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910 ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA torcoros (padres, amistades, ete.) al hecho del etiquetamiento condicio- na y matiza su impacto, Capitulo XXI: * Poriiltimo, lascaractertsticas de aquél (perdurabilidad ono perdura- Teorias del conflicto! (VII) bilidad) son otro factor releyante en orden a la posibi id de que el desviado asuma, de nuevo, en el futuro un rol convencional, Tal posibi- lidad, desde luego, existe; pero depende de lo facil o dificil que resulie eliminar de raiz el propio «etiquetamiento». Pues, como han constatado SCHWART y SKOLNICK", e! mero arresto de un indiyiduo (sobre todo de las clases sociales bajas) disminuye ya sus oportunidades laborales, sin que la sociedad se pregunte la causa y el resultado de tal medida, 1, CONFLICTO VERSUS CONSENSO: UN NUEVO ENFO- QUE DE LA «CUESTION CRIMINAL»? La Criminologia positivista cimentaba el orden social en el consenso, atribuyendo a la desviacién un cardeter patolégico y disfuncional. Group Affiations, 1955, The Free Press, Glencoe; COSER, LEWIS, A., The Functions of Social Confliet 1956, Free Press, Glenene: del mismo: Continuities in the Study of Social ConiMict, 1907, New York, Free Press; K. B, BOULDING, Conflict and Defense: A General Theory, 1962, Harper-Row. New Yorks A. OBERSCHALL, Social Conflic. and Social Movements, 1973, Prentice-Hall, Englewood Cliffs, M. DEUTSCH, The Resolution of Conflict, 1973, Yale University Press, New Haven; T. SELLIN, Culture, Conflict and Crime, 1938, Now York, Soci} Science Research Council; DAHRENDOR®, R., Out of Utopia: Toward a Reorientation of Sociological Analysis, en: American Journal of Sociology, 64 (2), pags. 115 a 127 (958): del misma: Class and Class Conflict in Industrial Society, 1059, Stanford, Connecticut, Stanford University Prose; VOLD, G. B., Theoretical Criminology. et, pags. 2824325; At. TURK, Criminality and Legal Order, 1869, Chicago, Rand MeNaily; W, J, CHAMBLISS y RB. 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Two Studies of Legal Stigma, en, BECKER, ror an Deviance, Now York, 1984, The Frew »¥ SILVERMAN, L 1, Crminelogy and Grime, An a1 ANTONIO GARCIA. PABLOS DE MOLINA, Como afirma William J. CHAMBLISS’ e! pensamento positivista se resume en cuatro proposiciones: a) EI orden social se fundamenta en el eonsenso, b) El Derecho representa y tntela los valores bisicos del sistama, ©) BI Estado garantiza en la sociedad pluralista una aplicacién neutral delas leyos anteponiendo los intereses generales de la sociedad alos particulares de los diversos grupas. d) La Criminologia examina las causas del comportamiento criminal que apartan a cierias personas de dicho consenso, Las teorias del conflicto, por el contrario —Ias teorias del conflicto en sentido estricto‘—, parten de la tesis de que no es la integracién normatiya la que garantiza el mantenimiento del sistema y promueve sus cambios necesarios, sino el conflicto, aunque parezca paraddjico”. Consideran que el erimen es una funcién de los conflictos existontes en toda sociedad, sin que par ello tales conflictos deban reputarse hecesariamente nocivos o disfuncionales. Sus postulados basieos sont ‘and Conflict, 1976, New York, Academie Press:. 0. WRIGEIT, The Politios of Punishement, Harper-Row, 1973, New York; 8, 1. HILLS, Crime, Power und ‘Morality: ‘The Criminal Law Provess in the United States, New York, 1971 Chandler; ST. SHAFER, The Political Criminal, New York, 1974, The Free Pri CEA DANCONA, M Angeles, Las orientaciones eritiens en el estudio do la dolincuencia, on: Dolineueneia, Tooriae invostigacidn, cit, page. 19Byss,,CARRI- DO GENOVES, Y,, Relaciones entre Ia sociedad y el sistema legal, en: Psicologia social y sistema ponal, cit, pigs. 45 vas: SCHNEIDER, HL. J, Kriminologie cit pags, 441 y ss, * Vid. VOLD, G. B,, Theoretical Criminology, cit, page, 208 y ax; PITCH, T, Peoria de Ia desviacion soctal, eit, pags. 183 y ss; SIEGEL, L.4., Criminology, eit, nig. 284, Gift, W. J. CHAMBLISS, Functional and Conflict Theories of Crime, ent W. J. CHAMBLISS y M. MANKOFF oditores, Whose Lays, What Order?, 1970, New York, Wiley, pags. 4 y ss. Excluyo, puos, as denominadas teorvas del -conftito cultural, que nb won teoriass del sconfietor en sentido estricto, En el seno de estas ultimes, ineluso, existen importantes diferencias de matiz: unias impliean moras -correecionos- del andlisis fancinnalista; otras, una explicacion distinta dela dinamica del sistema sneial. Vi. PITCH, Teoria de la dosviacién social, eit, psig, 133, ‘si, PITCH, T., Teoria de Ta desviaeion sccial, et, pay. 13%, ‘TRATADO DE CRIMINOLOGIA, 913 a) Blorden social de tina Sociedad plural no descansa en un supuesto eonsenso, sino en el disenso. El conflicto es inherenze a aquélla, porque Jasociedad moderna es entayénica y conflictiva. +b) El.conflicto es funcional, on todo easo, cuando contribye a un carabio social, positive. No expresa una realidad patologica, sino la propia estructura y la diredmica del proceso social. ¢)ElDerecho representa los valores einiereses de las elases dominan- Jes, no los intereses generales de la sociedad. d) La justicia penal integra el mecanismo del conirol social y gestiona ia aplication de las leyes de acuerdo con los intereses de las clases dominantes, e) El comportamiento desviado es una reaccién al desigual ¢ injusto reparto de poder y riqueza en la sociedad’. Logicamonto, cusstionas come la dacisva irfluancia do unos.y olros grupos de poder en la confiquracion de la ley penal y posterior control de su aplcacion, el luncionamianto siecrminaterio y seegado do la Justicia y la eomelacian axistente entre el sistema ceptalista de libre empresa y is lasas de criminalidad, ocupan la atancién prositaria de los teévicas dal conflict’. CONFLICTO CULTURAL, CONFLICTO SOCIAL Y CON. CEPCIONES CONFLICTUALES MARXISTAS Las muy diversas teorias del conflicto pueden clasifiearse en tres grupos: a) Teorfas del conflieto cultural (D. R. TAFT, SELLIN, ete.). Noson teorias del conflieto, en sentido estricto. Atribuyen la crimina- lidad bien a coniradieciones internas de Ia cultura de wna sociedad (desmoronamiento de sus estructuras heredadas, crisis de valores oficiales, doble moral, calidad de ejemplos de conducta espeeificus, ete.); fr, SIBGEL, L.+., Criminology cit, piig.284. Contraponiendo el modelo veonsen~ sul yal paradigma de veonflietos, desde un punto de vista «epistemolagico» y “puliticu»: GARRIDO GENOVES, ¥,, Relaciones entre la sociedad y el sistema penal, Gi, pips, dB y sx Vid, SIEGEL, L. J., Criminology, cit, pi, 204 o14 ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA esto es, al caméio social, como mantiene TAFT"; bien a conflictosientre los diferentes grupos culiurales de una sociedad, segin la version de SELLIN", més préxima a las teorias que se analizan en este capitulo, b) Teorias del conflicta sneial. Mantienen que el crimen es producto de los conflictos histéricas existentes en toda sociedad, ¢) Teorias del conflicto de corte marxista Entroncan con el pensamientomarxista ortodoxo (MARX, ENGELS), polarizando el andilisis del conflieto criminégeno en las estructuras de la sociedad capitalista, A este enfoque pertenecen la Criminologia «eriti- eas, Ia llamada Criminologia sradicals y la Criminologia (neo)marsista © «nueva» Criminologia’, Se analizarsin, por tanto, sélo las teorias del eonflicto «social» y las interpretaciones conflictuales marxistas y noomarxistas, excluyendo las Namadas taorias del «conflicts cultural ‘APT, D.R., Criminelogy, 1956, New York, pigs. 116 y ss, y 341 y's ‘V.SELLIN. Culture Conlliel and Crime, en’ Social Seierice Research Council, 1998, Now York, pigs. 2.9 34 ‘Se adopta, a efectos expositivas, la clasificaciin propnesta por SIGEL, (1, Criminology, it, pig 204 De estas ultimas, baste con una sueinta referencia al pensamiento de TART y SELLIN, ‘TAFT deduce la eriminatidad de la cultura de una sociedad. Seria producto, a st juicio, dol cambio social, guardando wna relacién estrecha con contradicciones internas dela cultura misma: descomposivion derelaciones tradicionales.caracter sdudogo de estracturas horedadas, crisis do los valores oficiales, calidad insatisfac: {orta de los efemplos de conduets 0 modelos, ete. Para el auior ios eleveados inchces ido criminalided de la sociedad norteamericana eneontrarian explicacion en el ‘desmoronamiento ds las estructuras tradicionales, en la dable moral y en la alta compotitividad propies de dicha sociedad (Criminology, cit. pigs, 41 y 6) SELLIN atribuye ia dolineuencia no-ya a eontlitos »globiales»con la totalidad de la cultara de una sociedad, sino a eonflietos parciales ontro los diversox grupos coultarales (Culture Conflict and Crime ct, pigs.29 yss,):eonficias o contradiecio nes entre las normas de condusta de éstos. Los eonflietos eurgen, segrin SELLIN, en le medida en que una sociedad deviene compleja, porque entances una misma situacién puede sercbjelode regulaciones distintas, totale purcialmenteccntradic- {orias, segun las normas de conducta ée los diversas grupos 0 subgrupos que la interan, con los que el individiuo se identifies. Los eonflietes, paral autor, son de dos clases: . Y cuanda autoridades € indlviduus acidan con balos nivees de A. TURK, Criminality and Legal Order, ct, péus. 38 y 8 ‘A, TURK, Criminality and Legal Order, et, péyys, 55 y as. Fi eoncepta de-sofisticacin» es utilizado por TURK comosindrimo desconocimien- to de modelos pautes en el comperiamiento de los obros que es utilizado con pretensiones de manipulariose. Cfr. VOLD, G. B., ‘Theoretical Criminology, cit, pig. 206. A TURK. Criminality and Legal Order, cit, pags.58.a 61, Por eleontrario, el riesgo ‘de conilicto seré inferior autoridadoe eindiyiduos con muy ssofisticados~, 78 que Jas primeras busearian estrategias mas sutiles que la coercidn para conseguir sus fines y la individuos sabrian accedor a sua cbjetivos sin proeipitar un contficto con ol poiler del Kstade, ° A TURK, Criminality and Leyal Order, eit, pags. 85 x 67. Si Policia y Tribunales coineiden en la noeividad de la conducta, ef indice de arzestos sera muy elevado y ‘muy severas las eontanciaa, Si Ia Policia oneuentea ofensiva ia condueta probibids, pero no los Tribunales, la tase de dotenciones sera alts, y benignas lax sentencias los erveatas nevojarian indices bajox y los fallos condena Si sucvdiors alla invers torius penas muy severe % A. TURK, Criminality and Legal Order, eit., pag. 70, Fl aealismos do un conflicts Significarsa para las autoridades— 1a pesibilidad de mantener la relacida de poder invirtiendo escazos recurso en In aplicaeiéndelasleyes, y, desde ol puniode 934 ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA Por alle o andlisis -confictual» do TURK aplicado al delto se-aparta de las premisas 02 ia «ieov/a de /a desvisoon yasume e| enioque dal febaing anoroach (toorias do ta criminalizacién). Con dos consocuencias fundamenteles: que ‘prodiemanzae propio concepta de «conducia desviada» —insitumento, asi jucio, do quionoc dotantan ol pador an ol marco centctuel para cririnalzar @ quieres ‘carecen del misma*—; y que estableceuna esirecharolacicn entre tres faciores que desvinculabs la Criminologia clasica: posicibn do las partes an el conlicto, tipo de conducia Gscriminada y sancion efeciva que aplica fa autoridad legitima’?, En efecto, segtin TURK, hacerse criminal es distinto que llevar a cabo unacondueta delictiva. Una persona es valorada favorable o desfavo- rablemente—no por su comportamiento, sino por eoneretas reacciones de los demas que le «perciben» como sinfractor» 0 no infractor, Kin consecuencia, lo devisivo no es la condueta misma y sus cualidades, 10 los procesos sociales de valoracién y asignacidn de status que tienen lugar en un contaxto de conflicto: provesos que si cuentan con el refrendo de las autoridades priblieas constituyen Ia «criminalizaciérm y, cuando carecen de tal respaldo oficial, la «estigmatizacion». La etiqueta «oficial» de la conducta, en todo caso, marca el origen de su cardcter delietivo, del «status criminal». Criminalizacién equivale, por tanto, avatribucién de status», lo que desde un andlisis conflictual significa que la conducta, delictiva no se examina ya en si misma como fenémeno objeto de explicacion, sino que se convierte en una de las diversas variables existenteso vi idad de lacriminalizacion”, Se hace culadasala probab especial hincapié —afirma TURK— no en la conducta criminal de individuos sospechosos, arrestados y detenidos, sino en el proceso conflietmal que define como criminales a unos contendientes adscribién- doles el correspondiente status slevado nivel de shstraceién y el fundamento no marxista del m Finalmente, es oportuno recordar dos notas del modelo de TURK, comunes a to te 2 tooriar dol eonflicto -coeial» aqui examinada, 0. La obta de TURK reflela un pensarniento profundamente abstracto, weorbtico; y Sus proposiciones sabre al «cambio socials bordean la utapiz® cuando el autor vista colos infractores, unciesto compromiso eon las autoridac 1s para que forzando al mvizimo la leyalicaud y, sin renuneiar a aplicarla, no lleguen & hacerlo, Vid. PITCH, T., Teoria de la desviacion social, eit, pix. 143, Vid, PITCH, 1, Teorfa de la desviaeion social, et, pa. 143, TURK A., Conflict and Criminality, eit. pag 41 TURK A., Confit and Criminality, eit, pax. 243. En estesentido, SIEGEL, L. ., Criminology, cit, pai. 244 ARATADO DE CRININOLOGIA 935 rmanitiesia; por ejemplo, que determinados protiernas det incividuo sequiran siendo ltregolubles en tanto no so destruyan las estructuras sociales y culturales del momento”, Por otro lado, TURK discrepa ostansiblemente de las tosis marsistas. No habla de wclasesy. nf de «clase dominanien, sino de «partes» (aartes) de la sociedad: as savtoridades» y los windividuos», cada una de elas con sus respectivos valores & Interesas y cuyo elective reconacimiento por las leyes deperdera del graclo de ipoder plilica» que unas y oifos posean. Acamas, se opone a una drastica eotomla del cuerpo sodal que diviiria éste en dos: las elles dominantes, ‘monopolizadoras del pader politico, y las masas, privadas por completo de éste ‘Segin TURK, e! poder no se distribuye socialmente de una manera tan nitida y simplista, ni las layes reflajan c6lo los intereses cela elite dominante, ri ésta se ve libre por completo de! riesgo de la criminalizacén™, Por ello, desde un enfoque marxisia riguroso, se ha reprochado @ TURK que su aniilisi discurra en un contexto politico abstracto, y que desvinenle las «celaciones de poder» de las relaviones eeondmicas y sociales de «clases, Lag teorfas del conflicto expuestas —no marxistas— han sido objeto de numerosas criticas. ‘Se las rearacha, en primer lugar, que no saan capaces do oxplicar satisfastoria: menielaqénesis o causacion el comporiamiento criminal. Pues, en efecto, sfuere ‘Gotta, come pretenden, qua al doitecurgo de un cortlicio de poder: de un conficto pire quienes datentan el poder y quianes carecen del mismo, lo !9gica seria que ‘tos tltimas drigiosen ol comportamianto criminalhacia ycortralos poderosos. Lo ‘que realmente no sucede. Y aicha contradiccion no puede cbviarse ni elucirse con ln supueste desplazamienta del corflicio, como insiniian algunos teéricos. Las tecrlas del cortioto de poder tampoco aciaran convincentemente le. desiqual dsirisuedn de la eriminaldad entra les diuarsos grupos sociales. Parten ce la premisa de que los grupos poderosos criminalzan a los que carecen de poder: Io que, de ser clerta, dabiera raduerse nacesariamarte en una elevadisimasobrecar. {gage criminalzacion de clettos grupos (nines, jovenes,museres,lercea edad, etc), fue carecen de poder an nuestra actual sociedad, Las estadisticas oficiales, sin ‘embargo, demuastran todalo contraric. Se cbjeia, también, alessteostas del conticto la oxtcema simplificacién con que oparan alicentilicar «poder» con «poder pelitioa» © «economia», Cesconociende que existen otras muchas tases de pode’ (moral, Ciontitice, aie, ee). ¥ qua se limiten a cifsranciar sélo dos grupos de individuos: esque tienen tedo el poder yes que no tienen ningun, cuando realmente noexiste fen Ia actual saciedad tan crdstica alternativa; ni hay individuos taltos por campleto Ge pacer, nidsta es una situacén generalizade, porque la dindmica social fuerza a losdiverses grupes a un continuo procesode transacciény compremisos. Finalmen- ‘TURK, A., Criminality and Legal Order, eit. pag. 58. TURK, A. Criminality and Lagal Order, eit, pag. 88 fy, PITCH, T., Teoria de ls desvinein social, ci, pags. 145 y 146, 936 ANTONIO GARCIA-PABLOSDB MOLINA, 'e,€l propioparagigma de contlico, esto es:la supuesta inoxistenca, an la sociedad plural de nuestro tiempo, den tacito consenso enire todos sus companentos sebre las principales defnicines y princpos axiologicos de! orden soci, parece muy dehiitado despuesde algunas nvastigaconesampiicas (GRAEME NEWMAN, CH, WW. THOMAS, f.J. CAGE, 3, C, FOSTER etc.) De elas se desprendemas bien todo lo contrario: el ciudadano es mas o menos conscierte de lo mal que funciona ol sistema, dela selectividad y dscriminatoriedad de! contal saclaly de sus operado- e3. Paro, no odstante, sobre las definiiones oficiales (Iegales) de lo deictivo © no dalictivo, si existe un lamatvo consenso a pesar de lay nclorias dilerencias exstentes entre los diversos grupos sociales, tanto en el aspacto politica como en el econémico, cultural, eteétera'™ d) Algunas investigaciones empiricas de orientacién conflictual». A diferencia de las investigaciones dirigides a Ia evaluacion del modelo sconsensual>, las ahora resefadas ponen menos énfasis en la validez de las hipétesis de una u otra teoria del eonflicto y, en su lugar, pretenden demostrar tan sdlo que los »prineipios» basicos del modelo de conflieto euentan con el refrendo empirico. Tres de ellos son objeto de un interés prioritario: las tasas de criminalidad relativas de las clases bajas, el comportamiento discriminatorio de la justicia penal y la evolucién histérica del Derecho Penal como exponente de los intereses de las «clases dominantess""! Sus resultados no pueden estimarse concluyentes ni definitivos' Algunas de ellas, desde luego, parecen demostrar que las clases privilegiadas cometen tantos actos delictivos camo la fower class. Sin embargo —y en todo caso—, earece de verificacién empirica ln hipotesis de que las elevadas tasas relativas de criminalidad de las clases bajas respunda previsaienteal compurtatnienty sesgudo, diseriminatorio, de la Administracién de Justicia’, Pues no fallan criminblogos que est Cf, SCHNEIDER, H.-L, Kriminologie, cit, pigs. 8 y-ss © Asi, SIEGEL, L. J., Criminology, cit, pig, 244 = Una amplia informacién sobre ls investigaciones empirieaselirigidas a-verifiearla hipstesis del vonflicto,en ol particular aspects del spluralism asioligicos (inexis tencia de un tinico eddige de valores eompartida por todo el everpio social), er GARRIDO GENOVES, V., Relaciones entre la sociedad y el sistema penal, cit, pags, 48 v ss Vid. M. HINDELANG, Race and Involvement in Common Law Personal Crimes, en: American Sociological Review 43 (1978), pigs. LOY a 125, Cf. SIKGEL, 1.1. Criminology, cit, pig. 244, TRATADO DE CRIMINOLOGIA 937 man ¢iertamente superiores los indices de delincuencia de aquéllas, si bien atribuyen este dato real a la necesidad de sobrevivir de los deprimides, a motivaciones ogoistas do diversa indole" o al hecho de que tales clases sociales profesen unos valores uostenten unosintereses radicalmente enfrentados a los convencionales de las clases medias, Existen investigaciones que parecen demostrar la actuacion discriminatoria del sistema penal, pero otras arrojan el resultado éontrario: que la Administracién de Justicia noes parcial exclusivamen- te con los pobres y grupos minoritarios"™®, D.JACOBS 0. BRITT examinaron, por ejemplo, larelacionique pudiora exist ‘entre eluse de la fuerza por a Policia con resultado mortal, el porcantaje de grupos minoritarios en una poblacion y otres varables como el numero de delios violenios, rea geogralica, etc. A juicio de los autores, los datos cbienidos avalan la teoria confictual» si bien sélo parciaimente,esto es, la asas de hiomicidos causados por aautoridad demostraria una discriminacién econdmica pero na una disersrinacion racial A LIZOTTE™’ trato oe venticar iquaimante el modelo antagdnicas, una de las cuales subyuga y domina a In otra sirviéndose del Derecho y de la justicia penal. KI eonflici, inhverente 2 la sociedad capitalists, por dltime, es un eonfliclo de clases enrasizado con los moos de nrnduceidn de aquellay in infraestructurs econémicn (Cir. VOLD, G. By, Theoretical Criminology, cit, pys. SLB y ss.) 1 Via, SIEGED, [1 Criminelogy ct. pags 246y 247, Vénse CRA D’ANCONA, MP An: iseles, Las orientaciones eriticas en el estudio de la delineueneia, cit. pigs 108 y 8% 40 G.RUSCH yO. KIRCHEIMER, Punishmentand Social Structure, New York, 1939. Columbia University Press. LS Sobre el pensamiento de W. BONGER, vid. A. TURK, introduesion y notas « (Criminality and Beonomie Conditions», Bloomington: Indiana University Press, 840 ANTONIO GARCIA-PABLOSTE MOLINA marxista, segiin se expondré, 1a causa primordial del ctimen reside en Ja naturaleza competitiva de la sociedad capitalista. Los individuos de las clases oprimidas cometerian el delito por frustracién, resentimiento onecesidad. La riqueza fomenta el crimen porque éste es un instrumen: to de la lucha social que afianza y perpetia las respectivas posiciones de las clases enirentadas en dicho conflicto. El Derechoy la Justicia operan como mecanismos de control de las clases oprimidas al servicio de quienes detentan la riqueza y el poder. Sélo una sociedad basada en los postulados socialistas seria capaz de dar respueste y solucidn al proble- ma del crimen Las teorias radicales, en sentido estricto, difieren de las teorias del conflicto antes anslizadas (no marxistes), y de las interaccionistas (labeling approach). Para las primeras, la propiedad privada de los medins de produceién o 1a lucha de clases apenas si intervienen en Ia explicacién del conflieto de poder que genera la criminalidad, esto es: en la criminalizaciGn de los que carecen de poder, efectuada por quienes lo detentan, fenémeno valido tanto para la sociedad capitalista como para ln cocialista. Las toorias del labeling, por el contrario, acentian la relevancia del proceso de interaceién entre infraetor y portadores del control social, destacando el valor simbslico que tienen ciertas definicio- nes sociales (etiquetamiento, estereotipos), asi come la actuaciGn selec: tiva de las instancias criminalizadoras, Las teorias radiicales, a diferen cia de las anteriores, apelan al conflicto de clase en la sociedad eapita- lista, a la estructura clasista de ésta y de sn sistema legal camo mecanismosde los que se sitve la clase dominante para oprimirala clase trabajadora en el sistema capitalista. Aunque muchos de los represen- tantes de esta orientacién del con‘licto gusten en autopresentarse y dofinirse como «marxistas», no son pocos los eriminélogos sovidticos que niegan a los mismos tal calificativo. La etiqueta de «radicales» refleja adecuadamente la extremosidad de sus tesis, la ausencia de todo compromiso 0 transaccién en sus planteamientos, el abierto rechazo de la Criminologta conservadora tradicional y el de las reformas liberal introducidas on cl sistoma, y una actitud que se earactoriza por ol retorno a las «raicos» en el momento de ofrecer alternativas al pensa- 1969. (ff, SIEGEL. 1... Criminology, eit, pigs, 247 y ss También, desde luego, debe eitarse ly obra de MELOSSI, D, y PAVARONI, M. Creel y fabrica. Los borigenes del sistema penitenciarin (Siglos XVEXIX), México, Sigla XX (2 ei), 1955. ‘TRATADO DE CRIMINOLOGIA 941 Postulados del modelo radical serian''’ a’) El eonflicto fundamental se produce, en Ia sociedad capitalist entre la eLase dominanie y la clase trabajadora. La eriminalidad es un «bien negativo» que limita los derechos, chances y recursos de los que una sociedad dispone. Mediante la criminalizacién —que descansa en la propiedad y en la ostruetura de poder de una sociedad— se mantiene la estructura clasista de ésta y el sometimienta de las clases trabajadoras por las clases dominantes que ostentan I propiedad de los medios de produceion y el control de tales medios. I poderio econémico la permite utilizar el Estado como instrumento de dominacisn criminalizando en el marco de la lucha de clases cuniguier comportamionto contrario a eus intereses. La clase dominante impone su ideologia de modo que el sistema de valores oficiales sojuzga a la clase trabajadora y se pone all servicio de aquélla b}) La criminalidad proviene de las contradieciones del sistoma capitalists. Por ello, las estracturas de poder, clasista, de aquel se hacen sentir en las definiviones de delita y en los procesas de eriminalizacion. Los delitos de los poderosos no se criminalizan, porque los capitalistas tienen la fuerza suficiente para impedirlo. Se habla, por ejemplo, de delitos -econémicos», delitos del -gobiernony delitosde lasinstancias del control» como mucsiras de tal privilegio, A los delitos eeonémicos pertenecen, entre otros, los de contaminaeiin ambiental, evasion de impuestos, fraude a los consumidores, ete, Delitos de gobierno serian la vorrupeion (sobvrno, cohecho, etc), el abuso de poder politico, ete, Delitos de las instancias del control: los delitos de la justieia penal, del sistema legal, de Ia Policia, de los érganos de la ejecucién penal, ete. A estos hechos eriminales habria que afadir otros muchos, ausentes de los codigos y textos legales, pero aue suponen conductas socialmente dano- sas en perjuicio de los derechos fundamentales del hombre tutelados por ls Constitucién, como el racismo, imperialismo, colonialisme y otras formas de sometimiento y explataciin, los atentados contrac! derechode todos a una vivienda deeorosa, aun sustento adecuado, a la dignidad humana yala autodeterminaci6n, ete. Bstos hechos criminales gozan de un trato de favor por ser los cometidos por las clases dominantes, a diferencia de los delitos convencionales contra las personas, que proce- den del envilecimiento delas condiciones de vida del sistema capitalista, he Cf. SCHNEIDER, H. 4], Kriminolagie, cit, pigs. 40 y ss 942 ANTONIO GARCIA‘PABLOS DE MOLINA, los delitos de apoderamiento, propios del slumpen-proletariado», y los delitos de oposieién o enfrentamiento (vg., el sabotaje industrial) come- tidos por la clase trabajadora contra la explotacién capitalista, todos ellos castigados con mayor severidad. ¢) La Criminologia tradicional ha sido una ciencia legitimadora y conservadora del statt quo porque en lugar de censurar y desmitificar Jas relaciones de dominacién, no ha hecho sino justificarlas. Las refor- ‘mas «liberalizadoras» en puridad no tratan de cambiar sustancialmente jas estruciuras capitalistas, sino de asegurarlas, refrzando el control y sometimiento de Ia clase trabajadora. @) El ordenamiento juridico dindmicamente considerado, esto es, el proceso de creacién de leyes y el de aplicacion de éstas a la realidad, es un artificio de la clase capitalista dominante para asegurar sus intere- 5e8, un instrumento para sometery explotar alos pobres y a lasminorias reforzando y perpetuando las estructuras de poder. El Derecho Penal es el medio mas representativo de dicha dominaeién. La justicia penal no se halla organizada para huchar contra la criminalidad, sino para administrarla, Y, de hecho, ésta —Ia criminalidad—no deja de ser un mero producto de la aplicacién de las leyes: de un proceso de aplicacién de lag leyes que apunta siempre hacia las elases somotidas. ’) Las instancias del control social (Policia, juez, fiseal, funcionarios de la ejecucién penal, ete.), son instituciones que reelutan la poblacién desviada, «administradores de la criminalidad». Siempre al servicio de los poderosos, realizan el «trabajo sucio» Hevando a cabo el cometido de seleccionar aquella de las filas de las clases trabajadoras que constitu- yen su cantera natural, La actuacion del control social es muy selectiva, por tanto, clasista, lo que repercute en perjuieio de ciertas minorias econémicas, raciales, politicas, culturales, etc. Bl juva nv es weulral dosdo un punto de vista valorativo:a llamada al Derecho Natural y a la Justicia suele ser una coartada para ocultar su compromise y sumision. a los intereses de las clases dominantes. f) Puesto que la raiz o causa tiltima de la criminalidad reside en un conflictode clases, la meta no puede ser otra que terminar conel sistema capitalists mismo. El Estado y el ordenamiento juridico serén inaecesa- ios en una sociedad socialista genuina varacterizada por la igualdad, la democracia y la descentralizacion de los mecanismas de control. Las comunidades pequenas pueden regular y resolver ellas mismas sus conflictos con la zyuda de tribunales de vecinos. 1!) Algunas formulaciones teérie s merecen especial eonsideracién: ‘TRATADO DE CRIMINOLOGIA, 943 a», Para el enfoque marxista, como apunta G. SYKES'", 6! Derecho Penal y ta Justicia penal son un inatrumonto de control de fas clases sociales desheredadas al serviciode las clases sociales quedetentanial poder y la iqueza. Atravésde ambos, imponen éatas us corcepcionas morales y estandares: protegen sui propiedad y su segurdad frente al proletariaco y salvaquardan el statu quo mediante las definici nes de delilo. La tondancia a la ererinaldad de la /ower class, segin SYKES, so texpica bien porcue el Derecho es una imposicién que no sintonize con las normes do cullurada deta, bion porla frustracion yhostiicad que expenmentan tos miembros de la ower o/asshaciaun orden social injusto que les niega inclusola posibilidad de partcipar an al mismo. be. Heiman y Julia SCHWENDINGER, dos canocides teérices del andilsis ‘marxisia contempordneo, sintetizan asi su concepto del conticte sosial.del Derecho yy del delito™ la secledad narteamericana descarsa en una infraesttuctura econd ‘mica que respande al modelo capitalsia de modos de produccon. El sistema leaal segura la posicin de los propielarics (hurguesta) a exponsas de los trabajadores Iprcletarios). No ya la familia y st sisiema aducativo sino el propio Derecho Penal comin» persiguela utela del capitalism, repreduciendo y perpetuende el sistema de clases. Debido al antagonism inherente al sistema capitalista, el Derecho no puede servira la raalizacién de la Justicia. Antoe bien, rfuorza lae rolacionos ce domination, vigoriza los medelos y pautas de conducta egoistas e indivdualstas y apuntala, en eeliritiva, un sistema do clacos inusto bacado on la anarquia, la opresion y el crimen. >. En unsertide semejantose pronuncia S. SPITZER"™, para quicn ol Derecho —2n unsisiema capttalista—detine coma desviadoo como criminal a oda persona que atenta 0 auestione los pilares de aqusl: por ejemplo, las modos (capitalistas| de apropiarse del producto del rrabajo del herbie, fas cordciones sociaes de sistema de produecén, los modolos do distibucién y consumo, ol proceso da socializacidn relerido a roles productivos 0 no productives y la propia ideologla que alimenta ala seciodad capitalcia. Para SPITZER, la Sociedad caplaista se entrenia de muy diversos modos al problema de la desviaci6n, Unas vecas, «narmalizanda» elpropio comportamiienton elictivo |vg., legallzacion det atorto). Otras, a vavés de ciertos mecarismos de sconversi6n» de los desviados, quienes de este modo pasan a formar parte del sistama (asi, e! reclutamienio de un jefe de bandas criminals para irebajara favor de javenes daincuentes). Finalmente, mediante la «contanciin» o sepregacion de Uvsvialus wu dives youy'Aficas aisladas, lo que permite el central de loo mimes (vg. eteecién de ght). En todo caso, segiin SPITZER, la sociedad capitalsta _spoya activamente determinadas erpresas ctiminales —el crimen organized, por G. SYKES, The Riso of Critien! Criminology, en: Journal of Criminal Law and Griminology 65 1974), pugs. 211 y H.yJ. SCHWENDINGRR, Dolingueney and! en: uvenile Justice, od, Lamar Empey, 1979, Charlottesrilles Un Virginia Prose, pags. 246 » 290. Cfr. SINGHL, I. J., Criminology, ci, pags, 250. Sf. SPITZER, Toward # Marxian Theory of Deviance, en: Social Problems, 22 11975), piginas 688 a 651, Cfr, SIFGEL, L. J., Criminology, cit. pigs 260. cial Reform: A Radical Perspective, versity of Sy oa ANTONIO GARCIA-PABLOSDE MOLINA ‘TRATADO DE CRIMINOLOGIA. 945, elemplo—, de tal suerte que éste suministia asi tos medios nesesatios a una serie 1de grupos que, de otra forma, serian una carga insoportable para o| Estado. dy, Especial tare tiene el pensamieniode A QUINNEY, cue evolucioné de in ‘enfeque confictval aun andlsis marxistariguroco™. Sogiin QUINNEY, el objeto de la Criminologla es poner de manifesto la uncién real del Derecho en la sociedad caplalista, asto as, la salvaguarda da claso dominante. ‘A su juict, la sociedad norteamericana se basa en un sistema eoonemica caplialista avanzado. £1 Estado s» estructura on ella para servir.a les intoresos de la clase dominant: la clase capitalist. La loy penal es un Insitumento dal Estagoy de la clase comnante para conservar y perpetuar el oden sacial y aconémico existente, El control del criman en la sociedad capitalist se leva a cabo a raves ce luna serie de instituciones establocidas y admiristradas por una elte gubornamontal ue representa los intereses ce clase dominante can el objeto de preserver dieto orien wdaméstion». Las contradicciones internas del sistama capitalsta avanzado eigen que la fore class petmanezca subyugeda a todacosta mediante la violencia y cosrcion de cisterna legal. Por ello, séla una nueva sosiecad asada on ol ideario socialsta patria hallar solucién al problema del crimen, e», Elimpacto necesariamante crimindgeno del sistema capitalista se denuncia, también, por 8. KRISBERG”"en su obra «Crime and Privilege», quien considera el delita «funcion de los priviagios» que existen en la sociedad capitalista. El crimen, segin KFISBERG, es «creado» porlos poderesos para asegurarlas estrucluras de sdominacion, yaque permite desviarta atencior ce ia violencia injusticia social que ejercen aquéiios sobre las masas mantoniendo a ésias sojuzgedas y opvimidas, La sociedad cepralista descansa sobre ol privilegic Ge clertas clases Socales, enton- dliondo por priviogio lapososién da cieros biores quo son positivamenicestimades Por ungrupo sooial paricular en un momento nistanco:per0, tambien, determinades ‘derechos —a la vida, lbortad, folcidad, otc. — o raegos y cvalidaces del individu (inteigencia, sensioildad, humandad...) Para KRISBERG, la uarza, otto 68, ol uso elective dela vilenola y la coercién ¢s.facor decisvo av el mento de datermnar qu grupo seta puede deriry ‘consorvar fs privlagios. ios axiolégicos y las hases del sistema mismo, esto es, acepta la fiecion de-un Derecho «neutral» que protege supuestos intereses generates. ¥ supone que tal Derecho se administra y aplica imparcialmente, sin jones sustanciales, orientado a la realizacién de la justicia. sin elandilisis marxistacomentado—el criminologo legitima explicita otacitamente un sistema social injusto y criminégeno, haciéndose cémplice del mismo y contribuyendo a la represién de las clases oprimidas'”, Al examinar al «desviado», da por buenas las definiciones oficiales y al funcionamiento selectivo del control social, admitienda como objeto incuestionable de su investigacion el subpreducto final contingente que aquél suministra. Su experiencia y conocimientos profesionales aportaran ttn valioso sustrato empirico al sistema que potencian su efectividad’™. Por ello, autores como PLAT reclaman una nueva Criminologia seriticay del sictema, eapaz de autodefinir su objeto y metas con indepen- dencia de las definiciones legales. 2) El métedo «his Loscrimindlogos marxista: irjeos-analitieo» de las investigaciones marxistas inven muyraras veces delos estandares y métodos de las ciencias sociales porque consideran inbumanas todas las técnicas de medicién de la Criminologia liberal-positivista. Recha- zan, también, las investigaciones puramente empirieas, utilizandoen su lugar un método de investigacin histsrico y analitico. Dicho metodo permite un analisis del fenomeno criminal «macrosociolégico» (vg.,como afecta el proceso de acumulacién de riqueza a las tasas de eriminalidad) 0 emicrosociolégico~ (ineidencia de las interacciones eriminales en los individuos que viven on la sociedad eapitalista). En todo caso, cl ansilisis 2}) Finalmente, el pensamiento marxista ha denunciado la funcion legitimadora de la Criminologia

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