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ANDALUCIA ......@ "“" HISTORIA MU ehrenom(s 7 INCLUye DV DGrini una veel ” ASIG; SINGUL hea = > ae. ORONO Ay Name CCDS eC mare EN LABETICA deTabacos de Sevilla a apaicin del presente nimero de ANDAwucia en fa Hisrorta significa cumpli ‘nuestro primer ato de existencia, un af en el quel usin con que aparecia- mos se ha visto refrendada por la aceptacion del piblico Es por ello por o que desde esta pigina de presentacion y como director dela revista quiero hacer ‘piblico mi agiadecimiento a todos aquellos —suscriptores, lectores, colaborado- Fes, anunciantes,redactores, Consejo aseso, etc. que han hecho posible que al largo de estos doce meses ANDALUCIA en Ia Hisronta haya acudido puntualmente a sucita, Hay, ademas, una novedad que sin duda seré del agrado de todos. Gracias ala excelente _acogida dspensada por nuestros susciptores y lector, asi como a las numerosas pet ciones recibida, hemos decidido aumentar su perioicidad, que a pats de ahora ser ti- mestral, sin que descartemas una mayor ampliacion en este sentido de cara al futuro, Elpresente nimero nos acerca a través del Tema Central, coordinado por el profesor Barrios Aguilera, al complejo mundo y la tic realidad histérica que sigificaron los ‘motiscos. Mas de un siglo de a historia de Andalucia contempl6 los avatares de unas ‘entes surgidas en el Reino de Granada, desde 1502 con la quema pablica de coranes cen l plaza de Bibarrambla, ordenada por fray Francisco Jiménez de Cisneros. Un hecho ‘que sentencide! incumplimiento de las Capitulaciones de Granada, fimadas una déca- da antes por los Reyes Cat6licos. Un existenciajalonada de dificutades como la rebe- lién de las Alpujaras y la guerra a que dio lugar, seguida por el exlio y la dispora. El episodio final de fa expulsion supuso un colofén dramtico, en el aio 1609 bajo el ret- nado de Felipe ti, El perfl biografico, glosado por José Enrique Rulz-Domiénec, esta dedicado @ Gonzalo Femandez de Cordoba, el Gran Capitén, en el 550 aniversatio de su nacimiento y en el vcentenario de sus victorias en Cerifola y Garellano. Por su parte, Jesis Romero ‘nos mostrar la Real Colegiata de Santa Maria, de Antequera, una obra emblematica ‘de nuestro Renacimiento. Los diferentes articulos que aparecen en el presente niimero de ANDALUCIA en fa Historia nos llevan desde la presencia de Julio Cesar en la Betica romana de la mano del profesor Rodtigiez Neila, hasta los albotes de E| Coneo de Andalucia en el ‘momento en que se proclamaba la Il Repiiblica, estudiado por Aguilar Pal, pasando por aportaciones tan interesantes como el esplendor musical vivido en la Andalucia del Renacimiento estudiado por los music6lo- {805 Zoralda Pérez y Antonio Jesis Calvo; la importancia de fa bibloteca andalusi de Tombucta, conocida comio el fondo Katt, ‘ofrecida por Ismael Dial; la realidad vivida por una cludad ‘andaluza en el momento de una epicemia de peste, como la padecida por Cordoba a rmediados del siglo xvi, expuesta por Garcia del Moral o fa tica historia de la amenazada Fabrica de Tabacos de Sevilla ‘en la pluma de Rodriguez Gorilo. Junto a todo ello nuestas habituales secciones: buzdn del lector, Andalucia en la red, libros 0 efemérides. A ellas, viene a sumarse una nueva secci6n, Andalucia de cine, dedicada a conocer la historia de nuestro cine, testimonio histérico de valor excepcional pata la historia mas reciente de cualquier pueblo, de la mano de un experto como es Francisco Léper Vilarejo, quien durante largos aiios fue alma del Certamen Internacional de Cine de Huelva. José Calvo Poyato Director de ANDALUCIA en la HISTORIA ANDALUCIA ent la HISTORIA 3 ANDALUCIA en fa HISTORIA ita Fundacin Cento studs Andluces Presidente: an Ortega Per Gerente: Manel Meta Vib Director: Jové Cava Poyato ‘Ao mimaro 4, Enero 2004 Consejo de redaccién: Manuel Burgos ‘Alonso, Alberto Egea Fernsndez- ontesinos, Juan Eslava Gdn, Juan ‘Antonio LacomnbaJes0s Maeso dela Tore, ‘Garlos Martinez hav, Luis Catios Navarro Pérez, Marion Reder Gadow, Francisco Revuelta Perez Rafael Sanchez Mantero, Manvel Titos Martinez Antonio “orremocha Siva Manuel Torres Aguila, Enriqueta Via Vila. Colaboran en este nimero: Francico ‘Aguila Pita Francisco Andi Costa, ‘Manuel Baris Aguila, Antonio J.Cavilo Castro Javier Castllo Femindez Ismael ‘iagé Hoidara, Angel Glin Sincher, Félix CGaela Gimez, Antonio Garcia del Moral, Francisco Lopez Vilaeo, Fernando Martinez Lopez Zotalda Pérez Sabi," José Ramos ov Js8 Rodiiguez Gordo, wan Frencsco Rosriquez Nels Jess Romero Beier, Reyes Valdecantos Teresa, Ditefo, maqueteci6n: Juan Antonio Guerrero Gemma Carbone Luch Jacumentcion y textos nique Noner: snes Impresion:J.de Haro Artes Grificas SL. Distribuctén: Distimedios, SA. Direccién postal: c/ Bailénr° 50, ‘41001 Sevila Informacion general tel:955 0552 10 _Suscripclones teléfono:954 564698 E-mail: ah@fundacion-centraorg URL: wwvfundacion-centraorg ANDALUCIA en I HISTORIA no se ‘esponsabilizade as opiniones ‘emitidas pot los colaboradores ANDALUCIA en a HISTORIA no se com. ppromete a publicar articulos no solieta- dos nia mantener correspondencla sobre os mismos. Depésito Legal:st-3272-02 SSH: 16951956 4 ANDALUCIA en la HISTORIA SUMARIO Ei Presentacion Buzon del lector wg settee | B La Historia de Andalucia en la Red | 9 | TEMA CENTRAL Ser morisco: definicién de un arquetipo a figura hietria dl morisco nace 2 raz de la nueva derota de los rmustlmanes tat a subevacién produc en el Alain a finales de 1499 y, posteritmente en los lgaresserranos del eino de Granada [La General Conversén las eaptulaciones sobsiguienes tienen lgae enue 1500 y 1502. La «cuestién morisca: | de la General Conversién a la guerra y el destierro ee esha Aa ger eh perdi cl teritorio granadino perduraron ms ali de les decetos de capleinditados por Felipe tas a rebel de as Apu ESegregacién, coexistencia, Ba convivencia? En el siglo XVt nadie clegia ser cristiano viejo cristiano mero al nace, todos se incuian obigatoriamente en tna w ora category Ia sociedad de a época no permitia que uno lo olvidaea durante toda su vida. [FE)) Moriscos en Andalucia Bética 1s cde ade UR aa so en ada a Fea ee eee ae _ demuestran qoe la Sena ca en moetioniar ask Gempieaeldeae Fined poet dels Andsnes Bete * | 34] Las crénicas de la rebelion morisca, memorias de guerra y de ia A ip conc como ely preter nunc bres ead. Al menor asa que hier er ae ‘endencia que habfa aleanzado la divulgacin de hechos hist ricos recientes y su influenca en la opinin piblica. ARTICULOS Yademias... fa El Correo de Andalucia en 1931 Los politicos andaluces 90 RESCATE DEL PASADO. fa Restauracion Resulta dificil concebir una sociedad moderna ba CE Tee La expresién acuitada por la historio- emt Be area reenable de les medios gris como época de la Rstouracin hace referencia al retablecimiento de los Borbones. expubados por la — WF Revoluci6n de L868 y vueltos a rono Julio César en la Bética Eo a finales de 1874, Julio César cami el destino de Roma a con vertirse en dictador y vencer & 94 PERFIL BIOGRAFICO | aan El Gran Capitén Durante el reinado de los Reyes Coidlcos. destacé Gonzalo Femnéndez ‘de Cérdoba, llamado el Gran Capitén por su innovadora concepcién del arte ‘dela guerra pero también por el esp ritu de paz y concordia que le caracte rizé. (9) La ciudad ante el contagio Durento el brote da peste que azoté Cérdoba entre mayo de 1649 y julio de 1650 hubo comportamientos insoldarios de los indivtuos 100 PATRIMONIO ARTISTICO LA MUSICA RENACENTISTA EN ANDALUCIA Ea end Colegiata ie Aaecers E! papa Julio I erigé, mediante bula 1 Ronacimiento fue el Siglo de Oro de la misca ndluze, inp de 8 de febrero de 1503. la Real ‘ade por el erocionto podero econdmico derivado del descubimiento de Colegita de Santa Maria la Mayor Se ‘Améxica y d la conguista del reno de Grenada por los Reyes Catdicos, ‘umplen portant, quinientos aos de su fundocén. FoNDo KAT: AVENTURAS Y DESVENTURAS 104 ANDALUCIA DE CINE DE UNA BIBLIOTECA ANDALUSI EN TomBuctu Aqui de nuevo wove @ vivir al-Andalus on ura memoria de pergaminos, vitolas, papeles y tintas que los Banu I-Quti de Tombuctii conservan ‘como su dnica patria. Francisco Elis, primera pelicula sonora En 1928 se produce en Madrid ef encuentro. de dos personajes cuyos nombres permanecerdn unidos en la historia del cine espafot: et andaluz Francisco Elfas y Feliciano Vitores. un burgolés exhibidor ambulante que Andalucia, en los textos antiguos recorria Espafia con el primer progra- Los primeros documentos que hacen referencia ‘ma de cine sonoro. a Andalucia estén escritos en lengua griega. 106 LEFEMERIDES La Real Fabrica de Deena spe Tabacos de Sevilla 103 eas En la capitol andaluza se ore6 la primera {brica de tabeco del mundo para su manu: La estaditicas histéricas de Anda- factura @ comienzos del siglo xi, segin 90 Jucta, Carmona en la edad moderna y ‘ree. en 1620, Por todo ello, Sevila es considerada como la capital europea del tabaco por propios y extra. la vida de Mariana de Pineda entre ‘otros temas de interds, ANDALUCIA en la HISTORIA 5 Buzon del lector Agradecimientos Quiero fesitares por su revs, no solo por diferenctanse de otras publcacones de Historia ot cenirare en temas andaluces «que siempre nos ayudan a capa en es tra dented, sino por que tambien permi- te alos anlalces tener un foro de dvulgn- cn y conocimiento desu Historia creado por eles mismos. Ledigoesto tras leer un artewto de. evs ta n® 3 escrito por Maret Cares Cano. Ents hstoriadora 10 fu solo mi profesora Ince ya 20 aos, sino que ademas fe la pesona qe mie nse analiznr evalary distutae an Historia, Tras verios ain sin tener conocimiento de ell, he pro ds- Frutar otra vex de seguir aprendiendo Historia com lt, Ramee P Arenas Moreno, ‘Sov Pablo de Olavide y las Nuevas Poblaciones Soy un estudiante taliano de Catania, en Italia. Mi nombre es Claudio. Hace unas semanas estuve de viaje en Sevilla y enconteé su revista ent un centro comer cial. Me gusto y la compré. Me pregunto st ‘no han pensado ustedes hacer en alta 6 ANDALUCIA en la HisToRIA una revista de este tipo, que por clerto no existe. Quizas por eso la gente solo lee rovistas de chismorreo. Estoy seguro de que una publicactén como 1a suyn, espectalizada en historia de una determinada zona del pais, eneontraria unt publico muy interesado. Nuestro proyecto edtorial no contempla expandimes a otros pases: Ni siquers 2 otras comunidades ce Espana, Nos con- fentanvos can hacer unt revista de historia de Andalucia dirgisa huxdarentalnente ‘af mercado andatuz. Ni que decir dene ‘que estamos encantactos de que nos let en otras zonas de Espana, donde ef rnime- 10 de suscriptores no para de ereces: Si ademds nos teen en alle, met sobre hojuetas. Sugerencias En primer higar quisiera felicitaries por Ia publicacton de la revista, Mi nombre es Jess Martin Ostos, cabo de fnalizar la Heenetatura de historia, La verdad os ae Jos atieulos me parecen, todos ellos, my Interesantes. Lo unico que echo en falta ton artculos refers a ta Guorra Civ expanola y su inekdencia ont Andalucta Penso que seta util aprovectar ls test- ‘montoscle aquellos hombres y mujeres que vivieron en plena guerra y que atin hoy ccomervan recuerdos de lo que ocurié. Et desorrolo de la guerra ta huiclael eno, la labor de la mujer, las cfrceles tanto de hombres como de mujeres, la guerrilla (magi), te. Lanistoria octal del transicion ha ten Aigo a ocular To ocuride a las nuevas generactones, como st aquello no hubiera pasado 0 no hublera ocurrido cot la vu- Jencia con Ia que realmente sucedis, A esa de ese sHlencio solv cada ver ss nos encontramas con diversas trae 4Jos /estucdios / bros que tratan de sacar del anonimato a esos hombres, mujeres ¥ ninos que vieror sesgadas sus vides. “Trabajos como los de Rafael Tarr (Los exclavos de Franco o vietimas de la vito +a) Jose Luts Abeltan (Et exilo espanol de Ja guerra civ) Javier Cereas (Soldadios de Salamin) ete, son algunos ejemplos por recalcar la Importancla pars ta historia contemporinea espaitola de ese largo y ‘oscuro periods que supuso el régimen {ranquista, Por to dems y Feliciténdoles de nuevo por la feliz Idea de ta publicacion de ta revista ANDALUCIA en la HISTORIA, un cordial saludo, este Marin Ostine Encuentro fa tniciativa de editar una revista sobre historia de Andalucia snuy acertada, He lotdo tos tres ndmeros que than aparecido y me han gustado. Sin erbarge, tengo ta impresion de que ests diriglda en exceso al especialista en histo- ria. Probablemente no sea esa su inten- ‘ion, pero ast es come yo to veo. Por otra parte, me parece que deberian aparecer sds reres. LLesdoy dos nombres para cl perfil blogs ‘co: Ferrin Caballero y Victoria Kent. Tabet Pecez Mori Quiero Feticitartes, como suscriptor, por la revista de nuestra querida Andalucia. Ya nos hacia falta reivindicar nuestra histo ta, Felleitaciones de todo corazin. A ‘continuacion les digo que aqut en Adra, tonemos una muy ica historia de griegos, feniclos y romanas,y les recuerdo que aqut estuvo reclulda durante un pertodo Juana 1a Loca, en su tiempo de locura, Podtan investigar y publicar algiin articulo de ‘nuestra cludad milenaria, Nota de la Redaccién Nuestros letores comprobarin que el perfil biogrifico de este imimero esté dedicado al Gran Capitén, en lugar de a Nicolis ‘Salmerén, Las razones que nos han llevado a adoptar este cambio de ileima hora se deben a que en este ito se conmemora el ‘quinto centenario de las victorias de Cerifiola y Garellano, ast ‘como el 550 aniversario del nacimiento de Gonzalo Fernandez de Cérdoba, el Gran capitin, en Montilla. Me encanta ta revista en general, pero echo en falta (emas que estén més prot ‘mos pueblo ano. Y esque la historia de Andalucia ta han escrito tambien perso- ‘pas andnirnas que cons esfuerza y 8 amor por esta terra han contribuldo @ crear as sens de iertidad de nuestro pueblo, nuestra cultura, en stuma, 10 que as hace completamente distintos de otras ‘muchos pueblos de Europe. Por todo ell, creo que podrian incluir en algun de sts ndmems alge relacionado om las revueltas campesinas, con los emi= srantes que marcharon a trabajar a Europe ena época del desarrollo 0 con el fla- ‘meno, por ctr solo tres elms. [Nowa Tores Jee Considero muy snteresantes los content= dds de los dos niimeras publicados y te (licito por au tendencla hacia la historia de Espana y Andalucia arabes, tan desco~ nocida, despreciada y dlstante del eonoet~ mento general y popular Reeiba un cor la satudo. Eeuneda Anget Rutz Bute Fe de erratas En of anterior nimoro de la Revista ANDALUCIA en la HISTORIA se desizo una errata en la pighna 27 (Olavide en Seto, de Cortes Martinez Shaw) al quedarsuprimida ta ines final de dicho artcuto. EL toxto queda completo al aPsdiae las polabres teonvencidos eestor de st politica reformist ‘Adonis de lamentar dich errata, aradece mos a nuestros leetores que nes hayan comur= ‘cad Ia existencla le fa mitra, La redsceton de ANoauucla en la HisToRIA Desce ta reclaccién de ANDALUCIA en la HisTorIA agractecemos sinceramente _nuesteos lectores sus cartas de dnlmo ast como sus sugeroncias. Anpatucta en la HISTORIA 7 Historia de Andalucia en la Red Realizado por Natalia Maillard Alvarez y Alberto Egea Fernandez-Montesinos Alhambra hutp://wwwwalhambradegranada.org/ Existen clentos de paginas sobre el conjunto monumental de la Alhambra de Granada, pero ésta es la més completa y facil de navegar. Ademés de una somera, pero interesante, Introduccion aa historia y alos aspectosaitisticos de! monumento, nos ofrece algunos de los poemas que encontraremos en nuestra vista. La seccién més atractiva es la de «Lugates yrinconese, en la Atnenara, (= ‘que podemos conocer todas las estancias vistables. Las fotografias en 360 srados y el mapa interactivo hacen de ésta una atractiva muestra del monu- ‘tt: andaluia.clalmenaral nest Sara: Almenara es una socledad cultural nacida en Cataluna en los aos 80 y dedicada al estudio de temas anda- it luces, La asociacién otorga fos premios «Gerald as Brenan» y «Almenara». Entre sus secciones podemos " ‘encontrar un Boletin Cultural Informativo, con diver- Resuita imposible entender la historia de Andalucia sin tener en cuenta ef ‘08 articulos sobre la historia, situacion y anhelos de Descubrimiento de Amética. Esta pgina esti declcada a ls diferentes aspec- los emigrantes andaluces y el futuro de fa cultura tos de un fendmeno que, tomando como punto de partida nuestra tierra, cam= . La llegada a Granada de fray Fran- cisco Ximénez de Cisneros, francis- ano, arzobispo de la sede toledana, Los moriscos de Andalucia Moriscos danzando, por Christoph Weiditz. que implicaba de hecho la posterga- ci6n en la labor evangelizadora de Talavera, no fue casual, y —aparte otras lecturas de alta politica corte- sana: oposiciones fernanclinovisabe- {inos, politicas de supeditacién de la Iglesia al Estado o viceversa... res- pondié, sin duda, a la satisfaccién de ese mandato supremo de unidad religiosa. Llegado a Granada en noviembre de 1499, con su despro- porcionado celo, puso de manifiesto la inviabilidad de unas capitulacio- nes que habfan creado el ilusorio montaje de dos religiones antagéni- cas por larga tradiciOn hist6rica bajo un solo Estado, La formacién teol6- gica del arzobispo toledano, que preceptuaba el bautismo del infiel a cualquier precio, y su apuesta por la raz6n de Estado fueron puestas en ractica con medidas de una feroci lac! impropia de quien desarrollaria tuna labor humanistica de primer orden, con la edicion de la Biblia Poliglota Complutense o la creacién de la Universidad de Alcalé. La que- ma de «Alcoraness en la plaza de Bibarrambla de la capital granadina y ANDALUCIA en la HISTORIA 11 ‘Tema central. su calculada jactancia por los bauti- 205 masivos ante el cabildo catedra- io de Toledo son simbolos de un capitulo vergonzante de la historia dela intolerancia. En el campo religiaso, la realidad del morisco conlleva el criptoista- mismo, es decir, que aparentando piiblicamente ser cristianos, pues formalmente asi los hacia el bautis- mo recibidlo, la inmensa mayoria se mantenia secretamente musulmana, desarrollando fuera de la vista de los Cristianos viejos sus précticas reli sas, rilos y costumbres. Se ampara~ ban para ello en la taqiyya, que es el nombre con que se conoce la disi- mulaci6n «legal» a que se podian acoger los creyentes musulmanes cuando se vieran coaccionados 0 amenazados de peligro, ocultando sus propias convicciones, siempre que existiera la intencién intima de mantenerse en su fe islémica. La vida religiosa y las celebraciones La vida religiosa de los moriscos gra- nadinos, como los de todo el mundo hispanico, se atenfa basicamente a la de los drabes y dems pueblos {que practicaban el islamismo, con tun empobrecimiento y simplifica- i6n ritual consecuencia de la situa- rated tdteg Soronersigincl wipe guns cde Jtty Cau te Fothoneen Gals, fen ana ae fa geanvnnde Dane PHVA ie panied wank thee tes 12. ANDALUCIA en la HistoRIA cidn de persecucién y marginaci6n en que vivian como pueblo someti do, Ni el paso del tiempo, ni las cunstancias adversas aftojaron la cexaltacién rcligiosa y la fidelidad a la ley istamica de la mayoria de los, neoconversos. Es dificil precisar qué hubiera sucedido de no haber termi- nado el perfodo granadlino con la guerra y la cleportacién desde 1570, ada la capacidad aculturadora det tiempo y la voluntad asimilaclora de los poderes. Ahf esté el ejemplo de los moriscos castellanos, en avanzado proceso de asimilacién cuanclo legs la «solucién finals, es decir, la expul si6n decretada por Felipe Ill Las practicas principales pueden resumitse en la ablucién ritual, pur cacién que precedia a la oracién, lla- mada guado, la oraci6n, llamada zala © zalé, cinco veces al dla, y el ayuno del Ramadan, a las que habia que unit las ceremonias que acomparia- ban los actos clel nacimiento, mat monio y muerte, que siendo practicas propiamente islmicas eran también tuna forma de mostrar la oposicién y rechazo de las précticas cristianas. Un apartacio denso y rico en ense- fianzas sobre la josa y el comportamiento cotidiano de fos moriscos es el de las celebraciones. UJoporsary, dt Sem Eee Cementerio musulmén actual, en Marruecos, Fran muchas y diversas, y afectaban a {odas las manifestaciones de la vida: la fada (0 fads) equivalia al bautizo cristiano, y aclems de la consagra- i6n a Dios, se imponia un nombre ‘musulman al recién nacido; luego, en un plazo de ocho dias, en el varén se procedia a la retajacién, consistente en cortar el prepucio del miembro viril;e! matrimonio, sin tener cardcter religioso, se acompariaba de tradicio- nes de fuerte carga ritual: tntar ala novia de alhefa (un producto vegetal caracteristico), depilacién y otros maquillajes y afeites, y celebrar fiestas acompanadas de zambras y leilas, en que se entonaban cantos de alabanza a Alé; la muerte y enterramiento, repletos de carga ritual desde la asis- fencia en los diltimos momentos de la vida, la purificacién del cadaver, el _amortajamiento (vestido con camisa nueva y envuelto en una sdbana), fa conduccién del difunto, el enterra- miento en tierra virgen, con el cadé- ver puesto de costado y situado de modo que estuviese orientado hacia La Meca... Los cronistas e historiadores tempra- 1nos dlifundieron la aficién de los moriscos a todo tipo de practicas supersticiosas (seguramente no mas abundantes que las de los cristianos viejos, pero sf diferentes). La hechice- ria, concretada en la fabricacién y Familia morisca de paseo, por Christoph Weidiz. posesién dle talismanes y «néminas de ‘moros» 0 herces, conteniendo invoca- ciones a Alé, que en diversas formas se colgaban del cuello o se escondlan cen lugares apartados de la casa, y ppatenas, con letras 0 insignias como a amano de Fatima, la luna y otras inscripciones; la hechicerfa estaba relacionada con la magia y a veces con lo demonfaco. Profectas y pro- nésticos, por la tendencia natural del morisco a enlazar con la progenie oriental de su cultura: as los célebres jofores que circularon en visperas y clurante la guerra, donde se aventura- ba una nueva ocupacién de Espafia ppor los musulmanes. La curanderta los sanadores moriscos, que gozaron de fama, siempre se pensé que des- arrollaban practicas de magia y hechi- cerfa. El fabuloso mundo de los teso- 10s también se relacioné con las practicas magicas de los moriscos, pasando al imaginario cristiano los stesoros de morose. Manifestaciones de la vida cotidiana Las expresiones cle la vida coticliana son la mejor escuela de conocimien- to profundo de los moriscos, pues su imbricaci6n con las del mundo dle las creencias son estrechas, aun las que afectan a dreas de la vida mat rial més primaria y elemental. La fa- mmilia morisca ocupa el primer plano, con un acusado componente diferencial respecto de la viejocrs tiana: es fundamentalmente una familia conyugal, de dimensién semejante a la de los cristianos vie jos, aunque se tendiera al agrupa- miento bajo un mismo techo, con casas intercomunicadas, a veces fruto de una divisi6n intecna conse. cuencia de las herencias, y una sola puerta al exterior. Eran viviendas de ppoca extonsién, sobre todo en las clases menos privilegiadas. En el medio rural, era comdn la tenclencia 2 agruparse en barrios dentro de la alquerfa. Hay que negar la poliga- mia, elemento residual, asi como resaltar el papel de fa mujer en la conservaci6n de las tradiciones (eguardiana de la tradici6n», se ha llamado con fundamento) dado su menor contacto con el exterior. Se ‘mantiene el respeto al linaje y la cendlogamia, con fuerte carga tradicio- nal en la historia musulmana. La alimentacién morisca esté relacio. nada con el medio geogréfico hispa- nico y mediterraneo y en la precef va religiosa de la ley iskémica, categ6rica en la prohibicién del cerclo y muy estricta en el consumo de la came de los demés animales, cuya forma cle matanza se regula precisa- mente. También la prohibicién del vino, como cuakyuier otra bebida que puciera embriagar, aunque su curmpli- mmiento fue mas laxo, y en modo algu- no acabé en la repugnancia a su con- sumo como pas6 con el cero. Tratado de agricultura de ibn Luyyun. Pocos moriscos granadinos podian leer el drabe clasico, pues era altisimo el grado de analfabetismo. Los moriscos granadinos fueron con- sumidores de productos horticolas (legumbres, verduras), de frutas de toda clase y de cercales diversos y arroz. Se ha hecho tépica su aficién a los zumos con que acompafiaban las comidas: de naranja, de limén, de mora... a los dulces y confituras de toda especie: mazapanes, turro- nes, alfajores, pastas, pasteles, hojal- des, tortas, arrope..., con base en la Los moriscos de Andalucia miel, el azcicar, la almendra, espe- cias muy diversas y toda suerte de cereales, frutas y hortalizas (membri- Ilo, higos, calabacin, moras, satico...; a los frutos secos, a las ppasas, a las aceitunas...; a las achas; al queso, peat od ofan eiete e ee eee Cultivos abancalados de origen moris- co en las Alpujarras. Algunos platos han trascendiclo los siglos: el alcuzcuz, alimento cerea- Iistico basico, y el mizgueme, apor- tacién tipicamente granaclina a la cocina morisca hispana, unas tortas hechas con aceite y queso. Fueron buenos consumidores de came: le cordero, de camero y dle cabrito, ANDALUCIA en La HisTORIA 13 Tema central. muy abundante en fa quebrada geo- graffa granadina; y aves de corral, sobre todo la gallina, cocinada en il maneras; y toda clase de caza. Guisaban con aceite, huyenclo de grasas y mantecas propias de los tusos castellanos, que los impregna- ba de un olor vivamente rechazaco Por estos (y viceversa), procurando marcar el contraste con la inevitable olla castellana. Y entre las bebidas, la leche. Seguramente consumieron bastante pescado, tal como hace sospechar la abundancia de «playe- ros», es decir, de profesionales moriscos encargaclos del traslado de la costa al interior. Aljibe ganadero en el término de Nijar. 14 ANDAUUCIA en la HisrorIA. Estrechamente relacionada con los habitos y gustos alimenticios de los moriscos esté la agricultura que practicaban, caracterizada por el uso del regadio, la horticultura y la arbo- ricultura. Fue proverbial el trabajo de la seda, que empezaba en su cria y acababa en su hilado y tejido. Modelo agrario y arte de la seda se fundamentaban en la laboriosidad, virtud (unida comiinmente a la fru- galidad), que irritaba a los apologis- las de la expulsién, sobre todo por- que no parecfan ser virtucles de la mayoria de los cristianos viejos. En todas las actividades y como teflejo de la sociedad, la gradacién de riqueza y bienestar es riquisima, desde la menesterosidad a la opu- lencia, como no pociia dejar dle ser ‘en una sociedacl cle mucho tiempo tablecida y asentada y obligada a una larga coexistencia con la socie~ dad viejo cristiana, que si no garan- tizaba la armonia, tampoco elimina- ba las més diversas formas y matices de colaboracién. El vestido es elemento cliferencial comiinmente percibido por visitantes extranjeros, viajeros, pintores y graba- ores, en panicular el de las moriscas. La prenda mas caracteristica y mas perseguica por las prohibiiciones es la almalafa, pieza ce calle, manto largo, Tejido de seda morisco, detalle. ‘Museo Lazaro Galdiano, Madcid, a modo de gran sébana de color blan- co, que cubrfa el cuerpo cle la moris- cade la cabeza a los pies; con ella, los zaragielles, anchas polainas de singular plegado, la marlota, casaca de pasco generalmente lujosa y cle bellos colores y bordados, la aljuba, camisa holgada, tocados en la cabe- 72..; los alcorques, especie dle 2uecos caracteristicos, las alpargatas. ¥ toda clase de joyas. Entre las més arraigadas costumbres moriscas estaban los bafios, que practicaban hombres y mujeres con asiduidad, en instalaciones ptiblicas y privadas, tanto por limpieza como porque eran fundamentales en la putificacién ritual que debia de pre- ceder a la oracién La lengua tiene la mayor importan- Cia. Los moriscos granadinos habla- ban el drabe vulgar o dialectal, que (os cristianos viejos denominaban algarabja, por oposicion a la aljamia, que era el castellano. El ntimero de los que hablaban el castellano era esigual, pues estaba condicionado por el medio goografico, el sexo, la profesin, la situacién econémica. ra mayor en la ciudad que en el medio rural (muy escaso en zonas como las Alpujarras y otras zonas Regadio en la Hoya de Guadix Un paisaje de progenie morisca: cultivos intensivos de regadio con ‘malas tierras de fondo inmediato. ‘montafiosas apartadas), en los hom- bres que en las mujeres, en los que estaban obligads al rato con los cris- tianos viejos por causa de los nego: Cios 0 profesién, en las clases puclien- tes. Fue una de las seftas de iclentidad caracteristicas, iredluctible, tanto por conviccién como por la difcultad de aprendizaje del castellano, dado el alto grado de analfabetismo y la incl ggencia cultural en que viva la mayo- ria del pueblo morisco. Todas las expresiones de la vida cotidiana (lengua, bafios, comidas, celebraciones, vestidos, alhefia, bai- ciones desislamizadoras y asimilado- as, denunciadas por las gentes y castigadas por los inquisidores como cargo de permanencia en la ley isté- mica, Cuando se produce la depor- taci6n de los moriscos de! Reino de Granada, la politica de crradicacién de las sefias de identidad habfa dado escaso fruto, sobre todo en ef medio rural, donde la cohesién era mayor y garantfa de permanencia en su ley islémica y en sus costumbres ancestrales, He aqui cémo vea el mejor historia- dor coeténeo, Luis «lel Marmol Carvajal, a los moriscos y su crip- {oislamismo en un texto que se ha hecho antol6gico: «..y si con fingida humildad usaban de algunas buenas costumbres mora- les en sus tratos, comunicaciones y trajes, en lo interior aborrecian el yugo de la religion cristiana, y de secreto se doctrinaban y ensefiaban unos 4 otros en los ritos y cerimonias de la seta de Mahoma, Esta mancha fué general en la gente comun, yen particular hubo algunos nobles de buen entendimiento que se dieron 4 las cosas de la fe, y se honraron de ser y parecer crstianos, y destos tales no trata nuestra historia. Los dems, aunque no eran moros declarados, eran herejes secretos, faltanclo en ellos la fe y sobrando el baptismo, y cuando mostraban ser agudos y resa- bidos en su maldad, se hacian rudos é Rect urd megfirn vesborbos a seed aidon he ge ignorantes en la virtud y doctrina. iban 4 oir misa los domingos y dias dle fiesta, era por cumplimiento y por- ‘que los curas y beneficiaclos no los penasen por ello. Jams hallaban pecado mortal, ni decian verdad en las confesiones. Los viernes guarda- ban y se lavaban, y hacian la zalé en sus casas 4 puerta cerrada, y los Los moriscos de Andalucia domingos y dias cle fiesta se encerra ban a trabajar. Cuando habian bapti- ado algunas criaturas, las lavaban secretamente con agua caliente para ‘quitarles la crisma y el olio santo, y hacian sus cerimonias de retajarlas, y les ponian nombres de moros; las novias, que los curas les hacian llevar con vestidos de cristianas para recebir las bendiciones de la Iglesia, las des- rnudaban en yendo d sus casas, y vis- Morisca con almalata y zaragilelles, por Christoph Weiditz, de Das trach- tenbuchan 192 Este pintor reflejé con bastante precisién y realismo los vestidos y ‘costumbres de los moriscos; he aqui tuna morisca con las prendas més coracteristicas. Barto de la Reina, en Celin, de las Alpujarras; Baio de ascendente ‘musulmén usado con toda probabili- dad en la época morisca. Foto de Alfredo Lépee. tiéndolas como moras, hacian sus bodas 4 la morisca con instrumentos y manjares de moros.... il ANDALUCIA en fa HisToRIA 15 Tema central. La «cuestién morisca»: de la general conversién a la guerra y el destierro & Francisco Andijar Castillo, Universidad de Almeria Los afios que transcurren entre 1500 y 1569 constituyen el periodo morisco por excelencia. Sin embargo, las huellas de la poblacién musulmana en el territorio granadino perdura- ron mds alld de Jos decretos de expulsion dictados por Felipe I, tras la rebelién de las Alpujarras. | asiglo morisco», como acer- tadamente ha sido denomina- do al siglo xv en el Reino de Granada, esté marcadlo por ‘completo por la presencia de dos comunidades clemasiado distantes Y antagénicas, tanto como para justif- Car las guertas y los conffcios que ‘marcaron la historia de aquella centu- ria, Una historia convulsa, compleja y contradictoria. La ecoexistencia» entre la comunidad ecristiano nueva» 0 morisca y la ecris- tiano vieja» no fue posible, porque ‘nunca se entendié como un sistema basado en relaciones igualitarias sino entre dominadores y dominados, entre vencedores y vencidos. La historia de las relaciones entre la poblacién morisca y la nueva socie- dad castellana que ocup6 el Reino tras la conquista por los Reyes Catélicos es la historia cle un con- flicto entre dos mundlos antagénicos. La imposicion de una fe cristiana Sinica sobre un emar morisco» no podfa conducir a otro lugar que no 16 Anpawucla en la Historia fuese el enfrentamiento abierto. Sin embargo, tras las conversiones for- zosas de los mudéjares en 1500, a los moriscos se les permitié conti- rnuar habitando el territorio que hhabfan ocupado sus antepasados desde el siglo vi. La fe en Dios no sostenfa la economfa de un territo- rio. Conscientes de esta maxima, primero los Reyes Catélicos, y luego Carlos V, trataron dle que ese valioso ‘elemento productivo que era el morisco» permaneciera en su tertito- rio, pechando como siempre habia pechado y manteniendo produccio- nes —como la sedera— que propor- cionaban importantes rentas a la Corona. Una débil cuerda unié a las dos comunidades situadas en los dos extremos de la misma. De un lado etiz6» la imposicién de una ideolo- ‘gia y una cultura cristiano-castella- na. En el otro exiremo los moriscos ‘mantuvieron su permanente resisten- ia a aceptar un modelo de vida ‘opuesto a sus ancestrales conviccio- nes. En medio, el interés mutuo de tunos y de otros: de los cristianos —sobre todo de los ttulares de los sefiorfos— por mantener sus rentas; de los moriscos por permanecer en. fas tieras en las que habfan morado durante gene- raciones. resultado fue siem- pre el mismo, tuna ten- sién que se rompié de forma dramatica en dos ocasiones, pri ‘mero en las rebeliones Carlos V, medalla conmemorativa de la coronacién imperial: retrato atribuido a G. Bernardi de Castelbolognese, Kunshistorische ‘Museum, Viena. El joven emperador, en su estancia granadina de 1526, hubo de afrontar en toda su crudeza Ja cuestién morisca. mudéjares de 1499-1500, y luego la definitiva de 1568, que supuso la deportacién masiva de todos tos mo- riscos del Reina de Granada, Como rupturas de «baja intensidad» habria que calificar la incesante actividad Corsaria, el bandolerismo morisco Real provisién de Carlos V con los acuerdos de la Congregacién de la Capilla Real de 1526, Archivo Catedral de Granade. -monfi— y el continuo goteo de huidas de moriscos al norte de Attica, respuestas inequivocas de rechazo a las condiciones impuestas por fos vencedores. i as La scuestién morisca». Origen y desarrollo de un contlicto Las capitulaciones de Granada se transformaron en papel mojado poco tiempo después de su firma. Una ofensiva evangelizadora enca- bezada, primero con mano blanda por el arzobispo fray Hemando de Talavera, y luego cle forma represiva por el cardenal Cisneros, junto a abusos y exacciones de todo orden, fueron el detonante de las rebeliones mudéjares de 1499-1500. Sofocadas por las. ‘ropas cristianas, el precio de la derrota fue la obfigada conversién de todos los mudéjares a la fe cristiana. Nacié asf un nuevo estatuto, el del «morisco», el del musul- mén convertido por la fuerza a la fe de los conquistaclores castellanos det reino. Unas nuevas capitulaciones regularon después las frigiles relacio- nes entre las dos comunidades, Desde esa fecha los moriscos «lebie- ron pagar, bajo diferentes formas, el eprecio de la fe», es decit, una fuer- te tributaci6n a cambio de preservar las sefias de identidad de su civiliza- Be eo OFF ee Los Moriscos de Andalucia Felipe Wi, por pintor flamenco anénimo. El rey prudente representa la cara represiva con el morisco en su irreductible politica de confesionalizacién. ‘Museo de Bellas Artes de Bruselas. i6n, y, de forma soterrada, conti- rnuar con sus précticas religiosas y cculturales. La transformaci6n de las mezquitas en iglesias fue tan solo la imagen externa, mas simbolica que cefectiva, del nuevo y ficticio «univer- so cristiano» en tierra de moriscos. La politica represiva por parte de las autoridades cristianas alcanz6 su cenit en 1526, cuando con motivo de la estancia de Carlos V en Granada se reunié una junta dle ted- logos, juristas y consejeros, la Catélica Congregacién de la Capilla Real, cuyas deliberaciones quedaron plasmadas en la provisién real de diciembre del mismo afo, que decreté la supresién de todas las manifestaciones culturales musulma- nas. Para su cumplimiento se creé el Descripcién de los pueblos del Arzobispado y Costa del Reino de Granada, detalle de Sierra Nevada y Jas Alpujarras. ANDALUCIA en la HISTORIA. 17 Tema central Martin de Ayala, Palacio Episcopal de Guadix, obispo de Guadix y responsa- ble del Sinado de Guadix y Baza de 1554, Ayala se esforzé en aplicar métods humanisticos en la asimila- cidn de los moriscos. principal instrumento de control ideolégico que ya funcionaba en otros territorios de la Monarquia: tun tribunal del Santo Oficio de la Inquisicién para et Reino de Granada. Pero no todo fue presién ideol6gica. Igualmente lesivos para la comunidad morisca fueron los continuos abusos de burécratas, jue- ces, recaudadlores, militares ¢ inclu- 50 particulares que trataron de impo- ner su estatuto de grupo dominante, de vencedores frente a vencicos. Los moriscos, sin embargo, lograron {que se aplazara su aplicaci6n duran- te cuarenta aiios. La coexistencia tuvo un precio: por 80.000 ducados Carlos V suspendié ef decreto acul- turizador de 1526. Desde entonces la mayor parte de la poblacién morisca, sobre todo en el mundo rural, persever6 en sus costumbres y 18 ANDALUCIA en la HISTORIA tradiciones, siempre con el apoyo de {os titulares de los sefiorfos, mas interesadlos en conservar sus rentas que en reprimir el criptoislamismo de los moriscos. Frente a los abusos de burdcratas reales y clérigos, los sefiores actuaron como defensores de sus vasallos moriscos a cambio cde mantener los ingresos que propor- cionaban a sus haciendas. En gene- ral, en el mbito rural, el campesina- do se mantuno fiel a su cultura, tradiciones y religidn. Mientras que buena parte de la elite morisca quedé sedlucida por ef nuevo poder cristiano Y se integr6 plenamente en la socie- dad castellana. Los denominados moriscos asimilados» fueron funda mentalmente los pertenecientes a las capas altas de las ciudades y pobla- cciones rurales de cierta importancia. La relaci6n entre las clos comunidades ‘empeord a mediaclos de siglo a causa dl incremento de la actividad represi- va de la Inquisici6n y cle las continuas conliscaciones de bienes de los moris- ‘cos que cafan en sus carceles. Un nuevo paso en la politica aculturadora se dio con el Sinodo de Guadix de 1554, base de futuras medidas que no Capileira; foto de José Garrido. Capileira, en el barranco de Poqueira, con Sierra Nevada al fondo, es elo- Cuente expresion de habitat de tradi- i6n morisca. tardarfan en llegar. En 1559 fa comu- rnidad morisca intent6 comprar de ‘nuevo la permisividad para mantener sus tradiciones, pero esta vez iacién no tuvo resultados pasitivos, del mismo modo que tampoco tuvo éxito la politica evangelizadora de las autoridades crstianas. Fn esa coyuntura, el acceso al trono de Felipe I coincidié con un sustancial cambio en el panorama politico det ‘Mediterrdneo. El avance del imperio Pedro Guerrero, octavo arzobispo de Granada, por Pedro de Raxis; Palacio Arzobispal de Granada. Fue pieza decisiva en la opcién bélica. Vista del Cabo de Gata; foto de Juan ‘Manuel Barrios Rozta. Fue este para- je tan bello y apartado como peligro- 50 para el poblador cristiano; una auténtica «costa de los piratas». turco y el incremento de la actividad corsaria berberisca, casi siempre en connivencia con los moriscos grana~ dinos, situé el problema en una cesfera distinta a la que habia estado hasta ese momento. El problema no tera ya el Reino de Granada sino la posibilidad de que este territorio, de mayorfa musulmana, pudiese servir de nexo de unién para el expansio- nismo turco-berberisco en el Mediterraneo. A este temor respon- den medidas tales como la orden de desarme de toda la poblacién moris- ca del reino. Se trataba de evitar un posible quintacolumnismo morisco. La situacién se fue deteriorando de forma progresiva. En 1565 un sfnodo provincial reunido en Granada, bajo los auspicios del arzobispo don Pedro Guerrero, acordé romper con la via evangelizadora pactfica y optar por la represién mediante la implantacién de las medidas adopta- das por la Congregacin de la Capilla Real en 1526. Mientras tanto tuna junta de te6logos y juristas reu- nida en Madrid en diciembre de 1564 aceleré atin més las medidas represivas contra los moriscos. Sus trabajos quedaron plasmados en la pragmatica real de enero dle 1567 por la cual se obligaba a que, en el plazo de un afo, todos los moriscos fuesen cristianos y ademés lo «pare- ciereny, Es decir, e les obligaba a que abandonaran por completo todos los rasgos culturales que les identificaban: ropas, lengua, bailes, costumbres y tradiciones. Como siempre habla sucedido desde comiienzos de siglo, los moriscos tra- taron de comprar su cultura y su fe. Pero esta vez los esfuerzos fueron vanos porque una decidida politica real habia dictaminaclo que el conflic- to no tenfa otra salida que la integra- ci6n plena en la sociedad, cultura y religi6n castellano-cristiana. Santiago Matamoros, por Juan de Flandes; Museo Lazaro Galdiano, ‘Madrid. La imagen de Santiago ‘Matamoros revivi6 con fuerza como ‘emblema de cruzada en la guerra de os moriscos. Moriscos de Andalucia Martirio de los moriscos, detalle, cuadro de autor anénimo. Iglesia Parroquial de Upjjar, Granada. Las muertes de clérigos ceristianos a manos de moriscos en la Navidad de 1568 fue uno de los mas serios detonantes de la guerra. Fracasados los intentos negociadores, ta comunidad morisca se enfrenté a tuna clara disyuntiva: esperar a que la situacién cambiase a su favor 0 bien rebclarse frente a Felipe I. La alterna- tiva fraccioné a los moriscos en dos grupos, aunque siempre unidos por su defensa de la ley islamica. ANDALUCIA en [a HISTORIA 19 Tema central ‘A comienzos del afio 1568 el rumor de una inminente rebelién morisca se extendié por todo el reino. Signos Inequivocos de ello fueron el incre mento de las huidas al norte de Africa y ta intensificaci6n de fa acti- vvidad de los montffes en las tierra dt interior del reino. La circulacién de una serie de profecfas que pro- nosticaban una segunda invasién mite acreditar documentalmente sus pro- piedades fueron factores que vin ron a agravar la situacién. El Albaicin de Granada y, sobre todo, las Alpujarras, fueron los prin- Cipales escenatios del estallido de tuna sublevacién que tuvo su prelu: dio el 23 de diciembre de 1568 y que con rapidez inusitada se exten- dié por todo el Reino de Granada. LAsCOSTADELA/AARINADELPARTIDO DEV ERA Costa de Mojécar y Vere, en ef Obispado de Almerfa, del portulano de Juan de Medrano; Biblioteca Nacional, Madrid. En este sector cos- tero era muy virulenta la actividad corsaria, islémica de Espafta tensaron atin més una situacién cada vez mas insostenible. A finales de abril se interceptaron en Adra una serie de cartas de un cabecilla morisco a sus correligionarios de Berberfa en las que se anunciaba un levantamiento, inicialmente previsto para la Semana Santa de aquel aio. Por parte morisca otros factores inci- dieron en ta radicalizacién de unas posturas que finalmente desemboca- ron en el levantamiento armado de diciembre de aquel afio, La crisis de Ta sericultura y las sistemticas expropiaciones de tierras a todos aquellos moriscos que no pudiesen 20 ANDALUCIA en Ia HisTORIA El dia de Nochebuena los rebelados proclamaron en Béznat como rey a don Hemando de Cérdoba y Valor, con el nombre de Muley Muhammad aben Humeya, conoci- do entre los cristianos como Aben Humeya. Guerra y deportacién de los moriscos La guerra de 1568 0 guerra de las ‘Alpujarras constituye el dltimo epi- sodiio del largo conflicto entre el mundo islémico y cristiano, que duré casi ocho siglos. Los avatares de aquella contienda nos han llega- do con detalle, merced sobre todo a las obras de los cronistas. Desde el momento mismo del alza miento en armas emergieron los simbolos de la naturateza del enfrentamiento: en la poblacién alpujarrefia de Cadiar los cristianos viejos fueron objeto de torturas y muerte, un episodio que muy pronto se repitié de forma sistemitica en todos los escenarios del levanta- miento. Son los conocidos «méntires de las Alpujarras», cuya memoria ha Hlegado hasta nuestros dias de forma dlesproporcionada en relacién al ingente néimero de moriscos —hom- bres, mujeres y nifios— que fueron esclavizados o masacrados en asedios y cercos. La memoria de los vencedo- res no ha conservaco con el mismo celo los sacrilegios, quemas de igle- sias y torturas a los cristianos viejos por parte de los moriscos, que la acti: Vidad depredatoria de las «cuadkillas» cristianas que no tuvieron en la guerra ‘otro horizonte que la captura de un botin, sobre todo el botin humano: la captura de moriscos y moriscas para csclavizarlos y venclerlos. La guerra de 1568 fue un enfrenta- miento desigual entre los poderosos ejércitos de los marqueses de Mondéjar y Vélez, y las exiguas fuerzas de unos moriscos que encontraron su mejor arma en el Hospital Real, vista del cimborrio; foto de Juan Manuel Barrios Rozta. En este edifico se concentré fa pobla- ci6n morisca del Albaicin y de ta Vega de Granada en la primers oleade del destierro. conocimiento de! montaiioso terreno granadino. La geograffa de la guerra oincidlié por entero con la geogra- ffa del poblamiento morisco, siendo {os principales escenarios los espa- Cios fuertemente islamizados de las Alpujarras, Marquesado del Cenete, rio de Almeria, costa de Granada y sierras de Malaga. Don Juan de Austria orante, cuadro de autor anénimo; Patronato de la Alhambra y Generalife. En marzo de 1569 el marqués de Mondéjar fue apartado de la direc- ccidn de la guerra y sustituido por don Juan de Austria, hermano de Felipe ll, adquiriendo el conflicto un nuevo rumbo caracterizado por el reavivamiento de la insurreccién de los moriscos y por medidas ejempla- zadoras como la primera deporla- cin de los cristianos nuevos det ‘Albaicin hacia tierras castellanas en el mes de junio. El asesinato de ‘Aben Humeya en octubre de ese mismo afio —victima de una conju- ra en la que participaron los tur- cos— y su sustitucién por Aben Ab6 radicalizé atin mas las posiciones moriscas. La toma de Tiinez en enero de 1570 por parte de un reye- zuelo de Argel se relacioné directa- mente con la guerra de Granada, hecho que condujo a una intensifi- cacién de la actividad bélica por parte de don Juan de Austria, que obtendria sonadas victorias en Serén y Galera, El cerco a esta Gltima poblacién con la masiva muerte de hombres, nifios y mujeres, constitu- ye uno de los episodios més drama- ticos de aquella contienda. Entre abril y noviembre de 1570 la guerra centré en su etapa final, marcada por las disensiones internas del bando morisco, los éxitos militares de las tropas cristianas y las negociaciones para la rendicién, No obstante, hasta la primavera de 1571 en que muri ‘Aven Abé persistié la actividad de la ‘guerilla morisca y del bandolerismo ‘monff, sobre todo en las zonas dle montaia. La suerte de los vencidos fue la deportacién masiva hacia tierras cas- tellanas y bajoandaluzas. Ya fuesen emoriscos de paces», es decir, de territorios no rebelados, 0 de los creducidos» —léase sublevados—, todos fueron deportados. Se calcula que hasta el aio 1584 un total de 80.000 moriscos abandonaron por la fuerza el Reino de Granada, una cifra que suponia algo més de la mitad de los existentes antes del comienzo de la contienda. Aunque fueron deportados en diferentes oleadas, la expulsién general tuvo lugar en el mes de noviembre de 1570 tras haber sido concentrados ‘en improvisados espacios de las principales ciudades del reino. Un verdadero éxodo se inici6 enton- ces. El camino hacia el destiesto lo hicieron en lastimosas condiciones, soportando los rigores del invierno, mal alimentaclos, muchos de ellos ‘enfermos, y sin medios para trans- portar los escasos bagajes que les ‘quedaban. La dramética visi6n con- movi6 a los cristianos viejos de las poblaciones por donde pasaron incluso a don Juan de Austria. Numerosos moriscos no pudieron resistir fa dureza del camino y murieron antes de llegar a los luga- res de destino fijados por las autori- Los Moriscos de Andalucia dades reales. Aunque la previsi6n ial era distribuirlos por tierras del noroeste de Castilla, Asturias y Galicia, finalmente se concentraron een tierras de la Baja Andalucia, La Mancha, Extremadura, Murcia y Castilla la Vieja. Apattir de 1570, tres grupos de moriscos quedaron en el Reino de Granada: los pertenecientes a las eli- tes que se habfan integrado en la sociedad granadina antes del levan- tamiento; fos esclavos —y nifios moriscos «en administracién» ‘cuyos propietarios lograron sortear La guerra de los moriscos en Frigiliana; panel cerémico de Pilar Garcia Milln. En este abrupto lugar se dio uno de los combates legenda- rios de la confrontacién. los sucesivos decretos de expulsién; ¥, por dltimo los expertos en el conocimiento de los sistemas hiidrdulicos de los pueblos y en el trabajo de la seca, elementos imprescindibles para el asentamien- to y continuidad de fos repoblactores castellanos que Hegaron para suplir el vacio dejado por ellos. ‘Cuando en 1609 se produjo la def nitiva expulsién de los moriscos de Espafia, muy pocos vivian ya en el solar granadino. Noviembre de 1570 habia significado el final de la Granada musulmana. i ANDALUCIA en la HISTORIA. 21 Tema central. 4segregacion, coexistencia, convivencia? W Angel Galin Sénchez, Universidad de Mdlaga El fracaso de la eaperiencia morisca en el Reino de Granada y la confrontacién armada que, si no inevitable, fue absolutamente logica dentro de las circunstancias del momento, deberta hacernos volver la mirada no hacia ei pasado sino hacia el presente conflictivo que vivimos, si queremos entenderla en todas sus dimensiones, os grandes barrios musulma- nes de ciudades como Parts, Londres, Hamburgo 0 Lyon; el hecho de que mas de 300.000 palestinos sean ciu- dadanos de pleno derecho det Estado de Israel a pesar del estado de guerra permanente en que viven, © la compleja situacién en Chechenia, ponen de relieve que el conflicto, por duro que sea, no evita Jas influencias mutuas, no impide que costumbres, formas dle pensar, organizacién politica, aficiones cul- turales o deportivas pasen de una sociedad a otra. Afortunadamente los seres humanos son algo més que miembros de una religién, de una nacién o de cualquier otra identidad cexcluyente. Encl siglo xvt nadie elegta ser cris- tiano viejo 0 cristiano nuevo al racer, todos se inclufan obligatoria- mente en una u otra categoria y la sociedad de la época no permitia La Alhambra, el gran simbolo del ser islamico granadino; foto de Juan ‘Manuel Barrios Roza. 22 ANDALUCIA en Ia HisToRIA que uno lo olvidara durante toda su vida. Sin embargo, ser miembro de tuna u otra comunidad no significaba lo mismo para todos. Junto a la frac: tura que suponia la religidn dle ori- ‘gen, los intereses econémicos, las relaciones personales, la estructura politica, la obligacién de coexistir en definitiva, hizo que los hombres y las mujeres de aquel tiempo inter- pretaran y se adaptaran a su situa- cién de manera diferente y, més atin, que las mismas personas cam- biaran de posicién a lo largo de su vida. En ef momento mas digido det conflicto, en plena rebelién de los moriscos del Reino de Granada (1568-1570), don Hernando el Zaguer, el capitan general nombrado por el rey de los moriscos subleva- dos, Aben Humeya (Hemando de Valon), ante la evidencia de la supe- rioridad militar de la poderosa monarquia hispana, se dirigié a su pucblo para hacerle un desesperado Mamamiento a restablecer la paz de la siguiente manera: « fn ala mi naba la miisica europea, y también . por Italia. El descubrimiento de rando de In tigidez medieval. Se cancioneros de la época de la comenzé a utilizar un estilo musical ins libre y expresivo, plasmado en el triunfo definitivo de la polifonia, es decir, composicién escrita para varias voces con distineas melodias. La miisica andaluza del Renacimiento se vio afectada por influencias extranje- 125, sobre todo por Francia, que domi- imporrancia de los de Miniatura ‘medieval “C conmisios Segovia, Upsala, Medinaceli y, sobre todo, el de Palacio, junto con los archi: vos musicals caredralcis,situaban ala iisica polifénica renacentista cultiva- da en el conjunto de la peninsula Ibé- rica ala aleura del continente europeo. La vida musical en la Andalucia del Renacimiento se desarrollé fandamen- talmente en las capillas, especie de escuchas musicales afines aun medio geogrifico determinado, Fueron escue- las musicales representativas la de Aragin, la de las dos Castillas, con Tomas Luis de Victoria o Francisco Cevallos, Ia escuela de Cataluita con Mateo Flecha (tio y sobrino), y por Gleimo, la Levantina. Pero es, sin dda, Ia escuela musical andalwza la que des- taca con mis fuerza y la que ofrece un ntimeto mayor y mis cualificado de compositores importantes, como Cris- ‘Mujeres renacentistasinterpretando diversos instrumentos. tdbal de Morales, Francisco Guerrero, Luis de Narvéez, Juan de Navarro, Rodtigo de Cevallas, Fernando de las Infantas y Francisco Peraza. La palabra capilla deriva del latin medieval cappa, y con él se denominaba a aguel espacio del templo donde ensa- por extension, al cos encargados de cantar © tocat, con todo el relative acompafamiento de libros corales, ins- trumentos, vestimenta, distintivos, al servicio de una iglesia 0 corte. Las capillas caredealicias estaban regi- das por un maestro de capill, principal LA VIDA MUSICAL EN LA ANDALUCIA DEL RENACIMIENTO SE DESARROLLO FUNDAMEN TALMENTE EN LAS CAPILLAS responsable de la misma, entre cuyas obligaciones debia cuidar e instruir a los nifios cantores, componer la miisica necesaria para elculto divino, dtigi el coro 0 presidit las oposiciones de orras plazas de misicos. Para ayudar al maestro habia otras plazas como el canaestro de mogos de cores, que ins- ‘rufa a los nifios en el canto gregoriano, y el emnaestro de canto de érgano», que ennsesaba la misica polifénica. La capi- Ila también contaba con un grupo de voces adultas, los llamados eveintene- ros», dado su agrupamiento, que eran Detalle de misicos del retablo de la Iglesia de San Juan «del Mercat», de Garcia de Benabarre, Lérida. en su mayoria clérigos, Para la entona- cién de la miisica gregoriana estaba el «sochantre», Por otto lado, a partcipa- cién instrumental estaba encabezada por un organista o dos, y citcunstan- ciakmente por el resto de los misicos llamados «ministrles», que tocaban instrumentos de viento tales como el sacabuche, primitive trombén de varas; chivimias, precedente del oboe; flauras o cornetas,cuya funcién era acompafar las partes cantadas supliendo alguna vox, altemar con el drgano o ejecutar alguna pieza especificamente instru- mental. Al no ser ninguno de estos car- ‘gos una canongia y no formar parte del Cabildo, aparecié la figura de un representante 0 «protector de ‘misican, que es el inermedia- tio entee La capilla musical y el Cabildo de la catedeal. Paralelamente a has capillas catedralicias, existen las capills reales, que se dispu- taban los maestros y canto- res de mayor renombre, aungue hubiera que buscarlos ANDALUCIA en la HISTORIA 63, y traerlos de tierras extranjeras 0 enviarlos alli a prepararse. Destacaron las de los Reyes Catélicos, Carlos Iy la de Felipe IT, Por otro lado, emulando a has capillas reales, algunos nobles se permitieron el lujo de poseer su propia capilla musical, muy semejante a las catedralicias pero que, ademis, conta- ban con ministriles de instrumentos de cuerda, como el arpa, vibuelas (primiti- va guitarra), violas, chvicordio o laides. Aunque se suele hablar de Escuela Andaluza, el estudio de la miisica renacentista andaluza resulta 7 tmds conveniente hacerlo a wwavés de cada una de las capillas existentes, tanto catedralicias como no- fE_. dies. Por lo que respecta a bas catedralicias, des- tacaron tres: Sevilla, Granada y Malaga; en cuanto a las nobles, sobresalieron la capi- las musicales de los duques de Arcos, Osuna y Medina Sidonia. Sevilla alcanza su miximo punto de desarrollo durante el siglo xvi, La solemnidad y complejidad musicales estaban en fun- ibn de la importancia de Ja festa religiosa celebrada, que exige del maestro de capi- J lla una intensa dedicacién, porque de I depencia {a brillantez y vistosidad del acto. Sevilla se convirtié, como sede de la cabecera del comercio con las Indias, en un centro de itra musical dela mayor importancia, sobre todo a partir de 1506, fecha en la que quedaba concluida la nueva catedral. Por ella desfilaron maestros de capilla de renombre como Alonso de Alba, Y tusce cantor de Isabella Calica, Juan 64 ANDALUCIA en la HISTORIA de Varela, Pedro Fernindez de Castilleja, considerado el fundador de Inescuela sevillana y maestro de los dos grandes miisicos de aquella centuria: Cristébal de Morales y Francisco de Guerrero. Le seguiria en el cago el segundo de sus discipulos, que puso el broche de oro de los maestros de capi- lla de la catedtal sevillana en el siglo Masica y amor. Pintura flamenca del siglo xa, Museo Correr, Venecia. XVI Por lo que se refere a otros cargos, cen 1507 se establecié la plaza de orga- nista fjo en dicha catedral, que ante- iormente habla sido temporal. Destacaron Pedro de Villada, principal impulsor del Srgano grande de la cate- dral, seguido de Jerdnimo Peraza de Sotomayor, Diego del Castillo y Francisco Peraza, est iltimo biografia- do por Francisco Pacheco en su Libro de descripcién de verdaderos retratos, de 1599 y seleccionado por oposiciin por el mismisimo Guerrero, que afi maba que tenfa algin Angel en cada dedo. En cuanto a los ministles, la catedral hispalense contaba con tes chirimias y dos sacabuches contratados Miniatura del siglo Xl donde se representan dos tafiedores de latid. pata las fiestas més importantes, hasta que en 1553, con Francisco Guerrero, se crearon has plazas fijas, aunque se seguian contratando a trompetas, cor- netas,atabales 0 tamborinos. Laconstitucién y funcionamiento de la capilla musical de la caredral de Granada no se diferenciaba en lo esen- cial del esquema que ya se ha trazado pata Ia catedral de Sevilla, Entre los maestros de capilla, que hacfan las veces de cancor hasta mediados del siglo XV, podemos citar a Luis de Can Roa, Francisco de Tovar, Juan de Néjera 0 Jerénimo de Aliseda, con quien se esta- bilece la obligacién de componer, que hasta entonces no existia, y Luis de Aranda, con el que en 1592 las funcio- nes de maestro de capilla son totales, como ya ocurriera en Sevilla desde principios de siglo, También contd Granada con organistas de talla como Fernando de Valderribano, Pedro Villada, a quien ya viéramos en la cate- deal de Sevilla, y Gregorio Silvestre, el Polifonia: fff Miisica que [| combina DoH simultanea- Jiyexp) mente diver- sas voces, en la que cada una de ellas conserva su independencia, ala par que esté sujeta arménicamente a las restantes. J Tiento: Tipo de obra instrumental dotada de cierta improvisacion y no sujeta a forma especifica. ms famoso de los organistas granadi- nos del siglo XVI, que fue comparadk con el ilustre organista espaiol An- tonio de Cabezén, Hasta 1563 apare- cen los ministiles en las actas capitula- res como contratados para las A PARTIR DE 1506 SEVILLA SE CONVIRTIO EN UN CENTRO DE IRRADIACION MUSICAL DE LA MAYOR IMPORTANCIA solemnidades, y a parti de ese ato se cred una plancilla estable. Especial atencién merece la Capilla Real de Granada, dado que desempeié un papel musical al vez mayor que el de la propia catedral, apareciendo miisicos de la fama de Bernardino de Figueroa, Luis de Cézas, Juan de Néjera 0 Rodkigo de Cevallos, muy cotizado en su tiempo y cuya mtisica aleanz6 gran difusién. En fa catedal de Malaga, al igual que cen la de Granada, la responsabilidades musical imaginativa e ingeniosa de estructura libre y carente de reglas compositivas. Diferencias: Término que en Espaiia designaba a obras en las que se realiza- ban variaciones sobre una melodia dada. Motete: Composicion vocal polifénica de caracter religioso, Magnificat: Composicion vocal dedicada a la Virgen Marfa, | ppropias de sus cargos musicales se pro- ducen a partir de mitad de siglo. Un dato imporcante para Ia organizacién dea capilla lo tenemos con la presencia del arcediano de la catedeal, Juan del Encina,ilustre compositor y miisico de la época. Los maestros de capilla més destacados fueron Diego Hernandez, Cristdbal_ de Morales, Francisco Guerrero, Juan Cepa o Francisco Viz~ quez. Como organistas encontramos a Hernan Lopez o el famoso Juan Doiz. Tablatura para vihuela, No podemos dejar atrés, dentro de a imiisica religiosa andaluza, a otros auto- res cuyo internacionalismo y buen hacer es ampliamente conocido. Juan ‘Navarro, natural de Sevill, actué cone maestro de capilla en Avila, Salamanca y Palencia, siendo el maestro de ‘Toms ‘Luis de Victoria. Natural de Cérdoba 5 otto importante polifonista que no presté servicio en ninguna capilla musi- cal, Fernando de las Infantas, con ‘numerosos libros impresos, destacando su tratado de contrapunto, quel situa- ba como un gran conocedor de todos los procedimientos musicales practica- dos en su época. Paralelamenee al desarrollo de la misi- ca eligiosa la musica civil o profana fue ‘objero de un especial cultivo en las principales casas de la nobleza por el ambiente humanista que en cllas se ANDALUCIA en la HISTORIA. 65 ‘gg nti ee 4 vivia, sobre todo en Sevilla. A la gran produccién de obras de este tipo de risa contribuyeron las grandes galas, fiestas, recepciones © banquetes. que enardesian la figura del anfirién, sin olvidar los ceniculos donde se reunfa lo iis granado de las artes y de la letras para eplaticar» sobre temas diversos, «afer» y cantar las iltimas novedades. Enla casa sevllana del pintor Francisco Pacheco tenian lugar algunas de estas ceuniones de artistas y humanists, figu- rando entre los asistenres Francisco Guerrero 0 Francisco de Peraza. Ene las casas de la nobleza ij feo més importantes de Anda- Wy lucia, como ya se ha reseiia- Vy; do, tuvieron especial mportancia la capilla musical del duque de Arcos en Marchena, con Cristobal de Morales, la capilla musical de Osuna, con Juan Bermudo o la del duque de Medina Sidonia. Por lo que respecta a Ja misica instrumental, los iisicos andaluces contri- bbuyeron ala ereacin ce un importante repertorio. Mientras que en Europa el instrumento mis-repre- sentativo era el laid, en Espafia y sobre todo en Andalucia, el instrumenco preferido en las cortes y pala- cios sera la vihuela, con la que se iner- pretaban danzas, rientos, fantasias y diferencias, o misica vocal adaptada para ol instrumento, Especial men- cidn merecen el granadino Luis de Narviez y el sevilano Alonso de Mudarra, autor de los ‘Tres libres de andsca en cf para vibucle sta gran actividad masical lev apare- 1 Jado un creciente impulso en la cons- AS 66 ANDALUCIA en la HistOoRIA truccién de instrumentos, de gran tra dlicién en Andalucta. Sobre la mtisica polifénica profana podemos decir que su produccién es menor que la religio- +3, aunque no asi su calidad. Entre los principales autores destaca Juan Véz- PARALELAMENTE AL DESARROLLO DE LA MUSICA RELIGIOSA, LA MUSICA CIVIL O PROFANA FUE OBJETO DE UN ESPECIAL CULTIVO EN LAS PRINCIPALES CASAS DE LA NOBLEZA quez, extremerio de nacimiento, pero considerado miembro de la Escuela Andaluza. Las obras impresas de poli- fonia profana son muy escasas, mien- tras que abundan las manuscritas,reco- gidas en colecciones; destaca el Cancionero de la casa de Medinacl sien- clo muchos los poctas a los que se puso miisica, como fue el caso de Garcilaso dela Vega. Los compositores idemtifica- dos son fray Juan Zazo, Antonio Cebridn, Rodrigo de Cevallos, Fran- Retrato del misico y compositor Cristobal de Morales. El Tafiedor del latd. leo de Caravaggio. Museo de! Hermitage, San Petersburgo, Rusia. cisco y Pedro Guerrero Juan Navarro. La temitica tratada era la gesta de romance, canciones espiricuales, la naturaleza, y por encima de todos, el amor bucélico. Junto a este cancionero hemos de sefalarel de Upsala, posible- mente de la corte del duque de Calabria cn Valencia, entre cuyas obras se han podido idemtficar algunas de los anda- luces Juan Vazquez y Cristébal de Morales. ‘Tan importante musicalmente como la biblioteca de Bl Escorial fue la biblioce- ca Colombina, fundada en Sevilla por Hernando Colén, hijo de Cristébal Colén, bibliilo apasionado por libros El misico Francisco Peraza. Libro de descripcién de verdaderos retratos de Fancisco Pacheco. impresos y manusctitos, con un espe- cial interés en las colecciones musicales que traia de rodas partes, incluidas las ediciones del italiano Oxtavio dei Petrucci, pionero de la imprenta musi- cal, Dicha biblioteca fue cedida a la catedeal de Sevilla y lamentablemente, vivié una época de abandono hacia los siglos XVII y XX, que coincidié con el Juglares de rabel y latid de las Cantigas de Alfonso X. interés por la misica antigua que se dio cen Buropa y cuyo resultado fue la des- aparicién y expolio progresivo de ejem- plares de extraordinario valor. En Anpatucia, Et INSTRUMENTO PREFERIDO EN LAS CORTES Y PALACIOS SERA LA VIHUELA, CON LA QUE SE INTERPRETABAN DANZAS, TIENTOS, FANTASIAS Y DIFERENCIAS, O MUSICA VOCAL ADAPTADA PARA EL INSTRUMENTO ‘Ties compositoresilustees andaluces De entre todos los compositores rena- centistas andaluces, detacaremos a tres por la calidad de su produecién musi- cal, por su proyecci6n, tanto nacional como internacional, asi como por su contribucién al desatrollo de la rusia andaluza. El sevillano Cristébal de Morales fue el mis ilustre compositor de su época y primera figura del arte religioso polif- nico andaluz de Ja escuela sevillana. “Trabajé en Avila, en la Capilla Sixtina de Roma con Pablo III, en ‘Toledo, Sevilla y Malaga. Este continuo cambio de residencia se debié a su deseo de obtener mejores beneficios econémi- Bl) cos. Su obra se difumdi con gran rapi- -dez, ya queen un espacio de veinte aiios se hicieron més de cuarenta ediciones impresas por toda Europa. Su éxito editorial se prolongé hasta después de su muerte, Su obra com- prende 21 misas, 75 moretes, 2. magnifi- cats, entre otras com- posiciones de igual importancia. Murié en Milaga en 1553, cuan- cdo se disponta a volver a la plaza que dejara en Toledo, quizés por EUG) una afeccién de malaria. Francisco Guerrero, junto con su paisano Cristsbal de Morales, fue el mayor maestro de la polifonia sacra de la Escuela ‘Andaluza. Fue alunano de su hermano Pedro, de Pedro Fernindez de Castilleja y del propio Cristébal de Morales. Se inicié como nio cantor en la catedeal de Sevilla y ocupé la plaza de maestro de capilla de la catedral de Jaén, ciudad en la que permanecié hhasta 1549, en que regresé a Sevilla de nuevo como cantor de los veinteneros; El maestro Francisco Guerrero. Libro de los verdaderos retratos, de Francisco Pacheco. posteriormente fue nombrado maestro de los nifios, con la promesa por parte del Cabildo dela caredral de la sucesién. del maestro de capilla Castilleja cuando te lleccra. La itularidad definitiva la cobtendria en 1574, Guerrero fire un via- {ero infatigable, que visieé, por motivos, ANDALUCIA en la HISTORIA 67 de distinta indole, a Carlos V y Felipe Il, incluso viajé a g% Roma y Venecia con la finali- dad de imprimir sus obras. LA Pero su visje més clcbre face K Pero su vgje ts realizado a Jerusalén en 1588, Ye feato del cual escribié un libro SA autobiografico que titulé El vigje de Jerusalén, que bizo Francisco Guerrero, racionero y smacsir de capil dela santa igle- sia de Sevilla. Después de 44 afios al servicio de la catedral de Sevilla, una epidemia de peste acabé con su vida en 1599, Entre su obra podemos destacar 16 misas, 2officium defanccorum, 34 himnos, unos 105 motetes impresos y un ciclo de magni- ficats. Dentro de la produecién del ‘maestro ocupa un lugar de excepcién las «Canciones y villanescas espiritua- les», tinicas en su géneto por estar en lengua vernécula, Frontispico de libro de Francisco Guerrero, que escribié a rafz de su Viaje a Jerusalem, Biblioteca Nacional. VIAGE DE GERVSALEM QVE. HIZO FRANCISCO GVBS “Sa Me te TAMAS | IGLES(A DE sevikiA | t DIRIGIDO LAL IL VST RISE MO, Winer 7m Kedrge de ao Garknah Arebpode Seal, ¥ ee ; Ter pele | ‘afi ti hacen db ft foctoenleibtgag 68 ANDALUCIA en Ia Historia, TAN IMPORTANTE MUSICALMENTE COMO LA BIBLIOTECA DE Et Escoriat FUE LA BIBLIOTECA COLOMBINA, FUNDADA EN SEVILLA POR Herwanpo CoLon Luis de Narvaez era natural de Granada. Junto con Luis de Milin y Alonso Madarra fue uno de los mejores vihuelistas del panorama espaol de la época. Frecuenté los ambientes cortesanos, sirviendo al emperador Carlos V y a Felipe IT. Aparece en 1538 como vihuelisca ads- crito al comendador mayor de Leén, don Francisco de los Covos, y ese mismo aio publicé en Valladolid su famosa obra Los seis libros del Delphin de misica de cfra para taiervibuela, La | otiginalidad del miésico andaluz es notable, ya que utiliza por primera vez el térinino de «diferencia», es decir, diversas maneras de tratar una misma melodia, cuya forma seré de | fecundidad insospechada en Espatia, #3 incluso para él mismo. Detallle del cuadro Las bodas de Cans. Veronés, 1562-1563. Museo del Louvre, Paris La nnisica renacentista andaluza, gra- cas al prestigio de sus composicoresy al gran volumen de obras que se conser- van, significé el punto de referencia y un modelo a imitar por todos los msicos cenuropeos. No volveremos a estar en la misma situacién hasta principios del siglo xx, cuando, de nuevo, los miisicos andalucesaleanzarin fa cima de la misi- caanive internacional MAs inrormacion (1) ‘antity Moreno, ANTONO: Historia de la musica anda- Juza.Biblioteca de la Cultura Andaluza, Sevilla, 1985. Rusio, Samuct: Historia de la misica espafiola, vol. 2, Desde el «ars nova» hasta 1600,. Alianza Mosica, Madrid, 1983. Reese, Gustave.:La mOsica en el Renacimiento. Alianza Musica, Madrid, 1984. FONDO o PN Coa ati y desventuras de una biblioteca andalusi en Tombuctu Aqui estdn de nuevo manuscritos de Derecho, Métrica, Filologia, Légica, Matematicas, Astronomia, Medicina, Teologia... de autores de Toledo, Malaga, Granada, Sevilla, Valencia, Almeria, Ronda, Zaragoza... Aqui de nuevo vuelve a vivir al-Andalus en una memoria de pergaminos, vitelas, pape- UTR REM La CD SSE ALAA AA eae COL ALLO Re RO ERC ALTA LVR UT foxlo empezd en Toledo ef 22 dle | Julio del ano 1467, Una féreea eee erin eee Moisés 0 conversos venidos al cristianis- ere ie ec sintiéndose amenazados, se sublevaron iS en Toledo en aquel dia de los iegos de Erohmentel anaes Per acrretr at a fonso en esta lucha por la corona de Cer aentne cme neater eee se Pac ion tena ree te et eer para limpiae las terras de Casilla de todos aquellos que lleyaban sangre ju- dla, que fuesen practicantes de ba fe de vee es Después de fucrtes discusiones, conver- Peo een ey Pate eaten tne eee ets Cea ees Detalle del Goran de Ceuta, fechado el 13 de noviembre de 1198, ano 595 de la Hégira, diados después de matar a dos canéni- _g0s y algunos cristianos més. Un millar de cristianos y un refuerzo de ciengo cincuenta hombres legados de Ajoftin vinieron a socorrer a los asedia- dos. Los conversos tomaron puertas y puentes de la ciudad y montaron cuatro barticadas. Los combates se iniciaron entonces en los alrededores de la cate- dal y prosiguieron en ef barrio de la Maggalena, donde fue hecho prisionero cllicenciado Alonso Franco. Las asedia- dos pudieron salir: unos dicen que por Este manuscrito representa un trata~ do religioso que se remonta hasta el Profeta Mahoma. Ja puerta que da sobre la calle de Olas; otros, que por la del Reloj. La respuesta de los converses fe prender fuego al barrio de la Magdalena. Todas las casas vecinas al Corral de Don Diego ardie- ron al instante. Fray Mesa, un cronista de Castilla dice queel fuego se extends con la fuerza del viento a la Trinidad, pas6 cerca de San Juan de la Leche, Walata, un lugar sorprendente por la vistosidad de su arquitectura. redujo a cenizas a calle Nueva y la de la Sal, llegando hasta el mercado de las especias y Santa Justa. El incendio pro- siguis,segiun el cronista por la calle de los Tintes y quemé la casa de Diego Garcia de Toledo, 1600 casas quedaron DEJO EN LA CIUDAD DEL TAJO MUJER, HUOS Y BIENES Y EMPRENDIO UN LARGO VIAJE HACIA EL SUR, CON POCO ORO Y MUCHOS LIBROS MANUSCRITOS destruidas, Los existianos viejos, des- pués de largos dias de lucha, pudieron finalmence controlar el fuego y reduc a los conversos. Su cabecilla, Fernando de 1a Torre, fue ajusticiado; muchos otros conversos correrian la misma suerte en das posteriores, De poco sirvid a los sublevades las acciones que levaron a cabo durante los fuegos de la Magdalena, viéndose ‘muchos obligados a huir de Castilla con sus bienes. Los que optaron por que- darse fueron privados de su derecho a llevar armas 6 a ocupar puestos en kt Administeaci6n, y Bnalmente tuvieron que convertrse y dar fe de su buena voluntad de ser cristianos ante el “Teibunal de la Inquisicion. Alib, Ziyad al-Quei el ltimo visigodo de Castilla Ante tan sombrias expectati- vas,Alib.Ziyad al-Quiial- Tulaytuli al-Andalusf, an godo islamizado de “Toledo, dejé en a ciudad del “Tajo. mujer, hijos y bienes y emprendi un largo viaje hacia el sur,con poco oro y muchos libros manuscritos. Se dirigié hacia Sevilla para des- pués comar el camino de Granada, donde reinaban todavia los nazaties. Fue por poco tiempo, Granada vivia entre el constante asedio de los castellanos y la Jucha tenaz que los nazaties libeaban entre si, El toledano siguis, pues, su camino en busca de una tierra de paz y tranguilidad que en la Peninsula no encontraba. Antes de él poco se sabia de la vida de Jos visigodos en Castilla. Pocos sabfan gue después de la conguista musulma- na muchos de los descendientes del rey ANDALUCIA en la HistoRIA. 71 Vitiza se quedaron entre Taledo, Cér- dloba y Sevilla, y que aios més tarde, algunos dejaron de vivir en su comuni- dad mozitabe pata convertrse al islam, adoprando su lengua y sus costumbres. Muhammed Ibn al-Qutiya, descen- dente de Sara la Gods, vivid en a siglo X en Medinat al-Zahra, cerca de CCérdoba; fue un gran historiados, poeta y eminente filélogo. También vivié en. Cérdoba Hafs b, Alba al-Quei, el gran twaductor de los Salmos de Davids y mas tarde en Toledo vivid Suleymin b. Harit al-Quii, médico de profesién, autor de un tratado de offalmologia publicado en Este manuscrito es de 1485, y tiene anotaciones en los margenes escritas por los Kati tos gobemnados por su familia en los lejanos tiempos de los reyes godos de “Toledo. Poco después marché a Fez, desde donde viaj6 hacia los limites del gran desierto de Africa, Seis meses per~ manecié en el Tawat, donde compré uuna biografta del Profeta del islam escri- Au B, ZiYAD AL-QuT! LLEVABA CON EL TODO LO QUE PUDO SACAR DE CASTILLA: ORO, LIBROS Y MUCHA AMARGURA. Paso et EstrecHo, Dios SABE COMO, Y LLEGO A CEUTA ta por Cadi Iyad al-Andalusf de Ceuta, tirulado Kitab as-Shifa. En un folio de este manuscrito apunté lo siguiente: «Compré este manuscrito dorado, tieu- lado Es-Shifi Cadi Iyad, a su primer ) propietario, Muhammad b, Umas, por "al valor de 225 gramos de oro puro su versién latina por Pagel, en Alema- nia, en el aio 1896, yen su versién cata- lana, por Mestre Joan Jacme, en Bar- celona, en el aio 1933, Fueron los mas conocidos de los Banu -Quti. Ali b. Ziyad fue el lkimo Qui en surgir en la historia de Castilla fue el dkimo godo de Castilla, Por los caminos del desierto Ali. Ziynd al-Qui levaba con él todo Jo que pudo sacar de Castilla oro, libros y mucha amargura. Pasé el Estrecho, Dios sabe cémo, y legé a Ceuta ciudad que segiin dijo pertenecié a los territo- 72 ANDALUCIA en la HISTORIA pagado en total al vendedor. Esto fixe | dos meses después de nuestra sada de | Toledo, tierra de los godos. En este momento estamos en cuta por el Bilad as-Sudan, la tierra de los negeos. Pedimos a Ali el todopoderoso que * nos conceda alli la tranquilidad. El esclavo de su Sefot, Ali b. Ziyad al- Qui, 22 del mes de Muharram del aio 873 de la Hégira» Tombuctii es una ciudad rodeada por el desierto. Detalle de un manuscrito de Lisan al-din ibn alatib, uno de los escritores ‘més distinguidos de la Granada nazart. Alli prosiguié su camino por las sendas del desierto. Pasé seis meses en Sijil- masa y regres6 de nuevo a el Tuwat. ‘Mis carde hizo un viaje a la Meca y de regreso a el Tuwat encontrd a unos andalusies con quienes hizo el camino hiacia la tierra de los negros. Pasé cuatro meses en Walata la tltima ciudad del Sahara hacia el sur, y después empren- 6 de nuevo viaje hacia Gumbu, una ciudad del antiguo imperio de Gana que Abraham Cresques no mencioné en su mapa, el Atlas Catalin del afio 1375, lib. Ziyad se casa con la sobrina del rey sunni Ali, Kadiya bine Abubakr Sylla Una vez en Gumbu, Ali b, Ziyad al- Que se cas6 con una sobsrina del rey del EI Corén de Ceuta esta confeccionado en piel de cordero no nato, material que se denomina vitela. pais sunni, Ali, rey del Songhay, Su ‘mujer, Kadiya bint Abubakr Syllaerala hhetmana mayor del faruro emperacor del Songhay, Askia Muhamad b. Abubakr Sylla. De este matrimonio centre un descendiente del rey Vitiza de “Taledo y una mujer de la familia real de ‘Gambu, nacié Mahmud Kati de quien ienden los Quti de! Valle del Niger, Y aqui comienza la fascinante historia del Fondo Kati. Empez6 a formarse con los manuscritos de Ali b, Ziyad al-Quti, Muchos estén hoy destruides pero todavia en el Fondo se conserva su: Cordn copiado por un turco en el aio 1423, ereinta atios antes de la caida de Constan- Mezquita de Djenné, del arquitecto granadino Es-Sahell. vinopla, y su biografia del Profita (4 comprado en el Twat, entre otros. A ét0s y tantos otros se han afadido Jos manuscritos del emperador Askia ‘Muhanad, hermano de su esposa. [2 Asi nacié la primera biblioteca del [lg Africa negra, a la que pusieron el /é nombre Hazanat de los Banu -Quei. Ali b Ziyad murié antes del afto 1516; sobre su tumba hay una piedra donde se puede leer: sta es la tumba Muchos manuscriros ESTAN HOY DESTRUIDOS PERO TODAVIA EW EL FONDO SE CONSERVA EL CoRAN COPIADO POR UN TURCO EN EL ANO 1423, TREINTA ANOS ANTES DE LA CAIDA DE CONSTANTINOPLA de Ali b. Ziyad al-Maghribi al-An- dalusi». Antes de morit pasd unos seis aos entre el Maghreb y Al Andalus.De su tierra volvié de nuevo con manuscri- tos para su biblioteca. Su hijo Mahmud Kati estaba en Gao cuando llegs de Fez Leén el Africano y su tio, mandado como embajador del rey de Marruecos a la corte del empera- dor Askia. Aftos més tarde, Mahmud Kati, que hizo su peregrinacién con ‘Manuscrito con notas en los ‘mérgenes, anotados por los Kati. ‘Askia en el aio 1497, seré nombrado gobernador en el Songhay occidental, ministro de Finanzas y finalmente juez supremo en ‘Tindiema, segunda capital del imperio, Mahmud Kati desplizd a esta dltima ciudad la biblioteca y la enti- aguecié considerablemente, En los mir- genes de sus manuscrtos fue anotando pagina a pagina todos los acontecimien- tos del imperio. Murié en Arkodia,en la regién de Mopti, el 27 de septiembre del afo 1593, Dos aftas antes de su muerte legs a Gao, capital del imperio Songhay, un ejército de moriscos, marroquies y ‘muchos renegados cristianos dirigidos por Yuder Paché, un renegado natural ANDALUCIA en fa HISTORIA. 73 de Cuevas de Vera, hoy Cuevas de Este matrimonio poco afortunado aca- matrimonial truncada por su sue- (sy ‘Almanzora, en Almeria. Fueron envia- barfa perjudicando a la biblioteca en gra y sus cuviados, quienes le dos por AL-Manzor, rey de Marruecos, tomnoalacual habjatranscurtidolavida recordaban siempre que su para conquistar el imperio Songhay. de los Kati. abuelo Ibrahim se cas6 con Libraron batalla en Tondibi, el 13 de Ibrahim, hombre adinerado, propieta- una mujer de clase baja. marzo del afio 1591 y la ganaron féliz- rio de muchas tierras y ganados, siguié Muhammad Abana aban- mente, Este abigarrado ejétcito se insta- comprando manuscritos. Pero de poco doné Ia biblioteca y dejé en 16 alo largo de la Curva del Rio Niges, le sirvid su dedicacin. A su muerte, la Gundam a su esposa e hijos. se dios indémito, apartando del poder biblioteca volvi6 a dispersarse, El lugar donde se encuentra alos Askiay sus familiares, entre los que su cumba constituye un se contaban los Banu [-Quti, cuyo misterio, Con su muerte, la ppatriarca era entonces Ismael Kati. © — 1, bilo sufeis una nueva Este vio cémo en 1612 los Kati aban- * A! || dispersion. donaron Tindirma para instalarse en , é i + Cuando los feanceses con- Kishamba y sus alrededores. Ismael iad sel[. + quistaron la Curva del Niger a finales Kati murié solo y desdichado. % «+ dal siglo x1x se dedicaron con ahinco a ‘Mahmud Kati If, casado con Miriam i ite la biisqueda de la famosa biblioteca de bint Muhammad Es-Sabili al-Ghar- rs ig] los Kati y de uno de sus manuscritos nati, una descendiente del arg 5 e amado Tarik al-Fetcash, Felix fe ANS s | Dubois, periodista de Le Figaro, dedicé pueblo de Yennée, In Venecia del Mali,y | SNe AIC | en Tonbucon la nysterieuse, publicado ‘su muerte acaecida en 1648, la bi Hy, {en 1897, un capitulo sobre Mahmud teca fue repartida entre sus hijos. i ‘Kati, quien desde entonces fue conoci- Ibrahim, uno de los hijos de Mahmud do en Paris y otras zonas del mundo Kati IT y de Miriam la Granadina,com- £7 como al sabio Kati. prd todas las partes de la biblioteca FY Los afios han pasado y un bisnieto de heredadas por sus hermanos y herma- FP), Muhammad Abana, llamado Diadié nas, y a inatalé en Thié (otro pueblo de Muhammad Haidara, dedie6 su vida a buscar los Yennée), donde se casé con una nativa, Abana, nieto de Ibrahim, emprendié el manuscritos dela familia para unificar la nacida fuera de la cerrada aristocracia. camino de su abuelo. Durante ais, biblioteca, Pero murié el 18 de diciem- viajé entre Gumbu, Gundam, Kirs- bre del aio 1995 sin ver hecho realidad hhamba y tantos otros pueblos para su suefio, Su hijo Ismael pudo, fnal- comprar los manuscritos de la familia mente, hacer lo que sus antepasados, dlispersados entre sus hermanos y pri- Ibrahim y Muhammad Abana no ‘mos. Compré algunos a cambio de una lograron: unificar el Fondo Kati que vaca, otros por camellos, y aiin hubo Mahmud Kati pidié en su testamento otros que adquirié mediante el pago de que quedase unifcado. reales y otras monedas del siglo XIX.Se Aqui estin de nuevo manuscritos de casé con Arkia Ali-Gao b, Mahmud Derecho, Métrica, Filologia, Ligica, Kati IITy mandé todos los manuscritos_ Matemiticas, Astronomia, Medici 4 Gundam, una aldea cercana a Tom- Teologfa... de autores de Toledo, Mé: buctd. Jurista, historiador y médico, laga, Granada, Sevilla, Valencia, AL Muhammad Abana excribié varios tra meria, Ronda, ‘Zaragoza... Aqui de tados sobre al-Andalus, pero vio su vida nuevo vuelve a vivir al-Andalus en una vi es Uno de los efemplares del Corén, merle Donen eae que se conserva en la bibilioteca y tintas que los Banu l-Quti de Tom- de Fondo Kati. bucti conservan como su tinica patria, 74 ANDALUCIA en la HisToRIA ANDALUCIA EN LOS TEXTOS ANTIGUOS fl Teresa Vila, Reyes Valdecantos Los primeros documentos que hacen referencia a Andalucia estan escritos en lengua griega. La civilizacién griega es la cuna de nuestra cultura occiden- tal, y en sus mds remotas noticias, donde la nebulosa de los tiempos con- funde la fantasia con la realidad, encontramos las raices de nuesiro drbol genealdégico formando un hermoso conjunto en el que resulta dificil separar la historia de la leyenda. i a reconstruccién mas 0 menos | os de los hechos ocurridos fen el pasado es posible, princi- palmente, por dos procedimientos: las cexcavaciones arqueoldgicas y los textos escritos, Estos tltimos, especialmente los escritos en griego, sirven de base para la elaboracién de este articulo, “Tartessos Bs el primer nombre con el que se as0- cia nuestro pueblo, y es por tanto por agui por donde empezamos, no sin antes aclarar que la imagen de’Tartessos que se desprende de los textos es bien dlstinea de la que nos ofrece la arqueo- logia: a partir de los primeros podemos imaginar un reino relativamente exten- s0, coincidente grosso modo con la Andalucfa actual, egido por un monar- ca que tendirfa su sede en los aledaiios del Guadalquivir. 76 ANDALUCIA en la HistoRIA En cambio la arqueologia no nos ha brindado el descubrimiento de ese pais, nil rasgos de que la culeura tartésica estuviera tan desarrollada como se deduce de los textos. Ahora bien, el silencio arqueoligico no debe ser interpretado como algo defini- tivo, porque cabe la posibili- dad de que nuestro conoci- micnto se modifique radicalmente con futuros hallazgos. Los textos objeto de nuestro ars sis son mitolégicos, li tariose historicos. a) Mitolégicos En a Teagonia de Hesfodo, poeta épico griego, del siglo vit acy fuente de la mitologia gre- corromana, podemos lee: «Con la Medusa yacié el de azulada cabellera en el suave prado entre prima- veraes flores. Cuando Perseo le corté la cabeza, surgieron el inmenso el caballo Pegaso... Crisaor, que tiene la espada de oro en sus manos, engen- ddré al eicéfalo Gerién (rey de Tartessos), uniéndose a Callivoe, hija del Océano. A date lo mars el fuerte Heracles junto a sus bueyes cen Britea,baiiada por todas partes, el dia en que se Hlevé a la sageada “Tirino los bueyes deancha frente, tras haber matado al perro Orto y al boyero Euritién en el umbroso establo» (TRogonta, 275-295) Lucha de Hércules y ef toro. Anfora, siglo a.c. ‘Museo de Boston, «Herodoto también nos habla del tema: Cuentan que Heracles, al volver con los bueyes de Geribn, legs a este pais despoblado que ahora habitan los Escitas. Cuentan que Gerién moraba faera del Ponto en una isla vecina a Gades, mas alli de las columnas de Heracles llamada Brita y situada en el Océano, y que este Océano gira alrede- dor del Cominente empezando por Levante». (Herodoto, Historias IV, 8.) Veamos alguns datos sobre los perso- najes citadas: La Medusa era una de las tres Gorgonas, divinidades marinas, y la Texto de Hesiodo (siglo vi a.d C) donde aparecen nuestras primeras sefias de identidad inmersas en fa mitologia griega: Gerién, Heracles, Eritia. i Neve vo Bopudcdn we cA Boor 1f} BE wf] nape nica que era mortal, Era un monsteno horrendo que vivia en el Extremo Occidente. Sus ojos echaban chispas y su mirada era tan penetrance, que el que la sufiia se quedaba convertido en pie- da, Constitufa un horror y un espanto, no sélo para los mortales, sino también para los inmortales. Fl tinico que no ln fue Poseidon, y la temié unirse a el dejé encinta De esta unién nace Crisaos, el de la espada de ovo, que a su vez, con Callicroe, engendré a Gerién. ¥ de éste ya sabemos que fue un rey ganadero ue poseia enormes rebaiios de bueyes yreinaba en un préspero reino de limi- tes imprecisos llamado Tartessos. De manera que la genealogia de este primer antepasado nuestro se emonta por via directa, yen s6lo dos generaciones, nada MéSovod «tw Avypd. nadodoa iy ney Env Ovni, ot 8 dikcivertor nauk eeype, no Kuowoxerteng bv pahard Aeyudve xok dveow etapwoicn. aijg Ste BH Tlepoedg xepediv daxcedeporymoey, REEDopE Xpvodep we pyac Kal Miyyeoog twos. 20 pty émvoned ‘nwt’ be GBowdaove Mev Encdyopov fy, 6° ', 0 8 dop xpboeton Exow per cokimby 206ve. 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EL héroe Heracles, para cumplir su décimo trabajo, eas romper el estrecho de Gibraltar y dejar a ambos lados las dos columnas come sefiales de su haza- fia, roba el ganado de Gerién y se lo lleva a Grecia en un viaje del que han quedado numerosas huells en la topo- europea, Fuentes mis tardias, no 3s en griego, signen contando las historias de esta saga. Este es, a grandes vasgos el mito. de nuestros origenes, Pero equé se puede encenrar decris de estas narraciones? Patece que se habla de los albores de tuna primera civilizacién, Feliz y préspe- 1 —Crisaor tiene laralz de criss, oro; callivoe significa ehermoso arroyo», los rebaiios de bueyes eran el principal signo de riqueza—, que se va desarro- lando a lo largo del Mediterrineo, que Inunde sus raices en la leyenda y la mito- logia. Y esta primera civilizacién pre- senta dos focos: oriental, Micenas. y occidental, Tartessos. Hallazgos arqucolégicos como los yaci- mientos micénicos de Montoro, la toponimia (EI Puerto de Sana Maria cs fundado por Menesteo, héroe de la ANDALUCIA en La HISTORIA. 77 guerra de Toya, e Hispalis por el pro- pio Heracles), la existencia de monu- ‘mentos megaliticas tan parecidos como Ja cueva de Menga o a entrada del ts0- ro de Atreo en Micenas,o la gran simi- lirud de las joyas tartésicas con las de Micenas y ‘Troya confirmarian dichas relaciones. Para situarnos cronoligicamente, esta- ‘mos hablando del s. x1v, xt a.C. Y estas informaciones miticas sobre “Tartessos las encontramos ademis de en Hesiodo y Herodoto, en Estesicoro, Pindaro, Estrabén y Pausanias, b) Literarios Dos poetas liricos griegos de mediados dels. via.C. eseriben: 4%o no quisiera el cuerno de Amaltea Ni reinar ciento cincuenta anos en “Tartessos.» (Anacreonte de Teos) «Casi frontero de la ilusre Brita, en el antro de una pefa junto a la ancha corriente, de races de plata del rio “Tatessos» (Estesicoro de Himera) Y Pindaro, Esquilo y Euripides, ade- mds de Apolodoro, hacen referencia también a Gerién y Tartessos. Elhecho de que los grandes poctas del siglo VI a.C, sepan de su existencia, indica que Tartessos era tun lugar conocido en Grecia en su periodo mis floreciente. Para el hombre medio agriego debis de constituir El Dorado, que cencarnaba el Pats de la Fortuna y |a Felicidad. Por otra parte, las antiguas noti- cias quiméricas sobrelariqueza ccidental en el siglo Vil aC. se 78 ANDALUCIA en la HisTORIA materializan en ‘Tarteseos por su con- tacto con los mercaderes fenicios, que lo denominaron pais de Tarschich, YY Tartessos no era un mito. Era una realidad especifica en un pals fisico que poseia un Estado regido por un monar- ca como otros tantos conocidos de los friegos. Era un pais til en coda clase de frutos, riquisimo en oro, plata, esta- fo y hierro y abundante en ganado. En definitiva, era el pais ideal TARTESSOS ERA UN LUGAR CONOCIDO EN GRECIA EN SU PERIODO MAS FLORECIENTE. PARA EL HOMBRE MEDIO GRIEGO DEBIO DE CONSTITUIR Et Dorabo, QUE ENCARNABA EL Pals DE LA FORTUNA Y LA FELICIDAD Si bien desde los mis antiguos textos sus limites geogrificos estin desdibuja- dos, desde estos mismos textos se tiene como punto de referencia la isla Brita, Ia isla toja, en el Extremo Occidente. Y no es de extraiar, por tanto, que los estudiosos antiguos identificaran ‘Tar- tessos con Cédiz la peta fenicia, ciudad prestigiada por su templo secular de Heracles-Melkart, que concentraba en ‘sus manos el gran comerci atlintico. ) Histéricos Aproximadamente dos sighos después, 1 sea en el siglo v 2.C, es el propio Herodoto, el primer historiador griego, cel que nos habla ya de la verdadera his- toria de“Tartessos al referimnos dos via- jjes de comerciantes griegos a esta tierra ‘en una época anterior que dan noticias, de a opulencia del pais y su riqueza en placa y metales: Busto de Heradoto. Museo Arqueoi6gico nacional de Népoles. Estos focenses fueron los primeros de los griegos que usaron las lrgas naves y descubrieron el mar Adriitico, el “Tinreno, Iberia y Tartessos, no valién- dose de naves redondas sino de las de incuenta remos. Habiendo llegado a “Tartessos se hicieron muy amigos de su rey, cuyo nombre era Argantonio, que rein durante ochenta afios y_vivi6 ciento veinte. Los focenses llegaron a ser tan amigos de él que la primera vez aque tuvieron que abandonar Jonia, les invité a vivir en su pais, en el lugar donde ellos quisieran, Pero como no pudo con- vencerles, conocien- do la amenaza de los Medes, les dio riquezas para que edifica- sen una muralla alre- dedor de ta ciu- dad. Y lo hizo Hesiodo, Busto en ‘con generosi- Bronce, siglo ill dad, pues sien- Museo Captotinos, do el perimetro ae de la muralla de no pocos estadios, bbasté para fabricarla toda y de bien labradas piedras. (I, 163) Y después de esto, un navio de Samos aque pilotaba Colaios y que se ditigia hacia Egipto, fue arrojado fuera de su ruta.,arrastrados por el viento del Este, aleanzaron las Coluranas de Hércules y conducidos por un dios, Hegaron a “Tartessos. Este lugar de comercio esta- ba sin explorar en esta época, de forma {que a su vuelta estos samios realizaron con su cargamento el mayor beneficio ‘que haya realizado hasta ahora ningin sriego.. (LV, 152) La interpretaci6n de estos textos no es todavia concluyente, pero en lineas generales puede decirse que ‘Tartessos ‘ocupaba aproximadamente el terttorio dela Andalucia actual, desde Huelva a Murcia, extendiéndose algo al norte hhastael Kimire natural del Guadiana, Su accidente geogréfico mas notorio era el rio del mismo nombre, «de raices argénteas», dice Estestcoro, identifica ble con el Guadalquivir. En su curso bajo habia una amplia laguna, el lago Ligustino, que ha de ser la amplia iarisma abicrta al golfo de Cadiz En este dominio tartésico se desarrolla- ba una vida ciudadana consolidada como consecuencia del progreso social y econémico, Nos quedan preciosos vestigios de una escritura sin descifra, Ias estelas, restos de cermica, el tesoro del Carambolo, el tesoro de La Aliseda, el de Lebrija, el de Evora, el bronce Carriazo y otras joyas y objetos halla- ‘Mapa elaborado por Avieno (autor romano siglo 1 a.C.) basdndose en las remotas noticias de! periplo Masaliota (s, wa.C) dos en el sur de la peninsula Ibérica. Pero, como ya hemos dicho, no se ha encontrado nada que nos indique dénde estaba la ciudad; hay abiertas muchas excavaciones en Tejada la Vieja, Carmona, Asta Regia etc,, que tienen I posibilidad de Henar estas lagunas en un futuro préxinso, EN ESTE DOMINIO TARTESICO SE DESARROLLABA UNA VIDA CIUDADANA CONSOLIDADA COMO CONSECUENCIA DEL PROGRESO SOCIAL Y ECONOMICO En cuanto a sw organizacién politica, no hay més que una entelequia cons- teuida en tomo a un monarea, Axgantonio, Era sin duda, un rey ama- ble y hospitalario que contemplaba con agrado las relaciones comerciales con los distintos pueblos del Mediterrineo, cenespecial con los griegos y los fenicios, anes “Cy 8 Parece que su entrada en los circuitos comerciales internacionales del momento tuvo mucho que ver con lt comercializacién y explotacién de la plata del suroeste Pero este mundo flo- reciente empieza a declinar en el s. VI sin que se sepan bien las causas, que caso se debieran al declive de la activie dad minera. A finales del vit los feni- ios dejan de ser los buenos clientes de antes, fecha que coincide con el inicio del predominio de Cartago en el Mediterraneo occidental. Fuera lo que fuese, queda dentro del halo de miste- rio que envuelve a toda esta hermosa historia. ‘Lo que si es cierto es que hacia el afio 500 aC. eomienza una nueva etapa, con un nuevo nombre, Turdetania, que representa la continuidad del proceso histérico iniciado anteriormente y que concluye con la incorporaci6n al Ambi- to politico de Roma en el aio 206 a.C. Los turdetanos recogieron la herencia EL REINO be, TARTESSOS (0 eervcura os. Femina ManseLes 16.520 9. 4-6) ANDALUCIA en [a HISTORIA. 79 érnica y culeural de los tartessos, que los romanos convirtieron en la Bética. El gedgrafo Estrabin y el historiador Diodoro Siculo, ambos de origen grie- govenels.1a,C.nos hacen detalladas y concretas descripciones de nuestra tie- sa, Veamos una muestra: «Dicha regibn se llama Bética del nom- bre del rio y Turdetania del nombre del pueblo que la habita.. Bstos son consi- derados los mas cultos de los iberos y utilizan una gramética y tienen escritos cde mucha antigiiedad y poemas y leyes cn versos de seis iil afios, segin ellos dicen.» (Estrabsn II, 16.) Joyas de oro —brazaletes y collar— ‘aparecidos en el Carembolo, Sevilla, (Giglo wac) Los fenicios desde tiempos antiguos en sus navegaciones comerciales fundaron muchas colonias en Libia y no pocas también en Europa, ¥ en el mismo Estrecho, junto a las columnas, cons- truyeron una ciudad en Europa, a la 4que, siendo una peninsula, Uamaron Gadeira. (Diodoro Siculo V, 20, 1) ‘Textos biblicos El debate sobre la identificacién de la “Tarsich biblica con ‘Tartessos —la civi- lizacién situada en el suroeste de la 80 ANDALUCIA en la HisToRIA peninsula Thérica, juno a la desembo- cadura del Guadalquivir— esté abierto desde la antigiedad y contamos sola- mente con los siguientes datos: aproxi- madamente una veintena de veces se ia en la Biblia la palabra Tarsich, Unas veces como antropénimo (hombre de persona) otras como piedra preciosa, y las mvs de ellas como topénimo (nom- bre de lugar) y es en esta acepcién en la ‘que nos vamos a detener, En ningdn momento se indica con clatidad la situacion de este lugar, pero si da la impresién de que es el lugar mas aleja- do hacia occidente, y que ademis, ese ‘extremo del mundo conocido es el des- tino de las naves fenicias. En casi todas las ocasiones en que aparece se ve cla- ramente su ubicacién mediterranea. Por otra parte, para legar hasta alli habia que cruzar el Mediterraneo y frangueat las columnas de Hercules, nuestro estrecho de Gibraltar, el punto més alejado del mando, "Tan lejos esta- ba que el viaje podia provocar la ira de ‘Yavé: Llegé a Jonis palabra de Yavé diciendo: devdnatey ve a Ninive la ciudad gran- de, y predica contra ella, pues su mal- dad ha subido ante mi» «Levantése Jonés para huir lejos de Yavé, a Tarsis, bbajé a Jope y halld un barco que estaba pata ir a Tarsis, pagé el pasaje y ented en él para irse con ellos a Tasis, lejos de Yavés (Jonis 1,23) ‘De manera que Yavé lo envia a Ninive y lp ire lejos, para hui de Yavé, se va a Tarsis, embarcéndose en Jope, de donde salian las naves fenicias para Occidente. Naruralmente, Yavé se ierité con el desobediente Jonis y envié tor- mentas y grandes olas que hacfan zoz0- brar la nave. ¥ los matineros, cuando se enteraron de que la actitud de Jonis con su propio dios era la causa de las tempestades, decidieron tiraslo por la borda con la colaboraci6n del propio Jonis, ya arrepentido de su pecado. Fue centonces cuando llegé un pez muy grande que lo engullé y lo tuvo en su vientre durante tres dias, al cabo de los cuales, lo deposieé en la playa. No es esta la Gnica vez que Yavé se enfada por ol viaje a Tarsis: El rey Josafat se asocié con el rey de Israel, Ococfas, que era impio, para construir naves que fueran a Tass, hhaciéndose las naves en Asiongaber. Entonces Eliecer profeti2é contra Josafardiciendo: «Por haberte asociado con Ococias, Yavé destruiré eu obra», Las naves se destrozaron y no pudieron ira Tarsis. (II Crénicas, XX, 36-37). Ciertamente, no eta ficllegar a ‘Tarsis, pues sélo podian hacer este viaje naves preparadas para ello. El rey Salomén posefa una flota de estas caracteristicas, pues tenia Salomén naves de'Tarsis que navegibau con las de los siervos de Hiram, y legaban cada tes atios las naves de Tarsis trayendo ore, plata, ‘marfil, monos y pavos reales. (Ul Crénicas, IX, 21) LaAdlincida La leyenda sobre La Adintida la cita Platén en dos de sus diflogos, Timeo y CCritias. Este gran filésofo ateniense del siglo 1V a. C. nos cuenta gue los habi rantes de la Atkincida, pais situ. otro lado de las colt fueron rechazados por los griegos en época muy remota, hacia el 9600 aC.y aque esa isla misceriosa qued6 sumergi- daa causa de un eatacismo en el espa cio de un dia y una noche. Este seria el resunen tileimo de la narracion plaréni- ca. Naturalmente no sabemos si se trata de una simple alegoria 0 es una verda- dlera tradicibn con base teal. Pero el caso es que sus descripciones geogeificas y aneropol6gicas. nos resultan extrafia- mente cercanas, Ante todo recordemos lo esencial, que hhan transcurtido neve mil afios desde aque estallé la guerra, segiin dicen, entre los pueblos que habitaban mis alli de Jas columnas de Heracles y los que hhabiraban al inerior de las mismas, De lh parte de aca, esta ciudad, Atenas, tenia la hegemonta.. y de a otra parte, el mando estaba al cargo de los reyes de la Adntida, Esta isla era mis grande que Libia y Asia juntas... y hoy dia esta sumergida y slo queda de ella un fondo limoso infranqueable para los navegantes... (Critas, 108 et). -~-Hablando del sorteo que hicieron los dioses de la tierra... a Poseidén le correspondis Ia isla Atlantis y en cierto pata establecié a los hijos que habia engendrado de una mujer mortal. Alli cxié cinco generaciones de hijos varo- nies» Impuso nombres a todos, El mayor recibié el nombre de Atlas, que haa servido para designar tods la isla y el mar Athlanticén que la cireunda, EL gemelo nacido después obtavo en el reparto al extremo de la isla situado junto alas columnas de Heracles, fren- ve a la regién llamada ahora Gadleirié Llamabase griego, Gadeiros en lengua indigena. (Critias, 113b7), Eumelos en Se alzaba en of centeo de la isla un templo consagrado en aquel lugar a Klito y a Poseidén. Su entrada estaba prohibida y un recinto de oro la envol- via. Hasta aquel santuario venfan aio tras aio los romeros de las diez provin- cias del pais para hacer oftendas ambos dioses de las victimas de ln esta- cidn. (Critias, 116 3). Cada uno de los diez veyes gobernaba su provincia y en la capital regia los ciudadanos, dictaba las leyes y podia castigar y condenar a muerte a quien uisiera..y las relaciones de unos reyes con otras estaban reguladas segin las leyes dle Poseidén: se reunian alli cada cinco © seis aios haciendo alternat regularmente los aios pares e immpates. En esta reunién deliberaban asuntos comunes, y si debian tratar cuestiones Jjuridicas se daban ances mutuas prue- bas de fideidad en la siguiente for soltaban toros en el recinto consagrado a Poseidén y al quedarse los diez solos suplicaban al dios que les permitiera caprurar la victima que le pateciera mas grata, y sin armas de hierro le daban caza con barrotes y lazo. Artimaban a Ja colunina el toro apresado y le dego- llaban como estaba prescrito.. (Critias, 119 ct) Tarvessos, Tarsich, Atta bres de hagares misteriosos que han sido twansinitidos ala humanidad a eravés de los siglos. Nombres eargados de hermo- sas narraciones analizadas por estudio- s0s de distintas épocas que, esporidica- mente, abren el debate sobre la realidad ‘ol mito que los vodean, que muy de vez en cuando nos revelan algo de su secreto celosamence guardado. Y que en algiin momento confluyen de forma poco segura, pero sf con insistencia, En cuanto a Tartessos, a pesar de las carencias arqueolégicas que sufrimos, su ubicaci6n en muestra tierra es ya cosa admitida. El historiador Schuleen, estudioso de esta civilizacién, se aries- 6 a relacionarla con la Atlintida de Platén, No hay el menor indicio al ves- pecto y esta teoria esti, de momento, abandonada La identificacién de ‘Tarsich con ‘Tartessos sigue teniendo sus partida- rios y sus detractores. Puede que la solucién esté cerca, o puede que tarde sighos. La ewestién sigue abierta. MMAs ivrormacion £03 & ee Bau, A: Diccionaire grec francais, Paris 1950. Mawuguer, A: La Civilizacién de Tartessos, Sevilla, 1965. NAcar y Counca'Sagrada Biblia, Madtid, 1964. Rasa, M.:Esparia en las fuentes griegas, Madtid 1970 Scauuen Tortessos, Machid, 1972 Awpatucla en la HISTORIA 87 La REAL FABRICA de TABACOS de SEVILLA Wi José Manuel Rodriguez Gordillo, Universidad de Sevilla Sevilla cuenta con una tradicién tabaquera tinica como consecuencia del relevante papel que desempené a lo largo de los primeros siglos de nuestra modernidad. A Sevilla llegaron ya antes de finalizar el siglo XV las primeras simientes de la planta recién descubierta en el Nuevo Mundo, cuando atin ésta se desconocia en cualquier otra ciudad europea. Desde el puerto hispa- lense en el Guadalquivir se negociaron durante cientos de anos las mejores y mds abundantes partidas de hojas de tabaco. En la capital andaluza, en fin, se creé la primera fabrica del mundo para su manufactura a comienzos del siglo XVII, segtin se cree, en 1620. Por todo ello, Sevilla es considerada como la capital europea del tabaco por propios y extrafios. nila taizde este conjunto de efe- E imérides est, sin duda, la crea

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