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Parte TERCERA ESTATUTO DE LOS DERECHOS EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL ARGENTINO. CapireLo XIX DERECHOS CONSTITUCIONALES A) Inrnopucci6n § 837. DeRecuo CONSTITUCIONAL ¥ DERECHOS DE LOS HASITAN res. - Desde un punto de vista técnico, el subprincipio constitucio- nal de distribucidn (§ 17) exige que sc delimiten las corepetencias de las autoridades piblicas y los derechos de tos habitantes. Desde tuna perspectiva axiolégica, la declaracién de los derechos de las personas y grupos en la constitucién se presenta como condicién de legitimacin del Estado de derecho (Pérez Lufo): si no hay un ‘adecuado régimen constitucional en materia de derechos y garan- tias, el Estado del cas no tiene justificacion, ni es un auténtico Estado constitucional. § 838. Derecno covsrrructonaL ¥ DERECHOS HUMANS. ~ Con el rétulo de “derechos humanos” se comprende una scric de atribu- tos y facultades del individuo como tal, esenciales para sv vida y desarrollo. El tema ha tomado tal auge que se ha internacionatizado. La tutela de esos derechos humanos es parte del bien comin inter- nacional, y se refleja en numerosos instrumentos supranacionales fo interestalales (pignsese en la Convencién Americana sobre Dere- chos Humanos, 0 Pacto de San José de Costa Rica; en la Declara- cién Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, eicétera). Ha generado, también, disciplinas nuevas, como la “teo- 61s ESTATUTO DF Los DERECHOS. ria de los derechos humanos” (Garcfa Bauer}, o “derechos huma- fos y garantias" (asi denominada en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires). Gencralmente, los derechos constitucionates coinciden con los derechos humanos, pero también hay diferencias. Por ejemplo, el derecho de ua argentino naturalizado a no prestar servicio mili tar durante los diez ailos posteriores a su carta de ciudadania {art, 21, Const, oacional); 0 de un ttabajador a participar en las ‘ganancias de su empresa (art, 14 bis), son derechos “constitucions- ies" en la Argentina, pero no especificamente lamados “derechos humanos”, en sentido estricto, por la doctrina contempordnea ‘También es factible que una constitucién no contenga uno 0 mas de los denominados dereckas humanos, 0 que una constitu- cidn rechace uno de los derechos humanos. La Corte Suprema de los Estados Unidos de América, por ejemplo, reputa inconstitucio- nal el derecho de réplica (caso “Miami Heratd v. Pat Tornillo’ Finalmente, puede ocurrir que una constitucién constitueiona lice los derechos bumanos. Asi, el art. 105 de Ia Const. del Pert, de 1979 expresaba: “Los preceptos contenidos en los tratados rela- tivos a derechos humanos, tienen jerarquia constitucional”. § 839. _Derecuos CONSTITUCIONALES ¥ GARANrlAS CONSTITUCIO€ sanas.— La Constitucién nacional parece diferenciar los derechos de las garanttas, ya que utiliza ambas palabras en algunas ocasio- nes (asi, como titulo del Capitulo Unico de ta Parte Primera, 0 en cl art, 33), y no cabe presumir que ta Constitucién sea redundante Una distineién tedrica puede ser Ta siguiente: mientras ios de- rechos importan facultades 0 asribuctones, las garantias significan hherramientas © medias para efectivizar los derechos. Por ejem- plo, tengo el derecho a transitar libremente por el territorio argen- fino (ar. 14), y la garantia del habeas corpus si me violan tal de- techo {inferida del art, 18, Const. nacional); “cl derecho es lo protegido, ia garantia es la protectora” (Lazzarini). Sin embargo, ta diferenciacién entre derechos y garantius no siempre es nitida, § 840. Derechos constirucionazes ¥ DERECHOS SUBCONSTITU- CIONALES, PROVENIENTES DEL DERECHO INTERNO. DOCTRINA DE A IN DERECHOS CONSTIUCIONALES els TERPRETACION anwomzanre. - La Constitucién reconoce explicita & implicitamente ciertos derechos, que son, obviamente. constituci: nates. Pero hay otros que emanan de fuemies subconstitucionales, tal cl caso de una ley, decreto 0 resolucidn: por ejemplo, el derecho a obtener una bees, otorgado por una universidad nacional La diferencia entre un derecho insertado en la Constitucién y otro que esté fuera de ella -puntuali2é la Cotte Suprema- es que l primero no debe ser negado ni bastardeado por el legislador or- dinario, y debe ser aplicado obligatoriamente por los jueces en ios

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