., 1943 ' Núrn. 9.

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Las
n uevas
armas
Aunque la fo-
tografía da la
sensación de
un aparato de
ingenierla mo-
derna, nos
ofrece el as-
pecto de las
seis' temibles
bocas del "lan-
zanieblas", úl-
tima palabra
del armamen-
to alemán.
Una bella actriz alemana. que interpreta un
personaje de Calderón, maneja la clásica mantilla
con la desenvoltura de una española digna de
ser morena y sevillana.
En nuestra fotografía inferior ofrecemos el ex-
presivo y encantador rostro de dos artistas ale-
manas en sus papeles de "La Vida es Sueño'.

ir
España en la (

La vitalidad del puebl

la guerra más dura que
manifiesta no sólo en los
también en los múltiple
y las artes. El teatral, a
cias, adquiere cada dfa
dinario, y actualment
español el que ofrece
alemanes para llevar a r

*'-,,,ü selecto, obras evocadoras

hidalgas y de nuestros i
Y cuando la obra no
el arte alemán, como se
central, aprovecha la r(
Carlos", de Schiller, pat¿
de la escena el maravillc
Entierro del Conde de
en Toledo"
 Las obras de Lope de Vega y de Calderón re-
nuevan sus triunfos en los escenarios alemánes.
Ilaagul sn- l¡ forngrnfla _superior un+ esecqe- de
Lope, mientras en la inferior ofrecemos la foto-
grafía de dos protagonistas en una escena de
"La dama duende".

)scena alemana
o alemán, que mantiene
registra la Historia, se
frentes de batalla, sino
campos de las ciencias
pesar de las circunstan-
desarrollo más extraor-
: €S el teatro clásico
:ampo a los escenarios
u público, como regalo
de nuestras tradiciones
rgenios inmortales"
ls de un autor hispano,
ve en nuestro grabado
presentación del " Don
reproducir en el fondo
¡o cuadro del Greco " El
Ongaz", que se admira
 ,1;.lill1i;...i

Obietivo A¡¡ado

Las ru¡nas
de Pompeya
i*,istrf,:
El dla z4 de Agosto los aviones
aliados bombardearon bárbara-
rnente la inofensiva ciudad de
los emperadores. ¿Qué objeti-
vos militares perseguirlan los
pilotos anglonorteamericanos
en'las famosas ruinas de Pom-'
peya? Su nombre sólo es una
gloriosa evocación de Historia
El templo de Apolo, uno de los bellos monumentos q¡¡e no8 legó G¡'Arie cn
y Arte. Tal vez las bombas de Pompeya, que lgnoramos 8l ss ha s¡lvado rtel bárb'aro ataque.
los anglosajones hayan buscado
en las riquezas de Pompeya un
objetivo donde satisfacer su
odio contra una culturj que
ellos no tuvieron nunca ni
conseguirán igualar, a pesar
de su oro...

Bl iefmo6o molnlco pom.

pey¡üo dc Alelerdro, unl.
l'¡a ¡tc Nlércurlo ú Vle del Foro, otro veftalmente conocldo. €!
detdlG d€ la sludad de Pompeya' qur ona de tantas rlquezas do
I s¡ loda un rEusco de a¡te. Arüe como coúllenen la!
Y hlstórlcas gludade¡ lialla-
[as bombardead¡r por
¡os sllado¡.

La Oalerla dc golümn¡r dcl palaclo dG

Vctllus e8 uno de tos per¡sillos de más
asusada época, que al cabo de tos siglog
se ha vlsto erpu€slo a las bombas d€ la
.c¡ylllzaclón modefnar.
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