JOSE ASUNCION SILVA
OBRA
COMPLETAPROLOGO
Ex “caso” Silva resulta extraordinariamente interesante pata comprender
la situacidn de cierto tipo de intelectual en los medios dominantes latino-
americanos de fines del siglo xIx, y para comprender también cémo
funciona la mentalidad mitificante del aficionado a las letras, especial-
menie en un pais como Colombia, donde ia literatura y la cultura, los
sabios y los poetas han constituido un preciado mito de ciertos sectores
de las clases medias y altas, José Asuncién ha egado a ser una especie
de leyenda, un “caso” de la sensibilidad pottica, de la exquisitez de
espiritu, de la genialidad enfermiza, de los desvios del ser superior, del
conflicto con [a realidad que tiene toda alma privilegiada, y en fin, de
la psicopatologia del genio artisticu. Su vida y actitudes de “dandy”, su
desdén aristocrdtico y decadente, sus comentadas relaciones con su her-
mana Elvira, las circunstancias de su suicidio a tan temprana edad y,
desde Inego, su “Nocturno” mayor, han configurado la leyenda. Por otra
parte, es uno de los poetas cuya obra se ha editado mas en toda la
historia de las letras colombianas: el “Nocturno” podria ser, incluso,
cl poema mas editado y lefdo de todas Jas letras hispdnicas. Ningun
otro poeta ha merecido tantos homenajes (eso si, después de muerto)
en esta “tierra de poetas”, como irénicamente, sin duda, solian lamar
a Colombia.
éCudles son las razones de tal culto? Todo tiene que ver, scguramente,
con el momento histérico en que Silva vivid, con su medio social y desde
luego con las calidades de su obra.
Su vida no tuvo Ja espectacularidad piblica de su muerte por sui-
cidio antes de cumplir los 31 afios, ni fue tan agitada, pintoresca o
excéntrica come la de otros contempordneos suyos. Sin embargo, sus
amigos y bidgrafos se han encargado de potenciar los rasgos de su
ixleyenda, y pocas vaces licidas y sensatas se han escuchado cuando se
habla de Silva?
Nace en plena época de convulsiones politicas y econdmicas. Estudios
reducidos e ineficaces; como ha dicho su gran amigo Baldomero Sanin
Cano, “el dia que sintiéd las mordeduras del genio sobre !a frente, tendié
la vista hacia atr4s para averiguar lo que habia aprendido en Ja escuela
y descubrir, como todos nosotros, que no sebfa nada”. Asi, toda su for-
macién es autodidacta y éste es un hecho que se olvida frecuentemente,
ya que suele presentdrsele como poco menos que un erudito en filosofia,
psicologia, medicina Cel hecho de que se hiciera indicar, el dia anterior
a su suicidio, el lugar del corazén, pone en duda la veracidad de tales
atribuciones), literatura, etc. Desde luego, realizé el periplo obligado
de los intelectuales de su clase en la Latinoamérica de fin de siglo:
Paris, alin muy joven y por poco tiempo. Luego ir4 a Caracas, en el
servicio diplomatico. Su cultura es diletante y sus lecturas, al parecer
abundantisimas, en muchos casos resultan desordenadas, mal asimiladas
y anodinas. Su curiosidad intelectual se saciaba en el ultimo libro que
caia en sus manos y muchas veces en obras de las que por fortuna
no guardamos ningin recuerdo. De muy joven leyé y tradujo a Maurice
de Guérin y a Béranger?; luego, con apasionamiento justificable, a
Hugo, Tennyson, Sully Prudhomme; no deseuidé a Edgar Allan Poe,
Baudelaire o a Bécquer; pero sus maestros también fueron Joaquin Maria
Bartrina, don Ramén de Campoamor y el inefable don Gaspar Nisiez
de Arce. Poco hay en su obra que permita creer que gusté de Co que
le influyd> la obra de Verlaine, Mallarmé, y desde Juego ignoré com-
pletamente a Rimbaud *. En este sentido su obra es, en buena parte,
1La bibliografia sobre Silva, sobre el caso humano, sobre su psicologia, etc.,
es tan estrambética como abundante. La intuitiva simpatia que suscita el poeta
perseguida por el sérdido mundo del “matcrialismo”, las ejecuciones judiciales
por deudas de negocios, suelen excitar al impenitente roméntico que duerme en
la pluma de muchos de nuestros criticos. Destaquemos aqui, sin embargo, el
articulo de Camilo de Brigard Silva, sobrino del poeta, titulado “El infortunio
comercial de Silva’, incluido en Jas Obras compietas, edicion del Banco de la
Republica, Bogota, 1965; este articulo sobrio, informative y documentado contrasta
notablemente con tantas indigestas leyendas psicobiolégicas de criollos bidgrafos-
? Son curiosas Tas coincidencias entre Guérin (1810-1839) y Silva: el amor
por la hermana, Ja muerte prematura, por ejemplo.
2 Resulta curiosisimo examinar Jas menciones que hace el] propio Silva en la
obra litereria o en la correspondencia de los autores que dice conocer; he aqui algu-
nas, al azar: Spinoza, Spencer, Wundt, Max Nordau, Verlaine, Taine, Tolstoi,
Pierre Loti, Paul Bourget, Maria Bashkirtseff, Sully Prudhomme, Maurice de Gué-
rin, Béranguer, Pereda, Nuifiez de Arce, Renan, Mauricio Barrés, D'Annunzio,
Zola, Mallarmé, Claude Bernard, etc. Existe una mencién reveladore. Cuando
debe entregar sus libros en parte de pago de sus deudas, en Ia lista aparecen estos
titulos: “un ejemplar de Ismaelillo, de pasta mazroqui blanco con esquinas de
oro, seguido de la anotacién “regalo de José Marti” (...} un ejemplar de A
rebours, pasta marrogui rojo, regalo de §. Mallarmé...” (cit. por de Brigard,
art. cit, pag. 394), Las relaciones entre Silva y Mallarmé eran, al parecer, muy
amistosas, ya que en alguna ocasién el colombiane le envia al francés una orqui-
dea venezolana, que éste le agradece en una esquela. Sin embargo, no aparecen
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