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pronto se dan vuelta y se tornan signos del rastro que permite regresar del
lugar de la rapia hasta el hogar, hasta su fuego, hasta la coccin de las
presas muertas y destrozadas, hasta la posibilidad del relato no solamente de la
caza sino tambin de la supervivencia junto a los suyos, sentados en crculo
alrededor de las llamas que asan a las presas muertas.
El movimiento de volver atrs se dice en griego meta-fora.
El movimiento de desandar el camino se dice en chino tao.
Los antiguos griegos de Turqua (como los antiguos chinos del taosmo)
pensaban el pensamiento como un ir y volver: noein y neomai. Pensaban el
pensamiento como un ir que no olvida el camino por el que va. Un ir que va
pero ya volviendo, tal es el camino, la senda, la va que constituye el fondo del
pensamiento. Chuang-ts escribe: tal es el tao. Herclito escribe, ms
sabiamente, en la misma poca: es una enantiodroma (una carrera que vuelve
sobre sus pasos). Por tal motivo, los primeros pensadores de Grecia, mucho
antes de que se constituyera la filosofa, desearon fundar el trmino noos
(pensamiento) en la palabra nostos (regreso). Pensar era errar por cualquier
parte acordndose sin embargo de poder regresar vivo entre los suyos a la
salida de la prueba mortal. Hay una aoranza (en latn un regressus) hasta en
la audacia de pensar. Hay un camino que no se olvida en aquello que piensa.
Es lo que significa la palabra griega mtodo (meta-hodos): el camino inverso
(la va recapitulativa) donde precisamente el trans-porte (la meta-fora) se hace
al revs. Hay algo perdido que se ama sin terminar en el movimiento
nostlgico de pensar. Son capaces los humanos de pensar sin retorno? No. Se
entiende por qu Rachord piensa en primer lugar, antes de tomar la decisin de
transformar su cuerpo, antes de hundirlo en una nueva agua originaria: A
dnde fueron mis muertos? Lo invade una aoranza y huye del agua eterna
para encontrarlos, luego de tres das, all donde est la mayora: en la
oscuridad del otro mundo donde se amontonan, debajo de la tierra, todos los
muertos que se descomponen.
De tal modo, el verso 326 del canto XVII de la Odisea de Homero
describe el extrao thanatos (la voluptuosidad, la deflacin, la depresin, la
muerte) del perro de caza en el momento que sigue inmediatamente a
su noesis (su olfato, su pensamiento). Las sombras de la muerte cubrieron los
ojos de Argos inmediatamente despus de que percibieran a Ulises, al que
esperaban ver despus de veinte aos.