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Universidad de las Américas, Puebla

Puebla, México

EQUINOTERAPIA

Septiembre 2009

Alejandra Barceló Atilano

José Ignacio Silva Casas


EQUINOTERAPIA

Cuando hablamos de caballos, pensamos en ellos como una herramienta de


trabajo, transporte o deportiva. En tiempos remotos se usó al caballo principalmente
como medio militar y de transporte. Hoy en día el caballo se volvió indispensable para
el ser humano y gracias a algunas de sus cualidades, como belleza, voluntad y nobleza,
el hombre confió en este animal para darle el rol de terapeuta. Muchas personas no se
encuentran familiarizadas con este tipo de terapia en la cual se utiliza al caballo como
“El terapeuta”. Lo que no saben es que se trata de una terapia completa, pues no sólo
cumple funciones fisioterapeutas, sino también ayuda en el área psicológica.

Se han realizado muchas investigaciones científicas acerca de la Equinoterapia


teniendo como resultado la comprobación de la eficiencia de éste tipo de terapia. En un
artículo reciente (Dooley, 2009) se encontró que una persona cierta discapacidad
comenzó a mejorar ya que pasaba día con día tiempo con sus caballos, por lo cual se
comenzó a implementar en ella la equinoterapia.

Para llevar a cabo una terapia se deben tener los conocimientos específicos y
cierta preparación personal pues las personas que acuden a la terapia son discapacitados
físicos y/o psíquicamente. Teniendo estos requisitos y realizando la terapia con
constancia y responsabilidad, siempre se tendrán buenos resultados y un buen servicio a
la población discapacitada.

¿Qué es equinoterapia?

Edith Gross Naschert (2000, p.17) encontró que:

La equinoterapia es una terapia que utiliza al caballo como instrumento


terapéutico. En el Congreso Internacional de la Monta Terapéutica, efectuado en 1988
en Toronto, Canadá, se decidió la división de la equinoterapia en tres áreas:

a. Hipoterapia.
b. Monta terapéutica y volting.
c. Equitación como deporte para discapacitados.

Cada una de las tres áreas mencionadas se aplica a distintos tipos de discapacidad
aplicando distintos métodos. Se sabe que la equinoterapia integra 4 ámbitos
profesionales diferentes, los cuales son: medicina, psicología, pedagogía y deporte. En
medicina, la hipoterapia juega un papel muy importante pues se utiliza como
fisioterapia. La psicología y la pedagogía aplican más para la monta terapéutica y por
ultimo, equitación como deporte para discapacitados.

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¿Cómo se aplican las terapias?

Las terapias se aplican dependiendo el tipo de discapacidad, en la hipoterapia se


atienden personas con mayor discapacidad física que en la monta terapéutica. En la
hipoterapia se pueden distinguir dos tipos: la pasiva y la activa. En la hipoterapia pasiva
el paciente monta sin albardón, la cual es la silla utilizada en equitación, lo cual ayuda a
familiarizarse a los movimientos del caballo sin esfuerzo alguno. En este tipo de terapia
se utiliza la monta gemela, técnica donde el terapeuta se sienta atrás del paciente para
apoyarlo y darle más seguridad, y se aplica hasta niños de 10 años.

En la hipoterapia activa se comienzan a realizar ejercicios neuromusculares en


forma de juegos para estimular la corrección del tono muscular, el equilibrio, la postura
y la coordinación psicomotriz. En ambos tipos de hipoterapia el paciente no está
capacitado para manejar solo al caballo, este tiene que trabajar a paso y trote, pasiva a
paso y activa con ambos, y ser guiado por un terapeuta o algún ayudante. En ambas se
trabaja con grapas, cinturón para caballo con agarraderas, y a pelo sobre el caballo
(término que se utiliza para montar sin el albardón). La duración de las terapias no debe
pasar los 30 minutos.

Edith Gross Naschert (2000), nos dice que en la monta terapéutica se une la
terapia con la enseñanza de la equitación como deporte. En este tipo también se utilizan
los ejercicios neuromusculares combinándolos con juegos, el paciente aprende las
señales que se utilizan en equitación para convertirse en un jinete activo. El paciente ya
es capaz de manejar sólo al caballo y monta con silla de montar utilizando los estribos.
El caballo ya puede trabajar en paso, trote o galope, según el avance que tenga el
paciente. Las terapias se pueden dar en grupo como clase de equitación por 45 minutos.

De acuerdo al avance del paciente en la hipoterapia, éste podrá pasar a la monta


terapéutica, lo cual beneficia al paciente para practicar equitación como futuro deporte.

Medidas preventivas en la equinoterapia.

Los caballos son animales grandes y de buen temperamento pero, con mucha
fuerza, y se tiene que considerar que estos pueden llegar a tener una reacción que ponga
en peligro la seguridad del personal como del paciente; por lo tanto, se tienen ciertas
medidas de seguridad cuando se trabaja con ellos.

Por otro lado, la seguridad es de suma importancia y de mucho cuidado en la


equinoterapia. Estos cuidados constan de 3 o 2 personas (monta gemela), que van a cada
uno de los lados del caballo para evitar que se caiga el paciente u ocurra algún
accidente, y la tercera persona va guiando y manipulando al caballo.

En todo momento de la terapia, el paciente debe estar equipado con casco y


polainas para la protección de las piernas.

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¿Por qué el equino?

Bazzi, G (2009) dice que entre las diferentes especies del reino animal
domesticadas por el hombre, el equino por sus características morfológicas, de
desplazamiento (Biomecánica) y atributos sensoriales perceptivos, hacen de esta especie
una fuente de recursos terapéuticos inagotables, para diversas patologías que pueden
comprometer la salud del ser humano. El caballo da movimiento, y el movimiento es
vida.

“Bovin M. (2009, párrafo 2) sostiene "Que se produce una verdadera


complementación neurofisiológica y también psicológica entre el caballo y el paciente”.

El contacto con el caballo proporciona múltiples sensaciones que influyen en los


ámbitos social, sensorial y motriz. Los caballos suelen ser usados para terapias debido a
los movimientos que producen en la monta y estos ayudan a lograr un equilibrio. El
trote del caballo produce sensaciones similares a las que siente el cuerpo humano al
caminar, lo cual provoca un estimulo que obliga al jinete a reaccionar ante este
movimiento y promueve la familiarización con de este movimiento.

Este andar tiene varias modalidades, dependiendo de la fuerza o velocidad que le


del animal, por lo tanto, las respuestas que producen en las personas son muy variadas y
agilizan a su recuperación. El caballo ayuda a las personas con discapacidades diversas
a mover la columna y la médula. Él caballo estimula toda la parte de tronco para tener
mejor postura y trabajo de aductores. El trabajo con las riendas es necesario y ayudando
en las extremidades superiores.

Por otro lado, los caballos tienen la capacidad de reconectarnos, darnos un tipo
de comunicación especial expresándose con un lenguaje no verbal, gestual, puro y sin
doble mensajes, que es el que predomina en los pacientes. Muchos de ellos tienen
dificultades en la expresión y comunicación, esto hace que entre caballo y paciente se
genere un vínculo tan especial, que hay que presenciarlo para poder comprenderlo, no
solo un vínculo de comunicación, sino de confianza. (Bazzi 2008).

De otra manera, la temperatura del caballo también suele ser de suma


importancia en las terapias ya que esta sirve para relajar la musculatura y ligamentos del
paciente. El calor corporal del caballo es d 38 °C y adquiere importancia porque el
cuerpo del caballo se puede aprovechar como un instrumento calorífico para relajar la
musculatura y los ligamentos del paciente que está realizando la terapia.

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El caballo de terapia.

Un buen caballo de terapia debe de reunir ciertas características. Las razas que
sirven para ser caballo de terapia son: los caballos de origen europeo, el cuarto de milla
y Haflinger. También sirven los ponies. El cuerpo del caballo debe ser rectangular, no
my grande, con movimientos suaves, rítmicos y regulares. El lomo del caballo debe ser
musculoso y tener suficiente resistencia para resistir la monta gemela. El temperamento
debe ser tranquilo y mostrar sensibilidad hacia el jinete. El caballo debe ser confiado y
manso en el trato con personas. Debe mostrar disposición y capacidad para el
aprendizaje. La mejor edad para un caballo de terapia son los 6 años en adelante, sin
pasar los 20 años pues comienzan con problemas de elasticidad en sus movimientos y
de su lomo.

Efectos terapéuticos.

Edith Gross Naschert (2000), menciona los siguientes efectos terapéuticos en


las distintas áreas del organismo humano:

Efectos neuromotores.

a. Regulación del tono muscular.


b. Disminución de reflejos tónicos y reacciones asociadas.
c. Grabación y automatización del patrón de locomoción.

Efectos sensomotores.

a. Desarrollo de la sensopercepción táctil.


b. Desarrollo del sistema de la conciencia e imagen corporal.
c. Integración sensorial.

Efectos psicomotores.

a. Estabilidad del tronco y la cabeza.


b. Desarrollo de equilibrio.
c. Simetría corporal.
d. Incremento de elasticidad, agilidad y fuerza muscular.

Efecto sociomotores.

a. Desarrollo de la comunicación.
b. Aumento de atención y concentración mental.
c. Confrontación de temores.
d. Autoconfianza y autoestima.
e. Desarrollo de voluntad.

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f. Disminución de impulsos agresivos.

Efectos funcionales.

a. Estimulación del sistema circulatorio.


b. Estimulación del sistema respiratorio.

La equinoterapia para la rehabilitación de personas discapacitadas, ya sea


físicamente o psíquicamente, es benéfica para ellas ya que estas terapias ayudan a
promover: la autoconfianza y confianza hacia otras personas, buena relación y
convivencia con el caballo, siendo también un buen ejercicio para el paciente.

El caballo es una fuente inagotable de estímulos que favorecen la coordinación


motora, la atención, el equilibrio y los reflejos, también actúa sobre las funciones
cognoscitivas, y especialmente, sobre las respuestas emocionales.

BIBLIOGRAFIA

Bonvin, M. I. (2009). Equinoterapia. Recuperado el 14 de septiembre de 2009, de


http://www.latinsalud.com/articulos/00835.asp?ap=2.

Carrel, A. (2009). Porque el caballo?. Recuperado el 14 de septiembre de 2009, de


http://www.establoterapeutico.org/system/contenido.php?id_cat=20.

Dooley, D. (Septiembre 12, 2009). A stable life. Weekend telegram. Recuperado el 14


de septiembre de 2009, de la base de datos LibraryPressdisplay.

Gross Naschert, E. (2000). Equinoterapia. Alemania. Editorial Trillas.

Vidrine, M., Owen-Smith, P., & Faulkner, P. (2002). Equine-facilitated group


psychotherapy: Applications for therapeutic vaulting. Issues in Mental Health Nursing,
23(6), 587-603. Recuperado el 14 de Septiembre de 2009, de la base de datos
EBSCOhost.

Yorke, J., Adams, C., & Coady, N. (2008). Therapeutic Value of Equine--Human
Bonding in Recovery from Trauma. Anthrozoos, 21(1), 17-30. Recuperado el 14 de
Septiembre de 2009, de la base de datos EBSCOhost.

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