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EL POZO
Mi hermano Alberto cay al pozo cuando tena cinco aos.
Fue una de esas tragedias familiares que slo alivian el tiempo y la circunstancia
de la familia numerosa.
Veinte aos despus mi hermano Eloy sacaba agua un da de aquel pozo al que
nadie jams haba vuelto a asomarse.
En el caldero descubri una pequea botella con un papel en el interior.
"Este es un mundo como otro cualquiera", deca el mensaje.
Luis Mateo Dez
EL LOCO
Dej atrs todo, y ahora hace esculturas extraas que vende
a turistas despistados, y aprende trucos de magia que jams
muestra a nadie. Cree tener cosas que contar, reflexiones
nunca dichas, nunca escritas, pero nadie quiere orlo, ni a l
le gusta hablar con gente. Antes, cuando era contable, cada
da se pareca a otro da, y soaba con vivir as, pero sin
latas de comida y sin fro. Ahora es libre, o algo parecido,
y no tiene que explicarse ante nadie, y come cuando quiere
y hace lo que quiere. Pero, incluso ahora, cada da es igual
al anterior.
LA EXTRANJERA
Se han apoyado en la baranda del faro. Han llegado hasta aqu sin miedo.
Atrados por el amor al vrtigo. Guiados por una flecha insolente de la
noche. Ella mira hacia abajo. El mar la deslumbra. Olas hinchadas como
venas patean su rabia contra la muralla de rocas. l le pide: mame.
Ella no responde. Es joven y cierra los ojos como si estuviera viviendo
muchas muertes. Ella teme saltar. l le reclama: Bsame. La luz del faro
indaga por las cosas perdidas y los encuentra a ellos. Amantes de las
sombras son el blanco del silencio. Ella quiere saltar porque en su
garganta tiene un nudo de reproches. Como l no pregunta, tampoco ella
le responde. Su pasado es un mapa deshecho. Viene de un pas hundido.
No resulta fcil decir lo que se piensa. Y ella piensa demasiado. Ahora
abre los ojos para ver el naufragio de su alma. l la abraza como si
quisiera desnudar su rabia. Ella le pide: Mtame.
Nuria Amat
EL DRAMA DEL DESENCANTADO
...el drama del desencantado que se arroj a la calle desde el dcimo
piso, y a medida que caa iba viendo a travs de las ventanas la intimidad
de sus vecinos, las pequeas tragedias domsticas, los amores furtivos,
los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no haban llegado nunca
hasta la escalera comn, de modo que en el instante de reventarse contra
el pavimento de la calle haba cambiado por completo su concepcin del
mundo, y haba llegado a la conclusin de que aquella vida que
abandonaba para siempre por la puerta falsa vala la pena de ser vivida.