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ends a Shh: AISTHESIS N° 34, 2001 TEORIA HOMO AESTHETICUS Genaro Arias Universidad de Santiago de Chile Desde hace ye vatios afos el Prof. Fidel Septilveda ha venido trabajando una reflexidn estética en torno a la cultura tradicional. El apunte que {equi se presenta se propone como un ejercicio de lectura de la obra dal Prof. Sepulveda, a objeto de explicitar las bases tedricas y las lineas centrales de este ejercicio reflexivo, en que se nos invita a un trabajo de recuperacién del sentido de la existencia; del Arte de Vivit. Since many years, Prof. Fidel Septlveda has been working on an aes thetic refiection around the traditional culture, The text presented here {s intended to be a reading exercise of Prof, Sepilveda’s work, with the sim of specifying the theoratical bases and central lines of this reflective exercise, which invites us to do a reteieving work of the sense of the existence; the Art of Living. INTRODUCCION: En el afio 1983, e! P: of. Sepillveda escribe: , «. Si de algiin arte se puede habla: como verdadera encamacién del espiitu hhumano como biisqueda de eu ser en el encuentro consigo mismo, con los de. zs, con lo otzo, mAs allé del tiempo y del espacio, pero en dislogo con el ese arte es el folklore. La Historia del arte y de la estética esté por hacerse y debiesa comenzar por situar al folklore como arte modélico. El péczafo es monumental, revoluctonario, reden cometico para aquellos qi romantic Es ia espada y el escudo han sostenido con su vida el valor del proyecto Adn asi, ha tenido, poca relevancia a la hora de imple vio del g rrero. Quizés porque no es sencillo comprender al revolucionario, Quizis por- que a la militancia le basta la fortaleza del caudillo; o tal vez porque sienten que lo que se dijo no es mas que la confirmacién de Jo que siempze supieron, 0 o—— Tait 33 RAMA (ReARE cosenaly AISTHESIS N° 34, 2001 EORIA, intuyeron, Bautismo de luz que recupera ‘ena razén las verdades enterradas en las margenes sociales, sicolégicas y culturales, ef 19s residuos fragmentados de le veflexi6n, del discurso y de la agumentaciGn; la frase ha pasado, tal vez por. que no dijo nada nuevo; 0 porque és demasiado radical para ser tomade en serio; 0 quiz porque no se ha ofdo, porque nb hay masa eritica, capital cultural, mercado... Pero mas allé de toda esta especulaci6n, y asumiendo que en esta frase el autor define y sintetiza su punto de vista respecto de un objeto en parti. cular, queremos desplegar un ejercicio de lectura a propésito de esta cita, Adelantamos 1a pregunta por el arte, por el hombre, porlo real; por el opi. mismo desbordante; por el sistema que organiza y da coherencia el parrafo; enfin, preguntamos por aquello que aqui se nos quiiso decir, y con ello abri mos el espacio infinito del momento que sigue al impacto producido por la afirmacién, a la sorpresa, al descrédito 0 al rechazo; en la expectativa de apropiamos de las bases que nos permitan entender un poco mas aquello que el Prof. Sepiilveda viene escribiendo desde la década del 60. a) Como una primera aproximacién,podemos fragmentar el enuncia- do en algunas afirmaciones:-que nos: ayuden a.visualizar con mayor claricad los” propésitos y aleances de la propuesta b) Blarte es la encarnacién del espiritu humano como busqueda de su ser en el encuentro consigo mismo, con los demas, con'lo otro, mas alld del tiempo y del espacio pero en diélogo con ellos. ©) El folklore encarna este itinerario de busqueda y esta vocacién de encuentro, y en consecuencia, no solo es, indiscutiblemente, un arte, sino que es un arte modélico. @) La consideracién de este arte como un arte modélico implica la re- construccién de la teorfa, la historia, la estética y la critica de arte El objetivo del proyecto, ala luz de los materiales puestos en trémite, se nos aparece para se ~~" “Lavhistoria de este paradigma comienza In articulo publicado paradig Pl ese afio por el Prof, Sepiilveda, en co -autoria con Radoslav Ivelic, titu- lado * Ser y Raz6n de la Estética en el Mundo Actual”, enfatiza la necesidad de {a estética como soporte para construir una respuesta ala problemética del hombre inserto en un mundo cada vez mas deshumanizado. Se propone, enton- ces, el proyecto que busca recuperar al te proyecto comienza por logro iv0s pro} ‘luego la estética se despliega’en Ia lectur: “WAGiio ts day or ned de meowrccnr eee peracién de los espacios humanos, aparece el folklore como un modo de asumir ica; misma que mas tarde se implementata como estrategia para una lectura del “Canto por Angelito” en tanto ejemplo paradigmitico del valor esté~ tico del folklore, y para desplegar una visidn de la cultura regional, en le que 34 ‘AISTHESIS N° 34, 2002 “acontece el ser humano en toda'su integridad. Desde estas bases se revisan les posibilidades.para que, .asumiendo.el: folklore. como, cultura modelo,:. se tivo capaz de. abordar el proyecto de recupera- cién del hombre en su integridad. Finalmente, y por un camino paralelo, se im- pugna la orientacién tradicional de le critica dearte y se instalan les bases para Iacrftica de una obra acontecida en la alteridad-, toda vez que la creacién desde la raiz es posible via instalacién de lo tradicional en Ja vanguardia através dela pruyeccién de la dimensiGn ey erttien qua subyace en Ian obras de Ja cultu- ra tradicional. s II, DOS SUPUESTOS FUNDAMENTALES. (as ‘alld del hommo habilis, del erectus, del sapiens, estd el homo aestheticus Elsupuesto inicial de la tesis del Profesor Sepiilveda es una visién espe- cifica de la condicién humana. En efecto, el hombre'es asumido como un ser en al que se “... compenetran lo espiritual y lo corpéreo para constituir una sola. sage jeza./";€8 decir, es la s{ntesis de una dicotom{a, y su .esencia es ‘Dolulamente natural, cr decir est inseritnen el orden ndelmando, y eat ujete al_misterio del orden del mundo. 3 : ‘Se reconoce ademas que la vocacién estética es un rasgo constitucional de 1a especie humana. El hombre es Wist0"com6 Un Ser que desde el principio del tiempo he-venido ejerciéndose como sujeto estético,.sintiendo el espacio carge- do de latencias y presencias que; desde una gota de agua, uni éstambre'o-una espoFa, convocan el afin de ser del universo; hi iemaereeriperacpaio vital en la plenitud de un presente que ‘.0es escritu enue arden eternidad...”, recuperando vitalidad e impulso para llevar adelante el proyecto humano de hacerse humano; desplegando el habito de hacer visibl -e]reverso del mundo; aconteciendo en la frontera y asumiéndose Seat encuentro dela familiaridad y del misterio, modulando sentidos; espiritualizando la materia, encarnando el espiritu. tee El segundo supuesto es una visin de 1a époce contempordnea: la cri- sis valériea y el progreso tecnol6gico .trae aparejada Ia caida de las faculta- © des esenciales “con las que el-hombre se hominiz superficialidad, a a, penal, fala aa eatividad pee imaginke tale Bapeseere dad pare percibr, meter de-confortcomodlaady place, ete: consttuye mn n modalidades regresivas que-contrarian:la inclinacion natural.del hombre a la trascendencia y deprimen 1a calidad: humana.del mundo.moderno. El re- aultado en la fragmentaciGn. la dispenaién s.tadegcorporicién dels integtis. dad del hombre. Y éste es-precisamente la situaci6n en la que el hombre se encuentra actualmente. Bajo estos.dos supuestos, el. proyecto de recupera- cin del hombre debe comenzar ineludiblemente por restituis aquello que es mis esencial ala especie. En la époce, como en cualquier otra, instalado en la contingencia el hombre no puede sino construirse con los materiales que estén a la mano. Si 35 AISTHESIS N° 34, 2001 atendemos a su naturaleza, asu condicién.de homo aestheticus;-esto de cons-. truirse con los materiales-que estn a la mano implica una. apertura-a la vir- pained dale cpemahcas > somidovallvitero, at palee de In crea al hombre su condicién esencial, a saber: tin ser sensible.y creador que al atender la integridad del entorno atiende su propia integridad por cuanto despliega una actitud y una disposicin de-apertura hacia ‘un mundo con el que comparte la condicién de “estar en hacia’ y-por cuya’comunién se esta- Blece una red de interpelaciones que buscan alumbrar sentido ‘hacia uno y otro polo, discerniendo acerca del sentido de ser en Ia creacién de las obras y de la vida desde la filosoffa de la.vinculacién con el otro. Desdé aqui se construye una vida con sentido poblada de actos, obras y tiempos y espacios, sentidos'con sentido. A esto se le llama “arte de vivir’, y.en tanto es encar- nacién de la belleza del hombre y del mundo importa valores estéticos, éti- cos y ecolégicos. Evidentemente no es exactamente esta préctica la mas ha- bitual en nuestros dias, y-ello levanta la primaciade la estética-en el mundo contemporéneo. El objeto formal de la estética se alcanza en el punto abstracto en.que las distintas clases de arte y manifestaciones estéticas :coinciden enuna.esen- cia unitaria, pero su ejercicio epistemol6gico recorre'incesantemente:el'tra-* yecto que une lo general con :lo particular, abarcando la relacién de lo bello con el Ser y la de ésta con el Ser Superior: Su campo epistemoldgico-permite, entre otras cosas, confrontar el valor de lo, bello con otros valores humanos. y entender“... Ia evoluci6n de las formas artisticas, no como meto reflejo de los hechos socio-histéricos sino como encarnacién de.la naturaleza espiri- tual del hombre...” "... lo bello supone la unién de lovisible y lo invisible; lo material y lo inmaterial ximaciones racionalistas 0 mecanicistas. Sélo la esiétice is: Ahora bién; el-hombre, se- i si:la.estética es eficiente para alcanzar la integridad de. sintesis, complejas “tales coino' las obras de arte; es perfectamente posible que sea igualmente’eficiente para:aten-. der y alcanzar la integridad y Ia esencia de esa sintesis de materia y espiritu que es el hombre, puesto que en ambos casos se 'trata’de'una sintesis‘de'materia y. feitu, Si ol proyeeta consiste en recuperar la eserieli de la condicién humana, y ésta es asumida del modo en que se ha=delineado: més. arriba entonces 18 estética es, definitivament, el instrumento privilegiado para evar a cabo el proyecto, 36 AISTHESIS N* 34, 2001 oe y fs EL PRI 10 DE LA ES’ ICA}, El Quel dy} fee lo es visto como cr 7 fog gstética cuyo orden; estructura y-en _Anundo se despliega el hot wr, 7 { sentidoyE! mito habla de el orden primordial:por la mM wwe se Mesangra la di i ana y-que, al pasar, también ; [Exiga ts Seendad el ont suo consti especie viene a fonda ‘una perspec! : : gs la lave maestra que permite el acceso a la experiencia estética’..” y'desde © JY | ésia experiencia se crea el entorno; desde este gesto creativo, instaurador 6 qui- 24 restaurador de lo que se tuvo “in illo tempore”, se actualiza la belleza. Pero le capacidad de asomibro se ejercita cada vez menos. Le posibilidad de habitar, esto es, la posibilidad de instalar relaciones de encuentro del hombre con el mundo parece colisionar con una tendencia que, sin sernueva en la histo- ria del hombre, parece dirigirse més bien en tun sentido contrario. Las denuncies y las voces de alarma estén por todias partes; la violencia en. todas sus formas, el desarraigo la crisis val6rica despliegan un.verdadero'drema humano endon- de la pérdida de lo humano encerne el drama verdadero. Sin pasado, sin histo- . nia, sin memoria, sin posibilidad de crear su presente y su proyecto. de futuro; 2 rechazando acriticamente.el pasado en una prictica que adelgaza el modo de pensar el mundo, el hombre se va quedando sin espacio ni tiempo humano.. es el mundo bajo.el signo de la desvinculacién. stato De otro lado esté lo de le estética, yJo de In estética es el signo de la vincu- er-en la biisqueda de un lacion, El modelo del mundo, bajo el signo de la vinculacién,. esta provisto por la * mat mica. Proyectada al micro y-macrocosmo natural y-humano aparece GnFEsTutaa relaclonal denomUnaah celacidn de aaah esVNcR, ue porate | |) lainsercinde lo-estético-en-un dtea-que supera: y desborda el de la'obra de : } arte, autorizando ‘a postuler la posibilidad de una estética del entorno y convi tiendo al modo de fecundacién del “entre” en un-espacio de competencia de la » >. { estética. El espacio fisico deviene en ambito, espacio lidico, contextohumanoen > 7 elqueel oars arHieage SU SET ex sl eneuenine cael mister Seaeooion ‘despliegue es a dreary SU JuEgE consists en ser hombre:un ser que" SE const en el TO) ““““Para este juego Ja creatividad.es esencial. El juego se juega creadora y. creativamente, 1S qee anplGe gs [ea jugat con responsabilidad y seriedad. La estética de la vinculacién es una estética dialégica por. cuanto los gestos interferentes transfiguran no sélo el espacio urbano o el paisaje natural sino también el paisa- : e interno, y asf abre paso a la emergencia del hombre originario, lejos del hom- 5 ieaigh original que se afana en lo nuevo por lo novedoso, es. decir, sin-arraigo. El diélogo del hombre con el mundo tejela- experiencia estétice desde una reali- DAisthesis N14; pp. 3 Opus Cit N* 6; pp. 4° Valor del Arte, 964 pp. 23, | | : 37 AISTHESIS N° 34, 2001 wa. esis Erporta dad que ambitaliza lo humano en el mundo-y lo césmico en el hombre. Esta realidad se revela poblada de cosas reales que por ser tales estan abiertas a otras cosas que sin dejar de ser ellas mismas pueden ser diferentes, aunque esta dize- rencia no sea sino la revelacién de la interioridad de si mismas Solo asi estos materiales pueden articular -lo visible y lo invisible, lo material con lo transmaterial haciendo evidente la alteridad que habita en el reverso del ser y que lo proyecta al infinito, - ESTETICA DEL ENTORNO La obra de arte busca, por un lado, ser creacién original; por otro, busca dasbordar el Ambito de lo particular para arrimarse a la universalidad movil zando lo esencial de la especie. Por ambos caminos el resultado final es el mis. mo: El proyecto no tiene futuro. El imperativo de la originalidad ha derivado en idiolectos y la proyeccién hacia lo universal ha olvidado la necesidad de consu- marse a través delas redes mediéticas que ambitalizan axiolégicamente el espa- cio humano. ... La obra de arte estd en un punto muerto en cuanto a futuro, por ausencia de una cosmovisién de relevo que restituya Ip red de comunicaci6n a lo ancho y a lo hondo,-del hombre con el hombre’..."; la carencia de esta ambitalidad axiolégica desemantiza el mundo y adelgaza el espesor de la reali- dad, imposibilitando el encuentro, tinica alternativa: posible de cocuperar la densidad del mundo via alumbramiento de sentido-a través de la interferencia humana, creativa y creadora, Tal és “el arte de la cultura occidental’. Pero junto al mundo en que se inserta este arte existe el mundo de la alteridad tradicional. Este mundo esta fundado en la experiencia de la vincule- cigny contextualizado por “... un: el ) que siente a lo existente con un’trasfondo de correspondencias que desbordan el tiempo, espacio y gcontecer fisicas en donde lo cuantificable es desplazado por lo imponderable’...”:~La’apertura hacia lo imponderable pro- duce la emergencia del misterio y replantea lo real como e! punto de conver- }} gencia en que se bisagran dos mandos.. El mundo se esemantiza por cuanto e! espacio se puebla de epifanias que, via metamorfosis y analogias, irrumpen en lo rat, yTe estética, entonces, concurre.a dar cuenta dea belieza aparecida en el entorna n | Sse at nombee (eecamente}-instalado en:el mundo -de la vinculacién, constelacionando su acontecer enespacios y tiempos que-se abren a otro mun- do, expresa su acuerdo con este mundo y uno de estos modos es el folklore’... Encarnacin de la experiencia -humana “bajo‘el signo de la vinéulaciény el fo- Iklore pone en trémité un instrumento fundamental de la especie: Ia fecultad simbolizadora; el sfmbolo, estructura bifronte cepaz de conyocar a los opues tos, es esencialmente la estructura expresiva del doble sentide precisamente por- 3 Altes N25; pp. 13 5 aisthess N° 15: pp. Li 7 istics NPS; pp. 1. 38 & “ AISTHESIS N° 34, 2001 2 TEORIA que bisagra planos diferentes y por'lo mismo es apertura hacia mundos que por todas partes conectan con otros mundos. La estética del entomo-es anterior a todos los discursos estéticos; ha dado cuenta’ del "espacio florecido de ruptu- ras que se abren en gpifanias.y hierofanias. por las cuales habla el espesor y el isterio del cosmos"...” y por esta via deviene en ‘a: causa y efecto de un arte con real vida y una vida con real arte, o sea, ‘el arte de vivir’... La estética del entorno “... siente al hombre como un ser del. distancia- ; miento, lo que le permite alejatge de los tropismos-y asumir el riesgo de crear entorno y a través de él creazse"...”: En esta perspeciiva la realidad se revela en estado de trance permanente, por cuanto “... cada cosa por ser real est desde'si misma abierta a otras cosas reales" ..".-Una operacién.permanente de desplie- gue de lo real_modisla-la realidad incorporando el:misterio como parte de la visién de mundo, de tal modo que todo puede ser otra cosa atin desde su propia mismidad. El status ontoldgico del hombre y de las cosas se vuelve ambiguo desinstalando la relacién sujeto-objeto ¥ *corivirtiendo todo en un ambito mediacional que permite el ingreso de la naturaleza hasta la intimidad de lo go. Personal y el descenso de los comportamientos hasta la naturaleza de tal modo que hombre y mundo se sintetizan en-un mundo culturalEs por ello que esta estética puede dar cuenta del modo'de ser-estar del hombre en el mundo. un paréntesis abierto en lo, cotidiano para la emergenci ia del ser que, cuando es, , es emerxgencia de lo otro'’..."), un tiempo y-un espacio sagrado, de__ 3 i ensues do invisible conte. de otro modo pero no menos real que lo cotidiano. La comunién con’1o _ < miento se consagra el acuerdo. del hombre con el mundo. Entre-lo sagrado y lo profeno la cultura regional se hace patente y por este motivo la lectura estética de esta cultura pasa por le lectura estética del entorno y de la fiesta, El caso particular de Chile, como ser qué germina bajo tierra, no es distin- to de lo que ocurre en Latinoamérica. Tras las mAscaras del ninguneo'y del 4 artibismo se oculta el drama socio-hist6rico atin no resuelto de un ser que no se atreve a ser, cuyo rostro social:y cultural es el'mestizo,-Pero esto que, es com= é portamiento en el espacio piiblico,-.acontece de otro modo en'el:reverso.. La» ¥ © Sanaginacién,el suefio y el ensuefio abren el espacio que provee el doble sentido _ Taha 9 aisthesis N° ) 10 Aitheais N°18; pp. 11 Zubin, Javier. “La intligencia Sentiente” (1981); pp 198. Cita del Autoren Aisthess N”16;p p. Ab BB Aisthesis N°16; pp. 45 oll 13 tema de los pueblos enterados ha sido ya trabsjado en la obra de autores como Octavia Paz (El Laberinto dee Soleind. Mace: Fondo de Cultura Econdmics, 1994) y Jusn Rulfo(“Elllane en Lamas” y" : Pedro Péramo”) 39 TEORIA _ ala expresién y_ asf el mestizo acontece en Ia frontera y.se encuentra con lo que es y que viene siendo a lo largo,ancho y hondo del tiempo, recuperando el tejido relacional que le dicen su modo de ser-estar en el m rimera clave para auscultar una idad regional. La otra clave se encuentra en la relacién del hombre consigo mismo y con los otros que son: ..su. grupo social, su medio geografico y socio-histérico, y con “lo Otro” que es misterlo trascendente. Es- tas claves fundan cuatro tipos de médulos expresivos. que sintetizan la cosmovisién de una comunidad: Espaciales, Temporales, Personales y Contextuales. De aqui se desprende la posibilidad de la estética del folklore FOLKLORE: UNA OBRA DEL ARTE Laestética clisica es la estética del sintagma; trabaja la obra de autor conoci- do y celebra la perfeccién del acabado, la originalidad, la.unicidad... En el otro extremo esté la estética del folklore que es la estética del paradigma, la dela obra en, trance, inacabada, la de autor y destinatario colectivo, (Se trata de una obra abierta, no sélo en atencidn a su multiplicidad de lecturas sino también en Is integridad de sus significantes que, por esta virtud, siempre son provisionales buscando ajustar la encarnacién del sentido y densificar el sfmbolo. La propuesta del autor es apunte, ayuda'memoria, porque no importa la perfeccién del significante. La obra va ade- lante con el esquema, el esqueleto, lo esencial, buscando encarnar el habitar perdi- do in “illo tempore” y se arma in situ con los materiales dal entorno. Por ello, en. este caso, "... no hay opus tinico. Hay un proceso'"..”, Este mecanismo de actualiza- cién permanente va definiendo, a través de las Variantes, la invariante que constitu- yeel corpus que funda, sostiene, alimenta y optimiza la unicidad de las relaciones entre la diversidad de sintagmes y el paradigma, y que... se comporta como un macroorganismo estético expresivo del espiritu de una comunidad ”..” La produccién de ln obra de arte tiene dos YaS85rUna @S 1s €5czifura, producto del didlogo del autor con el mundo; a segunda es la lectura producto del didlogo creativo entre Ia obra y el destinatario. La estética clisica se funda en la primera fase; Le estétiea del folklore se funda en la segund@Transitando los conceptos de “ambitalidad” (extraido de la estética de la creatividad") y la protocategoria del “entre” de (Martin Buber) la obra folklérica es, énticamente, un proyecto-trayecto; analogia del proyecto-trayecto que es el hombre, y que como El transita en busca de un sentido. Sus fortalezas son las de la especie; también lo son sus debilidades; con ambas construye, con materiales de st propia naturaleza“... una metifora ace- bada de la intinerancia estructural del hombre’ ..” encarnando, de ese modo; la precariedad y la continuidad de Ia especie, TeAbiia NS pp a7. ( 15 Aisthevie N15; pp. 16. \ 16 Cita del Autor Zubie, 1981 :198, en Alsters 15; pp. 7. 17 Aisthesie N15; pp. 7. 40 epee: ed AISTHESIS N° 34, 2001 STEORIA — Por estos motives una reflexién sobre él valor:estético-del folklore debe partir del supuesto de que “...a obra de arte, en el caso del folklore n6 es ni el texto, ni le partitura, nila coreografia o la decoracién... (puesto que éstas no son sino)... vertientes de una realidad mas honda, compleja ¥ permanente que es el somportemiento... (de la comunidad folkérica)... ye encamna realidades huma- nas esenciales a la manera'como las'acontece.el arte »..."; en este contexto arte y comportamiento establecen un vinculo reciproco:: éste ultimo evapora formas de arte, y a su vez estas peculiarizan los comportamientos (forma de vida). En~ tre arte y comportamiento opera un “entre” que articula el texto de la existencia con materiales simbélicos, arqueolégicos y escatolégicos recogidos por la me- moria a lo largo y a lo hondo del tiempo que llevan en si, y de manera codifica. da, 1a experiencia de le especie y que patentizan la dimensi6n humana ms per manente, Asi el arte se asume como forma de vida y esta forma de vida.como una forma de arte. A partir de esta base es posible desplegar el valor estético del folklore. UN CONCEPTO DE ARTE Existen muchas maneras de-entender al arte:en este caso.es entendido como una creacién simbélica;y el simbolo se entiende como quiere Ricoeur: “Hay simbolo cuando el lenguaje produce signos de grado compuesto donde el senti- do, no conforme con-designar una-cosa,..designa otro gentido que no podria aleanzarse sino en y a través de su enfoque o intencién”...”. Las zonas privile- giadas de emergencia de lo simbélico son lo césmico, lo onitico y lo poético; en esta triad. Ricoeur otorga preeminencia 2 lo postico, por cuanto “... la expresi- vVidad del mundo Mega al lenguaje por medio del simbolo (..) es el poeta el que nos muestra el nacimiento del verbo; tal como estaba enterrado en los enigmas Gel cosmos y de la psique™...”, “.. al no poder representar la irrepresentable trascendencia, la imagen simbélica es transfiguracin de una representacién con- creta con un sentido totalmente abstracto. El simbolo es, pues, una representa cién que hace aparecer tn sentido secreto; es la epifania de un misterio"...". Elarte es, en consecuencia, una especie de transcanciencia que accede imagenes y simbolos transhistéricos de una comunidad, toda vez que lo artisti- coes eminentamente simbélico y lo simbélico es una presencia mediadora entre el caos y el sentido, lo fenoménico y lo numénico. Importa entonces, desprender el sentido que acontece al interior del arte, pero la, tarea de desprendimiento del modo de. presencializacién del sentido, que es presencializacién de lo humano, enestructuras simbélicas ‘requiere de instrumentos epistemolégicos construi- dos de acuerdo a los medios y_modos de expresién de este arte. Yel instrumen- to fundamental para este proyecto es la metéfora viva, iW Aisin NG pp. 18 Ricoeuy, Paul. Freud: Una interpretacion dela culture, México: Siglo 00, 1978. pp. 18, Citadel autor en ‘Alsthsis N° 205 pp. 46. 20 Opus ci. N*7. 21 Durand, Gilbert. Ls Imaginacion Simbdlice, Buenos Aices: Amoriotu, 297%; pp. 14. Cita de autor en ‘Aishesis N20; pp. 46. 41 earn AISTHESIS N° 34, 2001 TEORIA LA ESTRATEGIA EPISTEMOLOGICA Se parte por ocupar el espacio especifico y creativo por excelencia: la protocategoria del “entre”. Aqui ocurren las condiciones para -que hombre y mundo se encuentren y articulen la opcin .de vivir “artisticamente’”. Esta mo- dulacién del encuentro ocurte: por te contextialidad y por virtud y efecto del uso de una metdfora que, entendida como... una esteategia del discurso que al Preservar y desarrollar el poder creativo del lenguaje, preserva y desarzolla el poder heuristico desplegado por la ficcién™...”,se despliega-al interior del dis- ‘curso poético. Pero la plenitud de la metéfora ocurre si y solo si el discurse poético supera su concepcién no referencial y se asume como un'significante Motante, capaz de desdoblar diversos planos del enunciado poético: Este des- plazamiento, sin embargo, no implica el abandono de dicha concepcién,, por cuanto “...la supremacia de la funcién postica sobre la referencial no anula lat referencia (Ia denotacién) sino que la vuelve ambigua. A un mensaje de doble sentido corresponde un emisor desdoblado, un destinatario desdoblado y una referencia desdoblada’ ...”. En esta ambigliedad madtira la metafora, y.acontece como correlato simbélico de la tensiGn entre el ser y el deber ser, qué es el hom- bre y que se despliega en un proyecto-trayecto metaforico de su ser, -que se leva revelando en la tensi6n entré 1a unicidad, la equivocidad y. 12 analogia, implementado a través del lenguaje que es expresién-creacién del hombre y del mundo. : * Pero la plenitud del simbolo exige el descenso al origen y entonces la me- tifora acontece también como estrategia del discurso que despoja‘al lenguaje de sus funciones descriptivas y se instala como una’ficcién orientada al descubs in este nivel se despliega y opera sobre la -base de.tres “relaciones males a) Tensién en el enunciado: Entre el dato y la transmisié b) Tensién entre dos interpretaciones: La literal y la metaférica. ~~ ©) Tensién en la funcién relacional de la edpula: Entre la identidad y Ia diferencia en el juego de la semejanza... La primera opera a nivel dal sentido inmanente al enunciado, la segunda pone en juiego tuna opera- cin exterior al enynciado; y la tercera concierne a la cépula pero en su. foncidn relacional Por esta estcategia, la metdfora desencadena:una estética eminentemente. cognoscitiva que reorganiza él mundo en términos de cbras. y las.obras en sér~ mings de mufdo, entendiendo el “mundo” como una realidad relacional, transi coeur, Paul Lr Metifora View. Maid: Europa, 1960; pp. 14; Cita dal Autor en isthess N20; pp. 6 23 Jacksbson, Roman. Ensayes de Linge Gene, Garcelon:SeixBarral, 1981. pp. 383, Citadel autor en ‘Albtess N20; pp. 47. 24 Ricoeut, Paul La Metfora View, Madeid: Europe, 1980; pp. 333; ¥. itm del Autor en Aisthesie "20; pp. 42 "SAISTHESIS N° 34, 2001 : os ESL TEORIAS da de respectividad, asumiéndose ella misma (la metéfora):como::"inteligencia sentiente”, generando isotopfas presencializadoras de sentido,-es decir insta~ lando simbolos tensionales que viriculan él paradigma: horizonte; constitucién simulténea dé semantisnio; con el sintagma que genera” reediciones y actual clones; deviniendo en wna Mn. estnictura sintéticn qug,intenta organizer en eb tiempo del discurso la intemporalidad de los simbolos™:..". El mito, que es la base de la creacién de los universos expresivos, toda vez que “.. el semantismo de lo imaginario es la matriz original a partir de la que’ todo pensamiento racionalizado y su cortejo se despliegan..”;- es un simbolo entensién, ”... un-“entre” tensional instalado entre el relato sucesivo y el esquema simbélico constelacional simulténeo; y el, propio simbolo es, él mismo, un simbolo en tgnsion, un “entre” tensional, pero instalado entre lo sensible y Jo metasensible”...”. El constante intercambio que ocurre en el nivel de lo ima- ginario entre las pulsiones subjetivas y asimiladoras’ y les intimaciones objeti~ ‘vas que emanan del medio césmico y social, tejen el “entre” generador de los materiales con que se construye el “trayecto entropoldgico”™”. realizador de lo humano. : ".. Lg recepcién de la comunicacién'estética es creacién.de un mensaje estético..”" . Para que el“en si” del objeto artistico devenga en el “para noso- ‘tros” que es el objeto estético, hay que tejer un “entre” entre la creacién'y la recepci6n. A su vez ello implica percibir el-“entre~dialéctico”:que vincula al individuo y la comunided en una relacién-de reciprocidad, posibilitada por el “entre” de un universo axiolégico participado homogéneamente, que nueva- mente es un “entre” tensional en que interactian “...la minima espacio-tempo- ralidad del individuo, la pequeia espacio-temporalidad de la cultura en‘que (el individu) op inserto, la lerga-temporalidad de lnespecie que se inmerge en la alteridad.. Pero la validacién de la metéfora como instrumento epistemolégico nece- sita mostrar como e! campo'en que se despliega es un campo-"real”, porque de otro modo no pasaria de ser wna estrategia para operar en €] plano de la ficcién. Y ello parte por examinar la frontera entre lo real y lo imaginari Elrecurso al mito como “humus cultural” que provee vigor, vitalidad, fortaleza y rendimiento a la metéfora como instrumento episiemologico, instelé lo ima~ Binario como la matriz original que hace posible toda creacién, pero no sin antes despojar al lenguajé de la funcién descriptiva. Esta operacién tiene una 35 Darand, Gilbert Evrutas Antropol dela imi Masi Tins, 1982. p84. Cit dl autor fen Alstesls N° 20; pp. 48. 25 Daan Girt Birgu Antoine ago. Messrs 86 fp. ce dea ten Aisthesit N20 B asthe N29; pp a8. 28 Durand, Gilbert Eetrueturas Antopoégica del nagineio. Madrid: Taurus, 1982, pp. 25.Cita del autor fen Aisthesie N" 20; p. 8. 25 Trabant, Jurgens Semislgia deta Obra Litrri, Madrid: Gredos, 1975. pp. 0, Cita del avtor en Aisthess N20. pp. 27. 30 Aisthess N® 20; pp. 49. AISTHESIS N* 34, 2001 va: xTEORIA importancia decisiva por cuanto, una vez que se hubo consumada,-la ambigiie- dad de la denotacién hizo difuso los rasgos diferenciales y, los limites de lo uno y lo otro se disolvieron en una continuidad a partir de la cual fue posible fendar un nuevo orden de cosas; entender; las cosas de otro. modo. Sobre esta. base podemos intuir un nivel de “realidad” que denominaremos como “imagi- nario”; sin embargo la denominacién es imprecisa, toda vez que.entendemos lo imaginario como oposicién a lo real y lo hacemos.corresponder.con.lo.falso, 1o ficticio, la invencién, lo subjetivo; y entendemos lo real como la contrapartida de lo imaginario, Por este camino desembocamos en una dicotomia, insupere-. ble: lo uno no puede ser lo otro y viceversa (y atin no hemos considerado la carga axiolégica y social que pesa sobre cada extremo). Pero aquel residuo que permanece cuando la denotacién se hace difusa no puede ser “real” por cuanto carece de las propiedades de lo objetivo; pero. tampoco es exactamente “imaginario” porque es el producto de una operacién de desmontaje de los instrumentos que hacen inteligible. el mundo. Ahora bien, si instalamos a la especie en este momento tensional.- a-punto de resolver su. estatuto ontoldgica, es posible visualizar al hombre y al mundo como virtualidades emergentes articuladas desde lo imaginario, “motor de lo real”; oi se quiere, es posible entender al hombre como el punto de articulacién-de dos planos: uno que es origen, misterio-y virtualidad en tensidn, y otro que es producto creado a partir de la comunién con el misterio: “... la voeacién de ser del mundo en y desde el hombre se dan eny porel poder de lo imaginario”; “la verdadera libertad y dignidad de la vocacién ontoldgica de las personas sélo se apoyan en la espontaneidad espiritual y 1a expresion creadora que constituye et caipo de lo imaginario...”". a Diluida la frontera, lo “imaginario” acontece como apertura en el espa- cio-tiempo que permite la emergencia de un mundo otro, en donde lo imposible 2s posible, Generador del tejido del “entre” que hace posible la continuided de los opuestos a través de una operacién transfiguradora que convoca a los extre- mos y los reformula para ingresar en el misterio y para que el misterio ingrese al mundo, lo imaginario es la -herramienta disponible pare expresar lo inexprese~ ble, decir lo indecible, pensar lo impensable; duefio de una irrevocable vocacién creadora que busca madurar en un hombre y en un mundo por hacer, Pero el impulso hacia adelante no es vertigo sino parte den proyecto-trayecto disena- do desde el origen, que se consuma realizando su vocacién de ser. Lo que es no es, e5 decir, es “no ser”. El ser ocurre en otro lado, al otro lado; desde el otro Jado, Entonces se desinstala el mundo y se instala wn mundo otro que es més real precisamente porque desde éste mundo que "no es” se visualiza como un imposible. En éste contexto lo imaginario es horionte-metdfora del hombre qué se asume como tal corriendo el riesgo de vivir en la frontera. En ello se le viene y se le va la vida. 7 5a Fld Tein. Cas Nios yt Lteratara Fant: Func y poder deb igiari, Batelona-Buenos ‘Aires: Paidot, 1981, p. 12. Cle del autor en AlshesisNP20; pp. 8. 32 Durand, Gilbert La Ineginacton inhi, Buenos Altes: Amorzort, 1971. pp. 409 ita di ator. en Aisthsis N°29. pp. 9. AISTHESIS N? 34, 2001 ‘TEORIA UN LENGUAJE DE FRONTERA. teat “ . La linea de reflexién que se ha venido trabajando se ha’-construido en tomo de la conviccién sobre uns alteridad.en el arte: La atencién a esta alteridad ha advertco la existencia de distntos modos de acontecer el arte, os se quiere, de diferentes clases 0 tipos de arte, a saber!- rw» 2: 8) Arte de creacién: individual, acabado y cerrado en ln integridad de sus significantes. by Arte de ereactén comunitaria, inconclusay ablerta en sus signifleantes y su significado. : o) Arte de vivir de la cotidianidad asumida como instancia de encuentro con el sentido. A La critica en uso ha trebejado principalmente la reflexién en torno a Ja primera y las orlentaciones del sltimo tiempo han-centrado_su actividad hacia la comprensi6n del significado. Se busca alumbrar el sentido de la obra. Ahora bien: “... el arte ocurre como experiencia humana de frontera que se encarna en un lengugje de frontera que busca decir el sentido de frontera de la experiencia humana” ...” encarnando el sentido de la obra como biisqueda de sentido, como ocurrencia de frontera. Fl sentido del arte est siempre en trance de ser, hacién- dose en Ja medida que alguien lo haée,: aconteciendo en la frontera y por ellono cabe mantener la distancia’en nombre de le‘objetividad que argumenta Ia distan- cia como medida de precaucién para no enturbiar el-proceso..La captura del sentido del arte, que es lo de la critica, debe'ser una experiencia de frontera y por ello debe correr el riesgo de acontecer en la frontera. Normalmente la originalidad en él arte ocurre como ruptura con Ja tredi cidn y en eso se evidencia creatividad. Pero el arte comunitario entiende la tra~ dicién como un metabolismo de continuidad; la apertura de sus significantes y sus significados lo ponen en situaci6n de trance de modo que cada repeticin nunca es repeticién sino reactualizacién que rectifica o reformule o ratifica sus materiales simbélicos. De este modo acontece que entre I obra y la critica no hay divisi6n: “... Ia creacién es critica y la‘eritica es creadora, (y) no sélo eso sino que sin la critica (Ia obra) no es. Cuando deja de estar incorporada la critica es que la obra esta muerte’ ..". La critica es el dispositivo epistemoldgico que guia el modo de preservar la vitalidad de los significantes y los significados ‘en esta arriesgada experiencia de ser que el creador y la creaciGn viven en la fron- tera; es facultad dialégica incorporade que abre al hombre en Su dimensién comtmitaria en lo material, en lo psiquico y en lo espiritual. Por ello el alumbra~ miento del ser-que acontece en el arte debiera, desplegarse a través de un len= guaje hecho para la aventura. Sdlo asf puede hacer justicia a-un arte que ocurre Blarte-vida esviable a partir de una cotidianidad acontecida como metd- fora por cuya virtud aquella’ocurre como proceso de vevanescencia de la trivialidad y emergencia del misterio que procura el ascenso del sentido. E]hom- 55 Aisthass NPD pp. 34 Aisthesis NP 71: pp. 82 5 AISTHESIS N° 34, 2001 ys 4 E/TEORIA bre, que se experiencia como encuentro con ¢! sentido, conslos materiales para acontecer la vida que es metéfora de un’sentido que se-despliega segin un programa de acomodacién de lo césmico y Jo hiimano, acontece en sil sentido Ge la vida que no es otro sino el sentido de alimentar la vida encontréndole sentido; y para ello necesita pasar de 1a pasividad a la actividad, de receptor a creador} asumirse como protagonists de su propia vida. En esta aventura no puede ir sino con la critica en ristze, reactualizando el sentido’ de la obra via transfiguracién de lo inmediato y abriendo la contingencia para dar paso al mis- terio, resemantizando la virtualidad sigaificante de los materiales que estén.a la mano:”... Las artes Henen gentido cuando se reconocen como vertientes natura- les de este arte mayor..””" que es el arte de vivir. Desde este arte 1a creacién puebla el entorno con presencias encarnadas en metéforas con las que se prueban, ajustan y seleccionan los significantes en que el sentido, la vida, per- nanece por sobre, por debajo o en el reverso de la contingencia. ‘Antes del arte moderno fue el arte tradicional, y antes que este, el arte de vivir: arte en donde el destinatario es en verdad el destinados. Esto que es ahora ha sido ya desde antes: la obra acontece en el receptor. Es decic, que la obra que busca comunicar sentido debe acontecer su sentido, en el receptor, y ello sélo es posible si el receptor se desdobla en creador.y constraye un sentido para la obra, lo cual implica una critica de la obra. Pero la critica no traduce el sentido sino que lo acontece y al acontecerlo escribe una nueva obra que conti- niia la metfora de la obra inicial: (Ia critica en uso utiliza un recurso a un metalenguaje incapaz de traducir el lenguaje estético y en consecuencia incapaz de alumbrar el sentido de la obra). Asi la critica no erea un texto ni una opinién sino un objeto vivo que encarna simbélicamente la densidad ontolégica del en- cuentro del hombre con el mundo, En el arte no hay frontera entre lenguaje y existencia y por eso es confe- sin intima expresada en constelaciones simbélicas.que dan cuenta de un modo de ser en la frontera en donde el conflicto entre ser y no ser.se canalizaen el “ser como”, que es lo de la metéfora, Esta no resuelve el conflicto, pero lo encarna, acontece su tensién, su densidad ontolégica, su ambigitedad, lo carga en sf; su traduccién importa una reencarnacién de la tensién_en otto lenguaje simbélico en que acontece la misma experiencia de ser, y del mismo modo. La critica debe hacer justicia al arte aconteciendo en s{lo del arte, cuyo sentido se reedita en la biisqueda de un sentido, que es metéfora del ser que es cuando es buisqueda del ser, intuido y jamés alcanzado. Su grandeza y su poder est en su humildad: la metéfora sabe que “no es”, sino que “es como”, Asi encarna lo precario del hom- bre que por esta via se atipa al misterio, y encarna también la imposibilidad de la certeza definitiva. Abriendo el sentido y la arquitectura de los significantes ala reinterpretacién, el mundo deviene en presencias disponibles con las cuales emprender la aventura de bisqueda del sentido. Esa aventura es posible a tra- vés de la metdfora, un lenguaje hecho para la aventura de ser en la basqueda del 135 Aibthesis N°; pp. Bt. 46 SEE DUES diane Cine dé Livestigiciones Béte. rie! Santiag 2+ Heas/1964. eatin dx Hees en = Paz, Octavio, El Laberintoide la Séle feo! “ulttira Ecanémica, ee 1908. See rn et : Sepilveda, Fidel. “Sexy zazsn de la estética en el murda actinal”Aisthesis N° 10. 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