CUANDO EL PATRIMONIO SE HACE NUESTRO.
MALON DE LA PAZ: UNA HISTORIA, UN CAMINO!
Ricardo Slavutsky’, Elena Belli ,Presentacién.
Aramayo*, Luis Lamas’, Armando Mendoza’,
Débora Beatriz Sajama
Este trabajo relata nuestra experiencia en el Programa
de Investigacién participativa “Memorias de la opresién. La
integracién compulsiva de la poblacién rural y los pueblos
indigenas como fuerza de trabajo en las provincias de Salta y
Jujuy”, Proyecto El Malén de la Paz. Una Historia, un Camino,
que se desarrollé durante los aiios 2004 y 2005.
Introduccién
El Noroeste Argentino, como ubicaci6n territorial en un
sentido amplio, fue hist6ricamente un émbito constituido en la
petiferia y la subordinacién, tanto respecto de la centralidad alto
andina en tiempos coloniales, como respecto al puerto de
Buenos Aires desde el periodo independiente.
_ Ea este articulo hacemos hincapi¢ en el aporte de los Puneiios al Malén de La Pa
* Director de! Programa Memorias de la opresion. La integraciGe eompulsiva de la
pblaciGn rural y los pueblos indigenas como fuerza de trabajo en las provincits de
Saliay Jujuy. Instituto Inierdisciplinio Tilesra, UBA. Profesor UNC.
2 Directora del Instituto intercsciplinario Tileara, Email: intertl@imsssine.com.ar
{Trabajedor no docente el Instituto Interdisciplinario Tiara
{ Trabajador no docente del Instituto Inezdisciplinario Tiara,
“Trabajador no docente del Instituto Inierdisciplinaio Tileara. Responsable del
_ depesio arqueolégica
‘Trabajador no docente det Instituto Inerdiscipinario Tilcara. Bibliotecblogs.
NARCISO LOPEZ, “EL MASCOTA DEL MALON DE LA
PAZ”Desde fines del siglo XIX, tanto el proceso de
organizacién nacional como la instalacién de determinados
seetores del capital, en especial el azucarero y cl minero,
condujeron a una fuerte transformacién social y cultural de las
sociedades locales con la meta de su integracién como fuerza de
trabajo. dentro del sistema de enclaves produetivos.
Estos procesos estructurales han sido estudiados con
bastante detalle, sobre todo en sus consecuencias econdmicas y
sociales (Bissio y Forni 1976, Rutledge 1987, Isla 1992,
Trinchero 2000, Belli y Slavutsky 2003), estableciéndose cierto
consenso con relacién a que el desarrollo de formas capitalistas
de produecién no produjo un mejoramiento en las condiciones
de vida de la poblacién local, que la politica del capital fue
apropiatoria tanto respecto de la mano de obra como de los
recursos naturales, que la preservacién de la produccién
doméstica alivian6 los costos de la reproduccién de la fuerza de
trabajo, que se produjo un retraimiento y desestructuracién de
las formas organizativas y econémicas de Ia poblacién local
como consecuencia del aumento del asalariamiento, que la
participacién del Estado fue cémplice de las politicas del capital
y fuertemente anti étnicas.
A partir de mediados del siglo XX, las reformas sociales
del peronismo y el crecimiento del sector del capital ligado a la
sustitucién de importaciones en la regiGn pampeana, al mismo
tiempo que libera a la poblacién local de algunas formas
coercitivas de control de la mano de obra, la induce a un proceso
de migraci6n masivo, para conformar una masa proletaria en los
grandes centros urbanos, que regulase el costo salarial industrial.
La participacién de la poblacién del NOA en estos
procesos es heterogénea, segtin su posicién territorial y los
procesos histéricos especificos que devinieron en distintas
10
formas de posesién 0 propiedad de la tierra, organizacién,
presencia del Estado y resistencia.
Los estudios histéricos y sociolégicos han ponderado la
elucidacién del proceso general, mientras que los antropolégicos
se han mantenido mayoritariamente en una linea cercana al
folklore en las dreas andinas y a la etnograffa clasica en el chaco
saltefio.
Sélo en los iiltimos afios, se comenz6 una revisin
sistemética de estas perspectivas. Sin embargo, la produccién
cientifica en ciencias sociales no logré todavia transferir a la
sociedad el conjunto de conocimientos acumulados a favor de
ung reelaboracién colectiva de la propia historia,
Nuesiro interés consiste en recuperar el punto de vista
local de los procesos que impactaron fuertemente en las
pricticas sociales, culturales y econémicas de los pueblos del
NOA, en especial Ia poblacién rural e indfgena, con Ia meta de
mostrar una imagen de las transformaciones que redunde en la
reflexién critica sobre lo acontecido.
Se trata de construir colectivamente una historia de los
mecanismos de opresién desde la perspectiva de los oprimidos,
como la relaci6n dialéctica entre las condiciones estructurales y
las formas de reproduccién social subalternizadas que derivan en
pricticas ya sea adaptativas o resistentes.
La recuperacién de 1a propia historicidad tiene
importancia respecto de la posibilidad de las sociedades locales
de liberarse de las multiples categorizaciones identitarias y/o
Ernicas que el mismo proceso de subalternizacién impuso como
determinaciones de la diferenciacién emergente de la
integracién compulsiva como fuerza de trabajo,
iCategorias como indio, campesino, trabajador 0
desocupado, asumidas actual e histéricamente por la poblacién
local, resumen més la trayectoria sefialada por las necesidades
integrativas del capital y el Estado, que formas identificatorias
Propias y resistentes, que se ligan por lo general a lo territorial,
Nos proponemos participar en el proceso actual de
recuperacién identitaria, que muchas poblaciones de las
provineias de Jujuy y Salta estin desarrollando en base a los
reclamos tervitoriales y sociales, frente a un nuevo proceso de
valorizacién de los recursos naturales que estan emprendiendo el
Estado y algunos sectores del capital, relacionados con las
actividades extractivas y turistica
Por otra parte, se trata de sistematizar una tarea que el
Instituto Interdisciplinario Tileara viene desarrollando frente a
situaciones puntuales como fueron la intencién del Estado de
instalar un electroducto que atravesaria la Quebrada de
Humahuaca, la declaracién de Paisaje cultural de la Humanidad
sin tomar en cuenta el convenio 169 de la OIT- Pueblos
indfgenas en Estados Independientes, 0 la construccisn de los
gasoductos.
La recuperacién de la memoria intenta poner a las
soviedades locales y ponernos a los cientificos sociales frente a
un mismo espejo que refleja simulténeamente las experiencias
vividas desde el conocimiento local y el conocimiento
estructural y procesual, de tal manera, que esta relacién permita
Feconstruir colectivamente los fragmentos que los distintos
mecanismos opresivos intentaron desarticular, silenciar 0 negar
durante siglos,
Este trabajo forma parte del programa de investigacién y
transferencia Memorias de la opresin, y sintetiza los principales
12
ayances de investigacién realizados en el proyecto Maldn de la
Paz.
Entre los objetives que nos planteamos hay dos que
consideramos centrales:
= Producir un conjunto de conocimientos sobre el
impacto de las politicas del capital y el estado sobre la
reproduccién social, las formas de resistencia y demanda social
en el NOA.
- Crear un archivo de la memoria de las formas de
integracién compulsiva de la poblacién rural como fuerza de
trabajo y de las luchas sociales.
La recuperacién de la memoria del Malén de la paz
como movimiento social emblemitico realizado por los pueblos
indigenas de las haciendas de ta puna y los valles orientales es
comenzar el camino de la deconstruccién de los discursos
hegem@nicos que estigmatizaron al pueblo Kolla y fortalecer su
proceso de lucha por la recuperacién del territorio.
Como cuestién metodolégica, nos resulta importante
destacar que no se trata de una investigacién puramente
académica, sino que esté disefiada como una construccién
colectiva y participativa, en la cual los investigadores, en su gran
mayoria trabajadores no docentes del instituto, producen
conocimiento, reflexionando sobre su propia experiencia
histérica en situaciones de copresencia con Jas personas que
participaron en los acontecimientos cuya memoria se esta
recuperando, evocando,
Se intenta superar, de esta manera, uno de los “Imitos
constitutivos de la antropologia como ciencia colonial, que ta
ubica como observadora occidental ajena a los procesos sociales,de los pueblos, fundada en el recurso metodolégico del
extrafiamiento,
Por otra parte, se pretende sortear el obsticulo que
implica el uso de un lenguaje academicista, para dar lugar a la
generacién de eventos basados en imagenes y textos, donde la
interaccién permita desplegar los multiples sentidos
interpretaciones en forma dindmica, y habilite su apropiacién
Por parte de los distintos actores involucrados
Se trata entonces, de visibilizar parte de la historia
silenciada, aspectos de la vida social que son constitutivos de la
agencia social de los pueblos indigenas, y fueron negados y
transformados por los mecanismos coercitivos de las
instituciones de estatalidad y las politicas de regulacién de la
mano de obra de los distintos sectores del capital.
Lo que se recupera son las distintas maneras de producir
sentido que interactéan a un tiempo y en un tinico relato final,
De este modo, la transmisién de los sentidos se concretan en un
resultado que refleja los multiples Iugares de enunciacién
originarios y los enriquece y transforma desde distintas
dimensiones (estéticas, hist6ricas, subjetivas, etc.) del presente.
{Por qué el malén de la Paz’
La decision de comenzar por Ja investigacién de la
memoria sobre el Malén de la Paz obedece a distintos motivos:
1. Fue uno de los acontecimientos donde se expresaron
colectiva y visiblemente los reclamos por la tierra de los pueblos
indigenas sometidos a un régimen de explotacién y opresién en
haciendas de distinto tipo, algunas ligadas a la articulacién con
la producciGn en las plantaciones de caita de azticar y otras, 2 un
sistema rentistico.
2- Desde el punto de vista de la memoria, aparece como
uno de los eventos mis alejados en el tiempo, susceptibles de ser
analizados a través de metodologias ligadas a la historia oral,
con la posibilidad de encontrar sobrevivientes que hayan
participado efectivamente.
3- Se trata de un acontecimiento que es recuperado
tanto por fa historia aeadémica como por los moyimientos y
organizaciones. indigenas actuales en sentidos contrapuestos,
unos como ejemplo de la manipulaci6n politica y otros como
instancia significativa en el proceso de lucha y ejemplo de su
continuidad.
4- No existen investigaciones histéricas particulares
sobre el Malén de Ja Paz, sino que en general aparece como un
emergente de las condiciones sociales, politicas y econémicas
de los cambios implicados en el triunfo del peronismo. En este
sentido, el Malén de la paz se muestra como un adjetive mas de
un momento hisiérico, visto desde la construccién de una
historia tinica y unilateral, la del Estado nacional y los sectores
hegeménicos. La negacién de la posibilidad de construcciones
historicas alternativas en las cuales se constituyen los sujetos y
los colectivos sociales como hacedores de la Historia, y no como
sujetos sujetados, sobredeterminados por un conjunto de
condiciones y poderes, que los objetivan.
De esta manera se habilitan diferentes cuestiones:
1- La recuperacién y visibilizacién de otras versiones de
un acontecimiento del pasado que fundamenta acciones politicas
y sociales del presente.
2-La contribucién de Ia investigacién social al
fortalecimiento. de las organizaciones y movimientos de los
15pueblos indigenas, y por lo tanto, un modo concreto de articular
conocimiento con las luchas sociales
3- La posibilidad de poner a prueba teorfas criticas que
ponderen un lugar de enunciacisn liberador.
La versién periodistica y oficial del Malén de la Paz
A través de la investigacién en archivos periodisticos,
oficiales, la busqueda en Internet, y el relato “oficializado” de
Hermégenes Cayo difundido por el cineasta Jorge Prelorin se
puede lograr una reconstruccién fiictica del Malén,
EI relato de esta historia se compone de un conjunto de
secuencias, como si se tratara de un cuento de “pobres
inocentes” engafiados por villanos.
EL TERRITORIO PUNENO POR EL CUAL SE
MOVILIZO EL MALON DE LA PAZ
Los primeros estén legitimados en su accionar por la
“necesidad”: las malas condiciones de vida a las que son
sometidos por otros villanos inescrupulosos, los hacendados.
Sin embargo, la accién colectiva, la movilizacién hacia
Buenos Aires, carece de historicidad, es ingenua, no posee
adecuacién de medios a fines.
La caravana aparece como naturalizada, quizds
recuperando Ia lWégica biblica del sacrificio terrenal 0 de las
pruebas a las que somete Dios a los hombres. No se consideran
en estos relatos la disrupcién de la vida cotidiana, el hecho de
que organizar la marcha en el mes de mayo implicaba de por si
€l acto de rebeldfa de no asistir a la zafra, ni la tradicién
caravanera para el intercambio de la poblacién punena
Por el contrario, se presenta como promovida,
organizada y ejecutada por el villano mentiroso, el teniente
Mario Augusto Bertonasco, que convence a los indigenas de la
viabilidad de que a través del sacrificio de los cuerpos, la
marcha a pie hasta el lugar sagrado donde reside el poder,
podrn lograr ser escuchadas por quien tiene la capacidad de
resolver todos los problemas sociales terrenales, e! General
Peron
Se establece asi, un sistema relacional que liga el
sacrificio a la posibilidad de la recompensa como mecanismo
instituido para los pobres, negando en la acciGn todo indicio de
resistencia y lucha.
Efectivamente, los relatos periodisticos de la época dan a
entender que la presencia de los tres enviados portefios, ligados
al peronismo es la condicién necesaria para que los pueblos
kollas emprendan la movilizacién,
7Se desconocen asi los antecedemtes y la continuidad de
Ios reclamos y la lucha de los habitantes de Ja puna que habian
sufrido una importante derrota tras la batalla de Quera en 1875,
los reclamos que en 1918 efectéan en Buenos Aires los
pobladores Colqui, Sajama y Jerez, y la gran cantidad de notas
enviadas entre los afios 1944 y 1946,
EI villano. mentiroso muestra finalmente su verdadero
rostro y cuando es necesario que participe activamente del
reclamo de los pueblos kollas, desaparece, y es cémplice de la
maniobra politica de! falso dios, Perdn, quien Iuego de haber
sido adulado, en un montaje, por los habitantes del extremo
norte del pais, también muestra sus verdaderas. intenciones
“demagégicas”.
Entonces, Jos kollas son reprimidos, subidos por la
fuerza a un tren y reenviados a sus tierras, donde volverdn a
suffir la explotacién y la opresién de los villanos originarios, los
terratenientes,
Estu historia por momentos adquiere ribetes semejantes a
los de la exaltacién de los héroes poco antes de que se
desencadene la tragedia: las muestras de afecto y adhesién en el
camino, las visitas y los regalos en las fabricas, la misma
recepcién de Perdn en la Casa Rosada, los paseos.
Sin embargo, si se organizan los relatos periodisticos en
una secuencia, el final es inexorable: demuestra la imposibilidad
de los pueblos de cambiar sus condiciones de vida y la inutilidad
de sus acciones. Lo iremediable del triunfo del capital y del
Estado. Lo pequefio del reclamo frente a la magnificencia de la
Nacién,
Otra historia del Malén de la Paz
En el trabajo de campo y en fas muestras interactivas
pudimos ir armando otra historia que no tiene que ver con una
medicién del impacto de un acontecimiento sobre la
construcci6n de la historia nacional, sino con las formas a través
de las cuales los hacedores de a historia Je dan sentido a sus
vidas individual y colectivamente
Se relaciona més con Ia constitucién de la subjetividad,
la territorialidad, y la trascendencia colectiva que con la
biisqueca de una explicacién socio politica 0 econémica de los
acontecimientos.
La diferencia reside en que mientras esta Ultima redunda
en un texto académico escasamente lefdo, la otra se escapa de
ese espacio ubicado entre la nada y el adiés como dice Yates.
para conectarse en la dimensién de la vida, que permite ahondar
en la continuidad del reclamo y los motivos que nos habilitan a
acercarnos a una comprensién de porque actuamos como lo
hacemos.
‘Como en un cuento de Borges, en una casa de adobe y
paja de la puna, un dia uno de los sobrevivientes que habia
participado de] malén nos mostr6, como un tesoro escondido, un
libro, cuidadosamente conservado denominado Cuestiones de
derecho colonial y garantias constitucionales del Dr. J. Nicolas
Reyes, subtitulada Ante el Exmo, Presidente Constitucional de
la Naci6n los pobladores de la puna norte de Ia Republica
argentina, y fechado en 1918.
El “Proemio” de Reyes acompaiia una nota de Florencio
Colqui, Hilarion Jerez y Miguel Sajama que representan 2 un
largo listado de pobladores de todos los pueblos de la Puna
19donde se relatan los antecedentes legales que afirman sus
derechos sobre las tierras que ocupan, y las Iuchas y represiones
que acontecieron desde la llegada de los espaiioles a la region
Casi cien afios después, el derecho indigena a ta
Propiedad comunitaria contintia siendo una cuestién pendiente
para el estado nacional. Sin embargo, se abren dos alternativas
de indagacién histérica que es necesario articular: una que
recopila el conjunto de antecedentes legales y acontecimicntos
que narran la perseverancia del reclamo, la lucha, los avances y
retrocesos en la legalidad instituida por el Estado; otra, que
refiere a las formas subjetivas y colectivas en que se interpretan
las condiciones de opresién y explotacién, se semantizan y
tesemantizan los acontecimientos y se produce la transmisién
del sentido de la lucha por la territorialidad de una generacién a
otra,
La historia del malén desde ta perspectiva de sus
participantes y Io que transmitieron a sus familiares se encausa
Por este segundo sendero,
Tanto en el plano del discurso como en el de las prdcticas
haber participado en el Malén de la Paz no es un hecho
indiferente para los habitantes de la puna, la memoria preserva
Para ellos un lugar de respeto y dignidad, una manera de
presentar la propia agencia frente a la condicién periférica y a la
negacién de la identidad ind{gena y nacional.
En los relatos sobre el acontecimiento se pone de relieve
la conciencia critica sobre la actuacién a Ia que eran sometidos:
“En Buenos Aires nos trataban como indios de circo”; el
teniente Bertonasco es denominado reiteradamente como
botudo, y se sefiala la distancia que establecia en su conducta
respecto de los indigenas, su actuacién se monta sobre un estado
20
de movilizacién previa que tiene que ver con las expectativas
generadas por el triunfo peronista y la condicién de zafreros de
Ta mayorfa de los punefos, Ia imagen de traidor y usurpador
aparece por lo menos en dos circunstancias: una relacionada eon
un confuso aporte monetario de la “casa Mejoral” para finaneiar
el viaje hasta Buenos Aires, cuya apropiacisn habria sido una de
las causas de la pelea y “desapariciGn” de los tres enviados, y
otra, cuando se relata que la montura y el caballo especialmente
“prestado” al teniente nunca regreso a la puna.
La proteccién militar al Malén, que es otro elemento
resallado por la Prensa, aparece por lo menos como heterogéneo,
en algunos lugares son efectivamente tratados adecuadamente,
pero en otros como en Jujuy, los alojan en un corral de mulas,
Una cuestién relevante que confronta con la versién
periodistica tiene que ver con la valoracién de Perén,
Mientras que la historia periodistica resalta la figura de
Pern como “un falso tatay”, segtin relata Ciriaco Condori, uno
de los sobrevivientes que se arrojé del tren y contintio las
demandas en Buenos Aires, allf lograron la confirmacién del
“General” que no debian pagar més arriendo y que sus reclamos
serfan satisfechos,
De hecho segin numerosos relatos no se pagé més
artiendo y la situaci6n con los terratenientes volvi6 a tensarse.
Comentarios finales
Nuestro trabajo se orienta a sefialar la necesidad de
desarrollar una linea de investigaci6n que tienda a revalorizar la
memoria como patrimonio activo de los pueblos.En este sentido, creemos transitar por un camino
emancipador de los mecanismos de opresién que ubican al
conocimiento histérico y antropolégico como dado.
Por el contrario, nuestro planteo se dirige a demostrar
como el conocimiento de los procesos de resistencia y lucha de
los pueblos aparece en Ios textos oficiales como instituido desde
el poder y contribuye a constituir a os sujetos como
sobredeterminados por el peso de las estructuras de opresién,
Se construye asf un conocimiento histérico y social
ideolégico, en el sentido que plantea Zizek, como un sistema de
enunciados que oculta las relaciones de poder, y por lo tanto,
presenta al oprimido actuando el papel asignado por el opresor.
Pero, el drama de Occidente reside entre otros, en el
hecho de Ja incapacidad del capitalismo y su aparato de
aplicacién, los estados nacionales, de garantizar en los espacios
periféricos, la reproduccién de la vida en condiciones dignas.
Esta contradiccién, por ahora insalvable, es una de las
condiciones que mantiene viva la resistencia y la lucha de los
pueblos a través de la memoria, como su principal patrimonio
Para las ciencias sociales no tomar la palabra de los
oprimidos como principal insumo para la construccién de teorias
¥ pricticas liberadoras, implica ubicarlas en el lugar de
reproduccién epistemoldgica y metodolégica que les asigné el
capital,
Nuestra investigacién sobre ¢l Malén de la Paz,
denominaci6n impuesta y legitimada desde la prensa portefia en
reemplazo del nombre originario de Caravana de la victoria,
demuestra que existe en el conocimiento no critico una
reproduccién intencional del error, que justamente toma como
verdaderos los estigmas creados desde cl poder: los kollas
concebidos como un pueblo “quedado, subordinado, incapaces
de movilizarse y luchar por sus derechos por sus propias
convicciones y medios”. Por ello, los contra relatos y précticas
contempordneos resultan emancipatorios, la fuerza de hacer y
decir por sf, que recuperan la memoria y demandan territorio,
Resulta sintomatico el hecho de que habiendo sido la
Caravana el acontecimiento de relevancia de la
resistencia indfgena en La Puna jujeita del sigho XX, excepto un
trabajo de E. Gémez publicado en Norte Andino donde se
transcribe una entrevista a un sobreviviente, no existan
Investigaciones que se hayan preocupado por escuchar la voz. de
la gente.
El otro aspecto que nos parece importante destacar es
que Ia memoria constituye la Ifnea de continuidad que legitima
la lucha por los derechos territoriales de los pueblos indigenas,
En la memoria se inseriben las marcas de la opresién que
se rclacionan con el terror y la dominacién, pero también allf se
anotan las epopeyas populares, se construyen los héroes de carne
y hueso, gente comtin, que mantiene en sui préctica cotidiana la
dignidad.
Epilogo: Nuestras memorias
Las memorias miiltiples, plurales y muchas veces
divergentes acerca de “La Caravana de la Victoria” remiten a la
capacidad de transmisién a través de la evocacién, y a su
elaboraciGn, por parte de los jévenes desde un proyecto actual
No nos propusimos una descripcién literal de los hechos, ni nos
remitimos exclusivamente a los testimonios de los participantes
23en el evento, pretendiamos apropiamos reflexivamente del
pasado, con relacién, a las demandas actuales de tierras, trabajo,
Participacién, respeto en la diversidad, etc.
Se ha sefialado la dependencia subjetiva de esta
n E., 2002) anclada en experiencias y
marcas simbélicas y materiales, cuyo sentido cambia con 10s
contextos de interpretacién y los significados atribuidos por los
intérpretes en distintos momentos histéricos. No hay en este
sentido memorias universales, tampoco memorias objetivas 0
neutrales, son un ingrediente de disputas y conflictos ¢ ingresan
en la trama dialéctica de las relaciones de poder. Sefiala Jelin, en
este sentido, la necesidad * (de) chistorizar» las memorias 0 sea,
Teconocer que existen cambios histéricos en el sentido del
pasado, asi como en el lugar asignado a las memorias en
diferentes sociedades, climas culturales, espacios de luchas
politicas e ideolégicas” (Jelin E., 2002: 3).
En este sentido quienes relatan componen una historia
local situada, con un estilo discursivo propio que no escapa al
peso de las formas de opresién constituyentes del mundo andino
que nos ocupa: “hablar del silencio es hablar de personas que
activan el silencio, es hablar de condiciones histéricas y
actuales, del peso de tradiciones culturales, de procesos de
opresién, crisis, imposiciones y resistencias, también de un
estilo comunicacional amasado en esos contextos, aqui el
hablar medido, controlado y parco es un valor: “es parte de
nuestro quepi™*, afirma Pantale6n Rueda, quien apelando aun
Jenguaje metaférico, alude a aquellos elementos reconocidos
como sefiales identitarias locales y a un estilo que regula las
interacciones.
* Ato, atado que fécilmente se Hleva a la espalda, cargamento (Lira, Jorge 1944
Diccionacio kechwa Espafol, Universidad Nacional de Tucumén) “
En el interlocutor externo genera _sentimientos
confusos, inquieta, marca Ifmites en la interaccién, impone
condiciones € incluso puede tornar inmanejable Ia situacién
in embargo, cuando se generan yinculos fiables, las,
natraciones y relatos ocupan el centro del acto comunicativo,
aqui el esfuerzo estd puesto en la memoria y en reglas
mnemotécnicas cuyo soporte es el ritmo: (en Ia oralidad) “
pensamiento busca un ritmo que conecte el proceso de
respiracién con la memoria, por eso recurre a la repeticién, a la
antitesis, a los sonidos semejantes: aliteraciones, asonancias y a
expresarse en formulas. Por eso, tiene su propia economia y
utiliza unidades de extensi6n limitada. La copla es una clara
expresién de lo dicho. En las culturas orales, atin las leyes se
expresan y radican en dichos y proverbios basados en frmulas.
Las formulas ayudan a desarrollar un discurso ritmico, pero
ademés hacen posible el reconocimiento e identificacién de
ideas por parte del receptor. Estas técnicas de la memoria
determinan también una regularidad en la sintaxis, en el orden
de las palabras.” (Paz Soldan. A. M. 1999: 123) Asi el discurso
tiende a ser enumerativo y redundante, muy referenciado a la
vida cotidiana (experiencias que puedan generar autoridad en el
hablante y complicidad con el oyente), se constituye desde la
identificacién de lo conocido, es pragmético (admite una
interpretacién literal) y paradéjicamente con una enorme carga
simbéliea en el sentido Geertziano: fuentes de informacién
intersubjetivas cargadas de significaciones (Geertz 1996)",
(Belli E. 2004).
Para algunos de nosotros, este estilo discursivo es parte
dde nuestra conciencia préctica, para otros ha sido el resultado de
tun esfuerzo cognoscitivo, todos comprendimos que el orden del
relato no es trivial, no es un telén de fondo, sino que presenta y
representa los sentidos de las memorias y alli ancla y sedespliega la subjetividad de los hablantes. Atin cuando hubiera
diferencias de contenido en los relatos, tenfan en comin el
estilo. Podfamos pensar que estébamos frente a un constituyente
identitario o a una actuaciGn social resistente, o ambos.
En el primer caso, se pondera su centralidad para las
pricticas discursivas, la accién politica y la agencia.
Descentréndonos de 1a cuestién subjetiva “el concepto de
identidad no sefiala ese micleo estable del yo que, de principio a
fin, que se desenvuelve sin cambios a través de todas las
vicisitudes de la historia... Tampoco es ese yo colectivo 0
verdadero que se oculta dentro de los muchos ottos yos, mas
superficiales 0 artificialmente impuestos, que un pueblo con una
historia y una ascendencia compartidas tienen en comin y que
pueden estabilizar, fijar o garantizar una unicidad 0 pertenencia
cultural sin cambios, subyacente a todas las otras diferencias
superficiales... Las identidades nunca se unifican,.,. nunca son
singulares, sino construidas de multiples maneras a través de
discursos, précticas y posiciones diferentes, a menudo cruzados
¥ antagénicos. Estén sujetas a una historizacin radical, y en un
constante proceso. de cambio y transformacién, ... las
identidades tienen que ver con las cuestiones referidas al uso de
los recursos de la historia, 1a lengua y la cultura en el proceso de
devenir y no de ser, no quienes somos 0 de donde venimos sino
en qué podrfamos convertimos, como nos han representado y
cémo atafie ello al modo como podriamos representaros. Se
constituyen dentro de la representaciGn, (Stuart Hall: 17,18)
En este sentido, que los Jévenes Abrapampefios se
apropien de la Gesta de “La Caravana de la Victoria” y
encuentren lideres en los sobrevivientes del Malén habla del
presente, de la Jucha de los derechos de los pueblos originarios
que atin hay que conquistar, de su historia de despojo y
dignidad, y de su futuro.
26
A través de nuestros didlogos se yuelve a presentar ta
profundidad temporal de 1a lucha, y se representa el pasado
como un horizonte colectivo: el malén implicé también,
recuperar colectivamente historias de sujetos concretos: alguien
en una de las muestras de la exposicién, miraba los paneles y
reconocié entre los caminantes a su abuelo. Y aquel abuclo
pastor de ovejas fue més que un relato fugaz, fue el vineulo
entre la memoria individual y colectiva, fue conereto y
cotidiano, fue real
Contar la historia, no resignar los derechos, no olvidar
Recorriendo la exposicién del malén: mapas, fotogratias,
notas periodisticas, relatos, transeripciones de voces,
representaciones de caminantes vistiendo las ropas que atin
alesoran Jos sobrevivientes, se expresaron las miiltiples
localidades culturales dindmicas que a la manera de campos de
fuerza, introducen un principio de historicidad, diferenciacién y
relacionalidad. Aqui, los. pobladores y nosotros fuimos
participantes activos y generativos de una historia compartida,
agui la identidad es concebida como multiple, inestable, como
producto de diferenciaciones e identificaciones historicasy
plurales, forjadas en la accidn y en la reflexién. Se plantea asf un
proceso en gue los intercambios verbales y no verbales tienen
Jugar entre individuos y comunidades permeables y cambiantes,
Se combinan aguf, las practicas efectivas y materiales de
la dominacién, los procedimientos del disciplinamiento con su
imposibilidad de penetrar en las formas mas profundas e intimas
de la socializaci6n, asi como también con los intersticios entre
las précticas y las distintas formas de legitimacién del poder.
Debilitados los mecanismos estatales de disciplinamiento
(sistema educativo, incorporacidn al Servicio Militar, ingreso almercado laboral) y la incidencia de los procesos de
democratizacién, se legitima discursivamente el derecho a la
demanda y participacién polttica indirecta a través de los
mecanismos de representacién, como una forma peculiar de
reproduccién del capital, la transcripcién piblica de los
subordinados se expresa mas desafiante, rompiendo por lo
menos en apariencia con ese “gigantesco juego de méscaras”
gue sostiene Scott (2000), se prefigura como una relacién
dialéctica entre las précticas de los dominadores y las de los
dominados.
De esta forma, una vez apagados los tiltimos gritos de
resistencia ind/gena en la batalla de Quera a fines del siglo XIX,
¥ excepto por algunos eventos como el Malén de la Paz durante
el primer gobierno peronista, los campesinos de la Quebrada y la
Puna jujefias permanecieron durante todo el siglo XX bajo el
control ausente de los terratenientes a través de la presencia de
los brokers locales.
Por eso es importante mantener el didlogo, repensar las
historias de los abuelos que muestran como los itinerarios del
silencio activan en las tradiciones, los rituales y las
Tepresentaciones, los ingredientes de la resistencia,
Las actuaciones sociales resistentes mas que nominar una
condicién étnica o identitaria, desplicgan discursos y précticas
que refuerzan la equidad de perspectivas entre pares que se
articulan y organizan en la defensa de un territorio, Ser de
Queta o Tinate no es una referencia nominal, por el contrario es
el eje desde el cual hacen sentido sus miltiples socialidades,
constituye el “Tugar”, a partir del cual se construye, se rememora
¥ se activa la versi6n propia de la historia,
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Bibliografia
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Buenos Aires-
EL PROGRAMA RECUPERANDO LA MEMORIA
Todo comienza en Londres (Belén, Catamarca). cuando,
al comienzo de la década det '90, en pleno auge de las corrientes
neoliberales y globalizantes, en las Jomadas preparatorias al Ler.
‘Congreso de Ciudades y Pueblos de] Interior, un pequeiio grupo
de artesanos/as, Ia mayoria tejedoras, herederas de 1a sabiduria
mmilenaria de las culturas andinas, planted su angustia frente a la
situacién de exclusién que estaban viviendo, Nacié entonces el
Proyecto de Animacién de Artesanias Tradicionales y
Proteccién al Artesano de Catamarca, nicleo inicial del
Programa.
A él se fueron sumando el "Proyecto de Rescate de
Técnicas Alfareros Indigenas” e "Historia del Arte
Precolombino. Americano”, cuya autora y responsable era la
Prof. Mirtha Presas, quien al acceder a la Direccién de
Artesanéas de la Provincia, cedié su lugar a una de sus
discipulas, Claudia Ferreyra, actual coordinadora del Proyecto,
Con el tiempo, el propio Programa fue generando la
necesidad de incorporar otros proyectos y de crear nuevas lineas
de investigaciGn-accién.
Hoy, los siete proyectos en marcha, testimonian la
voluntad firme de nuestra Universidad de Catamarca de
resignificar su. mandato fundacional, de contribuir a la
construccién de una sociedad en la que la creatividad, Ia
Iibertad, la belleza no sean palabras que tienen significado
solamente para un niimero cada vez més pequeio de
privilegiados.
Hemos creado un espacio de interaccién permanente
entre lo popular y lo erudito, entre artesanos y artistas, entre
an