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CUANDO EL PATRIMONIO SE HACE NUESTRO. MALON DE LA PAZ: UNA HISTORIA, UN CAMINO! Ricardo Slavutsky’, Elena Belli ,Presentacién. Aramayo*, Luis Lamas’, Armando Mendoza’, Débora Beatriz Sajama Este trabajo relata nuestra experiencia en el Programa de Investigacién participativa “Memorias de la opresién. La integracién compulsiva de la poblacién rural y los pueblos indigenas como fuerza de trabajo en las provincias de Salta y Jujuy”, Proyecto El Malén de la Paz. Una Historia, un Camino, que se desarrollé durante los aiios 2004 y 2005. Introduccién El Noroeste Argentino, como ubicaci6n territorial en un sentido amplio, fue hist6ricamente un émbito constituido en la petiferia y la subordinacién, tanto respecto de la centralidad alto andina en tiempos coloniales, como respecto al puerto de Buenos Aires desde el periodo independiente. _ Ea este articulo hacemos hincapi¢ en el aporte de los Puneiios al Malén de La Pa * Director de! Programa Memorias de la opresion. La integraciGe eompulsiva de la pblaciGn rural y los pueblos indigenas como fuerza de trabajo en las provincits de Saliay Jujuy. Instituto Inierdisciplinio Tilesra, UBA. Profesor UNC. 2 Directora del Instituto intercsciplinario Tileara, Email: intertl@imsssine.com.ar {Trabajedor no docente el Instituto Interdisciplinario Tiara { Trabajador no docente del Instituto Inezdisciplinario Tiara, “Trabajador no docente del Instituto Inierdisciplinaio Tileara. Responsable del _ depesio arqueolégica ‘Trabajador no docente det Instituto Inerdiscipinario Tilcara. Bibliotecblogs. NARCISO LOPEZ, “EL MASCOTA DEL MALON DE LA PAZ” Desde fines del siglo XIX, tanto el proceso de organizacién nacional como la instalacién de determinados seetores del capital, en especial el azucarero y cl minero, condujeron a una fuerte transformacién social y cultural de las sociedades locales con la meta de su integracién como fuerza de trabajo. dentro del sistema de enclaves produetivos. Estos procesos estructurales han sido estudiados con bastante detalle, sobre todo en sus consecuencias econdmicas y sociales (Bissio y Forni 1976, Rutledge 1987, Isla 1992, Trinchero 2000, Belli y Slavutsky 2003), estableciéndose cierto consenso con relacién a que el desarrollo de formas capitalistas de produecién no produjo un mejoramiento en las condiciones de vida de la poblacién local, que la politica del capital fue apropiatoria tanto respecto de la mano de obra como de los recursos naturales, que la preservacién de la produccién doméstica alivian6 los costos de la reproduccién de la fuerza de trabajo, que se produjo un retraimiento y desestructuracién de las formas organizativas y econémicas de Ia poblacién local como consecuencia del aumento del asalariamiento, que la participacién del Estado fue cémplice de las politicas del capital y fuertemente anti étnicas. A partir de mediados del siglo XX, las reformas sociales del peronismo y el crecimiento del sector del capital ligado a la sustitucién de importaciones en la regiGn pampeana, al mismo tiempo que libera a la poblacién local de algunas formas coercitivas de control de la mano de obra, la induce a un proceso de migraci6n masivo, para conformar una masa proletaria en los grandes centros urbanos, que regulase el costo salarial industrial. La participacién de la poblacién del NOA en estos procesos es heterogénea, segtin su posicién territorial y los procesos histéricos especificos que devinieron en distintas 10 formas de posesién 0 propiedad de la tierra, organizacién, presencia del Estado y resistencia. Los estudios histéricos y sociolégicos han ponderado la elucidacién del proceso general, mientras que los antropolégicos se han mantenido mayoritariamente en una linea cercana al folklore en las dreas andinas y a la etnograffa clasica en el chaco saltefio. Sélo en los iiltimos afios, se comenz6 una revisin sistemética de estas perspectivas. Sin embargo, la produccién cientifica en ciencias sociales no logré todavia transferir a la sociedad el conjunto de conocimientos acumulados a favor de ung reelaboracién colectiva de la propia historia, Nuesiro interés consiste en recuperar el punto de vista local de los procesos que impactaron fuertemente en las pricticas sociales, culturales y econémicas de los pueblos del NOA, en especial Ia poblacién rural e indfgena, con Ia meta de mostrar una imagen de las transformaciones que redunde en la reflexién critica sobre lo acontecido. Se trata de construir colectivamente una historia de los mecanismos de opresién desde la perspectiva de los oprimidos, como la relaci6n dialéctica entre las condiciones estructurales y las formas de reproduccién social subalternizadas que derivan en pricticas ya sea adaptativas o resistentes. La recuperacién de 1a propia historicidad tiene importancia respecto de la posibilidad de las sociedades locales de liberarse de las multiples categorizaciones identitarias y/o Ernicas que el mismo proceso de subalternizacién impuso como determinaciones de la diferenciacién emergente de la integracién compulsiva como fuerza de trabajo, i Categorias como indio, campesino, trabajador 0 desocupado, asumidas actual e histéricamente por la poblacién local, resumen més la trayectoria sefialada por las necesidades integrativas del capital y el Estado, que formas identificatorias Propias y resistentes, que se ligan por lo general a lo territorial, Nos proponemos participar en el proceso actual de recuperacién identitaria, que muchas poblaciones de las provineias de Jujuy y Salta estin desarrollando en base a los reclamos tervitoriales y sociales, frente a un nuevo proceso de valorizacién de los recursos naturales que estan emprendiendo el Estado y algunos sectores del capital, relacionados con las actividades extractivas y turistica Por otra parte, se trata de sistematizar una tarea que el Instituto Interdisciplinario Tileara viene desarrollando frente a situaciones puntuales como fueron la intencién del Estado de instalar un electroducto que atravesaria la Quebrada de Humahuaca, la declaracién de Paisaje cultural de la Humanidad sin tomar en cuenta el convenio 169 de la OIT- Pueblos indfgenas en Estados Independientes, 0 la construccisn de los gasoductos. La recuperacién de la memoria intenta poner a las soviedades locales y ponernos a los cientificos sociales frente a un mismo espejo que refleja simulténeamente las experiencias vividas desde el conocimiento local y el conocimiento estructural y procesual, de tal manera, que esta relacién permita Feconstruir colectivamente los fragmentos que los distintos mecanismos opresivos intentaron desarticular, silenciar 0 negar durante siglos, Este trabajo forma parte del programa de investigacién y transferencia Memorias de la opresin, y sintetiza los principales 12 ayances de investigacién realizados en el proyecto Maldn de la Paz. Entre los objetives que nos planteamos hay dos que consideramos centrales: = Producir un conjunto de conocimientos sobre el impacto de las politicas del capital y el estado sobre la reproduccién social, las formas de resistencia y demanda social en el NOA. - Crear un archivo de la memoria de las formas de integracién compulsiva de la poblacién rural como fuerza de trabajo y de las luchas sociales. La recuperacién de la memoria del Malén de la paz como movimiento social emblemitico realizado por los pueblos indigenas de las haciendas de ta puna y los valles orientales es comenzar el camino de la deconstruccién de los discursos hegem@nicos que estigmatizaron al pueblo Kolla y fortalecer su proceso de lucha por la recuperacién del territorio. Como cuestién metodolégica, nos resulta importante destacar que no se trata de una investigacién puramente académica, sino que esté disefiada como una construccién colectiva y participativa, en la cual los investigadores, en su gran mayoria trabajadores no docentes del instituto, producen conocimiento, reflexionando sobre su propia experiencia histérica en situaciones de copresencia con Jas personas que participaron en los acontecimientos cuya memoria se esta recuperando, evocando, Se intenta superar, de esta manera, uno de los “Imitos constitutivos de la antropologia como ciencia colonial, que ta ubica como observadora occidental ajena a los procesos sociales, de los pueblos, fundada en el recurso metodolégico del extrafiamiento, Por otra parte, se pretende sortear el obsticulo que implica el uso de un lenguaje academicista, para dar lugar a la generacién de eventos basados en imagenes y textos, donde la interaccién permita desplegar los multiples sentidos interpretaciones en forma dindmica, y habilite su apropiacién Por parte de los distintos actores involucrados Se trata entonces, de visibilizar parte de la historia silenciada, aspectos de la vida social que son constitutivos de la agencia social de los pueblos indigenas, y fueron negados y transformados por los mecanismos coercitivos de las instituciones de estatalidad y las politicas de regulacién de la mano de obra de los distintos sectores del capital. Lo que se recupera son las distintas maneras de producir sentido que interactéan a un tiempo y en un tinico relato final, De este modo, la transmisién de los sentidos se concretan en un resultado que refleja los multiples Iugares de enunciacién originarios y los enriquece y transforma desde distintas dimensiones (estéticas, hist6ricas, subjetivas, etc.) del presente. {Por qué el malén de la Paz’ La decision de comenzar por Ja investigacién de la memoria sobre el Malén de la Paz obedece a distintos motivos: 1. Fue uno de los acontecimientos donde se expresaron colectiva y visiblemente los reclamos por la tierra de los pueblos indigenas sometidos a un régimen de explotacién y opresién en haciendas de distinto tipo, algunas ligadas a la articulacién con la producciGn en las plantaciones de caita de azticar y otras, 2 un sistema rentistico. 2- Desde el punto de vista de la memoria, aparece como uno de los eventos mis alejados en el tiempo, susceptibles de ser analizados a través de metodologias ligadas a la historia oral, con la posibilidad de encontrar sobrevivientes que hayan participado efectivamente. 3- Se trata de un acontecimiento que es recuperado tanto por fa historia aeadémica como por los moyimientos y organizaciones. indigenas actuales en sentidos contrapuestos, unos como ejemplo de la manipulaci6n politica y otros como instancia significativa en el proceso de lucha y ejemplo de su continuidad. 4- No existen investigaciones histéricas particulares sobre el Malén de Ja Paz, sino que en general aparece como un emergente de las condiciones sociales, politicas y econémicas de los cambios implicados en el triunfo del peronismo. En este sentido, el Malén de la paz se muestra como un adjetive mas de un momento hisiérico, visto desde la construccién de una historia tinica y unilateral, la del Estado nacional y los sectores hegeménicos. La negacién de la posibilidad de construcciones historicas alternativas en las cuales se constituyen los sujetos y los colectivos sociales como hacedores de la Historia, y no como sujetos sujetados, sobredeterminados por un conjunto de condiciones y poderes, que los objetivan. De esta manera se habilitan diferentes cuestiones: 1- La recuperacién y visibilizacién de otras versiones de un acontecimiento del pasado que fundamenta acciones politicas y sociales del presente. 2-La contribucién de Ia investigacién social al fortalecimiento. de las organizaciones y movimientos de los 15 pueblos indigenas, y por lo tanto, un modo concreto de articular conocimiento con las luchas sociales 3- La posibilidad de poner a prueba teorfas criticas que ponderen un lugar de enunciacisn liberador. La versién periodistica y oficial del Malén de la Paz A través de la investigacién en archivos periodisticos, oficiales, la busqueda en Internet, y el relato “oficializado” de Hermégenes Cayo difundido por el cineasta Jorge Prelorin se puede lograr una reconstruccién fiictica del Malén, EI relato de esta historia se compone de un conjunto de secuencias, como si se tratara de un cuento de “pobres inocentes” engafiados por villanos. EL TERRITORIO PUNENO POR EL CUAL SE MOVILIZO EL MALON DE LA PAZ Los primeros estén legitimados en su accionar por la “necesidad”: las malas condiciones de vida a las que son sometidos por otros villanos inescrupulosos, los hacendados. Sin embargo, la accién colectiva, la movilizacién hacia Buenos Aires, carece de historicidad, es ingenua, no posee adecuacién de medios a fines. La caravana aparece como naturalizada, quizds recuperando Ia lWégica biblica del sacrificio terrenal 0 de las pruebas a las que somete Dios a los hombres. No se consideran en estos relatos la disrupcién de la vida cotidiana, el hecho de que organizar la marcha en el mes de mayo implicaba de por si €l acto de rebeldfa de no asistir a la zafra, ni la tradicién caravanera para el intercambio de la poblacién punena Por el contrario, se presenta como promovida, organizada y ejecutada por el villano mentiroso, el teniente Mario Augusto Bertonasco, que convence a los indigenas de la viabilidad de que a través del sacrificio de los cuerpos, la marcha a pie hasta el lugar sagrado donde reside el poder, podrn lograr ser escuchadas por quien tiene la capacidad de resolver todos los problemas sociales terrenales, e! General Peron Se establece asi, un sistema relacional que liga el sacrificio a la posibilidad de la recompensa como mecanismo instituido para los pobres, negando en la acciGn todo indicio de resistencia y lucha. Efectivamente, los relatos periodisticos de la época dan a entender que la presencia de los tres enviados portefios, ligados al peronismo es la condicién necesaria para que los pueblos kollas emprendan la movilizacién, 7 Se desconocen asi los antecedemtes y la continuidad de Ios reclamos y la lucha de los habitantes de Ja puna que habian sufrido una importante derrota tras la batalla de Quera en 1875, los reclamos que en 1918 efectéan en Buenos Aires los pobladores Colqui, Sajama y Jerez, y la gran cantidad de notas enviadas entre los afios 1944 y 1946, EI villano. mentiroso muestra finalmente su verdadero rostro y cuando es necesario que participe activamente del reclamo de los pueblos kollas, desaparece, y es cémplice de la maniobra politica de! falso dios, Perdn, quien Iuego de haber sido adulado, en un montaje, por los habitantes del extremo norte del pais, también muestra sus verdaderas. intenciones “demagégicas”. Entonces, Jos kollas son reprimidos, subidos por la fuerza a un tren y reenviados a sus tierras, donde volverdn a suffir la explotacién y la opresién de los villanos originarios, los terratenientes, Estu historia por momentos adquiere ribetes semejantes a los de la exaltacién de los héroes poco antes de que se desencadene la tragedia: las muestras de afecto y adhesién en el camino, las visitas y los regalos en las fabricas, la misma recepcién de Perdn en la Casa Rosada, los paseos. Sin embargo, si se organizan los relatos periodisticos en una secuencia, el final es inexorable: demuestra la imposibilidad de los pueblos de cambiar sus condiciones de vida y la inutilidad de sus acciones. Lo iremediable del triunfo del capital y del Estado. Lo pequefio del reclamo frente a la magnificencia de la Nacién, Otra historia del Malén de la Paz En el trabajo de campo y en fas muestras interactivas pudimos ir armando otra historia que no tiene que ver con una medicién del impacto de un acontecimiento sobre la construcci6n de la historia nacional, sino con las formas a través de las cuales los hacedores de a historia Je dan sentido a sus vidas individual y colectivamente Se relaciona més con Ia constitucién de la subjetividad, la territorialidad, y la trascendencia colectiva que con la biisqueca de una explicacién socio politica 0 econémica de los acontecimientos. La diferencia reside en que mientras esta Ultima redunda en un texto académico escasamente lefdo, la otra se escapa de ese espacio ubicado entre la nada y el adiés como dice Yates. para conectarse en la dimensién de la vida, que permite ahondar en la continuidad del reclamo y los motivos que nos habilitan a acercarnos a una comprensién de porque actuamos como lo hacemos. ‘Como en un cuento de Borges, en una casa de adobe y paja de la puna, un dia uno de los sobrevivientes que habia participado de] malén nos mostr6, como un tesoro escondido, un libro, cuidadosamente conservado denominado Cuestiones de derecho colonial y garantias constitucionales del Dr. J. Nicolas Reyes, subtitulada Ante el Exmo, Presidente Constitucional de la Naci6n los pobladores de la puna norte de Ia Republica argentina, y fechado en 1918. El “Proemio” de Reyes acompaiia una nota de Florencio Colqui, Hilarion Jerez y Miguel Sajama que representan 2 un largo listado de pobladores de todos los pueblos de la Puna 19 donde se relatan los antecedentes legales que afirman sus derechos sobre las tierras que ocupan, y las Iuchas y represiones que acontecieron desde la llegada de los espaiioles a la region Casi cien afios después, el derecho indigena a ta Propiedad comunitaria contintia siendo una cuestién pendiente para el estado nacional. Sin embargo, se abren dos alternativas de indagacién histérica que es necesario articular: una que recopila el conjunto de antecedentes legales y acontecimicntos que narran la perseverancia del reclamo, la lucha, los avances y retrocesos en la legalidad instituida por el Estado; otra, que refiere a las formas subjetivas y colectivas en que se interpretan las condiciones de opresién y explotacién, se semantizan y tesemantizan los acontecimientos y se produce la transmisién del sentido de la lucha por la territorialidad de una generacién a otra, La historia del malén desde ta perspectiva de sus participantes y Io que transmitieron a sus familiares se encausa Por este segundo sendero, Tanto en el plano del discurso como en el de las prdcticas haber participado en el Malén de la Paz no es un hecho indiferente para los habitantes de la puna, la memoria preserva Para ellos un lugar de respeto y dignidad, una manera de presentar la propia agencia frente a la condicién periférica y a la negacién de la identidad ind{gena y nacional. En los relatos sobre el acontecimiento se pone de relieve la conciencia critica sobre la actuacién a Ia que eran sometidos: “En Buenos Aires nos trataban como indios de circo”; el teniente Bertonasco es denominado reiteradamente como botudo, y se sefiala la distancia que establecia en su conducta respecto de los indigenas, su actuacién se monta sobre un estado 20 de movilizacién previa que tiene que ver con las expectativas generadas por el triunfo peronista y la condicién de zafreros de Ta mayorfa de los punefos, Ia imagen de traidor y usurpador aparece por lo menos en dos circunstancias: una relacionada eon un confuso aporte monetario de la “casa Mejoral” para finaneiar el viaje hasta Buenos Aires, cuya apropiacisn habria sido una de las causas de la pelea y “desapariciGn” de los tres enviados, y otra, cuando se relata que la montura y el caballo especialmente “prestado” al teniente nunca regreso a la puna. La proteccién militar al Malén, que es otro elemento resallado por la Prensa, aparece por lo menos como heterogéneo, en algunos lugares son efectivamente tratados adecuadamente, pero en otros como en Jujuy, los alojan en un corral de mulas, Una cuestién relevante que confronta con la versién periodistica tiene que ver con la valoracién de Perén, Mientras que la historia periodistica resalta la figura de Pern como “un falso tatay”, segtin relata Ciriaco Condori, uno de los sobrevivientes que se arrojé del tren y contintio las demandas en Buenos Aires, allf lograron la confirmacién del “General” que no debian pagar més arriendo y que sus reclamos serfan satisfechos, De hecho segin numerosos relatos no se pagé més artiendo y la situaci6n con los terratenientes volvi6 a tensarse. Comentarios finales Nuestro trabajo se orienta a sefialar la necesidad de desarrollar una linea de investigaci6n que tienda a revalorizar la memoria como patrimonio activo de los pueblos. En este sentido, creemos transitar por un camino emancipador de los mecanismos de opresién que ubican al conocimiento histérico y antropolégico como dado. Por el contrario, nuestro planteo se dirige a demostrar como el conocimiento de los procesos de resistencia y lucha de los pueblos aparece en Ios textos oficiales como instituido desde el poder y contribuye a constituir a os sujetos como sobredeterminados por el peso de las estructuras de opresién, Se construye asf un conocimiento histérico y social ideolégico, en el sentido que plantea Zizek, como un sistema de enunciados que oculta las relaciones de poder, y por lo tanto, presenta al oprimido actuando el papel asignado por el opresor. Pero, el drama de Occidente reside entre otros, en el hecho de Ja incapacidad del capitalismo y su aparato de aplicacién, los estados nacionales, de garantizar en los espacios periféricos, la reproduccién de la vida en condiciones dignas. Esta contradiccién, por ahora insalvable, es una de las condiciones que mantiene viva la resistencia y la lucha de los pueblos a través de la memoria, como su principal patrimonio Para las ciencias sociales no tomar la palabra de los oprimidos como principal insumo para la construccién de teorias ¥ pricticas liberadoras, implica ubicarlas en el lugar de reproduccién epistemoldgica y metodolégica que les asigné el capital, Nuestra investigacién sobre ¢l Malén de la Paz, denominaci6n impuesta y legitimada desde la prensa portefia en reemplazo del nombre originario de Caravana de la victoria, demuestra que existe en el conocimiento no critico una reproduccién intencional del error, que justamente toma como verdaderos los estigmas creados desde cl poder: los kollas concebidos como un pueblo “quedado, subordinado, incapaces de movilizarse y luchar por sus derechos por sus propias convicciones y medios”. Por ello, los contra relatos y précticas contempordneos resultan emancipatorios, la fuerza de hacer y decir por sf, que recuperan la memoria y demandan territorio, Resulta sintomatico el hecho de que habiendo sido la Caravana el acontecimiento de relevancia de la resistencia indfgena en La Puna jujeita del sigho XX, excepto un trabajo de E. Gémez publicado en Norte Andino donde se transcribe una entrevista a un sobreviviente, no existan Investigaciones que se hayan preocupado por escuchar la voz. de la gente. El otro aspecto que nos parece importante destacar es que Ia memoria constituye la Ifnea de continuidad que legitima la lucha por los derechos territoriales de los pueblos indigenas, En la memoria se inseriben las marcas de la opresién que se rclacionan con el terror y la dominacién, pero también allf se anotan las epopeyas populares, se construyen los héroes de carne y hueso, gente comtin, que mantiene en sui préctica cotidiana la dignidad. Epilogo: Nuestras memorias Las memorias miiltiples, plurales y muchas veces divergentes acerca de “La Caravana de la Victoria” remiten a la capacidad de transmisién a través de la evocacién, y a su elaboraciGn, por parte de los jévenes desde un proyecto actual No nos propusimos una descripcién literal de los hechos, ni nos remitimos exclusivamente a los testimonios de los participantes 23 en el evento, pretendiamos apropiamos reflexivamente del pasado, con relacién, a las demandas actuales de tierras, trabajo, Participacién, respeto en la diversidad, etc. Se ha sefialado la dependencia subjetiva de esta n E., 2002) anclada en experiencias y marcas simbélicas y materiales, cuyo sentido cambia con 10s contextos de interpretacién y los significados atribuidos por los intérpretes en distintos momentos histéricos. No hay en este sentido memorias universales, tampoco memorias objetivas 0 neutrales, son un ingrediente de disputas y conflictos ¢ ingresan en la trama dialéctica de las relaciones de poder. Sefiala Jelin, en este sentido, la necesidad * (de) chistorizar» las memorias 0 sea, Teconocer que existen cambios histéricos en el sentido del pasado, asi como en el lugar asignado a las memorias en diferentes sociedades, climas culturales, espacios de luchas politicas e ideolégicas” (Jelin E., 2002: 3). En este sentido quienes relatan componen una historia local situada, con un estilo discursivo propio que no escapa al peso de las formas de opresién constituyentes del mundo andino que nos ocupa: “hablar del silencio es hablar de personas que activan el silencio, es hablar de condiciones histéricas y actuales, del peso de tradiciones culturales, de procesos de opresién, crisis, imposiciones y resistencias, también de un estilo comunicacional amasado en esos contextos, aqui el hablar medido, controlado y parco es un valor: “es parte de nuestro quepi™*, afirma Pantale6n Rueda, quien apelando aun Jenguaje metaférico, alude a aquellos elementos reconocidos como sefiales identitarias locales y a un estilo que regula las interacciones. * Ato, atado que fécilmente se Hleva a la espalda, cargamento (Lira, Jorge 1944 Diccionacio kechwa Espafol, Universidad Nacional de Tucumén) “ En el interlocutor externo genera _sentimientos confusos, inquieta, marca Ifmites en la interaccién, impone condiciones € incluso puede tornar inmanejable Ia situacién in embargo, cuando se generan yinculos fiables, las, natraciones y relatos ocupan el centro del acto comunicativo, aqui el esfuerzo estd puesto en la memoria y en reglas mnemotécnicas cuyo soporte es el ritmo: (en Ia oralidad) “ pensamiento busca un ritmo que conecte el proceso de respiracién con la memoria, por eso recurre a la repeticién, a la antitesis, a los sonidos semejantes: aliteraciones, asonancias y a expresarse en formulas. Por eso, tiene su propia economia y utiliza unidades de extensi6n limitada. La copla es una clara expresién de lo dicho. En las culturas orales, atin las leyes se expresan y radican en dichos y proverbios basados en frmulas. Las formulas ayudan a desarrollar un discurso ritmico, pero ademés hacen posible el reconocimiento e identificacién de ideas por parte del receptor. Estas técnicas de la memoria determinan también una regularidad en la sintaxis, en el orden de las palabras.” (Paz Soldan. A. M. 1999: 123) Asi el discurso tiende a ser enumerativo y redundante, muy referenciado a la vida cotidiana (experiencias que puedan generar autoridad en el hablante y complicidad con el oyente), se constituye desde la identificacién de lo conocido, es pragmético (admite una interpretacién literal) y paradéjicamente con una enorme carga simbéliea en el sentido Geertziano: fuentes de informacién intersubjetivas cargadas de significaciones (Geertz 1996)", (Belli E. 2004). Para algunos de nosotros, este estilo discursivo es parte dde nuestra conciencia préctica, para otros ha sido el resultado de tun esfuerzo cognoscitivo, todos comprendimos que el orden del relato no es trivial, no es un telén de fondo, sino que presenta y representa los sentidos de las memorias y alli ancla y se despliega la subjetividad de los hablantes. Atin cuando hubiera diferencias de contenido en los relatos, tenfan en comin el estilo. Podfamos pensar que estébamos frente a un constituyente identitario o a una actuaciGn social resistente, o ambos. En el primer caso, se pondera su centralidad para las pricticas discursivas, la accién politica y la agencia. Descentréndonos de 1a cuestién subjetiva “el concepto de identidad no sefiala ese micleo estable del yo que, de principio a fin, que se desenvuelve sin cambios a través de todas las vicisitudes de la historia... Tampoco es ese yo colectivo 0 verdadero que se oculta dentro de los muchos ottos yos, mas superficiales 0 artificialmente impuestos, que un pueblo con una historia y una ascendencia compartidas tienen en comin y que pueden estabilizar, fijar o garantizar una unicidad 0 pertenencia cultural sin cambios, subyacente a todas las otras diferencias superficiales... Las identidades nunca se unifican,.,. nunca son singulares, sino construidas de multiples maneras a través de discursos, précticas y posiciones diferentes, a menudo cruzados ¥ antagénicos. Estén sujetas a una historizacin radical, y en un constante proceso. de cambio y transformacién, ... las identidades tienen que ver con las cuestiones referidas al uso de los recursos de la historia, 1a lengua y la cultura en el proceso de devenir y no de ser, no quienes somos 0 de donde venimos sino en qué podrfamos convertimos, como nos han representado y cémo atafie ello al modo como podriamos representaros. Se constituyen dentro de la representaciGn, (Stuart Hall: 17,18) En este sentido, que los Jévenes Abrapampefios se apropien de la Gesta de “La Caravana de la Victoria” y encuentren lideres en los sobrevivientes del Malén habla del presente, de la Jucha de los derechos de los pueblos originarios que atin hay que conquistar, de su historia de despojo y dignidad, y de su futuro. 26 A través de nuestros didlogos se yuelve a presentar ta profundidad temporal de 1a lucha, y se representa el pasado como un horizonte colectivo: el malén implicé también, recuperar colectivamente historias de sujetos concretos: alguien en una de las muestras de la exposicién, miraba los paneles y reconocié entre los caminantes a su abuelo. Y aquel abuclo pastor de ovejas fue més que un relato fugaz, fue el vineulo entre la memoria individual y colectiva, fue conereto y cotidiano, fue real Contar la historia, no resignar los derechos, no olvidar Recorriendo la exposicién del malén: mapas, fotogratias, notas periodisticas, relatos, transeripciones de voces, representaciones de caminantes vistiendo las ropas que atin alesoran Jos sobrevivientes, se expresaron las miiltiples localidades culturales dindmicas que a la manera de campos de fuerza, introducen un principio de historicidad, diferenciacién y relacionalidad. Aqui, los. pobladores y nosotros fuimos participantes activos y generativos de una historia compartida, agui la identidad es concebida como multiple, inestable, como producto de diferenciaciones e identificaciones historicasy plurales, forjadas en la accidn y en la reflexién. Se plantea asf un proceso en gue los intercambios verbales y no verbales tienen Jugar entre individuos y comunidades permeables y cambiantes, Se combinan aguf, las practicas efectivas y materiales de la dominacién, los procedimientos del disciplinamiento con su imposibilidad de penetrar en las formas mas profundas e intimas de la socializaci6n, asi como también con los intersticios entre las précticas y las distintas formas de legitimacién del poder. Debilitados los mecanismos estatales de disciplinamiento (sistema educativo, incorporacidn al Servicio Militar, ingreso al mercado laboral) y la incidencia de los procesos de democratizacién, se legitima discursivamente el derecho a la demanda y participacién polttica indirecta a través de los mecanismos de representacién, como una forma peculiar de reproduccién del capital, la transcripcién piblica de los subordinados se expresa mas desafiante, rompiendo por lo menos en apariencia con ese “gigantesco juego de méscaras” gue sostiene Scott (2000), se prefigura como una relacién dialéctica entre las précticas de los dominadores y las de los dominados. De esta forma, una vez apagados los tiltimos gritos de resistencia ind/gena en la batalla de Quera a fines del siglo XIX, ¥ excepto por algunos eventos como el Malén de la Paz durante el primer gobierno peronista, los campesinos de la Quebrada y la Puna jujefias permanecieron durante todo el siglo XX bajo el control ausente de los terratenientes a través de la presencia de los brokers locales. Por eso es importante mantener el didlogo, repensar las historias de los abuelos que muestran como los itinerarios del silencio activan en las tradiciones, los rituales y las Tepresentaciones, los ingredientes de la resistencia, Las actuaciones sociales resistentes mas que nominar una condicién étnica o identitaria, desplicgan discursos y précticas que refuerzan la equidad de perspectivas entre pares que se articulan y organizan en la defensa de un territorio, Ser de Queta o Tinate no es una referencia nominal, por el contrario es el eje desde el cual hacen sentido sus miltiples socialidades, constituye el “Tugar”, a partir del cual se construye, se rememora ¥ se activa la versi6n propia de la historia, 28 Bibliografia ancias de los procesos de . de Jujuy, Tesis doctoral. Belli, E, 2004. Algunas imp! modernizacién en Valle Grande. Pei UBA. Belli, E. y R. Slavutsky, 2003 Procesos de reconfiguracién étnica y movimientos sociales en el NOA. Estudios Sociales del NOA Aito 6 N° 6. IIT. 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Idcologia un mapa de la cuestién- FCE. Buenos Aires- EL PROGRAMA RECUPERANDO LA MEMORIA Todo comienza en Londres (Belén, Catamarca). cuando, al comienzo de la década det '90, en pleno auge de las corrientes neoliberales y globalizantes, en las Jomadas preparatorias al Ler. ‘Congreso de Ciudades y Pueblos de] Interior, un pequeiio grupo de artesanos/as, Ia mayoria tejedoras, herederas de 1a sabiduria mmilenaria de las culturas andinas, planted su angustia frente a la situacién de exclusién que estaban viviendo, Nacié entonces el Proyecto de Animacién de Artesanias Tradicionales y Proteccién al Artesano de Catamarca, nicleo inicial del Programa. A él se fueron sumando el "Proyecto de Rescate de Técnicas Alfareros Indigenas” e "Historia del Arte Precolombino. Americano”, cuya autora y responsable era la Prof. Mirtha Presas, quien al acceder a la Direccién de Artesanéas de la Provincia, cedié su lugar a una de sus discipulas, Claudia Ferreyra, actual coordinadora del Proyecto, Con el tiempo, el propio Programa fue generando la necesidad de incorporar otros proyectos y de crear nuevas lineas de investigaciGn-accién. Hoy, los siete proyectos en marcha, testimonian la voluntad firme de nuestra Universidad de Catamarca de resignificar su. mandato fundacional, de contribuir a la construccién de una sociedad en la que la creatividad, Ia Iibertad, la belleza no sean palabras que tienen significado solamente para un niimero cada vez més pequeio de privilegiados. Hemos creado un espacio de interaccién permanente entre lo popular y lo erudito, entre artesanos y artistas, entre an

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