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Lily Kassner Doctora en historia del arte Causas y efectos Pp": ubicar los datos mas relevantes de la formacién aler a de Mathias Goeritz, que luego ‘en Mexico tendria como consecuencia sus mas logrados frutos artisticos, entre los cuales des- colla la obra perteneciente al campo de la arquitectura, en la que destaca a su vez la labor do- ccente, es indispensable deseribir, asi sea de modo amplio y panorimico, sin pretensiones de Uurar una secuencia eronolégica, ¢! entorno cultural que le tocd vivir durante sus juveniles aiios berlineses, e interpolar las creaciones que esto provocaria més tarde, en la época de su ma~ durez, durante su estadia de mas de 40 aos en nuestro pais. Mathias Werner Goeritz Brinner nacié en 1915, en Danzig (Gdansk, en polaco), ciudad por- estru uuaria a orillas del rio Vistula, que polacos y alemanes se disputaban, motivo de peso que desaté la Sequnda Guefra Mundial. De la linea paterna proventa de jueces prusianos y por su madre tuvo ac on Picard Legorea, Polanco, Ciudad de Mio Solo recibiendo de la arquitectura emociones verdaderas el hombre puede volver a considerarla como un arte... Manifiesto emocional como ascendientes pintores de relativa importancia. Segundo hijo de acomadada familia protestante, puede decirse que tuvo una infancia y adolescencia privilegiada en un ambiente cult y econdmicamente desahogado, Poco tiempo después de su nacimiento, los Goeritz-Briinnner se desplazaron a Berlin, donde Mathias vivié hasta partir al exilio, en 1941, dra matiea eleccién que se vio obligado a tomar para librarse del agobiante nazismo imperante en Alemania, que no se adecua ba de ningtin moda a su temperamento libérrima y eritico, El domicilio familiar se ubicaba en un elegante barrio re sidencial, Charlottenburg, donde su padre ejercia un alto puesto, gubernamental, Ahi se encontraba la escuela donde coneluyé el Abitur: Staatliches Kaiserin Augusta Gymnasiu (Gimnasio Estatal Emperatriz Augusta), lo que para nosotros seria el bachillerato. Segin el testimonio de Nina Lewin- Meyer, amiga suya de esa época estudiantil, “£1 padre de Mathias tenia una coleccién litogrifica y conocia a muchos artistas a quienes visitaba en sus talleres, para lo cual siempre Hlevaba a Mathias desde que era muy joven’ El mismo recordaba que Por parte de mi madre provenge de una familia de pintores, pero mi verdadera inspiracion fue mi pad. A través de él entré en contacto con muchas artistas de Berlin, porque siempre esta ba relacionado d iguna forma can las artes plistieas. Mi padre ‘murié cuando tenia 16 afos, pero de alguna manera me dejé eso, € insistia en que era importante que nosotros los nifios Fuéramos al museo, y aunque yo no entendia mucho de eso, algo se me fue ‘quedando: la alegria de algin detalle, un buen concierto. ¥ el éembrollo que finalmente salié de ahi, soy yo. Deserts de la carrera de medicina, a la que su madre lo in- djo, estudié al mismo tiempo o de mado alternado tanto en la Escuela de Artes y Oficios (Kunstgewerbeshule) de Berlin Charlottenburg (1937-1939), como en la Universidad Friedrich Wilheim (1934-1940), prestigiosas instituciones que lo proveyeron de los conocimientos practicos y te6rieos para las labores que como artista, cri- tico ¢ historiador del arte cjerceria durante su amplia trayectoria profesional, en la cual se sig nificaron por sus cualidades vanguardistas las obras (todas cllas imbuidas de un animo escultérico) que él mismo disefié y construyé u otras en las cuales colabord de alguna forma en su realizacién con los mejores arquitectos me Robina, Ricardo Legorreta, Juan Sordo Madaleno, Pedro Ramirez Vazquez, Vladimir Kaspé, nos de su tiempo (Mario Pani, Ricardo de Abraham Zabludovsky y Teodoro Gonzalez de Ledn), entre los cuales se encontraba el conno- tado Luis Barragin, quien con el pintor Chucho Reyes y el propio Goeritz, integrarian una extraordinaria triada ereativa cuya obra vamos a considerar mis adelante Tesis doctoral Mathias Goeritz se doctor en historia del arte y arqueologia con la tesis sobre un pintor sajén autodidacta de excelente factura realista titulada: Ferdinand Von Rayski Und die Kunst des Neunzhenten Jahchunderts (Ferdinand von Raisky y el arte del siglo xu). Es una reivindicacion y revaloracién del artista decimondnico, al que el flamante doctor ubicaba con precisién en su tiempo y en su contexto pictorico, lo mismo que mediante argumentacién irrefutable, demos: traba porqué puede considerarsele precursor del impresionismo, escrita con la elegante fluidez de su prosa que desde entonces le seria caracteristica No es posible pasar por alto algunas curiosas coincidencias vitales y profesionales entre el estudiado y el estudioso, respectivamente, Von Rayski y Mathias Goeritz, Aiios después, ya en México, el mismo artista visionario, setia considerado tambien precursor de una corriente plastica vanguardista: el minimalismo, segiin opinion de autorizados criticos como Jack Burnham y Gregory Battcok. De éste diltimo, transeribimos al respecto lo siguiente: En 1960, el escultor y anquitecto mexicano Mathias Goeritz expuso en la Galeria Carstairs de Nueva York propuestas y disefios para enormes estructuras dé una escala arquitectonica grandiosa —obras {que se aproximaban al estilo escultorico plano que se denomineria arte minimalista~. En 1954, este ‘mismo artista habia diserado una estructura experimental en la ciudad de Mexico llamada Ei Eco.’ Refiriéndose a La serpiente de El Eco, ahora en los jardines del Museo de Arte Moderno, Jack Burnham por su parte, sefiald: "De pie en el patio del Museo de El Eco se encuentra la construccién de Goeritz, un verdadero espacio profético que tena el objeto con todas las ca: racteristicas de la obra producida una década més tarde De regreso a la tesis referi propensién hacia la monumentalidad en la produccién del pintor estudiado, interesante para -n Inglaterra y Estados Unidos otra cualidad de Von Raisky que en ella recalca Goeritz es la nosotros, porque en México su obra arquitecténica y escultérica presenta caracteristicas en este mismo sentido de la escala magnificada Sobre este asunto de obras tridimensionales de gran- des proporciones, anotemos que recién llegado al. pais, por recomendacién de Chucho Reyes, visitd Teotihuacin, segdin testimonio grabado, afios mas tarde, por 1v-unaa, a raiz de que se le otorgé el Premio Universidad Nacional, donde comento ante las camaras: Ei primer dia, un pintor, un viejo pintor, que tenia 70 aos, tantos como yo ahora, que se llamaba Chucho, Jess Reyes Ferreira, con una sensibilidad increible, dio: este sefior ne- cesita ver las piramides; y me pusieron un coche, el arqui teeto Barragan que me habia invitado, y Chucho te lleva y 1s fuimos. No era la pirfimide de Teotihuacsin reconstruide, ‘como hoy que esti limpiecita: era una montafa, En la ar {queologia habia yo aprendido que hay un valor que se lama monumentalidad, La monumentalidad esté en cada estatua ariega, puede ser tan chica como sea, pero tiene monumen talidad. Si, pero el tamaiio también importa. Por primera ver comprendia que e! tamaio también importa Respecto a la amistad de Goeritz con Reyes y Barragin, segdn Esmeralda Villasefior, esposa de Jorge Matute Remus, rector de la Universidad de Guadalajara, a la legada del primero "Cuando vino el desarrollo det Y : Se trataba de una obra a monumental cuya funcion J debia ser la emocion. Para la v mayoria de la gente, estas q torres solo significan un an anuncio publicitario; para mi han sido y son, iS una oracion plastica Mathias Goeritz 7 facet reliminr para proyecto e as Toes de Sti tmealkoracn fon Lis aragan Estado de Mec, 1987 irc iy sine Pedregal de San Angel, alli Chucho Reyes y Luis Barragan estaban muy unidos, Los dos trabajaron en 50, y se les unio Mathias.” Acerca de la amistad de Goeritz y Barragan especificamente, se inicié tan pronto leg Mathias a la Ciudad de México —antes de viajar a Guadalajara, acompartado de su esposa Marianne, con quien se habia casado en Tetuén; se conocieron gracias a que los presentaron Edmundo O'Gorman e Ida Rodriguez de O'Gorman el afecto y la admiracién surgida entre ambos se acrecenté con el trato profesional y duré 15 aos. Los unia, entre otras cosas, su mutua admiracién por la Bauhaus y la arquitectura morisca y mediterrénea (Marruecos, la Alhambra). Se apoyaron mutuamente en su lucha comiin por la renovacién arquiteeténica y plastica. Con Reyes, a quien llamaban "maestro" y era mayor que ellos, realizaron la adecua~ cidn arquitectonica de un Ambito religioso: el Convento de las Capuchinas Sacramentarias del Purisimo Corazdn de Maria, ubicado én Tlalpan, D.F, del cual Barragan se hizo cargo de la re~ construceién general. El pintor jalisciense, de la cruz lateral del altar y del disefio del vestua- rio saero, asi como de la eleccién de los colores de toda la obra, tocdndole a Mathias la realizacin de los elementos frontales del altar, un triptico elaborado con la técnica que ya habia utilizado en sus Mensajes: estofado de hoja de oro sobre madera, donde reverberaba la luz de tonalidades ambarinas que provenian de un vitral abstracto, diseio de su autoria. No puede dejar de mencionarse un muro en forma de cua que el equipo Barragan-Goeritz ya habia construido en las Torres de Satélite. Las Torres que desprecio al aire fueron Motivo del rompimiento de una amistad extraordinaria, debido a un rispido pleito por su auto- ria, que sus pragenitores ya alejados finaimente convinieron, mediante acuerdo firmado, en compartir por partes iguales, las Torres de Satélite de Luis Barragén-Mathias Goeritz, fue en su €poca baluarte vanguardista de le escultura monumental urbana en el ambito mundial. Leamos al respecto Ia autorizada opinién del maestro Juan Acha: Consta de cinco prismas triangulares de conereto armado, de diferente altura (de 97 a 37 metros}. Tienen un emplazamiento irregular en una glorieta en medio del profuso trin- sito automovilistico de la ciudad moderna (...) Mathias Gueritz sabia que se dirigia a los automovilistas mas que a los peatones, es decir, buscaba la visién actual del hombre (..) La paternidad de esta obra ha generado discusiones. Sabemos que el arquitecto Mario Pani hizo el encargo de la obra 2 Luis Barragin y que éste recurrié a Mathias Goeritz. Por lo general, el publico cree todavia en la inmaculada coneepeibn del artista. El individua~ lismo nos impulsa a los burgueses a tomar la propiedad intelectual por propiedad privada, En realidad, todo artista debe mucho al pasado’ través de su aprendizaje profesional. Ademas intercambia in- fluencias con sus colegas mas cercanos, tal es el caso de Mathias Goeritz, Luis Barragan y Chucho Reyes. Mathias por su parte, escribid: No son, naturalmente, t 1 altas como yo las habia imaginado al principio. También son cinco, en vez de siete; la misma plaza {quedé diferente y mas estrecha de lo que me hubiera gustado; © incluso cambié el color de una de las torres. Pero aqui se trataba de una obra monumental cuya funcién debia ser la emocidn, Para la mayoria de la gente, estas torres silo significan un gran ‘nuncio publicitario; para mi ~absurdo roméntico en un siglo sin fe— han sido y son, u oracién plastica.” Escuela Bauhaus estatal de Wei Si retornamos a sus afios europeas, hemos de consignar las re- percusiones que tuvo en su formacién la escuela Bauhaus, cuyo nombre oficial titula este apartado, a la que si bien Goeritz no concurti, fue objeto de su mas considerada atencién, si nos ate- rnemos a ciertas caracteristieas donde es notoria su influencia, en varias obras suyas realizadas posteriormente en México. Fundada en Weimar en abril de 1919, por el arquitecto Walter Gropius y con un notabilsimo equipo de profesores artistas que reunia, entre otros, a Wassily Kandinsky, Paul Klee, Josef Albers, Lazlo Moholy-Nagy, Johannes Itten, Lyonel Feininger, Gerard Marcks, Oskar Schlemmer, Herbert Bayer, los amplios objetivos de la Bauhaus conllevaban la investigacion de nuevas formas en la arquitectura y el diseRo industrial. Se buscaba incidiren la produccién teenolégica en gran escala y, segiin su fundador, de café hasta la planeacién de una ciudad” Tenia que ver con todo, desde una taza La Bauhaus proponia la Gesamtkunstwerk (obra de arte total) que integraba arte y artesania con la produccién indus trial, Para el manifiesto de su fundacién, escribid Gropius en mesianico estilo: Arquitectos, escultores, pintores, todos debemos regresar a la ar tesania, Permitase creat un nuevo greiio dé artesanos sin distin- cidn de clases (.) Juntos debemos concebir y crear un nuevo edificio del futuro, que deberd abrazar la arquitectura, fa pintu a unidad que subird algin dia hasta raya la escultura en una sol el cielo desde las manos de millones de trabajadores como el simbolo de cristal de una nueva fe Por el seguimiento evidente a los postulados formales de esta escuela, podriamos insertar en ella sin duda la creacién de! mobiliario y ottos objetos diseiiados por Goeritz para el servicio de El Eco. Y de esta misma fuente proviene la conviccién 0 acto de fe que permea La ruta de la amistad (visionaria galeria urbana al aire libre, para ser vista desde automévil a moderada veloci- dad, hoy apabullada por la enorme escala de los edificios ad- yacentes, que reiine obra de 19 escultores de todo e! mundo, también por él plancada y realizada durante su estancia me- xicana en 1968), respecto a que el arte es un vinculo infalible que provoca la unin fraterna de la humanidad, como preco- niza la cita anterior de Gropius. Sefialemos asimismo que en esa insigne institucién alema- nna, cuya importancia e influencia llega hasta nuestros dias (no obstante los escasos afios de su funcionamiento, de 1919, como deciamos, hasta 1934, cuando fue clausurada por auto- no en el poder), s¢ Hlevaba a cabo un curso ridades del nazis introductorio, en el cual se enseitaba de manera novedosa a los alumnos de primer ingreso una inédita manera de aproxi- plastica, que ‘arse a los materiales y procesos ereativos de ponia de relieve su propia iniciativa en ta eleccién de los mis ‘mas y en la pertinencia de su utilizacin, lo cual signified un avance extraordinario en la pedagogia de este campo. La primera mater mexicanas (Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara, de la que fue catedratico fundador) era historia que impartié Mathias Goeritz en aulas del arte, Gracias a su brillante desempeio en esta labor do- cente, ef director de la escuela, arquitecto Ignacio Diaz a Romie Morales, tambiéii admirador de la Bauhaus y responsable de su ineorporacién al equipo de profesores y, por lo tanto, de su estancia en Guadalajara, primera locacién de su vida en México, le confid también la novedosa catedra de educacidn visual, basada de alguna rio de la Bauhaus, toda proporcién guardada. en el curso prepa! Bauhaus en Guadalajara Segiin le conté Ignacio Diaz Morales al escultor y arquitecto Fernando Gonzalez Gortizar: Se me ocurrié decile a Mathias: mire usted, en lugar de dar solamente Historia del Arte, va a dar también una clase que vamos a llamar ‘educacién visual! Mire, Albers, como eyeecién de fa Bauhaus, tiene esa cosa que a mi me importa mucho, que e! muchacho tenga confianza en su capacidad ere dora, y que vea que con elementos que entre sino tienen ninguna vinculacién, pueda él erear algo es- tetico; algo que no tenga ningiin precedente, que no tenga amarres con ninguna cosa del pasado, sino {que sientan que ellos pueden ser generadores de algo nuevo, de algo inédito como toda obra de arte Entonces buscando esta diseiplina para los muchachos, para que despegaran, para que ni el sigho x, ni el academismo, ni tampoco el medemismo los impresionaran ni, sobre todo los subyugaran, queria yo que fueran de una libertad absoluta, que si algo tenia qué decir lo hicieran como ellos pudieran de- citlo, ntonces fue cuando le dije: mire, Mathias, quiero que la clase de Educacién Visual sea asi, y ereo que usted la va a poder dar muy bien ‘Hombre si como no! ~dijo—. Entonees se entusiasmo Mathias, ce hizo una verdadera ereacién de esa clase Gonzalez Gortazar también platicé con algunos exalumnos que tomaron esta materia con €! inquieto maestro Goeritz, quien en esa Epoca también daba conferencias, editaba y publi- caba catalogos y libros de arte e inauguraba y manejaba galerias donde exponia obra de ar tistas contempordneos (entre ellos Chucho Reyes, por vez primera en su tierra natal), que a ‘veces era todavia desconacida en la capital. El testimonio de los exestudiantes nos da una idea de eémo se desarrollaba esta catedra, lo transcribimos mediante fa edicién de algunas res puestas de dos de ellos, Alejandro Zohn y Enrique Nafarrate Pienso que cuando entré a esas clases de educacion visual ya tenia un proceso probablemente mis, asentado, Entonces ya habia un método: primero componer una serie de cuadros negros sobre fondo blanco y despues los cuadros se susttufan por piczas de diversas formas y tamaiias. Se proponian temas, como “tranquilidad’, “ascensiGn*, “equlibrio", conceptos mas ‘menos abstractas, pero casi siempre relacionados con la arquitectu~ ra..y erea que la clase fue evolucionando, que fue encontrando la metodologia. 0 sea, Mathias que iba sacando una serie de cosas, im= provissciones (.) Luego pasamos a las texturas y al color...Un buen dia 2 mime dejo perplejo: dice Mathias: a ver, qué les parece una seda, una tela de seda gCon qué objeto es mis afin? No, pues noso- tras hechos bolas. Pues con la cantera (.) Con la madera... al fina iNo. Pues nos damos, profesor! Y él dice: con la piel de la mujer. ¥en= tonces realmente nos sacé totalmente de onda. Nosotros estabamos trabajando un arte, un arte totalmente depurado, puro y analitco y, de pronto, iAh caray! Si hay personas, si este arte tiene que integrar se com la pie! de las personas, no puede ser un arte totalmente ajeno, cientifico, de laboratorio, Entonces, de pronto, nos metid en otro mundo. La educactén visual no nada mis eran cuadritos o figuras, 0 lienar espacios, sino que habia un elemento humana.” La faceta docente de su labor fue constante y meritoria Maestro emérito de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, donde durante mis de 35 afios colabord en la formacién de varias generaciones de arquitectos, también fundé la Escuela de Diseiio de la Universidad lberoamericana, de la que fue pri- mer director, entre otras aportaciones en este campo. Tampoco alvidemos que la arquitectura de nuestra tiempo nacié en Berlin en los afios veinte del siglo pasado, en manos de Peter Behrens, Bruno Taut, Hans Poelzig, Hans Scharoun, Frich Mendelsohn, Walter Gropius y Ludwig Mies van der Rohe, entre otros, quienes si bien lograron llevar a cabo algu- has construcciones (Mendelsohn la torre Einstein en Postdam ‘en edlaboracén con Abraham Zabladovsky i det tbat Sith Kline and French colsboracié con Ricardo eponets En realidad, todo artista debe mucho al pasado a través de su aprendizaje profesional. Ademas intercambia in fiuencias con sus colegas mas cercanos, tal es el caso de Mathias Goeritz, Luis Barragin y Chucho Reyes.* Mathias por su parte, escribid: No son, naturalmente, tan altas como yo las habia imaginado al principio. También son cinco, en ver de siete: la misma plaza quedé diferente y mis estrecha de lo que me hubiera qustada; ¢ incluso cambié e! color de una de las torres. Pero aqui se trataba de una obra monumental cuya funcién debia ser la emocién, Para la mayoria de la gente, estas torres Silo signifiean un gran nuncio publicitario; para mi ~absurdo roméntico en un siglo sin fe han sido y son, una oracion plastica Escuela Bauhaus estatal de Weimar Si retornamos a sus afios curopeos, hemos de consignar las re- percusiones que tuvo en su formacion la escuela Bauhaus, cuyo nombre oficial titula este apartado, ala que si bien Goeritz no concurrid, fue objeto de su mas considerada atencién, si nos ate- niemos aciertas caracteristicas donde es notoria su influencia, en varias obras suyas realizadas posteriormente en México. Fundada en Weimar en abril de 1919, por el arquitecto Walter Gropius y con un notabilisimo equipo de profesores artistas que reunta, entre otros, a Wassily Kandinsky, Paul Klee, Josef Albers, Lazio Moholy-Nagy, Johannes Itten, Lyonel Feininger, Gerard Marcks, Oskar Schlemmer, Herbert Bayer, los amplios objetivos de la Bauhaus conllevaban la investigacién Se buscaba ineidir en la produccién tecnolégica en gran escala y, segiin su fundador,".. Tenia que ver con todo, desde una taza de café hasta la planeacién de una ciudad"* La Bauhaus proponia la Gesamtkunstwerk (obra de arte total] que integraba arte y artesania con la produccién indus trial, Para el manifiesto de su fundacién, escribié Gropius en Imesidnico estilo: de nuevas formas en la arquitectura y el disefio industria on con Reseda Legoret, Tol, 1969-1964 Arquitectos, escultores, pintores, todos debemos regresar a la ar- tesania, Permitase cre tun nuevo gremid de artesanos sin distin- cidn de el lases (.) Juntos debemos concebir y crear un nuevo ediffeio del futuro, que deberd abrazar la arquitectura, la pintu- ray ala escultura en una sola unidad que subitd algin dia hasta el cielo desde las manos de millones de trabajadores como el simbolo de cristal de una nueva fe Por el seguimiento evidente a los postulados formates de esta escuela, podriamos insertar en ella sin duda la creacién del mobiliario y otros objetos disefados por Goeritz para el servicio de El Eco. Y de esta misma fuente proviene la conviccién o acto de fe que permea La ruta de la amistad (visionaria galeria urbana al aire libre, para ser vista desde automovil a moderada veloci- dad, hoy apabullada por la enorme escala de los edificios ad- yacentes, que reine obra de 19 escultores de todo el mundo, también por él planeada y realizada durante su estancia me~ xicana en 1968), respecto a que el arte es un vinculo infalible que provoca la unidn fraterna de la humanidad, como preco- niza la cita anterior de Gropius. Seitalemos asimismo que en esa insigne institucién alema~ ha, cuya importancia e influencia lega hasta nuestros dias (no obstante los escasos afios de su funcionamiento, de 1919, como deciamos, hasta 1934, cuando fue clausurada por auto- ridades de nazismo en el poder), se Hlevaba a cabo un curso introductorio, en el cual se enseitaba de manera novedosa a los alumnos de primer ingreso una inédita manera de aproxi- que de relieve su propia iniciativa en la eleccién de los mis arse a los materiales y procesos ereativas de la pli po ‘mos y en la pertinencia de su utilizacién, lo cual signified un avance extraordinario en la pedagogia de este campo. La primera materia que impartié Mathias Goeritz en aulas mexicanas (Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara, de la que fue catedratico fundador) era historia del arte, Gracias a su brillante desempeiio en esta labor do- cente, el director de la escuela, arquitecto Ignacio Diaz las Torso emit, Mores, 1957-1938 Fora: Wich ate Ac y Poelzig el Grosses Schauspiethaus en Berlin, por dar dos ejemplos notables) lamentablemente na fueron reconotidos y se les escamoteaban las oportunidades, hasta ser definitiva- mente ignorados 0 perseguidos por el nacionalsocialismo hi- tleriano, Sin embargo, Goeritz logrd congcer su obra antes de huir de Alemania hacia Tetudn, en Marruecos, donde segan lo reconacié él mismo: MMi estancia en Africa tuvo una enorme infiuencia en mi obra, de lo cual sda legué a percatarme cuando ya me encontraba en México, En aquel tiempo eseribia con la profunda conviecién de que la arquitectura europea iba por mal camino, pues era dema- siado funcional, En cambio la blanca arquitectura marroqui me quito de sibito todo e! miedo ante la arquitectura.” Pasemos revista ahora a otras dos corrientes estéticas cen troeuropeas surgidas en la primera mitad el siglo pasado, que dejaron una huella indeleble en el joven Goeritz visibles en su obra posterior, tanto en lo que se refiere a la ereacién arquitee tonica, pictorica y escultdrica —de las cuales hay recopilados stimonios fotogriticos de alrededor de mil piczas en un catélogo razonado de mi autoria—, como en lo que respecta a sus aportaciones literarias. Dadaismo y expresionismo En su Historia det dadlaismo, eseribié Hans Richter; "El ctimulo de energias que Dadi irradié se puso de manifiesto en nuevas formas, en nuevos materiales, en nuevas ideas, en nuevas ten- dencias y en nuevos hombres, que apelaron a un plibieo nuevo" ‘Aunque Max Emst y sus collages lo influyeron en el as- pecto plistico, fue Hugo Ball, autor de Die Flucht aus der Zeit fundador de! Café Voltaire en Zurich, Suiza —donde aparece impresa por primera ver la onomatopéyica palabra "Dada", en junio de 1916-, junto a Richard Huelsenbeck, principal promotor del dadaismo en Berlin, quienes con sus respectivas obras literarias de critica acerba y satiriea, cuestionadora @ ultranza de la sociedad y la cultura alemana, plenas de cinismo € inteligencia, marcaron la mas evidente influencia en Mathias Goeritz, rastreable sobre todo en sus manifiestos, armados de polémica combatividad. De las manifestaciones plisticas de este movimiento que cimbrd a Europa, “existen —segin Olivia Zifiga—, entre 1936 y 37, unos collages abstractos que son prueba de que el espiritu de Dada estaba profundamente arraigado en Mathias Goerit* En cuanto al expresionismo, al cual defins Paul Westheim como: Un movimiento artistico de tipo romantico, atormentado por las disonancias de la vida maderna, busca la armonia en lo trascen: dental... Por muy distintos que sean os artistas expresionistas, todos ellos estin eonvencidas de que la imaginacién, la intuiciin, ser visionario, acercan al hombre mucho mis a esa incégnita que athigs Geri ena corstruin de Eo, 195261953 «la realidad... Vuelven a comprender que el factor creativo por excelencta es la fantasta; que silo ila pu fe penetrar las profundidades en que se revela lo esencia Habiendo conocido en Alemania la obra y tratado a varios de los epigonos de esta corriente (George Grosz, Erich Heckel, Ernst Batlach, Max Pechstein, Kart Hofer, ete.) que los nazis deno- minaban Entartete Kunst (arte degenerado), sus postulados estan presentes en la mayor parte de su vasta produccién artistica, siendo de entre los mejores exponentes de las mismas piezas es- caultérieas: una serie de Manos tallada en madera y en un mural-bajorrelieve en el muro testero del altar de fa iglesia de San Lorenzo de la Ciudad de México, cuya fuente de inspiracion provie ne de las manos del crucificado del Retabio de Isenheim, de Mathias Griinewald, icono por ex- celencia del expresionismo, y la serie Los salvadores de Auschwitz, crucifixiones de variados formatos y diversos materiales que ostentan un estricto disefio de trazos esenciales y altisimo Aramatismo, Pero donde eclosiona de manera extrema es en el seguimiento de la arquitectura expresionista, de manera notable era edificacién cuya pronta fama trascendié las fron- teras del pals que tituld El Eco. Ecos te El Eco La arquitectura expresionista tuvo en la pelicula £1 gabinete de! doctor Caligari, drigida en 1919 por Robert Weine, una manifestacién paradigmética aunque virtual, en los decorados de sus exteriores e interiores,realizados por Hermann Warm, Walter Rohrig y Walter Reimann, mas cercanos a un ambito fantastico y onirico que a la mera representacién de la realidad, provocando inquietantes sensaciones en el espectador, como las que se viven cuando transita- ‘mos por los espacios de El Eco, cuya enfatica inclinacion de escaleras y rampas, techos y pisos en pendiente, muros para~ lelos que se desbordan 0 se angostan, proporciones inusua- les que sobrepasan la escala humana e incitan la elevacién «spiritual, 0, como escribiera Michel Seuphor Dotado de una seguridad excepeional para crear tensio~ nes y contrastes, medidas y proporciones, Goeritz con- ibid €1 eo, una estructura de disposiciones asimétricas que, 2 través de pasilos, paredes, aber turas y vallas, conduce siempre a nuevos efectos. sorpresivos, como una especie de poesia pléstica se puede caminar” por la Edifieacion inaugurada con éxito notable en 1953, que Goeritz sustenté tedricamente con la redaccién del Manifiesto de la arquitectura emocionol, donde se agradecen “los va- liosos consejos de los arquitectos Luis Barragan y Ruth Rivera" del que transeribimos fo siguiente: El nuevo Museo Experimental to, en a ciudad de México, em- pieza sus actividades, es decir, sus experimentos, com la obra ar- quitectonica de su propio edifico. Esta obra fue comprendida como ejemplo de una arquitectura cuya principal funcién es la emocién... Sélo-recibiendo-de la arquitectura emociones verda~ eras el hombre puede volver a considerarla como ur arte.. El terreno de &¢ #20 es peque'to, pero a base de muros de 7a 11 me- teas de altura, de un pasillo largo que se estrecha (ademas su biiendo el suela y bajando el techo) al final, se ha intentado causar a impresién de una mayor profundidad, Las tablas de ma dera del piso de este pasillo siguen la misma tendencia, angos- ‘andose cada vez ms llegando a terminar casi en un punto. En este punto final del pasilo, visible desde Ia entrada principal, se prayecta colocar una eseultura: un oaiTa que debe tener su eco en Un mural grisaitle de aproximadamente cien metros cuadrados, ‘obtenido posiblemente par la sombra misma de la eseultura que ha de realizarse en el muro principal del gran salén. La arquitectura expresionista truncé su desarrollo. en ania no s6lo por la oposicién del nazismo, Ae Dinjo ideogttien para 8 0 Seguin Gerhard Auer De la multiplcidad de ideas para la construccidn contenidas en cl expresionismo europea, solamente algunas tenfan oporturi- dad de ser reaizadas: demasiado divergentes eran las teorias y ‘manifestaciones, su tiempo de incubacién muy corta; antes de que pudiera mostrarse una convérgencia de estilo, la moderni- dad racionalista tomaba el papel de lider. Quiza su emigracién fue la razin para que las intenciones expresivas y la arquitectura temocional sobrevivieran mas tiempo en Gderitz JUirgen Claus plantea un interesante pafalelismo de la obra arquitectonica de Goeritz con el arte prehispnico, al referirse a textos eseritos en el pais por el critica alemén Paul Westheim: Paul Westheim, quien habia emigrado a México de la escena artis- tica alemana y posteriormente de la patina (1941), habia eserito ahi después de muchos ais de investigacién sus estudios acerca del arte del México antiguo. A las obras artisticas de aquelas cul- turas les habia atribuido caracteristicas como las que Mathias Goeritz utilizaba para su busqueda: segin Westheim, la obra de arte "es necesaria, Se trata de una necesidad social dentro de una ‘comunidad, cuyo contenido vital propiamente esa fe, el servicio & los dioses”. La bisqueda de un arte que resulte ne- cesario, que se desarrolla @ partir de una comuni- dad 0 que surge de ella, marca profundamente la imagen que tengo de Mathias, Donde debo afar ‘sta buisqueda can gran frecuencia estaba revest- dda de burla mordaz, de ironia y de humor, para no desembocar en la desesperacion.” Aparte de los colaboradores citados por Goeritz en el Manifesto de la arquitectura emocional, los. artistas plisticos Carlos Mérida y Rufino Tamayo y el misico Lan Adomian, también intervinieron con obra realizada ex profeso, Henry Moore y German Cueto, entre otros, como el cineasta Luis Bunuel, quien fungid como coredgrafo el dia del estreno, Katherine Dunham compuso un ballet y el cuerpo de baile de Walter Nicks desarrolld sus evoluciones daneisticas en el espacio que dejaba libre en el patio frontal una escultura precursora, la citada Serpiente. i Candela, ECastaedaTamborel yA. Pry, Cid de Mo, 1968 Foto: Mathis Gent | nna Sin duda, el factor suerte tuvo mucho que ver en la edifi- cacidn de ésta, como dice el contrato respectivo, galeria de arte, restaurante y bar. “He tenido la suerte de venir a México, pais en donde todo es po- sible” decia Goeritz, en referencia alas crcunstancias insélitas que ‘confluyeron en esta empresa, Fue aqui donde encontré a un ines- perado mecenas,exitosa hombre de negocios, Daniel Mont, quien poseia un terreno cercano al primer cuadro de la ciudad, el cual ponia a su disposicién, lteralmente “para que construyera fo que se le diera la gana” En el contrato respectivo, se lee: Mathias Goeritz se compromete a proyectar los planos del edifi- cio y de vigilar Ia realizacién de la obra con el mayor interés po- sible, Daniel Mont, por su parte, se compromete a respetar los planos artisticos de Mathias Goeritz en todos sus detalles y acep- tar y hacer realizar todas las correcciones posteriores. que Mathias Goeritzestime necesarias por razones estéticas” Debido a la muerte de Daniel Mont, ocurrida poco después de su inauguracién, el Museo Experimental paso a otras manos. Los nuevos duerios del lugar sélo respetaron el nombre € hicie- ton los “arreglos” necesarios para habilitar el lugar como bar ex- clusivamente; después fue restaurante, luego cabaret, teatro de obras panfletarias, etc: pas6 vicsitudes miitiples que deforma- ron su estructura original, hasta hacerla irreconocible, victima el olvidoy la incutia, de donde felizmente to escato en 2008 la Naty, mediante una restauracién ejemplar por su fidelidad a la pristina obra, un hito en la arquitectura de nuestro tiempo. El Laberinto de Jerusalén Ubicado al este de Talpiot, en Israel. Fue concebido como cen- tro comunitario donde se reinen colonos de diversas partes del ‘mundo, cuyos hijos fraternizan y juegan en este espacio, es vi- sible desde la ciudad vieja y cuenta con el disefio circular de un laberinto en cuyo centro se configura el escudo de David, una cruz franciscana y una media luna, simbolos de las tres religio- {Flot Cet comuntaro jac y Uy Satie fen eaborain con peter Ans, exaer, 190 Arto Fotagatco: Mathias Goeit|eusar an De todas mis invasiones en el campo de la arquitectura, (El Laberinto) ha sido la mas compleja y la mas interesante Goeritz nes que habitan la llamada Ciudad Santa, en una proposicion de coexistencia pacifica, como la planteaba Martin Buber, cuyos textos eran muy frecuentados por Mathias. Concluye esta breve disertacién sobre el papel de la arqui- tectura en la obra goeritziana, con opiniones de su creador respecto a esta construccién, ejemplo eximio de arquitectura emocional De todas mis invasiones en el campo de la arquitectura, ésta ha sido la ms compleja y la més interesante, Llegd a convertirse a veces en uma especie de aberinto del cual no sabia como salir (.) Es una construccidn de seis pisos (con cuatio entresuelos), tiene un elevador y espacios para una biblioteca, sala de misica y sa~ Jones para todo tipo de actividades culturales. En la parte baja, al lado del edificio que de lejos parece un castillo en el desierto, hay tun teatro circular eon eupo para 450 personas. El techo de este teatro forma una terraza cuyo piso esti decorado con el disenio {de un laberinto que disené especialmente (..) Una de las caracte~ risticas de la construccién es la aparente ausencia de ventanas. Los enormes muras son de piedra cuadriculada y muchos de ellos «stn ligeramente inclinadas. En el interior hay excelente luz que ‘entra por las terrazas, cuyos muros esconden las ventanas...Tra~ tandose de un ejemplo de la arquitectura emocional esta abra es cultérie quitectOnica produjo dolores de cabeza también a los ingenieros eonstructores Sin embargo resultado ¢s,en mi op nin, satisfactorio, ya que el eificio en su aspecto exterior, sor- prende por la fuerza y sencille de sus valimenes,y los espacios interiors causan sensaciones inesperadas,intigantes? ll Notas T Nungesser Michael, Mathias Goetz, BerlinfMarobko/Spanien, Mathias Goerte 1975-1990. £1 co. Bilder- Skulpturen-Masdle, Akademie der Kunst, Berlin, 1992, p 1. Wiery Elke, et of, Mathias Goetz, Jonas Verlag, Bedin, 1987, 9. 1 Battock, Gregory, Minimal Art, Dutton, Nueva York, 1968. Burnham, ck, Beyond Modern Sculnture George Bazil, Nueva Yor, 1958 Kassner, lily, Mathias Goeritz Uno biografia 1915-1990, Instituto Nacional de Bellas Artes, Mexico, 1998, p 6, biden pp. 107-108, sider, p. 105 Ibidem,p. 28 idem. Gonzalez Gortizar, Fernando, Mathias Goerte en Guodalaiara Colecciin Fundamentos, Serie Aruitectura y Urbarismo, Universidad de Guadaljar, México, 1891, pp. 38-41 1 idem, pp. 124-127 12 Werry Eke, op. ety 9.29. 15 Richter Hans, Historia det dadaisma, Nueva isin, Buenos Aires, 1973, p 9 1 Kass Uy neva a Mathis Gowri Mes, eno 198. no pu Westheim, Paul, £ persomiento artistico modemno y otros ensayo, Sep-Setentas No, 295, Mésico, pp. 11-147 ‘Suphor, Michel, Die Plastik UnseresJohrhunders (ta esculturo de auestro sal), Coloni, 195, 9, 199, 17 ppidem, 9. 199, "8 Auer, Gerhard, Im Zwischenrcich, Mathias Gocrte 1915-1990, £1 Eco Bilder Skulpturen Mode Akademie Der Kite. Bevin, 1992, pp 340-341 ‘Claus, Jurgen, Das Project Goeritz, Jalve Der Zusammensrbeit-Pline und Utopien. Mathias Goeritz 1915-1990. Eco, Bilder Skuipturen Model ‘Akademie der Kunste, Berlin, 1992, p. 332. 20 Kassner, op. tp. 7. 21 Kassner. op it, p. 77. Entreists a Mathias Goeritz en febrero de 1990, 22 Morais, Frederico, Mathias Goeritz, Universidad Nacional Autonoma de México, México, 1982, p. 87

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