Esta es la historia de un nio llamado Juan, que anhelaba entrar a la escuela, pues sus padres trabajaban en la cafetera de una;

todos los das escuchaba como su pap y mam hablaban de los estudiantes, de las ocurrencias de los nios, de las travesuras, de los problemas y aventuras de estos, se la pasaban horas y horas hablando sobre esto, en medio de risas y caf. Juan, mientras los escuchaba, soaba con conocer este mundo, disfrutarlo y sentirlo como los estudiantes, o mejor, vivirlo como sus padres, para conocer las experiencias de todos. Por fin llego el da, Juanito creci, y cumpli la edad suficiente para ingresar a la escuela, que da mas ansioso y feliz, en l haba un cumulo de emociones que l no poda explicar, solo saba que era feliz. Llego a la escuela, entro a su saln un poco tmido, y su maestra la seorita marcela, era muy amable y amorosa, clida en su trato con los estudiantes, sus compaeros, eran amigables, pero todos diferentes, unos ms callados, otros extrovertidos y otros inteligentes, pero algo le llamo la atencin, tal vez fueron sus ojos negros o su cabello oscuro, lo que lo cautivaron, pero en medio de todo esta algaraba del saln, las palpitaciones de su corazn se aceleraban a mil por hora. As transcurrieron los aos, juan aprendi a conocer a cada uno de sus compaeros y hasta ese chica que le quitaba el sueo, tuvo cambio de profesores constantemente y con todos hacia muy buena relacin, era un chico muy sociable, todos lo queran y l se interesaba por los dems, pues l era el hijo del seor de la cafetera; pero juan no estaba satisfecho, senta que este mundo no era como el que se haba imaginado a travs de las historias de sus padres, quera conocer ms, no solo a los de su saln sino a todos, los ms chicos, los ms grandes, los atlticos y los inteligentes, todos, pero Cmo hacerlo? Una tarde, mientras hacia las tareas en su casa, su padre le hizo una propuesta, que cambiara su vida, hijo, le dijo, Por qu no vienes a ayudarme a la cafetera del colegio?, juan sinti algo de emocin, pero estaba algo indeciso, porque sus ocupaciones aumentaran, sin embargo su pap lo animaba, si vienes conmigo, te pagare un buen salario, adems podrs compartir con todos los estudiantes de la escuela, todos los estudiantes? Urra!, lo que tanto haba deseado, y sin pensarlo ms, acepto.