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EL ACTO DE CUIDAR
GENEALOGÍA EPISTEMOLÓGICA DEL SER ENFERMO
Editorial El Uapití
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13
INTRODUCCIÓN
rado más de ocho tipos distintos de respuestas -todas ellas con una concep-
ción particular del ser y del hacer enfermero-, sino que -y lo más alar-
mante de todo- un elevado porcentaje de los sujetos evaluados era incapaz
de esbozar cualquier definición de la profesión. Este hecho es particular-
mente significativo, ya que, más allá de la concepción que cada uno tenga
de lo que hace como profesión, o incluso como actividad laboral, considero
que debe dársele algún sentido desde la puesta en palabras.
No me refiero aquí al cuidado cotidiano, a la situación de cuidar que
puede darse dentro del seno familiar -la madre que cuida al niño-, sino que
me estoy refiriendo al cuidado como un proceso intelectual y deliberado,
producto y objeto de nuestra disciplina, es decir al cuidado profesional.
Habitualmente reafirmamos que la función primordial de la enfer-
mería es “el cuidado de la persona que en contacto con su entorno vive expe-
riencias de salud”. (1) Pero, ¿nos hemos detenido a pensar alguna vez cuáles
son los elementos implicados en el acto de cuidar y de qué manera influyen en
nuestro quehacer cotidiano?
Elementos constitutivos
Paradigmas
EL CUIDADO
PROFESIONAL
(Cap. 1)
Concepto de Salud
Normalidad
Relación Salud-Enfermedad
Unidad de cuidado
El MÉTODO Competencias
(Cap. 5)
Rol / Identidad / Imagen
EL CONTEXTO
ESPACIO-
TEMPORAL (Cap. 6)
El tiempo terapéutico
El CUIDADO 19
PROFESIONAL
EXPERIENCIA
DE SALUD
PERSONA PROFESIONAL
CUIDADA DEL CUIDADO
MÉTODO
CONTEXTO
ESPACIO -
Capítulo 1
TEMPORAL
EL CUIDADO
“ELUCIDACIONES EN TORNO
AL ACTO DE CUIDAR”
Elucidar significa “pensar el acto”, reflexionar sobre aquello que hacemos y que
pasa desapercibido ante nuestros incautos ojos. A fin de empezar a adoptar
una actitud crítica sobre aquello que vivenciamos como “ la Enfermería” los
invito a realizar un ejercicio intelectual, una lectura reflexiva de nuestro
quehacer cotidiano.
ELEMENTOS CONSTITUTIVOS
DE LA SITUACIÓN DE CUIDAR
(1) homínidos: familia de primates que comprende una sola especie: el Homo sapiens.
(2) saprófito/a: dícese de un ser vivo que extrae de las materias orgánicas en descomposición
las sustancias que le son necesarias.
22 el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermo
CONCEPCIONES BÁSICAS DE LA
DISCIPLINA ENFERMERA
“Un paradigma es una tregua entre dos buenas preguntas.”
Jorge Wagensberg
De este constante debate entre lo que podemos considerar como arte y como
ciencia, y desde qué lugar analizar la Enfermería, surgen algunas concepciones
básicas para una completa interpretación del problema.
EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
(1) Mario Benedetti (1920): escritor uruguayo. Ha sido profesor de literatura en su país.
Ha cultivado todos los géneros, con iniciación en la poesía, los cuentos, la novela, y la crítica
político-social.
(2) BENEDETTI, M., “Perplejidades de fin de siglo”. Sudamericana. Buenos Aires, 2000.
(3) fenómeno: cualquier hecho que es captado por los sentidos o conocido por la conciencia.
(4) divisible: que se puede partir, separar en partes más pequeñas.
(5) Florence Nightingale (1820-1910): enfermera italiana, reformadora del sistema sani-
tario de su época. En 1907 se convirtió en la primera mujer en recibir la Orden del Mérito.
(6) NIGHTINGALE, F., “Notas sobre Enfermería, qué es y qué no es”. Masson-Salvat.
España, 1993.
el cuidado 27
Hay que tener en cuenta que en esa época el estudio de las ciencias
estaba vedado(1) a la mujer, los únicos estudios “apropiados” para las joven-
citas eran la música, las letras u otra actividad de neto corte artístico para el
deleite de los invitados en alguna tertulia(2) familiar. La enfermería, al no
penetrar los muros universitarios por la condición de desvalorización que se
tenía de la mujer en esa época, vio reducidas sus actividades a tareas simples:
alimentación para los enfermos, lavado y vendaje de heridas, cuidado de los
leprosos, atención de partos y cuidado de niños. Pese a lo cual Nightin-
gale sostiene la idea de la elaboración de un plan para la formación de
enfermeros competentes. Nightingale postuló esta concepción, aplicando
además sus conocimientos de matemática y estadística a la enfermería que
según ella, debía estar regida por algo más que la compasión.
“Entre 1780 y 1850, es decir, en menos de tres generaciones, una profunda revo-
lución sin precedentes en la historia de la humanidad cambió el aspecto de Ingla-
terra. Los historiadores, para expresar la idea de cambio drástico, han hecho
uso abusivo del término “revolución”; sin embargo, exceptuando quizá la del
Neolítico, no ha habido ninguna revolución tan auténticamente revolucionaria
como la Revolución Industrial. Ambas cambiaron el curso de la historia, es decir,
introdujeron un elemento de discontinuidad en el proceso histórico. La revolu-
ción neolítica transformó la humanidad: un conjunto de tribus de cazadores se
convirtieron en sociedades agrícolas más o menos independientes.
A su vez, la Revolución Industrial hizo a los granjeros y campesinos manipu-
ladores de máquinas impulsadas por energía inanimada. Antes de la Revolu-
ción Industrial, la mayor parte de la energía que los hombres necesitaban para
mantenerse, propagar la especie y ganarse la vida provenía del reino animal
y vegetal. La Revolución Industrial inauguró una era totalmente distinta de
nuevas e inagotables fuentes de energía, como el carbón, el petróleo, la electri-
cidad y la energía atómica.
La Revolución Industrial invadió el mundo, cambiando de forma absoluta
nuestra propia existencia y derribando las estructuras de todas las sociedades
humanas en el curso de sólo ocho generaciones.” (2)
Lister adhería a la idea de Luis Pasteur (3) de que los gérmenes pulu-
laban en el aire, basándose en el hecho de que las fracturas no expuestas
casi no se infectaban y las expuestas lo hacían con frecuencia. Ideó entonces
la venda oclusiva: un apósito de ocho capas impregnado, entre otras subs-
tancias, con ácido fénico. Con ello logró disminuir considerablemente la
incidencia de mortalidad causada por la infección de las heridas.
Veinte años más tarde, en 1889, el Dr. Juan B. Justo dictaba una confe-
rencia en el Círculo Médico Argentino preconizando el establecimiento de
la asepsia en las prácticas quirúrgicas. Este hecho abriría un nuevo pano-
rama en la medicina de nuestro país.
La idea que condujo a la asepsia era que los gérmenes del ambiente se
hallaban en mayor cantidad adheridos a objetos y no tanto en el aire. Con
estos métodos la cirugía salvó un gran obstáculo: la infección.
En 1876 el físico alemán Roberto Koch(4), aísla el bacilo del ántrax,
probando que los microbios podían causar enfermedades.
Si bien muchos de los hitos(5) históricos referidos en los párrafos ante-
riores tuvieron su hervidero en la Europa continental -cuna de la cultura occi-
dental-, aquí en América, y sobre todo en Argentina tuvieron su correlato(6)
(1) SCHWANITZ, D., “La cultura. Todo lo que hay que saber” Taurus. Buenos Aires, 2002.
(2) Joseph Lister (1827-1912): cirujano inglés, se le atribuye la invención de la sutura reab-
sorbible.
(3) Luis Pasteur (1822-1895): sabio, químico y biólogo francés, fundador de la bacteriología
moderna. Se le debe un procedimiento de esterilización mediante el calor y muy importantes
estudios sobre enfermedades contagiosas. En 1885 publicó su método de curación de la rabia,
cuyo agente patógeno descubrió. Sus descubrimientos sentaron las bases de la sueroterapia
moderna y han revolucionado la cirugía, medicina e industrias basadas en las fermentaciones.
(4) Roberto Koch (1843-1910): médico y bacteriólogo alemán. Realizó notables estudios
sobre la tuberculosis y descubrió el bacilo al cual va unido su nombre. Descubrió igualmente
el agente microbiano del cólera. Recibió en 1905 el Premio Nobel de Medicina.
(5) hito: mojón o poste de piedra, por lo común labrada, que sirve para conocer la dirección
de los caminos y para señalar los límites de un territorio.
(6) correlato: correspondencia recíproca entre dos o más cosas o series de cosas.
30 el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermo
“Su obsesión era el peligroso estado sanitario de la ciudad. Apeló a las instancias más
altas para que cegaran los albañales españoles, que eran un inmenso vivero de ratas, y
se construyeran en su lugar alcantarillas cerradas cuyos desechos no desembocaran en la
ensenada del mercado, como ocurría desde siempre, sino en algún vertedero distante.
Las casas coloniales bien dotadas tenían letrinas con pozos sépticos, pero las dos terceras
partes de la población hacinada en barracas a la orilla de las ciénagas hacía sus necesi-
dades al aire libre. Las heces se secaban al sol, se convertían en polvo, y eran respiradas
por todos con regocijos de pascua en las frescas y venturosas brisas de diciembre...” (3)
(1) SCHWANITZ, D., “La Cultura. Todo lo que hay que saber”. Ed. Taurus. Buenos Aires,
2002.
(2) Gabriel García Márquez (1928): escritor, periodista colombiano. Recibió el premio Nobel de
Literatura, y es considerado una de las figuras más representativas de la narrativa del siglo XX.
(3) GARCÍA MÁRQUEZ, G., “El amor en los tiempos del cólera”. RBA Editores. Barce-
lona, 1993.
(4) Iván Petróvich Pávlov (1849-1936): fisiólogo ruso conocido, en concreto, por su descu-
brimiento del reflejo condicionado.
(5) conductismo: corriente de la psicología que defiende el empleo de procedimientos estricta-
mente experimentales para estudiar el comportamiento observable (la conducta), considerando
la relación del sujeto con el entorno como un conjunto de estímulos-respuesta. Hacía hincapié
en una concepción del individuo como un organismo que se adapta al medio (o ambiente).
el cuidado 33
comida con el sonido de una campana, salivaban cuando la oían. Una respuesta
refleja aprendida que el fisiólogo ruso denominó “reflejo condicionado”.
En 1913 Henry Ford(1) implementa la primera cadena de montaje,
para satisfacer la demanda de automóviles, que en aquella época comen-
zaba a aumentar vertiginosamente(2).
Entre los años ’30 y ’40 aparece el sistema funcional(3) de prestación de
cuidados (resultado del Taylorismo(4)(5)). Con especial acento en la especializa-
ción y fragmentación, sistema de prestación que apela a la gestión centralizada.
Hacia la segunda mitad del siglo XX, la enfermería se comienza a nutrir de
la urgencia de los programas sociales -como respuesta a la gran crisis económica
de 1930, y al sufrimiento humano de la Segunda Guerra Mundial-. En 1947 la
World Healt Organisation (WHO)(6) establecía su estatuto fundacional.
“(...) cuando las personas privilegiadas de elevada condición social que son miem-
bros de la cultura dominante defienden una postura, hacen dos cosas: primero, fijan
normas sobre lo que es verdadero, bueno y correcto no sólo para ellas mismas, sino
para todos aquellos cuya vida esté afectada por el grupo dominante o mayoritario.
En segundo lugar, a menudo directamente o por implicación, degradan o impugnan
las formas diferentes, esas formas normalmente desarrolladas por las personas que
carecen de poder y de privilegio o que son miembros de culturas subordinadas o
minoritarias” (...) “creen que este es el modo en el que funciona el grupo dominante
en su relación con los grupos subordinados, el modo en que el grupo dominante
trata de preservarse como grupo y de conservar su poder y su privilegio.” (2)
(1) Michel Foucault: filósofo francés que llegó a ser mundialmente famoso por su búsqueda
de los distintos modelos de poder en la sociedad. Analizó la historia de instituciones tales
como hospitales, prisiones y manicomios a fin de investigar el lenguaje de las disciplinas que,
a través del uso del poder, definen y disponen qué es un hombre: la medicina, la burocracia,
la psiquiatría, la administración, etc. Lenguajes del poder que crean enfermos, criminales y
locos, con la potestad de excluir al individuo de la sociedad y determinar las condiciones de
su admisión en ella: capacidad jurídica, conciencia moral, funcionalidad corporal, respon-
sabilidad, etc.
(2) FENSTERMACHER, G. y SOLTIS, J., “Enfoques de la enseñanza”. Amorrortu. Bs.
As, 1999.
el cuidado 35
La experiencia de la enfermedad
forma parte de la experiencia de la salud,
siendo ésta un aspecto significativo del proceso
de cambio y crecimiento de la persona.
“La salud no es un bien que se posee, un estado estable o una ausencia de enfer-
medad. Formando parte de la dinámica de la experiencia humana, la salud
se integra en la vida misma del individuo, la familia y los grupos sociales que
evolucionan en un entorno particular.”
“Holón viene del griego holos, que significa todo, con el sufijo on, indicando
parte. El concepto holón concilia la aparente naturaleza paradójica del todo-
parte de los sistemas, al recordarnos que los sistemas sociales con los que estamos
interactuando como entidades supuestamente separadas nunca están realmente
escindidas. Existen siempre, influyen y son influidos por su contexto de otros
sistemas sociales. De ahí que estén interrelacionados y que sean interdependientes
con otros componentes de la sociedad”.(1)
(1) MAYEROFF, M., “A arte de servir ao próximo para servir a si mesmo”. Ed. Récord. Brasil,
1971.
(2) perfilar: determinar el perfil de una cosa.
42 el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermo
EL CUIDADO HUMANO
(1) incompatible: impedimento para ejercer una función determinada, o para ejercer dos a
la vez.
(2) BETTINELLI, L., “Cuidado Solidario”. Passo Fundo: Pe. Berthier. Brasil, 1998.
el cuidado 45
tener conciencia del uso de nuestras manos para acariciar, hacer contacto
piel a piel, ayudar al otro a levantarse, a caminar: poner el cuerpo en
función del cuidado. El corazón es capaz de captar esas percepciones para
un cuidado digno del sujeto humano.
Debemos asumir el compromiso de un cuidado realizado con arte,
expresado a través de la música, la poesía, la pintura, la escultura, el sentido
del humor, el baile y muchas otras formas de expresión que contribuirán
a dar mayor belleza a nuestra labor y despertar en los otros sensaciones y
emociones que contribuyan a aceptar y considerar este cuidado como un
valor, como un derecho, como una necesidad de crecimiento espiritual.
Para ser un buen profesional de la salud es necesario, primero ser
una buena persona, sentir el calor humano del otro con nuestras manos
y nuestro corazón, es comprender al prójimo, brindarle cariño y afecto.
Es cuidar con conocimientos, dedicación, respeto, paciencia, franqueza,
confianza, humildad, esperanza y valentía. Es ayudar al otro a crecer, es
oírlo con atención, es mirarlo con brillo en los ojos y lograr que sus ojos
también brillen. Esta es la mejor comunicación entre dos seres humanos.
CUIDADOS CULTURALES
ingleses, son sólo algunos de los orígenes europeos de aquellos que han llegado
a nuestras tierras a construir la nación. Dichos orígenes lejanos no han sido un
obstáculo mayor -más que el idioma desconocido, en muchos de ellos-, para el
cuidado de estos sujetos, ya que, en su gran mayoría, comparten con nosotros
una raíz cultural, costumbres y hábitos similares.
Pero no debemos olvidar que también poseemos puertas abiertas para
gentes de lugares más distantes -Arabia, China, Japón, Corea, países de
la ex URSS-, culturas y religiones muy disímiles -musulmanes, hindúes,
judíos ortodoxos, budistas-. Lo antedicho no debería generar conflictos en
nuestra actividad como cuidadores profesionales.
La Enfermería Cultural tiene sus orígenes en la enfermería y la antro-
pología, y se ha definido como una de las grandes áreas de la enfermería,
que se centra en el estudio y el análisis comparado de las diferentes culturas
del mundo, desde el punto de vista de sus valores asistenciales, de la expre-
sión y convicciones sobre la salud y la enfermedad y de los modelos de
conducta de los individuos y los pueblos. Mantiene como propósito desa-
rrollar una base de conocimientos científicos y humanísticos que permitan
una práctica de la atención sanitaria específica para cada cultura, a la vez
que universal, y con el tiempo se convertirá en un nuevo dominio del ejer-
cicio de la enfermería, que se reflejará en un ejercicio profesional dife-
rente, definido y fundamentado en principios culturales y diseñado especí-
ficamente para orientar los cuidados de la enfermería a los individuos, las
familias, los grupos y las instituciones.
Leininger sostiene que como la cultura y la asistencia son los medios
más generales y holísticos que permiten conceptuar y comprender a las
personas, afirma que la enfermería transcultural se ha de convertir en una
de las áreas más importantes, significativas y prometedoras del estudio
formal, la investigación y la práctica, debido al mundo multicultural en
que vivimos.
Predijo también que, para que enfermería tenga importancia y signi-
ficado frente a los sujetos cuidados y otros profesionales de este campo en
todo el mundo, es imperativo disponer de competencias capaces de orientar
las acciones y las decisiones, para obtener resultados positivos y eficaces en
este sentido. La cultura determina los patrones y estilos de vida que tienen
influencia en las decisiones de las personas, esta teoría ayuda a la enfermera
a descubrir y documentar el mundo del sujeto cuidado y utiliza sus puntos
de vista émicos -internos-, sus conocimientos y sus prácticas en conjunción
con una ética apropiada -conocimiento profesional- como base para adoptar
acciones y decisiones profesionales coherentes con los modos culturales.
el cuidado 47
ACTIVIDADES DE APLICACIÓN
Paradigmas de la Enfermería
de la Categorización de la Transformación
Orientación hacia la salud pública Orientación hacia la persona Apertura hacia el mundo
Orientación
10. Defina con sus palabras los principios del cuidado humano.
13. Defina con sus palabras las ideas principales del cuidado cultural.
EXPERIENCIA
DE SALUD
PERSONA PROFESIONAL
CUIDADA DEL CUIDADO
MÉTODO
CONTEXTO
ESPACIO - Capítulo 2
LA EXPERIENCIA
TEMPORAL
DE SALUD
LOS CONCEPTOS DE
SALUD Y ENFERMEDAD
"La salud es un estado raro que, a pesar de todo, no es un estado patológico."
L. S. Kubie
A lgunos más, otros menos, todos tenemos alguna idea acerca de lo que
significa el concepto de enfermedad. Resulta obvio que tal aproxima-
ción al significado de la misma
Son tres las significaciones originarias
tendrá que ver con nuestro bagaje
de los distintos nombres que los pueblos
de conocimientos, nuestra historia
más diversos han dado a la afección
personal y, entre otras cosas las
morbosa: daño o mal (nosos, morbus),
pautas sociales y culturales que
deficiencia o flaqueza (astehéneia,
nos han forjado como individuos
infirmitas) y sufrimiento (pathos,
pertenecientes a una u otra cultura
passio, dolentia). Lo que está claro
o grupo étnico. La Organización
es, que sea una u otra la acepción
Mundial de la Salud se expresó en
que se utilice, todas hacen referencia
los consabidos(1) términos:
a la alteración de alguna necesidad
del ser humano, y por ende, exige en
“La salud es un estado de completo
alguna u otra medida, la intervención
bienestar físico, mental y social, y
del cuidador con mayor o menor
no sólo la ausencia de enfermedad
urgencia. Hecho que coloca a la persona
o dolencia” (2)
“enferma” en situación de dependencia.
(1) YING - YANG (IN - IO en Japonés): en nuestra cultura occidental tendemos a separar
las cosas de tal forma, que el YING y el YANG aparecen como algo opuesto, cuando en
realidad son complementarios. La simple definición de negativo y positivo ayuda a mantener
esta confusión. El símbolo taoísta para estos conceptos (TAIKYOKU) lo expresa como un
círculo exterior que representa el TODO que envuelve al positivo y al negativo conteniendo
cada una de estas dos polaridades una pequeña parte de la opuesta. La sinuosa línea central,
al no ser recta quiere significar la contínua alternancia de energías y la complementariedad
de las mismas. En el cerebro humano, el hemisferio izquierdo (que controla el lado dercho
del cuerpo) actúa de manera intelectual o científica (YING). El derecho en cambio (contro-
lando el lado izquierdo del cuerpo) actúa simultáneamente pero de forma más intuitiva
(YANG). Ambos son necesarios, siempre se encuentran en actividad alternando el flujo de
información. El verdadero éxito no está en rechazar uno en favor del otro, sino en lograr una
armonía de ambos. Se asume la continua variación de la existencia: de lo bueno y lo malo, de
lo correcto e incorrecto. No se puede mantener una posición contraria al proceso natural de
cambio que se da en el universo. Tener una perspectiva amplia permite mayor libertad para
juzgar lo que en un momento determinado es apropiado o inapropiado.
(2) canon: regla o precepto. Norma establecida por la costumbre como propia de una actividad.
la experiencia de salud 55
vigente hasta nuestros días. Pero junto a ella o contra ella han surgido
otras, entre las cuales deben ser destacadas las siguientes:
1° El ontologismo nosológico(1) de Paracelso, Van Helmont y Jahn.
Según todos ellos, la enfermedad tendría realidad sustantiva, sería como
un parásito invisible del organismo que la padece.
(1) nosología: parte de la medicina que tiene por objeto describir, diferenciar y clasificar las
enfermedades.
(2) morbífico: de mórbido. Que padece u ocasiona enfermedad.
56 el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermo
ACTIVIDADES DE APLICACIÓN
8. ¿De qué manera cree usted que la experiencia de salud que vivimos
como profesionales se verá reflejada en el cuidado de enfermería
que brindemos?
EXPERIENCIA
DE SALUD
PERSONA PROFESIONAL
CUIDADA DEL CUIDADO
MÉTODO
CONTEXTO
ESPACIO - Capítulo 3
EL PROFESIONAL
TEMPORAL
DEL CUIDADO
EN BUSCA DE LA
ENFERMERÍA PERDIDA
Desde que iniciamos nuestros estudios, muchos docentes nos expresan con ojos
vidriosos que la enfermería es “arte y ciencia”. Sin embargo, con el devenir
profesional nos encontramos con que, si bien puede estar nutrida de ambos,
necesitamos una expresión acorde para lo que hacemos, sin caer en frases
hechas a modo de “eslóganes publicitarios” acerca de nuestra profesión.
EL ARTE DE CUIDAR
“El arte comienza cuando de un gran número de nociones suministradas
por la experiencia se forma una sola concepción general
que se aplica a todos los casos semejantes.”
Aristóteles - Metafísica, Libro primero
(1) NIGHTINGALE, F., “Notas sobre Enfermería: qué es y qué no es”. Masson. Barcelona, 1993.
60 el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermo
“La pregunta más repetida en relación con el arte de nuestra época es fruto de la
perplejidad: ¿qué significa? Pues su principal y revolucionaria característica es
el rechazo a la tradición. ¿Cuál es, entonces, el fundamento de ese arte que ya no
busca imitar selectivamente la realidad para plasmar su belleza? La respuesta es
la libertad.
“(…) Probablemente nunca llegaremos a una formulación definitiva acerca del
significado del arte, pero ello no nos priva de la experiencia y, por lo tanto, del
saber derivado de la historia de esa aventura.” (1)
Pero, ¿puede definirse y resumirse la función del arte con una sola
fórmula?
Es evidente que las definiciones y funciones del arte han cambiado
al cambiar la sociedad, por ende existen en la literatura e historia del arte
tantas definiciones y concepciones como paradigmas y movimientos histó-
ricos han habido.
La definición del arte como medio de fundirse con la totalidad de lo
real, como el camino del individuo para llegar al mundo en general, como la
expresión de su deseo de identificarse con lo que es, resulta hoy día dema-
siado romántica. Supuestamente para ser artista hay que captar y transformar
la experiencia en recuerdo, el recuerdo en expresión, la materia en forma.
En sus orígenes el arte era una magia, una ayuda mágica para dominar
un mundo real pero inexplorado. En la magia se combinaban en forma
latente(1) o germinalmente(2), la religión, la ciencia y el arte, actualmente
son estos saberes los que ayudan a los hombres a conocer y modificar la
realidad social. El arte es necesario para que el hombre pueda conocer y
cambiar el mundo, pero también es necesario por la magia inherente a él.
En tal sentido puede considerarse al arte como una herramienta de
la libertad, una expresión de aquello que de otra manera no podría aflorar
en nosotros. Es por medio del arte que nos ponemos en contacto con la
sensible línea que separa la realidad de la imaginación. Que separa y que
a la vez une, ya que también es el arte la herramienta que poseemos para
modificar esa realidad.
Es, por lo tanto la creatividad -principal aliada del arte- uno de los
instrumentos más necesarios y a la vez menos explotados por nuestro
grupo profesional.
Toda ciencia humanística necesita desde sus cimientos estrechar
vínculos con el arte.
Henry David Thoreau (3) lo expresó de esta manera:
“Es importante ser capaz de pintar un cuadro o esculpir una estatua, y así
conferir belleza a unos pocos objetos. Pero mucho más glorioso es esculpir y pintar
la atmósfera en la que trabajamos a fin de mejorar la calidad del día: ésta es la
más sublime de las artes”.
ARTE Y CIENCIA
P ero, ¿dónde está entonces la línea que divide nuestras acciones en artís-
ticas y científicas? Simplemente en la emoción y el método.
El arte es emoción, sentimiento, pasión. No podemos, por más que
querramos, abstraernos(1) de las sensaciones que nos generan las distintas
situaciones a las que nos enfrentamos cotidianamente.
Podemos, como profesionales, poner un coto(2) a la manifestación, a la
exteriorización de esas emociones, pero de ninguna manera podemos prohi-
birnos sentir. Estamos inmersos en un trabajo repleto de sentimientos.
pero sabemos que eso no ocurre con la mayoría de nosotros. Es por ello que
puede concebirse a la enfermería, no solamente como arte y ciencia, sino
también como una manera de pensar y concebir el mundo, una filosofía
enfermera; en definitiva una manera de asumir nuestra vida cotidiana y
nuestro propio proyecto de vida: una Cultura Enfermera.
En la actualidad estamos ante una crisis de los fundamentos del cono-
cimiento científico, del filosófico, y, en general, de los fundamentos del
pensamiento. Una crisis que genera incertidumbre en las cosas fundamen-
tales que afectan al ser humano. Y esto, precisa y paradójicamente, en un
momento en que la explosión y el volumen de los conocimientos parecieran
no tener límites. La ciencia y el arte de la enfermería no pueden abstraerse
de esta vorágine de cambios y renovaciones, y sus actores deben, por lo
tanto, asumir una activa participación en la dinámica de dichos embates.
El resultado de este entramado va a ser el fruto de nuestro esfuerzo
por tratar de comprender mejor la realidad que nos rodea e interactuar con
ella de una manera sensible y a la vez consciente. Espíritu y método, dos
condiciones fundamentales que debe fortalecer todo enfermero.
¿OFICIO O PROFESIÓN?
(1) HUGHES, E.C., “Men and Their Work”. Free Press, 1964
66 el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermo
“La profesión es una creación humana, frente a los hechos naturales en sí mismos. Y
todo lo que es una creación humana, es una creación histórica, es decir, las creaciones
del hombre surgen en la historia, surgen en el tiempo y no se entienden bien cuándo,
cómo y por qué han surgido si no es dentro de la historia. Este es un fenómeno clara-
mente humano. ¿Por qué la enfermería es como es?. Eso, o se analiza en su gestación
o no se entiende. Y además un profesional ha de ser una persona que tenga conciencia
de su rol, y éste es un rol histórico-social creado por los hombres, por las sociedades”.(5)
(1) RICHINO, S., “Estructuración del rol profesional, laboratorio en procesos institucionales”.
Kargieman - Buenos Aires, 1985.
(2) Real Academia Española: diccionario de la lengua castellana, en que se explica
el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las frases o modos de
hablar, los proverbios o refranes, y otras cosas convenientes al uso de la lengua [...].
Compuesto por la Real Academia Española. Tomo tercero. Que contiene las letras
D.E.F - Madrid. Imprenta de la Real Academia Española por la viuda de Francisco
del Hierro. 1732.
68 el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermo
(1) DURANTE, S., “Claves para pensar la Enfermería”. El Uapití. Buenos Aires, 2005.
(2) Nota del Autor: para profundizar este tema puede consultarse “El antidarwinismo
enfermero(...)”, en DURANTE, S., “Claves...”. Ib.ídem.
72 el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermo
EL PROFESIONAL CUIDADOR
(1) PERCIA, M., “Volaban papeles como aves increíbles” en CIRIANNI, M. y PERCIA,
M. (compiladores): “Salud y Subjetividad – Capacitación con enfermeras y enfermeros en un
psiquiátrico”, Lugar Buenos Aires, 1998.
74 el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermo
ACTO DE
DEFINIDO POR VARIABLES
CUIDAR
SOCIO-CULTURALES,
HISTÓRICO-POLÍTICAS,
GEOGRÁFICAS
Y ECONÓMICAS
LA INTERVENCIÓN PROFESIONAL
CONOCIMIENTOS
TEÓRICOS
2° A través de la
elucidación nos
permitimos 3° Retorno obligado
repensar nuestra a partir de la
1° Recorrido de
práctica en función modificación de
nuestros conocimientos
de la teoría nuestras actitudes
teóricos hacia el
hacia la asunción de
ejercicio laboral
un rol profesional
EJERCICIO
PROFESIONAL
A ntes de la década del ’60 y los movimientos culturales que ésta llevó
aparejada -revolución sexual, feminismo, movimiento hippie, paci-
fismo, movimiento ecologista, mayo francés, etc.- la enfermería era una
profesión -por llamarla de alguna manera- destinada casi excluyentemente
al género femenino. Los textos y manuales de la época lo reflejan con
inequívoca claridad:
(1) género: relación social entre los sexos. Construcción sociocultural que responde a un
tiempo y espacio definidos y que contribuye a explicar la trama de las relaciones humanas.
(2) ANSCHÜTZ, G.E.E., “Primeros Auxilios”, Ed. López & Etchegoyen S.R.L., Buenos
Aires, 1940.
el profesional del cuidado 79
personas aquí reunidas fueran mujeres pero apareciera un solo hombre, yo debería
decir “todos” ustedes y no “todas” ustedes. Esto, que parece una cuestión de gramá-
tica obviamente no lo es. Es ideología y a mí me llevó un tiempo comprenderlo”.(1)
el propio núcleo central del grupo de discusión, la marcha del debate refleja
las contradicciones entre condición social femenina e imagen profesional.
A través de su malversada función de “satisfacer las necesidades del
paciente”, la actitud de sumisión y amorosa complacencia de la enfermera
responde, cuando menos, a una necesidad social: evitar críticas, ser acep-
tada, sentirse querida.
La enfermera representa, desde su condición femenina, una función
de autoridad subordinada que la convierte en centro de críticas y miradas.
Sufre un control doble derivado de dos condiciones: ser profesional
y ser mujer, ya que, en el espacio cerrado que representa el núcleo hospi-
talario, ella es el centro de las miradas. Y es a través de las miradas que la
enfermera se convierte en fetiche.
Así, la enfermera, gran madre-cuidadora-nodriza, se convierte en ese
objeto de deseo, cuya intensidad crece en la medida en que se hace más inal-
canzable. No es casualidad que la figura de la enfermera sea la imagen del
profesional más explotada por la industria pornográfica en todo el mundo.
En contraste con ello, y detrás del integrismo vocacional de la mujer
como naturalmente destinada al pasivo cuidado de los niños y de los más
débiles, aparece, en definitiva, el autoritarismo del orden patriarcal tradi-
cional que la destina socialmente a una posición de representante y reinte-
gradora del orden social de forma subordinada.
Para ilustrar lo hasta aquí mencionado y en referencia a otra rama
profesional abrazada históricamente por el género femenino, Sonsoles San
Román Gago afirma que:
(1) SAN ROMAN GAGO, S., “Género y construcción de identidad profesional: el caso de la
maestra en vías de profesionalización (de los años 50 a los 60 en el franquismo intermedio)” en
Education Policy Analysis Archives, Volume 9 Number 19 mayo 22, 2001.
el profesional del cuidado 83
ELEMENTOS DE LA COMPETENCIA
E xisten ciertos requisitos que deben estar presentes para que podamos
afirmar que estamos en condiciones de ser considerados enfermeros.
Margot Phaneuf(1), enumera tres elementos en los que -según ella- se
basa el ejercicio de la profesión de enfermería (modelo conceptual, cono-
cimientos específicos y método científico), a la vez que le confiere unas
características peculiares.
A su vez, es menester acotar que la gestión por competencias nació en
Harvard en 1973, con David McClelland, experto en recursos humanos(2).
Esta metodología no centra su análisis en el contenido de los puestos
de trabajo, sino en el estudio de las características comunes de quienes
desarrollan determinados tipos de tareas. La gestión por competencias se
diferencia de la gestión tradicional en que no sólo considera la parte de
los conocimientos que una persona puede tener y las habilidades que haya
demostrado, sino también -y por sobre todas las cosas- la actitud o predis-
posición para el rol que asume y la tarea que lleva a cabo. En pocas palabras
involucra el saber ser, el poder ser y el querer ser.
(1) ABADI, E., “Una mochila funesta” en revista “Debate”, Buenos Aires, 6 de junio de
2003.
el profesional del cuidado 85
(1) Shwanitz, Dietrich, (1940 - ): estudió Filosofía inglesa, Historia y Filosofía en las
universidades de Münster, Londres, Filadelfia y Friburgo. De 1978 a 1997 fue profesor de
Cultura y Literatura inglesa en la Universidad de Hamburgo. Desde 1997 vive de su trabajo
como escritor. Ha publicado, entre otros libros, “El Campus”, “La historia cultural inglesa”,
“El Síndrome Shylock” y “El círculo”.
(2) SCHWANITZ, D., “La cultura. Todo lo que hay que saber”, Taurus. Buenos Aires, 2002.
(3) FREIRE, P., “La importancia de leer y el proceso de liberación”, Siglo XXI. México, 1998.
el profesional del cuidado 87
(1) LAZO, E., “Los métodos de validación en ciencias naturales”, en DÍAZ, E. (editora): “La
posciencia, el conocimiento científico en las postrimerías de la modernidad”. Biblos, Bs. As.,
2000.
90 el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermo
HIPÓCRATES
PERSONA EN
GRECIA
SU TOTALIDAD
460 a.C.
ESPÍRITU
DESCARTES CARTESIANO
PERSONA:
CUERPO + ALMA
RENACIMIENTO LÓGICA
DEDUCTIVA
RACIONALISMO
CLAUDE CIENTÍFICO OBJETO DE
BERNARD ESTUDIO: LA
SIGLO XIX MEDICINA ENFERMEDAD
EXPERIMENTAL
J. SMUTTS
SIGLO XX
VISIÓN GLOBAL:
DEL INGLÉS
ALDOUS FILOSOFÍA DE
“WHOLE”,
HUXLEY (1958) LA PERENNIDAD
QUE SIGNIFICA
STANFORD “TODO”
H. HARMAN
RESEARCH
(1972 – 84)
INSTITUTE
(1) Ludwing Von Bertalanffy (1901): biólogo austríaco que posibilitó la unificación de la
ciencia a través de su gran obra: “La teoría general de sistemas”, que esencialmente se presenta
como una metodología válida para todas las ciencias.
el profesional del cuidado 95
Son estos dos enfoques del sujeto -holístico y sistémico-, junto con los de
cuidado humano y cultural, los que cimentan el modelo conceptual de
enfermería en el paradigma de la transformación.
EL PESO DE LA PALABRA
ACTIVIDADES DE APLICACIÓN
4. Dé un concepto de arte.
5. Dé un concepto de ciencia.
12. Defina:
• el objeto de su profesión,
• la finalidad de su actividad,
• su rol,
• las dificultades con que tropieza la persona a la que atiende,
• la naturaleza de su intervención,
• sus consecuencias.
el profesional del cuidado 103
13. ¿En qué se equivocan los que sostienen que la enfermería carece
de un potencial teórico que le sea propio?