Conmovedor final para el seor Ganrrundia que se mostr indefinidamente desagradecido en el
ltimo suspiro que dio en vida. Es que su muerte, frugal como la de cualquier otro mortal, nos ha dejado una muy buena impresin. A pesar de sus ojitos en blanco, Seor Ganrrundia, hemos decidido dejarlo entrar al paraso. Por eso es que lo aplaudimos, Seor Garrundia, mientras llevamos sus 21 gramos en andas por el espacio sideral.