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Carétuto XI CONGRESO DE LA NACION A) ESTRUCTURA E INTEGRACION § 436. Aroceo ¥ caisis Det rariasenro, — Dictada cn ¢l si- glo xix -la época de oro del Poder Legislative, como la Nama Alfted de Grazia la Constitucién nacional ubica en primer térmi- no al Congreso como poder de la Nacién, Con esto quicre sigei ficar Ia importancia politica que tiene dicho cuerpo, al ser en principio el érgano mas representativo del pueblo. § 437. Derecuo raxtamestanco. ~ Una clésica definicién de! derecho parlamentorio, formulada por Jiménez de Aréchaga, lo presenta como “la rama de la ciencia juridica que investiga los principios a que deben ajustarse la constitucién y cl procedimiento de las asambleas legislativas”. Forma parte dei derecho constitu ccional (primario y secundario), aunque con el afianzamiento de Ia estabilidad politica y el desenvolvimento de tas instituciones par lamentarias, alcanza un desarrollo vigoroso que le da una situacién semiautonémica, Asi, Hernfindez Valle destaca como fuentes de esta disciplina a Ia constitucién, ciertos tratados intemacionales (p-e)., el constitu- tivo del Parlamento Latinoamericano y el Centroamericano), la ley, Tos actos con valor de ley, los reglamentos parlamentarios (im- portantisimos en esta materia), ciertos preceptos de las cartas or- ‘ginicas de los partidos politicos, los estatutos de las fracciones 276 ESTATUTO DEL, PODER EN EL DERECKO CONSTITUCIONAL ARGENTINO Parlamentaros, lz jurisprudencia y costumbre parlamenta eétera § 438, Ex caso ancenrino. — Estavcrura sicaMeeat. ~ La Constitucién nacional adopta una férmula colegiada y compleja para el Poder Legislativo: “Un Congreso compuesto de dos céma- is. una de diputados de fa Nacién y otra de senadores de las pro- y de la Ciudad de Buenos Aires, sera investide del Poder ivo de ta NaciGn” (art, 44). El esquema argentino repite en este punto el modelo estadou- nidense, que siguié a su ver al “plan Franklin": un Poder Legisla- tivo donde, por un lado, existe una representacién popular (la Ca ‘mara de Diputados) y por el otro una representacidn territorial (e! Senado). El “plan Franklin” intenté asi compatibilizar las necesi- dades ¢ intereses de Estados © provincias con gran poblacién (que tendrén mayor gravitacién en la Cémara de Diputados) y de Esta- dos 0 provincias pequeitos en cantidad de habitantes (que tendeén igual representacién en el Senado). § 439. Presipencra vee Concreso.— Este cargo no figura ex- Presamente en la Constituci6n nacional. Sin embargo, algunas veces el vicepresidente de la Repiiblica ha sido titulado “presiden- te nato del Congreso” (asf lo hizo Salvador Maria del Carri al ex- pedir diplomas militares en favor del presidente Urquiza). B) CAmara pe SENADORES § 440, Es Senavo, BASE DE RePREsENTAcION.— La cémara alta representa (formalmente) @ las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires, segiin el mentado art. 44 de la Const. nacional. Actia, pues, como Grgano de la representacién territorial, hecho frecuente en los Estados federales. Es discutible que el Senado sea Grgano representativo, tanto dé las provincias como de la ac- tual Capital Federal. Esta, en efecto, no ¢s pro y desde el punto de vista de la teorfa del Estado federal darle un lugar en tat Cémara parece anémale (p.e.. en los Estados Unidos de América, ‘Washington D.C., vale decir, la ciudad capital, no tiene bancas en ‘CONGRESO OF LA NACION bao el Senado). La solucién argentina s6lo se explica por razones historieas y précticas: la tremenda importancia de la ciudad capital ide la Nacién, situada en 1853 en Buenos Aires, cuyo peso pobla- cional, econémico y politico es superior al de cualquier provincia, salvo la de Buenos Aires, @Representan los senadores, en el plano de la realidad consti- tucional, a las provincias? La respuesta es dudosa, Es frecuente ‘que en la préctica prevalezcan en el Senado las lealtades persona- les © partidarias antes que Jas institucionales, de modo que mo- cchos senadores son més fieles 2 Jos intereses y directivas de sus partidos, o a las directivas del presidente de la Nacién, que a los requerimientos especificos de sus provincias. Para acentuar 1a dependencia de los senadores nacionales de la provincia que formatmente tepresentan, algunas constituciones locales (Cérdoba, art. 110, inc. 5°; San Juan, art. 150, ine. 20, etc.) confieren a sus legislaturas competencia para darles instrucciones en temas donde estén involucrados los intereses provinciales.Ta- les instrucciones pueden tener interés politico, pero juridicamente ‘no son cxigibles, ni pueden acarrear sanciones normativas en caso de incumplimiento. Ademés, puesto que prima en el derecho ar- xgentino Ia tesis del mandato libre y no ta del mandato imperativo (ver § 339 y 342), esas prescripciones constitucionales provincia- les no tienen base en el derecho positivo nacional, § 441, ¢A Quiéw REPRESENTAN 105 SENADORES DE LA CluDaD be Buenos Ainss? ~ Unos autores sostienen que 10s senadores ca- pitalinos representan a Is Capital Federal, como entidad politica {(Zarini), en tanto que otros puntualizan que sélo lo hacen por los ciudadanos de etla (Ekmekdjian). ‘Aunque en parte, [a discusién puede ser tedrica, jurfdicamente Ja Constituci6n habla de senadores “de” y “por” la Ciudad de Bue- nos Aires, tanto en el art. 44 como en el 54, y no de senadores det pueblo de esa Capital Conviene advertir que 12 Constitucién habla de senadores “de” y “por” la Cludad de Buenos Aires (arts. 44 y 54), y no de la Capital Federal, como en cambio fo decfa el anterior texto de 1853-1860. Ello significa que si la Ciudad de Buenos Aires deja de ser capital de Ia Repablica (hipétesis que eventualmente con- 278 eSFATUTO DEL PODER EN EL DERECHO CONSTTTUCIONAL ARGENTINO templa, por ejemplo, el art. 45 de la nueva Constitucién), de todos modos ella conservard representacion en el Senado, y que la nueva sede de Ja Capital Federal, por el contrario, no la poseerd. $442. Conoictowss pana sen senapoa. — El ast. 55 enumera los requisitos para scr elegido senador: a) tener treinta aitos de edad: 6) haber sido seis aflos “ciudadano de la Nacidn” (esta cldu- sula rige en particular para los extranjeros naturalizados): c) ser natural de la provincia que Lo elija, o con dos atios de residencia inmediata en ella, y d) disfrutar de una renta anual de dos mil pe- sos fucrtes © de ura entrada equivalente, La norma -en To referido a la residencia— se propone aqui evitar a los legisladores alguilones, que tanto en el Congreso Constituyente de 1852-1853 como en asambleas anteriores “repre- sentaban" a una provincia sin tener pricticamente vinculacién con ella. E} monto indicado de dos mil pesos fuertes equivaldria a cer- cca de tres mil trescientos kilogramos de oro fino (Bidegain). es decit, aproximadamente tres mil délates mensuales. La cléusula tiene un sentido oligérquico, muy resistido en su momento (se apro- 166 en el Congreso Constituyente por una mayorfa muy ajustada), y se la puede considerar derogada por derecho consuetudinario (desuetudo), ademas de resultarilegitima, segiin una version actua- lizada del sistema democrético (carencia axiolégica de norma, ver § 55). La Constitucién parece exigir aquellas condiciones en el mo- mento de ser elegido senador, por Ia Tegistatura local, Una in- terpretacién més funcional puede entender que se las debe reu- nir cuando el Senado aprueba el diploma respectivo. instante en el cual. como vimos, concluye el procedimiento de designacién de! senador, § 443. Destaxacton. - Para justificar su representacién pro vineial (el Senado ha sido Hamado, alguna vez, la “dieta de los embajadores provinciales”), los senadotes eran elegidos por las le- gislaturas de las provincias “a pluralidad de sufragios”. y los de la Capital Federal, “en la forma prescripta para Ia eleceién del presi- dente de ta Nacién” (antiguo art, 46, Const, nacional). ‘CONGRESO DE LA NACION 279 La reforma de 1994 programé dos sistemas diferentes de elec: cin de senadores, en funcién del tiempo. 8) Periovo reanstroni0 1994-2001. La cléusula iransitoria cuarta de la reforma de 1994 estableci6 un sistema complejo de cleccién de senadores durante ese perfodo, que ya concluyé y don- de hubo serias imregularidades, como que el Senado nacional de- signd senadores no electos por las legislaturas provinciales, con- ducta aiguna vez convalidada -lamentablemente- por la Corte Suprema {"Proy. del Chaco”, Fallos, 321:3236). b) Desoe sx aso 2001. A partir de entonces son elegidos por el voto popular, en todas las provincias y la Ciudad de Bucnos Aires. Se vota en cada jurisdiccién por tres, correspondiende dos bancas al partido politico que obtenga més cantidad de votos y la tercera al segundo (ver § 446). La idea de elegir popularmente a los senadores y de acortar su mandato (que en la Constitucién de 1853-1860 eta de nueve afios), estuvo inspirada en el deseo de afirmar la presencia de 1a democracia en nuestro sistema politico (convencional Garcia Lema, miembro coinformante del despacho mayoritario, “Diario de Se- siones”. p. 2210, Obra de la Convencién Nacional Constituyente 1994, 1. V. p. 4883). § 444. Nowero. - La Constitucién nacional prevé tres sena- dores por cada provincia. y ires por la Civdad de Buenos Aires Cactualmente, pues, son setenta y dos). Si se compara con Dipu- tados (que conté en 1993 con 257 miembros), el Senado es reduci do. Ello impone un ritmo de trabajo distinto, mas reservado y pausado. E} mimero actual de tres senadores tiene su fitndamento. se- gin el convencional Paixao, miembro coinformante del despacho mayoritario en la Convencién Constitwyente de 1994, en acentuar el pluralismo politico y la nccesidad de dar alguna participacion a las minorfas locales en el Senado. De ahi que el actual art. 54 diga que, de los tres, dos corresponden al partido mayoritario y uno a la primera minoria, Como cada senador dispone de un voto, y Ja base de represen tacién alude a partidos distintos, bien puede ocusrir que una pro- 280 ESTATUTO DEL PODER EX EL. DERECHO CONSTITUCIONAL ARGENTINO vincia tenga en el Senado voces diferentes y hasta contrapuestas. Paixao aclaré que eso no perjudicaba Ia representatividad provin: cial en ef Senado, ya que ella emergia “por ta igualdad de repre- Sentacién de todas Tas provincias” (“Diario de Sesiones", p, 2216, Obra de la Convencién Nacional Constituyente 1994, t. V, p. 4886), Esta defensa no logra sin embargo desvirtuar el hecho de que no 5 muy coherente que una misma persona juridica -la provinc Pueda ser representada por tres sujetos que pueden contradecirse. En el derecho comparado, no siempre las provincias o Esta- dos miembros de una federacién tienen representacién igualitaria, Alemania, la fodia y Canadé son ejemplos de representacién desi gualitaria (en funciéa, aproximadamente, de la poblacién). § 445. Duracros. ~ El art. $6 de la Const, nacional determina que “los senadores duran seis afios en el ejercicio de su mandato, ¥ Son ceelegibles indefinidamente: pero el Senado se renovaré a ra- 226n de una tercera parte de los distritos electorates cada dos aos”. El propésito de ta Constitucién, al prever distintos perfodos para el presidente (cuatro afios), diputados (cuatro) y senadores (seis), con renovaciones escalonadas, fue impedir cambios bruscos en Ia ‘composicién politica del Congreso y del Poder Ejecutivo, y ast, obli- gar a sus titulares a realizar acuerdos 0 transacciones constantes, ‘en procura de un poder moderado. Nadie, conforme a este esque- ‘ma, podrfa normalmente disponer de una cuota completa del poder. § 446, Vacancuas ¥ surtencras. - El art, 62 de la Const, na- cional establece: "Cuando vacase alguna plaza de senador por muerte, renuncia u otra causa, el Gobierno a que corresponda la vacante hace proceder inmediatamente a la eleccién de un nuevo miembro”. El mensaje constitucional, al emplear la pelabra “in- mediatamente", es el de cubrir lo més rapido posible la vacante en cuestién, a fin de que una provincia no pierda peso representative en el Estado federal; pero 3i ello no ocurre, no hay férmula legal para coaccionarla, En materia de senadores suplentes, 1a disposicién transitoria cuarta de fa reforma de 1994 indica: “Toda vez que se elija un se- nador nacional se designard un suplente, quien asumird en los ca sos del art. 62°, Pero nada dice en cuanto a los senadores que se eligen popularmente después del aiio 2001. El asunto esté ahora ‘CONGRESO DE LA NACION 281 reglamentado por los arts. 156 y 157 del Cédigo Electoral Necio- nal, reformados por las leyes 24.444 y 25.658, cada elector vota por dos candidatos titulares y dos suplentes, y el escrutinio de cada eleccisn se practica por lista oficializada, sin tener en cuenta las tachas o sustifuciones que hiciere el votante. Resultaréin elec- tos los dos titulares correspondientes a Ia lista que obtuvo la ma- yorfa (simple) de los sufragios, y el primero de la lista siguiente én cantidad de votos. El segundo titular de la dltima seré el, pri- mer suplente del senador elegido por la minoria, Los suplentes suceden al titular en las hip6tesis del art. 62 (muerte, renuncia “wv otra causa”). 2Es constitucional la eleccién popular de senadores suplentes? La ley 7 de la Confederacin Argentina, dictada en 1854, progra- md un suplente por cada dos senadores de cada distrito. Esta norma, sancionada al aflo siguiente de entrar en vigencia la Const. de 1853, y en momentos en los que ex constituyentes se desempe- fiaban en el Congreso y en los ministerios, tiene asf una fuerte pre- suncién de constitucionalidad. § 447. Avrorimaves. - La Constitucién nacional prevé dos autoridades para et Senado, Una es su presidente, segiin el art 57: “El vicepresidemte de la Nacién serd presidente del Senado; pero no tendré voto sino en el caso que haya empate cn la vota- ida”. El objetivo de esta norma es multiple: a) crear un puente co- use el Poder Bjecutivo y el Legislative, una suerte de enlace polit- co entre esos dos podetes; 6) conferir tareas concretas al vicepre- sidente, ya que si no desempefiase otras funciones, distintas de ser un mero y eventual reemplazante del presidente, serfa solamente tuna suerte de funcionario anodino, y c) no privar a alguna provin- cia de un voto en el Senado, ya que de no desempeiar la presi- dencia de la Camara alta el vicepresidente de la Repiiblica (quien tno sufraga en las votaciones del Senado, segiin el art. 33 de su propio reglamento, s6lo lo hace en los supuestos de empate), ef cargo lo desempefiaria algiin senador, con la consiguiente pérdida “habitual del voto de esa provincia. En algunas constituciones modernas, el vicepresidente es s6lo hombre del Poder Ejecutivo, sin cumplir roles parlamentarios (art. 79, Const. del Brasil) 282 ESTATUTO DEL PODER EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL. ARGENTINO La segunda autoridad contemplada por la Constitucién es un presidente provisional, nombrado por el mismo Seaado, para “que Jo presida en caso de ausencia del vicepresidente, o cuando éste ejerce las funciones de presidente de la NaciGn” (art, 58). Usual- mente es llamado “presidente pro tempore. EL reglamento del Senado prevé también un vicepresidente primero y un vicepresidente segundo (art. 2°), més dos secretarios nombrados por la CAmara, de fuera de su seno (art. 38) y tres pro- secrelarios (art. 51). ©) Cimana ve Diputapos § 448. Base ox reraesentactOx. — Los “diputados de la Na- ccién™, como los Hama ef art. 44 de la Const. nacional son clegi dos “directamente por 1 pueblo de las provincias, de la Ciudad de Buenos Aires, y de la Capital en caso de traslado”, que a e308 fi- nes se considetan “como distritos electorates de un solo Estado y a simple pluralidad de sufragios” (art. 45) Seguin el programa constitucional, pues. cada diputado repre- senta formalmente a toda la Nacién, y'no a una parte de ella. En el dmbito de la realidad constitucional, sin embargo, no ocurre exactamente asi. Por ejemplo. al ser elegidos tos diputados por distritos (provincias y Capital Federal), es frecuemte que el diputa- do sea considerado representante de esc distrito concreto (y asf se habla, en la jerga parlamentaria, del “sefior diputado por Santa Fe", “setior diputado por Cérdoba”, etcétera). Ademds, Jos vincu- Jos representativs son con el partido que lo postulé y no con el pueblo globalmente considerado: en parte porque este pueblo en logue, se halla dividido en fracciones contrapuestas, y ¢s obvio que un diputado de un partido sea considerado, de hecho, repre- sentante s6lo de quienes votaron por dicho partido y no por quie- nes votaron por otro, Paralelamente, hasta 1947 tas mujeres carecieron de voio, con lo cual esa representatividad global de los diputados resultaba tam- bién una ficcién constitucional. § 449. Conoictoves mara sex oipurapo, - El art. 48 demanda “para ser diputado” estas cualidades. ‘CONGRESO DE LA BACION 283 4) Tener veinticinco aos de edad; b) cuatro de civdadania en ejercicio, y ¢) ser natural de la provincia que Jo elija, © con dos afios de residencia en elle Remitimos a lo dicho en cuanto a las condiciones para ser se- nador (ver § 442), aunque aqui son menores. Respecto del m- ‘mento en que deden reunitse, el texto constitucional parece indicar que es cuando -normalmente- deben incorporarse a a Cémara Sin embargo, en la prictica constitucional, recueréa Bidegain, se hhan dado situaciones de retraso en Ja consideracién de un ma de diputado, a la espera de la edad constitucional (caso Har: doy, 1936-1938); 0 en cambio, de rechazo por no contar con ella {caso Pinedo, 1919), 0 de admisiOn, aun cuando no se tuviese Ia edad exigida (caso Joaquin V. Gonzalez. 1886). § 450. AwetiactOw De Los aeQuisiTos covsrrrucionates. = La doctsina discute si es factible por via de ley. y como reglamen tacién del principio constituctonal de idoneidad (art. 16, Const. na- sional), ampliar el nimero de recaudos para ser electo diputado. Por extension, ese debate se lo puede extender para los dems car- {208 cuyas cualicades estin requeridas explicitamente por la Cons titucién (p.cj., para ser presidente, vicepresidente. ministro de ta Conte Suprema de Justicia de la Nacién, 0 senador), La Corte Suprema (“Bianchi", Faltas, 248:398) puntwaliz6 que si la Constitucién enumeraba los requisitos que, en tales casos, se debian cumplir, a0 era licito aiiadit otros. Sin embargo, el princi- pio constitucional de idoneidad (art. 16) posibititaria que, median- do razonabilidad, e) legislador regule tal principio, siempre que esa reglamentacién no sea inequitativa, proscriptiva, desigualitaria © incompatible con un esquema democritico, De todos modos, ya las leyes ordinarias han establecido barre- ras al respecto. Por ejemplo, el art, 33 de la icy 23.298 regla- ‘menta que no podrén ser candidatos a cargos publicos electives. los dementes, sordomudos que no sepan darse @ entender por es- sito, ciertos condenados por delitos dolosos. los rebeldes en causa penal, etc, (art. 3°, Céd, Electoral Nacional). La ley 23.298 excluyé también al personal de las fuerzas ar- madas y de seguridad, magistrados y funcionarios permanentes del Poder Judicial, directives 0 apoderados de empresas concesiona- tins de servicios y obras publicas con Ia Naciéa, provincias, muni- 284 ——_ESTATUTO DEL PODER EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL ARGENTINO cipalidades 0 emtidades descentralizadas 0 que exploten juegos de azar, etc. (art. 33, incs. a e). Pero también debe recordarse que la Corte Suprema ha repu- tado invélidas estas restricciones a procesados sin condena (§ 421). § 451, Ivrecracron De La Cisars. DERECHO ELECTORAL. — La adopeién de un régimen electoral importa una opcién poli ca muy significativa: segin cémo se asignen las bancas depende- 14 el peso politico de las diferentes fuerzas que existen en una so- ciedad, En la Argentina se han practicado distintos métodos para inte- grar ta Cémara de Diputados. a) Sistema oe “usta compteta” (1887-1902; 1903-1911). En términos gencrales, cada partido presenta una lista con tantos cargos como vacantes haya para cubrir. La lista que obtiene la mayor cantidad de sufragios, obtiene todos los cargos en va- cancia, b) Sisrena oF “usta icowrtera” 0 “voro resteimciv0" (1912- 1951; 1958-1962). En cada distrito, la lista que obtiene mayor cantidad de sufragios cubte los dos tercios de los cargos; la segun- da, el tercio restante (se admitfan tachas en fas listas). Se instru- ment6 por la ley “Saenz Pefia”, 8871. ) SisreMA pe “CIRCUNSCRIPCIONES UNIOMINALES” (1902-1904; 1951-1955). Bésicamente -pues tenfa ciertas variantes- dividia cada distrito en tantas circunscripeiones como diputados habia que elegir. El elector votaba por un solo candidato en cada circuns- eripcién. 1d) SisTEMA DE “REPRESENTACIOW PROPORCIOAL” (1957 ¥ A PARTIR pe 1963). Conforme al régimen del Cédigo Electoral Nacional (ley 19.943, 1.0, segin decr. 2135/83, y ley 24.444), se aplica para las elecciones de diputados nacionales. EI votante sufraga solamente por una lista de candidatos off cializada, No se consideran tachas o sustituciones (ans. 158 y 159). Tampoco se tienen en cuenta, para asignar cargos, las listas que no lograron un minimo del 3% del padrén electoral del distri- to (art, 160), ‘CONGRESO DE LA NACION 285 Para distribuir los cargos, se provede ast: el total de votos al- canzado por cada lista se divide por 1, 2, 3, y asf sucesivamente. Los resultados o cocientes obtenidos. con independencia de la lista de donde provenga, son ordenados en una némina final, de mayor a menor en numero igual al de los cargos a cubrir. De haber co- cientes iguales, se coloca primero el obtenido por la Tista que ob- tuvo mayor cantidad de sufragios, y de haber igualdad también en Estos, se realiza un sorteo. Finalmente, a cada lista le correspon- derdn tantos cargos como veces sus cocientes figuren en la némina final, ya indicada (art. 161). Un ejemplo graficaré 10 expuesto: supéngase que se celebra una eleccién para cubrir cinco carges. Existen 24.000 clectores inscriptos. Concurren cuatro partidos, que obtienen los siguientes resultados: A, 10.000 votos; B, 8.000: C, 4,000; D, $00. Hay 1.500 votos en blanco. No se computan, para asignar las bancas, ni los votos en blanco ni los del partido D (que no alcanzé el 3% del padrén elec- toral) Los restantes sufragios obtenidas se dividen de uno a cinco, generando los siguientes cocientes. PARTIDO A PARTIDO 8 PARTIDO C 10.000 (= 8.000 ¢= 1) 4.000 (+ 1) 5.000 (+ 2) 4.000 G 2) 2.000 (+ 2) 3.333 3) 2.666 (+ 3) 1333 2500 8) 2.000 ( 4) 1.000 «= 4) 2.000 4 5) 1.600 (+ 55 800 (+ 5) Las cinco bancas quedan asignadas de este modo (némina fi- nal conforme al orden decreciente de cocientes). 1) 19.000 «partido A) 2) 8.000 (partido B) 3) 5.000 (partido A) 4), 4.000 (partido BY 5) 4.000 «partido €) Con Io cual el partido A obtiene dos bancas, el partido B. también dos, y el partido C, una. 286 ESTATUTO DEL PODER EN FL, DERECHO CONSTITUCIONAL ARGENTINO Cabe destacar que en Ia Convencién Constituyente de 1994 hhubo varios proyectos tendientes a establecer en cl texto constitu- cional le representacién proporcional, pero ellos fueron en definiti- vva desechados, con lo que ese tema se dejé en manos del legista- dor comin. § 452, CRITica AL REGIMEN DE REPRESENTACION PROPORCIONAL. Oress atennartvas.— Con razén, Frfas aleria que, en materia de sistemas electorales, ao hay regimenes inocentes; cada uno evita y favorece alguna circunstancia; aprovecha o perjudica a las distintas fuerzas politicas existentes en una sociedad, ‘Se han sugerido modificaciones més o menos profundas, se sin los casos~ al régimen en vigor. Por ejemplo, permitir tachas © sustituciones en las listas (0 sdbanas) de candidatos que presen tan los partidos, para que asi el elector desplace a ciertos candida- tos para él indeseables, o incorpore a otros (el caso més extremo se llama panackage); también se ha propuesto el voto acumulati- vo. por el cual el votante puede concentrar si poder electoral en tun candidato, por ejemplo, si debe sufragar por ocho diputades, esté en condiciones de otorgar ocho votos a un solo candidato; © el voto Ginico, segin el cual si se vota por ocho candidatos, el elector puede sufragar Gnicamente por uno de ellos. Otros acon- sejan regeesar al método de las citcunscripciones uninominales. Merece mencién aparte el sistema de lemas, por el que un partido (0 lema) puede presentar el dia del comicio varios suble- ‘mas (0 listas). En definitiva, aqui se acumulan los votos de cada sublema en el lema (partido). Si se trata de una eleccién parla- mentaria, los distintos sublemas ocupan, proporcionalmente, tantas bbancas como aquellas que también proporcionalmente tocan al Tema. Por ejemplo, si el lema 0 partido A alcanz6 el 40% de tos vvotos (sumando los sufragios obtenidos por todos sus sublemas) Jograré m&s o menos cl 40% de las bancas de 1a Cémara. Si pre- sent6 tres sublemas, uno de los cuales (A 1) logté dentro del tema el 50% de sufragios, y los otros dos (A 2 y A 3) un 25% cada uno de ellos, en definitiva el sublema A alcanzard el 20% de las ban- ‘cas de la Camara, y los sublemas A 2y A3 el 10% cada uno. ‘Todas estas iniciativas procuran personalizar el proceso elec- toral y dar al pueblo un papel mds protagénico en éste. Se inten- CONGRESO DE LA NACION 287 ta, asf. que el elector comin no sea un espectador pasive frente a Jas listas sébanas, impuestas en ciertos casos por las autoridades, de los partidos -procedimiento, por cierto, poco democritico-. 0 producto de elecciones internas muchas veces manipuladas por ias capulas dirigentes de tales partidos. § 453. Noweno ne memanos. ~ El art. 46 de Ia Const. nal dispuso una cantidad de cincuenta diputados para integrar 1a, ‘Camara; y el art. 47 expresa: “Para la segunda Legislatura deberd realizarse cl censo general, y arreglarse a él cl nimero de diputa- dos: pero este censo s6lo podré renovarse cada diez anos". La ley 22.847, en su art. 3°, fjé la base representativa de este modo: un diputado por cada 161.000 habitantes 0 fraccién no me nor de 80.500. A eso se agregard, por cada distrito, Ia cantidad de tres dipotados: pero cada distrito no podri tener menos de cinco. Esto da lugar a situaciones dispares. Las provincias con s- casa poblaciGn estén sobrerrepresentadas, ya que ~seguin ia ley- tienen cinco diputados como minimo, independientemente de la cantidad de habitantes que posean, Asi, hacia 1987, y como re- sultado de aplicar la Jey 22.847, 1a provincia de Buenos Aires en- viaba a Ia Nacién un diputado por cada 171.463 votantes, mientras que la de Santa Cruz elegia uno por cada 31.041 votamtes (“La Nacién”, 6/9/87). Esa disparidad es inconstitucional, porque im porta un trato desigualisario, § 454. Duraciov.~ El art, 50 de tn Const. nacional determi- na que “los diputados durardn en su representacién por cuatro afios, y son reelegibles; pero la Sala se renovaré por mitad cada bienio; a cuyo efecto los nombrados para la primera Legislatura, nego que se retinan, sortearén los que deban salir en el primer pe- iodo”. Pocos discuten la razonabilidad del periodo de cuatro aos. Lo opinable. eso si, es la renovacién de la Camara por mitad, cads dos aitos. jImporta eso un régimen demasiado frecuente de elec- ciones? ",No serfa mis oportuno programar una renovacién to- tal de la Cémara cada cuatro afios? Existen argumentos en pro de una y otra posiciéa, En conclusién, el esquema constitucional 288° —_ESTATUTO DFL PODER EN EL OERECHO CONSTTTUCIONAL, ARGENTINO os atrac, ya que obliga a tos elencos en ejercicio del poder a rendir cuentas y revalidar e1 apoyo popular en plazos bastante re- ducidos. § 455. Vacancmas ¥ svezeveias,— El art, 51 de la Const, na- ional indica; “En caso de vacante, el Gobierno de provincia, 0 de la Capital, hace proceder a eleccién legal de un nuevo miem- bro” Este articulo es curioso, y ha sufrido una interesante muts- cign, Trae un error, porgue traténdose de diputados nacionales, quien deberfa convocar a la eleccién para cubrir una vacante es el Gobiemo nacional y no uno de provincia. El clecto desempefiarta el cargo hasta la conclusién del perfodo del diputado a quien reemplaza. Sin embargo, el derecho subconstitucional ha desplazado ta rogla de la Constitucién; la ley 19.945 y modificatorias (t.0. por decr, 2135/83 y ley 24.444), por ejemplo, instrumenta un régi- men de suplencias, ya que su art. 164 dispuso que para los su- Puestos de muene, renuncia, separaci6n, inhabilidad 0 incapacidad permanente de un diputado, es sustituide por quien Io sigue en la lista como candidato titular en el orden establecido. Agotada Ia lista, se sigue por los suplentes, de conformidad con la prela- ci6n consignada en la lista respectiva, El art, 163 determina Ia eleccién de diputados titulares y suplentes. En principio, este esquema no coincide con el plan dispuesto por ef art. 51 de la Const. nacionat. Sin embargo, tal vez por su Practicidad (ya que obvia elecciones para designar suplentes) y por respetar la voluntad del electorado (ya que los suplentes tienen origen comicial), estd avalado por el derecho constitucional con- suetudinario. § 456. Avroaioaves. - La Constitucién nacional no indica eudles son las autoridades de la Cémara de Diputados. Su regla- ‘mento prevé un presidente, un vicepresidente primero, un vicepre- sidente segundo y un tercero (art. 2%, electos por ta Cémara. Fl art. 43 del reglamento contempla también tres secretarios (no le- gisladores), nombrados también por la Cémara, y tres prosecreta- ros (ar. 53, reglamento). 289 CONGRESO DE LA NACION D) Asamntes Lxcis.ariva - i6n conjunta del Se- 487. Concerro y Functones. ~ La sesi¢ ic nadey de 1a Cémara de Diputados forma la Asamblea Legs . Este cuerpo no es llamado ast por Ia Constitucién, sino por la cos tucién formal, y otras, del derecho consuetudinario. Se a) Para “admitir © desechar los motivas de dimi sidente ‘© vicepresidente de la Republica; ¥ declarar el case oe roceder a nueva eleccién” (art, 75, inc. 21). La Constincis bad Fronal ‘no impone siempre la actuacién conjunta de ame ce mares Iss yenuncias), pero en la préctica parlamentaria se ha operado por +) Para determinar qué funcionario publico ha de desempenar la presidencia, en los casos de destitucion, muerte, Simson in waa arene ls can" ea en et cl li eh c) Para tomar juramento al presidente y vicepr eave se pests ‘ante el presidente del Senado, “y ante el Congreso reuni- do en Asamblea” (art. 93). én de 1a Para ofr al presidente de la Repibl in la oe ean ‘Asamblea Legislativa se re- e) Segtin usos paclamentarios, ta Asamblea Legis - ine Queen para la recepeién de jefes de Estado extranjeros. per sonalidades muy distinguidas 0 por razones extraordinarias (Bide- gain). Ocasionalmente, la asamblea legislativa cl e segidedo, ‘como lo hizo el 23 de diciembre de 2001, al disponer I 290 ESTATUTO Det. PODER EN FI. BERECHO CUNSTITUCIONAL ARGETINO ‘eleccisa de un nucvo presidente de la Nacién mediante el sistema de “ley de lemas” (ver § 452), aunque en definitiva ello no se efectivizé. La asamblea legisiativa ~como lo destacan Guibourg yy Mendonga~ invocd inconstitucionalmente el art. 75, inc. 32. de jn Const. nacional, dado que el ejercicio de funciones propias de a legislacién compete al Congreso, pero le Corstitacién dispone que actuando cada cémara por separado y no reunidas en un acto con- junto. Cabe preguntarse si la Asamblea Legislativa cs un organo pe- culiar, sui géneris, del Estado. En realidad, tanto por la Constitu- cién como por el derecho constitucional consuetudinario. tiene funciones propias; no es una simple sumatoria de las dos cémaras, sino un cuerpo especial, wnificado, que actia bajo el comando de In presidencia del Senado, E) Conisiones PaRLAMENTARIAS. § 458, Onicen ¥ onzerivos. ~ La Constitucién de 1853-1560 ‘ne contemplaba explicitamente a las comisiones parlamentarias Corganismes compuestas por legisledores, por decisién de la ley 0 del reglamento interno de cada sala, con el fin de auxiliar a éstas en el desempetio de sus funciones), pero ellas estén fuertemente afian- zadas pot el derecho consuetudinatio constitucional (ver § 495. respecto de las comisiones investigadoras). Tuvieron su origen en los poderes implicitos del cuerpo legislative (art. 75, inc. 32, Const. nacional), aunque actualmente estin previstas por el art. 79 de Ta Const, nacional y se las puede dividir de ka manora siguiente: comisiones permanenies y comisiones especiales. Una variante de las comisiones especiales son las bicamercles, integradas por miembros de las dos salas, “para el estudio coord nado © sistemético de algin asunto” (art. 105, regl. del Senado), Ademés, la reforma de 1994 ere6 especificamente una Comi- sign Bicameral Permanente (arts. 99, ine. 3, y 100, inc. 13). Su composicién debe respetar la proporcién de las representaciones politicas de cada Cémara, y tiene por misién conocer los decretos de necesidad y urgencia que emita el presidente, y remitir su des. pacho al plenario de cada Camara del Congreso, en el plazo de CONGRESO DE LA NACION 2» diez dias, para su consideracién por ellas, todo segdin un trémite que determina el Congreso por ley especial sancionads con la ma yoria absoluta de los miembros de cada Cimara La citada Comisidn tiene también que controlar los deezetos de promelgacién parcial de leyes, a tenor de los arts. 80 in fine y 100, inc. 13, y los decretos presidenciales que ejercen facuitades legislativas delegables por el Congreso (ert. 100, inc. 12). Esta regulaga por la ley 26.122, gue la conforma con ocho diputados y ocho senadores. § 489. Cowrosicidy. — Las comisiones. segin los reglamen- tos de cada Cimara, se conforman con un nimero variable de miembros, atendiendo proporcionalmente a ios partidos politicos representadas en Ins cémaras. Estas han delegade en las comisio- nes facultad para requerit informes y datos. Actian incluso du- rante el receso parlamentario, y elevan sus dictamenes a cada sala con informes de mayorfas y minorfas, Son piezas vitales para el funcionamiento det Congreso, ya aque en ellas recae la tarea habitual de analizar proyectos de ey, recabar informaciones, realizar estudios y concretar las operacio- nes de control F) Buogues § 460. Caracrertsricas. - Otro producto de ta praxis consti- tucional han sido los blogues partidarias, expresamente tratados por el reghamento de la Cémara de Diputados, Normalmente se conforman con tres 0 més legisladores “de acuerdo con sus afini- dades politicas” (art. 55, reglamento}, aunque pueden ser de un niimero menor. Tienen personal propio, pero transitorio (se di- svelve con la desaparicién de! bloque. segtin el art, $7). El regla- mento del Senado (art. $5) contempla también a los bloques, que en principio se forman con dos © mas senadores. Pero puede ha- ber bloqueos unipersonales. Los bloques tienen especial importancia en 1a vida parlamen taria, ya que regulan a actuacidn de los legisladores de cada Ci- mara, cn funcién del partido politico al cual pertenecen. Es usual 292 ESTATUTO DEL PODER EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL ARGENTINO, que en ellos se planifique quién haré uso de Ia palabra, en qué sentido se votard, cusindo se prestard quérum, etcétera § 461. Lenexran oe acci6y. - Como instrumentos de 1a disci- plina partidaria, la existencia y actuacién de los bloques provoca situaciones de tensi6n entre la libertad de accién del legislador y su obediencia al partido que lo llevé a elecciones. Juridica- meme, 1a Constitucién no maneja la idea de mandato imperativo, de modo que el congresal puede volar discrecionalmente, segiin su conciencia, G) NorMas SOBRE INCORPORACION, CORRECCION Y EXCLUSION COMUNES A DIPUTADOS ¥ SENADORES § 462. _Reoias vicenres. — En este tema cabe distinguir dife- rontes situaciones: a) Reglas de inclegibilidad (ver § 442 y 449); by Reglas de incompatibilidad; ¢) Reglas de correccién, y d) Re- glas de destiwuci6n. § 463, Nonaas FORWALES CONSTITUCIONALES DF INCOMPATIBILI- nap. ~ La Constituci6n prevé custro supuestos explicitos de incom- patibitidad, Otros se pueden inferir implicitamente de su texto 0 provienen det derecho constitucional consuetudinario. a) Reciai eweLco 0 comtsion Deu Pooer Executive si previo CONSENTIMIEWTO DE tA CAMARA RESPECTIVA (EXCEPTO LOS EMPLEOS DE escata). Contemplada en el art. 72 de la Const. nacional, se cus- todia aqui la autonomia del Congreso frente a posibles influencias de la Presidencia Se trata de una incompatibilidad relativa: los empleos de es- cala no estén comprendidos en la prohibicién (son cargos obteni- dos mediante carrera administrativa; es decir, nombramientos no discrecionales del Poder Ejecutivo). b) Ecursiésricos recuanes, Segtin el art. 73 de ta Const. na- cional, son los integrantes de érdenes religiosas que promuncian el voto de obediencia a sus superiores. No estén comprendides tos sacerdotes del clero diocesano o secular. ‘CONGRESO DE LA NACION 293 ©) Gorerxapores or rrovinen, “Por la de su mando”, tam- én dice el art. 73. Sin embargo. el derecho constitucional consuetudinario y Ta doctrina especializada han extendido esta incompatibilidad & todos los casos (por ende, un gobermnador no puede sex legislador por ninguna provincia), en resguardo de la independencia parlamenta- ria deb legislador nacional. 4) Musreos. También fundeda en el principio de division de los poderes, esta regia proviene del art. 105 de la Const. nacio- nal: “No pueden ser senadores ni diputados, sin hacer dimisién de sus empleos de ministros”, En el derecho consuetudinario constitucional, el art. 105 ha tenido dos interpretaciones, Por un tado, ha sido claro que un ministro, si es electo diputado o senador, debe renunciar a cse car- go para asumir su banca parlamentaria, Pero si se trata de un le- jador designado ministro, las experiencia han sido comtradicto- rias, La ley 60 de la Confederacién Argentina considers que también debfa renunciar, Sin embargo, han existido autorizacio- res (p.ej, en 1854, a los senadores Zuviria y Galén; més reciente- ‘mente, entre muchos otros, al diputado Pugliese, durante la presi- dencia de Alfonsin). § 464. ReGiAs DE DERECHO CONSTITUCIONAL CONSUETUDINARIO. A las citadas prescripeiones constitucionales formales, se hen su- mado otros supuestos de incompatibilidad, Entre otros, Ia incompatibilidad del cargo de leg tos de presideme y vicepresidente, o juez (Bidegain, Bidart Cam- pos), en razén de afectarse el principio de divisiGn de los po- deres. Ciertas leyes, como Ie 22.192, han programado la incompati- bilidad entre el cargo de legislador nacional y el ejercicio como abogado en dicha jurisdiccién, § 465. Inconrorscion. ~ Las cémaras, como jueces de las “elecciones, derechos y titulos” de sus miembros, se regulan por el ant. 64 de fa Const. nacional, al deterainar que “cada cémara es jez de las eleccioncs, derechos ¥ titulos de sus miembros en cuan- to a su validez”, Esta regla suscita varias interpretaciones. 294 ——_ESTATUTO DEL PODER EN EL. DERECHD CONSTIFUCIONAL ARGENTINO 4} Una, tiseral, atendiendo la amplitud de las palabras elec clones, derechos y iitulos, parece dejar en poder de cada sala del Congreso, competencias exclusivas y rorales para apreciar la co- rreccidn del trdmite de designacién de un diputado 0 senador. 4) Otra interpretacisn sefala distintos momentos en el trimite de eleccién de un legislador, teniendo en cuenta, de modo especial gue la legislacién complementaria a Ia Constitucién ha creado juntas electorates, jueces electorates y una Cémare Nacional Elec- toral (§ 425 y ss.}, con competencias especificas. Asi (Vanossi Bidart Campos), habrfa una primera etapa, referente al escrutinio y validez del cémputo de votos del cuerpo electoral (en Ia elec- ‘cin de diputados), esto es, 1o “contencioso-electoral”. propia de aquellos Grganos; y una segunda etapa, en la Camara del Cone greso, donde se examinaria si el candidato tiene las condiciones constitucionales y se realizaria una evalvacién global del proceso electivo, La Corte Suprema determiné que configura cuestién justiciae ble el conflicto generado por 1a negativa de la Cimara de Diputa- dos de incorporar a quien fue proclamado legislador por las autori- dades electorales pertinentes (en Is especie, se planted accién de amparo; “Bussi”, Fatlos, 324:3358), § 466, Evatvactow pet MERITO DE LOS tnGIsLaDORES ELECTOS. En el derecho constitucional estadounidense, con una constitucién perecida a la nuestra, s¢ ha discutido si las cémaras podsian recha- zat los diplomas por padecer los elegidos de ciertos defectos 0 in- ‘conductas, como haber participado en actos hostiles 0 tomado las ‘armas contra la Nacién. En 1868 se excluy6 por esas razones a un diputado y a un senador electos, y en 1919 a otro diputado, bajo acusacién de haber apoyado al enemigo, En 1890, 1a Cama: sa de Representantes negé a un diputado electo el derecho a incor porarse, por pertenecet a la confesién religiosa de los mormones, “eonvicto y confeso de poligamia” (Bidegain) En principio, la Constitucién argentina no posibititaria esas exclusiones, puesto gue el mencionado art, 64 s6lo hace referencia a la validez (formal, entendemos) de las “elecciones, derechos y titulos”; la apreciacién de los méritos intrinsecos del candidato co- rresponde al cuerpo electoral CONGRESO DE LA NACION 295, Sin embargo, el I de diciembre de 1999, la Cémara de Dipv tados neg la incorporacidn a su seno del legisladar electo Anto- rio D. Bussi, argumentando razones de indole éuica, Tal decisi6n fue recurrida ante el Poder Judicial. quien repuié justiciable el problema (ver CSIN, “Bussi", Fullos. 324:3358), E} 23 de mayo de 2006, ta misma Camara negé su ingreso a Luis Patti electo por cerca de 400.000 sufragios). argumentando inhabitidad moral, al vineularselo con la comisisn de crimenes de lesa humanidad, pese a no encontrarse procesado ni condenado ju» dicialmeme (La Nacidn, 24/5/06, p. 6). Esta decisién viola e} art 23 del Pacto de San José de Costa Rica, norma que solamente acepta exclusiones electorales por delitos, mediando sentencia pe- nal, y corrobora el mis que peligroso precedente de permitic « la mayoria de dos tercios de la Sala impedir la incorporacién de le- gisladores por razones ideoldgicas. no obstante Raber sido votados por ef cuerpo electoral. Con tal proceder, una cdmara del Con greso también se convierte, por cierto que antisisiémicamente, cn Juz politico del sector del pueblo que eligié at candidado. $467. TrAwrre wvreaxo EN LAS cistanas. ~ £1 procedimiento de enjuiciamiento de las elecciones. derechos y titulos previsto por el art. 64 de ta Const, nacional, tiene matices distintos en cada sala del Congreso a) Ciuara ve Seraposes. Et trdmite corriente de incorpora cion se realiza en las sesiones preparatorias, que se fijan a partir del 29 de noviembre (0 dia habit anterior) de cada aio, cuando hu- biere renovacidn, b) Chwars 0 Dirurspos. Aqui se produce una situacién pac: ticular, producto del régimen de renovacién bienal de diputados (art, 50, Const. nacional) y de nuestras practicas parlamentarias. El art, 1° del reglamento de Ja Camara de Diputados dispone gue dentro de los diez primeros dias de diciembre ta Cémara se revine en sesién preparatoria a fin de elegir autoridades y. en los aos de renovacién, para incorporar y recibir el juramemte de Jos diputados etectos. Segtin el art, 2°, no concurren tos dipula- dos que finalizan su gestiOn en diciembre (cada dos afios, 1a mitad de la Camara}. Por tanto ésta quedaria (en tales oporcunidades) sin quérum para operar. 296 _ESTATUTO DEL PODER EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL ARGENTINO Para evitar tal bloqueo, el reglamento de 1a Cémara de Dipu- tados prevé que a esa sesién se incorporen definitivamente los di- putados elecios no impugnados y, provisoriamente, quienes sean impugnados en esa misma sesién. § 468. Junawento,— El art, 67 de la Const. nacional explici- ta: “Los senadores y diputados prestarin, en ei acto de su incorpo- racién, juramento de desempefiar debidamente el cargo. y de obrar ‘en todo en conformidad a lo que prescribe esta Constitucién”. El juramento (llamado en otras constituciones promesa solem- ne, protesia, etc.) importa una afirmacién solemne de cumplir de- terminado deber. Originalmente tuvo un sentido religioso: poner a Dios como testigo de la promesa que realiza quien jura (la viola- cidn seria castigada por el mismo Dios). y todavia mantiene para los creyentes ese sentido. Los no creyentes juran por la patria, su honor, etcétera. Interesa observar que el art. 67 no impone el juramento rel gioso. El reglamento del Senado prevé tres formulas: “la Patti por Dios y los Santos Evangelios”; “a la Patria y por Dios” y “a la Patria” (art. 10), y el de Diputados cuatro (ademés de las indie das, un juramento més simple, de desempefiar fielmente el cargo de legislador, conf, art. 10), 469, ReGias ve conreccrOy. — El art. 66 de la Const. na- sional prohibe a tos legistadores el “desorden de conducta en cl ejercicio de sus funciones”, y autoriza a cada Cémara, con dos ter- cios de votos, a corregir al congresal del caso. Los reglamentos de ambos cuerpos prohiben tas alusiones inrespetuosas, las imputaciones de mala intencidn o de méviles ile- zitimos, las interrupciones no autorizadas én la exposicién de un orador, los insultos y expresiones ofensivas. La Constitucién requiere dos tercios de votos en las correc: ciones, a computar entre los legisladores presentes en la Cémara (doctrina précticamente undnime), § 470. _Reatas pe exoveracion. — El art. 66 de ta Const. na- ional autoriza a cada sala del Congreso (respecto de un legisla- dor) a “removerlo por inhabilidad fisica o moral sobreviniente a su ‘CONGRESO DE LA SACION 291 incorporacién, y hasta excluitle de su seno”, por “dos tercios de votos”. Esta regla suscita varios interrogantes. La “inhabilidad fisica o moral” debe resultar, obviamente, gra- ve (de no ser asi, cabrian otras sanciones menores, via carreccién, como veremos de inmediato). La apreciacién sobre la “inhabilidad fisica 0 moral” queda @ criterio de cada Cémara, pero de ser el juicio de ésta irrazonable, absurdo 0 exagerado, o haberse adoptado sin posibilidad de un mi nimo de defensa, queda abierto, a nuestro entender, 1 camino de su evaluacién judicial por inconstitucionalidad en el pronunciamien- to de In Cémara, Un antecedente interesante al respecto fue el caso “Sueldo de Posleman”: dos diputadas provinciales de San Juan recurtieron ~mediante accién de amparo— ante el Poder Jodi- cial en reclamo por su exoneracién, y obtuvieron por parte de la Corte local la apertura de la instancia judicial para revisar la ex- clusién de los jueces (vfa juicio politica) que debfan decidir el am- paro (DJ, 1987-2-692, y LL, 1987-C-244). De todos odos, en “Nicosia” (ED, 158-237), la Corte Supre- ma ha entendido que la apreciacién de las causales de remocién de tun acusado mediante el juicio polftico becha por el Senado es cuestiOn no justiciable, doctrina tatificada en “Moliné O'Connor” UA, 2004-I11-456), con lo que, andlogamente, es posible que toda- via repute lo mismo para la evaluacién de los motivos de exonera- cidn de un legislador por la Camara respectiva, La Constitucién, en su art, 66, se refiere a 1a incapacidad fisi- cao moral sobreviniente a su incorporaci6n. Una interpretacié literal estricta dirfa que hechos anteriores, conocidos © desconoci dos al aprobar la sala el diploma de legislador, no pueden después ser evaluados por la Cémara para removerlo. La doctrina, en una interpretacién més modereda, indica que si esos bechos eran ocul- tos (esto es, desconocidos por la sala al aprobar el diploma). po- drian més tarde ser evaluados a los fines de la exclusién (Bidart Campos). Aunque esta interpretacién tiene s6lidas razones de Justicia, 1a prudencia aconseja no aceptarla; de seguirla, seria posi- ble cesantear a legisladores por hechos, aun lejanos, no notificados a la sala en el momento de aprobar el diploma de incorporacion, La Constitsci6n no indica el procedimiento de destituctén, salvo cuando requiere dos tercios de votos (al no decir otra cosa, 298 —_ESTATUTO DEL PODER EN E1, DERECHO CONSTITUCIONAL. ARGENTINO hhabré de entenderse que de los miembros presenses en el recinto). Tal es la tesis mayoritaria (Bidart Campos, Gonzilez Calderdn, Montes de Oca). § 471, Rewuwcras.— El art, 66 in fine de la Const, nacional determina que basta la mayorfa de uno sobre la mitad de los pre- sentes en una CAmara, “para decidir en las renuncias que volunta- riamente hicieren de sus cargos” (los legistadores). Una Cémara puede negarse a aceptar, incluso, una dimisién indeclinable por razones fundadas: por ejemplo, por entender que la presencia del diputado o senador en cuestidn es necesaria para realizar en un momento determinado cierto trabajo parla- mentario. H) Avprtonia Genera DE ca Nacion $472, Reouas vicenres, ~ La reforma de 1994 dio jerarquia constitucional a la Auditoria General de !s Nacién, érgano que ya habia sido creado por ley 24.156. El nuevo art. 85 de la Const. nacional {a define como un “or ganismo de asistencia técnica del Congreso. con autonomia fun nal”. Segin cl miembro coinformante del despacho mayoritario, Paixao, respondi6 a la necesidad de que el Parlamento realizara el control de legalidad y de gestion de cualquier sector de la Adm nistraciGn publica, dado “el cardcter universal de su accidn... [ya que] no hay ningun sector de la Administracién que sea un area reservada en la cual el ojo, el oido y la lectura del Congreso no puedan entrar”. Se planificé asi como un cuerpo técnico-politico especifico, con roles de inspeccién y control, y como drgano del Congreso Diario de Sesiones”. p. 2222 y 3223, Obra de la Convencién Nacional Constituyente 1994, t. ¥, p. 4889 y 4890). De ahi que no se configure como érgano extrapoder, La integracin y funcionamiento de 1a Auditoria General de a Naci6n deben fijarse por una ley reglamentaria, aprobada con Ia mayarfa absoluta de los integrantes de cada sala del Congreso. El presidente de la Auditoria es designado a propuesta del partido CONGRESO DE LA NaCiON 299 politico de oposicién con mayor numero de legisladores en el Congreso (art. 85, Const. nacional). La ley 24.156 establecié que Ia Auditorfa se integraba con siete miembros, tres nombrados por el Senado. ires por Diputades ¥ el séptimo por resolucién conjunta de los presidentes de las dos ‘cdmaras (arts. 122 y 123). Su estructura organica y reglas basi cas de actuacién se establecen por la Comisién Parlamentaria Mix- ta Revisora de Cuentas, y por las comisiones de presupvesto y ha cienda de cada camara del Congreso (art. 116). Sobre las funciones de 1a Auditoria Generat de Ia Nacién, nos Temitimos al § 624 ya que importan, basicamente, 1a fiscalizacién ~en ciertas dreas- de] comportamiento de] Poder Ejecutivo. 1) Derensonia pet. PUEBLO § 473, Ivrnopuccion, Ex “OMBUDSMAN” BN EL DERECHD Cost ranano, La institucién del ombudsman es una pieza moderna y significativa en cuanto a tas relaciones de control entre los po: deres. De origen escandinavo, su traduccién aproximada es la de co: misionado partamentario (aungue en otros paises. como Espatia se lo Nama defensor del pueblo: en Francia, mediador, en Port gal, procurador de justicia). Su objetivo inicial fue fiscalizar la gestidn de la Administraci6n publica, por parte del Poder Legista tivo, de quien depende y 2 quien debe rendir cuenta de su gestién Es, también, en sus origenes, un mécanismo propio de sistema: parlamentarios. Posteriormente, el ombudsman ha (enido otras insercione: institucionales: como parte del Ministerio Piblico (ver § 615 ss.) entendido éste como drgano extrapoder (art, 250/1, Const. del Pend), o aun dentro de la érbita del Poder Ejecutivo (p.e.. los exe: cutive ombudsman de ciertos Estados norteamericanos 0 ¢l medic: dor francés). Entre sus fines se ha incluido (en Latinoamérica) la “promocién, el ejercicio y la defensa de 10s derechos. humanos (caso det art. 282, Const. de Colombia). También han aparecide ‘ombudsman especializados: asi, en Alemania Federal, el comisario de} Parlamento para asuntos militares: 0 el delegado judictal del 300 eSTATUTO DEL FODER EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL ARGENTINO parlamento, en la Constitucién de Finlandia (act. 49), ocupado de asuntos tribunalicios, con lo que 1a esfera de control se extiende, en este caso, a dreas del Poder Judicial. Normalmente, el ombudsman carece de facvltades imperativas, su papel consiste en detectar anomalias y comunicarlas a otros ‘érganos de control, para et dictado de las medidas correctivas con- secuentes, También se lo habilita para formular denuncias, citar a testigos o iniciar ciertas acciones judiciales (p.ej., la de amparo). $474. Rerorua constiructowat. De 1994, Srreacion msriro- cronai. ~ La Convencién sancioné el nuevo art. 86 de la Const. 1a- ional, que reguia el instituto del “defensor del pueblo”, comple mentado por las leyes 24.284 y 24.379, Este “es un Grgano independiente instituido en el émbito det Congreso”, y segiin el miembro coinformante del despacho mayo- ritano, Masnatta, tuvo por fin vigorizar al Poder Legislativo para hhacerle recobrar credibilidad y contenido técnico, mediante una fun- cién especializada de control. Presentado en la Convencién como . queds claro que su insercién en Ja esfera del Congreso permitia que éste regulase su estructura, pero mo que le diera instrucciones acerca de cémo actuar (conven cional Figueroa, miembro también coinformante, “Diario de Sesio- nes”, p. ISEB a 1523, Obra de la Convencién Nacional Constitu- vente 1994, 1. V, p. 4512 4 4516). Su papel de control con relacién ‘a Ia Administracién publica fue entendido como externo a ella, y complementario del jurisdiccional. § 475. Nowonamento ¥ puracton.~ Seguin el art. 86 de ta Const. nacional, el defensor del pueblo es designado y removido por el Congreso con el voto de las dos terceras partes de los micmbros presentes de cada una de las cémaras. EI objeto de esta cldusula fue “evitar actitudes gatopardistas como seria el caso de que el partido gobernante nombrase a un correligionario”, y darle al defensor un sélido respaldo de los representantes del pue- blo (convencional Figueroa, “Diario de Sesiones”. p. 1524, Obra de la Convencién Nacionat Constituyente 1994, 1. V, p. 4513). La ley 24.284 ha previsto como causales de cese, ademas del vencimiento del plazo de designacién, la renuncia, ta condena fir- ‘CONGRESO DE LA NACION 301 ‘me por delito doloso, Ia incapacidad sobreviniente, notoria negli- gencia o situacién de incompatibilidad (art. 10). Las hipétesis de renuncia, incapacidad y condena son resuelas ppor los presidentes de ambas cémaras. La negligencia e incom- patibilidad, por os dos tercios de los miembros preseates de cada sala, previo debate y audiencia del defensor (art. 5°, ley 24.379). El art. 86 de ta Const. nacional agrega que “goza de las inmu- nidades y privilegios de los legisladores”. La exencién de arresto comprende desde el dia de su nombramiento hasta el de su cese 0 suspensi6n, salvo el caso de ser sorprendido en flagrante delito, dé lo que debers darse cuenta a los presidentes de cada cémara, con informacién sumaria del hecho. Si se dictase contra é1 auto de procesamiento por delito doloso, podra ser suspendide por ambas camaras (ley 24.379), 4.476. Funciowes. El art, 86 de la Const, nacional enco- mienda al defensor del pueblo dos tareas basics. 4a) De proteccién y defensa “de los derechos humanos y de- més derechos, garantias ¢ intereses tutelados en esta Constituci y las leyes. ante hechos, actos u omisiones de la Administracisn Para eso, “tiene legitimacin procesal”. El art. 43 afade que pue- de plantear acciones de amparo ante casos de discriminacién y ppara custodiar fos derechos refativos al ambiente, la competencia, el usuario y consumidor, y los de incidencia colectiva (usualmente Mamados intereses difusos). EL constituyente de 1994 ha pecado aqui de excesive ampli- (ud, convirtiendo al defensor del pueblo en una suerte de “curalo- todo” del sistema institucional y administrativo, aunque de hecho, por supuesto, no puede asumir tal hipermisién. Por to demés, el art, 86 incurre en redundancias con el art 120, que encomienda al Ministerio Piblico la “actuacién de la jus- ticia en defensa de la legatidad, de los intereses generales de la so- ciedad”. Es visible que esa legalidad y esos intereses generales de la comunidad bien pueden coincidir con los derechos humanos y los demis intereses, derechos y garantias que confieran la Cons- litucidn y las leyes. y que el art. 86 deja al cuidado del defensor del pueblo.

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