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Cartruto XXXI DERECHOS ECONOMICO-SOCIALES A) DeRecuo DE PROPIEDAD EN GENERAL § 1022. Inrronucciow, Drsrostciones worsarivas. ~ El art 14 de la Const. nacional dectara que todos los habitantes tienen cl derecho de “usar y disponer de su propiedad”. El an. 17, com- plementéndolo, expresa: “La propiedad es inviolable, y ningin ha- bitamte de ta Nacién puede ser privado de ella, sino en virwd de sentencia fundada en ley. La expropiacién por causa de utilidad piiblica, debe ser calificada por ley y previamente indemnizada”: mis adelante agrega: “Todo autor o inventor es propictario exclusi- va de su obra, invento o descubrimiento. por el término que le acuerde la ley. La confiseacién de dienes queda borrada para siempre del Cédigo Penal argentino. Ningin cuerpo armado pue- de hacer requisiciones, ni exigir auxilios de ninguna especie”. El art, 20, con referencia a los extranjeros. les reconoce e] derecho a “poseer bienes raices, comprarlos y enajenarlos”, En definitiva, la Constitucién prevé aqui lo siguiente: a) prow clama un derecho genérico a la propiedad, reputdndolo inviolable, que incluye le facultad de disfrutarla y transmitirla discrecional- mente; b) determina una subespecie de la propiedad, la intelec- ‘wal, consideréndola transitoria; ¢) reconoce un tipo particular del sujeto de derecho de propiedad (el extranjero): d) autoriza la con- clusién del derecho de propiedad por parte del Estado, mediante la expropiacion, y e) formula prohibiciones: no estén permitidas 780 ESTATUTO DE. LOS DERECHOS las confiscaciones ni tampoco las requisiciones por los cuerpos armados. Al respecto, el Pacto de San José de Costa Rica, en su art. 21, inc. 1, declara: “Toda persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes. La ley puede subordinar tal uso y goce al interés social”; yy el inc, 2 determina: “Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante el pago de indemnizacién justa, por raz0- nes de uilidad publica o de interés social y en los casos y segin Jas formas establecidas por ta ley § 1023. Peeru meordcico oe 1a erortevan. - El concepto y contenido que se dé al derecho de propiedad es decisivo, ya que en torno a ellos gira la gran disputa ideol6gica de los siglos xx y xx. En la Constitucidn, como se sabe (ver § 272), enben tres po- sibles interpretaciones ideol6gicas de la propiedad. a) Lectura wowovsusta-tinenat.Privilegia la idea de la pro- piedad como derecho del propietario titular de cada bien. Hay una ley natural que hace a cada productor dueiio de su utilidad 0 provecho: “La distribucién de la riqueza se opera por si sola, tanto mds equitativamente cuanto menos se injiera el Estado en impo- nerle reglas". Pueden justificarse restricciones a la libertad poli- tica, pero no a la libertad econémica (Alberdi). El mismo autor afade que “la economia politica més adelantada y perfeccionada no podria exigit garantias mds completas en favor de la propiedad, como principio elemental de Ia riqueza”, que las enunciadas en Ya Constitucién. Esta, en conereto, “ha echado un cerrojo de fierro {sic) a los avances del socialismo”. bb) Lecruma crisriana, Desde este otro techo ideol6gico de la Constitucién, la propiedad privada es también un derecho natural Gineluso, aunque bajo ciertas condiciones, en cuanto a los dienes de produccién), pero no cs concebible sin unos deberes con miras al bien comin (ver Concilio Vaticano Il, Gaudium et Spes, n° 69). Por tanto, esté subordinada al principio superior del “destino uni- versal de los bienes”, es decir, que los bienes muebles ¢ inmuebies, cestin originariamente destinados a todos (Santo Tomés de Aqui- no). Cualquier propiedad (privads o estatal) esté gravada con una hipoteca social, por 10 cval debe cumplir una funcién social Juan Pablo I); todo hombre. al usar sus bienes, no debe considerar las BFRECHOS ECONGMICO SOCIALES 781 ‘cosas exteriores que legitimamente posee solamente como propias, sino también como comunes, en el sentido de que no aprovechen exclusivamente 2 61, sino ademés a otros... la inversién de bienes, por su parte, debe tender a procurar fuentes de trabajo y réditos suficientes a la comunidad presente y futura (cfr., Concilio Vatica- no Il, Gaudium et Spes, a 69 y 70). ©) Lecruea ort, Estav0 SOciaL DE vereco. La tercera dimen- sién del techo ideol6gico constitucional argentino, plasmado en la constituyente de 1957, se bas6 en la idea de justicia social para iodos (miembro informante, convencional Jaureguiberry) y de la unidad de lo econdmico con lo social, al par que adopi6 las ides fuerza del constitucionalismo social (ver “Diario de Sesione: 1219 y siguientes). Para éstc, por ejemplo, “la propiedad blige (y) su uso deberd servir, al mismo tiempo, al bien comtin” (Const. de Alemania, art. 14, 2). La Constitucién italiana (art, 42) reco- nnoce y gatantiza a la propiedad privada, pero la ley “determinard sus modalidades de adquisicién y de goce y los limites de la mis- ‘ma, con el fin de asegurar su furcién social y de hacerla accesible a toxlos” EI segmento ideoldgico del Estado social de derecho ha sido reforzado por la reforma de 1994 (ver § 272). § 1024. Ex Proncema ew ta Consrirucibn pe 1949, ~ Es ine teresante apuntar que durante la vigencia de Ia Constitucién de 1949, ésta acepts explicitamente el principio de funcién social de la propiedad (art, 38). En tal oportunidad, 1a Corte Suprema advir- iG que en ese esquema la propiedad no era una funcién social, sine que cumplia con una funcién social, de tal modo que cont nuaba siendo un derecho personal, y se podts usar y disponer de ella, aunque estaba sometida a las exigencias del bien comin (*Caillard de O'Neil”, Fallos, 234:384). Con amterioridad, ha- bia puntualizado que el ejercicio del derecho de propiedad no debfa obstar al bien comin, fundamento de todo derecho indivi- dual y superior a éste (°Castellano”, Faltos, 208:304), § 1025, Recartrutacton. - Volviendo a la Constitucién de 1853-1860. una razonable y prudente efectivizacién de la doctrina de la funcién social de la propiedad (en el sentido minimo de que 782 ESTATUTO DE LOS DERECHOS Esta no puede ser utilizada perjudicando a la sociedad, y que tam- bién debe ser empleada con fines itiles para 1a misma sociedad) legitima, en rigor de verdad, la admisién y la operatividad det de- recho de propiedad. Los dos tiltimos techos ideologicos mencio- ‘ads (ef cristiano y el del constitucionalismo social) y, asimismo, tuna versin actualizada del tramo liberal de 1a Constituei6n (p.e}.. en Ia versién del neoliberalismo organizado, que no se opone a la funcién social del dominio; ver § 6) ensefian que exa idea de fun- ibn social det dominio rige también deniro del actual contexto de a Constitucién de 1853-1860. Ast lo indica la Corte Suprema en “Acuiia Hnos.”, Fatlos, 286:166, y “Brunella”, Fallas, 289:67, § 1026. Concerto cenéaico vet vERECHO DE FRoPIEDAD. SU newuncia, — Un estindar reiterado por ta Corte Suprema es que el término “propiedad”, empleado en los arts. 14 y 17 de la Const. nacional, ampara todo el patrimonio, incluyendo los derechos rea- les y personales, bienes materiales o inmateriales y, en general, 10- dos los intereses apreciables que un tiombre pueda poseer, fuera de ‘si mismo y de su vida y libertad, entre ellos los derechos emergen- tes de los contratos (“Vemtura”, Fallos, 294:152; “Industria Mecé- nica SAIC", Fallos, 304:856, etcétera) ‘Aun ast, la Corte mantiene una jurisprudencia cradicional, en el sentido de que Ia garantia constitucional al derecho de propie- ddad es renunciable por los particulares, de manera expresa o técita, y que ello sucede cuando el interesado realiza actos que, segin sus propias manifestaciones o el significado que quepa atribuir a su Conducta, importan el acatamiento de los preceptos 0 actos que se impugnan como contrarios a aquellas garantias (“Ardissone”, Fa- Hos, 2 “Palomeque”, Fallos, 290:216; “Sanchez”, Fallos, 307:354, eteétera). § 1027. Esrecirteaciones DEL DERECHO CONSTITUCIONAL DE PRO- riepap. La jurisprudencia de 1a Corte Suprema ha elaborado un catélogo de situaciones eaptadas por el concepto constitucional de propiedad, ademés de lo que al respecto dice el Cédigo Civil en ‘cuanto el dominio y sus figuras préximas. 8) DeRecnos verivaoos De 10s coxrearos. Viola la. garantia constitucional de la propiedad si se priva al propietario. que habia DERECHOS BCONOMICO. SOCIALES 783 Estado (“Turjansky”, Fatios, 304:586), b) Denecnos oeevavos o& sewseNcis Finuts. La sentencia de . La sentencia de- Poi com fuera de ota ugada 6 euiparabe ala propiedad y smo fundado en meros derechos lit *Roten- berg", Fallos, 304:865). ieoses Rover La Conte ensefia que las razones de seguridad jurfdica que exigen dar aleurnia constitucional al principio de estabilidad de las decisiones judiciales. deben entenderse referides a Ia inmutabi dad de tos falls en lo sustancial, antes que en so fjeza en 10 for- teal ("Casas", Falls, 308521). "Com el inde salvaguatdar la so lucién real de una sentencia, la Corte reputé constitucional 1a ley 21.297, que imponia un régimen indexatorio de modo inmedia- to, pese a qué la semenes nolo habia dspuesto, ya que lt atu zacién monetaria salvaba el crédito realmente adeudado ("Cey a", Fallos, 298:586). Ne stoning Cope Por ello, la Corte ha justificado también la posibilidad de que tos jueces corn, en un fallo firme, fos erores puramente our imsios que pudiee contener la sentecio(*Giaccala", Falls Como dato curioso, cabe observar i . que 1a Corte ha sostenide que el derecho de propiedad emergente de un fallo con vigor de cosa juzgada material puede ser tenunciado por las partes, de tal smodo que si un fallo admite la excepeién de cosa juzgada, cabe revocarlo (en cuestiones patrimoniates) si el Estado habia renun- ciado por convenio a oponer esa defensa y admitida que se some- tiera a revision judicial una cuestién resuelta anteriormente (“Bem- berg”, Fatlos, 281:421). Tal tesis no se compatibiliza con ef argumento del orden piblico involucrado en la existencia de cosa juzgada (“Ellemberger™, Falios, 247:109; "Ferrari Hardoy”. Fallos, 307:1289, etcétera). Ver, también, § 611, 612 y 1136. ° ©) Dencnos ossiinoos De cowvesios cotecrvos, Conviene ad- vertr,es0 si, que se trata de los derechos otorgados por la conven- cidn colectiva durante su lapso de vigencia, que pueden ahora ser modificados para el futuro por otro convenio posterior. 0 por ley (*Ghiggi Galizzi", Fallos, 304:1374; ver § 1080) \ctuso. 784 ESTATUTO DE LOS DERECHOS 4d) Derecwos no oiscuipas. Asi, un fallo judicial que exceda to que ha sido objeto de litigio entre las partes, desconociendo 0 acordando derechos no debatidos. es incompatible con el dere- cho al debido proceso y el de propiedad (“Bromaq SA, Fallos. 306-1159). €) Sauanios. _Ellos estén igualmente tutelados por ta prescrip- cién constitucional de la propiedad, desde que fueron devengados ('Bernalesa SA”. Fallos, 307:398. y “Lonalino SA", Fallos, 30; 857); por ejemplo, desde que se presté el servicio (" Falios, 270:184). 1) Bevericios rrevisionates, Ha dicho ta Corte que los benefi- cios jubilatorios legitimamente otorgados estén protegides por la garantfa constitucional de la propiedad, de tal modo que la tevo- cacién de una jubilacién concedida viola el art. 17 de la Const. na- cional (“de San Agustin”, Fallos, 295:272). 12) Derecnos aoguieioos. El contenido del derecho constitu- cional de propiedad se vincula a menudo con la idea de derechos adquiridos, 0 sea, de derechos (de diversa fuente -ley, decreto, re- solucién, etc. y materia) definitivamente incorporadas al patrimu- nio de una persona (“Villacampa”, Fallos, 312:122). Lo contrario a derecho adguirido es derecho en expectativa. y Ia diferencia concreta entre uno y otro es que mientras el pi ‘mero no puede ser alterado por un nuevo régimen legal, el segun- do si. En palabras de la Cone Suprema, cuando bajo la vigencia de tuna ley un particular ha cumptido todos los actos y obligaciones sustanciales y requisitos formales previstos en ella para ser titular de un derecho, debe tenérselo por adquirido “Amigo”, Fallos, 328:1381), y es inadmisible sv suspensién por una ley posterior sin agraviar el derecho constitucional de propiedad; por ejemplo, si se acogié a un régimen en término, una ley nueva no puede desco- nocerle los derechos de aquél (“Cuaradeghini”, Fatlos, 296:737). Una variante de 1a doctrina gue citamos es la del “efecto libe- ratorio del pago”: el derecho adquirido mediante el pago hecho con sujecién a todo fo que en orden a su forma y a su sustancia impongan las leyes, es inalterable y se funda en la garantia consti- tucional de Ia propiedad, que ampara los acios regularmente con- DERECHOS ECONOMICO SOCIALES 785, cluidos (“SRL Estancia Sangara”, Fallos, 299:379; “Loma Negra SA”, Fallos, 303:1877, etcétera). En cambio, si el particular potencialmente beneficisdo por una ley no ejercité en sv momento el beneficio gue ésta le otorgaba, tuna nueva Jey puede sustraérselo por no existir, en tal caso, “dere- cho definitivamente incorporado al patrimonio” (“Santins", Fallos, 300:61, y “Villacampa”, Failos, 312:122). Es criterio general de la Corte que nadie tiene un derecho ad- quirido al mantenimiento de leyes o reglamentaciones ("Beo. del Chaco”, Fallos, 311:1880), por lo cual el régimen juridito que re- gula determinados hechos puede cambiarse, incluso con efectos Fetroactivos (puesto que el principio de irretroactividad mo tiene je- rarquia constitucional), pero siempre que no medie vulneracién de Jos derechos adquiridos, definitivamente incorporados al patrimo- niio de 1a persona a la que se pretende aplicar la nueva Iey (“Esté- ver", Fallos, 251:78). h) Derecito 4 14 neraracton. La obligacién de indemnizar la lesign inferida a una persona ha tenido andamiaje en el art. 17 de a Const. nacional (“Motor Once”, Fallos, 310:943), aun derivin- dose el dafio de actividad licita del Estado, En “Santa Coloma” (Fallos, 308:1160), la Corte Suprema derivé tat derecho a la repa- racién del valor justicia y del principio alterum non ledere, 0 de no dafar al préjimo (art. 19, Const, nacional). En “P., &. F. c/Fe~ rrocarriles Argentinos”, el alto tribunal afiadié que el principio constitucional de la reparaciGn debe ser integral, baséndose en que todo dato debe ser resarcido (LL, 1995-E-17), Ver, sotre indem- nizaciones laborates, § 1061 § 1028. Proptewarica COWSTTTUCIONAL DE 1A INDRXACION Y DE 1A bestnnexaciow, ~ Aun a falta de ley 0 decreto sobre el tema, la jurisprudencia argentina instrumenté reglas de actualizac’6n mone- ‘aria, basada en los prineipios constitucionales de igualdad (que exi- ge mantener la paridad de trato entre acreedor y deudor: que nadie se beneficie ni perjudique por el proceso inflacionario; “Vieites”, Falls, 306:1664; “Montenegro”, Fallos, 307:753. y “Rey”. ED, 142.279), de justicia (ya que pagar sin ajuste implicaba pagar con moneda depreciada: “Vialco SA", Fallos, 303:1760, y “Argdello”, Fallos, 305:1433) y, en particular, det derecho de propiedad, que 786 ESTATUTO Db Los DERECHOS es el més implicado, y que demanda que el acreedor mantengs in- célume su patrimonio y recibs el dia det pago su valor reat, y no meramente el nominal (“Roberto Yablonka SA", Fallos, 304-792, Acrofaleén SRL", Fallos, 307:1302, y “Cukicrman", Fallos, 307) 1264), Paralelamente, 1a Cone dijo que la indexacion no tornabs rms gravosa la deuda para el obligado a satisfacerla, sino que le vantenia sustancialmente igual traducida a la cifra de dinero per- tinente ("Kundt Cortez”, Fatlos, 307:1178). La ley de convertibilidad 23.928 prohibid, sin embargo. las indexaciones (ans. 7, 8 y 13), sobre cuya constitucionalidad se pronuneié la Corte Suprema en YPF c/Prov. de Corrientes” (Li, 1992-B-216); “Lépez cfLa Patagonia” (LL, 1992-E-48), y “Entidad Binacional Yaciceta" (LL, 1992--167). Para el tribunal, en el caso “YPF c/Prov. de Mendoza”, citado, le inderacién no es un imperative constitucional, sino un producto de la praxis jutisprudencial, y después de las leyes de actualiza idm monetaria, que el Congreso, avtorizado por la Constitucién para fijar el valor de la moneda (art. 75, inc. 11, Const. nacional; ver § 794), bien puede entonces proibir, dentro de una politica de contenci6n inflacionaria, al operar la indexacién como factor de retroalimentacién de Ia inflacién. En este sentido, cabe igualmente distinguir entre créditos res- guardables y no resguardables. Un acreedor que vende un bien suyo, 0 quien presta dinero, puede recurtir a fijar precios diferen- ciales entre venta al contado o venta a plazos, o establecer intere- ses, todo ello en funcién de una inflacién predecible, por ejemplo, segiin los anticipos oficiales. En tal caso, puede protegerse de ta veda indexatoria de la ley 23.928, y, por tanto, no seria Facil para 41 alegar su inconstitucionalidad, al haber medios para cvitar el perjuicio que ella causa, El acreedor de un crédito no resguarda- ble (el trabajador pot su salario 0 cl dafiado en un accidente de trdnsito), en cambio, es inevitablemente vietima de la prohibicién de indexar. § 1029. Pesiricaciox, - Con motive det abandono del régi- men de convertibilidad monetaria, distintas normas (v.gr.. ley de emergencia 25.561 y decr. 412/02), instrumemaron un régimen de devolucién de dep6sitos bancarios pactados en délares, pero en pesos argentings, aunque no al cambio libre de cotizacién, sino DERECHOS ECONOMICO-SOCIALES 787 4 uno Tegalmente previsto de un peso con cuarents centavos por cada délar, con mds un “coeficiente de estabilizacidn de referen- cia” (CER), € intereses, En "Massa", la Corte Suprema, por mayoria, acepts Ia consti- tucionalidad de tal sistema adoptado. dijo, en medio de una crisis econdmica nunca vista, por emtender que el monto final de devolu- cién en pesos, con un interés fijado por ella en el 4% anual, no causaba perjuicio a Jos depositantes, puesto que a la fecha del fallo, esa cantidad, en total, equivalfa basicamente al valor de los délares del caso (SupiLL, 29/1206, p. 45). En verdad, la Corte realiz6 una sentencia interpreiativa (manipulativa) “aditiva” (ver § 609): eligié un tipo de interpretacion de las normas en debate y Je adicioné un interés con lo que, en definitiva, evit6 la declara- cién de inconstitucionalidad, ya que @ 1a fecha de la sentencia n0 habria agravio para cl depositamte (percibiria en pesos algo equivar lente ai valor libre de los délares). Sin embargo, el fallo parece Acgar al mismo depositante derecho a cobrar otros intereses por la pavacién de uso del capitat en délares depositado, durante cerca de cinco aos, con lo que alli sf habria un perjuicio no reparado. § 1030. Limrractones at DERECHO DE PropievaD. - Este, como Jos demés derechos constitucionales, ests condicionando a las “le- yes que reglamenten su ejercicio” (art. 14, Const. nacional), aun- gue ellas “no pueden alterarlo” (art. 28). La directriz general, en este asunto, es que el derecho de pro- Piedad, al igual que los demas que consagra la Constitucién, no es absoluto (“Ercolano e/Lanteri de Renshaw", Falfos, 136:161); su gjercicio debe ajustarse a las leyes que lo reglamentan, las cua- les, siendo razonables, no pueden impugnarse exitosamente con base constitucional (“Bernuchi”, Fallos, 289:200). La limita- (On, para ser viable, debe ser no esencial a ese derecho de pro- piedad (“Villona de Herrero”, Fallos, 26:34). Si es esencial, im- porta un desapoderumienio inconstitucional (“Oxoby de Julien”, Fallos, 253:338). Las reglamentaciones al derecho de propiedad van, de grado menor a mayor, desde: a) las simples restricciones, generalmen- te no indemnizabies (como las prohibiciones de edificat a mayor o menor altura, 0 con cierto estilo): b) las servidumbres, por To co- min indemnizables (atento a ta magnitud del perjuicto que causan 188 ESTATUTO DE LOS DERECHOS al derecho de propiedad). aunque otras veces no (ejemplo de éstas. la servidamibre de camino ribereiio, que obliga a los propietarios limitrofes con rigs 0 canales navegables a dejar una calle 0 cai no piiblico hasta su orilla; art. 2639, Céd. Civil); ¢) la ocupacién tempordnea (ver § 1038), indemnizable 0 no, segiin la causa que Ja motiva: d) la expropiactén, que importa extinguir el derecho de propiedad con motivo de utilidad piblica, siempre indemnizable (ver § 1039); e) la requisicidn, extintiva algunas veces, de la pro- piedad del objeto incautado, y que genera habitualmente indernni- zaci6n (ver § 1050), y f) el decomiso, que aniquila 1a propiedad del titular, ya que importa una sancién, explicads por cazones de seguridad, salud 0 moralidad piblicas, como tegla no indemni- zada. El secuestro de un bien es otra forma de restringir la propiedad, aunque cumple un papel cautelar, ya que su futuro depende de lo que se decida en un proceso, y casi siempre no es indemnizable, aunque de haber sido inmotivado podrén recla- marse los dafios y perjuicios provocados por tal incautacién provi sional, Como caso de reglamentacién constitucionalmente posible det derecho de propiedad. la Corte Suprema ha sefialado. por ejemplo, nnormas razonables de policfa sobre urbanismo y planeamienio adop- tadas por la Municipalidad de 1a Ciudad de Buenos Aires (“Juille- rat", Falios, 308:2626) y. en general, las dispuestas por las provin- cias tendientes a la mejor distribucién de tas ciudades y pueblos (SA Rio Belén”, Fatlos, 277:313). Las posibilidades de limitacién al derecho constitucional de propiedad se actecientan en periodos de crisis y de emergencia, donde més opera la doctrina del estado de necesidad (sobre estos temas, remitimos al § 813 y siguientes). Asi, se ha admitido la constitucionalidad de la reduccién por el Estado de los alquileres yy Ja prérroga de los contratos, “en caso de grave perturbacién eco- némica y social” (“Correa”, Fallos, 208:10, y “Roselli”, Fatlos, 238:488). También ha dicho la Corte que ta limitacién del mont de los alquiteres que debe pagar el Estado, segin la ley 16.739, no resulta inconstitucional en tanto no exista un desapoderamiento de bienes desproporcionado con los valores en juicto o una auténtica confiscatoriedad ("Stefano y Cia.”, Fallos, 285:148). Mas discutido es el caso de la suspensién de la ejecucidn de sentencias de desetojo, reputadas inconstitucionales por la Corte DERECHOS ECONOMICO-SOCIALES 789 por atentar contra la cosa juzgada (“Valle”, Fallos, 252:370; “Lo- renzo", Fallos, 253:253, “Casana”, Fatlos, 296:584, etc.), aunque algunas veces si se admitié su constitucionalidad (“Bueno", Fa- Ulos, 213:239, y “de Sancrica”, Fallos, 215:155). En sus votos Russo”, Failos, 243:467), los jueces Oyhanarte y Aréoz de La- madrid exponen que no son invalidas ni atentan contra la seguri- dad juridica las disposiciones legales que, sin desconocer la sus- tancia de una decisién judicial, se limitan 2 postergar durante un breve lapso el instante en que empezardn a producirse sus efectos, © sea que se reducen a suspender transitoriamente la exigibilidad de una obligacién reconocida o ereada por sentencia con valor de cosa juzgada Sobre las mbltiples hipétesis de prérrogas de contratos (inclu- $0 moratorias hipotecarias, ver “Avico cfDe la Pesa”, Falios, 172:71), establecimiento de precios maximos, paratizacién transitoria de jvicios de reajuste previsionales. y de demandas contra el Estado, puede consultarse el dictamen del procurador general de la Ni cidn ("D*Aste”, Fallos, 269:416), y ha dado lugar a su conva- idaci6n por ta Corte Suprema en “Videla Cuello c/Prov. de La Rioja” (LL, 1991-D-518), con referencia a la doctrina de ta emer- gencia y al art. 50 de la ley 23.696 de suspensién de ejecucién de sentencias pronunciadas contra et Estado, por el término de dos, A partir de fines de 2002, ta impresionante crisis econdmica {que termind con el régimen de convertibitidad de “un peso, un dé. lar", fue acompafiada por medidas de emergencia instrumentadas por ley y decretos de necesidad y urgencia, como ef “corralito” fi- nanciero (por el que no podian retirarse libremente los fondos de- positados en los bancos), y la “pesificacién”, que convirtié los depésitos del sistema financiero originalmente pactados en délares (por varias decenas de miles de millones), en pesos argentinos, pero con una cotizacién muy inferior a ta del délar en el mercado libre. El tema se discutié principalmente en alrededor de 300.000 acciones de amparo. fenémeno.tinico en el mundo. En “Prov. de San Luis” (LL, 2003-B-537), la Corte Suprema dectaré incons- titucional por lesiva al derecho de propiedad tal “pesificacién”, pero en “Bustos” (LL, 2004-F-713), con distinta integracidn, la re” puts constitucional (excepto, al parecer, para los depdsitos inferio- res a 70.000 délares. una cifra diserecionalmente mencionada en 790 ESTATUTO DE LOS DERECHOS tun voto, sobre Ios que habria plena devolucién conforme lo ini ssialmente convenido), fundindose en parte en 1a doctrina de la emergencia, En "Mussa” volvi6 a reputarla constitueional, como ya sealamos ($ 1029) B) PROPIEDAD INTELECTUAL, INDUSTRIAL Y COMERCIAL § 1031, Proriepan avroraL. ~Septin se indie6, el art. 17 de 1a Const. nacional tutela a rado autor 0 inventor (estilo redundan- te, porque el inventor también es autor de su descubrimiento). y lo declara “propietario exclusivo de su obra, invento o descubrimien- to, por el té:mino que le acuerde la fey” ‘La norma consagra aqui, apartandose del proyecto de Alberdi. una especie de propiedad temporaria, E| ergumento dado para Justificar esta decisién es doble: por un lado, se dice que las obras ‘9 inventos no son producto exclusiva de quien los hizo, sino con- secuencia de todo un medio cultural; y por otro, que si se recono- ce un derecho perpetuo a los autores, ia sociedad se podria ver pri vada para siempre de utilizar 1a obra del caso, si aquellos no permitiesen su utilizacién La Corte Suprema ha sefialado que la propiedad autoral “es temporal por su aaturaleza y dimensién, que queda deferida a la Jey", raz6n por la que reput6 no inconstitucional el plazo de cinco alos fijado por el art. 11 del decr. ley 6673/63, para la explotacién de un disefio industrial (“Perel”, Fallos, 288:50). La reforma constitucional de 1994 reforz6 la propiedad auto- ral, al afiadir, en el nuevo an. 75, ine. 19 in fine, competencias al Congreso para dictar leyes que protejan “la libre creacién y circu- lacién de las obras del autor”. En la Argentina es usual distinguir, en la propiedad autoral, 1a imelectuat y la industrial y comercial. § 1032. Ley of reoptepan irecectust. — Bajo este rétulo se comprende la referida a obras cientificas, artisticas, titerarias 0 di dacticas, captadas en la Argentina por fa ley 11.723 y sus modifi catorias (deers, leyes 12,063/57 y 1224/58; leyes 17.753, 23.077. 23.479, 25.870, eteétera), DFKECHOS ECONOMICO-SOCIALIS 791 La ley 11.723 enuneia que et derecho de propiedad de una obra de esa indole comprende para su autor la factltad de disponer 4 ella. publicarla, ejecutarla, representarla, exponerla en publico. engjenarla, waduciela, adaptarta, autorizar su (raduccion y de re- produciria en cualquier forma ‘art. 2°). La Cone Suprema ita puntualizado que cabe distinguic los derechos parrimoniales a tuna obra =que son posibles de ceder~ de la paternidad espiritual de ella. de intrinseca naturateca moral, que siempre se puede reinvindicar y que permite oponerse, en todo momento, a moditi- caciones en su perjuicio (“Gatto”, Fallos, 293:362). Los dere- hos pattimoniales son prescriptibles, como las acciones tendien- tes a reclamar indemnizaciones por la violacién a los derechos sutorates. En cambio, los derechos morales. destinados a ampa- yar aquellos aspectos ms vinculados con la personalidad creado- +2, son de tipo inalienable e impreseriptible “Casiraghi”, Fallos, 312:2257), § 1033. Paortenap ouster ¥ comeRciat. ~ Este subtipo de Propiedad avtoral se distingue del anterior por suponérselo mis vinewlado a la actividad econémico-productiva (Lufaitle), aunque en sf no difiera sustanciaimente de la propiedad intelectuat. En Ja Argentina ha estado regulado por las leyes 111, 22.362 y 22.195, esta ultima aprueba et convenio celebrado en Paris sobre |e propiedad industrial, referido a patentes, marcas y nombres co- merciales. Segén la ley vigente, la titularidad de un invento se acredita con patentes de invencién 0 con certificadas de model de utilidad (art. 28), La ley de referencia provocé un largo conflicwo entre el Con greso y el Poder Ejecutivo, en especial con motivo de! patents. miento de los productos farmacéuticos. Detris de este debate co- lisionan los intereses de laboratorios extranjcros. de patentar sus productos, elaborarlos o cobrar las regalias del caso, y de laborato- sios locales, de operar con mayor libertad, ya que el anterior ré men de ta tey 111 (art, 4°) impedia el patentamiento de las compo- siciones farmacéuticas y. por via jurisprudencial, también de los procedimientos farmacéuticos. El referido precepto habia sido ddeclarado constitucional por la Corte Suprema, en "American Cya- snamid Co.” (Fallos, 278:313) 792 ESTATUTO DE Los DERECHOS C) Covriscactos. REQUISICION POR CUERPOS ARMADOS § 1034. AMPUACION DE La REGLA consrITuCIONAL. ~ Segin el art. 17 de la Const. nacional, “Ia confiscaciGn de bienes queda bo- rrada para siempre del Cédigo Penal argentino”. Interpretada hist6ricamente, esta clausula condena la confisea- cién, entendida como sancién penal, y consistente en el apodera- rmiento (general) de todos los bienes de una persona, en favor del Estado, obviamente sin compensaciéa alguna (Marienhoff), Actual- mente las confiscaciones vedadas son tanto generales como de bi nes particulares: establecidas por ¢! Cédigo Penal como por cual- guier norma (tribularia, previsional, Iaboral, etcétera). Se trata de una interpretacidn murativa por adicion (ver § 44) que ha desarvo- Mado el texto imicial de ta Constitucién. En conereto, Ia confiscacién imterdicta por el art. 17 de la Const. nacional es, aparte de su sentido penal, el desapoderamien- to de bienes sin sentencia fundada en tey 0 por medio de requisi- ciones militares ("Griet Hnos.". Faltes, 137:212; “Perén™, Fallos, 238:76; “Dobronic”, Fatlos, 304:1366, eteétera). § 1035. Srreaciones que xo itpoRtan covriscacidy. ~ La Cor te Suprema ha elaborado un catélogo de medidas que no entran en el concepto constitucional de confiscacién, Ejemplificaremos al- gunas de ellas. a) Restiruciow be mieNes Locesbos wiciramenté. “Peron”, Fa~ Uos, 238-76) b) Bienes exeroriaos. (“Partido Justicialista”, Fallos, 301: 505). ©) Sancionrs rareioniates. (“Moreda y Louge”, Fallos. 192: 418, y “SA Cordoba del Tucumén”, Fatlos, 293:85). No obstante, cabe pensar que si una multa o sancién pecuniaria es irrazonable por su exceso, 0 trato irritamente desigualitario, devendria lo mis- ‘mo inconstitucional (ver doctrina de "Cia. de Electricidad de! Sur Argentino”. Fallos, 246:145, sobre la razonabilidad de ciertas mul- tas, y “Lufthansa”, Falfos, 322:2346) DERECHOS ECONOMICO SOCIALES 793 d) INDEMNIZACIONES LABORALES EN FAVOR DE LOS TRABAIADORES. ‘Tampoco entran en Ia categoria de medidas confiscatorias, aunque una erogacién de esa especie no haya sido prevista en la economia de la empresa (“Orloff”, Fallos, 214:104). ©) Casas socnuss. (*Ceriani", Fallos, 243:251). Sin embar- 20, podria discutirse su confiscatoriedad si aniquilase el patrimo- nio de un comercio ("Dordal”, Fallos, 189:234). 1) Auwenros satanmees. No importan confiscacién, por més ‘que Ja seccién donde trabajen los obreros arroje pérdidas ("Vero~ na”, Fallos, 228:312) 8) Imrvestos, Tampoco son medidas confiscatorias, siempre ‘que mo superen ciertos mérgenes (“Acuiia Hnos.”, Fatlos, 286:166). Nos remitimos al § 761. § 1036, Casos ve conriscacion,~ A su vez, la Corte ha de- {cctado supuestos de confiscacion en las siguientes hipétesis a) Teisuros exceswvos. Se refiere a impuestos, tasas, contri- buciones de mejoras, etc., exorbitantes. Por ejemplo, 1a contribu- ccidn dispuesta por la ley 3900 de Ja provincia de Buenos Aires, ‘que absorbe por completo la valorizacién producida por un pa mento y representa el quintuple de dicho beneficio (*Mordeglia”, Faltos, 200-392); el gravamen tinico de impuesto territorial y tasa municipal que absorbe més de la mitad de la renta producida por tun inmueble (“de Gil", Fallos, 195:270), 0 el impuesto a la heren cia que comprende més del 94% del haber sucesorio ("Soldati” Fallos, 193:463, etc.: ver, ademds, § 761). b) Dismimuciow ceave DE HABERES PaEVisiONLES. AtentO a 12 magnitud de la reduccién (“Laciana”, Fallos, 312:451), 0 cuando la diferencia entre el 82% del sueldo en actividad y Ia jubilacién del caso produce un perjuicio del retirado, que excede lergamente el 20% ("Macstre”, Fatlos, 310:991), ¢) Hooraaios proresionazes. Regulados en desproporcién con et monto del pleito ("YPF”, Fallos, 265:227). Ademds, los obte- nidos durante un determinado régimen legal no pueden reducirse por una ley posterior (*Mayo”, Fatlos, 323:494).. 794 ESTATUTO DE LOS DERECHOS 4) DesaraveRaMienro 0€ BIeNES DE UN PromeTaRio. En casos de urgencia, si la determinacién det momento del pazo de Ia in- deronizacién fijada judicialmente queda librada a Ja decisién dei expropiador ('Nacién Argentina”. Fallos, 241:382) § 1037. Conriscacioy DE 1A PRoriEDAD EvEMIGa. ~ ;Gozan las personas fisicas ¢ ideales nacionales de os paises en guerra con la Argentina, de los mismos derechos de propiedad que los demds habitantes de 1a Nacién? Por otra parte, en “Merck Quimica Argentina c/Gobicrno de la Naci6n” (Falios, 211:162), la Corte tuvo que atender ei proble- ‘ma derivado de ciertos decretos (30.301/44, 3959/45, 7032/45, etc.), que dispusieron la incautacién y venta de bienes pertenecien- tes a empresas aqui asentadas, que fucran representantes, filiales 0 sucursales de firmas o entidades radicadas en Japén y Alemania (a quienes, con anterioridad, ta Argentina habfa declarado la guerra), © paises dominados por estas naciones. Citando precedentes estadounidenses, que autorizaban ta legi timidad de la apropiacién de bienes enemigos situados dentro 0 fuera de los Estados Unidos de América, la Corte coneluyé que el poder de declarar fa guerra inclufa “el derecho de secuestrar y confiscar toda propiedad de un enemigo y disponer libremente de lla a voluntad del captor”, y que “todo derecho 0 garantis indivi ‘ual reconocido (en la Constituci6n argentina) a los extranjeros in- ‘cluidos en Ia categoria de beligerantes activos o pasivos, cede tan- to a la suprema autotidad de la Nacidn como a las estipulaciones concertadas con los paises aliados a la Republica... El estado de guerra presupone necesariamente wn grave ¢ inminente peligro para la Naci6n y nada ni nadie puede invocar un mejor derecho, cuando se est en presencia de 1a independencia, la soberania y la seguridad interna y externa de la Nacion’. Et caso “Merck Argentina” ha significado un himno a la més

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