumento de carga positiva en la red que tiende a compensarse con la
entrada de iones oxidrilo (OH)-. Esto, unido al mayor tamaño de los iones Fe3+,
produce la degradación de la red del mineral primitivo y su transformación en
masas de óxidos e hidróxidos de hierro (hematíes y limonita), poco consistentes y
de un color ocre-rojizo muy característico.
4Fe + 3 O2 ------------- 2 Fe2O3
Óxido férrico (hematíes)
Un elemento se oxida cuando pierde electrones durante la reacción. En este
caso el hierro se oxida porque perdió electrones a favor del oxígeno.
• Hidratación: Se produce por incorporación de moléculas de agua a la red cristalina
de los minerales, lo cual se suele traducir en un aumento de volumen. La
hidratación es una reacción reversible, lo que significa que los minerales hidratados
también se pueden deshidratar, perdiendo el volumen ganado anteriormente. El
caso más típico es la transformación de la anhidrita (sulfato cálcico) en yeso (sulfato
cálcico hidratado), con el consiguiente aumento de volumen que puede provocar
deformaciones en los estratos afectados.
CaSO4 + 2H2O ↔ CaSO4 . 2H2O
Anhidrita Yeso
• Hidrólisis: Es la desintegración de la red cristalina de algunos minerales, al
romperse sus enlaces por acción de los iones H+ y OH- del agua. Una reacción
típica de hidrólisis se puede representar de la siguiente manera:

A-B + H2 O (H+ + OH-) → AH + BOH


Sustancia Productos de
original hidrólisis

La hidrólisis es uno de los mecanismos más importantes en la meteorización


de las rocas, pues afecta a los silicatos, que son los minerales más abundantes en
la naturaleza. Particularmente destaca su acción sobre los feldespatos.
• Meteorización bioquímica: Los extremos de las raíces de las plantas segregan
ácidos orgánicos para facilitar su penetración en el sustrato. También los líquenes,
que colonizan las superficies rocosas, segregan ácidos que permiten la introducción
de las hifas en el interior de la roca. Todos estos ácidos biogénicos debilitan la roca
y favorecen su descomposición.
Transporte: Las partículas procedentes de la meteorización y erosión de las
rocas (detritos = conjunto de materiales sueltos y alterados sobre la roca madre. El
detrito se distingue por su estructura y su composición química y mineralógica de la
roca de la que procede) tienden a ser arrastradas hacia otras zonas, topográficamente
más bajas.
Se denomina transporte al desplazamiento de los materiales
erosionados desde el área fuente donde se producen hasta el área de
sedimentación, donde se depositan. El motor del transporte es la propia gravedad
terrestre y, como consecuencia, el desplazamiento de los materiales siempre se realiza
en sentido descendente, razón por la que el área fuente suele corresponder a zonas
elevadas mientras que el área de sedimentación coincide con zonas bajas.
Los agentes erosivos y de transporte suelen ser fluidos, los más importantes son
las aguas corrientes, seguido del viento y los glaciares (hielo en movimiento).
En algunos casos, como ocurre con las partículas disueltas en el agua, todos los
materiales se transportan por igual. Pero en la mayoría de los casos, las partículas más

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ligeras llegan más lejos que las pesadas, que generalmente son las de mayor tamaño.
Se dice entonces que hay un transporte selectivo, produciéndose una selección de los
materiales según su tamaño.
Los materiales detríticos procedentes de la meteorización pueden ser
transportados: por acción de la gravedad (es decir, por su propio peso), por las aguas
de escorrentía, por el hielo de los glaciares, por el viento, por las corrientes fluviales
que continúan bajo el agua al desembocar los ríos en el mar.
Las aguas superficiales: incluyen ríos, torrentes y aguas salvajes o aguas de
arroyada. En los continentes son el agente de erosión y transporte más importante. El
conjunto de materiales que transporta un río se llama carga. Se llama capacidad de un
río a la carga máxima que puede transportar, y depende de su caudal y de su
velocidad. Si la carga que un río transporta en un determinado momento es inferior a
su capacidad, el río erosionará; en caso contrario, depositará parte de esa carga.
Según el peso de los materiales el transporte en un medio fluido (viento o agua)
puede ser: por reptación o arrastre (el fluido no puede con los materiales y
solamente los arrastra y se trasladan rodando. Los materiales se erosionan o
desgastan por la cara o parte que se arrastra por el suelo o el fondo de un cauce, como
consecuencia del rodamiento se irán redondeando), por saltación (el fluido transporta
a saltos las partículas de tamaño medio, o las grandes, cuando aumenta el caudal del
agua o la fuerza del viento), en suspensión (las partículas menos pesadas quedan
suspendidas en la masa del agua en movimiento o en el aire durante un gran
recorrido), en disolución (las partículas solubles en agua son transportadas por las
corrientes hacia cuencas sedimentarias también acuáticas).
Los glaciares: En los casquetes polares y en las zonas de alta montaña el hielo
sustituye al agua líquida como agente de erosión y transporte. Los glaciares
transportan los materiales que caen desde las laderas de las montañas y los que el
propio glaciar erosiona del cauce. Entre ellos hay desde enormes bloques hasta
materiales de tamaño muy fino. Unos y otros son transportados sin selección alguna. El
transporte por medio del hielo se realiza primero sobre la superficie del hielo, aunque,
poco a poco, el trozo de roca previamente erosionado irá descendiendo hacia el fondo
y será arrastrado.
El viento: El viento es un agente de erosión y transporte mucho menos
importante que el agua y el hielo. Su intervención se limita a zonas sin vegetación y
con abundantes materiales sueltos. Los materiales de tamaño muy fino, los limos, son
transportados en suspensión, mientras que los de tamaño medio, arenas, son
transportados por saltación y arrastre. Al contrario que los glaciares, el viento
selecciona muy bien el tamaño de los materiales que transporta.
Los procesos gravitacionales: Son desplazamientos de los materiales hacia
zonas más bajas producidos por la acción directa de la gravedad, sin que exista un
agente intermediario (agua, aire o hielo) cuyo movimiento sea el que arrastre los
materiales. Aquí se incluyen desprendimientos, deslizamientos y coladas de barro.
Sedimentación: Es el depósito de los materiales detríticos
transportados. Dicho depósito depende de varios factores: tamaño de los materiales
(los más pesados se depositan antes) y la fuerza del medio de transporte. Los
materiales se depositan en zonas deprimidas de la litosfera, situadas a distancias muy
variables respecto al origen. Las zonas donde se acumulan grandes cantidades de
sedimentos se denominan cuencas de sedimentación y se localizan tanto dentro de los
continentes como en los mares. Los sedimentos se van depositando en capas o
estratos y, por un proceso de diagénesis, se transforman en rocas sedimentarias, que
están estratificadas.
Se denomina sedimentación al proceso de acumulación, en una zona
baja o área de sedimentación, de materiales procedentes de la meteorización
y la erosión de rocas preexistentes (ígneas, metamórficas o sedimentarias)
que han sido transportados desde el área fuente. Los materiales sueltos
acumulados en el proceso de sedimentación reciben el nombre de sedimentos y se

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disponen formando capas o estratos horizontales o subhorizontales.

En el interior de los continentes, el depósito o sedimentación de los materiales


se produce en puntos muy concretos (al pie de una montaña o desnivel de terreno, en
cualquiera de los tramos de un cauce fluvial, en un lago , etc.); la sedimentación se
realiza fundamentalmente en los medios marinos.
En los fondos marinos, la distribución de los sedimentos es muy irregular y
alcanza los valores máximos en las zonas próximas al continente, mientras que en el
centro de los océanos la sedimentación es muy escasa. Por tanto, las cuencas de
sedimentación más importantes corresponden a los denominados geosinclinales que
son zonas situadas en los márgenes continentales, donde se depositan
constantemente sedimentos y cuyo fondo se va hundiendo lentamente debido al peso
de los mismos.
Como la erosión es máxima en zonas salientes de la litosfera y la sedimentación
tiene lugar en zonas deprimidas, la acción conjunta de los agentes externos tiende a
disminuir las diferencias de altitud y, en consecuencia, destruye el relieve.
Si no existieran otros procesos, al cabo del tiempo todos los relieves de la Tierra
serían arrasados y la superficie terrestre se
convertiría en una penillanura (llanura
producida por erosión). No ocurre así debido a la
actuación de los agentes internos.
Diagénesis: Los procesos diagenéticos
ocurren después de la sedimentación y
enterramiento de las capas sucesivas de
sedimentos y conducen a la transformación del
sedimento en una roca sedimentaria. Ocurren a
poca profundidad en el subsuelo y a baja
presión y temperatura.
Se denomina diagénesis al conjunto
de procesos por los que un sedimento se
convierte en una roca sedimentaria.
Cuando los sedimentos se van
depositando en capas, unas encima de otras, la
única que está en contacto con el agua es la
superior. Las capas inferiores soportan el peso
de las superiores y al estar sometidas a más
presión y temperatura los materiales sueltos del
sedimento se van uniendo entre sí y forman una roca sedimentaria.
Algunos procesos diagenéticos son:
1- La compactación: Los sedimentos recién depositados suelen tener una
porosidad muy elevada. La compactación se debe, por lo general, al peso (presión) que
ejercen las capas de sedimentos superiores sobre las inferiores en una cuenca de
sedimentación (lo que provoca la
reorganización de las partículas
componentes que tienden a
disponerse de forma más apretada,
con la consiguiente reducción de
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dicha porosidad). Afecta a las capas inferiores de los sedimentos. El volumen de la roca
disminuirá como consecuencia de la reducción de los huecos que había entre los
granos que componen el sedimento. Al disminuir los poros también se reduce la
cantidad de agua que pudiera haber entre ellos.
2- La desecación: Consiste en la deshidratación por
evaporación, con lo que el sedimento se endurece y varían
muchas de sus propiedades.
3- La disolución: algunas partículas del sedimento
pueden ser químicamente inestables y tienden a disolverse
durante la diagénesis. Como resultado de la disolución
desaparecen las partículas inestables del sedimento, a la vez
que las aguas subterráneas que ocupan los poros se van
cargando progresivamente de los iones correspondientes a los
minerales disueltos.
4- La cementación: Es el proceso más extendido de
diagénesis. Los sedimentos detríticos de grano grueso y medio
dejan huecos entre sí por los que discurre el agua cargada de
sales disueltas que al precipitar, actúan como cementos
uniendo las partículas sueltas llamadas clastos. El mineral
precipitado actúa de cemento que une y aglutina los granos del
sedimento. En consecuencia, rellena los huecos produciendo
una reducción de la porosidad de la roca. Los cementos más
frecuentes son carbonato cálcico (CaCO3), sílice (SiO2), óxidos de hierro y arcilla.

Meteorización Transporte Diagénesis


Roca Detrito Sedimento
+ Roca
madre Erosión Erosión y Sedimentar
sedimentación ia
5 - Sustituciones mineralógicas: Durante el proceso de enterramiento, los
sedimentos pueden ser atravesados por fluidos de aguas subterráneas ricas en ciertos
iones capaces de reaccionar con los minerales del sedimento, formando otros nuevos
que así sustituyen a los originales. Los sedimentos ricos en carbonato cálcico son los
más propensos a experimentar este tipo de transformaciones. Los procesos de
sustituciones mineralógicas más comunes son la dolomitización y la silicificación. La
dolomitización se produce cuando aguas subterráneas con una elevada concentración
Mg/Ca circulan a través de sedimentos o rocas formadas por carbonato cálcico. Los
iones de Mg2+ pueden sustituir parcialmente a los iones de Ca2+ de la calcita (CaCO3),
transformándola en un nuevo mineral denominado dolomita (CaMg(CO3)2). La
silicificación se produce cuando las aguas subterráneas ricas en sílice transforman
parcialmente los carbonatos y sulfatos cálcicos que atraviesan.
Ambientes sedimentarios
Los sedimentos se depositan preferentemente en determinadas zonas de la
superficie terrestre, que suelen ser las más bajas. Se denomina ambiente
sedimentario a un área de depósito que posee unas características uniformes. Los
ambientes sedimentarios se clasifican en continentales, de transición y marinos.
• Ambientes sedimentarios continentales. Los continentes son zonas
sometidas mayoritariamente a procesos erosivos, por lo que los ambientes
sedimentarios ocupan áreas muy restringidas. Se distinguen los siguientes tipos:
o Fluviales. Incluyen desembocaduras de los torrentes al pie de las
montañas y los valles de los ríos. El agente de transporte es el agua en
movimiento. Tipo de sedimento: gravas, arenas y limos. A veces
presentan estratificación cruzada.
o Lacustes. Incluyen lagos y lagunas y son generalmente alimentados por
los aportes de los ríos. Agente de transporte: agua, en general dulce. Tipo
de sedimentos: detríticos finos, calcáreos y evaporíticos.

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o Glaciares. Ocupan áreas localizadas en torno a glaciares. Agente de
transporte: hielo y agua de fusión. Tipo de sedimento: materiales
detríticos con cantos angulosos depositados de modo caótico (morrenas).
o Eólicos. Ocupan zonas desérticas y costeras, siendo en viento el agente
que transporta los materiales. Agente de transporte: viento, a veces
aguas torrenciales. Tipo de sedimento: arenas finas y limos, depósitos con
estratificación cruzada.

•• Ambientes sedimentarios de transición. Se sitúan en el límite entre el


continente y el océano. Los más importantes son:
o Deltas. Se sitúan en la desembocadura de los ríos y son zonas de gran
intensidad de sedimentación. Agente de transporte: aguas salobres, a
veces el aire. Tipo de sedimento: detríticos variados, sobre todo limos,
arcillas y restos de seres vivos. Con estratificación cruzada.
o Playas. Son acumulaciones de arena situadas en la línea de costa. Agente
de transporte: agua marina, a veces el aire. Tipo de sedimento: detríticos,
arenas finas y, a veces, guijarros.
o Marismas y albuferas. Son lagunas costeras que están total o
parcialmente separadas del mar por barreras o arrecifes. Agente de

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transporte: agua salobre. Tipo de sedimento: esencialmente restos de
seres vivos.
o Estuarios. Agente de transporte: agua salobre, mezcla de fluvial y marina.
Tipo de sedimento: detríticos finos, mezcla de origen fluvial y origen
marino, y gran contenido de materia orgánica.
• Ambientes sedimentarios marinos. Tanto por el área que ocupan como por
la intensidad de la sedimentación, constituyen los ambientes sedimentarios más
importantes. Se distinguen los siguientes tipos:
1. Arrecifes. Son construcciones de organismos coloniales que se forman en
aguas someras, limpias y bien oxigenadas. Agente de transporte: aguas
marinas cálidas agitadas y poco profundas. Tipo de sedimento: enormes
escollos formados por la acumulación de esqueletos de organismos
diversos.
2. Plataforma continental. Constituye la prolongación del continente bajo el
nivel del mar. Llega hasta una profundidad de 180 metros, si bien se
extensión superficial es muy variable. Agente de transporte: aguas
marinas. Tipo de sedimento: materiales detríticos cuyo tamaño disminuye
al alejarse de la costa.
3. Talud y glacis profundo. Se sitúa a continuación de la plataforma. El límite
entre ambos viene marcado por un importante aumento de la pendiente.
Agente de transporte: movimientos en masa o corrientes de turbidez. Tipo
de sedimentos: partículas finas; depósitos en forma de abanico en la
desembocadura de los cañones. Alternan capas arenosas y arcillosas.
4. Fondo abisal. Constituido por los fondos oceánicos profundos. Agente de
transporte: aguas profundas. Tipo de sedimento: raramente detríticos;
suelen ser arcillas abisales y fangos orgánicos.
5. Cañones submarinos y fosas. Agente de transporte: aguas marinas
profundas y corrientes de turbidez. Tipo de sedimento: se depositan
sedimentos procedentes de los taludes y fangos desplomados desde el
talud.
Composición de los sedimentos
Puede establecerse en función de dos criterios:
De acuerdo con su origen se distinguen:
- Componentes detríticos. Son fragmentos de rocas anteriores que han
sido transportadas en estado sólido, de tamaños variables
- Minerales sueltos
- Componentes químicos. Se han formado por precipitación química.
Cristales de sustancias que se hallan disueltas en el agua y precipitan en
condiciones especiales.
- Componentes bioquímicos. Restos de animales y vegetales que vivían,
en ese momento, en la cuenca de sedimentación o cerca de ella.
De acuerdo con su composición mineralógica se analiza la presencia de
minerales como cuarzo, feldespatos, micas y carbonatos.
Si lo que se acumula en la cuenca son trozos de rocas o minerales, los
sedimentos se llaman detríticos y, pasado el tiempo, constituirán las llamadas rocas
detríticas; pero si lo que se deposita son cristales de sales solubles, o restos de seres
vivos, las rocas resultantes de esta acumulación se denominan rocas químicas.
Rocas sedimentarias
Las rocas sedimentarias se forman como resultado de la litificación de los
sedimentos a través de los procesos de diagénesis. Son rocas cuyos componentes se
han originado a partir de los productos de la desintegración y descomposición de otras
rocas preexistentes, ígneas, metamórficas o incluso sedimentarias.
Las rocas sedimentarias se pueden dividir en detríticas, o de origen mecánico,
y no detríticas, o de origen químico y orgánico, dependiendo de que los sedimentos
sean detríticos o bioquímicos. Dado que los sedimentos bioquímicos están formados

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por sedimentos químicos (cristales de materiales solubles) y por restos de seres vivos,
aún persiste una división de las rocas no detríticas en rocas químicas y rocas
organógenas, aunque, en realidad, la mayoría están constituidas por ambos tipos de
sedimentos.
Rocas terrígenas o detríticas
Las rocas sedimentarias detríticas se han formado a partir de fragmentos de
rocas que han sido transportados en estado sólido. Están formadas por la
compactación de fragmentos sólidos que proceden de la meteorización y de la erosión
de otras rocas. Fragmentos no alterados químicamente o que solo sufrieron un cambio
parcial.
En función del tamaño de grano se diferencian tres grupos: ruditas, arenitas y
lutitas.
En las ruditas y arenitas se diferencian tres
tipos de constituyentes:
• Trama. Conjunto de partículas o granos que
componen la parte esencial (y mayoritaria)
de la roca. Granos de mayor tamaño que
forman el armazón de la roca.
• Matriz. Conjunto de las partículas más finas,
generalmente arcillosas, que se han
depositado en los poros de la trama, al
mismo tiempo que ella.
• Cemento. Material cristalizado (de precipitación química) en los poros de la
trama; que se ha depositados después y rellena, total o parcialmente, los
huecos.
Tamaño medio Clastos Sedimento Roca
Más de 2 mm Canto Gravas Conglomerado o
rudita
De 2 – 0,062 mm Grano Arena Arenisca (Arenitas)
De 0,062 – 0,002 limo Limo Limonita (lutitas)
mm
Menos de 0,002 mm Arcilla Arcilla Arcillita (lutitas)
Conglomerados o ruditas: Los conglomerados son gravas
consolidadas cuyos clastos, los cantos, poseen un tamaño medio superior a 2 mm y
corresponden casi siempre a fragmentos de roca.
En el caso de que los
cantos sean angulosos, la roca
recibe el nombre de brecha.
Los conglomerados se
depositan en medios de alta
energía (tramos altos de los
ríos, en abanicos fluviales,
playas, etc). Las brechas
corresponden a depósitos de
vertientes (los canchales) o de
agentes de transporte de alta
viscosidad (los glaciares y las
coladas de barro). Si los
cantos son redondeados, la
roca recibe el nombre de
pudinga (transporte largo).
Los conglomerados formados por sedimentos de origen glaciar se denominan
tillitas.
Arenitas o areniscas: Las areniscas son arenas consolidadas cuyos
clastos, los granos, tienen un tamaño comprendido entre 0,062 y 2 mm. Las areniscas

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se forman en todo tipo de ambientes de energía media (playas, ríos en su tramo
medio, desiertos, etc).
De acuerdo con su composición, es posible distinguir tres subgrupos
fundamentales: a) areniscas cuarzosas o ortocuarcitas (areniscas silíceas),
formadas en su mayor parte por granos de cuarzo y, a veces, contienen cemento
silíceo
b) areniscas feldespáticas (arcosas): ricas en granos de feldespato (ortoclasa y
plagioclasas), junto a granos de cuarzo; el cemento generalmente es de composición
calcárea.
c) areniscas líticas o grauvacas: ricas en clastos de rocas de distintos tipos.
Constituidas, sobre todo, por fragmentos de rocas y granos de feldespatos; tienen muy
poco cuarzo y su cemento es generalmente arcilloso. Son rocas oscuras.
Lutitas: Bajo este nombre se agrupan los sedimentos y rocas formadas por la
acumulación de partículas terrígenas diminutas que han sido transportadas
generalmente en suspensión. Están constituidas por minerales de tamaño
microscópico. Tamaño de grano inferior a 1/16 mm. Son las rocas sedimentarias más
abundantes.
Las limonitas son limos consolidados constituidos por partículas muy pequeñas
(de 2 a 62 micras) que suelen ser de cuarzo, clorita, mica o minerales de arcilla. Se
originan en medios de escasa energía, tales como llanuras de inundación de ríos,
plataforma continental profunda, etc.
Las arcillitas son arcillas consolidadas por partículas diminutas ( de menos de 2
micras), entre las que dominan los minerales de arcilla. Se originan en medios
prácticamente carentes de energía mecánica (fondos de lagos, llanuras abisales, etc.).
Las pizarras sedimentarias son limonitas o argilitas que han experimentado
una gran compactación.
Rocas no detríticas
Están compuestas tanto por sedimentos químicos, esto es, por cristales de
sustancias solubles en agua (formadas por precipitación química de iones
transportados en disolución hasta la cuenca), como por restos de seres vivos.
La precipitación puede ser debida a la evaporación del agua que las contiene,
como ocurre en las evaporitas; o a un cambio químico que transforma el sedimento
soluble en insoluble, como ocurre en las rocas de precipitación química.
Rocas carbonatadas: son rocas de origen químico o bioquímico más
frecuentes en la corteza terrestre y están compuestas por minerales del grupo de los
carbonatos, fundamentalmente calcita (CaCO3) y dolomita (CaMg(CO3)2).
Si la cantidad de calcita es mayor del 90%, la roca se llama caliza, mientras que
si el contenido en dolomita es superior al 90%, la roca se denomina dolomia.
Las rocas carbonatadas ricas en calcita reciben el nombre de calizas y están
constituidas por tres tipos básicos de componentes: 1) granos carbonatados, partículas
apreciables a simple vista, tales como bioclastos y oolitos; 2) micrita, formada por
litificación de fangos calcáreos químicos o bioquímicos, cuyas partículas, de algunas
micras de tamaño, no son individualizables a simple vista, por lo que las calizas ricas
en micrita tienen un aspecto denso y masivo; 3) esparita, cristales de CaCO3
precipitados en los poros como cemento diagenético.
Las calizas presentan un aspecto muy variado, pero se distinguen de otras rocas
sedimentarias porque producen efervescencia en contacto con los ácidos, liberando
burbujas de CO2.
Las calizas proceden de la precipitación del calcio y el CO2 que existen en
disolución en las aguas continentales y oceánicas.
La formación del carbonato cálcico es un proceso muy complejo, porque
depende de la acidez del agua, de la temperatura, de la presión y de la acción de los
seres vivos.
CaCO3 + CO2 + H2O ↔ Ca(CO3H)2
Si existe alguna circunstancia que lleve a la pérdida de CO2, la reacción se
desplaza hacia la izquierda, con lo que el carbonato precipitará. Esto ocurre cuando
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disminuye el contenido de CO2 en el agua, porque se escape a la atmósfera o por la
existencia de organismos fotosintéticos, como las algas marinas o las plantas acuáticas
continentales.
Por el contrario, si el equilibrio se desplaza hacia la derecha, el carbonato se
disuelve y se transforma en bicarbonato.
• Rocas carbonatadas de origen químico: Travertinos, calizas
oolíticas y pisolíticas, micritas o calizas micríticas, margas y dolomias
Calizas micríticas o micritas: Están formadas fundamentalmente por
micrita (cristales microscópicos de calcita) que puede ir acompañada por granos, sobre
todo bioclastos. Proceden de la compactación de lodos y barros detríticos calizos.
Calcarenitas: Están formadas por granos, sobre todo bioclastos u oolitos,
cementados por esparita. Calizas ooliticas y pisolíticas, que se originan cuando la
calcita cristaliza alrededor de
granos de arena y adquiere
forma de esferas pequeñas.
Cuando estas esferas calizas
son de 2 a 3 mm de diámetro,
la caliza se llama oolítica y si
el tamaño es como el de un
guisante, caliza pisolítica.
Ambas rocas son marinas y se
generan en mares cálidos y
agitados.
Margas: Están
constituidas por micrita y
arcilla. Se trata, por tanto, de
rocas de carácter híbrido con
componentes terrígenos y
químicos.
Dolomías: son rocas carbonatadas constituidas por dolomita. Se forman por
dolomitización diagenética de materiales calcáreos, en un proceso de sustitución
mineralógica producido por aguas subterráneas ricas en magnesio. Esto significa que
estas rocas, antes de ser atravesadas por dichas aguas, eran calizas.
Calizas cristalinas: constituidas exclusivamente por esparita (cristales de
CO3Ca precipitados en los poros como cemento diagenético), que forman el relleno de
grandes poros como pueden ser las cavidades kársticas y que incluyen, por ejemplo,
las estalactitas (techo) y estalagmitas (suelo
• Rocas carbonatadas de origen orgánico: Están constituidas por
la actividad de los seres vivos o por la acumulación de sus esqueletos
Calizas recifales: originadas
por acumulación de las partes duras de
los corales que forman los arrecifes.
Incluyen, frecuentemente, restos de
conchas y caparazones de moluscos,
artrópodos, etc. que viven en ellos.
Lumaquelas o calizas
conchíferas: compuestas por restos
bien visibles de conchas de moluscos.
Calizas de foraminíferos:
formadas por acumulación de
caparazones calcáreos de protozoos
foraminíferos, como los nummulites.
Calizas de estromatolitos:
rocas de aspecto típicamente bandeado
que se crean por la actividad de unas cianobacterias.

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Evaporitas:
Las evaporitas son rocas
sedimentarias químicas constituidas
por cristales de sales que han
precipitado a partir de salmueras
originadas por la evaporación de
masas de aguas.
Las principales rocas
evaporitas son: Calizas evaporíticas,
yeso, anhidrita (CaSO4) y rocas
cloruradas (silvina y halita).
Rocas silíceas:
Son rocas formadas por cuarzo
microcristalino u ópalo de origen
químico o bioquímico. La mayoría de
ellas se pueden incluir en el grupo
del sílex, que reúne rocas muy
compactas y duras que suelen
romperse según superficies
cóncavas.
Materiales
orgánicos
Los restos orgánicos (animales
y vegetales) se transformaron
después de ser depositados entre los
sedimentos, por fermentaciones
(causadas por bacterias anaerobias)
y otros procesos, y ya no se
reconocen.
Carbón:
El carbón es un material orgánico sólido, rico en carbono, de color oscuro y
combustible, que se presenta en capas de extensión y espesor variable. Se originan
por acumulación de restos vegetales, que han sufrido un proceso de descomposición
bajo el agua, con la participación de numerosos microorganismos. Este proceso
consiste en un empobrecimiento de hidrógeno fundamentalmente, así como de
oxígeno y nitrógeno, con el subsiguiente enriquecimiento relativo en carbono. Según
su antigüedad y contenido en componentes volátiles, del cuál dependen sus
propiedades, se dividen en turba, lignito, hulla y antracita (según su riqueza en
carbono).
Turba: contiene hasta un 60% de carbono, y es el de menor poder calorífico (3000-
4000 calorías). Presenta un aspecto esponjoso, es ligera y de tonalidades parduzcas.
Su origen es reciente.
Lignito: se forma una vez comprimida la turba. Entonces se convierte en una
sustancia parda y desmenuzable, en la que aún se pueden reconocer algunas
estructuras vegetales. Su concentración en carbono varía entre el 60% y el 75% y
tiene mucho menor contenido en agua. Su poder calorífico es mayor que el de la turba
(4000-7000 calorías). La variedad negra y brillante se denomina azabache.
Hulla: se origina por compresión del lignito. Es dura y quebradiza y posee de un 80% a
un 90% de carbono. Poder calorífico de 7000-8500 calorías.
Antracita: es el carbón de mejor calidad. Procede de la transformación de la hulla. Es
negro, brillante y más duro que los demás. Contiene hasta un 95% de carbono y,
aunque arde con dificultad, desprende mucho calor y poco humo. Poder calorífico
superior a 8500 calorías.
Petróleo:
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El petróleo es una mezcla, en proporciones variables, de hidrocarburos gaseosos
(gas natural), líquidos (petróleo crudo) y semisólidos (bitumen o asfalto), que se
origina a partir de restos orgánicos. El gas natural está constituido por hidrocarburos
ligeros gaseosos, sobre todo metano (CH4). El crudo está formado por una mezcla de
hidrocarburos líquidos saturados e insaturados. El asfalto está compuesto por
hidrocarburos pesados. El petróleo, por su carácter fluido, se encuentra en los poros de
ciertos cuerpos de roca sedimentaria.
El petróleo se forma como consecuencia del enterramiento de restos orgánicos,
básicamente de microorganismos (plancton)

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