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784 ANTONIO GARGIA:PABLOS DE MOLINA d) La intervencin ha de disefarse, a diferencia de lo que micle reprocharse a los programas puramente conductistas, para prever la generalizacion, 6) La intervencién contomplaré activamente variables de tipo legal sociolégico, politico, econémice y argsnizacional!® ’ ‘Suelen distinguirse dos clases de programascomunitarios,en sentido estrieto: los psicolégico-legales y los psicolégico-ambientales. Entre los primeros figuran los sdiversion-programs-, los sistemas de apoyo (advocacy») y los «reintegration-programs-, basados en técnicas de asesoramiento («ounseling). Los programas mecanicos 0 psicolgicos- ambientales presentan también, una rica variedad de modelos: ~Defensible Space (NEWMAN), morfologia urbana (GEORGES- ABEYIE), estudios sobre el mapa cognitivo del infractor (que poseen cardicter de prevencién priniaria), ete. Un anslisis pormenorizado do los, mismos eorresponde a la literatura especializada'®* "Sobre estas einea directrices, vid. NIRTZUL,M.T., Crime and its modification: a oxi erg perspective cit p12 CIF. CLEMENTE DIAZ, M., . a 98 y 88 Vid. CLEMENTS DIAZ, M., op. cit, pai. 398 y 38. Capitulo XVII: Teortas estructural-funcionalistas (de la anomia) y sistémicas' (III) |, TEORIAS DE LA «ANOMIA» Y CONCEPCIONES «SISTEMICAS» Se examinan en este capitulo un conjunto relativamente homogéneo de construcciones doctrinales que contemplan el crimen (-conducta | Annales de 'Université de Paris, n? 1 (1960), Centenario del nacimionto de E. DURKHEIM, con trabajos de: DAVY, Gs LALANDE, A., ARON, Ry GURVITCHL, G.; LEW-BREHL, Hi; LERRAS. G., y TEVE-STRAUSS, CL:ARON, B., Les élapes de la pensée syciologique. Paris, 1907, Editions Gallimard; BARATTA, A., Criminolagia liberale e ideologia della difesa saciale, en: Hstratta dat La Questione Criminale, 1 (1979), Bologus, 1 Mulino, pas. 4G y sa del mismo: Intogracicn-prevencion: una «nuevas fondamentacion de la pena dentro de Ia teora sisiemica, en; Cuadernos de Politica Criminal, 24 (1984), pags, 53.0 552; BARNES, H. E., Durkheim's Contribution to the Reconstruction Bf Political Theory, Polit. SC. Quert, Vol. 85 (1920), pags 230a:254, DLUMSTEIN, (A, yCOHEN, J, A’Theory ofthe Stability of Punishment, en: Jounal of Griminel Law and Criminology, 64 (1973), pags. 198 a 207 (una reinterpretacién de las tess de DURKHEIM sobre la base de datos extraidos de la sociedad norteamericana y de la noruega); CUNARD, M, B., edi, Anomie and Deviant Behavior, The Free ‘ross, New Vork, 1964 COHEN, A. K , Ahweichungind Kontrolle, 1968(Munehen), pags, 131y s8., DUVIGNAUD, J, Durkheim, sa vie, son oeuvre, Paris, P.V. F., 1035; RISENRERG, U, Rriminolosie, Heymanns Verlag 6.G...soln-Berlin-Bonn~ ‘Manchen, 1979, pags. 66 y ss.; CARCIA-PABLOS, A., La normalidad del delito y ldelineuento, on: Revistade la Facultad de Derechodela Universidad Complutense, 11 (1986), pags. 825.346; GEHLKE C, B., B. Durlsheim’s Contributions to Social ‘Thoory, en: Stusliss in History... vol, LXUIL, n® 1. Columbia University, 19155 GERHARD, U, Rollenanalyse ala Kritischo Sozioloyio; Saziclogische Toxte, 72. Berlin (1971), Nenwied, pags, 47 y 8s.; GOPPINGER, H., Criminvlogia, Madrid 1975 (traduccion de MY, Sehwarck e Ignacio Luzdrraga) paginas 41 y ss (y bibliografia all eitaday; GRAZIA, S. DE, The Political Community, & study in ‘Anomie, Chicago, 1948; HAFERKAMP. IL Kriminalititistnormal, 1972 (Stuttgart), pigs. 48 y 55. LA CAPRA, D., 5. Durkheim, Sociologist and Philosopher, Cornell Daiversity Press, Ithaca, 1972; LUNDEN, W. A., «Emile Durkheim, en Pioneers in Criminology (dirigido por H. MANNHEIM), Patterson Smith, 1972, Montclair, ‘iigs. 385 499 y bibliografiaallicitada (zobre la obra de DURKHEIM); MOYA, C Emile Durieheim: la antonomia metadologiea de la sociologte y los arigenes del + Sobre el estructural fancionalismo, yi 786 ANTONIO GARCIA-PARLOS DE-MOLINA desviada») como fendmeno social, normal y funcional, caya génesis y ctiologia guarda estrecharelacitn con laestructuray grado de desarrollo del propio sistema social. En ello difieren, precisamente, de las explica- ciones biopsicolégieas (individualistas) del positivisme criminolégico, \si como de otras teorias soeiolégicas Especial consideracién merecerd el pensamiento academicista de E, DURKHEIM (1858-1917); el de R. MERTON, que revisa la teoria de la anomia del autor francés para ajustarla a las caraeteristieas muy singularesde la sociedad norteamericana’; y lamoderna teoriasistémica (LUHMANN, AMELUNG, OTTO, JAKOBS, ete.), variante funcionalista de particular proyeccidn en la sociologia europea desde la década de los setenta. ‘Se analizaran, a eontinuacén: AA) Teorias de ia arorniade DURKHEIM y MERTON, y posteriores revisiones de la misma (CLOWARD, CHLIN, COHEN, etc). 8) Postuladas flosdfices. eriminoldgicea, jurisizo-penalee y politco-crminales el pensamiento runconatis (tarcotuncionalsta), incluida la stearia sistemicas (alomana) y algunas variantos dol micmo en la doctrina norteamericana, (©) Reflexiones erticas al tuncionalismo. anilisis estructural funcional, en: Revista Espafola de Opinidn Publica, 8 (1967), NISBET, K.A,, The Sociology of E. Durkheim, Oxford University Press, New York, 1074; del mistno: Emile Durkheim, Prontice-Hall, Englewood Clifta, 1088 ique contiene trabajosde otros autores sobre a aportacion de DURKHEIM); OPP, K. D, Kriminalitat und Gorellechoftcetruktur, 1968 (Berlin), Neuwied, paginas 100 ¥-#., PARSONS, T., Theories of Society, Londres, 1969 (Collier McMillan}; del mismo: ‘The Structure of Social Aetion, New York, 1037, pigs. 201-472; SIEGEL, L. J., Crimuiuology, West Publishing, 1963, St Paul, pags. 105 4 196 y bibliogratia ell) citada; SOREL, G., Lex Thiéeriee de E. Durkhaim, en: Le Dovenir Social, 1845; SOROKIN, P. A, Cuntemporary Sociological Theories; Now York, 1927;STORTAIL, 4, Sociology in France, en: Medern Soeiclogieal Thoory, edit. por Booker, H, Boskoll, A., New York, 1907; VIALATOUX, J., De Durkheim a Bergeon, Paris 1989, Bloud ot Gay:VOI.D,G. B., Thearetical Criminology, 1979 2 edivion), Oxford University Press, New York, pays. 201 4 228 y bibliografia alli eitada, WOLFT, K. HL, y otros: E. Durkheim 1858-1917. A collection of essays, Columbus, Ohio University Press, 1960; GARCEA-PABLDS, A., Explicaciones estructural: funcionalistas del delita, on: Dolinewencia, Tooria invnstigacién, cit, paginas 165, 199; SCHNEIDER, H. J., Kriminologie, eit, pags, 429.y ss, Sobre ta teoria de ia anomia en Durkheim y Merion, vid ORTMANN, R. Abweichendes Verhalten und Anomie, Entwicklung und Veranderung abweichenden Verhaltens im Kontext der Anomiet heorien von Durkheim und Morton, Preiburg, 2000. TRATADO DECKIMLNOLOGIA 187 2. TEORIAS DE LA «ANOMIA»: SUS DIVERSAS FOR- MULACIONES 4] termino «anomiay suele emplearse para designar ciertos estados devacio o carencia de normasen una sociedad, que producen, entre otros efectos, uno especifico: generar conductas desviadas en sus miembros. Dicha situacién de «crisis: guardarfa estrecha relacién con la estructu- ra, organizacién y grado de desarrollo del tipo social A) Esteenfoque macrosoeiolégico surge con laobra de EB. DURKHEIM enunconeretocontextohistérice: el dela sociedad francesa del siglo XIX, conyulsionada por dos «revoluciones: ¢ inmersa en un acclerado proce: so de industrializacién y cambio social. Una sociecad, come advierte NISBET, que intuye la crisis de valores historicos —y, con ellos, la desaoaricion della »era de las sequridades»—, dela stranias, de la sdesigualdad>; pero presiente también, el advenimiento de nueves poderes, inseguridades y tianias* DURKHEIM contemplé el nuevo nearco estructural impuesto por la industrializacién con las mismas pretensiones que animaran a Comte, fandador de la moderna scciologia: constrair una sociedad racional y solidaria de las ruinas de la sociedad tradicional, mediante un analisis cientifico del monumental cambio social experimentado, Le sregenera- cidn social» de una sociedad, comola francesa, altamentewlesintegrada», singolidaria», constitufa un objetivo prioritari Del problema se ocupé DURKHEIM en su primera obra: De ta division dei trabajo social, publicada en 1893 1!) Para DURKHEIM, el proceso de cambio social debe examinarse a la lua de las diversas «formas histérieas de organi division del trabajo: de la estructura social, por tanto, su evolucion y grado desarrollo. ‘Alas dos srovolucioness —Ia politica, de 1879, y la sovioccunsinies, esto es, el vertiginose proceso do industrializaeidn on que se vio ineursa la sociedad franco- sa—se refiere, por ejemplo VOLD,G. B,, Theoretical Criminology, 2ed.,1979, pau 202, ‘NISBET, A. A., Emile Durkheim, Prentice Hall, Englewood Cliffs, 1965, pai. 20. neste sentido, LACAPRA, D., B. Durkheim, Sceiologist and Philosopher, Cornell University Press, lthaea, 1972, pag. 41. Cir. VOLD, G.B., Theoretical Criminology, cit, pgina 202, 788 ANTONIO GARGIA-PABLOS DE MOLINA Existirfan, 2 su juicio, dos formas de sociedad: la niccéinica y la orgénica* La primera responde @ los estadios mas primitives de laevolucion social. Esuna sociedad autosuticiente, monoiitica, unilorme. Cuenta con una minima divisién dol trabajo e identicos valores: compartidos por todos sus miembros. La solidaridag social descansaen la unitormidac, ylosgrposquela intagran sa hallan relativamen te Incomunicades entre s. Por el contrara. la sociedad «organiza» —més compleja, dindmica y evelicio- rada— acusa una rotor civisién del abajo: sus ciferantes Segmentos devenden unos de otros, La solidardad social se obtione de la diversidad de funciones que desompefian aquellos A juicio de DURKHEIM, el Derecho cumple una distinta funcién en cada uno de estos modelos de sociedad; y el erimen, en consecuencia, requiere, también, una valoraci6n distinta. Enlasociedad «mecsiniea-,la ley preserva lasolidaridad social reforzan- do la uniformidad de sus miembros en torno al grupo. Por ello, la funeién de! Derecho se agota en la represicn de toda eonducta que se desvie de las normas vigentes en un momento determinado, En la sorganica», por el contrario, el rol del Derecho consisteen regular la necesaria interaccicn de Jos grupos que la componen, arbitrando los oportunos mecanismos rrestitutorios ante eventuales sucesos intolerables, Por ello, segtin DURKHEIM, en tanto una sociedad permanece en su forma «meciinicar el crimen puede reputarse «normab en el sentido de que su ausencia significaria un supercontrol patoldgico: pero cuando aleanza su posterior estadio «orgnico», la etiologia y significado de aquél requieren un andlisis distinto, pues guardarla ana relacién directa con determinada situacion de «crisis» («anomia») que genera toda suerte de disfunciones sociales: entre otras, el propio delito. Ambas ideas, la «normalidad> del erimen y la sanomia, serian desarrolladas por el autor en dos de sus obras mas conocidas, «Las reglas del método socioligico» (1895) y «El suicidio» (1897), respectivamente’ DURKHEIM, f, De la Division du travail Social, Etude sur Torganisation des sneiétés supérieure, 1893, Paris. Sobre ol trasfando intalectual de la obra de DURKHEIM, vid: LUNDEN, W. A., E, Durkheim, en: Pioneers in Criminology PAIL. y proleyzado por MANNHEIM, H., Lendrea, 1960 StevensSone Ltd.) pags 808 y ss, Vid VOLD, G.B., Thoeretical Criminology, cit,, pags. 208 86 Les Régles dela Méthode, Parts, 1895; Le Suicide, Beude du Sosiologie, Paris 1597 Enel presente trabajo se utilizan dos tradueeiones aleaetellano de las mismas: Les "TRATADO DE CRIMINOLOGIA 739 2") Lattesis durkhaniana de lanormalidad del delito, ya paradigmatiea, essugestivaen su fundamentacién y fecunda en conseeuencias politico criminales, Hl simil del «dolor» como sintoma de «enfermedad» constitu ‘ye su punto de partida® y puede sintetizarse en dos proposiciones: Primera. La posibilidad de que se produzcan_ conductas -desviadas» esinevitable, desde el momento en quela -convivencia socials se concibe como convivencia «regladas (las «reglas» sociales solo son susceptibles de un cumplimiento parcial). Segunda. Las formas de la conducta sanémica” estiin predetermina- das, caso a caso, por el tipo social dominante y su estado de desarrollo" Toda sociedad, advierte DURKHEIM, mantiene su cohesion interna (usolidaridad social») mediante la presién que ejerce la conciencia colectiva (uniformidad) sobresus individuos (diversidad). Dicha presién admite los mas diversos grados: desde In mera reprobacién «moral de la conducta a In imposicién de una «pena». Pero inevitablemente siem- pre existiré un grupo de personas, mas o menos numeroso, pero en todo caso identificable, que no satisfara las exigencias de uniformidad de refas el métedo seeiolipieo bradiclén de A. Pervery Robert) Akal Bator, 1978; reese inodsodony ontudi prove dels Dias Ranchen Akal Raton, 1082 °DURKEBIM taza un lamativo paraelisiinentre el «dolore (v la enfermedad) ye) felt ta salad sola) El delta no essignoincontertable de putologia social, dsl ss made que el dalor no demuestra inequixocomente Ia presencia de ina Jitermedadshay graves enfermedades queno conllevan dolor fpice mientraslovoe Tisfuncioncy pundon ocasionar un verdadero suplico; a veces; neiuso la. falta. de dolor -ysta el placer- son iadiios de enfermedad mientras, pre controro, aitivimiendn anampata Coetesaniamedte) egrtos estados qu, conn el abr 6l Sanu el prt, nn fenton pte sity smash, Tas eal dol mélotoseGioldend, ei. pigs, 739s) Lavkperienca demuesteu, sein DURKHEIM quced erimen se alla unidoa lconisines de toda vin clectiva {ius oot monopatn de las epeiedades primitivas o menos avanzadas. De ahi que Aimar seardeler patelgico signiGenria teniocormoconfundirlo-patalagicy To Fuioigtes (Cf. as reglas del motedo sceologieo, cit, pags: 85 99. * Gh KONIG. R-Sisteloge: Des Fioshor Lexckon, tomo 10 (1968), Fran firt igs 215 Ubano, también, COPPINGER, H.,Criminol9ga, Madrid, 1975 (Rens) 41. ubre los postulodoe fardamentales do DURKHEIM, vid: BLUMSTEIN, A Slabs of Punishmont: What Happened anvd What Nex:?, en: Punishment and ‘Social Control, Essays in Honor of Sheldon L, Mossinger. 1995, New York. ( oxi tle Gruyter) ng 250, Cr. VARONA MARTINEZ, G., Lo mediacion reparadora, de Grup) 2 SPVTZER, Ss Putatmont end Socal Contra AStady Thovkheinys Theor ef Penal Hynation en Lav and society Review, 1975(9), ies. 613 y 08 790 ANTONIO GARCIA-PABLOS DB MOLINA, aquélla. El costo que el resto de los eiudadanos paga al atendor las demandas de la «eonciencia coleetivay sera un decisivo factor de integra- ci6n social, segin DURKHEIM, Porque, de este-modo, adquieren una conciencia de identidad colectiva; y, sobre todo, porque al alinearse frente a los infractores, experimentan un sentimiento de superioridad respecto a éstos, identificandose con Io considerado como «bueno y corrector En consecueneia, razona DURKHEIM, la criminalidad cumple un importante rolen ¢l mantenimiento de la «solidaridad social». De modo que el propio castigo del delito se justifiea no ya por razones de retribucién o de prevencién como por evitar la desmoralizacion del ciudadano honesto, La pena hace vera éste la wlilidad de sus sacrificios; mantiene su confianza y lealtad en el sictema;identitica como inferiores al grupo criminal y refuerza el sentimiento de superioridad del grupo, funciones traseendentales todas ellas que explican la necosidad de la penal, Pero, ademas, segin DURKHEIM, cl erimen es normal en cuanto manifestacion de la «diversidad, inevitable incluso on una sociedad «mecénica» y «uniformey. No es imaginable ninguna sociedad sin dalito. La distincién entre conductas «criminales» y conductas cee errata regular de la vida socal”. 3") DURKHEIM utiliza el concepto de anomia para caracterizar Ia criais de In sociedad francesa de su tiempo, cuyo vertiginoso proceso de industrializacion y consiguiente divisién del trabajo destruyera, a se juicio, Ia Solidaridad tradicional de la misma basada en la uniformidad. sali é dos de graves depresiones. Periods ciclicos de cuperproduceién soguidos de gr: i cconémieas; huelgas y violencia laboral; y alienacion del trabajador individual serian sintomas de profundas dis/tunciones estructurales de y cuantitativa— de tas 192 ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA una sociedad incapaz de regular satisfactoriamente las relaciones entre eproductores-consumidores» y «empresarios-asalariados, obreros»; o de definir el significado del trabajo para el individuo! En su obra posterior, HI swicidio, DURKHEIM desarrollala teoria de la anomia al constatar estadisticamente que las tasas de suicidio se incrementan de modo significative tanto en perfodos de depresion como de prosperidad econdmica; aparente contrasentide que atribuye a la trascendencia no ya de la efeetiva regulacién social de las interacciones econdmieas de los diversas grupos, sino de eémopereibe el individuo suas necesidades y el modo en que son satisfechas. #l suicidia (andmico) no tiene su origen en la pobreza —Ia miseria protege contra el suicidio—, sino en una situacidn de crisis ode desorganizucisn coleetiva; cuando la sociedad no est en condiciones de ejercer el necesario «poder regulader» quesirve de limite y moderacién a las pasionesy expectativas individua- les, pero que hace posible, también, la satisfacciin de las mismas en un contexto general de equilibria y armonia Lalelcicad delos coros vivos, argumenta DURKHEIM, daccanca ore\ cquilbrio ene recesccades y meciostle sasfacerias. Los animales cansiquen ol mismo con luna esportansitad automatica porcua depandon de concieionee puramorte «ma teriales». No asf el homie, cuya sensiblidad es un abismeo sin fondo que nada Puede calmar Nien la constitucion organics, nian la psicolégica, del sor humana oo encuentian limiies a sus pasiones. Solo, pues, un poder requiadr moral y eeterno Al individu es capaz de slimitar» las «naceeidadas» de ésta, de «moderaria ponigndolas en anmonfa contos «medios» y haciendo lacibiela satstaccion de las mmismas®. Lasociedad, en efecto, ha trazado histéricamente diversos modelos de sreglamentacién», modelos méso menos satisfactorios, pero en todo caso tiles», porque cuando se limitan las expectativas, dice DURKHEIM, weada timo, par lamanns an general, ests ontoneas an armonfa con eu condicién y no desea mas que lo que puede legitimamente esperar, La sociedad tradicional afade DURKHEIM, habia Gonseguids dicho equilibria ‘mediante un sistema de «poderes morales» que ciscialinaban la vida humena an todos cus mbitos. En las relaciones socioeconomicas ¢ incustieles, por ejempo. Cfr. VOLD, G. B., Theoretical Criminology, cits, pigs. 208 y 209, citandy « DURKHEIM, "DURKHEIM, Bt suicidio, ct, pos. 256 278, oepocialmente, péyginas 261, 265 y2atly ss. DURKHEIM, K., FI suieidio, eit, pags. 262 0 268, & DURKHEIM 8, El suicidio, cit, pags. 287 y 278 ‘TRATANO DE CRIMINOLOGIA 793 la relgidaconsolaba a los obreros, ensefiéndoles a contentarse con su suarte; les ‘mostraba quel orden social es provicencial y les hacia esperar de unmuncotuturo las jusias compensacionas a las desigualdades de éste. Mederaba, por otra parte, ‘alospatranos, recordandoles que os intareses lerrenos deen suboraina'se a otros ‘més elevades. El propio goder temaorai por 'a supromacia que sjorcia acbre la activdad economia, convenia su desatrolo..y las corporaconesde os diversos icioe, al aglamentar loc calarios.o! preci de los preductesy laproduccion miema, fabanirairectamante el nivel medo de las rentas, nvoteste que, portuerza, permite fen buena medida regular las nocesiacos, En la moderne sociedad, dichos «poderes morales» han experimenta- do una profunda crisis, desmoronandose el entramade de reglamenta- ciones que aportaban coherencia y equilibrioa sus miembros. La religion ha perdido su imperio, Los poderes publicos asumen y practican el ideario del laissez faire, dando rienda suelta a lasineontroladas apeten- ciasdelas fuerzas econdmicas, que se ven liberadas de todo limite, Dejan de ser un factor regulador y moderador de la vida econdmica para convertirse en instrumento y servidor de ésta, Explosiona la «apoteosis del bienestar», convertido en fin supremo de los individuos y sociedades. De este modo, se genera un estado de crisis permanente que deviene normal (anomiay* Por ello, segin DURKHEIM, la anomia es un factor regular y especifico de euicidios: una de las fuentes que alimenta su contingente anual. Suieidio —el anémico— que difiere, por su etiologia, de otras modalidades de suicidio el egoista y el altruista) de distinta estructura. Eluicidio“egoietar,afirma DURKHEIM, sodeboa quéteshombresnapereibon yalarazonde estaren la vida. el valtrusta». a que esta razon les parece encortrarse fuora do la misma vida: ol ~anémico>, del sufeimionio quo predueo una vide desorganizada; esto es, no de la manera de estar ligedos los individuos a la sociedad, sine del mado en que ésta diseiplina sus vida” B) Teoria anomica de MERTON Robert K, MERTON, en un conocido trabajo publicado en 1938, que después reviearia y ampliarie®!, desarrollé Ia tooria de la anomia 2° DURKHEIM &,, Bl suicidio, it, pigs, 272 a 277, DURKHEIM, E., Il suicidio, eit, pig. 277, * Liilizo el trabajo de MERTON, R. K., «Estructura social y anomia: vevisién y ampliacién» (publicado en: FROMM, E; HORKHEIMER, M.; PARSONS, 'T., ¥ otros: La Familia, Edit. Peninsula, 1972, Barcelona, pags. 67 107), que revise y ampliaprofundamenteeldelmismoautor aparecidocn 1938 (American Secialogical Review. 3. pags, 672 a 682). 794 ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA sometiendo a un severo andllisis las contradicciones estructurales de la sociedad nortoamericana industrial, Segun MERTON, existia una acusada tendencia en Ja teoria psicol gicay socioldgica de los dos dltimos Gecenios s atribuir el funcionamien- to defectuoso de las estructuras sociales a las deficiencias del control soeéal eobro los inzpuleos bioldgicos imperiosos del hombro. A au juieio, sin embargo, la frecuencia variable de la conducta disconformeodesvia- day el hecho comprobacto de que ésta sigue pautas y formas distintas en las diferentes estructuras sociales contradicen tal hipotes Para MERTON, la condueta «deaviada» os una reaceién normal ada) a las contradicciones de las estructuras sociales. La estructura social ejerce una presion definida sobre los miembros dela sociedad que les induceaadoptar comportamientos adisconformess Pero las tasas més elevadas de Sstos se coneentran en determinados grupos, lo que demuestra que no dependen de las tendencias biolégicas individuales, sino del impacto diferencial de dicha «presion», que se experimenta en funcién de las respectivas situaciones sociales. La conducta desviada, por tanto, es la reaccién normal: un modo de adapiacién individual a las contradiceiones de la estructura covial"', Su diagnostico, como veremos, clscrepa en diversos extremos del anasis durkhaniaro, Lae ®, mero contro do imputacién 0 adeeripcion de rasponsabilidadies, y ol propio Derectio un «insirumenta de estabilizacién social, de orientacién de las acciones y de inctitucioralizacién de las expectativasn*. Al wsubsistema penal» ‘oprresponde asegurar la «cortlanza insttuconal de los cludadanos, entendida dona funessn como forma deintegzaciénen alsistama social (lo que en organizaco- ngs elerientalgs levaslan a cabo mecanisshas esgortésieos de confianzareciproca fant log indivduos de una sociedad) Pero lo significativoes que el sistema se contempla «dindmicamente», como maquinaria en funeionemiento y no en términos axiolégicos {marco de valores). Por ello, la teorfa sistémica abstrae la validez formal de las normas respecto del contenido valorativo de las mismas, priman- do la funcionalidad de los subsistemas en relacién al sistema sobre la bondad intrinseca de aquéllos (modelo iuspositivista)™, © Cf, BALANSONLO, K,, Subeultura y delilo, en Delineuencia, cit, pays. 198y 108. 8 Una cumplida resena de las autores que participan de estos postulades, en: BARATTA, A., Integracion-prevencion: una nueva furdamentacida de la pena dentro do la tooria sistémiea, cit, pit 539 y 88, Para una exposicidin y eritica, en particular, de las Wesis de JAKOBS, vid; ALVARBZ GARCIA, Feo. J., Consider ones sobre Ios finos do In pena en al crdenamiento eonatitucional espaol Granada, 2001 (Comares), pigs. 163 y ss % Bn eate sentido critica, BARATTA, A, Integracién-prevencién: una nueva fundamentaeidn de la pena dentro de la teoria sistémica, ci. pas 624. © Asi, JAKONS, G. Cf. BARATTA, A., Integracion-prevencisn, tit, pags. 544 y ss © Segun el conocido esquema de LUHIMANN, Cir. BARATTA, A,, Tntegracion- prevencidn... cit, plz. 5 Eneste sentido eritico, BARATTA, A., Int cidn-prevencion... ci, pag, 594, TRATADO DE CRIMINOLOGIA’ 805 Las categoriasjuridico-penales basicas experimentan, en consecuen- cia, una profunda revisi6n. Laviolacion de una norma (detito) se estima socialmente disfuncional, no ya porque lesione o ponga en peligro determinados dienes jurtdiens, gino porque cuestiona la «confianza institucional: en el sistema’*, El delito os, ante todo, la «expresidn simbélica de una falta de fidelidad hacia el Derecho»: una amenaza para la integridad y estabilidad socia- Ies*, particularmente nociva cuando la infraccion aparece de modo manifiesto, visible. La teorfa sistémica, por ello, adopta un enfoque asintomatolégicor, para el que preocupa més la manifestacién de un hecho diefuncional que las causas del conflicto mismo que puedan genorar aquél, Parala leoria sistémica, Derecho Penalno selimitaaprcteger bieresjuriices, sino arcianes* la confianza institucional en e) sistema y la saguridad de los easeciados en su buen funcionamiento. Este axioma inspira tarrbén su concep- 2dr «simbdlica» dela culpatwicad, Para comprobar, tundamentary gracksarésta no importa si ol sujeto =puco» y =debi6- comportarse de otro modo: le exigencia lunclonalista de restablecer la confanza en at Derecho mediante fa coniraposicién simbélica de una pena seré el citerio decisivo al respecto, exacerbéndose asi la ceoneepcian «narmalvista», que prescindecdefode contenido sicalgico-cagnosctivo {an al juicio de ropracho". 8 Ast, por tadoa, JAKOBS, G., Lehrbuch, cit. (1989), pigs. 28 y a8 ® Vid. JAKOBS, G., Lehrbuch, et. (983), pags. 958 Sobre otras formulaciones, Cr. BARATTA, A., lntogracion-prevoncidn... eit, pig, 635, Asi, expresamente, HASSEMER, W.; ETO, H. J ; AMELUNG, K.; JAKOBS, G. ‘te, fr, BARATTTA, A, Integracidn-prevencién.. eit, pigs-689 (nota 1), 40 y Bl Asi, JAKOBS, G., Lehrbuch, cit, | 1983), pags. 396 y s8. Como senala BARATTA, A. Untegracién-prevencién, cit pigs. 598y 348, Ia eapacidad real de determinac espontinen del sajetoon a direecion establecti por la norma, estoes, la capacidad dohaher actuado diversamente a camo lo ha hecho, no aparece mas en la base del {ulcio de culpabilidad, sino que este lugar es ocupado por el hecho de que la aetuacién del sujeto ¥ su situacién se adecuan a un tipo normativo de sujeto aciuante y desituocioin;en presenciade locual lacunciencia social y cl ordenamiien- tanocstin max dispacstos a reaceinnar edlocognoscitivomente ante las viclaciones de expectativas legales sino que reaecionan rormetivamente emntraponiendo la pea, ontondida como hocho simbslivo contrario al significade del eomportamiento deliclivon La conseetioncia de tal «renormativizacién del eriterio swhjetivea de imputacién peaul- JAKOBS, G,, Lerhbuch, cit, V) es inevitable: el restablecimiento de la ‘confianza en el sistema constituye el fundamento de la pena y. ala ver, ol eriterio decisive pare constatar y graduar la culpabilidad (JAKOBS, G., Lelarbueh, cit, 1983, pags. 399 y ss.) 806 ANTONIO GARCIA-PABLOS DENOLINA El anilisis sistémico aporta, también, un nuevo marco teérico ala legitimacin del castigo. La pena no se examina desde un enfoque valorativo (fines ideales de la misma), sino funcional, dinémico, como cualquier otra institucién social (funciones reales que la pena desempe- fa en orden al buen funcionamiento del sistema), La pena, segrin la teoria sistémica, cumple una funcién de prevencién integradora (distinta de los objetivos «etributivos», de pravencién «gene- ral» y «especial» que atribuyera a la misma la dogmatica tradicional). Siel delito lesiona los sentimientos colectivos de la comunidad, lo tenido por sbueno y correcto>, 1a pena «imboliza» la nocosaria reaceién social: aclara y actusliza ejemplarmente la vigencia efectiva de los valores violados por el criminal, impidiendo que seentumezcan; refuerza la conviccion colectiva en torno ala trascendencia de los mismos; fomenta y encauza los mecanis- mos de integracién y de solidaridad social frente al infractor, y devuelveal ciudadano honesto su confianza en el sistema’, La idea oe a wprevencion intearedoras susttuye al idzal utdpicoy emancppacor do a racadalizccion del delincuantc. La incudebie cic do este stmo ro sugiere ala tooria sstémica relexton alguna sobre posibles alternatives al acual modele pponitonciaio —ni, manos aun, al actial radele de eoviedad-—, sino el wluerzo ‘eicaz del sistema pena, de acuerdo con el modelo «tecnocraliga que propugna & propdsito do las rolaciones entre ciencias sociales y cioncias juridieas™ Quiebra también, en consecuencia, otro de los baluartes de toda politica criminal liberal: la naturaleza subsidiaria del Derecho Penal (-Gltima ratio.) 4. IMPLICACIONES METODOLOGICAS, CRIMINOLOGI- CAS, DOGMATICO-PENALES ¥ POLETICO-CRIMINAT ES: DEL PENSAMIENTO FUNCIONALISTA Las reflexiones preeedentes permiten perfilar con mayor detalle el marco teérico del funeionalismo y sus implicaciones en los diversos Amhitos. Vid. GOPPINGER, H,, Criminologia, cit, pigs. 1 y 42; VOLD, G. B., Theoretical Criminology, cit. pigs 205 y 206; BARA'TTA, A., Integrackin-proveneién,., cit, pigs. 599 y 542 y ss. Cif. BARATTA, A., Integracién-prevencién... eit pags. 547 y 648, Resaltando la crisis del principio de subsidiariedad en el anuiisis estructural funeionalista: BARATTA, 8. Integracisn-prevoncidn, ct, pags. 540 y 541 ‘TRATADO DE CRININOLOGIA 807 1") Odjoto El funcionalismo desplaza el centro de gravedad de su andlisis de la spersona> del delincuente como unidad biopsiquica, al sistema y subsistemas sociales. ‘Mientras losclasicos se ocuparon del «delito» (infraccion delanorma), y el positivismo criminol6gico de! hombre delincuente; ¢] funcionalismo examina «la conducta desviada- como fenémeno social normal, insepa- able del sistema. 2) Andlisis osistémicon y enfoque «macrosociolégico» Al funcionalismo interesa el «sistema» desde un punto de vista _dinamicoy operativo:esto es, no como mareo de valores (axiolégicamente), sino como estructura en buen estado de funcionamiento. Desde tal perspectiva «funcional, el individuoy el derecho sonmeros ugubsistomas» subordinados a aquél. El criteria de la funcionalidad prevalece sobre las valoraciones ético-politicas, individuales 0 colecti- vas. En consecuencia, el diagnéstico funcionalista sobre la criminalidad Telaciona ésta, sus tasas y movimiento con la estructura soeial (organi- zacion y estado de desarrollo del tipo social dominante), prescindiendo ‘por completo de las caracteristieas biopsicoldgicas del individuo, Este giro macrosociolégico imprinie elevados niveles de abstraccion 8 todas las premisas funcionalistas 3) Teoria otiolégica Los funcionalistas no atribuyen el delito a una patologia individual, a los componentes biopsicoldgicos de un sujeto cualitative o ontolégicamente «distinto- del ciudadano «normal: (tesis de la «diversi- dad» del delineuente esgrimids por el positivisma criminolégico)”. ‘Tampoeo a especificas y conerotas «patologias sociales» (pobreza, crisis Sabre ol significado del prineipio de -divorsidads dal delineuente que propugnars el positivisma criminologice su reehazo por el estruccural-funcionalisme, vid (CARCIA-PARLOS, A., Problema actuales do la Criminolowia, Madvid (Edeesa), 1984, pags. 82-y 25, (especialmente. 82, 90 y 105), 808 ANTONIO GARCIA-PARLOS DE MOLINA, econémicas, déficit cultural, ete), como mantienen otras teorias sociol6. gicas. El crimen no tiene su origen en el impacto —nocivo— de ciertos factores sociales, ni en la descomposicién del sistema 0 el efecto de contagio de un medio en i mismo erimindgeno, Por el contrario, se estima inseparahlemente unidoa las estructuras cotidianas de un orden, social «intacto»: al normal funcionamiento de wn sistema que «procuices delincuentes como también produce ciudadanos honrados®. Como resaltan las teorfas de la anomia, el erimen es una condueta desviada mas, que surge de la propia estructura social. de su inadecua. cién ocontradiceiones internas para satisfacer las demandas y expecta: tivas del individuo; esto es, de una crisis, desajuste o deficit estructural derivado de la forma de orgunizacién o del estado de desarrollo del «tipo social». Tales disfunciones, transitorias 0 inherentes a ciertos modelos do sociedad, provocan la condueta irregular como respuesta 0 modo de adaptacién normal del individuo. 4) Normalidad y funcionalidad del delito E] fancionalismo no s6lo aporta una teoria macrosocioligica sobre la génesis de la criminalidad, sino una reflexién profunda en torno a las sfunciones positivas que cumple el delito y su «normalidad>. BI pensamiento tradicional partia de la nocividad intrinseca de la conducta desviada, sintoma inequivoco de una peligrosa patologta individual y social". Para la teoria de la anomia, por el contrario, el delito es «parte integrante de una sociedad gana, y el delincuente, factor del funeionamiento regular de la vida social-. Un fendmeno, pues, de la «Sociologia normab la otra eara de la eonvivencia reglada» ya que las leyes de una sociedad organiea solo son susceptibles de un cumplimiento parcial (uniformided versus diversidad). Patologica, en todo caso no lo serfa el delito mismo (su mera existencia, siempre que no rebase ciertos limites), sino las alteraciones brusease incontrolables de © De alipin modo puede afirmarse que la praposiciin mas original dol funcionalisme es¢sta:reconocer quealgo estimado-bucno y en perfucto estada de Funcionamiente {el sistema) produce algo «mala» (ol delito);y que de algo repatade vnalos desde Ts Gptica del sistema (el delito) derivan cometides y aportaciones «positivas» para e! sistema mismo (funci6n sintegradora» de la conducts desviada} "Sobre la snocividady © -disfuncionalidads de la desviacion en el pensemiento tradicional, id. GARCIA-PABLOS. A.,.Problemasactualesde la Criminologia,cit pigs. AD y ns ‘TRATANO DE CRININOLOGIA 809 Ja estructura y tasas de la criminalidad. Pero al margen de estas situaciones anomicas, el crimen contribuye positivamente a la estabili- dad y. consolidacién del sistema (funcién «integradora») y al necesario cambio social (funcién «innovadora»)™, 5) Legitimacién «funcional» de la pena Para la doctrina funcionalista (teorias «simbdlieas» de la pena, tearia ssistémica», etc.), la pena —como cualquier otra institucion social— na se justifica por razén de supuestos fines ideales que se atribuyen a la misma (retribucién, provencién general, prevencién especial), sino por las funciones que efectivamente cumple en orden a la conservacién del sistema ya la confianza de los individuos en el buen fancionamiento de éste, Tiene, por ello, un condicionamiento estructural, no axiologica. Desde un onfoque funcionalista, carece de sentido toda discusién sobre los fines «resneializadores» de la pena", pues al eastigo ecrrespon- de exelusivamente ima fimeién preventivo-integradora en beneficio de Ja estabilidad del sistema, 6) Revision de los posticlactos de la dogmatic penal liberal La exigencia funcionalista de asegurar la confianza institucional en el sistema comporta una profunda revision de los pilares del Derecho Penal liberal (conceptos de adelitos, «pena, «bien juridico», «culpabili- dads, ete.). Para el funcionalismo, el deli¢o interesa més como expresién simbé- lica de infidelidad hacia ol Derecho que como lesidn o puesta en peligro de bienes juridieos. Y 12 pena, no come instrumento justo orientado a la Prevencion general y a la prevencién especial, sino como medio de integracion y solidaridad social, esto es, como reaccién necesaria de la sociedad que asegura la vigencia efectiva (reconocimiento) de sus nor- mas y restablees Ia confianza institucional en el sistema: © Sebrelosventajaseconémieas y dela més variade indoleque, porotra parte, depara ol delito (en arden, por ejemplo, al mantenimiento de eierias profestones cue vives dal mismo, do ou existoneia), vid. EISENBERG, U,, Kriminolagie, Heymann: Verlag, Koln-Berlin-Bonn-Munchen, 1979, pags, 62 y $5 Clr. BARATTA, A., Integracién-provenciininy cit, pig. 547 810 ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA, Desile este punto de vista, el concepto tradicional del bien jurtdico se diluye, sustituido por una ambigua referencia a las «funciones sociales o necesidades del sistema. La funcién del Derecho Penal —afirma la teoria sistémica—no se agota en la tutela estricta de bienes juridicos, sino que la trasciende: al Derecho Penal corresponde preservar el buen faneionamiento del sistema y la confianza de sus coasociados en el mismo, Por idéntica razén, la idea clésica de ewlpabilidad se normativiza (uncionalizada) hasta sus ltimas consecuencias, de modo que la capacidad del individuo de haber aciuado de otra forma no integrara ya Ja base del juicio de reproche. La «renormativizacién, del criterio subjetivo de la imputacién penal significa que aquél (el reproche) se formula tomando como tinica pauta Jas exigencias funeionalistas de restaurar la eonfianza institucional en el sistema (normativamente), y no cognoscitivamente; es decir, se prescinde de todo el sustrato psicolégico-individual referido al autor en sus coneretas circunstancias. Sise repara en la funeiéndimifadora deliuspuniendiygarantista que la dogmatica clasiea habia asignado a los conceptos del «bien jurfdico» y Ge la wulpabilidad» quedara patente como el fancionalisino rechaza los pilares fundamentales del Derecho Penal «Isberal- con los riesgos que tal ‘opeién entrafia". 7) Implicaciones politico-criminales del funcionalismo ‘No cabo una valoracién politico-criminal inequivoca y unitaria de las ‘teorfas funcionalistas. porque de hecho pueden inspirar los mas diversos y conirapuestos programas de prevencién y control del delito. Existe en todas ellas, sin embargo, una tendencia de signo conservadorendémica, orientadaal mantenimientodelstatu quoy asu deliberaday sistematiea logitimaeién. Seria injusto deseonocer que algunos de sus pestulados rebosan tolerancia y realismo (snormalidad> del delito, la conducta desviada como «modo de adaptacién- a las prosiones de la estructura social, diversa intensidad de las contradieciones de la estructura social y 12 5 Beste sentido exitico, BARATPA, A., Tntegracisn-preveneién... cit, pig. 637. ‘TRATADO DE CRIMINOLOGIA sil cultural sestin la situacién y status del individuo, ote.). En puridad, debieran propiciar un anélisis objetivo del fendmeno dolictivo, libre de projuiicios y excesos defensistas; y la instramentacion consigitiente de ‘ambiciosos programas de control de la criminalidad, fomentando una efectiva igualdad de oporiunidades en el acceso de todos a los objetivos eulturales®. Sin embargo, el trasfondo ultraconservador y despersonalizado que subyace en la doctrina funcionalista sugiere una valoracion mas caute- Tosa. La absolutizacisn del sistema; la concepeién «simbéliea: del delito y Ja pena, y la revision de las categorias fundamentals de la dogmatica penal liberal (bien juridico, culpabilidad, ete.), significan, en términos politico-criminales, la crisis de uno de los axiomas més delicados: la naturaleza subsidiaria del Derecho Penal, Por otra parte, el iuspositivismo extremo; y el modelo teenceraticn, acritico que profesa la teoria funcionelista, generan el riesgo de conver- tir ésta en un mero instrumento tedrico 0 coartada legitimadora de ‘cualquier sistema”, Una perversion no siempre facil de evitarde los postulados sistémieos, por ejemplo, conduce a analizar prioritariamente ls criminalidad paten- te y manifiesta, que es la «disfuncional» (desprecio de la criminalidad cculta), prevaleciendo la -visibilidad diferencial- de la infraccién sobre a otiologia real de los conflictos, que no siempre se «producen: en el segmento social donde se exteriorizan (politien eriminal ssintomatologica»), y desde luego, trastada el centro de gravedad de la inyestigacién a la criminalidad de las elases bajas". ® Solve la influeneia del pensamiiente de CLOWARD y OHLIN en programas y decisiones leyislativas eomeretas de la suciedad norteamevicana (The Juvenile Delinquensy Preventiqn and Contral Act de 1961, et programa de lucha enntra la pobreza del presidente Johnson iaiiado ya durante la adninisteacion Kennedy Se.) vid STEGRI, 1. Criminology ct, pigs. 181 yss:VOLD.C. 8, Theoretical Criminology, cit pigs 223.y 55 © Vion las oiservteiones eritioae de BARATPA, A.,Tntegracidn.preveneidn... cit pags, 58 y 98, Las eons fancionalistas sepreacupan, casi exelusivamente, de lacriminalidad de lay clases bas, como advierte SIEGEL, Ld, Crieinology, eit, pax. 191, Bl sesgo interesado de tal examen se debe, en parte, # us propins premises idenkipicas: Ia suposicion de que también las clases -bajas> creen en los «valores de las clases ‘meding», yes la imposibilidad ofeetiva de accecer por vias lexttimas a tales B12 ANTONIO GARCIA-PARLOS DE MOLINA 5. REFLEXIONES CRITICAS: VALORACION FINAL V. En el vhaber» del estructural-funcionalismo figura, sin duda alguna, la coneepeién del «erimen~ como fenémenosocial y normal;como una manifestacién mas de «conducta desviada» que, por otra parte, cumple importantes finciones positivas en orden ala estabilizacién del sistema y el cambio social. Las teorfas anémicas, a diferencia de otras explicaciones sociolégicas del erimen que referian éste al contagio o dosorganizacién social, 0 a concretos factoressociales, han sabidoformular una fearfa generalizadora segtin la cual el comportamiento desviado es una funcicn del tipo social dominante y su estado de desarrollo. Q, dicho de otra modo: e! normal funcionamiento del sistema social . Se le reprocha, igualmente, que establezea una correlacion unitaria eindiscriminada entre la estructura social y el comportamiento desvia- do, cuando —objeta un sector doctrinal’'—debiera verificar la relacién que existe entre determinados sectores o subsectoros de las estructuras sociales y coneretas manifestaciones delictivas. ‘Tal imagen unitaria de la eriminalidad suele reputarse felicia y en pugna con la diversidad fenomenologica y etiolégica del hecho delictivo. Por tiltimo, se le objeta también al funcionalisma que su diagndéstico sobre la génesis de la criminalidad prescinda por completo del compo- nente biopsicologico individual que, parece, de algtin modo condiciona e incide en la transmisién, al menos, de cualquier sistema de eonducta™ b) El axiolégico ‘La critica biisiea en el plano «valorativo» se centra en Ja tendencia a la newiralidad y relativismo axiolégico, propia de todo andlisis snciolé- fico El funcionalismo niega la existencia de criterios ontoldgicos aprioristicos que permitan distinguir entre ai las muy diversas condue- tas udesvindas-, con lo que equipara ésias. Hl erimen es una eonducta desviada mas, cualitativamente idéntica a cualquier otro comporta- miento «divergente». El plus de «disfuncionalidad» quele caracterizaria viene definido por lasexigencias concretas de funcionalidad del sistema, y no por una confrontacién con los valores de éoto. La teor‘a eistémica, © Asi, MAYS, J. B,, Crime and the Social Structure, Londres, 1968, pag. 68. Chr GOPPINGER, 1. Criminologia, cit, pg. 44 7 Critica muy generalizada que formulan, entre otros: COHEN, A. K., Abweiehung und Kentrolte, 1968 (Miinchon). sigs. 131 yss; HAFERKAMP, H., Kriminabitetist normal, 1972 (Stuttgart), pays. 48 y sx; OPP, K. D., Kriminalitait und Goxellchaftsstruktur, 1968, (Berlin), Neawied, paginas 109 y ss: GERHARD, U,, Rollesunalyse als Kritische Soziologic; Soziologicehe Texie, 72, Berlin (1971), Newwvied, pigs. d7y ss; Of. GOPPINGER. H., Criminologia, et., pag. 48. ‘Asi, MORRIS, T., A Critique of Area Studies, en: WOLFGANG, M. E., SAVIT, L, yJOHNSTON,N. (edit) The Sueiology of Crimeand Delinquency, 1962, New York- Londres, pigs, 198 y ss. C&, GOPPINGER, IL, Criminclogia, et, pig. 45. S14 ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA por su neutralidad axioldgica y neutralismo, supone un’ auténtico cheque en blanco en manos de cualquier legislador y la legitimacién ex post de todo sistema social. No eabe la eritica 0 valoracién desde instancias externas al mismo” Por otra parte, la «normalidad» del delito corre el riesgo de confundir el momento estadistico (velumen constantey regular de la delincuencia, inextirpabilidad de ésta, ete.) y el valorativo (nocividad de la conducta desyiada). Desde una dptica estrietamente funcionalista, no s6lo no resulta posible precisar el quantwm"* de criminalidad que se reputa “normal: (funcional), sino establecer un criteria que delimite y distinga lo «valiaso» de lo «patalégico-™. ©) El politico y politico-eriminal Desde un punto de vista politico—y politico-criminal—los esquemas estructural funcionalistas responden a desigmios claramente conserva- dores det «statu quo» legitimadores de cualquier sistema. social Potencian la «reaecién penal» camo via més eficaz de mantenimiento del sistema Polarizan el centro de gravedad de la investigacion exclusivamente en torno a la criminalidad «disfuncional», esto es, la criminalidad abjieria y ostensible de les clases bajas" Y propician inevitablemente una politica criminalsinfomatolégiea — que no etinldgico— mas atenta a la «amanifestacién» externa de un conflicto que a las weausas» del mismo”, % Enestesentido, BARATIA, A Tntogracin-prevencin.., et, pi. 5M YSE ss (modelo teenceraticos). . ae 7 Limitacin de DURKHEIM adite expresamente (vid. Las relas det métiia sovioligien.t, pag 85) qu el vst dctsnelveprochaal anda functnal pur toles, GOPPINGER, 1, Crimincazia, et, pat 13, Enestesenride, GARCIA-PARLOS, A, Problomasatuuice dla Criminoloo ct pag. 90, ~ les ears siciowstraurfos groans einai de ode medi deo fsiralye mas privlegiades, As, SIEGEL, 1,3, Crimimolopy. et paz 151 Cir: BARATTA, A, Intogrsion-provensin.- cits pig B46. Capitulo XVI: Teorias subculiurales' (IV) ORIGEN Y DELIMITACION DEL CONCEPTO DE «SUBCULTURA» El coneepto de subcultara nace en la Sociologia Criminal para explicar la conducta desviada de ciertas reinorias, concretamente la £77 Sobre las concopeiones wsubeuitorales, vid, COHEN, A. K., Delinquent Boys. The Culiure of the Gang, 1955, Glencoe, Minois (y Landon, 1998, Eng, Bd )j det mismo y SHORT, J, Sociologieal Research in Delinquent Subcultures, en: The dournal of Social Issues, vol. XIV, n° (1958), pags. 2036; KOBRIN, 8, Sociological Aspects af the Development af a Stract Corner Group: an Sploratory Study, en: ‘The American Journal of Ortopsychiatry, vol. XXX1, n° 4 (961), piginas 712-7195 WOLFGANG, ME. y FERRACUTI, F.. The subculture of violence. ‘Towards an integrated theory in Criminology, Tavistock, 1967, Londres, YINGER, M., Contracufture and subculture, en: American Sociological Review, vol. XXV, 0° 2 (1960), pigs 625 « 635, CLOWARD, R.A, y OHLIN, L. E,, Delinguoney and Opportunities. A ‘Theory of Delinquent Gangs, 1990. Glencoe; MILLER, W. B., Lower-Class Culbare as ¢ Generating Milieu of Gang Delinquency, n:"The Journal of Social Issues, vol. XIV, n3} (1958), pags. 5 a 19; del mismo: Violent Crimean City Gang, en:"The Aanls of the American Academy of Political and Social Sciences, n! 3641966), pags, 96 a 112: SAFFINSO, L., Saggio introduitivo en CLOWARD, R A, yOILIN, L. E, Teoria delle bandedelingquenti in Ameriea, Bari, Laterza( 1968) SHORT.J.E (dr), Differential Association with Delinquent Friendsand Delinquent Bichavior, en: Pacifie Sociological Review, { n!4(1958), pigs.220 « 1.225;del mismo! Street Corner Groups and Patterns of Delingueney' a Progress Report, en: The ‘American Catholic Soejological Review, XXIV, 1! 1(1863), pags. 13.2 52, dal mismo y STRODTBECK, F, L,, The Response of Gang Leaders w Siatus Threais. an (Observation on Group Processand Delinquent Behavior, en-"The American Journal af Sociology, LAVIN,” 9 (1963), pags. 571 a 579; de ambos: Group Provess and Gang Delinquoney, Chiengo-Londres, 1985, ‘The University of Chicago Pross; WHYTE, W. F., Liitle Italy. Uno slum italo-americano (edicidn original: Street Comer Society. "The Sccial Structure of an Italian Slum. Chicago, 1843), SYKES, G. 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