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U N I V E R S I D A D D E

SAN MARTIN DE PORRES

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN,


TURISMO Y DE PSICOLOGIA
ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGIA

PSICOLOGIA DE LA COMUNICACIÓN Y RELACIONES


INTERPERSONALES

PROFESOR: JORGE PÉREZ ALVAREZ

Ciclo II – Semestre 2005 - I


Centro de Reproducción de Documentos de la USMP Material didáctico para uso exclusivo en
clase

PRESENTACIÓN

La comunicación como conducta humana, representa un amplio campo de estudio


multidisciplinario, debido a la gama de aspectos involucrados en su naturaleza, tales
como los culturales, sociales, psicológicos, entre otros y es el área de la Psicología de
la Comunicación es la encargada de analizar y comprender esta forma de
comportamiento humano haciendo énfasis en los aspectos psicológicos que este
involucra sin dejar de lado la implicancia de otras variables.
El presente manual contiene en su primera parte referencias de los aspectos teóricos
conceptuales de la comunicación y la Psicología de la comunicación, señalando
además los niveles básicos tales como Intrapersonal, Interpersonal y Social. En una
segunda parte se ofrecen algunas lecturas que permitirán complementar algunos
temas referidos a la naturaleza de la comunicación como conducta humana.
.PSICOLOGÍA DE LA COMUNICACIÓN

La Psicología de la Comunicación constituye un área de la Psicología Social que


estudia el comportamiento o conducta del hombre en sus interrelaciones con la
sociedad, tanto como ente que comunica datos, ideas, conceptos, etc. Así como
receptor de mensajes. Trata en suma, de conocer y analizar los factores de índole
psicológico que intervienen en los diferentes procesos de la actividad de la
comunicación.

Si tenemos en cuenta que toda comunicación social, tiene implicancias ideológicas,


económicas, así como aspectos psicológicos-sociales que se manifiestan en los
contactos inmediatos como mediatos entre las personas, comprendernos que es
necesario enfocar este estudio desde varias perspectivas, ya sean desde el punto de
vista psicológico, como social, de la ingeniería, de la lingüística, etc. Y no desde un
solo aspecto, ya que obtendríamos una visión unilateral y no se abordaría el problema
de la comunicación en su verdadera dimensión..

Por ello afirmamos que analizar o estudiar los problemas referentes a la comunicación
es importante hacerlo en forma interdisciplinario por cuanto los diversos niveles de la
realidad que se manifiestan en dicho proceso no se presentan en forma aislada, sino
en cada situación de comunicación hay una conjunción de los diversos aspectos
participantes, de allí entonces que cuando se estudie este fenómeno es importante
considerar la diversidad de variables que intervienen en su presentación. Por ejemplo
en una situación específica de comunicación humana como sería la clase en la que se
presenta este tema, se manifestarán un conjunto heterogéneo de fenómenos
concluyentes. Habrá un fenómeno social particular, condicionado por ciertas
características socioculturales y normativos sociales que dará cierto cariz propio a
dicho proceso de comunicación. Desde otra perspectiva, habrá también todo un
fenómeno de expresión verbal y empleo de símbolos lingüísticos, cuyo análisis y
estudio es competencia precisamente de la lingüística. Concomitante con dichos
procesos habrá igualmente determinados procesos físico-químicos e incluso
fisiológicos, por cuanto los símbolos lingüísticos empleados en este caso concreto de
la comunicación, sean verbales o no verbales originarán también determinados
fenómenos físicos (ondas sonoras y/o estímulos luminosos), que a su vez se
acompañan de reacciones sensoriales y todo un proceso neurofisiológicos, cuyas
características particulares van a incidir a su vez en el significado de la comunicación.
Otro fenómeno subyacente de este proceso, esta constituido por los aspectos
psicológicos, tanto del emisor como del receptor, que tienen que ver con el mensaje y
su significado, los mismos que tendrán determinadas características según las
particularidades psicológicas de los participantes.

MARCO TEORICO CONCEPTUAL DE LA COMUNICACIÓN Y PSICOLOGIA DE LA


COMUNICACIÓN

Para ubicar a la Psicología de la comunicación es necesario ubicarla en el ámbito


general de la Psicología
La Psicología como ciencia que estudia el comportamiento dividido en varias ramas
especializadas tales como la Clínica, Educativa, Clínica Educativa, Organizacional,
Social.
De la ultima especialidad se desprende la Psicología de la comunicación la
misma que se define como: Rama de la Psicología Social que estudia la
conducta comunicativa del ser humano y su interacción con los demás.

Los temas de estudio de la Psicología de la comunicación son:


• Niveles des estudio: Intrapersonal, interpersonal y social.
• El contexto
• Variables psicológicas
• Percepción social
• Lo verbal y no verbal
• Las relaciones interpersonales: La socialización, la atracción y los conflictos.

Para entender el estudio de la comunicación se deben tener en cuenta algunos


aspectos importantes:

• La comprensión de que la comunicación posee componentes Biológicos,


Psicológicos y Sociales.
• Asumir a la comunicación como un proceso interaccional
• Tener en cuenta la noción de Sistema:
- Estudiar los fenómenos como sistema total y no como entidades
independientes.
- Estudiar las distintas interrelaciones entre los elementos del sistema los
distintos sistemas.
- La actividad autodirigida es una de las principales características de los
sistemas vivos.

DEFINICIONES
Hablar de Comunicación es hablar de una forma de comportamiento humano que no
tiene una definición única y universal, por ello se hallan una serie de definiciones que
intentan describir la naturaleza de este concepto y su complejidad; así encontramos
las siguientes:

LASSWELL: Un proceso de comunicación entre dos sujetos es cuando ambos son


capaces de comprender de manera homogénea un mismo signo que intercambien.

SCHRANM: Comunicar presupone compartir con alguien cierto tipo de información,


idea o actitud.

SANTORO: Implica una transacción o interacción entre dos o más elementos de un


sistema, asumiendo en esta medida que los sujetos que intervienen en el proceso
comparten e intercambian.

LA ROSA: Proceso de interacción, de intercambio de expresiones. Acercamiento que


se da cotidianamente entre los individuos permitiendo la comprensión e influencia
mutua .

SIMÓN & ALBERT: Comunicar es transmitir un mensaje vía un determinado


comportamiento, apelando a un código con el objeto de condicionar otro
comportamiento en otro sujeto.

BERLO: Comunicación es una forma de influir y afectar intencionalmente.

CLEVENGER & MATTHEWS: Es un proceso de transmisión de señales y


significados.
STEWART: La comunicación es un proceso mental – físico cuya función es elicitar el
significado al que se apunta.
MC QUAIL & WINDAHL: Es un proceso que puede tener tres significaciones, acción
sobre otros, interacción con otros y reacción a otros.

PRINCIPIOS DE LA COMUNICACIÓN
La comunicación se basa en los siguientes principios:
• Es omnipresente,
• Es inevitable,
• Es irreversible,
• Tiene propósitos,
• Es personal,
• Es continua,
• Es dinámica,
• Es transaccional,
• Es verbal y no verbal,
• Requiere la inteligibilidad,
• Es inherente al ser humano,
• Se desarrolla en un contexto,
• Es de estudio multidisciplinario,
• Depende de variables culturales,
• Requiere de aprendizaje,
• Abarca contenido y relaciones interpersonales

LOS AXIOMAS DE LA COMUNICACIÓN

El Enfoque Interaccional definió tentativamente cinco axiomas fundamentales de la


comunicación en virtud de sus importantes consecuencias pragmáticas en cualquier
situación interpersonal. El concepto de comunicación adquiere así un sentido especial
que Birdwhistell describe muy bien al sugerir que "un individuo no comunica: participa
en una comunicación o se convierte en parte de ella. Puede moverse o hacer ruidos...,
pero no comunica. De manera similar, puede ver, oír, oler, gustar o sentir, pero no
comunica. En otras palabras, no origina comunicación, sino que participa en ella. Así,
la comunicación como sistema no debe entenderse sobre las bases de un simple
modelo de acción y reacción, por compleja que sea su formulación. Como sistema,
debe entenderse a nivel transaccional.

La imposibilidad de no comunicar
Este axioma se deriva necesariamente de una propiedad básica del comportamiento;
esto es, no hay algo que sea lo contrario de comportamiento, no existe el no
comportamiento y, por lo tanto, es imposible no comportarse. Moverse o quedarse
quieto, hablar o permanecer callado, sonreír o mostrarse inmutable, presentarse o no
a una cita, retirarse de una situación, etc., todos constituyen comportamientos. Es
necesario insistir en que el comportamiento no se limita a lo que se hace, sino que
incluye las verbalizaciones, posturas, gestos, etc. Además, el no hacer, no decir, no
gesticular, también constituyen formas de comportamiento. Si se acepta que todo
comportamiento en una situación de interacción tiene un valor comunicativo, entonces
no se puede dejar de comunicar, aun cuando se intente. En una situación
interpersonal todo comportamiento influye sobre los demás, les comunica algún
mensaje y éstos no pueden dejar de responder a tales mensajes comportándose y
comunicando a su vez.

Tomemos el caso de un viaje en Metro. La generalidad de las personas muestran una


mirada perdida o una mirada fija en algún punto (generalmente, el piso) o una mirada
inquieta que va fijándose brevemente en un sinnúmero de puntos sin detenerse en
ninguno. Además no hablan, se muestran inmutables y permanecen en una postura
rígida hasta que deben bajarse. Aparentemente estas personas no se están
comportando o comunicando algo; sin embargo, su comportamiento (serios, mudos,
rígidos y mirada perdida) tiene un extraordinario valor comunicativo que podría ser
parafraseado como "no deseo hablar con nadie" o "no quiero que me hablen". El
efecto pragmático de esta comunicación es también extraordinario, puesto que
generalmente los demás responden dejando tranquilo a su vecino.

Esto nos indica que en cualquier situación no sólo el comportamiento de los demás es
comunicativo, sino que existen también índices comunicativos inherentes al contexto
físico y social. Estos índices también comunican y provocan efectos pragmáticos
importantes en las personas. El comportamiento de estas varía según se hallen en el
Metro, en una, fiesta, una conferencia o un dormitorio, aun cuando se encuentren con
la misma persona.

Las situaciones descritas nos estarían indicando que el comportamiento como


comunicación no es un fenómeno aleatorio, sino que está guiado por reglas, así como
el lenguaje lo está por su gramática. Existiría un código abstracto de reglas de la
comunicación nunca formalizado ni plenamente consciente que se iría adquiriendo a lo
largo de la vida. Estas reglas nos indicarían que y cómo es posible comunicar que
cosas y en que situación. Se nos plantea así el problema de si la comunicación es o
debería ser intencional, consciente y eficaz.

Cuando se esta interesado en el intercambio de información en un nivel consciente,


voluntario y deliberado, entonces la intencionalidad es un ingrediente esencial de la
comunicación. Esto sucedería en el caso de programar una computadora, por ejemplo,
donde es importante un intercambio estricto de información. Sin embargo, es
necesario insistir en el hecho de que la comunicación tiene lugar, sea o no intencional.
La intencionalidad no es un prerequisito de la comunicación. Hay situaciones donde
existe una falta absoluta de intencionalidad en la comunicación, pero desde la
perspectiva del "receptor" este es afectado pragmáticamente. Tomemos el caso de
alguien que entra a una pieza y se pone a llorar sin saber que alguien está en la pieza
contigua. Evidentemente, la primera persona no tiene intención alguna de comunicarte
algo a alguien; sin embargo, la segunda persona se verá afectada por el
comportamiento de la primera, pudiendo permanecer callada para no molestar,
abandonar la pieza, ir a consolarla, etc.... Es decir, hubo comunicación y sus
consiguientes efectos pragmáticos, aun cuando no existía la intención de comunicar.
La imposibilidad de no comunicarse plantea una serie de fenómenos interesantes de
considerar. Por ejemplo, ¿que situación se produce cuando alguien quiere comunicarle
al otro que no quiere comunicarse con él?, ¿cuando alguien niega que se esta
comunicando?, ¿o cuando niega que niega que se está comunicando? Una de estas
situaciones está representada por el comportamiento aparentemente sin sentido de los
esquizofrénicos (ensalada de palabras, catatonia, agitación, etc.). En general, se
considera este comportamiento como carente de valor comunicativo. Sin embargo,
desde una perspectiva interaccional es posible considerar al esquizofrénico como una
persona que niega que está comunicando e influyendo en una relación. De esta forma,
el sin sentido aparente adquiere un enorme sentido. Si yo me quedo callado comunico
que no quiero comunicarme. Ahora, para negar que no quiero comunicarme sólo me
resta hablar disgregadamente y ser considerado loco ("quiero, pero no puedo
comunicarme"). Este constituye un ejemplo de las perturbaciones que se generan al
violar algunos de los axiomas de la comunicación. Como siempre estas perturbaciones
tienen un carácter interaccional y pragmático ineludible.

Los niveles de contenido y relación de la comunicación

La comunicación opera siempre a diferentes niveles de abstracción. En el caso de la


comunicación verbal, por ejemplo, es posible describir un nivel denotativo simple que
es sinónimo del contenido explícito del mensaje. En el siguiente mensaje -"las llaves
están sobre la mesa"- el nivel denotativo alude a la ubicación de dichas llaves dentro
de todas sus ubicaciones posibles. A este aspecto de la comunicación que transmite
información mediante la codificaci6n de los fenómenos se le ha denominado el
aspecto referencial o de contenido de la comunicación.

En otro nivel de abstracción se incluyen todos aquellos mensajes implícitos o explícitos


acerca de la codificación lingüística realizada al enviar el mensaje. A éste se le
denomina el nivel metalingüístico (meta: más allá) y corresponde a la semántica y
sintaxis del lenguaje. Por ejemplo, "el sonido verbal llave representa un miembro de
una clase tal de objetos" o "la palabra llave no puede abrir cerraduras".

Asimismo, es posible describir otro nivel de abstracción en el que se incluye todo


mensaje implícito o explícito acerca de la relación que se establece entre los hablantes
al intercambiar el mensaje descrito. A este nivel se le denomina metacomunicación o
comunicación acerca de la comunicación. Por ejemplo, "el hecho de decirle donde
estaban las llaves fue amistoso". La metacomunicación se refiere, entonces, a cómo
debe ser entendido el mensaje en términos de la relación que impone entre los
comunicantes. De aquí que también sea denominado el aspecto conativo o relacional
de la comunicación, puesto que define la relación entre los participantes.

Resulta evidente que es posible ascender infinitamente en la jerarquía de niveles de


abstracción de la comunicación estableciendo niveles cada vez más implícitos que
enmarcan y califican a los anteriores. Por ejemplo, niveles metametacomunicativos
(contexto del contexto) o metametametametacomunicativos y así sucesivamente. Sin
embargo, una descripción así pierde su sentido en términos prácticos, con la
condicionante de que el ser humano se desenvuelve con facilidad sólo en función de
un número limitado de niveles de abstracción, más allá de los cuales se confunde o
ilumina.
Consideraremos aquí básicamente los niveles de contenido y relación de la
comunicación y, en ocasiones, el contexto.
Los aspectos referenciales y conativos de la comunicación indican que esta no sólo
transmite información objetiva, sino que a la vez impone comportamientos en los
comunicantes definiendo así su relación. Bateson ejemplifica esto mediante una
analogía con la transmisión de impulsos neuronales. Si A, B y C constituyen una
cadena lineal de neuronas, entonces la excitación de la neurona B es, a la vez, un
informe o reporte de la excitación de A (aspecto referencial) y un mandato o
instrucción para la excitación de C (aspecto conativo).

Retomemos el caso de una persona A que le dice a una persona B, "las llaves están
sobre la mesa". El contenido de esta afirmación corresponde a un reporte de
información objetiva, esto es: las llaves "realmente" están sobre la mesa. Sin embargo,
supongamos que la persona A se encuentra parada, indicando la mesa, con el cuerpo
tenso, el ceño fruncido, una expresión de enojo y gritando "las llaves están sobre la
mesa". La forma en que A hace esta afirmación proporciona una definición de la
relación muy obvia para B que puede ser parafraseada como "la nuestra es una
relación hostil". Por supuesto, es necesario considerar la variable tiempo que actúa
como el contexto en que se da dicha definición. Puede que sólo en ese momento
particular “A” defina su relación como hostil con “B” o puede que la defina siempre así,
en todas sus afirmaciones. Supongamos ahora que A se encuentra tendido
relajadamente con una expresión de calma y con una sonrisa en los labios dice
suavemente "las llaves están sobre la mesa...". Evidentemente, aun cuando el
contenido del mensaje es el mismo en ambos casos, las definiciones de la relación
son muy distintas. En el último caso, A define su relación con B como amistosa.

Queda aún considerar las posibles reacciones de B al mensaje y definición de la


relación por parte de A. B puede aceptar, rechazar o redefinir la relación ofrecida por
A. Por ejemplo, en el primer caso podría gritarle indignada de vuelta, confirmando la
definición de la relación dada por A ("si, la nuestra es una relación hostil"); o podría
golpearle condescendientemente el hombro redefiniendo la relaci6n como una en que
B acepta amistosamente y hasta paternalmente estas "rabietas" de A. Lo importante
aquí es el hecho de que tanto A como B no pueden dejar de comunicarse y definir
mutuamente su relación. Incluso en caso de que uno de ellos abandone la situación,
está definiendo la relaci6n. Así como es imposible no comunicar, tampoco es posible
no metacomunicar, puesto que la metacomunicación constituye en si una
comunicación.

La metacomunicación se expresa generalmente mediante los gestos, la voz, las


posturas, los movimientos y el contexto. Estos aspectos califican el mensaje enviado y
ofrecen una definición de la relación. Sin embargo, esta definición de la relación casi
nunca es deliberada o plenamente consciente. Mientras más espontánea es una
relación, el aspecto conativo es mas implícito. Una relación perturbada se caracteriza
por una constante lucha acerca de la relación y el aspecto de contenido pasa a
segundo piano ("no importa de que estemos hablando, siempre estamos peleando").

El aspecto relacional o metacomunicativo de la comunicación enfatiza la importancia


del primer axioma, esto es, no se puede no comunicar. Cuando A se comunica con B,
el mero acto de comunicarse contiene el enunciado implícito "nos estamos
comunicando". Puede que este enunciado metacomunicativo sea el mensaje más
importante intercambiando sin considerar el contenido de la comunicación. La
conversación social, por ejemplo, puede describirse como un intento de estar en
contacto con otra persona, de comunicarse y no de intercambiar información objetiva
("que lindo está el día... hace tiempo que no llueve").

La metacomunicación permanece generalmente implícita. Sin embargo, se puede


verbalizar haciéndola explícita. Por ejemplo, cuando la madre le dice al niño "lo que te
dije era una orden" o cuando un amigo le dice a otro "no te enojes, era sólo una
broma".

De esta forma, toda comunicación posee un nivel de contenido y un nivel relacional,


tales que el segundo clasifica al primero y es, por lo tanto, una metacomunicación.
Desde una perspectiva interaccional y pragmática se ha considerado que el aspecto
relacional incluye al de contenido, puesto que este enfoque no enfatiza el intercambio
de información objetiva en si, sino sus efectos pragmáticos en la relación.

Comunicación digital y analógica

Existen dos modos básicos de comunicación humana que es necesario distinguir,


éstos son, la comunicación analógica y la comunicación digital. La comunicación
analógica es aquel tipo de comunicación en la cual los objetos y eventos del mundo
son expresados mediante un símil, una semejanza o analogía que contiene una
estructura similar al objeto representado. Es decir, en la comunicación analógica se
conservan y repiten de alguna manera las relaciones formales del fenómeno
representado; siempre existe algo particularmente similar entre el referente y la
expresión que se emplea para comunicarlo. Este es el caso de una mesa, por ejemplo,
y el dibujo de una mesa. Este dibujo constituye una expresión analógica de una mesa
que nos permitirá reconocerla como tal, aun cuando no haya ninguna mesa presente.
Lo mismo vale para una fotografía o una representación mímica de una mesa. Las
analogías son en cierta forma autoexplicativas.

En la comunicación digital, en cambio, el objeto o evento es expresado mediante un


conjunto de signos arbitrarios que no guardan ninguna semejanza estructural con
dicho objeto o evento. El caso típico de la comunicación digital lo constituye el
lenguaje en el cual las palabras poseen una relación arbitraria con el objeto que
refieren. Por ejemplo, no existe nada particularmente similar a una mesa en la palabra
mesa. El lenguaje constituye una convención social que varia de cultura en cultura. De
este modo resulta igualmente válido referirse a una mesa como mesa (español), table
(ingles) o Tisch (alemán), con la única condición de que las personas que se
comunican compartan el mismo código (en este caso, idioma) para poder entenderse.

Como ya planteamos, la comunicación analógica es toda aquella que guarde una


semejanza estructural no arbitraria con aquello que refiere. De este modo, las
expresiones analógicas incluyen la mayoría de las expresiones fuera de la
comunicación verbal, es decir, la postura, los gestos, los movimientos, la expresión
facial, la cualidad de la voz (tono, timbre, volumen, ritmo, articulación, etc.), las
expresiones corporales (ritmo respiratorio, coloración de la piel, temperatura del
cuerpo, etc.). Pero no sólo se incluyen aquellas expresiones analógicas naturales en la
comunicación analógica, sino aquellas creadas por el hombre como la pintura, la
escultura, la fotografía, el diseño, la música, el ballet, etc. Respecto a los índices
comunicacionales del contexto, estos también actúan como comunicación no verbal
que afecta al comportamiento. La reacción de un observador ante un asalto, por
ejemplo, será diferente si lo presencia en la calle o en una película.

Comparativamente, la comunicación analógica constituye una expresión más evidente


y universal de su referente. Tomemos el caso de una persona que le quiere indicar a
otra de diferente cultura e idioma que "las llaves están sobre la mesa". Si esta última
persona atiende exclusivamente a la comunicación verbal, seguramente le será
imposible entender que le quieren transmitir. En cambio, si atiende a los gestos que la
primera persona realice, a la posible mímica o incluso gesto que le indica hacia donde
mirar, seguramente podrá comprender el mensaje. La posibilidad de que dos personas
que no comparten un mismo idioma puedan comunicarse radica en el carácter
universal de la comunicación analógica.

Como lo establece el axioma anterior, la comunicación posee un nivel relacional y uno


de contenido que son interdependientes y complementarios. El aspecto relativo al
contenido se trasmite en forma predominantemente digital, mientras que el aspecto
relacional es de naturaleza predominantemente analógico. Basándose en los trabajos
de los etólogos Lorenz y Tinbergen, Bateson demostró que las vocalizaciones, los
movimientos y los signos de estado de ánimo de los animales son comunicaciones
analógicas para definir la naturaleza de sus relaciones y no para hacer afirmaciones
denotativas acerca de los objetos. En este sentido, el gato no dice "leche" al maullar y
frotarse contra las piernas de una persona frente a un refrigerador, sino que invoca,
una relación de dependencia específica que parafraseada diría algo así como "se mi
madre". La comunicación analógica de los animales se centra en el área de la
relación. El significado de las palabras de una persona hablándole a un animal son
ininteligibles para éste, pero si comprende la relación que esta persona pretende
establecer con é1 a partir de la comunicación analógica que acompaña a dichas
palabras. El significado de la comunicación entre animales así como entre el hombre y
el animal es relacional y no denotativa.

El carácter relacional de la comunicación analógica se hace evidente también en una


serie de situaciones típicas entre los seres humanos como, por ejemplo, en el
galanteo, las peleas, el amor, el pedido de ayuda, la enfermedad, etc. Todas estas
situaciones tienen en común que a nivel metacomunicativo se intercambian mensajes
analógicos que indican "se mi madre", "se mi adversario", "se mi pareja", etc. Las
expresiones analógicas empleadas incluyen aproximarse o apartarse físicamente,
mirar fijamente a los ojos, sobre la cabeza o a los pies del otro, dar la espalda,
inclinarse, alzar el puño, etc. Todas estas expresiones proponen analógicamente un
tipo particular de relación que el otro puede aceptar, rechazar o redefinir.

El contenido de la comunicación se transmite en forma verbal, es decir, digitalmente. A


este nivel se intercambia información acerca de los objetos y eventos que puede
corresponder o no a lo que analógicamente se comunica acerca de la relación. A
diferencia de la comunicación analógica, la comunicaci6n digital es lógica y, en este
sentido, esta sujeta a los principios lógicos básicos de no contradicción. Lo digital es
de un nivel de abstracción mayor que lo analógico, ligado aún a lo concreto y presente.
El mensaje digital es entonces más versátil y más complejo. Lo digital permite
representar conceptos básicos de la lógica como "y", "o", "si...entonces", "todo", etc. La
lógica misma es producto de la comunicación digital. El lenguaje verbal permite
representar conceptos que no tienen su referente concreto como "verdad", "moral",
"infinito", "negativo", "nada", etc. La civilización y la cultura son un producto de la
comunicación digital. El lenguaje permite representar el pasado y el futuro así como
construir nuevas realidades mediante el pensamiento. Como dijera Wittgenstein, "los
limites de mi lenguaje" significan los límites de mi mundo"

Los mensajes analógicos son muchas veces ambiguos. Por ejemplo, se puede llorar
de pena o de alegría, y lo mismo vale para la risa. El lenguaje analógico carece de los
calificadores explícitos del lenguaje digital para indicar cuál significado está implícito
(ej., "es sólo una broma"). Sin embargo, el lenguaje digital carece de un vocabulario
adecuado para definir las relaciones (ej., las expresiones analógicas que configuran un
galanteo).

Puntuación de la secuencia de hechos


Desde el punto de vista de un observador externo, la secuencia de mensajes
intercambiados entre dos comunicantes puede ser considerada como una secuencia
ininterrumpida de interacciones. Es decir, se trata de una secuencia de intercambios
en la que el comportamiento de cada uno de los participantes es inducido por el cual
induce, a la vez, el comportamiento de los demás. Sin embargo, quienes participan en
la interacción necesariamente puntean la secuencia de hechos arbitrariamente. En una
prolongada secuencia de intercambios los sujetos participantes inevitablemente
puntúan la secuencia de comportamientos o mensajes intercambiados percibiendo a
uno de los participantes como actor (o estimulo) y al otro como reactor (o respuesta).
De esta manera, desde la perspectiva de uno de ellos el otro es percibido como quien
tiene la iniciativa, el predominio, etc., o es la víctima, el que responde exclusivamente,
etc. Sin embargo, desde fuera cada acto comunicativo de uno de ellos puede ser
considerado simultáneamente "un estímulo, una respuesta y un refuerzo".

El proceso de puntuación de la secuencia constituye entonces una manera de


considerar una relación de dependencia mutua y circular como si fuera una relación
lineal en la que un organismo dirige y otro es dirigido.

La puntuación de la secuencia es de vital importancia en las interacciones entre seres


humanos. Esta permite a los comunicantes establecer entre ellos ciertos patrones de
intercambio, acerca de los cuales pueden estar de acuerdo o no, que les permite
organizar sus propios comportamientos y el de los demás. En el aspecto cultural
compartimos una serie de convenciones de puntuación que nos permiten mantener
una visión común con respecto a diversos hechos. Así, por ejemplo, a una persona
que se comporta de determinada manera dentro de un grupo le llamamos "autoridad" y
a otra "subalterno".

Resulta evidente que no existe una única manera de puntuar las secuencias de
interacciones, sino, por el contrario, existen tantas formas de puntuar las secuencias
como personas están comprometidas en la comunicación. En una relación es
frecuente que la falta de acuerdo con respecto a la manera de puntuarla secuencia de
sucesos genere una serie de conflictos.. Desde el interior de la relación de las
personas, cada uno de ellos pretende establecer una diferente secuencia lineal de
interacciones en la que es posible determinar con claridad el estímulo que origina la
serie de comportamientos que corresponden a la "respuesta". Lo que para él es el
estímulo (alcoholismo) para ella es la respuesta y viceversa.

Juan sufre
al pensar
que Juana cree que él la hace sufrir
porque (él) sufre
al pensar
que ella piensa que él la está haciendo sufrir
al hacerla sentirse culpable
de hacerlo sufrir
porque (ella) piensa
que él la hace sufrir
porque (él) sufre
al pensar
que ella piensa que él la hace sufrir
por el hecho de que

Del ejemplo anterior se desprende que desde dentro del sistema, se trate este de un
matrimonio, las relaciones internacionales o la relación entre Juan y Juana, cada uno
de sus integrantes considera la realidad como un fenómeno en el cual es posible
distinguir actores y reactores. En la medida que esto ocurra será imposible encontrar
la comprensión y solución de cualquier problema. Para que esto ocurra, debemos ser
capaces de reconocer que la relación causal lineal observada en los sistemas es sólo
aparente y que en realidad todos sus miembros están mutuamente interrelacionados.
Cada cambio observado en una de sus partes provoca cambios en las demás, lo cual
a su vez, repercute en las primeras (retroalimentación) .

Como hemos visto hasta ahora "la naturaleza de una relación depende de la
puntuación de las secuencias de comunicación entre los comunicantes". Sin embargo,
como la comunicación se trata de un proceso circular y recursivo, la puntuación
dependerá a su vez de la naturaleza de la relación entre los participantes.

Interacción simétrica y complementaria

Las relaciones interpersonales pueden ser clasificadas de acuerdo a los diferentes


patrones de comportamiento intercambiado entre sus integrantes. En otras palabras,
todo intercambio comunicativo observado entre dos personas puede dar origen a dos
grandes grupos de relación: simétricas o complementarias.

Una relación simétrica es aquella en que sus integrantes intercambian el mismo tipo
de comportamiento. Tanto uno como el otro puede, indistintamente, tomar decisiones,
criticar y comentar la conducta del otro, dar consejos y proponer alternativas, etc. Los
miembros de este tipo de relación tienden a acentuar su igualdad con respecto a sus
responsabilidades, derechos y obligaciones. Así también, con respecto al tipo de
comportamiento recíproco que deberán mantener, sea este de debilidad o fuerza,
confianza o desconfianza, etc. Este tipo de relación es frecuente entre compañeros de
trabajo, de colegio, amigos, hermanos, etc."

Una relación complementaria es aquella que se establece cuando dos personas


intercambian diferentes tipos de comportamientos. Se dice que en este tipo de relación
uno de los miembros se halla en posición superior y otro en posición inferior, puesto
que la conducta de uno complementa la del otro. Así, por ejemplo, una persona da
órdenes y la otra las obedece o una persona pide algo y la otra lo otorga. Es este el
tipo de relación que frecuentemente se da entre padre e hijo, jefe y subalterno, médico
y paciente, etc. Mientras que la relación complementaria se basa en un máximo de
diferencia entre los comportamientos de sus miembros, las relaciones simétricas se
basan en la igualdad o mínima diferencia de comportamiento.

Sin embargo, es importante señalar que en las relaciones complementarias no existe


una posición mejor o peor que otra, sino sólo dos posiciones diferentes que se
interrelacionan. El comportamiento de uno favorece la conducta del otro y viceversa; la
existencia de uno presupone la existencia del otro y controla, a su vez, el rango de
comportamientos permitidos en el otro.

El tipo de relación que ha de establecerse entre dos personas puede estar


determinado por el contexto cultural o social en que ésta se desarrolla, como ocurre en
las ejemplos anteriormente señalados. Sin embargo, existen situaciones en que son
las características personales de cada uno de los miembros de la relación las que,
junto al contexto social, definen el tipo de interacción que mantendrán entre sí. Es
decir, entre dos desconocidos, por ejemplo, la relación no está definida a priori, por lo
cual deben establecer en sus primeros encuentros un acuerdo implícito, a partir de lo
que dicen y cómo lo dicen, sobre el tipo de interacción que han de seguir: simétrica o
complementaria.

Si bien todos los tipos de mensajes y conductas comunicativas intercambiadas entre


dos personas pueden agruparse, grosso modo, en estas dos grandes categorías
(simétrica y complementaria), la relación entre dos personas no siempre es la misma
en las diferentes circunstancias.

Además de los dos tipos de relaciones descritos, Haley propone un tercer tipo de
relación: la metacomplementaria. Esto es lo que sucede cuando una persona anima o
impulsa a la otra a definir la relación entre ambos como una relación simétrica o
complementaria y, por lo tanto, en un nivel superior, es en realidad la primera persona
quien está definiendo la relación como complementaria.
FUNDAMENTOS BIOLÓGICOS

El cerebro humano ha desarrollado funciones especializadas para la producción,


expresión y comprensión del lenguaje (área de Wernicke, Broca, etc.).
Existe un proceso de maduración biológica y funcional para la adquisición y el dominio
del lenguaje.

FUNDAMENTOS CULTURALES

La cultura se refiere básicamente a todo aquello creado por el hombre y que


contribuye a su modo de vida.
Influye directamente en el proceso de la comunicación e incluso en los aspectos de
maduración; en tanto el medio estimula el aprendizaje de formas de comportamiento
en base a los patrones culturales.
Así también la cultura establece normas o características particulares de
comportamiento.

FUNDAMENTOS PSICOLÓGICOS

En la comunicación como conducta intervienen procesos cognoscitivos que permiten


captar, retener y procesar la información y luego transmitirla a otros, es así que en
este proceso participan por ejemplo: El aprendizaje, La percepción, La memoria y El
pensamiento
FUNCIONES DE LA COMUNICACIÓN

Las funciones de la comunicación son básicamente dos:

• Expresiva: a partir de esta las personas manifiestan o dan a conocer sus


emociones y sentimientos.
• Utilitaria: puede ser a su vez:
- Informativa
- Persuasiva
TIPOS DE COMUNICACIÓN

Una manera de clasificar la comunicación se detalla es la siguiente:

* Por la presencia de los comunicantes :Intrapersonal


Interpersonal

* Por la ubicación de los comunicantes :Próxima o directa


A distancia o indirecta

* Por las funciones de los comunicantes: Unidireccional


Bidireccional

* Por la complejidad de los elementos :Difusión


Masas

ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN

ELEMENTOS PSICOLÓGICOS
EMISOR
Es la Persona que transmite información.
El mensaje transmitido contiene diferentes propósitos.
Su participación en el proceso involucra variables psicológicas.
Como emisor debe poseer habilidades y condiciones para emitir.
Es percibido por el receptor.
Tiene una representación previa del Receptor.

RECEPTOR
Es la persona (destino) a la que se dirige el mensaje.
Su participación en el proceso de comunicación Involucra variables psicológicas.
Como persona que recepciona el mensaje deberá poseer habilidades y condiciones
para la recepción.
Es percibido por el Emisor.
Establece el Feedback.
Tiene una representación del Emisor, posterior al mensaje.
ELEMENTOS TÉCNICOS.

Canal,
Mensaje,
Código,
Retroalimentación
Contexto

En el proceso de comunicación ocurre que se suscitan una serie de etapas a partir del
emisor, el receptor y los demás elementos del proceso, en tal sentido:

El Emisor
Experimenta la Necesidad de comunicarse,
A continuación Elabora el mensaje,
Una vez elaborado lo codifica
Finalmente lo envía hacia el receptor
El Receptor
Recibe el mensaje transmitido por el emisor
A continuación lo decodifica
Luego lo reconstruye
Lo interpreta
Finalmente envía una respuesta a quien fuera su emisor

VARIABLES PSICOLOGICAS DEL PROCESO DE COMUNICACIÓN

LA PERSONALIDAD

Proviene del Latín: Personare


Se define en general como la “Suma de las formas en que una persona reacciona e
interactúa con los demás.”
La personalidad esta de alguna manera determinada por: la Herencia – el Ambiente –
y la Situación.
Se considera a esta variable como una predictora más o menos razonable del
comportamiento y que es resistente al cambio.
LA MOTIVACIÓN

En general se dice que la motivación es “Voluntad para hacer un gran esfuerzo para
alcanzar metas.”

LA ATENCIÓN

Se define como la “Orientación seleccionadora de la conciencia hacia un determinado


estímulo.”

APRENDIZAJE

Se define como el “Cambio relativamente permanente en la conducta como


consecuencia de la experiencia.”
Esos cambio en el comportamiento pueden ser a nivel: Afectivo – Cognitivo – Motor

EL PENSAMIENTO

Es un proceso que relaciona datos sensibles perceptivos, los compara y distingue.


Involucra el PENSAR: Actividad reflexiva que combina dos o más ideas para obtener
otra.
El pensamiento se caracteriza por que logra traspasar los límites de la realidad
objetiva y teniendo al lenguaje como su medio de expresión.

LA PERCEPCIÓN

Es el proceso por el cual los individuos organizan e interpretan sus impresiones


sensoriales y le dan un significado a su entorno se evalúa el comportamiento según
las propias percepciones.
Esto quiere decir que se actúa según como se VEN las cosas.

Componentes:
Sensorial: Recepción del estímulo.
Simbolización: Caracteriza, distingue, conceptualiza el estímulo.
Emocional: Estado afectivo de agrado y desagrado.
Factores que afectan:
Los motivos,
Las expectativas,
Las apariencias,
Las experiencias previas,
Efecto del halo
Efecto de contraste

LA COMUNICACIÓN VERBAL

Dimensiones del Significado de la palabra

1. Dimensión Denotativa:
El significado de las palabras depende del:
- Uso de símbolos convencionales.
- Significado común para el grupo
- Facilita la comunicación

2. Dimensión estructural.
El significado de las palabras depende de:
- Uso de normas gramaticales.
- Permiten precisar el mensaje.
- Estructura lógica entre las palabras.

3. Dimensión contextual.
El significado de las palabras depende del:
- Medio social.
- Medio cultural.
- Medio geográfico.

4. Dimensión connotativa.
El significado de las palabras depende de:
- Las experiencias personales.
- Del la ambigüedad de las palabras.
CARACTERÍSTICAS DE LA PALABRA

1. Las palabras son de uso arbitrario.


2. Las palabras se componen de elementos discretos.
3. Las palabras tienen capacidad de articularse.
4. Las palabras se desplazan en tiempo y espacio.
5. Las palabras son productivas.
6. Las palabras se explican a si mismo.

COMUNICACIÓN NO VERBAL

Clasificación:
1. Apariencia física: contextura, estatura, vestimenta
2. Kinésica: Expresiones faciales, gestos y posturas corporales
3. Proxémica y territorio
4. Paralingüística

APARIENCIA FÍSICA

En esta forma de comunicación no verbal se toma en cuenta la vestimenta así como


los accesorios que usa la persona y que tienen un valor comunicativos, por otro lado
también se considera a la contextura o volumen corporal para determinar algunas
características personales en los sujetos y finalmente la estatura.

KINÉSICA
Se entiende pos kinesica al estudio de los movimientos que así también poseen un
valor comunicativo y tenemos:

Las Expresiones faciales: a partir de las cuales logramos identificar estados


emocionales en las personas

Los Gestos: que representan un conjunto de movimientos de diversas partes del


cuerpo. Estos se clasifican a su vez en:

- Emblemáticos: poseen una traducción verbal específica


- Adaptadores: Adaptadores dirigidos a uno mismo, Adaptadores dirigidos a
otros, y Adaptadores dirigidos a objetos.
- Ilustradores: generalmente acompañan la expresión verbal

PROXÉMICA

Estudio de la manera como el hombre percibe, estructura y utiliza sus espacios


personales y sociales.

DISTANCIA INTERPERSONAL

Fase íntima:
Íntima: 0 – 0.15
Personal: 0.45 – 0.75
Social: 1.20 – 2.15
Pública: 3.65 – 7.50
Fase lejana:
Íntima: 0.15 0.45
Personal: 0.75 – 1.20
Social: 2.15 – 3.65
Pública: 7.50 – ...

TERRITORIALIDAD

Identificación de una persona o grupo de personas con determinado espacio o


territorio de manera que señala su titularidad y disposición a defenderlo.

Tipos de Territorio

Primario: Objetos, eventos, áreas, ideas, etc. que son posesión del individuo y se
refiere a ellos usando artículos tales como: mío, tuyo suyo.

Secundario: Objetos o áreas que no son de propiedad del individuo, pero que ha
usado o se le han asociado.

Público: Áreas que son accesibles para la mayoría de las personas.


INDICADORES

Formas en que las personas señalan su espacio o territorio personal.

Tipos de indicadores

Céntricos: Objetos que se usan para señalar la pertenencia de cierto espacio.


Periféricos: Señales que delimitan un espacio o territorio.
Sello: Marcadores que indican titularidad personal.

PARALENGUAJE

* Todo estímulo producido por la voz.


* Señales vocales o acústicas específicas y variadas.
* Se pueden inferir 4 tipos de información:
- Características físicas del emisor.
- Su personalidad.
- Actitud hacia el receptor.
- Su estado emocional.

FUNCIONES DE LA COMUNICACIÓN NO VERBAL

1. Sustituir.
2. Acentuar.
3. Contradecir.
4. Regular.

DIFERENCIAS Y SEMEJANZAS ENTRE LA COMUNICACIÓN VERBAL Y NO


VERBAL

Diferencias:
Comunicación Verbal:
∗ Emplea Código digital.
∗ Es mas precisa.
∗ Eventualmente expresa sentimientos.
∗ Los Mensajes se pueden transmitir en pasado, presente y futuro.
∗ Condicionante espacial entre los comunicantes puede ser cercano o lejano.

Comunicación no verbal:
∗ Emplea Código analógico.
∗ Es ambigua.
∗ Generalmente expresa sentimientos.
∗ Los mensajes solo se transmiten en presente.
∗ El Condicionante espacial entre los comunicantes es cercano.

SEMEJANZAS

∗ Dependen de bases biológicas.


∗ Dependen de variables culturales.
∗ Demandan un aprendizaje social.
∗ Dependen del contexto.

INTERFERENCIAS DE LA COMUNICACIÓN

Mediante la comunicación se transmiten determinados mensajes que son


pensamientos, deseos y conocimientos. Pero en algunas oportunidades existen
interferencias o barreras que impiden, o en todo caso deforman la intención de lo que
el emisor desea comunicar, obstaculizando o tergiversando el mensaje, y en
consecuencia produciendo una inadecuada comunicación, un mal entendimiento.

En términos generales para que se produzca cabalmente un proceso de


comunicación, es necesario, y para algunos esencial el que se tenga una comprensión
y una claridad cognoscitiva de lo que se quiere comunicar, en caso contrario el
mensaje no será recepcionado en el sentido deseado.

La meta de una buena comunicación no se alcanza simplemente porque se


desee o por el hecho de emitir palabras. Exige trabajo y cuidado constantes para
conservarla libre de obstáculos e interferencias. Dentro de las principales
interferencias o barreras se consideran las siguientes:

- Barreras semánticas.
- Barreras psicológicas.
- Barreras fisiológicas, y
- Barreras físicas o ambientales.

BARRERAS SEMÁNTICAS:
Las barreras semánticas se refieren al significado de las palabras escritas u
orales, cuando no se define adecuadamente el significado que se otorga al mensaje.
Para evitar esta barrera semántica no deben utilizarse las palabras en sentido
subjetivo o difuso, ya que puede no ser entendido por el receptor, o bien entendido en
un sentido contrario al propósito del emisor. Relacionado con esta barrera semántica
estaría el hecho de no tener un campo común de experiencias entre emisor y receptor.
Este hecho pone de manifiesto que es necesario identificarse en alguna forma con la
persona que nos vamos a comunicar. Es decir, tener o encontrar un campo común de
experiencias que permita una comprensión de los estímulos empleados y contenidos
que se emitan.

Efectuándose la comunicación humana generalmente por medio de un código,


éste tendrá significado sólo a condición de que ambos conozcan los símbolos y/o
signos, palabras o ciertos estímulos físicos empleados, y que además sepan bien a
qué ideas, sentimientos o acciones corresponden.

BARRERAS PSICOLOGICAS:

Dentro de las barreras psicológicas existen muchos factores de personalidad, y


aspectos psíquicos que pueden bloquear el proceso de comunicación, y éstos son:

a) Falta de precisión del mensaje.- La comunicación eficaz depende


fundamentalmente de saber con claridad qué es lo que uno quiere
comunicar, entender bien lo que los otros diga y hablarles o escribirles
en sus propios términos. Por ello es que para evitar las interferencias
en la comunicación, el emisor debe tener una visión clara y saber con
certeza lo que trata de transmitir o hacer conocer al receptor. Como ya
se dijo antes, la buena comunicación empieza por tener la idea precisa
de lo que se trata de transmitir.Es recomendable que el comunicador
tenga una información superior a la necesaria para la comunicación. O
sea que esté en condiciones de responder a las interrogantes o dudas
de sus receptores.

b) Explicaciones insuficientes.- Muchas veces ocurre que el emisor


supone equivocadamente que los receptores le van a captar sus
intenciones, o que con unas cuantas palabras ya está explicado o
emitido el mensaje en forma adecuada para ser entendido por el
receptor, confiado en que el receptor adivinará el mensaje que quiere
transmitirle.

c) Sospecha o aversión.- Que se traduce en una falta de confianza


mutua. Por ello es que se puede decir que la aceptación de lo que se
diga o se comunique dependerá de la confianza que se tenga en los
motivos y la sinceridad de quien lo dice. Si no existe tal confianza, la
comunicación en cualquier forma que se haga, suele no dar los
resultados que se esperan. E inclusive, muchas veces, aún los
“hechos” no son aceptados cuando falta la confianza mínima mutua.
Algunas actitudes del comunicador por ejemplo, sonreír, tutear, saludar
amablemente puede contribuir a crear un clima de confianza; pero
debe recordarse que estos aspectos son solamente signos externos
que pueden ayudar, pero que no constituyen la única base para la
confianza firme y duradera del receptor, sino que ésta está dada por
acciones y aspectos de mayor trascendencia.
a) No tener en cuenta el punto de vista del receptor.- Este aspecto está
referido a las características de personalidad que tenga el comunicador,
y que hemos reseñado en páginas anteriores. Concretamente esta
barrera o interferencia en la comunicación se presenta cuando se
“olvida” que la comunicación es un proceso recíproco de emitir y recibir
mensajes, de intercambiar ideas, de saber escuchar y aceptar las
opiniones emitidas por el receptor. Por ello es necesario estar dispuesto
a escuchar lo que el otro tenga que decir, para que pueda tener lugar la
comunicación. Igualmente se considera importante el hecho de lograr y
mantener la atención del receptor. La eficacia de la comunicación se
debilitará si se distrae la atención del receptor con asuntos ajenos al
mensaje que se está transmitiendo, ya sea por gestos, modales o
acciones que tiendan a distraer.

b) Las reacciones impulsivas.- Esta es una de las barreras psicológicas


que más daño hace a la comunicación. Tiene que ver directamente con
las características de personalidad tanto de emisores como de
receptores. Esto ocurre cuando hay apresuramiento, irracionalidad en el
actuar frente a la primera impresión que tenemos, ya que en estos
casos se reacciona por lo que se cree que el otro, o sea el emisor, quiso
decir y no por lo que en realidad intenta comunicar.

c) Sobrevaloración de sí mismo.- Los gestos, el tono de voz, las


circunstancias, la selección de las palabras y las expresiones modifican
el significado de los símbolos empleados. Cuando el emisor quiere
comunicar algo, pero por un exceso de autovaloración por su persona,
recurre a una serie de actitudes ajenas al mensaje mismo, puede
ocasionar una deformación del significado del mensaje en el receptor.
Esto se ocasiona cuando no existe una correlación positiva entre lo que
se dice del cómo se dice. También se puede observar que el emisor
puede querer transmitir un determinado mensaje con un sentido
explícito, pero por sus gestos, actitudes, ademanes, está expresando
otro tipo de mensaje, el mismo que puede ser captado por el receptor.
Algunos autores denominan a este tipo de interrelación, comunicación
subliminal, inconsciente.

En cualquiera de los casos, la comunicación sufrirá un bloqueo, una


interrupción, viéndose seriamente alterada.

BARRERAS FISIOLÓGICAS Y AMBIENTALES

Las barreras fisiológicas se refieren a las alteraciones en la comunicación por


algún defecto orgánico funcional (sordo, mudo, ciego, etc.) que pueda presentar tanto
el comunicador como el receptor, los mismos que dificultarán al emitir o el recibir con
claridad y precisión un mensaje.

Las barreras ambientales o físicas se producen cuando la comunicación se ve


alterada por aspectos físicos externos o alteraciones en el ambiente (exceso de ruido,
distancia, etc.) que dificultan la claridad del mensaje transmitido.
EL NIVEL DE COMUNICACIÓN INTERPERSONAL

Tratándose de la comunicación interpersonal, adoptaremos un enfoque que nos


permita considerar las características de interdependencia que ella posee. Es decir,
nuestro acercamiento privilegia el aspecto interaccional de la comunicación, en
desmedro de un planteamiento individual, centrado exclusivamente en atributos de la
persona

El planteamiento previo, nos conduce a establecer que la comunicación humana


siempre se da en un espacio y en un tiempo. Dicho de otra manera, ella se manifiesta
en una situación, que incluye, por una parte, componentes físicos – En qué momento y
en qué lugar – y por otra componentes Psicológicos, tales como el ambiente hostil,
alegre o triste, entre otros. Nos interesa insistir en la importancia que tiene el contexto
en el que se desarrolla la comunicación.

Es de tal importancia lo que mencionamos que la comunicación y el comportamiento


humano permanecerían inexplicados si no se incluyera el contexto en el que tienen
lugar. Debemos dar importancia a las conductas que generan un efecto en los demás
y viceversa, todo dentro o inscrito en un contexto, es decir que la comunicación es
fundamentalmente interactiva.

De allí los términos “Comunicación” y “Comportamiento”, sean empleados,


virtualmente como sinónimos, puesto que desde esta perspectiva, todo
comportamiento (Habla, gestos, posturas y movimientos) es comunicación y toda
comunicación afectan el comportamiento, Desde una visión transaccional, no sólo hay
que ocuparse del efecto de la comunicación sobre el receptor, sino también del
inseparable efecto que la reacción del receptor tiene sobre el emisor.

Con el propósito de enmarcar el fenómeno de la comunicación desde la perspectiva


que aquí deseamos resaltar, recurramos en primer lugar, a la noción de sistema. Esto
nos da la base conceptual para entenderlo y nos ayuda a comprender en mejor la
comunicación interpersonal.

Empecemos por precisar le concepto de sistema, diremos que sistema se entiende


como un conjunto de elementos, así como de las relaciones entre los elementos y sus
atributos. De acuerdo a esta definición, muchas cosas pueden catalogarse como
sistema. A modo de ejemplo, podemos mencionar al cuerpo Humano, una
organización, una plata o una computadora. En lo que respecta a los sistemas
comunicativos, los elementos corresponderían a las personas que se comunican con
otras y las interacciones serían las transacciones comunicativas.
Las relaciones que se establecen entre los comunicantes permiten mantener unido el
sistema, razón por la cual un sistema será entendido como “Dos o mas comunicantes
en el proceso de definir la naturaleza de su relación”; implícita en esta definición, es la
noción de tiempo, la que confiere a los sistemas un carácter de proceso, en el cual
pueden distinguirse ciertos estados del sistema y sus correspondientes cambios.

Otro aspecto importante es la definición de medio, el cual corresponde “Al conjunto de


todos los objetos cuyos atributos, al cambiar, afectan al sistema y también a aquellos
objetos cuyos atributos son modificados por el comportamiento del sistema”; se
aprecia entonces, que en la consideraciónd e cualquier sistema, éste puede ser
subdividido en subsistemas (cada una de las personas en el caso de una familia) y
que los objetos pertenecientes a un sistema pueden considerarse como parte del
medio del otro sistema comunicacional (La familia como parte de una comunidad) y así
sucesivamente. En forma análoga un sistema comunicacional diádico, puede ser
ubicado dentro de un sistema mayor (La ciudad) y así en otros elementos, además
podemos señalar que estas unidades diádicas se superponerse con otros elementos
(personas), originando relaciones verticales y horizontales entre diversos subsistemas.

Otra propiedad inherente a los sistemas es la noción de totalidad, la cual equivale a


afirmar que un sistema se comporta como un todo inseparable, que sus diferentes
partes están interrelacionadas de forma tal que un cambio en ellas, provoca un cambio
en todas ellas y en el sistema total. De ahí que un sistema no es la suma de sus partes
únicamente, ya que con la interrelación se le ofrece al sistema nuevas cualidades.

El concepto “interpersonal”

La mayoría de las acciones que hacemos a diario involucran diferentes procesos de


comunicación interpersonales. Hibels y L. Weaver en su libro “La Comunicación” (1976
:45) mencionan que:
“las comunicaciones más cruciales para nuestras vidas, ocurren en situaciones tan
comunes que, con frecuencia, ni siquiera pensamos que en ellas se involucren
habilidades para la comunicación, y muy raramente hacemos un análisis para poder
comprender todas las razones por las que una persona ha fracasado en comunicarse
en una situación interpersonal”.

Pasamos casi el 75% del tiempo que estamos despiertos, escuchando, hablando,
leyendo escribiendo. La mayoría de estas comunicaciones tienen lugar en situaciones
frente-a-frente o están directamente relacionadas con las comunicaciones
interpersonales. La cantidad de situaciones en las que realizamos un intercambio de
mensajes, todas son comunicaciones con personas lo que hace a veces difícil definir
el sentido exacto del concepto “interpersonal”, pues desde este punto de vista, toda
comunicación ocurre entre- personas uno-a- uno, o uno- a- varios (Hibels y L.
Weaver,1976:45). Este tipo de comunicación, se da persona-a-persona, cara a cara,
los mensajes verbales y no verbales son enviados y recibidos en forma continua, hay
afectación recíproca en la conducta de los participantes del proceso comunicativo de
acuerdo a la interpretación que se haga de los mensajes y se intercambian
constantemente, los roles de hablante y escucha.

Así definimos el concepto: Comunicación oral interpersonal es el proceso que ocurre


entre una fuente-emisor y un receptor enviando y recibiendo mensajes en una
transacción continua. Es el hecho de hablar cara a cara, en un nivel de interacción
persona a persona. Gerald R. Miller (citado en Fernández Collado 1986:30-31)

La comunicación interpersonal y sus características

La forma en que las personas intentan compartir ideas y sentimientos ha sido motivo
de estudio de muchos filósofos, poetas, artistas, psicólogos, sociólogos, etc., que han
reconocido en la comunicación interpersonal, sus efectos profundos y muy variables,
así como sus principales características que la distinguen y pueden ayudarnos a
comprender su naturaleza, con un especial interés en la identificación, cercanía o
intimidad que se establece en este tipo de comunicación.
Diádica La comunicación oral Variable interpersonal es Dinámica Única
Diádica : Porque se da recíprocamente entre dos personas, como “forma básica de
comunicación entre humanos” (Miller, 1978 citado en Fernández Collado,1986: 30). De
acuerdo a la situación y el número de participantes, se considera la interacción más
personal, uno a uno.

Espontánea : Porque surge naturalmente, casi siempre sin planeación y su eficacia


depende de la flexibilidad y de la sensibilidad de la fuente y del receptor para lograr la
identificación, confianza y empatía.

Variable : Porque es afectada constantemente debido a diversos factores internos a


las personas quienes pueden cambiar sus pensamientos, actitudes, comportamientos,
etc., y externos, al enviar y recibir mensajes en diferentes contextos y situaciones.
Dinámica : Porque es un intercambio continuo de mensajes entre emisor y receptor, ya
sea en forma verbal o no verbal; incluso puede darse sin la intención de compartir el
mensaje.

Única : Porque los mensajes son individuales, únicos, tanto en aspectos no verbales,
como en el contenido verbal; la expresión racional y emocional de los mensajes cobra
significación tanto para el emisor como para el receptor en un contexto determinado y
en un tiempo irrepetible.

Los niveles de interacción entre personas

En la comunicación interpersonal la interacción que se establece entre las personas,


en sus papeles de emisor-receptor, independientemente si haya propósito o no para la
comunicación, pueden ser de dos tipos: simétricas y complementarias.1 (Watzlawick,
Beavin y Jackson,1967. Citado en Hybels y Weaver, 1976:61)

Interacciones que se establecen en la comunicación interpersonal:

1. Simétricas: La interacción simétrica es la relación basada en la igualdad: ocurre


entre personas con el mismo rango, de igual grupo, de igual condición física o
intelectual, status y otras características similares; los participantes se tratan como
iguales reflejando abierta y mutuamente sus conductas.

2. Complementarias: La interacción complementaria, se basa en diferencias de los


participantes: generalmente uno superior a otro. Las diferencias pueden ser de
cualquier índole, físicas, intelectuales, de estatus social, lingüístico, etc. Los
participantes se tratan con reserva y pueden incluso jugar “juegos de distancia”. A
medida que las diferencias se manifiesten más, la interacción toma un sentido
negativo o de insatisfacción personal que pueden alterar las estructuras de las
personas afectadas.
LA SOCIALIZACIÓN

CARACTERÍSTICAS

 Es una forma de convivencia.


 Promueve el trabajo creativo.
 Mantiene cohesión entre las personas a través del lenguaje y valores sociales.
 Permite satisfacer necesidades.
∗ Afiliación.
∗ Poder.
∗ Éxito
∗ Altruismo

PERCEPCIÓN Y JUICIO INTERPERSONAL

¿Cómo se percibe y se juzga a los demás?


∗ Observación
∗ Impresión
∗ Respuesta

FACTORES QUE AFECTAN LA PERCEPCIÓN Y EL JUICIO INTERPERSONAL

∗ Persona juzgada.
∗ Atributos juzgados.
∗ Valores de quien juzga.
∗ Cuantía de la información.
∗ Secuencia de la información.
∗ Naturaleza de la conducta interpersonal.

ERRORES DE ATRIBUCIÓN

Atribución: Proceso de identificar y explicar el origen de las causas de las conductas


percibidas.

Errores:
Autocomplacencia: Observar la propia conducta.
Resultado positivo se debe a Factores internos
Resultado negativo se debe a Factores externos

Fundamental: Observar la conducta de otros.


Resultado positivo se debe a Factores externos
Resultado negativo se debe a Factores internos

PRINCIPIOS DE LA COMUNICACIÓN E INTERACCIÓN

∗ Toda conducta es comunicativa en interacción.


∗ Las diferencias jerárquicas afectan la comunicación y la interacción.
∗ La comunicación se aprende en interacción interactúa con los demás.
∗ La comunicación depende de los contextos de interacción.

ATRACCIÓN INTERPERSONAL

El juicio que una persona hace de otra a partir de una dimensión actitudinal, cuyos
extremos son la evaluación positiva (amor) o negativa (odio).

EXPLICACIONES TEÓRICAS

- Las personas cuyas impresiones, razonamientos valoraciones y sentimientos


son armónicos y compatibles con los nuestros, son las que más nos atraen
pues nos proporcionan equilibrio cognitivo.
- Las personas se sienten atraídas por aquellas que les confirman sus creencias,
lo que les proporciona seguridad en su sistema de valores y actitudes.
- Nos resultan queridas aquellas personas que nos proporcionan gratificaciones
o vivencias agradables.
- No son atractivas aquellas personas que nos proporcionan mayor cantidad de
elementos gratificantes y nos supongan menos costo.
- El incremento de una conducta positiva y recompensante tiene un mayor
impacto para atraer a la persona que la recibe, que una recompensa constante
e invariable.
FACTORES QUE DETERMINAN LA ATRACCIÓN

Factores situacionales: Proximidad física, frecuencia temporal de la interacción e


interacción anticipada.

Características de la persona: Atractivo físico, rasgos psíquicos y estado afectivo.

Otras características socialmente valoradas: Semejanza, complementariedad y la


reciprocidad.

INFLUENCIA INTERPERSONAL

Los efectos modificadores que sobre la conducta de una o varias personas tiene la
conducta de otra u otras personas.

Determinantes: Las normas sociales, la autoridad, la presión del grupo, el


conformismo, las actitudes, creencias y credibilidad.

PI f (c) > c´ > PI


C

Las posibilidades de influencia en la conducta de otras personas están en función de


la credibilidad, entonces mayor credibilidad mayores posibilidades de influencia.

MECANISMOS DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL

Definición:
La comunicación socila se define como el “Proceso de transmisión de mensajes
haciendo uso de medios masivos.”

Características de la comunicación masiva

1. En la comunicación social se hace uso de medios de comunicación masiva:


radio, televisión, prensa y cine.
2. El emisor es una organización que esta compuesta por tres sectores:
Propietarios o dueños, personal especializado y basamento tecnológico.
3. Los mensajes que contienen son de carácter público.
4. Es una forma de comunicación de tipo unilateral indirecta.
5. La retroalimentación es a largo plazo.
6. Los receptores a quienes se dirige el mensaje sonson anónimos y
heterogéneos.
7. Emplea medios que aseguren la rapidez de la información.
8. Los mensajes son de carácter transitorio.

VARIABLES PSICOLÓGICAS Y SOCIALES DE LOS MENSAJES

• Apropiación,
• Selección,
• Combinación,
• Articulación,
• Renovación,
• Utilidad,
• Significación y
• Referencialidad.

VARIABLES PSICOLÓGICAS Y SOCIALES DE LOS RECEPTORES

• Clase social,
• Género,
• Desarrollo psicológico,
• Intereses,
• Experiencias previas
• Modalidad de exposición.
• Opinión publica
EFECTOS DE LA COMUNICACIÓN MASIVA

Efectos:
Se define como aquellas experiencias vivenciales y las manifestaciones de
comportamiento perceptibles en un sujeto, a partir de la exposición de los medios de
comunicación.

Para entender como los mensajes o la comunicación masiva afecta el comportamiento


de las personas se debe analizar lo siguiente:
- Variables individuales
- Variables contextuales

De esta manera entendemos que la comunicación masiva afecta el comportamiento de


las persona a nivel de:

Actitudes: Predisposiciones a una conducta de aceptación o rechazo.

Estereotipos: Modelos de comportamiento.

Modos de interacción: Interiorización de roles, normas sociales.

Expresiones verbales y no verbales: Imitación e incorporación de términos verbales


y expresiones no verbales.

Conocimientos: Mayor información, habilidades, etc. puede ser intencional o


intencional.

Tecnología: Desarrollo científico – tecnológico

Cultura: Sistema de producción en masa, consumo de masas, cultura de masas.


COMUNICACIÓN PERSUASIVA

Publicidad: Conjunto de técnicas comunicacionales que pretenden afectar


colectivamente para incrementar o mantener clientela.

Propaganda: Conjunto de técnicas comunicacionales con efecto colectiva para


conducir hacia una idea o doctrina.

Semejanzas:
- Crean o transforman opiniones.
- Son de carácter sugestivo.
- Emplean los mismos medios.
- Actúan colectivamente.

Diferencias:
- Publicidad establece un Nexo Comercial.
- Propaganda establece un Nexo Ideológico.

ESTRATEGIAS DE LA PUBLICIDAD Y PROPAGANDA


a- Determinar objetivos.
b- Analizar al público.
c- Diseño del programa de comunicación.

Mensaje: ¿Qué decir?


Empleando argumentos racionales y argumentos emocionales.

Anuncio: ¿Cómo decir?


Personajes,
Colores,
Movimiento,
Dimensiones,
Ubicación
Novedad.

Reglas:
Simplificación
Ilusión de universalidad,
Simultaneidad.
Exageración

d- Aplicar el programa.
Se debe tener en cuenta los siguientes elementos:
• Atención
• Interes
• Deseo
• Acción
Se debe tener en cuenta además, en la aplicación del programa, las siguientes fases
o etapas:
• Abordaje sensorial
• Abordaje psicológico
• Convicción
• Adquisición
• Mantenimiento de la convicción.
e- La evaluación
Para determinar si los mensajes han logrado los efectos deseados se puede
recurrir a la información derivada de los niveles de venta, los niveles de
audiencia y los niveles de efecto psico social.
U N I V E R S I D A D D E
SAN MARTÍN DE PORRES

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN,


TURISMO Y DE PSICOLOGÍA

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

PSICOLOGÍA DE LA COMUNICACIÓN Y RELACIONES

INTERPERSONALES

SEMESTRE 2005 - I

ELABORADO POR:

LIC. JORGE ARTURO PEREZ ALVARAEZ

LIC. JUAN CARLOS RODRIGUEZ CORNEJO


LA COMUNICACIÓN: UNA PERSPECTIVA PSICOSOCIAL

Tomado de: LEON, José & Colab. (1998) Psicología Social: Orientaciones
Teóricas y Ejercicios Prácticos. España: Mc Graw Hill. Pp. 247-
251

El ser humano se define por su condición de sociabilidad y si es sociable lo es


por que puede comunicarse, es decir, intercambiar de una parte sus pensamientos y
emociones y de otra sus creaciones y experiencias. A estos intercambios, a los que
llamamos comúnmente comunicación, se deben muchos de los mejores logros
humanos. Al comunicarse con pensamientos y emociones las personas viven y se
expresan, y cuando el objeto de comunicación son sus creaciones y experiencias,
tanto los individuos como los grupos progresan y se enriquecen culturalmente. De
hecho, no es difícil comprobar que del 80 por 100 de las actividades sociales humanas
están relacionadas con procesos comunicativos.
La sociedad actual, por su parte, está caracterizada por la generalización de las
comunicaciones tanto en el tiempo como en el espacio y los ciudadanos del mundo de
hoy dan un alto valor a la posesión de la información y así es como se viene hablando
de una nueva cultura de la comunicación. De forma que el concepto de presente se
está logrando cambiar por el de actualidad: lo que se transmite como contenidos de
los mensajes de comunicación social.
Sin embargo, la interacción comunicativa es tan antigua como su propio
protagonista, el ser humano, y en la mitología griega ya encontramos una sencilla y
bella definición:
“Hermes, el dios de pies alados, cogía la idea apropiada del cerebro del que hablaba y
la introducía con la punta de su lanza, en el del que escuchaba.”
Es ésta una definición muy exacta en razón de poética, y resulta tan adecuada
como cualquier otra de las numerosas formulaciones que se han hecho desde
entonces. Porque en todas ellas se encuentran, con ciertas variantes, los mismos
componentes.
a) los que ponen en relación, o mejor interacción, polo emisor y polo
receptor;
b) los contenidos o los mensajes que se intercambian;
c) los códigos, procedimientos e instrumentos que utilizan para hacerlo:
lenguaje, imágenes, tecnología;
d) y todo ello a través de ciertos canales, o vehículos de transmisión,
e) en el seno de contextos sociales en los que marcan determinados
referentes.
El hecho de que la comunicación está considerada como uno de los factores
básicos de todo acontecer social y, si bien el origen de los estudios sobre
comunicación es amplio e interdisciplinar con un fuerte componente en sus inicios de
las áreas tecnológicas y lingüísticas, la psicología social y otras ciencias de la
conducta humana han acotado una parte muy importante de estos estudios dando
origen a un complejo campo de teorías y aplicaciones. Y ello es así porque la
psicología social se autodefine como la parcela científica que estudia las conductas
humanas en tanto a la interacción de unas personas con otras (individuos, grupos o
colectivos). Y dentro de la psicología social aludimos a la psicología social de la
comunicación porque el vehículo privilegiado de la interacción humana es la
comunicación, que en todas sus ricas y variadas manifestaciones establece y
mantiene los contactos e intercambios propios del acontecer social.
La comunicación es, en efecto, una de las formas de interacción humana que
puede ser clasificada con toda certeza como un objeto psicosocial porque posee todas
las características que dan carta de naturaleza a los propios de esta parcela científica.
Se trata de un fenómeno social (conductas interactivas individuales y grupales), es
observable y tiene posibilidades de ser sometido a estudios y experimentaciones
científicas con una metodología propia y ya muy definida tanto en aspectos cualitativos
como cuantitativos. Por otra parte, puede confirmarse fácilmente su caracterización
psicosocial porque se desarrolla con dimensiones colectivas, condición que se cumple
incluso en el diálogo entre dos sujetos. La comunicación como interacción social tiene
un amplio abanico de matices que modulan sus formas para adaptarlas a los efectos y
consecuencias que se buscan a través de cuatro dimensiones: objetiva, crítica,
expresiva y persuasiva, aspectos que también son contemplados por la psicología del
lenguaje, y hasta por la gramática y la teoría literaria.
La sociedad humana es consciente del interés que tiene el fenómeno
comunicativo y así lo expresa a través de muy diversas manifestaciones: pintura,
literatura, música... Como una muestra muy significativa queremos ofrecer un hermoso
texto de Octavio Paz:
“Todos los días oímos esta frase: nuestro siglo es el siglo de la comunicación. Es un
lugar común que, como todos, encierra un equívoco. Los medios modernos de
transmisión de noticias son prodigiosos; lo son mucho menos, las formas en que
usamos esos medios y la índole de las noticias e informaciones que se transmiten en
ellos. Los medios muchas veces manipulan la información y, además, nos inundan con
trivialidades. Pero aun sin esos defectos toda comunicación, incluso la directa y sin
intermediarios, es equívoca.
El diálogo, que es la forma más alta de comunicación que conocemos, siempre
es un afrontamiento de alteridades irreductibles. Su carácter contradictorio consiste en
que es un intercambio de informaciones concretas y singulares para el que las emite y
abstractas y generales para el que las recibe. Digo “verde” y aludo a una sensación
particular, única e inseparable de un instante, un lugar o un estado psíquico y físico: la
luz cayendo sobre la hiedra verde esta tarde un poco fría de primavera. Mi interlocutor
escucha una serie de sonidos, percibe una situación y vislumbra la idea de “verde”.
¿Hay posibilidades de comunicación concreta? Sí, aunque el equívoco nunca
desaparece del todo. Somos hombres, no ángeles. Los sentidos nos comunican con el
mundo y simultáneamente, con encierran en nosotros mismos: las sensaciones son
subjetivas e indecibles. El pensamiento y el lenguaje son puentes pero, precisamente
por serlo, no suprimen la distancia entre nosotros y la realidad exterior.
Con esta salvedad, puede decirse que la poesía, la fiesta y el amor son formas de
comunicación concreta, es decir, de comunión. Nueva dificultad: la comunión es
indecible y, en cierto modo, excluye la comunicación: no es un intercambio de noticias
sino una fusión.
En el caso de la poesía la comunión comienza en una zona de silencio, precisamente
cuando termina el poema. Podría definirse el poema como un organismo verbal
productor de silencios. En la fiesta –pienso, ante todo, en los ritos y en otras
ceremonias religiosas- la fusión se opera en sentido contrario: no en el regreso al
silencio, refugio de la subjetividad, sino entrada en el gran todo colectivo: el yo se
vuelve un nosotros. El amor, la contradicción entre comunicación y comunión es aún
más patente.”
Octavio Paz, ”La llama doble”, ABC Cultural, n° 104;(29 de Octubre-1993; pág.
16).
La comunicación humana es, sin embargo, un fenómeno tan complejo que
sería un error enmarcarlo en una sola perspectiva científica aunque ahora estemos
situándonos para abordarlo desde el punto de vista de la psicología social. Como se
acaba de ver, es importante la relación entre la psicología de la comunicación y la
psicología del lenguaje y no se puede negar el contacto que también existe entre los
estudios psicológicos sobre la comunicación y los enfoques de la psicología de la
personalidad.
Relacionadas con la perspectiva psicosocial hay otras aproximaciones
científicas dentro de la psicología muy ligadas al estudio de la comunicación, tales
como la psicología cognitiva, la gestalt, el psicoanálisis, la dinámica de grupos; y fuera
de las áreas psicológicas la teoría general de sistemas y la teoría de la información
han contribuido ampliamente a estos estudios.
En sus orígenes la comunicación se estudió dentro del conjunto de los saberes
humanísticos clásicos pero bien pronto se aproximaron al tema estudiosos de otros
campos sociales y políticos. Igualmente, ciencias tan dispares como la ingeniería
electrónica, la neurología, la antropología, la lingüística e incluso la filosofía abordan
con toda justificación aspectos parciales o visiones globales de los procesos
comunicativos, esclareciendo con sus aportaciones un apasionante campo de estudios
que, si bien no es nuevo en sus contenidos, sí lo es en la amplitud de su
estructuración epistemológica y sobre todo en sus aplicaciones a la intervención
social. Esta multiplicidad de enfoques a la que nos acabamos de referir crea en
ocasiones ciertos confusionismos, algunos desacuerdos y hasta polémicas enconadas
que no son todos ellos sino el síntoma del atractivo que tiene un campo de
conocimientos que está vivo, que crece y que interesa a todo el mundo. Como un
resumen integrados, podría afirmarse que la Psicología de la comunicación es el fruto
de la unión de dos campos aparentemente dispares y heterogéneos: la Psicología
(incluyendo, naturalmente, todos los enfoques ya mencionados) y la teoría general de
la información (ciencia muy joven y con amplia presencia de científicos del campo
físico-natural, como ingenieros, físicos e, incluso, matemáticos y de los saberes
humanísticos y filosóficos).
Pero volviendo al enfoque de la Psicología social, interesa destacar que la
comunicación humana está en la base de muchos de los campos de estudio
relacionados con la interacción social que es el objeto central de esta área de
conocimiento: los individuos se construyen como seres sociales en la relación con sus
contextos grupales y colectivos. El lenguaje, en sus múltiples manifestaciones, es uno
de los instrumentos más eficaces de socialización porque gracias a la posibilidad de
comunicación las personas interactúan unas con otras en mutuos procesos de
influencia gracias a los cuales se aprende grupalmente a categorizar la realidad. Un
ejemplo extraordinariamente significativo está en la Biblia: en cuanto el hombre
aparece en el mundo “nombra” las cosas:
“Y Yavé Dios trajo ante el hombre todos cuantos animales del campo y cuantas
aves del cielo formó de la tierra, para que viese como los llamaría, y fuese el nombre
de todos los vivientes el que él les diera. Y dio el hombre nombre a todos los ganados,
y a todas las aves del cielo y a todas las bestias del campo” (Génesis 2, 19 – 20).
Y es que el ser humano, como individuo social en un contexto social concreto,
es quien construye la realidad categorizándola según su propia experiencia.
Aunque estamos usando como término genérico la palabra comunicación por
ser la más habitual, hay ciertas dificultades de precisión terminológica al abordar los
términos o palabras con las que denominar el fenómeno que va ser objeto de este
capítulo. Es frecuente confundir o usar con el mismo sentido las palabras
comunicación e información. Asimismo, permanece implícita o explícitamente, como
base de su dimensión psicosocial, el concepto de interacción. Por ello, estimamos que
puede ser útil precisar el significado con el que van a entender en Psicología social
estos tres conceptos en cuanto a las relaciones entre emisor, mensaje y receptor, sin
que ello implique la afirmación de que esta sea la única forma de manejar cada uno de
ellos. Sería por otra parte una presunción inútil ya que es evidente que su polisemia
permite una amplia flexibilidad de usos y sentidos.
La información se entiende como un fenómeno en el cual el mensaje solo
recorre una dirección, desde el emisor a un receptor que no es alguien concreto y que
por lo general, suele ser colectivo. En algunos procesos de información el emisor es,
claramente, un ente abstracto: el público. Interesa no confundir la información con el
mensaje; la información sería yodo el proceso completo, mientras que el mensaje es
sólo su contenido. En la información no existe, por definición, un camino de vuelta
inmediato, el receptor no contesta directamente al emisor, aunque no por ello pueda
afirmarse que no haya alguna forma de feedback. Veamos algunos ejemplos para
comprobarlo. Puede llamarse información al pregón que el pregonero decía de
esquina a esquina, al letrero de “no fumar” en un salón de actos, o al “informativo”(su
propio nombre lo indica) de una cadena de televisión. Es información asimismo el
contenido de in periódico, el cartel publicitario al borde de una autopista y la octavilla
coloreada de la propaganda política que se distribuye en los períodos electorales.
Todos estos ejemplos, y muchos más que podrían añadirse, tienen en común el
recorrido unidireccional de los mensajes. El feedback, cuando existe, tiene otra forma
y no es una respuesta inmediata en la que el receptor se convierta en emisor
realizando otro bucle del proceso de interacción. Porque precisamente así, con ida y
vuelta, es como se produce la comunicación. El emisor y el receptor pueden
intercambiar sus posiciones según en la dirección en que marche el mensaje y el
feedback es inmediato. Hay comunicación en un diálogo y en la asamblea de los
accionistas de un banco. También es comunicación la que se establece en el aula
universitaria entre el profesor que explica el tema y los alumnos que toman apuntes y
preguntan sus dudas. En la comunicación tanto emisor como receptor intercambian
recíprocamente sus informaciones, lo cual quiere decir que entendemos que en la
comunicación siempre existe información, mientras que no en todas las informaciones
puede afirmarse que hay comunicación. La diferencia está en la forma de entender al
destinatario del mensaje. En la información lo importante, lo determinante es el
mensaje, aquello que debe ser transmitido, mientras que la comunicación está definida
por la intención del emisor de enviar su mensaje a un receptor concreto. Para este
receptor, sea individuo o grupo, es para quien se elabora en especial el mensaje
enviado. A su vez, este receptor puede o no, como queda dicho, reiniciar el proceso.
El mejor ejemplo, y más conocido, es el diálogo en todas sus numerosas
manifestaciones. La interacción, por su parte, corresponde a un concepto psicosocial,
que implica una influencia recíproca en lo que se refiere a generar acciones de
cambio. El esquema clásico para explicar de forma muy simple la interacción sería el
de afirmar que, puestos A y B en relación, la conducta de A influye en B, estimulando
la conducta de B que, a su vez, influye en la de A.

A B

Al ser un concepto más amplio, se puede entender que la interacción abarca el


proceso comunicativo completo. Por ello, se la puede nombrar igualmente como
“interacción comunicativa”. Esta precisión terminológica no nos impide reconocer el
hecho de que “información” y “comunicación” sean términos usados muy
frecuentemente como sinónimos y no solo en el lenguaje coloquial y en los usos
cotidianos, sino también en estudios e investigaciones sobre temas y aspectos
relacionados con la interacción humana. Sin embargo, estimamos que es útil haberla
hecho puesto que, por el gran desarrollo actual de la información a través de los
medios de comunicación, nuestro objeto de estudio ha adquirido unas proporciones
desorbitadas. Y de la misma forma su influencia social se convierte en un elemento de
poder en el más amplio de los sentidos.

CUESTIONARIO
1. ¿ Cuáles son los componentes de la comunicación que se derivan de la definición
de la mitología griega?
2. ¿ En qué se diferencia la psicología social de la psicología social de la
comunicación?
3. ¿ Qué es la comunicación?
4. ¿ Cuáles son las dimensiones de la comunicación como caracterización social?
5. ¿ Qué originó que la comunicación sea estudiada por una serie de ciencias
humanistas, así como por otras ciencias de manera parcial?
6. Defina el término información
7. Establezca diferencias entre comunicación e información. Cite 2 ejemplos de c/u
IMPORTANCIA DEL COMPORTAMIENTO NO VERBAL

Tomado de: FERNANDEZ, C. DAHNKE (1991) Comunicación Humana:


Ciencia Social. Mexico: Mc Graw Hill, Pp 201-212.

No sería útil ni acertado, para el entendimiento del proceso total de la


comunicación humana, discutir si el comportamiento no verbal es más importante que
el verbal. Aunque en cualquier situación dada podamos atribuir la responsabilidad
primaria al comportamiento verbal o no verbal, cada sistema adquiere su importancia a
partir del hecho de que el entendimiento de cada uno es necesario para poder analizar
la mayor parte de las situaciones de comunicación. Sin embargo, debido a que la
comunicación verbal ha recibido mucha mayor atención y estudio científico, lo que se
presenta de inmediato debe servirnos para recordar que tanto por su cantidad como
por su influencia, las señales no verbales desempeñan un papel crítico en el proceso
de la comunicación.
Primero, las fuentes no verbales de información durante la conversación son
abundantes. Hall (1959) esboza diez formas separadas de actividades humanas que él
llama “sistemas de mensaje primario”. Él dice que sólo uno incluye al lenguaje, Ruesch
y Kees (1956) indican que la comunicación humana supone por lo menos siete
sistemas diferentes: apariencia personal y forma de vestir, gestos o movimientos
deliberados, acciones casuales, vestigios de acciones, sonidos vocales, palabras
habladas, y palabras escritas. Sólo dos de los siete incluyen el uso abierto de
palabras. Ray Birdwhistell (1970 pp. 157 – 158), a quien por lo general se le reconoce
como una de las primeras autoridades en el estudio del comportamiento no verbal,
dice que, probablemente, no más de 30 a 35% del significado social derivado de una
conversación se transmite por las palabras aisladas.
Existen algunas situaciones en que las señales no verbales pueden convertirse
en especialmente importantes. Esto ocurre cuando hay limitaciones impuestas con
respecto al uso del lenguaje hablado. En ocasiones, estos impedimentos surgen de
factores ambientales, por ejemplo, los buceadores o quienes trabajan en lugares con
mucho ruido. En otras circunstancias, las restricciones en relación con el lenguaje son
autoimpuestas, como en el deseo de comunicar un afecto amoroso con un mínimo de
expresiones verbales. Y otras veces las limitaciones están incorporadas a las
ceremonias culturales y rituales. La abundancia de simbolismos no verbales asociados
con los funerales, los casamientos, las prácticas religiosas y el festejo de la Navidad
parece particularmente apropiado, debido a que en estas ocasiones se necesita
obtener un mismo nivel general en lo que se refiere a la intensidad de las emociones
en personas que perciben la ocasión con distintas metas y antecedentes. Algunos
trabajos determinan limitaciones ocasionales para expresarse verbalmente por
ejemplo, el equipo a cargo de la producción de un programa de televisión durante una
emisión “en vivo”, o la comunicación entre un doctor y una enfermera mientras utilizan
mascarillas durante una operación quirúrgica. La mayoría de los artistas se basan en
comunicación no verbal.
Las personas incapacitadas físicamente o a quienes cuesta mucho trabajo
expresarse verbalmente recurrirán más que la mayoría a la comunicación a través de
los canales no verbales. E incluso aquellas personas que hablan perfectamente su
idioma nativo, pero que no hablan o entienden ningún otro lenguaje, utilizarán las
señales no verbales al comunicarse con una persona cuyo lenguaje verbal les sea
desconocido. Generalmente surge esta situación en encuentros interculturales, pero
también pueden suceder cuando se conocen personas de dos grupos subculturales
distintos.
También hay ocasiones en que “las palabras son sospechosas”. En estos
casos, los mensajes no verbales no deben tener prioridad sobre los mensajes verbales
pero se les tiene más confianza que en circunstancias comunes. Por ejemplo, al estar
interrogando a un prisionero, o cuestionando las afirmaciones de un testigo en un
juicio, es muy importante fijarse tanto en las señales no verbales como en las verbales.
También en las sesiones terapéuticas se duda acerca de la veracidad absoluta de las
palabras.
Aparte de las situaciones precedentes, en las que el comportamiento no verbal
tiene mayor importancia, la gran influencia del apoyo constante de las señales no
verbales proviene de su uso frecuente a lo largo de nuestras actividades de
comunicación diarias: en el hogar, en el trabajo, en la escuela y mientras se juega. Las
señales no verbales habrán de jugar un papel muy importante si nos estamos
formando una primera impresión de alguien que acabamos de conocer, al determinar
el estado de ánimo de una persona a la que conocemos desde hace mucho tiempo, al
tratar de entender lo que alguien nos quiere decir o al buscar convencer a una persona
de que nos contrate. Y aunque lo señalado pueda parecer hoy obvio o de sentido
común, el estudio científico de la comunicación no verbal en las relaciones humanas
se descuidó hasta antes de 1950.

LA NATURALEZA DE LA COMUNICACIÓN NO VERBAL

Las seis preguntas que vienen a continuación son las que plantean con más
frecuencia los alumnos que buscan entender mejor la comunicación no verbal. Se
refieren a varios temas fundamentales acerca de la naturaleza del comportamiento no
verbal.

¿Cómo se define la comunicación no verbal?

La connotación, más común de la frase comunicación no verbal equivale a


comunicación realizada por medios distintos a las palabras. Aunque esta definición
parece ser adecuada para un entendimiento general, deben aplicársele algunas
restricciones. Por ejemplo, algunos gestos tienen las mismas características que las
palabras. Los gestos emblemáticos son, por definición, traducciones virtuales directas
de palabras o frases, y el American Sign Languaje utilizado por los sordomudos, tiene
secuencias completas de gestos que son sustitutos de las palabras. En estos casos,
las palabras no se utilizan para producir la señal, sino que la señal misma y su
interpretación están entretejidas con palabras. Además, algunas de las palabras
habladas no parecen ser clara o especialmente verbales. Las palabras
onomatopéyicas, como gárgara o cacarear y el habla de los subastadores, que
dependen con frecuencia del ritmo y el tono vocal para comprender lo que se les dice,
ya que las palabras resultan ininteligibles, son dos ejemplos. La línea divisoria de lo
verbal y lo no verbal es borrosa muchas veces. Esto puede resultarle incómodo a
algunas personas, pero es un claro reflejo de cómo se desarrolla la comunicación
humana.
En ocasiones dirijo un ejercicio en mi salón de clases, que demuestra la
interdependencia entre el comportamiento verbal y el no verbal. A dos alumnos se les
dice que llevan a cabo una conversación puestos de pie. A uno de los alumnos se le
dice en privado, sin que el otro lo sepa, que se le acerque a la otra persona. Así, se
trata de lograr que el otro retroceda sin darse cuenta de lo que está ocurriendo. Para
distraer, más aún a la persona a quien se le invade el espacio personal, le digo en
privado que, gradualmente, deje en claro que “está en desacuerdo con lo que su
compañero está diciendo, y observe sus gestos”. En vez de simplificar la labor del
invasor, algunas personas, especialmente aquellas que expresaron su desacuerdo
verbal con mayor intensidad, no retrocedieron cuando la otra persona se les acercó.
En forma literal y figurada ellos “adoptaron una postura”. Este ejercicio muestra
también cómo algunas personas realizan invasiones en el habla del otro en forma de
interrupciones, mientras tratan de invadir el espacio personal del otro con los pies y el
cuerpo. Este tipo de ejemplos sólo sirven para recordarnos que los sistemas verbales
y no verbales se combinan y actúan juntos en nuestras interacciones diarias.
En un esfuerzo por evitar los escollos de una sola definición, algunas personas
definen la comunicación no verbal mediante una lista de las áreas que suelen
estudiarse, por ejemplo, las miradas, las expresiones faciales, el dolor, la apariencia
física, los gestos, las posturas, las vocalizaciones, la distancia, la forma de vestir, los
adornos corporales, el contacto y los factores ambientales tales como la arquitectura,
el mobiliario, el color, la iluminación y la temperatura.
En resumen, la comunicación no verbal se puede definir como aquella que
abarca señales distintas de las palabras, siempre y cuando se entienda que la
distinción entre las palabras y “otras” señales, a veces no es muy clara y puede
traslaparse. Los investigadores suelen preocuparse más por la definición de su propio
campo de estudio (por ejemplo, miradas, posturas, etc.) que por la etiqueta, más
abstracta, utilizada para definir la totalidad del campo de estudio.

¿Tiene cada comportamiento no verbal un significado propio?

Nosotros tendemos a asociar ciertos significados con determinados


comportamientos no verbales, pero así como en el comportamiento verbal, cada
comportamiento no verbal puede tener varios significados posibles, según el contexto
en que ocurra. Si yo le pidiese a usted que escribiera el significado de la palabra
“rápido”, usted podría discutirme legítimamente que el significado depende de quién
utilice la expresión, de lo que se dijo antes, de qué otras palabras se emplearon en la
oración, etc. Este mismo razonamiento ha de aplicarse a los comportamientos no
verbales.
Mirar fijamente a los ojos de otra persona puede significar que usted está
enamorado de esa persona o muy enojado en ella. Una sonrisa puede significar que
se está contento o ansioso; carraspear puede ser una señal hecha a un niño, un modo
de llamar la atención, etc. En ocasiones, dos significados muy distintos pueden ser
comunicados, simultáneamente, por la misma señal. Por ejemplo, cuando usted
regaña a un niño y lo sujeta firmemente por los hombros, puede comunicar “recuerda
lo que te estoy diciendo”, y a la vez “no me importa lastimarte para lograr que me
obedezcas”. A veces, el mismo comportamiento puede significar cosas distintas para
diferentes personas, o incluso para la misma persona. Una señal de afecto puede
transformarse en un acto de agresión para la misma persona cuando pierde intimidad
la relación.
Cuando usted hace cambios mínimos en la ortografía o entonación de una
palabra, el significado puede cambiar drásticamente. Esto ocurre también con las
señales no verbales. Asentir con la cabeza puede expresar que se está de acuerdo
con el que habla, o un deseo de abandonar la conversación, o incluso el deseo de
hablar. El significado depende en parte de las características del comportamiento
mismo. La frecuencia, velocidad y movimiento vertical de la cabeza tienden a
aumentar cuando señalan el deseo de salir o de hablar, más que para asentir con el
que habla. Además, la ubicación del comportamiento dentro de la corriente de
interacción proporciona claves respecto a su significado. Los asentimientos con la
cabeza, de acuerdo y apoyo, se dan en las coyunturas naturales del discurso de quien
habla; las peticiones de palabra, y de apartarse de la conversación ocurren
usualmente al azar, sin importar mucho su situación dentro del discurso.
Es importante dejar en claro que otros comportamientos tuvieron lugar junto
con el movimiento de cabeza; por ejemplo, ¿la postura era relajada o tensa?, ¿miró su
reloj la persona? Los participantes en la conversación pueden proporcionar también
algunas claves para determinar el sentido de este gesto. ¿Se conocía al orador como
un monopolizador de conversaciones? Pero también el medio ambiente puede influir
en nuestras atribuciones de significado. Estos y otros factores relacionados se utilizan
para determinar el significado de las señales no verbales.
Algunas señales no verbales, como las que aparecen en la figura 7-1, pueden
obtener significados semejantes de muchas personas aunque no tengan ninguna
información del contexto en que se desarrollan. Pero tan pronto como el gesto se
localiza dentro de un contexto interaccional, el significado “libre-de-contexto” puede o
no aplicarse. Como las palabras, algunas señales no verbales son abstractas y
abarcan muchos significados; otras son más concretas y tienen un menor nivel de
significados. Y las señales o signos no verbales pueden, incluso, evolucionar hacia
nuevos significados, como por ejemplo la “V”, que en la Segunda Guerra Mundial
significó victoria y durante la década 1960-1970 significó paz.

¿Hasta qué punto puede controlar la gente su comportamiento no verbal?

El grado en que puede ser controlado un comportamiento no verbal depende


del tipo de comportamiento de que se trate. En nuestras interacciones diarias es
común que controlemos algunos de nuestros comportamientos, y otros se realizan en
forma habitual. Con retroalimentación en la cantidad apropiada y del tipo correcto, se
podrían, probablemente, controlar de manera consciente estos comportamientos.
Ekman y Friesen (1969) se ocuparon de cinco tipos de comportamientos no
verbales y el grado en que nos damos cuenta de que los estamos llevando a cabo. Los
emblemas son actos no verbales que tienen una traducción verbal directa. Estamos
muy conscientes de que realizamos estos actos, y es muy probable que estén bajo
nuestro control en la misma medida que lo está la selección de las palabras. Los
ilustradores son gestos que acompañan e ilustran nuestra habla. Aunque parecemos
estar conscientes y ser capaces de controlar estos movimientos, el nivel de conciencia
y control es menor que el que tenemos respecto de los emblemas. Las
demostraciones de afecto son expresiones de emoción, normalmente expuestas por el
rostro. Una vez que ha aparecido la expresión en el rostro, parecemos tener un alto
grado de conciencia, mas la expresión se puede dar sin ninguna conciencia o control.
Ekman y Friesen (1969b) creen que generalmente controlamos bastante bien nuestras
expresiones faciales, por lo que consideran que es inapropiado buscar indicios en ellas
sobre la veracidad de lo que nos dice una persona. Los reguladores son los
comportamientos que nos sirven para mantener el flujo de ida y vuelta del habla y de
escuchar en la conversación. En general no nos damos cuenta de estos
comportamientos cuando son propios, pero estamos muy conscientes de su presencia
en otras personas. Estas son las señales que nos indican que nos apresuremos,
dejemos de hablar, nos expliquemos, repitamos, etc. Los adaptadores son los
comportamientos que nosotros llamamos con frecuencia tic nerviosos, como son
morderse las uñas, enroscar el cabello con un dedo, rascarse, etc. Se cree que estos
comportamientos se desarrollan junto con nuestras primeras experiencias al estar
aprendiendo nuestros comportamientos sociales, emocionales e instrumentales.
Normalmente, tendríamos poca conciencia de estos actos, aunque nos preocupamos
por los posibles efectos que pueda tener nuestra apariencia, y hacemos ajustes para
encajar en diversas situaciones sociales. Además, con frecuencia estamos
controlando el medio ambiente de una interacción cuando escogemos encontrarnos en
un lugar y no en otro, cuando modificamos la iluminación y el mobiliario pensando en
los fines de nuestra reunión, etc.
De este modo, a veces tenemos un alto grado de control sobre nuestro
comportamiento no verbal, como es el caso de los políticos, que planean con mucho
cuidado su apariencia y movimientos cuando van a aparecer en público. Pero en otras
ocasiones parecemos tener muy poco control, como demostraron unos profesores en
un estudio dirigido por Rosenthal y Jacobson (1968). Se aplicaron pruebas de
inteligencia a un grupo de estudiantes de nuevo ingreso a primaria, antes de que
tomaran clases por primera vez. Elegidos al azar (no dependiendo de los resultados
de las pruebas), estos alumnos fueron enviados a distintos maestros. A algunos
maestros se les dijo que tenían alumnos que habían obtenido altas calificaciones en
las pruebas de inteligencia, por lo que deberían mostrar gran desarrollo durante el año.
Estos alumnos mostraron un adelanto considerable en las pruebas de inteligencia
realizadas a fin de año. Entre otras cosas, los investigadores creen que el
comportamiento no verbal de los maestros contribuyó notablemente al aprendizaje de
los alumnos al comunicar sus esperanzas de triunfo por medio del contacto físico, las
expresiones faciales, el tono de voz y otros comportamientos no verbales, aunque el
deseo de manipular estos comportamientos no fuese consciente.
A pesar del hecho de que, en apariencia, tenemos más control sobre algunas
áreas del comportamiento no verbal que sobre otras, es una tendencia común a todos
creer que las señales no verbales suelen no estar bajo nuestro control. Como oradores
nos apoyamos en esta creencia cuando tratamos de evitar la responsabilidad por la
comunicación de un mensaje particular. Por ejemplo, “No fue mi intención que
pareciera sarcástico”. Y si estamos escuchando utilizamos esta afirmación cuando nos
decimos a nosotros mismos, “puede que él haya dicho que estaba de acuerdo
conmigo, pero me deja escéptico la forma en que lo dijo y la falta de contacto visual”.
Naturalmente que, mientras más gente aprenda sobre el comportamiento no verbal,
será más probable que los comportamientos que estaban más allá de nuestro control
lleguen a estar bien confrontados.

¿Quiénes son los comunicadores no verbales más hábiles?

Esta pregunta ha sido el centro de atención para cierto número de


investigadores en años recientes (Rosenthal, 1979, Rosenthal et al., 1979; Buck,
1976). El procedimiento de pruebas más extenso ha sido derivado de la prueba del
Profile of Nonverbal Sensitivity también conocido como PONS, de Rosenthal. La
Prueba PONS es una película cinematográfica compuesta por varios segmentos que
comunican distintos mensajes, como dominación, negatividad, etc. Cada uno de los
mensajes puede ser también administrado de modo tal que sea posible medir la
habilidad de cada persona para decodificar mensajes no verbales en un canal
particular o en una combinación de canales, por ejemplo, la cara, el cuerpo y la voz.
Los resultados de esta prueba, que ha sido aplicada a miles de personas, junto con los
resultados de otros estudios sugieren las siguientes conclusiones.
Las mujeres, como grupo, tienden a lograr más altas calificaciones que los
hombres en pruebas que miden tanto la emisión como la recepción de mensajes no
verbales. Las mujeres parecen ser especialmente hábiles en la percepción de señales
no verbales negativas. Algunos creen que la sensibilidad femenina en general tiene
sus raíces en el hecho de que las mujeres suelen estar entrenadas para ser más
atentas y corteses con los demás, y sensibles con respecto a la naturaleza de las
relaciones interpersonales. Otros grupos que han demostrado habilidad en la
decodificación de señales no verbales son los actores, los estudiantes que siguen
cursos de comunicación no verbal y quienes estudian artes visuales. Pero cualquiera
que es considerado como excelente en la realización de su trabajo tiende también a
obtener buenas calificaciones en relación con la sensibilidad hacia lo no verbal.
Aunque los hombres como grupo no lo hacen muy bien, otra evidencia sugiere
que en los matrimonios felices, los maridos son mucho más sensibles a las señales no
verbales de sus esposas que los maridos de matrimonios menos felices. Los que son
hábiles en la decodificación de mensajes no verbales tienen como características de
personalidad la extroversión, la popularidad y un alto índice de automonitoreo.
Los automonitores (Snyder, 1974) son sensibles a su propio comportamiento y
utilizan un fuerte control sobre él, pero son también sensibles a los comportamientos
de los demás, y utilizan estas claves para observar su propia presentación. La
inteligencia no parece estar muy relacionada con las habilidades no verbales de cada
uno.
Por lo general, los que son decodificadores hábiles también son buenos
codificadores. Las personas hábiles en la decodificación de un canal, parecen
demostrar también habilidades en otros canales; y aquellos que son capaces de enviar
y recibir mensajes en forma espontánea, parece que también lo hacen bien cuando se
trata de expresiones de posición. La gente puede mejorar su habilidad en la emisión y
recepción de mensajes no verbales. Una pericia en las habilidades no verbales es más
probable que se desarrolle junto con el deseo de mejorar la destreza, un conocimiento
básico del comportamiento no verbal, las experiencias guiadas y la práctica en muy
diversas situaciones.

¿Son aprendidos todos los comportamientos no verbales?

De los demás, en nuestro medio ambiente, aprendemos ciertas reglas de


comportamiento (los hombres no lloran, no hay que acercarse mucho a quienes no
conocemos, etc.). Mediante la observación de los demás aprendemos cómo
reaccionar ante ciertos estímulos. Si las personas que están a nuestro alrededor
muestran temor en vez de alegría al ver, por ejemplo, a una serpiente, es probable que
nosotros mostremos temor en futuros encuentros con serpientes. Nuestro medio
ambiente es también un instrumento para determinar cuándo ocurre por primera vez
un comportamiento, y con qué frecuencia ocurre después de eso. Algunos
comportamientos se aprenden de una persona y se comparten con ella; otros se
comparten con grupos mayores, como familias o culturas enteras. ¡Claro es que buena
parte de nuestro comportamiento no verbal es aprendido! (La Barre, 1964). Como
resultado de ello, no es raro hallar personas de distintas culturas que reaccionan de
modo muy distinto ante los mismos hechos o estímulos.
Al parecer, también existe un fundamento biológico en algunos de nuestros
comportamientos. Hay evidencia de que los programas neurológicos heredados
constituyen la base de algunos de nuestros comportamientos no verbales. Esta
evidencia de una base hereditaria de nuestro comportamiento no verbal se ha
acumulado a partir de tres tipos distintos de investigación:
1) Eibl-Eibesfeldt (1973) ha comparado las expresiones faciales de niños
ciegos y sordos de nacimiento, así como de otros sin extremidades, ciegos y sordos.
Aunque se advirtieron algunas diferencias, las semejanzas morfológicas en las
expresiones faciales de estos niños que no las pudieron haber aprendido viendo,
tocando u oyendo a otros, fue sorprendentemente similar a las de los niños nacidos sin
estas limitaciones.
2) Ekman (1973) encontró también semejanzas en la exposición y significado
de expresiones faciales entre culturas cuyos miembros saben leer y escribir, y culturas
anteriores a esa etapa, en diversas áreas del mundo. Incluso, algunas personas que
habían estado casi completamente aisladas de todo contacto con otras culturas
respondieron en forma similar a rostros que manifestaban alegría, temor, sorpresa,
tristeza, enojo, y aversión / desprecio.
3) El tercer tipo de investigación utilizado para apoyar la idea de que algo de
nuestro comportamiento tiene una base genética proviene del estudio de nuestros
parientes más cercanos, los primates. Si se pueden demostrar similitudes entre las
expresiones faciales humanas y las de primates no humanas, ello evidenciará todavía
más la posibilidad de un desarrollo evolutivo. Chevalier-Skolnikoff (1973) ha observado
caminos evolutivos respecto a las manifestaciones faciales de cólera en cuatro
primates vivos. Modelos similares de desarrollo se han encontrado también para la
alegría (sonrisa, carcajada) y la tristeza (con llanto y sin él). Aunque la mayor parte de
la evidencia en relación con la idea de que algo de nuestro comportamiento no verbal
se hereda está relacionada con las expresiones faciales de emoción, se están
investigando otros comportamientos. Pitcarin y Eibl-Eibesfeldt (1976) han observado,
por ejemplo, modelos similares de movimientos de cabeza en rituales de saludo entre
adultos, niños, primates e invidentes.
Nosotros, como especie, nacemos con la capacidad de aprender el lenguaje
verbal. Pero sin los estímulos ambientales y una educación correcta, no
desarrollaremos nuestras posibilidades de hablar. Los niños aislados de todo contacto
humano no aprenden a usar el lenguaje. De igual manera, parece que hemos nacido
con la predisposición o capacidad de aprender ciertos comportamientos no verbales.
La medida en que se desarrollen estos comportamientos y las peculiaridades de su
manifestación estarán determinadas, no obstante, por el medio ambiente de cada uno.

¿No es la comprensión del comportamiento no verbal la clave para el triunfo en


las relaciones interpersonales?

Sí y no. Sí, porque un entendimiento del comportamiento no verbal es seguro


que aumentará su pericia como comunicador; pero no, porque ello no garantiza el
triunfo o el dominio sobre otros. El comportamiento no verbal es una parte del proceso
total de la comunicación. A veces es muy importante; otras lo es menos para el
resultado de la conversación.
Algunas personas sienten que una comprensión de estos comportamientos
casi imperceptibles las capacitará de alguna manera para aplicar un mayor control
sobre los demás. Esto puede ser cierto para algunas personas en algunas ocasiones.
Los que son hábiles en la interacción verbal poseen también ventajas similares en
determinadas circunstancias. Pero el abuso generalizado de este conocimiento es
inhibido por dos factores: 1) nunca terminamos de aprender sobre la comunicación no
verbal. Las personas y las situaciones cambian. En años recientes se han dedicado
muchas investigaciones a la pregunta de qué es lo que los mentirosos exhiben en
relación con el comportamiento no verbal. Esta información será útil durante cierto
tiempo, pero los mentirosos aprenderán a cambiar y a controlar esos comportamientos
que los demás buscan. 2) No importa lo hábiles o conocedores que seamos, pues
todavía dependemos de las fragilidades de la percepción humana. Todavía seremos
desorientados por estereotipos, veremos cosas que no existen, trataremos de
proyectar nuestras propias cualidades y necesidades en los otros, percibiremos
selectivamente lo que queremos y dejaremos de ver los comportamientos que
suceden con demasiada rapidez o cuando estamos distraídos. Debemos aprender
tanto como podamos sobre los comportamientos no verbales y animar a los demás a
hacer lo mismo. No deberemos temer que nosotros u otras personas estamos
aprendiendo demasiado. Los retóricos han estudiado discursos a lo largo de más de 2
500 años, pero no nos preocupa el hecho de que muchas personas lleguen a
descubrir los secretos del discurso perfecto.
Una vez obtenida una perspectiva histórica y teórica para el estudio de la
comunicación no verbal, la última parte de este capítulo se centrará sobre la forma en
que utilizamos esas señales no verbales en la interacción diaria para alcanzar seis
metas comunes y prácticas: nuestra identidad, nuestra capacidad de relación y
nuestras emociones hacia otros; tratar de ejercer influencia sobre los demás y sobre
nosotros mismos; tratar de obtener comprensión y de manejar la interacción.

CUESTIONARIO

1. ¿En qué situaciones las expresiones no verbales pueden adquirir mayor


importancia?
2. Defina comunicación no verbal
3. ¿ Cuándo una comunicación no verbal adquiere un significado propio?
4. ¿ Es posible controlar la comunicación no verbal? ¿ Por qué?
5. ¿ El comportamiento no verbal es innato o adquirido? Justifique su respuesta.
6. ¿ Cuáles son los tres tipos de investigación que tratan de responder a la base
hereditaria del comportamiento no verbal?
7. ¿ Por qué el autor considera que la comunicación no verbal no es necesariamente
la clave para el éxito de las relaciones interpersonales?
8. ¿ Qué factores pueden inhibir el abuso generalizado del comportamiento no
verbal?
LOS PROBLEMAS EN LA COMUNICACIÓN

Tomado de: AGUILAR, Betty (1990) Psicología de la Comunicación. Lima:


CONCYTEC Pp. 66-69.

La comunicación humana, que como queda dicho es un proceso complejo, está


sujeta a muchas posibilidades de perturbación e interferencias : porque existe un
ángulo de deformación que viene marcado por las experiencias e intereses de los
interlocutores; porque además del mensaje manifiesto, puede existir un “mensaje
latente” contradictorio; porque haya dificultades en la comprensión mutua; y por otro
sinfín de motivos que pueda estorbar la necesaria fluidez en el intercambio y
comprensión de los mensajes.
Desde una perspectiva psicosocial se puede entender que todo lo que dificulte,
obstaculice o impida la fluidez de la interacción entre el polo emisor y el receptor es un
problema para la comunicación eficaz y satisfactoria. Así pues, cualquier fenómeno,
persona, grupo, proceso o situación que impida la llegada del mensaje, su adecuada
decodificación y comprensión, o el feedback posterior, debe ser considerado
“problema” aun cuando no sea en si mismo incompleto o defectuoso.
Se pueden encontrar tres grandes dimensiones en estos problemas:
1. Los que son de tipo humano y personal (emisor y receptor) y relacionados
con la interacción : (incomunicación, autocensura, supersticiones,
eufemismos, patologías, errores freudianos, etc.).
2. Los derivados del propio mensaje, su manejo y su proceso de transmisión
(doble sentido, gazapos, juegos verbales, incorrecciones en la construcción,
etcétera).
3. Los de origen psicosocial.(demandas simultáneas o contradictorias,
conflictos grupales, desinformación, censura, etc.).
Aunque es preciso intentar una clasificación de los problemas comunicativos, lo
cierto es que en realidad aparecen muy indefinidos y mezclados tanto en su forma
como en los aspectos que lo han originado. Igualmente hay que considerara que no
pueden ser analizados de la misma forma los problemas de comunicación en las
relaciones interpersonales, es decir, entre individuos concretos, que los que se
originan en las comunicaciones colectivas a gran escala, cuyo caso mas significativo
en el momento actual es el de los medios de comunicación de masas.
De la misma forma que a través de la comunicación somos capaces de aprender a
conocer a las personas, de compartir experiencias, ideas y sentimientos; o podemos
definir, diagnosticar y resolver problemas, una comunicación inadecuada impide el
logro de los objetivos y para las personas es fuente de estrés porque imposibilita el
crecimiento en lo personal y la eficacia en el trabajo. Hay otras razones, de matiz más
externo a los propios interlocutores, que también puedan explicar estos hechos: en
ocasiones no se tiene en cuenta el contexto social del receptor de nuestro mensaje; a
veces se recurre a una información burocrática y no personalizada; en otras ocasiones
no se utilizan los canales adecuados o se consideran que no es necesario ofrecer
tanta información ... Por no poner más que un ejemplo negativo se puede hablar del
error que puede suponer dar una noticia desagradable por teléfono.
Pero quizá el problema más importante en la comunicación interpersonal es el
hecho de que todos los procesos comunicativos establecen ciertos nexos emocionales
(aunque sean levísimos) entre las personas que se comunican. Este hecho reviste de
una dificultad añadida a la comunicación que se establece en las situaciones de
interacción comunicativas. Porque si los interlocutores se dejan enganchar
excesivamente con este “lazo afectivo” tendrían un gasto emocional añadido que se
podría en un sobrecarga en su actividad. Y si se le distancia tanto que no se impliquen
(suponiendo que pueda hacerlo sin mayor desgaste emocional que si no lo hicieran)
despersonalizarían la relación perdiéndose la riqueza y la calidad humana que le
confiere la presencia de las emociones. Aunque más que un problema, este “ligazón
emocional” es una característica humana que por eso mismo aparece también en los
contextos íntimos como en los profesionales y grupales. Precisamente hay muchas
ocupaciones grupales. Precisamente hay ocupaciones humanas que se pueden definir
justamente por eso, porque incluye un componente de “enganche” que prende alas
dimensiones efectivas de quien la desempeña ....y ese enganche es el motivo de que
estas profesiones sigan llamándose vocacionales.
A continuación se van a considerar dos dimensiones cualitativas en los problemas
de la comunicación: las dificultades, en tanto que imperfecciones, deficiencias o
errores, y las barreras que como su propio nombre lo indica, son obstáculos o
bloqueos en el transcurso del proceso.
Dificultades en la comunicación
Una importante perspectiva de estudio de la eficacia comunicativa se orienta a los
posibles defectos que puedan provocar un emisor o un receptor ineficaces, teniendo
siempre en cuenta que los roles de emisor y receptor son intercambiables en una
relación dialógica. Es decir, que se pasa de una a otra alternativamente: emisor
cuando se esta en el momento de elaborar y enviar el mensaje y receptor cuando se
trata de recibirlo e interpretarlo.
De manera muy gráfica y sintética puede afirmarse que cuando la comunicación
falla a causa de las personas que interactúan lo hace por lo siguiente :

¿Por qué falla la comunicación?

• Defectos frecuentes desde la posición del que habla


- No organizar el pensamiento antes de hablar.
- Expresarse con imprecisiones no comprensibles por el receptor.
- Introducir demasiadas ideas en un juicio.
- No apreciar la falta de eco, la capacidad de comprensión del interlocutor.
• Defectos frecuentes desde la posición del oyente
- No prestar la atención debida, al emisor o a su mensaje.
- Estar pensando en la respuesta que hay que dar antes de terminar de oír lo
que le dicen.
- Fijarse más en el detalle en lugar de recoger el sentido global del mensaje.
- Intentar encajarlo todo en los propios esquemas mentales sin ver ni
comprender al otro.

Como puede observarse, la dificultad reside en que el sujeto(ya sea emisor, ya sea
receptor) no es capaz de considerar al otro ni de ponerse en su lugar, ya sea por
precipitación, por desprecio del otro, por desinterés...o bien, porque tiene algún tipo de
problema que le hace estar demasiado pendiente de si mismo y de sus puntos de vista
o necesidades.
Este tipo de problemática se refiere, por tanto, a la falta de destrezas para la
relación personal en la interacción comunicativa, y como tales destrezas hay que
aprenderlas. Es importante hacer mención en este momento de los entrenamientos en
habilidades sociales que han demostrado su utilidad en numerosos entornos y
contextos comunicativos.
No solo la falta de destreza crea dificultades. Las actitudes, si son inadecuadas
también pueden generar dificultades en el proceso de comunicación:
a) Cortocircuito
b) Comunicación paradójica
c) Interferencias personales.
a) Cortocircuito: se refiere este concepto a la derivación de la comprensión del
mensaje, desde la interpretación adecuada hasta la inadecuada, a causa de
errores en su transmisión o interpretación.
b) Comunicación paradójica: se refiere a la presencia en el proceso
comunicativo de elementos contradictorios que impiden una correcta
decodificación de los mensajes. Puede ser, por ejemplo, una contradicción
entre lo que se dice y se hace. En otros casos la contradicción esta entre lo
que se expresa verbalmente y lo que se esta diciendo con los gestos no
verbales.
Seria el caso de decir “encantado de conocerle” con gesto adusto y sin mirar a
los ojos de la persona que nos están presentando.
c) Interferencias personales: tiene que ver con las dificultades en la captación
del mensaje por que ese interpone algún elemento extraño en su paso del
emisor al receptor. No nos referimos a interferencias exteriores como el clásico
corte de los cables del telégrafo en las películas de indio y vaqueros, sino
aspectos internos de matiz psicosocial. Suelen producirse predominantemente
por elementos emocionales: prejuicios, sobre exigencias en la tarea, actitudes
previas cargadas de emociones negativas, etc., aunque existe también una
importante dificultad que se remite a la historia y a las vivencias anteriores de
los interlocutores que condicionaran fuertemente unas actitudes adecuadas o
inadecuadas ante el proceso comunicativo o ante la persona con la que haya
que comunicarse.
Las barreras en la comunicación:
Hasta este momento se han mostrado diferentes tipos de dificultades, error o
distorsiones que pueden hacer poco inteligibles los mensajes o más difícil la
comunicación en los contextos sociales. Pero también seria interesante reflexionar
sobre el concepto de barrera, es decir, sobre aquellas circunstancias que, más allá de
las simples dificultades, pueden paralizar, detener o impedir el proceso comunicativo y
las consiguientes relaciones interpersonales.
Con el concepto de barrera no nos referimos aquí a los problemas normales de
todo acontecer humano, sino a la problemática interna de tipo emocional que bloquea
la comunicación de personas y colectivos que necesitan interaccionar perturbando sus
dinámica de convivencia y trabajo.
De entre las muchas barreras que pueden aparecer en los contextos sociales
queremos destacar tres que son fundamentales por ser muy significativas en el
quehacer de los grupos humanos y por los efectos tan negativos que producen al
bloquear las comunicaciones:
a) El escaso tiempo de que se dispone y la rutinización de las interacciones.
b) El conflicto grupal.
c) La personalidad de los comunicantes y sus actitudes.
d) El tiempo de que se dispone para los objetivos del trabajo es ciertamente muy
escaso en los contextos laborales del mundo de hoy, pero también en otras
muchas situaciones de intercambio social. Incluso hasta en la intimidad de la
familia se echa de menos un espacio de tiempo sosegado para la convivencia, la
educación de los hijos, la afectividad... No en vano puede afirmarse que el
tiempo es uno de los mas fuertes estresores de la vida actual. Y es que a causa
de su escasez su uso y su buena administración, puede representar un problema
difícil que implica una previa organización y valoración de las tareas
profesionales y demás acciones en las que se vaya a “gastar” ese tiempo que
nunca volverá.
Algunos profesionales, de muy diversas áreas, agobiados por el problema del
tiempo – entre otros – han recurrido a la rutina, porque al parecer el hecho de
automatizar la realización de alguna parte de su trabajo podría ahorrar tiempo.
Sin embargo, la percepción que tiene los clientes y usuarios de los servicios
donde actuaban estos profesionales no es de eficacia y de ahorro de tiempo sino
de un acusado desinterés y “falta de comunicación”.
e) El conflicto grupal se puede configurar como otra fuerte barrera para que la
comunicación fluya de una manera satisfactoria. Este conflicto (como choque e
incompatibilidad entre los objetivos y las actuaciones de los diferentes miembros
del grupo) va acompañado de altas dosis de malestar social e insatisfacción
junto a otro tipo de sentimientos negativos como la irritación, la agresividad, el
desánimo, etc.
Par un análisis de este aspecto habría que remitirse sobre todo a choques y
problemas internos entre los miembros del grupo cuyo daño emocional va a
repercutir luego negativamente en sus actividades y en lo que incluyan de
relaciones interpersonales. El origen del conflicto puede ser muy variado, pero
en lo que se refiere a las interacciones comunicativas, consignaremos dos
grandes conjuntos de causa: de un lado los problemas externos al grupo
humano como las exigencias excesivamente duras o inaceptables o el
enfrentamiento entre la “cultura interna” del grupo y las metas del poder (o de la
administración). Por otra parte hay que contar con los problemas internos,
personales y hasta privados como la presencia de objetivos o valores
incompatibles entre si o los de unos miembros con otros; la aparición de
problemas humanos de convivencia y, sobre todo, la acumulación de
frustraciones (da igual son de la vida privada o del trabajo)...}
f) La personalidad de los comunicantes y sus actitudes puede llegar a ser una de
las infranqueables barreras para el logro de una comunicación eficaz y
satisfactoria. Por eso los fundamentos básicos de todo proceso positivo de
interacción humana se puede resumir en una sencilla proposición:
“Céntrese en el tratamiento del tema y no se “enganche”de ninguna manera en
confrontaciones personales; no implique su yo, que el objetivo es otro.”
Puede parecer una tontería por su simpleza y evidencia pero si se analiza
cualquier proceso de relaciones humanas podrá comprobarse como se transgrede
continuamente lo que esta proposición aconseja. Porque el yo es algo muy delicado y
todos tendemos instintivamente a protegerlo sin saber distanciar el nivel privado e
intimo del ámbito social y externo donde radica la actividad publica y profesional. Este
distanciamiento es un sano ejercicio que deben practicar las personas que desarrollen
actividades y profesiones que requieran algún tipo de relaciones personales.
Se trata de procurar que lo mas intimo y reservado de nuestro yo esté situado
en el “mundo privado”, al que no pueden llegar las agresiones del exterior; y trabajar y
actuar con esa otra parte de nuestra persona que podríamos llamar yo publico o
profesional en el “mundo publico”.
Para este yo, el publico o profesional, es mas fácil que para el yo privado, estar
curtido y fortalecido (nunca endurecido)ante cualquier clase de problemática
comunicativa que pueda aparecer durante el transcurso de sus actividades. La clave
de esta actitud está en saber seguir trabajando por el objetivo propuesto sin desviarse
de él por nada personal porque esto es lo caracteriza a una persona abierta y flexible
en sus relaciones con los demás.

CUESTIONARIO

1. ¿ Cuáles son las tres dimensiones que engloban a


los problemas de la comunicación?
2. ¿ Por qué considera el autor que uno de los
problemas más importantes de la comunicación es el nexo emocional que se
establece?
3. ¿ Cuáles son las fallas que se presentan en la
comunicación originadas por las personas que interactúan en ella?
4. ¿ Cómo se define el cortocircuito?
5. ¿ Qué se entiende por comunicación paradójica?
6. Defina “interferencias personales”
7. ¿ Cuáles son las barreras de la comunicación?
8. Defina cada una de las barreras de la comunicación
COMO SE DESARROLLAN LAS HABILIDADES SOCIALES

Tomado de: HIDALGO, Carmen (1991) Comunicación Interpersonal:


Programa de Entrenamiento en habilidades Sociales
Chile: Universitaria Pp. 17-21

EL SER HUMANO COMO SER SOCIAL


Los seres humanos nacen equipados con un potencial genético y biológico de
amplias posibilidades de desarrollo, pero con un repertorio conductual bastante
limitado. Pocos seres vivos nacen tan desvalidos como el hombre y por lo mismo con
tanta necesidad de cuidado y protección de otras personas para su subsistencia.
Durante toda la vida el hombre vive un proceso continuo de desarrollo y aprendizaje
en que se va dando una constante interacción entre su programación genética y su
medio ambiente. El medio ambiente del hombre es básicamente su medio social. El
hombre es un ser social por naturaleza y requiere de su entorno para desarrollarse
integralmente, contexto que en gran medida es un contexto social. Resulta entonces
fundamental el desarrollo de las habilidades que permitan relaciones interpersonales
satisfactorias y efectivas.
El desarrollo social de la persona comienza en el momento en que nace. Se ha
demostrado claramente la importancia esencial del vínculo afectivo madre-hijo desde
el inicio para el posterior desarrollo social del individuo. En el niño, a las 5 o 6
semanas de vida aparece la primera “sonrisa social”, que marca el primer hito de
comportamiento interpersonal. En esta conducta podemos apreciar una de las
características esenciales de la conducta interpersonal, a saber la reciprocidad o el
carácter interaccional presente en toda relación social.
El comportamiento social constituye un aprendizaje continuo de patrones cada
vez más complejos que incluyen aspectos cognitivos, afectivos, sociales y morales que
se van adquiriendo a través de un proceso de maduración y aprendizaje en
permanente interacción con el medio social.
La meta del desarrollo social es lograr un nivel de autonomía personal que le
permita su propia autoafirmación, junto con actuar y comprender la interdependencia
entre las personas y su grupo social.
Desde un enfoque evolutivo se espera que se alcancen ciertas tareas y metas
en el plano interpersonal durante el transcurso del desarrollo. Así, por ejemplo, se
plantea que en la etapa escolar el niño debería aprender las conductas sociales que
se esperan de él, adquisición de roles y jerarquización de sus conductas según las
normas de convivencia y regulación social. El adolescente, por otra parte, también
debe lograr desarrollar ciertas conductas interpersonales específicas que le impone el
medio social. Debe adquirir destrezas sociales heterosexuales, conseguir relaciones
interpersonales afectivas cercanas con el otro sexo, ampliar sus habilidades sociales a
contextos más abiertos como el trabajo o la universidad, entre otras.
El modelo de aprendizaje social sostiene que el funcionamiento psicológico, y
por tanto el desarrollo social, responde a la interacción recíproca de múltiples factores
ambientales, individuales y de conducta de la persona, que en definitiva permiten el
aprendizaje del comportamiento social. El comportamiento interpersonal se aprende
por asociación y por aprendizaje instrumental, siendo el refuerzo social uno de los
reforzadores más poderosos para la adquisición y mantención de la conducta
interpersonal. Bandura (1977) ha enfatizado la importancia de factores cognitivos en el
aprendizaje, demostrando la importancia de ellos en el aprendizaje vicario. El
aprendizaje por observación requiere de procesos tales como percepción, atención y
memoria, reproducción motora y factores motivacionales que suponen procesos
cognitivos complejos de abstracción y simbolización. Uno de los medios más efectivos
de aprendizaje de comportamiento complejos, como es la conducta social, es a través
de la observación de modelos significativos.
Hay autores que consideran dentro de las teorías de la inteligencia el desarrollo
social y las habilidades sociales, las que responderían a un cierto tipo de inteligencia.
Gardner (1983) plantea que existiría una inteligencia intrapersonal, que le permite a la
persona un mayor conocimiento y análisis de sus propias claves afectivo-sociales, y
una inteligencia interpersonal, que le permite la captación del sutil lenguaje
interpersonal. Ambas inteligencias se fusionan para generar el “sentido del yo”,
postulando que esta inteligencia personal está fuertemente influida por cada cultura, la
cual tiene sus propios sistemas de símbolos y significados. La enculturación de la
inteligencia personal toma formas muy variadas e individuales, por lo cual se hace
difícil compararlas. Sin esta inteligencia, dice Gardner, la persona sólo podría realizar
una discriminación desorganizada y muy elemental de sus sentimientos faltándole el
potencial para darle sentido a las experiencias de él y los otros en su grupo social.
Reconoce por tanto que la inteligencia social no es únicamente cognitiva sino parte del
repertorio intelectual humano.
Piaget postula una estrecha relación entre lo cognitivo y lo social, siendo lo
primero una condición necesaria aunque no suficiente para alcanzar las metas que
plantea el desarrollo social. La conducta social en cuanto se desarrolla en interacción
con el contexto social está fuertemente determinada por las características de dicho
contexto: valores, normas y roles que definen una determinada cultura. Por tanto el
comportamiento social tiene características idiosincráticas propias del grupo social y
de la cultura (Abarca & Hidalgo, 1989).
En síntesis, para un adecuado desarrollo social que permita relaciones
interpersonales satisfactorias y efectivas se requieren habilidades cognitivas y
destrezas conductuales organizadas armoniosamente en un curso integrado de
acciones, dirigidas a metas interpersonales y culturalmente aceptadas. Esto es lo que
denominaremos, de acuerdo a la definición de Ladd y Mize, habilidades sociales.

LO QUE SE HEREDA Y LO QUE SE APRENDE


Una frecuente interrogante dice relación con el carácter hereditario de la
conducta social. Las grandes diferencias individuales y la estabilidad de algunos
comportamientos interpersonales muy relacionados con la falta de habilidades
sociales, tales como la ansiedad social y la timidez, han llevado a detectar un
componente genético en estas características individuales.
Plomin & Daniels (1984), en su artículo “Genética y Timidez”, después de
analizar 18 investigaciones con gemelos, un estudio familiar y un estudio con hijos
adoptados, que cubren desde el primer año de vida hasta la edad media, incluyendo
variados métodos de medición tales como observación, entrevistas y evaluaciones de
los padres, cuestionarios de autorreportes, concluyen que la herencia efectivamente
es un factor etiológico en las diferencias individuales de la timidez.
Un diseño que ha resultado especialmente efectivo para el estudio de la
influencia genética es el que incluye familias adoptivas donde el factor naturaleza y
ambiente se encuentran separados; padres biológicos que comparten la herencia pero
no el ambiente de sus hijos se comparan con padres adoptivos que comparten el
ambiente familiar pero no la herencia con sus hijos adoptivos.
El proyecto de Adopción de Colorado (CAP) estudió longitudinalmente 182
familias adoptivas y 164 familias no adoptivas, comparando niños adoptivos y no
adoptivos, entre los 12 y 24 meses. Los resultados de la correlación padres-hijos en
familias no adoptivas sugieren que la timidez infantil se relaciona positivamente a la
timidez de los padres y negativamente a la sociabilidad parental. En estas familias, la
relación padre-hijo puede estar mediada por factores genéticos o ambientales. Sin
embargo, las correlaciones entre las madres biológicas y sus hijos dados en adopción
a los 24 meses muestran la influencia de la herencia. Especialmente significativa fue la
correlación negativa encontrada entre la timidez infantil y la sociabilidad de sus madres
biológicas (mediciones logradas a través de cuestionarios de autorreporte de las
madres y cuestionarios contestados por los padres acerca de sus hijos adoptivos).
Estos resultados del CAP indican una influencia hereditaria y ciertamente
influencia del medio ambiente familiar. La interacción ambiente-genotipo sugiere la
posibilidad de que factores ambientales afecten a los niños diferencialmente como
función de su predisposición genética. Esto no significa que las diferencias individuales
en los tímidos sean inmutables debido a la herencia; los efectos genéticos implican
una propensión genética y no una predestinación. Por lo tanto, los cambios en las
personas tímidas son perfectamente posibles.
También deben considerarse factores predisponentes de vulnerabilidad y
habituación al stress que determinan diferencias individuales. Eysenck (1970) se
refiere al nivel de neuroticismo, intensidad y persistencia de la reacción frente a
estímulos externos, como un factor de personalidad predisponente. Un alto nivel de
neuroticismo implica una reacción demasiado intensa y persistente ante los estímulos
fuertes.
Por otra parte, sobre esta base genética y predisponente en su interacción con
el medio ambiente, el niño va desarrollando sus habilidades sociales a través del
aprendizaje. Hay una serie de factores ambientales que también son considerados
como predisponentes, tales como ciertos sistemas familiares, condiciones socio-
económicas y culturales, etc.
Los factores predisponentes de personalidad, biológicos y ambientales, deben
ser considerados porque pueden ser responsables de la resistencia a cambios,
recaídas en conductas sociales inadecuadas, o ser personas que presenten un mal
pronóstico.

EL PROCESO DE SOCIALIZACION
El aprendizaje de las habilidades sociales se va dando a través de un complejo
proceso de interacción de variables personales, ambientales y culturales.
La familia, grupo social básico, donde se producen los primeros intercambios
de conducta social y afectiva, valores y creencias, tiene una influencia muy decisiva en
el comportamiento social. Los padres son los primeros modelos significativos de
conducta social-afectiva y los hermanos constituyen el subsistema primario para
aprender las relaciones con sus pares. Por otra parte, los padres trasmiten ciertas
normas y valores respecto a la conducta social, ya sea a través de información,
refuerzos discriminativos, castigos y sanciones, comportamiento y modelaje de
conductas interpersonales.
La incorporación del niño al sistema escolar le permite y obliga a desarrollar
ciertas habilidades sociales más complejas y extendidas. El niño debe adaptarse a
otras exigencias sociales: diferentes contextos, nuevas reglas y la necesidad de un
espectro mucho más amplio de comportamiento social. Es un período crítico respecto
a las habilidades sociales ya que estas mayores exigencias pueden llevar al niño a
presentar dificultades que antes no eran tan claramente detectadas (ya que pueden
haber estado en concordancia con el sistema familiar) o pueden empezar a producirse
problemas de ansiedad social y timidez.
Al comienzo de la adolescencia el joven ya tiene una autoconciencia de ser
“objeto social” y se reconoce a sí mismo y a los demás como expuestos al escrutinio
público, quien enjuicia la competencia y adecuación social. Esta autoconciencia de sí
mismo (yo social) parece ser un rasgo universal del entrenamiento de la socialización.
Los niños son enseñados que los demás observan su apariencia y sus
comportamientos sociales. Esta tendencia a focalizarse en uno como objeto social no
está presente en infantes, no sólo porque tienen falta de entrenamiento en la
socialización, sino porque no tienen las habilidades cognitivas que se requieren.
Cuando esta autoconciencia es aguda, se pueden producir serios problemas de
timidez. Los padres se encargan muchas veces de esto con verbalizaciones del tipo
“qué dirán los demás si...”, “qué van a pensar si...”.
El período de la adolescencia es una etapa del desarrollo en que el joven debe
encarar múltiples tareas que implican relaciones interpersonales diferentes a las de la
infancia y debe desarrollar habilidades para resolver problemas de una manera
independiente. Los adolescentes deben hacer amigos (as), aprender a conversar,
participar en diferentes grupos de actividades extracurriculares, tener un grupo de
iguales al que se sienta integrado e identificado y aprender comportamientos
heterosexuales.
Posteriormente, en la vida adulta, la persona requiere desarrollar habilidades
para el trabajo, realización de tareas en equipo y habilidades interpersonales con su
pareja. En la vejez también se requieren destrezas específicas para enfrentar las
problemáticas propias de esa etapa de la vida.
En definitiva la conducta social es un proceso de aprendizaje permanente a
través de la vida. Su adecuación y competencia, están determinadas por la interacción
permanente del sistema interpersonal, que debe ir adaptándose a las diferentes tareas
y funciones del individuo, de la familia y de los roles sociales que cada uno debe
cumplir en la vida.

CUESTIONARIO

¿ Qué plantea el modelo de aprendizaje social?


¿ Qué plantea Gardner con respecto a ala inteligencia interpersonal?
¿ Qué plantea Piagget con respecto a la relación cognitiva – social?
3. ¿ Cuál es la importancia de los
factores predisponentes en el factor hereditario de la comunicación?
¿ Cuál es la influencia que ejerce la familia en el proceso de socialización?
¿ Cuál es la influencia que ejerce el medio escolar?
Describa la evolución de la comunicación en la etapa adolescente
Describa la evolución de la comunicación en la etapa adulta

ATRACCION INTERPERSONAL

Tomado de: RODRIGUEZ Aroldo (1993) Psicología Social . México: Trillas.


Pp. 269-277.

La formación de amistades y enemistades es una consecuencia natural del


proceso de interacción social. El fenómeno de atracción interpersonal ha recibido
atención especial de los psicólogos sociales, puesto que sentirse aceptado o
rechazado es una variable que ejerce una considerable influencia sobre la conducta
humana. Sartre (1947) afirmó en cierta ocasión, a través de un personaje de una de
sus obras teatrales, que “el infierno son los hombres”. Otros quizás afirmen que “el
cielo son los hombres”. De cualquier modo, nuestras relaciones afectivas con las
personas con las que mantenemos contacto son un importante factor psicológico para
la comprensión de la conducta humana. Difícilmente nos mantenemos afectivamente
neutros respecto de las personas con las que sostenemos contacto constantemente.
De igual modo, no es común que los demás expresen apenas sentimientos de
neutralidad afectiva en relación con nosotros. Queremos mucho o poco, amamos,
odiamos, aborrecemos también en diferentes intensidades, e incluso algunas veces
nos sentimos relativamente neutros en nuestras relaciones afectivas con los demás.
La atracción o repulsión afectiva existente entre dos personas ejercerá influencia sobre
una serie de conductas sociales como la susceptibilidad a la influencia y a la
identificación, la imitación y la agresión, el ejercicio del poder, la formación de grupos,
la percepción social, etc.
Se muestra aquí justificación para la importancia que se le otorga a esta
situación en la Psicología social contemporánea. ¿Cuáles son los factores que ejercen
influencias sobre nuestras relaciones afectivas con las personas con las que
mantenemos contacto? ¿Cómo se forma, se mantiene y concluye la atracción
existente entre dos personas? Ahora observemos los progresos realizados en el
intento de contestar estas interrogantes.

FACTORES QUE AFECTAN LA ATRACCION INTERPERSONAL

Proximidad física
Innumerables estudios han demostrado que el simple hecho de que las
personas vivan cerca unas de otras, o que por cualquier otro motivo mantenga
frecuentes contactos por encontrarse en una situación de proximidad física, se
correlaciona positivamente con la formación de una relación interpersonal de atracción
entre las mismas. Festinger, Schachter y Back (1950) llevaron a cabo una
investigación en un conjunto habitacional para estudiantes casados y determinaron
una frecuencia significativamente mayor de amistades establecidas entre personas
que residían cerca unas de otras. Al ampliar el mismo tipo de estudio a una ciudad,
que por sus características representa una excelente oportunidad para un estudio de
campo acerca de la influencia ejercida por el factor proximidad física sobre la atracción
interpersonal, Whyte (1956) determinó, una vez más, la comprobación de la
correlación existente entre estas dos variables. La pequeña ciudad estudiada por
Whyte estaba habitada por personas que se había mudado prácticamente en la misma
época, además, no existía en dicha comunidad diferencias en el tipo de residencia;
todas ellas presentaban más o menos un mismo nivel de confort, evitando, de ese
modo, la formación de sectores más o menos sofisticados desde el punto de vista
socioeconómico. La influencia ejercida por el factor proximidad física en la formación
de las amistades, tal como fue indicada por la frecuencia de las fiestas, el número de
visitas recíprocas, la formación de grupos para juegos, etc., fue claramente observada.
¿Cuáles serán las razones que hacen que se presente retiradamente la correlación
entre la proximidad física y la atracción interpersonal?. El sentido común sugiere
algunas, a saber:
La conveniencia (es mucho más cómodo entablar amistad con alguien que se
encuentra próximo a nosotros. Los costos que implican la superación del problema de
la distancia física entre las personas que se atraen mutuamente, desaparecen en la
situación de proximidad y así hacen la relación interpersonal más compensatoria)
La familiaridad (el encuentro frecuente con una persona conduce a una búsqueda de
relaciones amistosas con la misma; sería muy desagradable establecer relación de
enemistad con las personas con las que entramos constantemente en contacto).
Entre los factores que no tan obviamente explican el papel desempeñado por la
proximidad en la formación de sentimientos positivos entre las personas, podemos
destacar los siguientes:
-Oportunidad de interacción. es evidente que la proximidad ofrece mayores
oportunidades para el establecimiento de contactos, facilitando, por este motivo, la
extinción de la hostilidad inicialmente existente, hace posible el desarrollo de la
atracción entre personas que inicialmente se aborrecían.
-Oportunidad de un mayor conocimiento mutuo que implica una mayor
capacidad de predicción de la conducta. De hecho, la proximidad y la semejanza de
los hábitos, los estilos, los estados de espíritu, etc., de las personas que viven
próximas unas de otras, provoca que éstas se hagan conocidas. La consecuencia de
dicho conocimiento es la posibilidad de anticipar los costos y las recompensas
resultantes de su interacción, puesto que disponen de un mayor conocimiento de las
personas con las que interactúan.
-La simple familiaridad, producto de la frecuencia de los encuentros. Zajonc
(1968) demostró que las personas tienen tendencias a desarrollar sentimientos más
positivos en relación con los objetos que se les presentan un mayor número de veces.
Este investigador utilizó caracteres chinos y fotografía de personas para realizar su
experimento. Ambos estímulos eran presentados por frecuencias de 0, 1, 2, 5, 10 y 25
veces. Cuanto era mayor era la frecuencia de la exposición, más positiva resultaba la
actitud de los sujetos relacionada con los estímulos. Rodríguez y Boschi (1971)
repitieron el experimento realizado por Zajonc, utilizando sujetos brasileños de la U.F.
de Minas Gerais, y agregando dos nuevas intensidades de frecuencia: 40 y 60 veces.
Los resultados confirmaron los obtenidos por Zajonc para frecuencia de hasta 25
veces. Entretanto, tal y como lo esperaban Rodríguez y Boschi, cuando la frecuencia
de las exposiciones aumenta demasiado, se registra una saturación que provoca una
disminución de la actitud favorable.
Zajonc, Swap, Harrison y Roberts (1971) señalan algunas variables que limitan
la generalización de la relación existente entre la frecuencia de la exposición y la
positividad de la actitud en relación con los estímulos expuestos.
Los datos que acabamos de citar se refieren, sin embargo, a las actitudes
manifestadas en relación con estímulos impersonales (fotografías, caracteres chinos,
etc.), lo que constituye una prueba de la existencia de una función curvilínea entre la
frecuencia de la exposición y el sentido de la actitud en relación con dichos estímulos.
Resultaría inadecuado generalizar estos resultados para situaciones interpersonales.
A pesar de todo, nos parece que el inicio de las relaciones amistosas puede facilitarse
por la frecuencia de contactos puramente visuales (tal y como en los experimentos
anteriormente mencionados).
A partir de esos contactos visuales, el fenómeno adquiere características
propias, diferentes de las que han sido consideradas en los experimentos citados
anteriormente.
Sin embargo, resulta importante destacar que no siempre conduce el factor
proximidad a una mayor atracción interpersonal. Lo que se ha afirmado hasta aquí, en
relación con este aspecto, supone que otros factores se mantengan constantes y en
un determinado estado. En el caso de que exista, por ejemplo, una cierta
predisposición claramente establecida entre dos personas, la proximidad podrá
agravar dicho estado de cosas. Al ser colocadas en una situación de proximidad, las
personas de diferentes estatus pueden mostrar tendencias a la exacerbación de las
diferencias producto de sus respectivos estatus, provocando mayores conflictos. Por
otro lado, diversos estudios han demostrado que muy por el contrario de los que el
sentido común nos podría indicar, las personas prejuiciosas pierden mucho de sus
prejuicios al participar en situaciones de proximidad.

Identidad de valores, actitudes y otras características


De modo general, nos aparece que pocas personas serían capaces de negar el
papel de catalizador que desempeña la identidad de valores, actitudes y otras
características personales capaces de ser valorizadas, en la formación de un
sentimiento positivo entre las personas. Cuando un hincha observa a una persona con
la bandera de su club, inmediatamente le demuestra simpatía; si en una reunión social
una persona encuentra a otra cuyo campo de actividad profesional es semejante al
suyo, existen grandes probabilidades de que se manifieste un sentimiento inicial de
positividad que conlleve a una mayor interacción entre las mismas; y así
sucesivamente. Se podrían citar innumerables ejemplos de la vida cotidiana que
corroboran la afirmación hecha al inicio de la presente sección, aun cuando el asunto
sea considerado desde el punto de vista de una psicología ingenua, no científica, que
todos los seres humanos son capaces de utilizar y lo hacen constantemente.
Del mismo modo como la percepción de la semejanza conduce a un
sentimiento positivo, la existencia de atracción interpersonal es capaz de producir
distorsiones perceptivas que nos hagan “ver” semejanzas de valores y actitudes en las
conductas emitidas por las personas con las que nos identificamos. Hovland, Janis y
Kelley (1953) denominan asimilación al fenómeno de la distorsión de una
comunicación en el sentido de hacerla más coherente con los puntos de vista
sostenidos por el receptor de la misma. El fenómeno opuesto, o sea, el de la distorsión
encaminada a distanciar la comunicación de los valores y las actitudes defendidas por
el receptor, es designado bajo el nombre de contraste. Diversos experimentos han
demostrado la existencia de ambos fenómenos. Las distorsiones perceptivas
introducidas en la observación de una conducta o en la recepción de una
comunicación podrán ser de asimilación o de contraste, de acuerdo con la existencia
de sentimientos positivos o negativos entre las dos personas y de acuerdo con la
positividad o negatividad del sentimiento del perceptor en relación con la otra persona.
Veamos a continuación las posibles explicaciones existentes para que la
semejanza provoque atracción:
- Reducción de los costos durante el procesos de interacción social. De
hecho, si una persona desarrolla actividades y defiende valores semejantes a los de
otra persona, es posible que existan menos controversias, menos conflictos y un
mayor consenso de opinión. Es evidente que todos estos factores reducen los costos
de la interacción y conducen a la obtención de mejores resultados para ambos.
- Establecimiento de la realidad social. Al estudiar las teorías de Festinger
de 1950 y de 1954 (referentes a la comunicación social informal y a los procesos de
comparación social, respectivamente), vimos el papel desempeñado por el
establecimiento de una realidad social. En la ausencia de una realidad objetiva capaz
de dilucidar una controversia, buscamos apoyo en nuestras posiciones para el
establecimiento de un criterio de evaluación de las mismas. El hecho de que entremos
en contacto con personas que concuerdan con nuestras posiciones es capaz de
suministrarnos esta realidad social que perseguimos.
- Satisfacción de la necesidad de comparación social. Al estudiar la teoría
de los procesos de comparación social de Festinger (1954) satisfacemos nuestra
necesidad de comparación social en lo que se refiere a nuestras habilidades y
opiniones, buscando personas a las que somos semejantes. La asociación de
personas semejantes suministra, pues, la base para la comparación de habilidades y
opiniones.
- Papel reforzador de la concordancia. Sullivan (1947) señala que las
personas le otorgan validez a sus actitudes a través de la concordancia con los
demás. Este investigador designa este fenómeno bajo el nombre de validación
consensual. Este concepto proviene de otra importante noción de su sistema –la del
otro significante (significant other). La búsqueda de concordancia expresada en la
noción de validación consensual demuestra una clara consecuencia provocada para
que otras personas adquieran significación para nosotros en el desarrollo de nuestra
personalidad.
En palabras de Smith, Bruner y White “... la acción de mantener ciertas
opiniones es un acto de filiación a grupos de referencia. Es un medio de decir: soy
como ellos. Veremos que los grupos de referencia pueden desempeñar también un
papel negativo en el funcionamiento de las opiniones. Existen grupos con los que
intentamos evitar la afinidad o la identificación”.
Pruebas experimentales apoyan la hipótesis planteada por Festinger de que “la
interrupción de la comparación con los demás se verá acompañada, en el caso de las
opiniones, por actitudes hostiles o despreciativas...”
Finalmente, tres estudios experimentales demostraron también la importancia
de la concordancia en las relaciones interpersonales. Zimbardo demostró que cuando
los amigos se encuentran en desacuerdo cambian sus posiciones con el objeto de
hacerlas más semejantes. Rainio comprobó experimentalmente las predicciones de un
modelo de aprendizaje de interacciones sociales, suponiendo a la concordancia como
compensatoria y a la discordancia como punitiva. Los datos comprobaron su hipótesis.
Lerner y Becker, demostraron que cuando los Ss eran enfrentados a personas
semejantes y no semejantes que discordaban de ellos sobre asuntos relevantes, éstos
preferían comunicarse más frecuentemente con las personas no semejantes para
cambiar sus posiciones y concordar con ellos.
Walster y Walster plantearon un interesante problema acerca de la relación
existente entre la semejanza y la atracción interpersonal. Según estos autores, la
búsqueda de personas semejantes no es un fenómeno obvio, puesto que una persona
diferente es capaz de suscitar nuevas ideas, nuevas maneras de enfocar los
problemas, en fin, de presentar novedades inesperadas capaces de hacer la relación
interesante y agradable. Plantearon entonces la hipótesis de que si a una persona se
le asegurase que sería recibida en buena forma tanto por personas semejantes a ella
como por personas que de ella difiriesen, dicha persona preferiría asociarse a las
personas diferentes. Por otro lado, estos autores esperaban que las personas
inseguras acerca de su capacidad de ser bien recibidas por otras, o que por cualquier
otro motivo necesitan intensamente del afecto de otra, buscarían abiertamente a
personas semejantes. El experimento llevado a cabo para comprobar dichas hipótesis,
las respaldó ampliamente.
Otro factor que debe ser tomado en consideración en el estudio de la relación
existente entre la semejanza y la atracción interpersonal es el que se refiere a la
relevancia del objeto de la semejanza entre dos personas. Si una persona tiene los
ojos del mismo color que los de otra persona podremos afirmar con seguridad que
este factor provocará una menor atracción interpersonal de que, por ejemplo, el hecho
de que dos personas tengan la misma orientación política y religiosa.
Un tercer aspecto que debemos destacar en el estudio de este asunto consiste
en la existencia de una posición diametralmente opuesta a la defendida hasta aquí en
esta sección, o sea, la teoría de las necesidades complementarias de Winch. Según
este autor, las personas buscan en el matrimonio compañeros diferentes a sí mismo, o
sea, compañeros que presenten características tales que permitan complementar lo
que al otro le falta. De acuerdo con esa posición, las personas dominantes buscan a
personas sumisas y viceversa, así como los sádicos buscan a los masoquistas, etc. A
través del análisis de las necesidades caracterizadas por las personalidades de 25
matrimonios. Winch, Ktsanes y Ktsanes afirman haber encontrado confirmación a su
hipótesis. Entretanto, diversas investigaciones realizadas en este sentido no confirman
la hipótesis de Winch. Sodré (1970) planteó la hipótesis según la cual las personas
cuyo yo real se distanciase demasiado de su yo ideal tenderían a buscar personas
diferentes. Estas personas diferentes serían semejantes a su yo ideal. Por otro lado,
aquellas cuyo yo real se aproximase a su yo ideal, tenderían a preferir personas
semejantes.

CUESTIONARIO

. ¿ Cuáles son los factores que afectan la naturaleza interpersonal?


2. ¿Cuáles serán las razones que hacen que se presente retiradamente la correlación
entre la proximidad física y la atracción interpersonal?.
3. ¿ Por qué considera el autor que la semejanza puede provocar atracción?
4. Explique el papel reforzador de la concordancia
5. ¿ Qué es lo que planeta Zimbardo con respecto a la importancia de la
concordancia en las relaciones interpersonales?
6. ¿ Qué relación existe entre la semejanza y la atracción interpersonal?
7. ¿ Qué plantea la Teoría de las Necesidades Complementarias de Winch?
8. Elabore conclusiones de la lectura revisada.

¿QUÉ ES LA COMUNICACIÓN EFECTIVA?

Tomado de: BECVAR (1993) Método para la Comunicación Efectiva. México:


Limusa Pp. 23-27

Con frecuencia la fuente más grande de satisfacción o insatisfacción en la vida


está en nuestras relaciones interpersonales. Muchos de nosotros sentimos frustración,
disgusto y contrariedad por la calidad de tales relaciones a pesar de haber hecho todo
lo posible por modificarlas. En el mejor de los casos, aunque no estimulen nuestras
vidas como debieran, para algunas personas resultan tolerables. Pocas veces las
experiencias no permiten tener una visión real de las cosas. Esto sucede cuando
encontramos alguna persona cuya conducta expresa interés, comprensión, amor,
confianza y agrado, con lo que quizá, gracias a tales experiencias se mantiene vivo en
nosotros cierto romanticismo. Sin embargo, nuestras experiencias cotidianas nos
enseñan que estas relaciones tan deseadas son cosas que sólo le suceden a los
demás.
Es curioso, pero he descubierto que mucha gente no sabe siquiera la clase de
relación que está buscando, ni mucho menos cómo establecerla. Para algunos
individuos todo es cuestión de encontrar a la persona ideal con la cual nos sintamos
cómodos y cuya sola presencia otorgue sentido a nuestra vida, para darse cuenta con
posterioridad de que la persona en cuestión no era como nos imaginábamos. Después
de algunas decepciones de esta naturaleza, muchos se dan por vencidos y se
conforman con relaciones poco menos que satisfactorias.
Desde un principio abordamos el problema de una manera equivocada.
Tendemos a ver a la gente (e incluso a nosotros mismos) como seres estáticos e
inmutables. “Así es él”, decimos. Por lo tanto, buscamos individuos “de carácter
compatible”; o dicho de un modo más llano buscamos a quienes se puedan adaptar a
nosotros. De allí que la relación se base en un criterio selectivo: “buena” o “mala”,
“satisfactoria” o “no satisfactoria”, y por último de “la acepto” o “la rechazo”. Pero esa
psicología del “sentido común” generalmente aceptada, no tiene en cuenta que la
gente está continuamente cambiando y que le puede persuadir a cambiar siempre y
cuando se le dé más libertad en tal proceso. La falta de satisfacción en las relaciones
se puede atribuir a las normas de interacción (lo que la sociedad generalmente espera
de nosotros) que hemos aprendido mientras crecemos; así se nos ha enseñado a
reprimir nuestros sentimientos, por medio de órdenes como éstas: “No odies a tu
hermano”, “claro que te gusta el regalo”, “los niños grandes no lloran”, “las niñas
pequeñas deben verse, no oírse”. De este modo, al enojarnos, al estas descontentos
o curiosos, comenzamos a sentirnos culpables, pero sin demostrarlo, aunque las
emociones persistan. Nuestros modelos (padres, maestros, familiares) disimulan lo
que sienten, así, cuando nos damos cuenta de que somos distintos o como hemos
fingido ser, nos sentimos inadaptados, frustrados e impotentes, hasta que aprendemos
a condicionarnos a estos sentimientos cuando ya no podemos reprimirlos.
Al mismo tiempo que nos enteramos de que nuestros sentimientos son malos,
aprendemos a delegar la responsabilidad en los demás. Esto no se hace
abiertamente, sino de una manera indirecta, por medio de “juegos”. Por ejemplo, si nos
enojamos con alguien, no se lo decimos: lo molestamos, agredimos y exasperamos
veladamente, hasta que se nos enfrenta. Entonces fingimos no estar enojados y
tomamos un aire de inocencia, confundiendo al que acusa por la ambivalencia de lo
que él siente y lo que nosotros decimos. Desde luego, en su oportunidad, la situación
se repetirá de modo inverso, tocándonos entonces el papel contrario. En este
momento el juego comienza a estar en su apogeo.
También aprendimos que los juegos con las personas que ejercen un poder
son más difíciles (padres, maestros, superiores) y son más sencillos cuando el control
es menor. Recordemos la anécdota del presidente de una compañía que habiendo
sido reprendido por el consejo de directores riñe a su vicepresidente, el cual ataca al
capataz, quien a su vez reprime al empleado, el que al llegar a su casa critica a su
mujer, la cual le grita a los niños, quienes finalmente le dan un puntapié al perro.
Los juegos en que se emplean mensajes vagos proyectan la responsabilidad
de interpretarlos a los demás. Cuando no nos interpretan correctamente podemos
castigarlos haciéndoles sentir nuestra indignación. Esto puede resultar si se tiene una
posición de autoridad o si se logra mantener al otro a la defensiva. Sin embargo, por lo
general nos toca ser el blanco, interpretar correctamente los mensajes ambiguos,
presionados por los demás a la vez que no queremos admitir inconformidad ni pedir
aclaraciones. Además aprendimos cuando niños, que la gente no escucha bien, y que
si en verdad queremos contar con su atención tenemos que hacer algo imprevisto.
“Ahora ellos no me pueden ignorar”, pensamos. El resultado de este proceso
trasciende a una menor autoestima: “Si ellos creen que lo que pienso y digo no es
importante, entonces valgo muy poco; ellos son más importantes, deben tener razón”.
La consecuencia de esta valoración ínfima podría conducir a una forma exagerada de
autoexpresión como: “Si piensan que no valgo, yo les demostraré que puedo dominar
todas las situaciones y que no voy a dejar que alguien abuse de mí”.
¿Dónde hay lugar en este complicado sistema de interacciones para la clase
de relaciones que estamos buscando? Otros en nuestra misma sociedad y cultura han
llegado a las mismas conclusiones haciendo parecer ociosa la búsqueda de la persona
ideal si se emplean las normas anteriores. Para tener éxito hay que abandonar los
métodos que hemos estado usando y adquirir una nueva forma de interacción. ¿Cuál
es la persona ideal que cada uno busca? Según hemos oído y leído, las relaciones
humanas se vinculan con palabras como amor, confianza, cuidado, comprensión;
palabras que no encierran en su contenido ningún conflicto, condición necesaria en
todas las interacciones entre personas. La gente que espera entablar relaciones sin
este factor está tratando de alcanzar una meta imposible; y sin embargo, conocemos
personas que todavía identifican la ausencia de conflicto con una buena relación.
Gracias a las situaciones conflictivas, la gente puede desarrollarse y llegar a un nuevo
entendimiento de la singularidad de cada individuo, que ninguna otra relación puede
destruir.
¿Consideraría usted que hay amor, cuidado, comprensión y confianza en una
relación en la cual una persona pierde su individualidad? La relación ideal debe ayudar
a desarrollar su personalidad a quienes la integran. Pero dejemos a un lado las causas
de nuestra conducta actual y veamos si somos capaces de alcanzar las metas que nos
proponemos. Es posible tener relaciones satisfactorias con los demás y mejorarlas. La
clave está en aprender a comunicarnos más efectivamente con los demás y a no
esperar demasiado.
Aprender a comunicarnos efectivamente significa cambiar nuestras normas de
comunicación (la manera de que nos hemos comunicado siempre) en nuestros grupos
particulares (familia, escuela, trabajo, grupo social). Esta puede no ser efectiva, pero
funciona porque la gente se ha acomodado a los papeles prescritos por las
expectativas de los demás. Cuando un nuevo miembro ingresa al grupo, los
integrantes de éste se apresuran en señalar de modo directo o indirecto lo que es
aceptable y lo que no. Las normas de grupo rara vez se discuten aunque no sean
satisfactorias. Una vez indoctrinado el grupo, rara vez se atreverá a criticarlas. Usted
puede aprender a comunicarse de una manera eficaz; pero tal vez su nueva forma de
ser no guste a las personas que le rodean. “Dejemos las cosas como están, puesto
que así es como deben ser”, dirán. A medida que adquirimos nuevas habilidades para
establecer relaciones genuinas, encontramos un problema que afrontan todos los
consejeros en el área de la comunicación interpersonal: la aplicación de lo aprendido
en la vida real. Tan sólo porque usted ha aprendido una nueva y quizá mejor manera
de comunicarse, no puede esperar que los otros (que no lo han hecho) compartan su
entusiasmo. La mayoría de la gente apreciará lo diferente de la relación con usted ya
que la falta de juegos les hará sentir que son importantes y se les comprende. Pero
algunas personas estarán desconcertadas con su nueva forma de ser y tratarán de
hacerle retroceder a su antiguo método de comunicación, especialmente aquellos que
controlaban la situación en sus relaciones anteriores.
Usted puede aprender a manejar mejor sus relaciones, pero para triunfar
definitivamente con ellas; antes de iniciarlas debe tener en cuenta una actitud
fundamental; sus esfuerzos deben provenir del deseo firme de mejorar sus relaciones
con los demás de una manera real; de comunicarse con la gente que aprecia y con la
que le interesa mantener una buena relación. Cada relación en su vida puede mejorar
si usted con su actitud les dice a los demás que “te estimo”; esta conducta los acerca a
usted y les da confianza. Asimismo, cada relación en su vida puede mejorar si usted
disminuye la frecuencia de los actos que expresan a los demás: “no me importas”, lo
que aleja y crea desconfianza en todos los que le rodean. Para definir una conducta
eficaz, se emplea un modelo básico, estructurado por un especialista en el
asesoramiento. El consejero trata de crear desde un principio una relación estrecha y
basada en la confianza con su cliente. Después de muchos años de investigación se
ha llegado a tener una idea bastante clara acerca de las conductas que propician el
establecimiento de la relación deseada. Lo curioso es que la profesión de consejero
sólo existe porque las normas de comunicación creadas por la sociedad afectan a
tantas personas. Si usted cambiara las normas de comunicación con las personas que
se hallan cerca, ni usted ni ellas necesitarán de consejeros o amigos comprados. No
es posible transformar toda la sociedad al mismo tiempo, pero podemos tratar de
cambiar nuestro medio aprendiendo conductas efectivas de comunicación. Si logra
hacerlo, será menos probable que usted y las personas importantes en su vida se
vean afectadas por falta de comunicación. Las situaciones que acaba de recordar y
discutir le impiden tener satisfacción en sus relaciones, le hacen sentir impotente para
modificarlas y posiblemente lo impulsen a castigar a los demás por haber provocado
desasosiego en usted.

CUESTIONARIO

¿ Cómo definiría el término “relaciones interpersonales?


¿ Por qué considera el autor que buscamos individuos de carácter compatible?
3. ¿ Por qué se dice que la falta de satisfacción en las
relaciones se puede atribuir a las normas de interacción que hemos aprendido
mientras crecemos?
4. ¿ Por qué considera el autor que los juegos con las
personas que ejercen un poder son más difíciles y son más sencillos cuando el
control es menor?
5. ¿ Qué importancia ejerce el conflicto en las
relaciones interpersonales?
6. ¿ Qué importancia ejerce el grupo en las relaciones
interpersonales?
7. ¿ Qué nos quiere dar a entender el autor cuando nos
dice que “...para triunfar definitivamente con ellas (las relaciones interpersonales);
antes de iniciarlas debe tener en cuenta una actitud fundamental; sus esfuerzos
deben provenir del deseo firme de mejorar sus relaciones con los demás de una
manera real...”?

LA NATURALEZA DE LA COMUNICACIÓN MASIVA

Tomado de: FERNANDEZ C. y G. DAHNKE (1991) Comunicación Humana;


Ciencia Social. México: Mc Graw Hill. Pp. 16-23

Consideremos ahora la comunicación masiva bajo la luz de lo que ya hemos


expuesto antes en relación con la comunicación en general.
El proceso es exactamente como lo hemos descrito, pero los elementos del
proceso no son los mismos.
En la comunicación masiva, la fuente principal es una organización de
comunicación o una persona institucionalizada. Al referirnos a una organización de
comunicación queremos significar un periódico, una estación transmisora de televisión,
un estudio de cine, un libro o una editora de revistas. Una persona institucionalizada
es, por ejemplo, el editor de algún periódico, que se expresa en su columna editorial
haciendo uso de las facilidades que le proporciona la institución y con más voz y
prestigio de los que podría tener si se expresara sin valerse de la empresa
periodística.
La organización funciona igual que un comunicador individual. Opera como
decodificador, intérprete y codificador. Por ejemplo, en un periódico la información que
será codificada fluye a través de los cables noticiosos y de los reporteros. Se evalúa,
se comprueba, se amplía en donde sea necesario, se escribe una historia en relación
con ella, se le da título, se decide en qué lugar aparecerá, se imprime y se distribuye.
Es el mismo proceso que se lleva a cabo en un comunicador individual, pero aquí se
desarrolla por un grupo de personas en vez de un solo individuo. Es realmente
importante la calidad de organización requerida para coordinar un grupo de reporteros,
editores e impresores para que trabajen juntos como una unidad de comunicación
eficaz que decodifique, interprete y codifique de tal forma que la operación total, así
como el producto, tengan una calidad individual. Estamos tan acostumbrados a esta
hazaña que se nos ha olvidado lo notable que es.
Otra diferencia entre la organización de comunicación y el comunicador
individual es que la organización tiene una mayor capacidad de producción respecto a
la información. Por supuesto, en los individuos varía la proporción capacidad-
información. Las personas que se desenvuelven en los medios de comunicación
(predicadores o maestros, por ejemplo) suelen tener más capacidad informativa que
otras personas, y lo mismo sucede con aquellos a quienes les gusta hablar, aunque no
sean comunicadores profesionales. Las personas que hablan muy poco tienen
relativamente más información. Las instituciones de comunicación están organizadas
de tal forma que puedan codificar miles –algunas veces millones- de mensajes al
mismo tiempo. Para hacer esto se necesitan intrincados y eficientes canales de
comunicación. Deben existir los elementos necesarios para imprimir y distribuir miles
de periódicos, revistas o libros, para hacer copias de las películas y exhibirlas en
cientos o miles de cines, para traducir las ondas sonoras en impulsos efectivos
magnéticos y distribuirlas por medio de alambres y a través del espacio a millones de
aparatos receptores.
Los destinatarios de la comunicación masiva son las personas que están al otro
lado de estos canales, enterándose de las noticias en el periódico de la tarde,
hojeando las revistas, leyendo un nuevo libro, sentadas en el cine viendo una película,
o sintonizando diferentes estaciones de radio. Esta situación receptiva es muy distinta
a la comunicación frente a frente, y esto se debe a que hay muy poca
retroalimentación de parte del receptor al emisor.
Los destinatarios que en una comunicación frente a frente asienten con el
movimiento de su cabeza y una sonrisa o que gesticulan cuando el emisor está
hablando, y que después codificarán una respuesta ellos mismos, en muy raras
ocasiones se comunican con la estación de radio o escriben una carta al editor.
Realmente, la clase de retroalimentación que llega a las organizaciones de
comunicación masiva es una especie de expresión deductiva: los receptores dejan de
comprar la publicación, ya no escuchan el programa, o no consumen más el producto
que se anuncia. Estas organizaciones sólo en raras ocasiones tienen la oportunidad
de comprobar más directamente que en el caso anterior cómo están funcionando sus
mensajes. Esta es una de las razones por las que los medios de comunicación masiva
realizan investigaciones de público, para saber qué programas están siendo
escuchados, qué revistas se leen y qué anuncios obtienen respuestas. Este es uno de
los sustitutos de la retroalimentación que hacen a la comunicación interpersonal tan
relativamente fácil de planear y controlar.
En los siguientes capítulos se abordará el tema de los públicos para los
diferentes medios; por lo tanto, aquí no entraremos en detalles acerca de esto. Estos
públicos se agrupan no sólo como lectores de algún periódico, revista o televidentes
de cierta estación de televisión, sino también como interesados en ciertas narraciones
que aparecen en el periódico, determinadas partes de alguna revista, ciertos
programas de radio o televisión. Por ejemplo, la estación A no tendrá el mismo
auditorio a las 8:00 que a las 7:00, porque algunos de estos escuchas cambiaron a la
estación B o C, y algunos de los escuchas de B y C cambiaron a A. El periódico D no
tiene los mismos lectores para sus páginas deportivas que para la sección de sociales,
aunque haya alguna duplicación. ¿Qué determina cuál oferta de comunicación masiva
seleccionará una persona? Tal vez la manera más fácil de presentarlo es decir que la
selección es determinada por la fracción de selección:

Expectativa de recompensa
Esfuerzo requerido

Se puede aumentar el valor de dicha fracción incrementando el numerador o


disminuyendo el denominador, lo que significa que es más probable que un individuo
seleccione cierta comunicación si está promete una mayor recompensa o si requiere
menos esfuerzo que alguna otra comunicación.
Se puede observar cómo funciona esto por experiencia propia. Es muy
probable que uno lea el periódico o revista que está más a la mano, en vez de caminar
a lo largo de seis calles hasta el punto de periódicos para comprar algún otro diario o
revista.
También es más probable que uno escuche una estación de radio que tenga
una señal clara y fuerte, en vez de alguna con interferencias o débil y que requiera de
un constante esfuerzo para escucharla bien. Pero si se transmite un buen juego en la
estación débil, o si nuestro autor favorito escribe en la revista que hay en el puesto de
periódicos, entonces es más probable que se haga el esfuerzo adicional.
Ahora ya estamos listos para dibujar un diagrama de la comunicación masiva y
para hablar acerca de los tipos de mensajes que requiere esta clase de sistema, así
como de lo que sabemos acerca de predecir sus efectos.
Ahora es fácil advertir que habrá ciertas restricciones en la clase de programas
que se puedan conducir por medio de estos circuitos idénticos a estos auditorios poco
conocidos y cambiantes. La organización de comunicación sabe que está tratando con
individuos, pero no los conoce como tales. Las investigaciones de auditorio clasifican,
más que individualizar al auditorio. La investigación de auditorio informa que un
número determinado de personas escucha a cierta hora, que es muy probable que
cierto número de hombres y de mujeres lean determinada clase de artículo, o que los
lectores de una revista dada se sitúan en la parte alta de la escala económica y que en
promedio tienen 12 años de preparación académica. Mientras que el comunicador
individual se enfrenta a individuos y puede ver la forma en que se recibe su mensaje y
lo modifica si es necesario, la organización sólo maneja promedios y clases. Debe
situar su nivel de lectura un poco por debajo del promedio estimado del auditorio, de
tal forma que no relegue a muchos de la mitad inferior de su auditorio. Debe
seleccionar su contenido de acuerdo con el mejor cálculo que pueda hacer de lo que
quieren y necesitan las clases mayoritarias de receptores. Mientras que el
comunicador individual tiene libertad para experimentar debido a que puede corregir
inmediatamente cualquier error, la organización es poco dada a experimentar. Cuando
encuentra alguna fórmula que sea aparentemente exitosa, se mantiene en esa línea.
O cambia los detalles, pero no la esencia. Cuando alguna organización tiene un gran
éxito con algún tipo de mensaje, los demás lo copian, no por falta de originalidad, sino
porque ésta es una de las pocas oportunidades de retroalimentación disponibles que
provienen del auditorio masivo. Esta es la razón por la cual son muy parecidas todas
las estaciones de radio, por la cual un estilo cómico es usualmente seguido por otros
del mismo tipo, por la cual un programa o alguna revista son copiados por otros, por la
cual alguna clase de comedia es seguida por otras parecidas, y así en los diversos
medios. ¿Qué podemos decir en relación con estos efectos de los mensajes de
comunicación masiva?. Debido a que la comunicación masiva tiene un efecto de
penetración en muchos aspectos, se le asigna la función de comunicador social.
Nuestra sociedad, como cualquier otra unidad de comunicación, funciona como
decodificador, intérprete y codificador. Decodifica el medio ambiente para nosotros,
vigila el horizonte en busca de algún peligro o alguna esperanza o diversión. Después,
opera para interpretar lo que ha decodificado, llega a un consenso para llevar a cabo
cierta política, mantiene las interacciones normales de la vida común y ayuda a sus
miembros a disfrutar de la vida.
También codifica mensajes para mantener nuestras relaciones con otras
sociedades en el mundo, y mensajes para transmitir nuestra cultura a sus nuevos
miembros. La comunicación masiva, que tiene poder para extender nuestro oído y
vista a distancias casi infinitas, y para multiplicar nuestras voces y escritos tan lejos
como podamos encontrar escuchas y lectores, ha tomado sobre sí una gran parte de
la responsabilidad de esta comunicación social. Los periódicos, el radio y la televisión
observan el horizonte por nosotros, nos dicen lo que nuestros líderes y expertos
piensan por medio de discusiones o ediciones públicas. Estos medios, así como las
revistas y las películas, nos ayudan a interpretar lo que se ve en el horizonte y a
decidir lo que se puede hacer en relación con ello. Los libros de texto y las filmaciones
educativas han llevado a los otros medios de comunicación a codificar nuestra cultura
en forma tal que los nuevos miembros de nuestra sociedad puedan aprender tan
rápida y fácilmente como sea posible la historia, las normas, los roles y las habilidades
que deben conocer para convertirse en miembros saludables de la sociedad. Esto no
quiere decir que todos los medios de comunicación no contribuyan en alguna forma a
estas funciones. Por ejemplo, un libro como 1984 puede ser un reportaje del futuro
como lo es el más actual de los reportajes. Por otro lado, es realmente cierto que gran
aporte de nuestra cultura se transmite actualmente a través de la televisión, la radio,
los periódicos y las revistas. Pero los medios de comunicación más rápidos están
mejor equipados para ser los vigilantes, y son los que con más frecuencia se utilizan.
Y los medios más lentos y duraderos están mejor equipados como herramientas de
enseñanza auxiliar, y éste es su uso. Pero lo más importante es que todos los medios
de comunicación tienen importantes usos, que contribuyen a la red de comprensión sin
la cual la gran comunidad actual no podría existir.
Gran parte de este efecto básico, que vemos a diario en el tipo de costumbres
que nos rodean, en las personas y los problemas acerca de lo que hablamos y en el
lenguaje que utilizamos, es lento y de efecto imperceptible. Es el equivalente a formar
la estalagmita. ¿Pero qué hay acerca del efecto específico de un mensaje dado que se
transmite por medio de la comunicación masiva? ¿Cómo podemos predecir el efecto
que tendrá en el público masivo?
No podemos predecir el efecto en el público masivo. Sólo podemos predecir el
efecto en los individuos. Las organizaciones de comunicación han desarrollado la
codificación de grupo, pero el hecho de decodificar es individual. Por lo tanto, sólo
podemos predecir el efecto de la comunicación masiva, así como tratamos de predecir
el efecto de alguna otra comunicación, o sea, en relación con la interacción del
mensaje, la situación, la personalidad y el grupo.
Por lo tanto, la primera cosa que resulta obvia es que, considerando que hay
muchas combinaciones diferentes de personalidad, de situación y de grupo en el
público masivo, es muy probable que haya muy diferentes tipos de efectos. Es
igualmente obvio que, ya que la comunicación masiva no sabe mucho acerca de su
público masivo, en forma individual, predecir el efecto resulta extremadamente difícil.
Sin embargo, hay algunas cosas que se pueden agregar. El problema de la
atención se enfrenta constantemente a la comunicación masiva. El estadounidense
promedio (quien quiera que sea) tal vez dedica cuatro o cinco horas del día a la
comunicación masiva. Si vive en una gran ciudad, comprará un periódico que
requerirá, para ser leído, mitad del tiempo citado (aunque no lo lea todo). Se le ofrece
el equivalente a dos semanas de radio y televisión todos los días, de donde puede
seleccionar lo que le agrade. Se le ofrece una amplia variedad de revistas, libros y
filmes y también de esta gama debe seleccionar. Otras formas atractivas de utilizar el
tiempo de descanso compiten con la comunicación. En algunas ocasiones las
combina, escuchando música mientras lee, jugado a las cartas o comiendo mientras
escucha las noticias, jugando con sus niños mientras ve la televisión. Por lo tanto
podemos predecir, cuando menos, que es muy poco probable que un individuo
seleccione algún artículo determinado en la comunicación masiva, y si la selecciona,
su nivel de atención es más bien bajo. En muchas ocasiones esto provoca una forma
deficiente de escuchar radio. También sabemos que la lectura de un artículo común
del periódico decae rápidamente después de los primeros párrafos, de tal suerte que
es muy probable que un miembro del público lector ni siquiera vea la última parte de
un artículo periodístico cuando éste es muy largo. Por supuesto, hay muchos casos en
los que se atrae fuertemente la atención a través de los medios masivos de
comunicación, y bastantes casos en los que los escuchas se identifican notablemente
con los personajes de la radio y la televisión y adoptan el comportamiento y el lenguaje
de los héroes fílmicos. Se ha comentado que los medios de comunicación han traído
hasta la sala de los hogares a Hollywood, Broadway y Washington, y gran parte de ello
es cierto. Existen algunos casos espectaculares del efecto logrado por medio de la
comunicación masiva.
Hay gran cantidad de violencia en los programas ofrecidos por los medios de
comunicación actualmente. La violencia es presentada a ellos en forma atrayente,
aunque son pocos los niños que se involucran en actos de violencia criminal que se
puedan relacionar con la televisión o con otros medios de comunicación. La mayoría
de los niños no se comprometen en tales comportamientos. Consideran el material
violento y deciden que prefieren jugar al fútbol o nadar. Quizá atienden fielmente al
contenido de violencia, pero lo utilizan como medio para canalizar su agresividad
reprimida, y la experiencia no produce resultados negativos. Habrá otros que adopten
algunos del los patrones violentos que ven en la televisión, pero en forma moderada e
inofensiva al jugar a “policías y ladrones”. Sólo unos cuantos niños siguen el ejemplo
de los medios masivos y aprenden técnicas criminales y de violencia que llevan a la
práctica con algunos de sus compañeros. Pero, ¿qué determina cuáles de estos niños
serán afectados negativamente por los mensajes de violencia y cuáles no?.
Las investigaciones nos conducen a creer que los otros tres elementos –
personalidad, situación e influencia de grupo- probablemente determinan el uso que se
haga del mensaje. Si el niño está interesado en hacer deporte, asiste a un club, va a la
iglesia o realiza cualquier otra actividad positiva no es probable que sienta la
necesidad de actuar en forma violenta o antisocial. Por otro lado, si el niño está
aburrido y frustrado, podría experimentar una excitación peligrosa. Cuando los niños
tienen personalidades sanas y han asimilado ciertos valores deseables en su grupo
familiar, es menor probable que desarrollen inclinaciones hacia la violencia. Si sucede
a la inversa, las normas y valores son menos seguros; y si han perdido el sentido de
pertenencia y de ser amados (tal vez por un hogar destruido), es probable que los
niños encuentren más atractivas las invitaciones a la violencia. Si el grupo al que el
niño admira posee normas sanas, es improbable que responda de forma indeseable a
la violencia que vea en la televisión, ya que el grupo de referencia no apoyará en él
tales acciones. Por otro lado, si el niño o el joven pertenecen a alguna “pandilla”, se
puede esperar con toda razón que se comprometan en conductas violentas, ya que de
esta manera se ganarán la admiración y reputación del grupo por ese comportamiento.
Por lo tanto, lo que los niños hagan dependerá del balance apropiado de varias
influencias en un momento dado.
Realmente nadie puede predecir –excepto tal vez desde un punto de vista
matemático-, por el solo hecho de ver un mensaje violento, cuál será la respuesta de
un individuo a ese mensaje, y es muy probable que en el caso que exponemos la
comunidad, el hogar y la escuela, debido a que ejercen influencia acentuada sobre
otros elementos en el proceso de la toma de decisiones tengan más que ver con la
respuesta de un joven a un mensaje violento que el mensaje mismo.
Podemos estar relativamente seguros de que hay algunos efectos penetrantes
de los medios masivos de comunicación y del incremento del aprendizaje que se
deriva de ello. La comunicación masiva representa a la sociedad en el acto de
transmitir sus normas y valores. Con el transcurso del tiempo podemos identificar sus
efectos generales en nuestras vidas sobre aspectos como las creencias, valores,
actitudes y conductas. Sin embargo, como hemos tratado de aclarar, se pueden
predecir efectos más específicos, pero con gran precaución, y nunca considerando
sólo el mensaje en vez de una información amplia acerca de la situación, la
personalidad y las relaciones de grupo existentes en donde el mensaje actuará.

CUESTIONARIO

¿ Qué se entiende por comunicación de masas?


2. ¿ Cuáles on las diferencias
entre una organización de comunicación y un comunicador individual?
3. ¿ Por qué se dice que la
organización de comunicación tiene una mayor capacidad de producción que el
comunicador individual?
¿ Qué se entiende por destinatarios y cuál es la diferencia con los receptores?
¿ Qué determina cuál oferta de comunicación masiva seleccionará una persona?
6. ¿ Por qué se dice que mientras
el comunicador individual tiene libertad para experimentar debido a que puede
corregir inmediatamente cualquier error, la organización es poco dada a
experimentar?
7. ¿ Se puede predecir el efecto
que tendrá la comunicación sobre el público masivo?
8. ¿ Qué influencia ejerce la
violencia en los medios de comunicación masiva?

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