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ELEMENTOS CONSTITUCIONALES CIRCULADOS POR EL SENOR RAYON (4 de septiembre de 1812) Copia de los elementos de nuestra Constitucién Num, 1. La Independencia de la América es demasiado justa aun cuando Espafia no hubiera sustituido al gobierno de los Borbones el de unas juntas a todas luces nulas, cuyos resultados han sido conducir a la peninsula al borde de su destruccién. Todo el universo comprendidos los enemigos de nues- tra felicidad han conocido esta verdad; mas han procurado presentarla aborre- cible a los incautos, haciéndola creer que los autores de nuestra gloriosa Inde- pendencia han tenido otras miras, que, o las miserables de un total desenfreno © las odiosas de un absoluto despotismo. Los primeros movimientos han prestado apariencia de su opinidn; las ex- presiones de los pueblos oprimidos y tiranizados en los creptisculos de su liber- tad se han pretendido identificar con los de sus jefes, necesitados muchas veces a condescender mal de su grado, y nuestros sucesos se hayan anunciados en los papeles publicos casi al mismo tiempo en que el tribunal mis respetable de la nacién nos atemoriza; s6lo el profundo conocimiento de nuestra justicia fue capaz de superiorizarnos a estos obstdculos. La conducta de nuestras tropas que presentan un riguroso contraste con la de esos pérfidos enemigos de nuestra libertad, ha sido bastante a confundir las calumnias con que esos gaceteros, y publicistas aduladores han empefiddose en denigrarnos: 1a corte misma de nuestra nacién ha sido testigo del brutal desenfreno, y manejo escandaloso de esos proclamados defensores de nuestra religién, ellos sellan sus triunfos con la impiedad, la sangre de nuestros her- manos indefensos, la destruccién de poblaciones numerosas y la profanacién de templos sacrosantos; he aqui los resultados de sus triunfos. Aun todo esto es suficiente para que esos orgullosos europeos confiesen la justicia de nuestras solicitudes, y no pierden momento de hacer creer a la nacién que se halla ame- nazada de una espantosa anarquia. Nosotros pues, tenemos la increible satisfaccién, y el alto honor de haber merecido a los pueblos libres de nuestra patria componer el Supremo Tribu- nal de la Nacién, y representar la majestad que sdlo reside en ellos, aunque ocupados principalmente en abatir con el cafién y la espada las falanges de nuestros enemigos no queremos perder un momento de ofrecer a todo el uni- verso los elementos de una constitucién que ha de fijar nuestra felicidad; no es una legislacién la que presentamos, ésta sélo es obra de la meditacién pro- funda de la quictud y de Ja paz, pero manifestar a Jos sabios cudles han sido los sentimientos y deseos de nuestros pueblos, y constitucién que podr4 modi- ficarse por Jas circunstancias; pero de ningén modo convertirse en otros. 50 PANTOJA MORAN/GARCIA LAGUARDIA Puntos de nuestra Constitucién 19 La religién catélica serd la unica sin tolerancia de otra. 29 Sus ministros por ahora serdn y continuardn dotados como hasta aqui. 3 El dogma seré sostenido por la vigilancia del tribunal de la fe, cuyo re- glamento conforme el santo espfritu de la disciplina, pondria distantes a sus individuos de la influencia de las autoridades constituidas, y de los excesos del despotismo. 49 La América es libre, e independiente de toda otra nacién. 59 La soberania dimana inmediatamente del pueblo, reside en la persona del sefior don Fernando VII y su ejercicio en el Supremo Congreso Nacional Americano. 69 Ningin otro derecho a esta soberania puede ser atendido, por incontes- table que parezca cuando sea perjudicial a la independencia y felicidad de Ja nacién. 79 El Supremo Congreso constard de cinco vocales nombrados por las repre- sentaciones de las provincias; mas por ahora se completard el ntimero de vo- cales por los tres que existen en virtud de comunicacién irrevocable de la po- testad que tienen, y cumplimiento del pacto convencional celebrado por la nacién en 21 de agosto de 1811. 89 Las funciones de cada vocal durardn cinco afios: el mds antiguo hard de presidente, y el mds moderno de secretario en actos reservados, 0 que com- prendan toda la nacién. 99 No deberdn ser electos todos en un afio, sino sucesivamente uno cada afio, cesando de sus funciones en el primero, el mds antiguo. 10. Antes de lograrse la posesién de la capital del reino, no podran los ac- tuales ser sustituidos por otros. 11. En Ios vocales que lo sean en el momento glorioso de la posesién de México, comenzar4 a contarse desde este tiempo el de sus funciones. 12. Las personas de los vocales serén inviolables en el tiempo de su ejerci- cio, s6lo podran proceder contra ellos en el caso de alta traicién y con cono- cimiento reservado de los otros vocales que Io sean, y hayan sido. 13. Las circunstancias, rentas y demas condiciones de los vocales que lo sean y hayan sido, queda reservado para cuando se formalice la constitucién particu- lar de Ja junta, quedando si, como punto irrevocable la rigurosa alternativa de las providencias. 14. Habra un consejo de Estado para las cosas de declaracién de guerra y ajuste de paz, a los que deberdn concurrir los oficiales de brigadier arriba, no pudiendo Ja suprema junta determinar sin estos requisitos. 15. También deberd la suprema junta acordar sus determinaciones con el consejo en el caso de establecer gastos extraordinarios, obligar los bienes na- cionales, o cuando se trate de aumentos inherentes que pertenezcan a la causa comun de la nacién, debiéndose antes tener muy en consideracién lo expuesto por los representantes. 6. Los despachos de gracia y justicia, guerra y hacienda, y sus respectivos tribunales se sistemaran con conocimiento de las circunstancias. 17. Habré un protector nacional nombrado por los representantes. TRES DOCUMENTOS CONSTITUCIONALES .. . 51 18. El establecimiento y derogacién de las leyes, y cualquier negocio que interese a la nacién, deberd proponerse en las secciones publicas por el pro- tector nacional ante el Supremo Congreso en presencia de los representantes que prestaron su ascenso, o descenso, reservandose la decisién a Ja suprema junta en pluralidad de votos. 19. Todos los vecinos de fuera que favorezcan la libertad e Independencia de la nacién, serdn recibidos bajo Ja proteccién de las leyes. 20. Todo extranjero que quiera disfrutar los privilegios de ciudadano ame ricano, debera impetrar carta de naturaleza de la suprema junta que se con- ceder4 con acuerdo del ayuntamiento respectivo y disensién del protector na- cional: mas sélo los patricios obtendran los empleos, sin que en esta parte pueda valer privilegio alguno o carta de naturaleza. 21, Aunque los tres poderes legislativo, ejecutivo y judicial, sean propios de la soberania, el legislativo lo es inerrante que jamas podré comunicarlo, 22. Ningiin empleo, cuyo honorario se erogue de los fondos piblicos, 0 que eleve al interesado de: la clase en que vivia, o le dé mayor lustre que a sus iguales, podrd Iamarse de gracia, sino de rigurosa justicia. 28. Los representantes seran nombrados cada tres afios por los ayuntamien- tos respectivos, y éstos deberdn componerse de las personas més honradas, y de proporcién, no sélo de las capitales, sino de los pueblos del distrito. 24. Queda entcramente proscrita la esclavitud. 25. Al que hubiere nacido después de la feliz Independencia de nuestra na- cidn, no obstardn sino los defectos personales, sin que pueda oponérsele la clase de su linaje; lo mismo debera observarse con los que representen haber obte- nido en los ejércitos americanos graduacién de capitan arriba, o acrediten al- gin singular servicio a la patria. 26. Nuestros puertos serin francos a las naciones extranjeras con aquellas limitaciones que aseguren Ja pureza del dogma. 27. Toda persona que haya sido perjura a la nacién sin perjuicio de Ia pena que se le aplique, se declara infame y sus bienes pertenecientes a la nacién. 28. Se declaran vacantes los destinos de los europeos, sea de la clase que fuesen, e igualmente los de aquellos que de un medio publico, e incontestable hayan influido en sostener la causa de nuestros enemigos. 29. Habra una absoluta libertad de imprenta en puntos puramente cientifi- cos y politicos, con tal que estos ultimos observen las miras de ilustrar y no zaherir las legislaciones establecidas. 30. Quedan enteramente abolidos los exdmenes de artesanos, y sdlo los cali- ficaré el desempefio de ellos. 31. Cada uno se respetard en su casa como en un asilo sagrado, y se admi- nistraré con las ampliaciones, restricciones que ofrezcan Jas circunstancias, la célebre ley Corpus Haves de la Inglaterra. 82. Queda proscrita como barbara la tortura, sin que pueda lo contrario aun admitirse a discusién. 88. Los dias dieciséis de septiembre en que se proclama nuestra feliz Inde- pendencia, el veintinueve de septiembre y treinta y uno de julio, cumpleaiios de nuestros generalisimos Hidalgo y Allende, y el doce de diciembre consa- 52 PANTOJA MORAN/GARGIA LAGUARDIA grado a nuestra amabilisima protectora Nuestra Sefiora de Guadalupe serdn solemnizados como los més augustos de nuestra nacién. 34. Se estableceran cuatro érdenes militares, que seran la de Nuestra Sefio- ra de Guadalupe, la de Hidalgo, la Aguila y Allende, pudiendo también ob- tenerlas los magistrados, y dems ciudadanos beneméritos que se consideren acreedores a este honor. 85. Habré en la nacién cuatro cruces grandes respectivas a las érdenes dichas. 36. Habré en la nacién cuatro capitanes generales. 37. En los casos de guerra propondran los oficilaes de brigadier arriba, y los consejeros de guerra al Supremo Congreso Nacional, quién de los cuatro generales debe hacer de generalisimo para los casos ejecutivos y de combina- cién, investiduras que no confiera graduacién ni aumento de renta que cerrard concluida la guerra, y que podra removerse del mismo modo que se constituyé. 88. Serdn capitanes generales los tres actuales de la junta, aun cuando cesen sus funciones, pues esta graduacién no debe creerse inherente a la de vocal, quedando a las circunstancias el nombramiento del cuarto americano, he aqui los principios fundamentales sobre Jos que ha de Ievarse la grande obra de nuestra felicidad; esta apoyada en la libertad, y en la Independencia, y nuestros sacrificios aunque grandes son nada en comparacién con la halagiiefia perspectiva que se os ofrece para el wltimo periodo de nuestra vida trascen- dental a nuestros descendientes. EI pueblo americano olvidado de unos, compadecido por otros, y despre- ciado por la mayor parte aparecer4 ya con el esplendor y dignidad de que se ha hecho acreedor por 1a bizarria con que ha roto las cadenas del despotismo, la cobardia y la ociosidad serd la unica que infame al ciudadano, y el templo del honor abrird indistintamente las puertas del mérito, y Ja virtud una santa emu- Jacién Ilevar4 a nuestros hermanos, y nosotros tendremos la dulce satisfaccién de deciros: “Os hemos ayudado y dirigido, hemos hecho sustituir la abundan- cia, a la escasez, la libertad a Ja esclavitud, y la felicidad a la miseria; bende- cid pues al Dios de los destinos que se ha dignado mirar por compasién su pueblo.” Licenciado Rayén

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