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INTRODUCCION

La diabetes mellitus es sin duda uno de los problemas de salud de


mayor importancia en el mundo, con cerca de 30 millones de diabéticos
en el planeta. Se estima, además, que la mitad de los afectados
desconocen su situación por padecerla en grado leve y que cerca del
40% de las personas obesas sufre diabetes, sin saberlo.

Las cifras hablan por sí mismas: la diabetes es el problema endocrino


más grave del siglo XX. En definitiva, una enfermedad en la que el
control de la dieta es la piedra angular de los tratamientos y en la que
la alimentación está directamente implicada. Ejemplo, la diabetes del
tipo II (diabetes del adulto), aparte de existir una cierta
predisposición genética, se debe fundamentalmente a factores
alimentarios (obesidad y alimentación industrializada) y a un excesivo
sedentarismo.
¿QUE ES LA DIABETES?

La Diabetes es una enfermedad crónica que incapacita al organismo a


utilizar los alimentos adecuadamente. Al ingerir los alimentos estos se
descomponen convirtiéndose en una forma de azúcar denominada
glucosa, que es el combustible que utilizan las células para proveer al
organismo de la energía necesaria. Este proceso de transformar los
alimentos en energía se llama metabolismo. Para metabolizar la glucosa
adecuadamente, el organismo necesita una sustancia llamada insulina.
La insulina es una hormona producida en el páncreas (que es una
glándula localizada debajo del estómago), y cuya función es regular el
uso de la glucosa en el organismo y por lo tanto es esencial en el
proceso metabólico.

La insulina trabaja permitiéndole a la glucosa alojarse en las células


para que éstas la utilicen como combustible, manteniendo a su vez los
niveles de glucosa en la sangre dentro de lo normal (70 a 110 mg./dl).

Las personas con diabetes no producen suficiente insulina para


metabolizar la glucosa, o la insulina que producen no trabaja
eficientemente, por lo tanto la glucosa no se puede alojar en las células
para ser transformadas en energía (metabolismo) y se acumula en la
sangre en niveles elevados. La Diabetes es una enfermedad seria, pero
las personas diabéticas pueden vivir una vida larga, saludable y feliz si
la controlan bien.

En personas con diabetes, una de dos componentes de este sistema


falla:

• las células del cuerpo no responden a la insulina que se produce


(Tipo II).
• Diabetes Tipo 2: Caracterizada por resistencia a la insulina que
puede estar asociada o no con una deficiencia de insulina y que
puede estar presente con muy pocos síntomas durante mucho
tiempo. Esta forma es más común en personas mayores de 40
años aunque cada vez es más frecuente que aparezca en sujetos
más jóvenes.

MEDICAMENTOS:
Metformina: (nombre de marca: Glucophage), ayuda a controlar el
azúcar en la sangre en dos formas. Ayuda a que su cuerpo use la
insulina mejor. También ayuda a que su cuerpo produzca menos azúcar
y disminuye la cantidad de azúcar que su cuerpo absorbe de las
comidas. Casi nunca causa hipoglicemia; es decir un nivel bajo de azúcar
en la sangre.
Repaglinida:
Repaglinida (nombre de marca: Prandin) se toma con las comidas para
controlar su azúcar en la sangre. Su médico le puede decir cómo
ajustar la dosis de acuerdo con el número de veces que usted come.
Repaglinida puede tomarse sóla o con metformina

Cuidado del pie en diabéticos

Información
Las personas con diabetes son propensas a tener problemas en los pies
debido a que las complicaciones de esta enfermedad pueden ocasionar daño
a los vasos sanguíneos y los nervios. Estos cambios, a su vez, pueden
provocar una disminución de la sensibilidad a la presión o a los
traumatismos en los pies y una lesión podría pasar inadvertida hasta que se
desarrolle una infección grave.

Además, la diabetes también altera el sistema inmune al disminuir la


capacidad del cuerpo para luchar contra las infecciones. De esta manera,
pequeñas infecciones pueden progresar rápidamente hasta llegar a la
muerte de la piel y otros tejidos (necrosis ), lo que hace necesaria la
amputación de la extremidad afectada para salvar la vida del paciente. Los
problemas en los pies se pueden prevenir en parte con un mejor control de
los niveles de azúcar en la sangre.

Los diabéticos se encuentran en alto riesgo de desarrollar problemas en los


pies si:

• Han tenido diabetes por más de 10 años


• Son hombres
• Tiene un control deficiente de la glucosa
• Presentan complicaciones en ojos, riñones y corazón

Todos los diabéticos deben hacerse revisar regularmente los pies (al menos
dos veces al año) por el médico y deben saber si presentan daño en los
nervios.

Para prevenir las lesiones en los pies, los diabéticos en alto riesgo de
presentar problemas en los pies, los que presentan un daño conocido en los
nervios y aquellos que presentan problemas en los pies actualmente deben
adoptar una rutina DIARIA de revisar y cuidar los pies de la siguiente
manera:

RUTINA DE CUIDADO DIARIO

• Revisar los pies todos los días. Inspeccionar el empeine, los lados, la
planta del pie, los talones y entre los dedos.
• Lavarse los pies todos los días con agua tibia y jabón suave y secarlos
completamente, especialmente entre los dedos. Los jabones fuertes
pueden dañar la piel.
• Se debe probar la temperatura del agua antes de sumergir los pies,
ya que la sensibilidad a la temperatura está con frecuencia
deteriorada en los diabéticos y pueden ocurrir quemaduras con
facilidad.
• Hay que asegurarse de secarse bien los pies y con delicadeza,
incluyendo las zonas entre los dedos, ya que los diabéticos tienen un
alto riesgo de desarrollar infecciones, en especial, en áreas húmedas.
• Aplicar una capa delgada de aceite o loción lubricante después de
lavarse los pies. Debido a los cambios de la piel asociados con la
diabetes, éstos tienden a resecarse, pudiendo agrietarse causando
una infección. Se debe suavizar la piel seca con loción, vaselina,
lanolina o aceite. No se debe aplicar loción entre los dedos.
• Ejercitarse a diario para promover una buena circulación. Se debe
evitar sentarse con las piernas cruzadas o pararse en una misma
posición durante un tiempo prolongado.
• Pedir al médico que le enseñe a la persona diabética cómo cuidar las
uñas de los pies. Se deben sumergir los pies en agua tibia para
ablandar las uñas antes de cortarlas. Las uñas se deben cortar en
línea recta, ya que las uñas curvas son más propensas a encarnarse.
• Dejar de fumar, debido a que esto disminuye el flujo sanguíneo a los
pies.

CONSEJOS SOBRE LOS ZAPATOS Y LOS CALCETINES

• Usar zapatos que protejan los pies de lesiones en todo momento. De


otro modo, si la persona tiene problemas de visión y menos capacidad
para detectar el dolor, es posible que no note cortaduras o
protuberancias menores.
• Proteger los pies con zapatos cómodos, que ajusten adecuadamente.
Nunca se deben comprar zapatos que no tengan un ajuste adecuado
esperando que éstos se estiren con el tiempo, ya que una neuropatía
puede impedir que el diabético sienta la presión proveniente de
calzados muy ajustados.
• Controlar el interior de los zapatos en busca de áreas ásperas o
pedazos desprendidos que puedan causar irritación.
• Cambiar de zapatos después de 5 horas de uso en un día, para
alternar los puntos de presión.
• Evitar el uso de sandalias de tiras o de calcetines con costuras que
puedan causar puntos de presión.
• Usar a diario medias limpias y secas o medias de nylon no ceñidas, ya
que éstas suministran una capa adicional de protección entre el
zapato y el pie.
• Usar calcetines para dormir si los pies se enfrían. En climas fríos,
usar calcetines calientes y limitar la exposición al frío para prevenir
quemaduras por el frío.
MÁS CONSEJOS UTILES

• Evitar el uso de soluciones antisépticas en los pies, por ser altamente


cáusticas, ya que pueden causar daños en la piel.
• Quitarse los zapatos y los calcetines durante las visitas médicas para
recordarle al médico que debe examinar los pies.
• Evitar también la aplicación de compresas calientes o botellas con
agua caliente sobre los pies. Evitar el contacto con el pavimento o con
la arena caliente.
• Informar de inmediato al médico en caso de ulceraciones, cambios y/o
signos de infección. Se debe informar de todas las ampollas,
contusiones, heridas, ulceraciones o áreas de enrojecimiento.
• Visitar a un podólogo cuando hay problemas en los pies o para
remover callos y partes duras; nunca se debe tratar de hacerlo con
tratamientos comerciales de venta libre.
• La obesidad puede impedir que la persona esté físicamente capacitada
para revisarse los pies, por lo que puede ser necesaria la ayuda de un
familiar, vecino o enfermera para realizar esta importante revisión.

Referencias
Zarrintaj A, Ezell OL. Preventing and treating diabetic foot ulcers. Clinical
Advisor. March 2004:28-32.

American Diabetes Association. Standards of medical care in diabetes-2007.


Diabetes Care. 2007; 30(Suppl.1):S4-S41.

LA DIABETES EN LA PODOLOGIA

De igual forma, las estadísticas nos indican que el 15% de los


diabéticos va a presentar una ulcera en sus extremidades inferiores a
lo largo de la enfermedad, y el 85% de las amputaciones que se
practican a los diabéticos vienen precedidas por una ulcera.
Se asume que el presentar la amputación de algún órgano en personas
diabéticas, disminuye la ya baja autoestima que presenta el paciente,
deteriorando así su calidad de vida.

Existen factores de riesgos para adquirir esta enfermedad, sin


embargo a pesar del cuidado que una persona pudiera tener para
evitarla, la información genética en cada individuo, inclusive factores
estresantes ineludibles son suficientes para detonarla. Es por esta
razón, de que además de llevar una vida sana, es recomendable que
desde el seno familiar exista una cultura del cuidado de nuestro
cuerpo, valorando cada una de sus partes, asombrándonos de la
perfección del mismo.
Es por eso que como Podólogos, en nuestra práctica diaria, siendo
personas encargadas del cuidado en específico de los pies, y como
primer contacto con el paciente, el cual acude por algún malestar que
pudiera ser de tratamiento preventivo, debemos influir en las personas
para evitar en lo posible, el tener que ser intervenido quirúrgicamente
por alguna lesión que pudiera evitarse.

CONCLUSIÓN

Hemos llegado a la parte final del trabajo y podemos decir que la


diabetes mellitus es un trastorno crónico del metabolismo de los

Carbohidratos, las grasas y las proteínas. Es un trastorno heterogéneo


primario del metabolismo de carbohidratos que suele implicar
deficiencia absoluta o relativa de insulina, resistencia a la misma o
ambas cosas.

Su característica distintiva es el defecto o el déficit de la respuesta


de secreción de insulina, con alteración del uso de los carbohidratos
(glucosa) y la consiguiente hiperglucemia.

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