la lluvia, el cntaro se llena y se vaca sobe las pocas cosas que quedan sobre todo sobre esa foto gris, acantilado de la vida de antes, lo que soy y no entiendo mi abuelo en traje sastre y blanco, cual palomo, mi madre cuando tena la edad de las conquistas y yo que todava no era una idea siquiera la pienso centelleante acantilado de lo que soy un hombre alejado, consiente de la finitud de lo que tengo. Dnde quedan las armas, el humor del bu!uelo, el peque!o, acongojado escr"pulo que tengo en el bolsillo si soy quien soy, es por esa foto. #i en verdad soy un hombre de verso redoblado en la orilla de la orilla en la otra orilla, cmo anunciar p"blicamente que mi linaje se firm en la celosa de ese antiguo ritual en que las ni!as se convertan en mujeres con un vestido rosa me veo en el espejo y oigo mis ojos de murci$lago estropeado arrugado, consumido en el reflejo. %iejo &arciso presto a la naftalina, al trapo cmodo, rimbombante y erudito de la modernidad ms aplastante. #oy sin saberlo mi madre. #in pensarlo, mi abuelo. #in entender para nada el fruto de la miel sobre el nopal, voy ciego a tientas buscndome un nombre que ya no sea el de la absurda oscuridad, hoy soy prolijo de andadas, correras, de un vals casi licntropo una soga corredi'a. (n olor, un contorno del enga!o. )os$ *amn +rti'