y materiales de los territorios indígenas por el mundo hispano. El proceso fue en parte devastador, pero durante él, también llegaron modernas tecnologías y nuevos productos agrícolas y ganaderos. La encomienda, que se otorgó a los conquistadores, se acompañó con una serie de limitaciones en los repartos, para mantener el poder de la Corona. Los indígenas fueron considerados súbditos del rey, defendiéndose el sistema de propiedad comunal para la nobleza indígena. Fueron los religiosos y los encomenderos como Cortés, quienes introdujeron nuevos cultivos. Muy pronto el maíz, el frijol, la calabaza, el chile y el jitomate prehispánicos compartieron las tierras con el trigo, la caña de azúcar, la cebolla, el ajo, los manzanos y los cítricos. Efectos más notorios provocó el arribo de animales domésticos como la gallina, el cerdo, la cabra, la oveja, el caballo y la vaca. Con ellos se aumentó el consumo de carne y de algunas fibras textiles, como la lana, y se agilizó el transporte de mercancías que antes se realizaba sobre las espaldas de los seres humanos. Por último, el hierro y la rueda, aplicados al transporte, a la minería y a la agricultura, aumentaron la producción.