LIBRO ULTIMO
ESTADO PRESENTE DEL DOMINIO ESPANOL
EN CHILEDIVERSIDAD DE GASTAS QUE PUEBLAN EBL CHILE ESPANOL
De lo que Lengo ya dicho se infiere claramente que el Reino de Chile,
en la parte que poseen los espatioles, esti habilado de indios descendien-
les de sus primeros habitadores y de espanoles que se han establecido
en 6. De esto ha procedido una media casta que se ama mestizos, a
causa de la mezcla de la sangre de ambas naciones. Este era un efecto
que necesariamente debia provenir de la inolinacion del hombre a la
mujer y del deseo de la propagacion. Las mujeres espafiolas eran muy
pocas respecto de los hombres; éstas eran de las de calidad distinguida y
asi solo entraban en alianza matrimonial con quien conocian sus iguales,
por lo que la tropa no podia aspirar a matrimonios con espafolas. En
consecuencia tomé esta gente las hijas de los indios y proored Ia tercera
casta de los mestizos.
De estos mestizos y mestizas ha venido otra casta que se dice cuarte-
rona, que es cuando un espafiol ha engondrado en una mestiza; esta pro-
Je se lama ouarterona, y de la mezcla de euarterona con mestizo o con
espanol o con otras castas, que luego diré, nacen otras muchas que es
hien distingan los moralistas, para juzgar si estdn ono comprendidos en
los privilegios que est4n concedidos a los indios.
Los mestizos y ouarterones, por lo que toca a sus cuerpos, estan bien
hechos, de estalura regular, blancos por lo comun como los espanoles,
de modo que si no fuese el pelo, que en ellos es liso, grueso ¥ negro, aun
despues de varias generaciones no se distinguirian de un puro espanol.
Tampoco sacan de la madre, por lo ordinario, lo ancho de espalda y
pecho de la nacion araucana, como-ni el ser lampifos, porque ellos son
bien poblados de barba. En Jo demas de su cuerpo se arriman masala
nacion araucana que a Ja espafiola, pues son de membradura mas récia y
fuerte que el comun de los puros espanoles. De aqui es que ellos sean de
mayores fuerzas y que tengan mayor resistencia en las duras fatigas de284 GoMEz DE VIDAURRE
la campana y que las intemperies de las estaciones rigidas hagan en ellos
menor impresion.
€uanto a las dotes del 4nimo, se dicen en una sola palabra, y es, que
ellos sacan todo lo bueno de ambas naciones. Son obsequiosos; son gene-
rosos, fieles, constantes, intrépidos, amorosos, afables, cordialfsimos y
de bellos ingenios. Quieren ser gobernados por las buenas, y el mal trato
los hace indémitos. Su inclinacion es por la navion espanola, y es inju-
riarlos tratarlos por lo que son, esto es, por mostizos; pero esto yo me
persuado proviene por el desprecio en que se tiene para con los mismos.
espanoles la nacion indiana.
Los espafioles desde él principio introdujeron los negros y mulatos, ¥
de aqui han provenido otras dos castas, porque casindose éstos con las
indias y con las mestizas, han nacido, ya los que Haman mulatos, que son
los hijos de mulato en una mestiza o bien de un espafol en una negra.
Estos son por Io comun, aunque de estatura regular, de membratura
débil y de hellas dotes en su dnimo, quitada la soberbia a que ellos incli-
nan. Son Sumamente propensos por la nacion espaficla. Zambos es 1a
otra casia que ha venido de esto y es cuando un negro ha engendrado,
en una india. El color de éstos es de cobre, su corporatura grande, ro-
busta, membruda, el pelo poco largo pero no tan erespo. Las dotes del
fmimo de ordinario malas, nada fieles, sumamente iracundos, crucles,
traidores, y en suma, gente cuyo trato debe huirse. Esta casta esté poco
propagada en Chile, porque la nacion araucana ha tenido desde el prin~
cipio de 1a conquista particular odio a los negros, persuadidos, como
dicen algunos, que de ellos hacian la pélvora los espanoles.
De todas estas castas esti poblado el Reino de Chile que poseen los
espafoles, esto es, de puros espafoles, de puros indios, de negros, de
mestizos, de cuarterones, de mulatos y de zambos. Fuera de éstos, hay
hijos de espafiolas en mestizas, en mulatas, ete.; de otras naciones, como
franceses, italianos e ingleses, pero éslos son tan pocos que no hacen
cuerpo visible en el Reino. De todos éstos, a excepcion de los puros in-
dios, el que menos pone de hombres de armas es sesenta mil, lo que no
se me hace incretble, sin embargo de la guerra tan sangrienta por mas
de un siglo que ha costado el establecimiento de los nuestros en Chile,
porque la benignidad del lima puede contribuir mucho a la fecundidad
que se nota en las mujeres chilenas. Yo me persuado seria mucho mayor
la populacion si no se dejasen de casar las hijas tan en tierna edad, como
allf hacen, porque ni se malograrian, como sucede muy frecuentemente,
los primeros partos, ni ellas contraerian tantos achaques, como a no
pocas sucede. Esto particularmente sucede en las personas nobles, entra
Jas que no es cosa raraestar aun pariendo y tratando ya de casar una
nieta.