Platn lo dej muy claro: las sombras son engaosas.

Y las que produce el mercado, como los espejos cncavos y convexos de las ferias, aparecen siempre desproporcionadas respecto del objeto que las proyecta. La sombra de Alfonso Sastre, con la que el dramaturgo mantiene tan agudos e instructivos dilogos, es injusta, injustificadamente pequea. No s si existir otro caso semejante de umbracidio o umbrafobia o sencillamente de "asombro", pues se recordar que el "asombro" remite etimolgicamente al miedo que producen algunas sombras (a los caballos). Alfonso Sastre, sin duda uno de los ms grandes dramaturgos vivos, es mucho ms ignorado que conocido, mucho ms conocido que ledo, mucho ms ledo que representado y, si no fuese porque la pequea editorial Hiru se ocupa de ello, sera tambin mucho menos representado que publicado.

Escribe como quieras, usa los ritmos que te salgan, prueba instrumentos diversos, sintate en el piano, destruye la mtrica, grita en vez de cantar, sopla la guitarra y toca la corneta. Odia las matemticas y ama los remolinos. La creacin es un pjaro sin plan de vuelo, que jams volar en lnea recta (Violeta Parra).